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Programa de Estudios/Programa PROGRAMA DE FORMACIÓN HUMANÍSTICA Sesión N°15

Experiencia Curricular: LIDERAZGO PARA EL EMPRENDIMIENTO Semestre 2022 – 2

Contenido temático: ÉTICA Y LIDERAZGO

Docente: Jorge Eduardo Suyón Zapata

Tipo de Material Informativo LECTURA COMPLEMENTARIA

ÉTICA Y LIDERAZG O
Considere el siguiente dilema: Usted es el director de una organización comunitaria de
servicios sociales, la cual cuenta con sucursales en varios pueblos. La crisis
presupuestaria del estado amenaza con reducir su financiamiento en un 30%. El titular
de la agencia de financiación del estado le sugiere a Ud. que simplemente cierre uno de
los sitios. Esto significa que la organización deberá despedir a algunos miembros del
personal comprometidos con la causa y negar servicios a la comunidad y al grupo de
personas que confió en la iniciativa. Además, quizá lo más importante, todo esto
significa que usted deberá decidir trabajar entre varias comunidades con las que se ha
comprometido. ¿Cómo tratará dicha situación?
Ahora piense en otra situación: Se entera por medio de un contacto en una fundación
acerca de la posibilidad de una subvención que sería perfecta si colabora con otra
organización. Al mismo tiempo, se da cuenta de que su organización podría solicitar la
subvención sin socios y quedarse con un monto de dinero mayor al que hubiera tenido si
lo hubiera solicitado acompañado. En ese caso, el servicio que proveería sería un poco
más estrecho, pero aun así podría ayudar a la gente con la que la trabaja y el
financiamiento lo ayudaría con sus gastos administrativos. De la otra manera, si la otra
organización, con la que tiene una buena relación laboral, tiene dificultades financieras,
una subvención como ésta le ayudaría a sobrevivir. ¿Qué hará?
Éstas son preguntas éticas. Los líderes de las organizaciones, iniciativas e instituciones,
sin mencionar a los políticos, las enfrentan casi todos los días y tienen que tomar las
decisiones en base a ellas. Las decisiones que toman, así como la manera en la que lo
hacen, determinan si son o no líderes éticos. Ya sea que se dirige una pequeña
organización, se está a cargo de un grupo dentro de una organización o de una gran
agencia o institución o simplemente se tiene algún tipo de liderazgo informal en la vida
diaria, los dilemas no se pueden evitar. Esta sección es sobre el liderazgo ético: qué es,
por qué es importante y cómo practicarlo.

¿QUÉ ES EL LIDERAZGO ÉTICO?


ÉTICA
No podemos estudiar al liderazgo ético sin saber lo que es la ética. Si se les pregunta a
100 personas o a 100 filósofos lo que entienden por ética, se obtendrán 100 respuestas
diferentes. La dificultad para definir el comportamiento ético se remonta a la prehistoria
y sirve como piedra angular tanto de la filosofía griega como de las principales
religiones.
El comportamiento ético, en sus términos más simples, es saber lo que es correcto. La
dificultad reside en definir “lo correcto”. Diferentes individuos, culturas y religiones lo
definen de diferentes maneras. El tratamiento de las mujeres y las actitudes con respecto
a la esclavitud en diferentes culturas y en diferentes momentos de la historia proveen los
ejemplos perfectos de cómo “lo correcto” puede variar.
Muchas personas definen la ética y la moral como iguales, pero es útil hacer la
distinción entre ambas. La ética se basa en un conjunto de normas o principios
filosóficos coherentes; la moral se basa en un conjunto de creencias (que suelen ser más
amplias), valores religiosos y culturales y otros principios que no pueden ser
lógicamente coherentes. Sin embargo, la moral, puede ser la base de un sistema ético.
John Rawls, uno de los filósofos más importantes del siglo XX sobre ética, hace una
distinción entre los sistemas morales amplios (tales como las religiones), los cuales
abarcan no sólo el comportamiento, sino ciertos temas como el lugar del ser humano en
el universo, y algunos sistemas más limitados cubren lo político, lo social o las esferas
económicas. El liderazgo ético, al menos para esta sección, entra dentro de la segunda
categoría.
Incluso el significado de “ética” puede interpretarse de varias maneras, por ejemplo:

 Filosofía situacional. “Lo correcto” depende del contexto de la situación. Lo que


es correcto en una situación puede ser incorrecto en otra.
 Relativismo cultural. Lo que una cultura concibe como correcto es ético para
ella. Nadie tiene derecho a juzgar la ética de esa cultura excepto que sea dentro
de sus mismos términos.
 Ética profesional. Muchos profesionales (los de las leyes, la medicina y la
psicoterapia son los más conocidos, pero la lista es grande y variada) tienen sus
propios códigos éticos y se espera que los miembros de dichas profesiones
cumplan con ellos. Los miembros de dichas profesiones deben comportarse
éticamente en la práctica si se adhieren al código de su profesión.
 La ética en base a los valores. Aquí se asume que cada persona tiene un
conjunto de valores que rigen su vida. El individuo se comporta éticamente si
sus acciones coinciden con sus valores.
 La ética en base a las reglas. Si una persona sigue las reglas de su organización,
su grupo de colegas, su cultura, su religión, etc., se dice que se comporta
éticamente.

