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CARIBBEAN INTERNATIONAL UNIVERSITY

Curso: Ética en el Comercio Electrónico

Ensayo

Importancia de la Ética

Zulaima J. Sánchez Parra

C.I. 11.275.689

Julio 2012
Importancia de la Ética
1.- Introducción.
2.- ¿Qué es la Ética?
3.- La Ética en los Negocios
4.- Ética en la Dirección de Empresas
5.- La Ética Profesional
6.- Globalización, Ética y Medios de Comunicación
7.- Conclusiones
Capítulo I
Introducción
La Ética es un ideal de la conducta humana, que orienta a cada persona sobre
lo que está bien, lo que es correcto y lo que debería hacer, entendiendo su
vida en relación con sus semejantes, en busca del bien común.

Hoy día el hablar de ética y sus problemas es un asunto que se ha


generalizado, esto debido principalmente a la gran amplitud de las malas
prácticas que se han presentado en gran parte de los países del planeta, por
parte de los profesionales que ofrecen sus servicios así como de las diversas
instituciones públicas y privadas que al no tener límites en su toma de
decisiones sobre explotan los recursos con los que cuentan.

En los últimos años se ha tendido a hablar mucho sobre la ética y el papel


importante que juega dentro del mundo del siglo XXI, sea éste considerado
como la época postcapitalista o como la sociedad del conocimiento y la
información, por medio de la inclusión de este actor a nuestra vida es posible
lograr el desarrollo, tanto local como global.

No se justifica que se cometan faltas de ética en las organizaciones, mucho


menos en las organizaciones empresariales en las cuales comúnmente vemos
antivalores como: mentira, robo, omisión voluntaria, daño al medio ambiente,
impuntualidad en el pago a los trabajadores, entre otros. Ayudemos todos a
presentar cada vez un mayor número de casos de falta de ética en las
organizaciones. De esta manera contribuiremos a la construcción de una
sociedad mejor, una sociedad donde la gente tome la ética como referencia en
todas sus acciones y no se cometan atropellos contra otras organizaciones, el
medio ambiente o contra las personas que laboramos o hemos laborado en
ellas.

Capítulo II

¿Qué es la Ética?
En un estudio, ahora clásico de la ética de los administradores de negocios,
Raymond Baumhart preguntó a más de 100 personas “¿Qué significa Ética
para usted?”.
Las respuestas más comunes fueron las siguientes:
De las personas de negocios que entrevistó Baumhart, 50% definió lo ético
como: “lo que mi corazón dice que está bien”, 25% lo definió en términos
religiosos como lo que “está de acuerdo con mis creencias religiosas”, y 18% lo
definió como lo que “conforma la regla de oro”.
De acuerdo a los resultados de esta encuesta, Velásquez, Manuel (2006)
comenta: “los sentimientos son notoriamente inadecuados como base para
tomar decisiones de cualquier tipo, y la autoridad religiosa y la regla de oro han
sido más bien devastadoras, y han sido criticadas como fundamento
inadecuado para juzgar la ética en las compañías de negocios”.
Según el diccionario, el término Ética tiene una variedad de significados
diferentes. Una de las acepciones que se le dan es: “Los principios de conducta
que gobiernan a un individuo o grupo”.
Para Sodi P, Fernando, la Ética: “Es la ciencia normativa de los actos humanos
que estudia cómo deben ser éstos para alcanzar la perfección”.
Para Vargas Montoya, Samuel : “La ciencia práctica que enseña las reglas que
deben seguirse para hacer el bien y evitar el mal”.
Se puede definir la Ética también, como: “La disciplina que trata de la
valoración moral de los actos humanos y es el conjunto de principios y de
normas morales que regulan la actividad humana. Ética del griego “ETHOS” y
moral del latín “MOS, MORIES”, costumbre o modo de comportarse.
La Ética es “el estudio de la moralidad”. Los éticos usan el término ética para
referirse principalmente al estudio de la moralidad, igual que los químicos usan
el término química para referirse al estudio de las propiedades químicas de una
sustancia.
La Ética aunque tiene que ver con la moralidad, no es sinónimo de ella. La
Ética es un tipo de investigación, e incluye tanto la actividad de investigación
como los resultados de la misma, mientras que la moralidad es el tema que
ocupa a las investigaciones éticas.
Una definición de la Moralidad es la siguiente: Son los estándares que un
individuo o un grupo tienen acerca de qué es correcto o incorrecto o lo que está
bien o mal.
Los estándares morales incluyen las normas que tenemos acerca de los tipos
de acciones que creemos son moralmente correctas e incorrectas, así como los
valores que damos a los tipos de objetos que pensamos son moralmente
buenos y moralmente malos. Las normas morales casi siempre se expresan
como reglas o afirmaciones generales, como "siempre di la verdad", o "las
acciones son correctas en la medida en que producen felicidad". Los valores
morales suelen expresarse como afirmaciones que describen objetos o
características de objetos que tienen valor como "la honestidad es buena" y "la
injusticia es mala".

