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Fitness Coach vs Personal Trainer:

la Psicología en el gimnasio
Coach Fitness vs Personal Trainer. Conoce las distintas técnicas y métodos.

por Jonathan García-Allen

Si bien es conocido el Entrenador Personal (Personal Trainer) como figura de


referencia en el sector del fitness para optimizar resultados físicos, comienza a
abrirse camino una nueva tendencia, el Fitness Coach o Wellness Coach, coaching
en estilo de vida saludable.

El fitness coach te ayuda y te inspira para que seas tú mismo el que te marques tus
propios objetivos y los alcances, generando conversaciones potentes y creativas
que invitan a la reflexión y te ayudan a que encuentres la manera de llegar a cumplir
tus objetivos y a mantener para siempre tus nuevos hábitos saludables.

En las sesiones se trabajan temas diversos como la alimentación, el ejercicio, el


sueño, el estrés, las emociones, el peso, el tabaco…

Puedes encontrar al Fitness Coach en tu “gym”, pero su trabajo y los resultados van
más allá de las salas de fitness. El Fitness Coach encaja perfectamente en los
gimnasios modernos donde la nueva tendencia, elwellness (bienestar), prolifera, y
como consecuencia, en vez de encontrar salas llenas de máquinas, ahora se está
pasando a centros donde no solo hay un espacio para entrenar los músculos, sino
también actividades de relajación (como spa, gabinetes de masajes, saunas),
clases colectivas (yoga, pilates, tai-chi…) junto con zonas de ocio y descanso
(cafeterías, peluquerías y estética).
¿Qué es el Wellness?

A día de hoy, todavía existen muchas interpretaciones en cuanto a la definición de


fitness y wellness. ElFitness podríamos considerarlo como un equivalente de
“condición fisica” o “estar en forma”. El fitness tiene la base en dos pilares
fundamentales: la actividad física y una alimentación saludable. Permite a la
persona mejorar la resistencia cardiovascular, la flexibilidad, la fuerza y resistencia
muscular, aporta más agilidad y equilibrio, velocidad, tonificación; todo ello
acompañado de una alimentación correcta y equilibrada. Si es necesario,
consumiendo la suplementación apropiada en cada caso particular, pero nunca,
anabolizantes. En ocasiones, el fitness es confundido con el culturismo, pero este
último se centra en conseguir una definición y un volumen de músculos extremos
en simetría, sacrificando el bienestar integral de la persona y la funcionalidad.

Por otra parte, el concepto o filosofía Wellness se considera como un término más
global. No sólo abarcaría el fitness como la mejora de la condición física, sino que
va más allá y utiliza la condición física como un medio para mejorar la salud,
proporcionando longevidad, calidad de vida y belleza. Es decir, wellness como
sinónimo de bienestar físico, psíquico y emocional. Ya no solamente interesa estar
en forma, sino que interesa buscar un equilibrio entre cuerpo y mente.

Coaching en el gimnasio

El personal de las salas de fitness y los gimnasios ha crecido en los últimos años
con profesionales titulados en ciencias de la actividad física, el deporte o la salud.
A finales del s. XX, los entrenadores personales confiaban en su conocimiento sobre
la actividad física y la biomecánica, pensando que eran suficientes para mantener
a los clientes adheridos a sus programas y conseguir que mejoraran su estilo de
vida. A medida que ha pasado el tiempo, muchos se han dado cuenta de que la
instrucción y el soporte técnico no son suficientes para cubrir la diversidad de las
agendas de los clientes y la necesidad de un tratamiento individualizado de los
mismos. Si se quiere mantener el compromiso del cliente hay que tener en cuenta
otras variables, sobre todo las psicológicas.
La investigación sobre los factores que inciden en el ejercicio, llevó a los expertos a
explorar las necesidades emocionales y nutricionales, y muchas veces revelaron
patrones del estilo de vida que eran nocivos, comportamientos que eran adictivos y
desafíos personales y familiares que interferían en la consecución de objetivos.
Respecto a estos aspectos, era necesario que fueran redirigidos para poder seguir
el entrenamiento con éxito. Incluso antes de que apareciera la psicología y el
coaching a los centros de fitness, los entrenadores personales ya eran conscientes
de la necesidad de habilidades comunicativas y modelos de intervención en estas
áreas.

La inclusión del Fitness Coach en las salas de fitness, ha dado acceso a los métodos
apropiados para trabajar con los clientes en estos aspectos. Surgen entonces dos
preguntas respecto al Fitness Coach y al Personal Trainer: “¿Qué método funciona
mejor?”.”¿Son igual de efectivos los dos métodos para todos los clientes?”.

Para poder responder a estas dos cuestiones, hay que entender el funcionamiento
de ambos modelos.