Ninguno de los conceptos en esta lista es perfecto, pero las dos últimos en particular,
tienen un problema evidente: no todos los valores de sistemas o reglas reflejan lo que es
correcto, de acuerdo a la definición de la gente. En 1980, por ejemplo, muchas personas
consideraban que las ideas en el libro de Robert Ringer Sea el Numero 1 (editado en
1977 y que en inglés se llama Looking Out for #1) explicaba el comportamiento
humano en términos de egoísmo y autopreservación, como una excelente base para un
sistema de valores de egocentrismo. En un caso más extremo, el sistema de valores de
Hitler, que muchos alemanes adoptaron, glorificaba la “supremacía aria” y terminó con
la muerte de millones de personas.
Aunque la ley es un conjunto de reglas, actuar legalmente no es lo mismo que actuar
éticamente. Muchas de las acciones que no son ilegales (como usar emocionalmente a
otras personas, tratar a los empleados como objetos desechables) pueden ser poco éticas
de acuerdo a la mayoría de los estándares. De la misma manera, romper una ley ilegal,
como sentarse en un comedor segregado, podría ser muy ético.
 La ética se basa en la equidad. El comportamiento ético consiste en que todos
sean tratados con equidad.
 La ética se basa en un conjunto de principios coherentes y generalmente
aceptados. Éstos son principios son pensados para que la mayoría de las
personas puedan aceptarlos: Honestidad, justicia, equidad, evitar dañar a otros,
ser responsable de las acciones propias, poner el bien común por sobre los
intereses propios, etc.

Existen algunos problemas con cada uno de estos conceptos, el principal es el siguiente:
Definir con precisión qué es lo correcto y qué lo define. Al mismo tiempo, la mayoría
de estas ideas sobre la ética también tienen puntos fuertes, y éstos también se pueden
incorporar al marco ético que no es fácil de establecer, pero que cubre un gran rango de
situaciones.
El autor intenta definir el comportamiento ético, basado en lo que parece ser el
conocimiento general sobre el tema, de la siguiente manera: El comportamiento ético
refleja un sistema de valores que crece con una visión coherente del mundo, se basa en
la equidad, la justicia, las necesidades y los derechos propios y de otros, un sentido de
obligación a otros y a la sociedad y las necesidades y los estándares legítimos de ésta.
Esto no tiene como objetivo ser una definición perfecta. Por ejemplo, lo que constituye
las necesidades y estándares legítimos de la sociedad, ha sido debatido por siglos y
cambia constantemente a medida que las sociedades evolucionan.
Por tanto… si la definición de ética puede ser no del todo clara, ¿cómo asegurar que
nuestras decisiones y acciones sean éticas? Entonces, parece que hay muchas respuestas
a esta pregunta como tantas personas que la quieren responder. Varias respuestas
provienen de un curso para líderes de voluntarios, dictado por Patricia Pinnell y Shirley
Eagan, de la Universidad de Virginia del Oeste. Las respuestas consisten en cuatro
preguntas acerca de cualquier decisión o acción que se tome:

 Un niño detrás: ¿La haría si hubiera niños viéndolo?


 Portada de un periódico: ¿Le gustaría verla publicada en la primera página del
periódico local?
 Regla de oro: ¿Le gustaría ser el receptor de la acción o decisión? (Es decir:
“Tratar a otros como le gustaría que lo traten a usted").
 Regla sobre universalidad: ¿Estaría bien si todos hicieran lo mismo?

Si se puede responder "Sí" con honestidad a todas esas preguntas, entonces es muy
posible que la decisión o acción sea verdaderamente ética.

LIDERAZGO ÉTICO
El liderazgo ético realmente tiene dos elementos. En primer lugar, los líderes éticos
deben actuar y tomar decisiones éticamente, como las personas éticas deben hacerlo en
general. No obstante, los líderes éticos deben también liderar éticamente, la manera en
que tratan a las personas todos los días, en sus actitudes, en las maneras que alientan, en
las direcciones en que conducen a sus organizaciones o instituciones o iniciativas.
El liderazgo ético puede ser visible o invisible. La parte visible está en la manera en el
que el líder trabaja y trata a otros, en su comportamiento público, en sus declaraciones y
en sus acciones. Los aspectos invisibles del liderazgo ético yacen en la personalidad del
líder, en su proceso de toma de decisiones, en su modo de pensar, en el conjunto de
valores y principios a los que recurre y en su valor al tomar decisiones éticas en
situaciones difíciles.
Los líderes siempre tienen una conducta ética, no solamente cuando alguien los ve,
además mantienen su ética a través del tiempo y muestran constantemente que ésta es
una parte integral del marco filosófico que usan para entender y relacionarse con el
mundo.
Algunos componentes del liderazgo ético (los discutiremos en detalle en "¿Cómo
ejercer el liderazgo ético?"):

 La capacidad de dejar de lado el ego y los intereses personales en beneficio de la


causa que se apoya, la organización que se lidera, las necesidades de las
personas a las que se sirve o el bien común de la comunidad o el mundo.
 El deseo de alentar y recibir comentarios serios y diferentes opiniones y que se
desafíen las ideas propias y las acciones propuestas.
 Estimular el liderazgo en otros.
 Hacer que la consideración y la discusión de la ética y las preguntas y los
problemas éticos sean parte de la cultura del grupo, organización o iniciativa.
 Mantener y expandir la competencia que se le debe a quienes confiaron en el
líder para llevar la organización en la dirección correcta y con los métodos
efectivos.
 Aceptar las responsabilidades y hacerse responsable.
 A lo mejor lo más importante es entender el poder del liderazgo y usarlo bien,
compartir tanto como sea posible, nunca abusar y ejercerlo sólo cuando sea
beneficioso para los individuos o la organización con la que se trabaja, la
comunidad o la sociedad.

¿POR QUÉ EJERCER EL LIDERAZGO ÉTICO?


La mayoría de las personas suelen estar de acuerdo con que los líderes deben tener
conductas éticas (aunque no se esté de acuerdo con su significado), pero hay muchas
buenas razones por las que mantener un liderazgo ético es lo lógico.