¿De dónde vienen estos estándares? Por lo general, la moral de una persona
se absorbe primero, como niño, de la familia, los amigos y diferentes
influencias sociales como iglesia, escuela, televisión, revistas, música y
asociaciones. Más adelante, conforme la persona crece, la experiencia, el
aprendizaje y el desarrollo intelectual llevarían al individuo que madura a
revisar dichos estándares. Se descartan algunos estándares y pueden
adoptarse nuevos para sustituirlos.

¿Cuáles son las características que distinguen a los estándares morales de los
que no lo son? Los éticos han sugerido cinco características que ayudan a
establecer la naturaleza de los estándares morales:

 Primera: manejan asuntos que creemos dañarían o beneficiarían


significativamente a los seres humanos. Por ejemplo, muchas personas
tienen estándares morales contra robo, violación, esclavitud, asesinato,
abuso de menores, asalto, difamación, fraude, incumplimiento de la ley,
entre otros. Todos ellos se refieren a aspectos que las personas
consideran como formas de lesión bastante serias.

 Segunda: los estándares morales no se establecen o cambian por la


decisión de cuerpos de autoridad específicos. Las leyes y los estándares
legales están establecidos por la autoridad legislativa o la decisión de los
votantes. Los estándares morales, sin embargo, son establecidos por la
autoridad, es decir, su validez no se basa en un procedimiento de voto.

 Tercera, y quizás la más impactante: sentimos que los estándares


morales deben proferirse a otros valores, incluso (¿en especial?) el
interés personal. Esto es, si una persona tiene obligación moral de hacer
algo, entonces se espera que lo haga, aun cuando esté en conflicto con
otros valores, no morales, o con el interés personal. Esto no significa,
por supuesto, que siempre esté mal actuar debido al interés personal;
sólo quiere decir que está mal elegir el interés personal antes que la
moralidad.

 Cuarta, por lo general, los estándares morales se basan en


consideraciones imparciales. Que usted se beneficie con una mentira y
que yo reciba un daño es irrelevante para decidir si mentir es
moralmente incorrecto. Los filósofos contemporáneos han expresado
esto diciendo que los estándares morales se basan en "el punto de vista
moral", es decir, un punto de vista que no evalúa los estándares según
la promoción de los intereses de una persona o grupo en particular, sino
que va más allá de los intereses personales, a una perspectiva
"universal" en la que los intereses de todos cuentan de manera imparcial
por igual.

 Quinta, los estándares morales están asociados con emociones y


vocabulario especiales. Por ejemplo, si yo actúo en contra de un
estándar moral, normalmente me sentiré culpable, avergonzado y con
remordimiento; clasificaré mi comportamiento como "inmoral" o
"erróneo", me sentiré mal acerca de mí mismo y experimentaré una
pérdida de mi autoestima. Sin embargo, si vemos que otros actúan de
manera contraria a un estándar moral que aceptamos, sentiremos
indignación, resentimiento y, aun, disgusto hacia esas personas;
decimos que no "están a la altura" de sus "obligaciones morales" o de
sus "responsabilidades morales" y los estimamos menos.
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Los estándares morales, entonces, son los que se refieren a asuntos cuyas
consecuencias creemos son serias, se basan en las buenas razones y no en la
autoridad, invalidan el interés personal, se basan en consideraciones
imparciales, están asociados con sentimientos de culpa y vergüenza, y tienen
un vocabulario moral especial. Estos estándares, producto de muchas
influencias, son absorbidos cuando somos niños y los corregimos conforme
maduramos.

Entonces, ¿Qué es la Ética?


Ética es la disciplina que examina los estándares morales personales o los
estándares morales de una sociedad.

Capitulo III
La Ética en los Negocios
La ética en los negocios es el estudio de los estándares morales y de cómo se
aplican a los sistemas y las organizaciones sociales mediante los cuales las
sociedades modernas producen y distribuyen bienes y servicios, y de cómo se
aplican a los comportamientos de las personas que trabajan dentro de esas
organizaciones. En otras palabras, la ética en los negocios es una forma de
ética aplicada. No sólo incluye el análisis de las normas y los valores morales,
sino que también intenta aplicar la conclusión de este análisis a esa variedad
de instituciones, organizaciones, actividades y metas que se llaman negocios.