Fitness coach vs Personal Trainer

Los clientes que quieran contratar a un fitness coach en vez de un Personal Trainer
deben saber que encontraran dos metodologías de trabajo y dos técnicas de
comunicación diferentes. El Fitness Coach va a priorizar la construcción de la
relación y la comunicación. Se centrará en las historias de los clientes y sus
estrategias, y proporcionará mensajes motivacionales y de soporte (por ejemplo,
usando técnicas de la PNL). Pese a que algunas escuelas de coaching recomiendan
dar consejos, la mayoría de coaches alientan al cliente a que llegue solo a la
respuesta usando preguntas poderosas (preguntas socráticas) que desafíen y
confronten sus autopercepciones y sus creencias limitantes.
Es un proceso de investigación y descubrimiento personal para ayudar al cliente a
que sea más consciente, se identifique y se responsabilice de los objetivos realistas,
con un enfoque en las estrategias, las acciones y el feedback.

El Personal Trainer puede tener aspectos similares, pero está más centrado en las
instrucciones y la información técnica. Además, utiliza un enfoque más práctico
guiando al cliente durante los ejercicios y el entrenamiento, con un estilo directivo
de comunicación, y creando una relación de dependencia de la persona a la que
guía. Los entrenadores personales están más preocupados en definir su rol de
expertos en entrenamiento físico y conocimiento biomecánico, pero no fomentan el
crecimiento personal ni se encargan de que el cliente aprenda el auténtico concepto
de bienestar.

Ahora, tras conocer que los coaches y los entrenadores personales confían en
diferentes metodologías de trabajo, es momento de responder a la segunda
pregunta que planteaba anteriormente: “¿Funcionan igual los dos métodos para
todas las personas?”. Para responder a esta pregunta necesitamos entender al
cliente, ya que cada persona es diferente, tiene unos objetivos distintos, unas
experiencias pasadas únicas y unas necesidades que pueden variar de uno a otro.
Por lo tanto, para comprender mejor las necesidades del cliente, hay que entender
la Teoría de la Autoeficacia de Albert Bandura (1977), que enfatiza el rol que cumple
lo que uno se dice a sí mismo durante el proceso de adquisición de los objetivos
que pretende conseguir, y determina la conducta y la manera de actuar en cada
situación.

Autoeficacia: La clave para cumplir objetivos a largo plazo

La Autoeficacia son los juicios y creencias que posee una persona sobre sus
capacidades para ejecutar con éxito una determinada tarea y, por tanto, dirige el
curso de su acción. Estas expectativas determinan la preferencia por determinadas
actividades, la motivación, la persistencia en dichas tareas y las respuestas
emocionales a diversas situaciones. Además, y muy importante, las expectativas de
autoeficacia son variables y específicas de cada contexto. Por ejemplo, las
creencias serán diferentes a la hora de practicar natación o a la hora de prepararse
para correr maratones. Las creencias de autoeficacia se ven afectadas por logros
propios en el pasado, el aprendizaje vicario u observación del comportamiento de
los demás, la persuasión verbal o el nivel de activación emocional.

Algunos clientes pueden llegar al gimnasio con conocimientos sobre nutrición y


ejercicios, pero son incapaces de adherirse a un plan de entrenamiento o a una
dieta. Otros, en cambio, no sabrán absolutamente nada sobre los ejercicios que
deben realizar.

El primer ejemplo hace referencia a personas que dominan la autoeficacia


relacionada con la actividad física, pero pueden tener dificultades cognitivas y
emocionales a la hora de diseñar, implementar o mantener conductas relacionadas
con la adquisición de metas. El segundo ejemplo hace referencia a personas que
necesitan instrucción para poder iniciarse en la realización de ejercicio y, por tanto,
necesitarán un estilo directivo para poder comenzar con buen pie, conseguir
resultados rápidos y no lesionarse.

Observando la Autoeficacia de los clientes desde diferentes ángulos, nos va a


permitir identificar a personas que deben mejorar su habilidad física para conseguir
sus metas, o bien, nos dará información de las personas que necesitan mejorar sus
competencias cognitivas y emocionales para manejar con éxito las transiciones
necesarias en un proceso de cambio.

Conclusión

En resumen, las personas podemos contar con habilidades y competencias que son
condición necesaria, pero no suficiente para conseguir los objetivos. Una de las
variables que influyen en la adquisición de metas es la percepción de autoeficacia,
es decir, la expectativa de éxito que tiene la persona cuando se enfrenta a una
situación particular, en función de los recursos que cree tener y de las
características de la situación y del contexto.
Una persona puede evitar las situaciones en las que duda de su capacidad, por muy
sugerente que pueda ser un determinado objetivo, al creer que no dispone de los
recursos necesarios para llegar a conseguirlo. La percepción de autoeficacia es
clave en el proceso de coaching y es necesario para conseguir metas a largo plazo.
El Personal Trainer puede poseer herramientas muy útiles y el Fitness Coach
también. Lo ideal para ser un buen profesional de este campo es poseer las
competencias necesarias para poder utilizar ambas formas de trabajo en función de
las necesidades del cliente.

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