 El liderazgo ético le da forma al comportamiento ético de la organización y


de la comunidad. Los líderes son modelos a imitar. Si se desea que una
organización o iniciativa, y quienes trabajan en ella, se comporten éticamente,
entonces todo dependerá del modelo de comportamiento ético del líder. Un líder
y una organización que tienen una reputación de comportarse éticamente puede
ser un modelo para otras organizaciones y también para la comunidad.
 El comportamiento ético establece confianza. Al final, el liderazgo (excepto
por el liderazgo obtenido y mantenido por medio del uso de la fuerza y la
intimidación) se basa en la confianza. Las personas seguirán a un líder ético
porque saben que pueden confiar en él para hacer lo correcto de acuerdo a su
visión.
 El liderazgo ético brinda credibilidad y respeto, tanto para el líder como
para su organización. Si el líder se ha establecido como una persona de ética,
los individuos y los grupos -tanto dentro como afuera de la organización- lo
respetarán, y también a su organización, debido a su integridad.
 El liderazgo ético puede motivar la colaboración. Otras organizaciones
pueden tener más deseos de colaborar con el líder y su organización si saben que
éstos siempre trabajan éticamente.
 El liderazgo ético crea un buen ambiente dentro de la organización. Si en la
organización todos saben que se compartirá y no se abusará del poder, que el
trato será respetuoso y abierto, que tendrán el poder para hacer su trabajo y que
la organización, como conjunto, operará éticamente en la comunidad, es
probable que las personas se sientan bien  y más seguras para trabajar juntas y
para dedicarse a la organización y su trabajo.
 Si se tiene una oposición fuerte o si se apoya vehementemente una posición,
el liderazgo ético le permite a la organización ser la autoridad moral. Esto
es muy importante si la oposición también es ética. La organización puede verse
muy pequeña en comparación a la otra si  los estándares éticos no están a la
altura de los de la oposición, lo cual desacreditará la causa y alejará a los
aliados.
 El liderazgo ético es la manera correcta de hacer las cosas. Todos tienen una
obligación consigo mismos, con la organización, con la comunidad y con la
sociedad para desarrollar un sistema ético coherente que busque hacer del
mundo un lugar mejor. Los líderes, por las razones mencionadas y por la
responsabilidad del liderazgo, tienen una obligación en particular al respecto.
 El liderazgo ético puede permitirse la dignidad. Debido a que un líder y su
organización saben que siempre consideran la ética en sus decisiones, acciones e
interacciones, pueden dormir tranquilos y por la mañana despertarse sin tener
que cuestionar su propia integridad.

¿CUÁNDO Y QUIÉN DEBERÍA EJERCER EL


LIDERAZGO ÉTICO?
¿Cuándo? Y ¿Quién? En este caso, se responden con facilidad. Cualquier persona en
una posición de liderazgo debería ejercer el liderazgo ético en todo momento,
independientemente de que el puesto sea formal o informal, intencional o involuntario.
No existe un momento más apropiado que otro, ni hay personas que sean más
apropiadas que otras para hacerlo.
Hay momentos en el que el liderazgo ético es más difícil que en otras circunstancias,
por ejemplo, cuando se debe tomar opciones o cuando la opción correcta es clara pero
incómoda (por ejemplo, cuando se confronta a una persona que no hace su trabajo, y por
lo tanto le dificulta la tarea a todos los demás o cuando el líder tiene que actuar en
contra de sus propios intereses). De hecho, el liderazgo ético es lo más importante en los
momentos difíciles debido a que hay muchas cosas en juego.
Sin embargo, las dificultades pueden variar mucho dependiendo del nivel y las
responsabilidades del liderazgo en cuestión. Algunos directores de organizaciones
comunitarias, por ejemplo, deben enfrentar las mismas decisiones de vida o muerte que
los líderes nacionales. Las decisiones también tienen consecuencias éticas y humanas,
aunque las consecuencias sean en un ámbito menor.
El liderazgo ético es una parte, y no el todo, de la definición de buen liderazgo. Ser líder
ético es un trabajo de tiempo completo, no es algo que se pueda hacer y dejar cuando se
desee. Una persona puede ser o no un líder ético, pero si lo es, debe serlo en todo
momento.
¿CÓMO EJERCER EL LIDERAZGO ÉTICO?
Si bien esta sección, por lo general, hace referencia a los líderes como jefes de las
organizaciones, iniciativas y comunidades, se reconoce que alguien podría tener el papel
de líder en cualquier momento. El tema del liderazgo ético no debe ser sólo considerado
por los líderes con títulos oficiales: Directores, Coordinadores, Presidente, etc. Las
pautas generales para un liderazgo ético, con un pequeño ajuste, podrían duplicar las
pautas generales para la vida en general. Por ejemplo, en la mayoría de las culturas y
sociedades se define como heroico el poner el bien común por sobre los intereses
personales. Por lo tanto, esta sección no es sólo para aquellos que se identifican como
líderes. Es para todos.
De la misma manera que nadie nace siendo líder y lo aprende a través de la experiencia
y el trabajo arduo, las personas, incluso las que se comportan éticamente, aprenden a ser
líderes éticos con el paso del tiempo. Aquí presentaremos algunas pautas generales para
el liderazgo ético y luego veremos específicamente lo que implica ser un líder ético.
Pautas generales para el liderazgo ético.
EL LIDERAZGO ÉTICO REQUIERE UN MARCO ÉTICO
CLARO Y COHERENTE QUE EL LÍDER PUEDE
ESTABLECER AL TOMAR LAS DECISIONES Y ACTUAR.
Una filosofía  o un marco ético coherente  no aparece de la noche a la mañana. Se
desarrolla con el tiempo a través de la experiencia, los antecedentes, lo que se ha
aprendido y las acciones de los modelos a imitar. En otras palabras, el marco ético se
construye a partir de todo lo que convierte a uno en lo que es.
Eso no significa que el historial personal debe incluir muchas lecciones sobre ética, o
incluso modelos a seguir que muestran un comportamiento altamente ético. Para
algunos, los estándares éticos se contraponen con los que ellos vieron o experimentaron.
Para otros, nace del aprendizaje religioso o cultural o del aprendizaje académico como
en filosofía, historia, psicología o literatura. Para la mayoría de nosotros, un marco ético
incorpora, probablemente, una combinación de estos factores como de otros.
Se necesita de una estructura ética porque provee una directriz para poder tomar
decisiones éticas. El contexto, los estándares a los que cada uno se atiene, pueden variar
de persona a persona, y de algún modo, de situación a situación. Lo que importa de
tener un marco ético es que éste provee una base para tomar decisiones éticas en vez de
tener que luchar sin ayuda cada vez que se tiene que tomar una decisión. Es como
construir una casa a partir de los planos en vez de construirla con conjeturas o
suposiciones, bloque por bloque.
Muchas situaciones o problemas no permiten soluciones simples o, incluso,
satisfactorias. Es muy probable que la primera situación al comienzo de esta sección
(cerrar un sitio para mantener un programa a un nivel alto en momentos de cortes
presupuestarios), pueda afectar negativamente a alguien, independientemente de la
decisión que se tome. Un marco ético coherente, puede no brindar una decisión clara,
pero indica los factores que se debe tener en cuenta y ayudar a diferenciar los más
importantes. Este proceso puede proveer un conjunto de opciones que no parecerán
aceptables del todo. En última instancia, son las personas, y no las estructuras éticas,
quienes toma las decisiones difíciles; las personas tienen en cuenta sus estándares
personales y sentimientos como también las opiniones de otros al tomar sus decisiones.
Tres características necesarias de un marco ético útil son:

 Consistencia interna. Cada uno de los principios con los que se cuenta deberían
corresponderse con los demás, en vez de contradecirse.
 “Proactividad”. Debería indicar qué hacer, en vez de qué no hacer.
  Dinamismo. Debería ser reexaminado constantemente y ajustado a medida que
evoluciona el razonamiento ético de la persona.

Tener dichos cimientos no convierte a alguien en un líder ético, pero lo ayuda a


desarrollarse como una persona ética, lo cual es una característica necesaria para ser un
líder ético.
EL MARCO ÉTICO DEL LÍDER DEBERÍA SER IGUAL AL
MARCO ÉTICO, LA VISIÓN Y LA MISIÓN DE LA
ORGANIZACIÓN O INICIATIVA.
En primer lugar, si el líder no cree en la postura ética de la organización, no debería
aceptar el trabajo. Una organización que como principio ético toma decisiones en
colaboración y en la que todas personas están al mismo nivel, no puede ser liderada
éticamente por alguien que cree que su deber ético es tomar decisiones por todos.
La clara excepción es cuando se contrata al líder para cambiar el marco ético o la
cultura de la organización. Esto puede suceder si el director previo se comportó con
muy poca ética, dispuso mal de los fondos, trató a miembros del personal abusiva o
irrespetuosamente y, por lo tanto, se necesita que la organización tenga un gran cambio.
En dicho caso, se espera que el nuevo líder intente modelar e importar un conjunto
diferente de estándares y comportamientos éticos para restaurar la integridad de la
organización.
Aquí se supone que para el liderazgo ético, la visión y la misión de la organización
deben ser las más importantes en cualquier toma de decisiones. Un líder ético no hace
nada que comprometa la filosofía o la visión y misión de la organización. Por ejemplo,
el líder no debería aceptar fondos que le exija a la organización hacer algo opuesto a sus
intereses o estándares éticos (por ejemplo, usar métodos que se crea son ineficaces o
dañinos).
Puede surgir algún problema ético cuando un donante cuya filosofía o visión del mundo
difiere de la de la organización a la que le dona dinero (por ejemplo, una organización
corporativa cuya empresa matriz tiene una postura contra los homosexuales o si maltrata
a sus trabajadores de algún modo). Una manera de verlo podría ser que no sería ético
aceptar dinero de dicha fuente. Otra manera más provechosa sería que mientras el
donante no pida que la organización respalde su posición ética o actúe de acuerdo a ella,
se puede aceptar el dinero que, de otro modo, iría a una organización que respalda la
filosofía del donante. Algunos podrían pensar que se está aceptando el dinero por
medios poco éticos o engaños, otros que se le dará un buen uso a los fondos. La
respuesta “correcta” depende de los estándares éticos de la organización.
LA ÉTICA DEBERÍA SER UN TEMA DE DISCUSIÓN.
De la misma manera que se debe reexaminar el marco ético personal constantemente,
todos aquellos que tengan algún interés, deberían discutir con regularidad tanto la ética
de la organización como la de las personas. Se debería cuestionar las suposiciones éticas
de todos, incluidas las del líder, y todos deberían estar dispuestos a escuchar esos
cuestionamientos seriamente y sin estar a la defensiva. Sólo el discutir seriamente las
dudas éticas y el estar dispuesto a analizar las propias suposiciones pueden ayudar a
desarrollar el entendimiento ético de una persona. Antes se mencionó que el marco ético
se forma a partir del aprendizaje y la experiencia. Si se lleva ese comentario a su
conclusión lógica, el marco ético continúa creciendo con el aprendizaje y la experiencia
que la persona va adquiriendo y ese proceso, si se examinan a conciencia las dudas
éticas, durará toda la vida.
LA ÉTICA DEBERÍA SER UN TEMA ABIERTO.
Una persona debería poder y desear explicar su marco ético y sus decisiones éticas,
además de mantenerlas (a menos, que otra persona lo convenza de que el argumento
está equivocado o carece de algo). Además, tiene la responsabilidad de defender en lo
que cree, en vez de sólo hablar de ello.
EL PENSAMIENTO ÉTICO DEBE ESTAR CONECTADO A
LA ACCIÓN.
En el mundo, las mejores intenciones no sirven de nada si sólo se quedan como
intenciones. Mantener una filosofía o punto de vista éticos no constituye liderazgo ético.
Esa filosofía o punto de vista deben llevarse a la acción, tanto en instancias generales
como particulares (p. ej. en la manera en que el líder trata las personas y en las que
dirige a la organización, así como también las decisiones individuales que toma).
EL LIDERAZGO ÉTICO ES UN PROCESO COMPARTIDO.
Todos en la organización o comunidad deberían practicarlo, y tener la oportunidad de
hacerlo, cuando sea apropiado. Eso puede significar poner en duda una decisión o una
acción, iniciar una, ser un modelo a seguir en una situación o mantener la integridad de
la organización.
Es necesario recordar que el líder es un modelo a seguir sin importar que él/ella lo elija
así o no. Las personas seguirán su ejemplo sobre cómo debería ser la organización,
sobre la cultura organizativa, sobre lo que constituye el comportamiento ético. No se
debe olvidar esto y se debe actuar de acuerdo a este principio (eso significa prestar
atención no sólo a lo que se dice, sino a también a las apariencias: independientemente
de la realidad, el líder no debe hacer nada que parezca o pueda interpretarse como poco
ético).
Un líder ético debe alentar a otros a tomar papeles de liderazgo, y a ser su mentor
cuando lo hagan. Esto fomenta el desarrollo de líderes éticos dentro de la organización o
comunidad, lo cual mejora su funcionamiento y provee más recursos cuando haya un
problema o crisis. Además, forma un nuevo grupo que pueda asumir mayor
responsabilidad a medida que pasa el tiempo, lo cual le aliviará tensiones al líder
actual, y que pueda hacerse cargo del liderazgo cuando éste se vaya.