Se distinguen tres tipos de aspectos que son investigados por la ética en los
negocios: sistémico, corporativo e individual. Los aspectos sistémicos de la
ética en los negocios son preguntas éticas que surgen acerca de los sistemas:
económico, político, legal y otros de las instituciones dentro de las cuales
operan los negocios. Se incluyen preguntas respecto a la moralidad del
capitalismo o de las leyes, los reglamentos, las estructuras industriales y las
prácticas sociales que rigen la actividad de negocios. Los aspectos
corporativos de la ética en los negocios son preguntas éticas que surgen sobre
una organización en particular. Estas incluyen preguntas acerca de la
moralidad de actividades, políticas, prácticas o estructura organizacional de
una compañía individual, tomada como un todo. Por último, los aspectos
individuales de la ética en los negocios son preguntas éticas que surgen dentro
de una compañía acerca de uno o varios individuos específicos, y su
comportamiento y sus decisiones. Esto incluye preguntas de moralidad sobre
las decisiones, las acciones o la personalidad de un individuo.
Al analizar los aspectos éticos originados por una decisión o caso en particular
es importante ordenar los aspectos según si son sistémicos, corporativos o
individuales. Con frecuencia, el mundo nos presenta decisiones que involucran
un gran número de aspectos interrelacionados y extremadamente complicados
que generarían confusión, a menos que antes sean ordenados
cuidadosamente y se establezcan sus diferencias. Más aún, las soluciones que
son adecuadas para manejar los aspectos sistémicos o corporativos no son las
mismas que convienen para manejar los aspectos individuales. Si una
compañía intenta manejar un aspecto sistémico —como la cultura de un
gobierno que permite el soborno—, entonces, el aspecto debe manejarse a
nivel sistémico; es decir, a través de las acciones coordinadas de muchos
grupos sociales. Por otro lado, los aspectos éticos corporativos se podrían
resolver a través de soluciones corporativas o de la compañía. Por ejemplo, si
la cultura de una compañía fomenta acciones morales erróneas, entonces,
cambiar esa cultura requiere la cooperación de las personas que constituyen la
compañía. Finalmente, los aspectos éticos individuales deben resolverse
mediante decisiones individuales y, quizá, la transformación individual.

Ética en los negocios:

Tecnología

La tecnología consiste en todos los métodos, los procesos y las herramientas


que los seres humanos inventan para manipular su entorno. En un grado que
no se había visto antes en la historia, los negocios contemporáneos se
transforman continua y radicalmente por la rápida evolución de nuevas
tecnologías que dan lugar a nuevos aspectos éticos en los negocios.
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Las nuevas tecnologías desarrolladas en las últimas décadas del siglo XX y el
inicio del XXI, una vez más están transformando la sociedad y los negocios y
creando el potencial para nuevos problemas éticos. En primer lugar, entre estos
desarrollos están las revoluciones en biotecnología y en lo que suele llamarse
tecnología de la información, que incluye no sólo el uso de computadoras
extremadamente poderosas y compactas, sino también el desarrollo de
Internet, de comunicaciones inalámbricas, de digitalización y otras numerosas
tecnologías que permiten capturar, manipular y mover información en formas
nuevas y creativas.

Para hacer frente a estos rápidos cambios, las organizaciones de negocios se


han hecho más pequeñas, más planas y más ágiles. Algunas se modificaron
por completo al entrar al mundo del comercio electrónico (comprando y
vendiendo bienes y servicios por Internet), y dejaron atrás sus operaciones
de "pico y pala", transformándose así en entidades basadas en Internet que
existen en gran medida en el ciberespacio, término usado para denotar la
existencia de información en una red electrónica de sistemas de computadoras
eslabonados. Estos desarrollos han forzado a las compañías a manejar un gran
número de aspectos éticos nuevos e insospechados.

Casi todos los aspectos éticos creados por las nuevas tecnologías se
relacionan de una manera u otra con cuestiones de riesgo: ¿Son predecibles
los riesgos de una nueva tecnología? ¿Qué tan grandes son los riesgos? ¿Son
reversibles? ¿Los beneficios compensan los riesgos potenciales y quién debe
decidir? ¿Las personas en quienes recaerán los riesgos, los conocen y han
consentido en soportarlos? ¿Tendrán una compensación justa por sus
pérdidas? ¿Los riesgos están distribuidos de manera justa entre las distintas
partes de la sociedad, incluyendo pobres y ricos, jóvenes y viejos,
generaciones actuales y futuras?.

Muchos de los aspectos éticos que han creado las nuevas tecnologías —en
especial las tecnologías de la información, como las computadoras— se
relacionan con la privacidad. Las computadoras permiten recolectar
información detallada de individuos en una escala que antes no había sido
posible (rastreando usuarios en Internet; reuniendo información de clientes en
cajas registradoras; recolectando información de compras con tarjetas de
crédito; obteniendo información de solicitudes de licencias, cuentas bancarias,
correo electrónico, supervisión de empleados que trabajan con computadoras,
entre otros). Tienen el poder de vincular rápidamente esta información con
otras bases de datos (que contienen información financiera, historial de
compras, direcciones, números telefónicos, registros de manejo, de arrestos,
médicos y académicos, historial de crédito, membrecías), y filtrar, ordenar o
recuperar cualquier parte de esta información para cualquiera que tenga
acceso a una computadora.
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Las tecnologías de la información también han generado aspectos éticos
difíciles acerca de la naturaleza del derecho a la propiedad, cuando la
propiedad en cuestión es información (como software, códigos de computadora
o cualquier otro tipo de datos: textos, números, fotos, sonidos que se han
codificado en una archivo de computadora) o servicios de cómputo (acceso a
una computadora o sistema de computadoras). Es posible que la información
computarizada (como un programa de software o una foto digitalizada) se copie
perfectamente un número incontable de veces, sin modificar en forma alguna el
original. ¿Qué tipo de derechos de propiedad tiene uno cuando se posee una
de estas copias? ¿Qué tipo de derechos de propiedad tiene el creador original
de la información y en qué difiere de los derechos de propiedad de alguien que
compra una copia? ¿Es incorrecto hacer una copia, sin permiso del creador
original, cuando hacerlo no cambia el original de ninguna manera? ¿Qué
daños, si los hay, sufren la sociedad o los individuos si las personas pueden
copiar cualquier tipo de información computarizada a su antojo? ¿Dejarán las
personas de crear información? Por ejemplo, ¿dejarán de escribir software y de
producir música? ¿Qué tipo de derechos de propiedad tiene alguien sobre los
sistemas de cómputo?.

Los Retos Éticos del Comercio Electrónico


El Comercio Electrónico: es la transacción de compraventa que de hecho tiene
lugar en la red. Se desarrolla normalmente cuando un comprador, al visitar la
página web de un vendedor, allí mismo y en ese preciso instante decide y
formaliza el acuerdo o el contrato de compra. En un sentido estricto, es
imprescindible que el pago —lo que cierra el trato— también se realice por la
red, mediante tarjetas de crédito, “dinero virtual” (e-cash) o algún otro
procedimiento electrónico. Este pequeño detalle es importante porque hasta
ahora, la red ha servido principalmente como fuente de información, en lugar
de canal de distribución y de comercio.
Las dificultades éticas particulares del comercio electrónico normalmente giran
alrededor de tres cuestiones: la intimidad o privacidad y la identidad, ambas
referidas al comprador, y la no-refutabilidad de la transacción (Baum 1998: 65;
Suprina 1997: 8-12; Joyanes 1997: 277-281). Sin embargo, habría que
introducir una cuarta cuestión, la de “allanamientos, intrusiones, entradas
abusivas o no autorizadas” (“trespass” o “break-ins” según la tradición legal
anglosajona, en un sentido metafórico) en los equipos informáticos, páginas
web, buzones electrónicos, etc. Quizá la palabra inglesa “hacking”, en su
reciente acepción de lograr algo en principio difícil con gran facilidad, burlando
el sistema de protección o defensa, sea la que mejor capte el concepto. Los
actos de “hacking” se distinguen de las violaciones de intimidad, no obstante,
porque la red es un “lugar público”, un sistema abierto. Al igual que un lugar
comercial físico y convencional, nadie discute que una dirección electrónica
comercial sea propiedad privada; pero el acceso ha de estar abierto al público,
como su propia naturaleza y finalidad exige. Es decir, por principio y a priori, no
se puede prohibir la entrada a cualquiera; de otra forma se correría el riesgo de
caer en una discriminación ilegal, si no, al menos, abusiva. O sea, por el hecho
de entrar en una página web o en un buzón electrónico, no se atenta contra la
intimidad del propietario; pero una vez allí, pueden realizarse actividades
inapropiadas.

1. “Hacking”, “cracking” y “page-jacking” (allanamientos y secuestros


informáticos):

El “hacking” atenta contra el mismo ordenador, contra un sistema informático


particular o contra la red en general, en cuanto almacén de datos o medio de
comunicación; pone en peligro la confidencialidad, la integridad o la
disponibilidad de la información almacenada en el ordenador o de los servicios
que el ordenador presta (US Department of Justice 2000: 10). Antiguamente,
como diversión de adolescentes y demás gentes especialmente dotadas para
la informática, no tenía necesariamente finalidad criminal o delictiva alguna; si
acaso, sólo se trataba de gastar una broma pesada al dueño o al administrador
del equipo informático señalado como objetivo, descifrando (“cracking”) sus
códigos secretos de acceso. Como forma de protesta, los “hackers”
“secuestraban” una página web (“page-jacking”), dirigiendo a los visitantes a
otra dirección mediante un cambio de servidor.