ALGUNOS COMPONENTES ESPECÍFICOS DEL


LIDERAZGO ÉTICO
ANTEPONER EL BIEN DE LA ORGANIZACIÓN Y EL BIEN
COMÚN POR SOBRE INTERESES PROPIOS Y EL EGO.
Uno de los verdaderos exámenes del liderazgo ético es tomar la decisión acerca de lo
que es mejor para la organización cuando no lo es para el líder (por ejemplo el líder de
la organización puede recortar su propio salario en momentos difíciles, o menos
dramáticamente, aumentar el poder de otros en la toma de decisiones).
A veces, puede ser difícil distinguir entre el bien de la organización y lo que es bueno
para el líder. Que un director comience con una nueva tarea puede no parecer
importante para la organización, pero puede ser contraproducente para la organización
si el director tiene menos tiempo para hacer las tares necesarias o lo puede llevar al
agotamiento. Los líderes, especialmente en organizaciones de comunidades pequeñas, a
veces tienen que ser cuidadosos en no sacrificarse más allá de lo que es útil.
En muchas maneras, poner el bien general antes del personal puede pensarse como la
definición del liderazgo ético, ya que explica muchos de los demás componentes. Los
líderes que se sacrifican por una causa o por otros suelen verse como heroicos, pero no
tienen que morir en la batalla, ir a la cárcel o ayunar como Gandhi o César Chávez para
calificar como líder ético. Sólo se debe  estar dispuesto a poner el ego y los intereses
propios a un lado y a hacer lo que sea mejor para la organización y para las personas por
quienes se es responsable.
ESTIMULAR DISCUSIÓN ACERCA DE LA ÉTICA EN
GENERAL Y ACERCA DE LAS OPCIONES ÉTICAS
INVOLUCRADAS EN SITUACIONES ESPECÍFICAS, TALES
COMO EL FUTURO DE LA CULTURA DE LA
ORGANIZACIÓN.
Todas las personas en la organización deberían estar acostumbradas a analizar las
implicaciones éticas de una decisión o acción dada y decidir si esas implicaciones
deberían influenciar su enfoque y cómo.
INSTITUCIONALIZAR MANERAS PARA QUE LAS
PERSONAS PUEDAN DUDAR DE LA AUTORIDAD DEL
LÍDER.
A menos que la meta de la organización sea obtener ganancias, la guerra o la conquista
mundial, o incluso en esas instancias, las oportunidades del liderazgo autocrático serán
negativas para el líder (no obtendrá los comentarios y la información que necesita para
ser más efectivo y para tomar buenas decisiones), para aquellos que lidera (muchos
serán infelices y estarán resentidos y voluntaria o involuntariamente podrían volverse
menos efectivos) y para la organización (se perderán los comentarios y la creatividad
del personal, y la pérdida del sentido de titularidad sobre las decisiones y la filosofías
por parte del personal podría provocar menos éxitos y  muchas pérdidas en la
organización). Todos deberían ser parte de la toma de decisiones, al menos en las áreas
que los afectan directamente, y deberían contar por lo menos con el poder suficiente
para realizar sus trabajos bien y sin interferencia.
Unas palabras sobre el poder y sus temas:
Erich Fromm, en Escape de la libertad (Escape from Freedom, New York: Henry Holt
[Holt Rhinehart and Winston], 1941, 1969) distingue entre poder sobre y poder para. El
poder sobre es la capacidad de controlar otros seres humanos y usarlos para conseguir
los fines propios. El poder para es la capacidad de cumplir con las metas de uno sin la
necesidad del poder sobre otros (eso no significa que no habrá necesidad de ayuda, pero
sí que esa fuerza no será forzada).
El poder sobre incluye algún grado de fuerza o intimidación, sea física, psicológica,
económica, social, política o una combinación de ellas. Para una organización o
comunidad, el ejercicio de tal poder puede traer muchas consecuencias negativas, tales
como la necesidad de continuar indefinidamente el uso de la fuerza o la intimidación a
expensas de otros objetivos (y por lo general, a expensas de la vida del líder); entre los
seguidores puede crear resentimiento y rebeldía, problemas de territorialidad y de auto-
protección, falta de preocupación por otros o por el trabajo, vacío de poder cuando el
líder está ausente, etc. (Fromm define el gusto humano por este tipo de poder como
canibalismo psicológico).
El poder para no implica nada de esto. En el contexto del liderazgo ético, éste puede ser
visto tanto como poder personal (los recursos internos de conocimiento y
autoconocimiento, habilidades adquiridas, talento, determinación, ética laboral, empatía,
habilidades interpersonales, etc.) como la capacidad para reunir otros recursos
(asistencia de otros, acomodar el tiempo, los fondos, etc.) que le permiten a una persona
realizar su trabajo. Obtener y ejercer este tipo de poder requiere trabajar en el
mejoramiento personal (habilidades interpersonales, auto-conocimiento y auto-
entendimiento, empatía, una visión creciente del mundo, desinterés, objetividad) y
desear compartir el poder.
Los líderes éticos se preocupan por el poder para: de hecho, ese es el único que ven.
Cualquier autoridad sólo es legítima en la medida en la que ésta haga posible cumplir
con las metas. El poder no es, o no debería ser, una manera de ganar un estatus o de
alcanzar los intereses propios, o lo que es peor aún, de probar que uno es más fuerte o