Sin embargo, desde hace unos años, se han llevado a cabo actos de “hacking”
con una malicia más que presumible; de modo que se ha convertido en una
actividad accesoria a un delito, si no en un delito mismo.

2. Asuntos relacionados con la privacidad:


La privacidad es deseable en cuanto permite a un sujeto reafirmar su
individualidad, separándose del grupo y reclamando un espacio o dominio
propio. El problema de la privacidad en el comercio electrónico se refiere a la
dificultad de transmitir, de manera segura, los datos necesarios para una
transacción por la red (Suprina 1997). Se trata de evitar que la información que
se envía, considerada económicamente valiosa o en cierta medida confidencial,
no sea interceptada ni quede disponible para otra persona que no sea la
destinataria. Proteger la privacidad de la comunicación supone un gran reto por
la misma naturaleza del medio, que es una red abierta de telecomunicaciones
digitales. De hecho, es imposible, tanto desde el punto de vista técnico como
económico, tapar todos los posibles agujeros por donde pueden realizarse
intrusiones desautorizadas en las transmisiones por la red (Coleman 1999a).
Además, como la misma experiencia enseña, cada vez hay una mayor
variedad o picaresca en los modus operandi de quienes se empeñan en minar
los derechos a la intimidad de los usuarios de Internet (Garfinkel 1999; The
Economist 1999e; Rosen 2000). No existe, por tanto, una privacidad absoluta; y
todo esfuerzo en este sentido debe dirigirse, más bien, hacia la obtención del
grado de privacidad adecuada, consensuada por las partes implicadas, para
cada tipo concreto de transacción (The Economist 1999b).

Las medidas para la protección de la privacidad son de tres tipos:


1) Las que pertenecen a la estructura o disposición física de la red.
2) Las que utilizan protocolos, programas o aplicaciones especiales para este
fin.
3) Las que derivan de determinadas pautas de conducta o comportamiento, de
carácter ético y legal.

3. Asuntos relacionados con la identidad.


El “robo de identidad” o la “impersonación” puede ocurrir de diversas maneras,
algunas muy poco sospechosas. Cuando se realiza una compra con tarjeta de
crédito, por ejemplo, basta con que el dependiente escanee la tarjeta dos
veces, una con la caja y otra con cualquier lector digital, para que luego pueda
cargar cosas a cuenta del cliente (Wells 2000). Con la información disponible
en muchas bases de datos, de nombres, direcciones, fechas de nacimiento,
números de seguridad social, etc. se pueden abrir y utilizar —casi al instante—
nuevas tarjetas de crédito, nuevas cuentas telefónicas, e incluso alquilar pisos,
etc. (O’Brien 2000). Todas estas transacciones fraudulentas se facilitan porque
para muchas empresas, desafortunadamente, el cliente no es más que una
tarjeta de crédito; se ha perdido todo tipo de relación propiamente personal. Por
un lado, apreciamos la conveniencia de poder realizar transacciones
comerciales sin tener que presentarnos personalmente; por otro, quizás
inconscientemente, nos exponemos al peligro de que otro nos mal represente,
asumiendo fraudulentamente nuestra identidad (Slade 2000).

Los partidarios del anonimato abogan por el uso de sistemas alternativos a la


tarjeta de crédito personal convencional, que tiene un costo de transacción
relativamente alto. Se trata del “dinero electrónico” (e-cash), del “dinero digital”
(digital cash) y de los “monederos electrónicos” recargables (electronic purses
or smart cards), sobre todo para los “micro-pagos” (Stewart 1998a: 13-15).
Pero, por ahora, ninguno de estos sistemas —el “Secure Electronic
Transaction” o “SET”, que se acopla a las tarjetas de crédito, el “CyberCash” o
el “First Virtual”— ha convencido a los consumidores, no sólo por dificultades
práctico-técnicas, sino también por causas “teórico-económicas”: parecería
exigir toda una nueva “política monetaria y financiera” por parte de las
empresas y de los estados (The Economist 1998; 2000b). Además, aunque el
dinero electrónico está protegido por sistemas de seguridad de alto nivel, no es
invulnerable; y una vez descifrado su código secreto, como sucede con toda
información digital, la “copia” o “falsificación” se vuelve indistinguible del
original: el dinero se ha convertido en un programa de aplicación o “software”
(Roddy 1999: 14-15).

Importancia de incluir la ética en los negocios


Se han presentado varios argumentos para intentar establecer que la ética no
debe introducirse en los negocios y se encuentra que todos son deficientes. Se
puede decir algo en favor de la afirmación opuesta: que la ética debe
introducirse en los negocios? Una manera de debatir que la ética debe
introducirse en los negocios es simplemente señalando que, como la ética
debe gobernar todas las actividades humanas voluntarias y debido a que el
negocio es una de ellas, la ética también debe gobernar los negocios. En
resumen, no hay nada que evite que los estándares éticos que se aplican en
las actividades de negocios sean los mismos que se aplican a todas las
actividades humanas voluntarias.

Otros argumentos para la perspectiva de que la ética debe ser parte de los
negocios señalan que nuestras actividades de negocios, como muchas otras
actividades humanas, no existirían a menos que las personas que participan en
ellas y la comunidad que las rodea se adhieran a algunos estándares éticos
mínimos. El negocio es una actividad cooperativa cuya mera existencia
requiere un comportamiento ético. Primero, cualquier negocio individual se
colapsará si todos sus administradores, empleados y clientes piensan que es
moralmente permisible robar, mentir o romper sus contratos con la compañía.
Como ningún negocio puede existir sin ética alguna, la búsqueda de los
negocios requiere al menos una adhesión mínima a la ética por parte de los
interesados. Segundo, todos los negocios necesitan una sociedad estable
donde realizar sus tratos. Pero la estabilidad de cualquier sociedad demanda
que sus miembros acepten algunos estándares éticos mínimos. En una
sociedad sin ética, como alguna vez escribió el filósofo Hobbes, la
desconfianza y el interés personal sin restricción crearían "una guerra de todos
los hombres contra todos los hombres", y en esa situación la vida se vuelve
"desagradable, cruel y corta". La imposibilidad de realizar negocios en tal
sociedad —una en la que mentir, robar, hacer trampa, desconfiar y ver por el
interés personal sin restricción se convierten en normas— se demuestra por la
forma en que las actividades de negocios se desmoronan en sociedades
desgarradas por la contienda, el conflicto, la desconfianza y la guerra civil.
Debido a que los negocios no pueden sobrevivir sin ética, es la defensa de los
intereses de los negocios la que promueve el comportamiento ético, tanto entre
sus miembros como dentro de la sociedad que los rodea.
Otro argumento persuasivo de que la ética debe introducirse en los negocios es
demostrar que las consideraciones éticas son congruentes con las búsquedas
de la compañía, en particular, la de la ganancia. Que la ética es coherente con
la búsqueda de la ganancia se puede demostrar con sólo encontrar ejemplos
de compañías en las que una historia de buena ética ha existido a la par de
una historia de operación rentable. Las compañías que han combinado una
buena historia de ganancias con ambientes éticos ejemplares incluyen Intel,
Timberland, Hewlett-Packard, Cisco Systems, Levi Strauss, Procter & Gamble y
Starbucks Coffee.

Capítulo IV

Ética en la Dirección de Empresas


El directivo de la empresa u organización ha sufrido una metamorfosis con el
correr de los años. De ser solo el líder de la empresa, que prácticamente
ladraba órdenes, se ha convertido en un modelo a seguir, para muchos, en la
sociedad. Su figura es protagónica en el quehacer diario, por lo que ahora su
liderazgo es ya un liderazgo social, y ésta sociedad espera de él una conducta
ejemplar.
Este nuevo liderazgo social y esta conducta ejemplar generan modos
particulares de trabajar, de dirigir y por tanto, una cultura en la se cultivan
comportamientos socialmente valiosos. Esto conlleva a que la empresa se
convierta en un verdadero espacio ético, en el que los trabajadores comparten
su tiempo proponiéndose metas comunes que van a satisfacer las exigencias
de la sociedad.
Al pasar de los años, han surgido varias teorías sobre la productividad de las
organizaciones. En el siglo XIX, Marx afirmaba que solo era posible aumentar
la producción si el trabajador invertía más tiempo y entusiasmo en sus labores.
Luego, Taylor, comenzó la llamada “Revolución de la Productividad” en la que
el elemento humano era solo un factor más en la cuenta de resultados.
Este modelo, sin embargo, no se mantuvo mucho tiempo y fue corregido y
derivó en lo que se conoce como neotaylorismo, que es un modelo que se basa
en la descentralización de los trabajos, la diversificación de funciones, la
departamentalización de los procesos y la aplicación de un sistema de
refuerzos al trabajador para mantenga y aumente los niveles de productividad.
De éste modelo nacerá lo que hoy conocemos como departamentos de
relaciones humanas cuya finalidad básica será la de lograr que los trabajadores
se sientan integrados en la empresa, plenamente motivados y humanamente
satisfechos.
La empresa es entonces, un grupo humano capaz de generar riqueza, de
responder a necesidades sociales y a evaluar dimensiones de su productividad.
Por ello, para un directivo responsable la empresa no es un espacio social
cualquiera sino ámbito de relaciones humanas que puede contribuir
directamente a la creación de una sociedad más justa y en la medida en que el
directivo logre ejercer su labor comunicacional de manera más efectiva, se
logrará el proyecto integral de empresa que es lo que verdaderamente
diferenciará a la empresa en el mercado.
Es por ello que el directivo debe tener vocación para desempeñar sus labores,
pues un trabajo desempeñado con vocación es más que un empleo, una
ocupación o una carrera, es un factor integrador de actividades. Además el
directivo debe ser un experto en comunicación que genere espacios para el
diálogo y el intercambio de expectativas, pues sin diálogo no hay cooperación y
por tanto no puede haber integración.