mejor que otros. El poder es un medio para alcanzar metas positivas diseñadas para
beneficiar a un gran número de personas, no sólo al líder.
En total, los líderes éticos motivan y son mentores de quienes serán líderes, comparten
el poder cuando es apropiado bajo la suposición de que al compartir se acelerará el
desarrollo del nuevo liderazgo y aumentarán las posibilidades de éxito. El poder es una
fuerza positiva en su filosofía, se usa para lograr metas que lleven a comunidades
saludables y mejor calidad de vida. El uso adecuado y compartido del poder y no su
abuso, es una característica básica del liderazgo ético.
NO TOMARSE LAS COSAS MUY SERIAMENTE.
Además de que el entendimiento y la toma de decisiones éticas es un asunto serio, el
liderazgo ético incluye también mantener la perspectiva y el sentido de humor propios.
Los líderes son humanos y necesitan permanecer de tal modo. Una vez que un líder
comienza a proteger el territorio de su liderazgo, su eficacia, como también su reclamo
del liderazgo ético, disminuirá.
CONSIDERAR LAS CONSECUENCIAS QUE TENDRÁN LAS
DECISIONES SOBRE OTRAS PERSONAS Y BUSCAR LAS
MANERAS DE MINIMIZAR EL DAÑO.
Rushworth Kidder (Cómo las personas buenas toman decisiones difíciles. New York:
William Morrow, 1995) describe el dilema moral como la elección, no entre bien y mal,
sino entre dos derechos. Decidir lo que es más importante en una situación donde se
gana algo mientras se pierde otra cosa que puede ser igual de importante, es un reto real
para el liderazgo ético.
A veces, dos cosas correctas también crean dos cosas incorrectas. Despedir a alguien
para mantener los servicios en otra área puede ser visto como beneficioso para otros
cuando se reduce el personal en otras áreas o como que se está dañando a los miembros
del personal y a otros participantes. Lo mismo se aplica cuando se toma la decisión
opuesta y se cortan los servicios, algunas personas pueden beneficiarse, algunas se ven
afectadas. Las decisiones como éstas necesitan de la aplicación del marco ético, como
también de una dosis de sensibilidad humana. A menos que se encuentre
financiamiento, no hay una buena solución, pero puede haber una que sea menos dañina
que las otras alternativas.
TRATAR A TODOS CON JUSTICIA, HONESTIDAD Y
RESPETO TODO EL TIEMPO.
Esto parece muy obvio como para incluirlo aquí pero es una de las partes más
importantes del liderazgo ético. La manera en que uno es visto puede formarse de
acuerdo a cómo que uno trata a los demás, independientemente de cómo la sociedad los
vea. La frase “todos los hombres son iguales” no hace referencia a que todos seamos
idénticos o a que tengamos los mismos talentos o potencial, sino a que todos valemos lo
mismo y debemos ser tratados de esa manera.
TRATAR A OTRAS ORGANIZACIONES DE LA MISMA
MANERA QUE SE TRATA A OTRAS PERSONAS, CON
JUSTICIA, HONESTIDAD Y RESPETO.
Eso significa ser abierto en los tratos que se tengan con ellas, informarles de las
acciones que se están tomando  y que pueden afectarlas, ser un colaborador bueno y
confiable, etc. Si la gente conoce al líder por ser una persona honesta y justa, dicha
reputación será vinculada con la organización y las demás organizaciones querrán
trabajar con ella.
COLABORAR DENTRO Y FUERA DE LA ORGANIZACIÓN.
La colaboración trae más responsabilidades y más ideas a cualquier cosa que se haga,
crea vínculos entre organizaciones y entre las personas dentro de ellas, delega el poder y
la responsabilidad para que de esa forma se puedan escuchar más voces y se reduzca el
estrés; además, mejora las oportunidades de financiación y la creación de programas
creativos. La colaboración también muestra que el líder es alguien que comparte el
poder y los recursos, y que se preocupa más por hacer un buen trabajo y por proveer el
mejor de los servicios posibles que por proteger su territorialidad y autoridad.
Si bien la colaboración suele ser deseable, no queremos indicar que es una obligación
hacerlo en cada oportunidad que se tenga, particularmente si ésta no le brindará un
beneficio al grupo u organización o si ésta involucrará a otras entidades con las que se
preferiría no trabajar. Cuando la colaboración sea mutuamente beneficiosa, pueda lograr
mejores resultados para las personas para las que se trabaja, pueda lograr una alianza
más poderosa para la causa o cuando se disponga de ganancias para todos los grupos
que colaboren, ésa será la mejor opción. Rehusarse a colaborar simplemente por razones
de territorialidad o por no admitir que una organización puede hacer un buen trabajo, no
suele ser la postura de un líder ético.
COMUNICARSE.
Es necesario para el líder establecer y mantener canales de comunicación con todos con
los que trabaja. Si todos saben que el líder les comunica lo que planea hacer, o cualquier
información importante que se tenga y ellos no, esto aumentará la confianza que tienen
en él y reducirá la posibilidad de rumores, insinuaciones, sospechas y resentimiento.
TRABAJAR PARA SER CADA VEZ MÁS COMPETENTE A
NIVEL INTERPERSONAL.
Dependiendo de dónde se comienza y lo que se necesita, esto puede incluir:

 Mejorar el conocimiento que se tiene acerca de la comunicación no verbal:


lenguaje corporal, expresiones faciales, tono y volumen de la voz, etc.
 El uso de la comunicación no verbal para indicar atención y respeto (u otras
actitudes cuando sea necesario)
 Mantener o mejorar las habilidades auditivas activas.
 Esforzarse por comunicarse claramente, ya sea de forma oral o escrita, para que
no haya malentendidos.
 Averiguar cómo los demás perciben a uno como líder, a la organización y a
otros grupos, y usar ese aprendizaje para corregir el comportamiento en caso de
ser necesario.
 Aumentar la empatía.
 Esforzarse constantemente para mejorar el entendimiento de las relaciones
interpersonales.
 Esforzarse constantemente para mejorar el auto-conocimiento.

INTENTAR SER CULTURALMENTE MÁS SENSIBLE Y MÁS


COMPETENTE.
Se debe conocer las diferentes culturas en la comunidad y sentirse cómodo con ellas;
además, se debe aprenda a conocer a los individuos por sus culturas. Otros esfuerzos de
esto incluyen:

 Aprender o mejore la comprensión del idioma de la población con la que se


trabaja
 Aprende sus tradiciones, normas de comportamiento y de comunicación y la
historia de los grupos culturales de la comunidad
 Unirse a las celebraciones y rituales étnicos o de otro tipo
 Hacer un esfuerzo por contratar personas de culturas diferentes
 Aprender a tratar con los aspectos culturales que chocan con los de la sociedad
general e intentar entender los trastorno que éstos pueden causarle a algunos de
los grupos de inmigrantes
 Identificar y establecer una relación de trabajo con otras organizaciones que
sirvan a las mismas poblaciones con las que se trabaja.

TRABAJAR PARA SER INCLUYENTE.


Eso significa trabajar con personas de todas las identidades étnicas, razas, clases,
culturas, orientaciones sexuales, etc. y  también estar dispuesto a contratarlas. Asimismo
significa usar la diversidad creativamente al alentar a las personas a aprender y a valorar
las tradiciones y la visión de otros… y también estar dispuesto a discutirlas
abiertamente cuando haya un conflicto o desacuerdo.
COMO LÍDER, TOMAR CON SERIEDAD LA
RESPONSABILIDAD DEL PUESTO Y ENCARGARSE DE
DESEMPEÑARLO.
Una de las obligaciones del director de una organización comunitaria es la de “hacerse
cargo de las críticas y de remitir los elogios”. El líder es responsable por lo que suceda
durante su liderazgo. De la misma manera que responsabiliza a otros por su trabajo y
por sus errores, debe hacerlo consigo mismo y también debe permitir que los demás lo
responsabilicen. Un líder ético debe asumir la responsabilidad que el puesto conlleva, ya
sea formal o informal y debe estar preparado para enfrentar directamente las
consecuencias de sus decisiones y actos.
Asumir la responsabilidad y trabajar para corregir los errores y mejorar el desempeño
inaceptable es parte del trabajo del líder, como también  asegurarse de que las relaciones
de la organización sean éticas para todos. Culpar a otros, incluso cuando éstos hayan
cometido el error o fallado en su trabajo en situaciones específicas, no le quita al líder la
responsabilidad general de asegurarse de que esas cosas no sucedan  y simplemente lo
hace ver como cobarde.
Ésa es la razón por la que un jurado declaró culpable al presidente y al director general
de Enron, Ken Lay y Jeffrey Skilling, y no tomó en cuenta que en su defensa dijeron
que no sabían sobre la contabilidad ilegal que infló los números de la empresa. Incluso
si hubiera sido cierto, deberían haberlo sabido, era su responsabilidad y el jurado los
responsabilizó por ello.
ESFORZARSE CONSTANTEMENTE POR SER MÁS
COMPETENTE.
Las personas necesitan que los líderes sean competentes: Es la razón por la que se
confía en ellos, la razón de su liderazgo, en primer lugar. Es responsabilidad del líder
ético mantener y mejorar su competencia, para que pueda continuar dirigiendo la
organización en la dirección correcta y para que aquellos a quienes dirige sigan
confiando en su liderazgo.
Parte de esa responsabilidad es reconocer y admitir las cosas en las que no es bueno, y
ya sea mejorarlas o delegarlas a alguien que sí lo es (pocos directores generales creen
poder llevar la administración financiera de sus empresas, y por eso contratan a gerentes
de finanzas). Otro aspecto de la competencia es no hacerse responsable por algo por lo
que no podrá hacerse cargo o tareas para las que no se tendrá tiempo o recursos.
Mantener y mejorar la competencia puede lograrse de muchas maneras. Continuar con
la educación (cursos, tanto como en instituciones educativas o en línea), asistencia a
congresos y talleres, reuniones con otros en una posición similar para discutir temas de
liderazgo, mantener un diario con las lecciones aprendidas en el trabajo, adquirir
conocimientos e ideas de varias personas; todo esto y más puede ser usado como ayuda
para ser un líder más efectivo.
NO QUEDARSE MÁS DE LA CUENTA.
Las organizaciones, en particular las comunitarias, necesitan crecer y cambiar a medida
que maduran. Los líderes éticos reconocen si ya han hecho todo lo que podían o si la
organización, para avanzar, debe cambiar la persona al timón.
La enfermedad del “Fundador” es el nombre que se le da a la desgraciadamente
conocida negativa del líder a reconocer que la organización que fundó necesita crecer
más allá de su influencia. Muchos de esos líderes creen erróneamente que la
organización o iniciativa que iniciaron no puede funcionar sin ellos; es como si creyeran
que alimentan a su bebé, sin darse cuenta de que en realidad lo sofocan. Las
organizaciones y otros grupos, como los niños, necesitan tomar más y más
responsabilidades a medida que maduran. De la misma manera que esos padres que no
permiten que sus hijos crezcan, los líderes que no permiten que su organización crezca,
la dañan.
NUNCA DEJAR DE REEXAMINAR LA ÉTICA Y EL
LIDERAZGO.
Como hemos indicado varias veces en esta sección, el liderazgo ético no termina, se
practica todo el tiempo y durante horas extras. Cincinnatus, un romano del siglo 5 AC,
pasó de arar su campo a ser el dictador que salvó un ejército romano en peligro de
derrota. Cincinnatus derrotó con rapidez a su enemigo, renunció a su dictadura sólo
después de 16 días y volvió a su granja… pero siguió siendo un líder a pesar de todo,
simplemente porque la gente lo veía así. Tanto se lo reconocía como líder, que de
acuerdo al escritor romano Livy, lo volvieron a llamar 20 años después para ser dictador
cuando tenía más de 80 años.
El liderazgo ético no termina; tampoco deberían terminar los esfuerzos por continuar la
exploración y práctica del liderazgo ético.