Capítulo V
La Ética Profesional
Toda persona que desarrolla una actividad, ya sea como técnico, especialista, o
profesional, tiene la responsabilidad ante sí mismo y la sociedad de cumplir las
normas éticas que marquen su conciencia y la que exige la convivencia social.
La importancia de la Ética Profesional es evidente y para remarcarlo se
mencionará las ventajas para quienes aplican una ética en sus actividades
profesionales:
A) Se establece una armonía entre la vida práctica y las normas éticas que
enaltece la dignidad del individuo y produce una satisfacción personal a
quienes la practican.
B) Favorece la convivencia social entre una persona que ofrece sus servicios a
quien recibe.
C) Se establece una relación de confianza y respeto.
Es importante que la Ética Profesional se difunda y defina con claridad para
que en el momento de que la persona deba enfrentarse con la realidad social,
pueda mantenerse íntegro con sus principios morales.

Proyección Social de la Ética Profesional


La ética profesional por ser un medio de encauzar el comportamiento, de las
personas que prestan un servicio avalado por sus conocimientos es de gran
importancia su cumplimiento por todos los miembros de la sociedad, va que el
profesionista que ejerce su carrera es a la vez receptor de ayuda profesional.
Además para la coexistencia social debe haber confianza hacia quienes
tuvieron el privilegio de tener una preparación en alguna rama del conocimiento
o la aplicación técnica de éste. Imaginemos el caso que se produciría si no
hubiera un respeto a las normas morales en los profesionistas, un médico que
haga una operación innecesaria con el objeto de cobrar más dinero, un
arquitecto o ingeniero que construya un edificio sin cumplir los requerimientos
estructurales, o que cambie las especificaciones de los materiales, haciendo
peligrar la seguridad del edificio; o un psiquiatra o un abogado que divulguen o
usen en provecho propio los secretos revelados por los clientes, o un deportista
que se drogue para romper marcas, etc., la lista sería interminable, pero lo que
si es evidente que para una convivencia sana y fructífera de una sociedad se
requiere que los profesionistas tengan una actividad ética.