PARA RESUMIR
El liderazgo es un privilegio y una responsabilidad que exige mucho de quien lo
practica, ya sea formal o informalmente. Dentro de las principales exigencias de este rol
se encuentra la necesidad de ser ético, tanto en la vida personal como en el liderazgo.
Debido a que, quieran o no, los líderes son modelos a seguir, ellos establecen el tono de
la postura ética de sus seguidores individuales, de la organización o grupo que lideren, y
hasta cierto punto, de una comunidad mayor.
El liderazgo ético exige que un líder tenga un marco ético coherente que guíe sus
decisiones y acciones todo el tiempo, no sólo en situaciones particulares. Entre las
características más importantes que definen a un líder ético están: la honestidad y la
honestidad del líder; la buena disposición para que la discusión de los temas éticos sean
una parte normal de la conversación o cultura, sea  grupal u organizativa; el deseo de ser
el mentor de otros que posteriormente serán líderes; el impulso a mantener y aumentar
la competencia, la capacidad de aceptar y considerar seriamente los comentarios, sean
positivos o negativos; la capacidad de dejar de lado sus intereses personales y su ego en
pro de la causa de la organización; el uso apropiado del poder, que nunca se abuse de él
ni que sea utilizado para los intereses del líder; la conciencia de que hay seres humanos
detrás de las etiquetas “oponente”, “aliado”, “empleado”, “participante”, etc.
Finalmente, y tal vez lo más importante es que un líder ético nunca deja de reexaminar
sus creencias éticas y lo que significa ser un líder ético. Como tantas otras labores
importantes, el mantenimiento del liderazgo ético es una tarea continua y, como algunas
otras, puede durar toda una vida.
Contributor 
Phil Rabinowitz
Recursos en línea
Brochure for student organizations at the University of Nebraska at Omaha.
Community Policing
Center for Ethical Leadership,a non-profit corporation based in Seattle. Consulting,
training, etc., for nonprofits, schools, government, business, etc..
Center for Ethical Leadership at the LBJ School of Public Affairs at the University of
Texas at Austin.
CEO Refresher: “Ethical Leadership: The State of the Art,” by Herb Rubinstein.
“Ethical Leadership in Turbulent Times”, Darden School of Business, University of
Virginia. A Powerpoint presentation summarizing several styles of leadership.
A Bridge Paper of the Business Roundtable Institute for Corporate Ethics, “Developing
Ethical Leadership,” R. Edward Freeman and Lisa Stewart.
ERIC Digest 107, June 1996: “Ethical Leadership,” by Larry Lashway, on ethical
leadership in schools.
Exploring Ethical Leadership. Instruction for volunteer leaders in ethical leadership
from the West Virginia University Extension Service, developed by Patricia Pinnell and
Shirley Eagan.
Workforce Management, a management journal. Five Standards of Leadership
Practiced by Ethical Leaders, Editor’s Choice article on ethical leadership of
companies.
Recursos impresos
Community Links, Ph. VIII, No. 3, Issue 12, Summer 2000.
Fromm, E., Holt H., Holt, R., & Wiston. (1941, 1969). Escape from Freedom. New
York, NY.
Kidder, R. (1995). How Good People Make Tough Choices. New York, NY: William
Morrow.
Lucas N. Global Leadership: A Turn of the Kaleidoscope. Chapter 4 of Concepts,
Challenges, and Realities of Leadership: An International Perspective.
MacGregor B., Sorenson, G., & Matusak L. (edited) Selected Proceedings from the
Salzburg Seminar on International Leadership. 
Rawls, J. (1971). A Theory of Justice. Cambridge, Massachusetts: Belknap Press of
Harvard University Press.
 “What Exactly Does Ethical Leadership Mean These Days?” An interview with John
Hawkins, Leadership Edge, a leadership consulting firm.

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