Capítulo VI
Globalización Ética y Medios de Comunicación.
Para Josep F. Maria i Serrano (2000) “en una primera aproximación
entendemos la globalización como un proceso de interconexión financiera,
económica, social, política y cultural que se acelera por el abaratamiento de los
transportes y la incorporación en algunas instituciones (empresas, grupos
sociales, algunas familias) de tecnologías de información y de la comunicación
en un contexto de crisis económica (1973), de victoria política del capitalismo
(1989) y de cuestionamiento cultural de los grandes ideales”.
De este concepto se extrae algunos rasgos importantes como el hecho de que
el número de pobres se ha duplicado desde 1974 y al observar a los países
pobres y ricos se observe que sigue en aumento. La globalización es, en parte,
responsable de éste fenómeno, puesto que su lógica es la lógica de la
acumulación, la libertad económica sin restricciones y la eficiencia.
La Globalización Ética
En la década de los setenta, cuando nadie hablaba todavía de globalización,
algunos filósofos ya apuntaban la necesidad de unos valores y unas normas
éticas universales para la supervivencia de la especie humana en la tierra.
Pocos años después Adela Cortina afirmaba que “necesitamos actualmente
una ética universal porque las consecuencias de la razón técnica, movida por
una idea equivocada de progreso, amenaza a toda la humanidad en su
conjunto”.
La discusión sobre una ética global es larga y poco a poco va dando sus frutos.
Desde diversas doctrinas filosóficas se discute la universalidad de los valores y
las normas morales, pero existen bastantes razones para hablar de valores y
normas universales.
Esta ética universal, que tanto se necesita, avanza muy lentamente, y la
dinámica globalizadora, no facilita su desarrollo. El papel de los medios de
comunicación en este proyecto de globalización de la justicia es decisivo,
primero porque hace referencia a la finalidad y la dinámica de funcionamiento
de los medios; segundo porque hace referencia al contenido de la
comunicación, a qué tipo de valores se transmitan y a cómo influirán éstos en
el reconocimiento social de unos principios éticos y en la conciencia colectiva
de lo que se debe o no hacer.
Ética Cívica y Medios de Comunicación
En un mundo global necesitamos una ética universal. Para ello es necesario
preguntarse si lo medios tanto en su funcionamiento como en el contenido de
sus mensajes hacen realidad la libertad, la igualdad, la solidaridad, el respeto
activo y el ethos dialógico.
La Libertad:
Según Funiok (2002), la libertad es una de las ideas guía de la ética de los
medios de comunicación. El público gana en libertad cuando accede a la
información completa y crítica que le permite hacerse una idea más completa
de la realidad social y política influyendo esto en su calidad de vida.
La Igualdad:
La igualdad de todos los ciudadanos ante la ley se ve potenciada por la
globalización, puesto que ésta favorece la convergencia de los sistemas
jurídicos. Pero por otra parte la desigualdad real entre los habitantes de la tierra
se ha incrementado puesto que en la sociedad del conocimiento, donde el
conocimiento y la información son fuente de riqueza, quienes más tienen hoy
más preparados están para mañana.
La Solidaridad:
La solidaridad es uno de los valores más demandado en los últimos tiempos y
más necesario para acondicionar la existencia humana. Los medios pueden
motivar la disponibilidad a la ayuda y ser un buen instrumento de denuncia de
la injusticia y la marginación pero, aún cuando hay buenos ejemplos, éstos son
la excepción de la regla. Sigue habiendo en la “aldea global” muchos conflictos
y situaciones de injusticia a las que los medios de comunicación no les prestan
atención, bien porque no les interesa a quienes controlan esos medios, o
porque tienen otros temas más “importantes” que tratar.
El valor del respeto hacia los diferentes es esencial para la convivencia en
sociedades pluralistas. Una sociedad plural descansa en el reconocimiento de
las diferencias, de la diversidad de costumbres y formas de vida. Así, el respeto
activo significa ir más allá de la mera tolerancia.
El Ethos Dialógico:
El respeto activo, la solidaridad, la igualdad y la libertad difícilmente pueden
desarrollarse si no hay una sincera valoración del diálogo como proceso de
solución de conflictos y de disposición básica para una convivencia pacífica. Y
para éste diálogo el papel de los medios de comunicación es esencial.
La dinámica de la mayoría de los medios es poco dialógica y ni siquiera
parecen preocuparse por llegar a serlo. De hecho, la disposición al dialogo, tan
necesaria en sociedades pluralistas, no se ve potenciada por los contenidos
que nos hacen llegar la mayoría de los medios de comunicación.

Capítulo VII
Conclusiones
La Ética guía no solamente la toma de decisiones (lo que debo hacer) sino
también el proceso que sigue una vez tomada la decisión (cómo lo debo
hacer).
En la actuación profesional, cada individuo tiene su propio patrón de valores,
por ello se hace necesario que cada uno haga su propia reflexión, a modo de
compatibilizar los comportamientos con los valores corporativos, el Código de
Conducta y Ética Empresarial, las normas internas de las Compañías y la
legislación aplicable.
Vivimos en un mundo en constante cambio y expansión, tiempos de
globalización que han hecho que las organizaciones cambien, se
descentralicen y con personal más autónomos y con mayor poder de decisión,
por esto se hace necesario que las relaciones no sólo al interior de las
empresas sino entre empresas, organizaciones y el mercado se basen en
valores, lo cual generará mejores patrones de conducta y permitirá generar
valor.

La ética estudia las costumbres y hábitos dando ciertos principios:

- La ética va encaminada hacia la realización del hombre como persona.

- Los principios éticos apuntan hacia la solidaridad, equidad, imparcialidad,


eficiencia y responsabilidad.

Bibliografía
Cortina, A. "Ética de la Empresa. Claves para una nueva cultura empresarial".
Madrid. Editorial Trotta, 1994. Cap. V.
Velásquez, M. "Ética en los Negocios. Conceptos y Casos". Sexta Edición.
Pearson Educación. México 2006. Editorial Prentice Hall.
Varela Fregoso, Guadalupe. Ética. México: Instituto Politécnico Nacional, 2010.
p 46. http://site.ebrary.com/lib/bibliociuvirtualsp/Doc?id=10365445&ppg=46
Copyright © 2010. Instituto Politécnico Nacional. All rights reserved.
Vídeo Conferencia efectuada con mi compañera Yusmary Contreras,
realizada el día jueves 05-07-2012 en horas de la noche, en la cual
confrontamos ideas acerca de nuestros respectivos ensayos.

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