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Role play: juego dramático

Antecedentes históricos

En general se asume que el teatro se originó hace miles de años como una actividad ritual llevada
a cabo para propósitos religiosos y de curación. A medida que evolucionaron las formas
occidentales del teatro de pequeñas celebraciones en honor a los dioses a representaciones
para miles de espectadores, el enfoque cambió de la cura al entretenimiento. A lo largo de los
siglos, junto con una literatura y estética de representación en desarrollo, el teatro llegó a
conocerse como el lugar en donde los espectadores podían reflejar realidades y confusiones de
la vida cotidiana, o bien escapar de ellas, involucrándose en los placeres sensuales de la obra.

A través de la historia, ciertos personajes, tanto innobles como notables, han intentado revivir
los propósitos terapéuticos esenciales de la representación dramática. El personaje mejor
conocido fue el psiquiatra J. L. Moreno. Los enfoques innovadores de Moreno sobre la ayuda
dramática —que denominó psicodrama y sociodrama— proporcionaron un modelo para otros
investigadores, quienes descubrirían otras maneras de ayudar a individuos y comunidades a
encontrar el equilibrio por medio de formas de representación.

Fundamento terapéutico

Una suposición central que comparte la mayoría de los dramaterapeutas es que la


representación, el acto de asumir un rol y de contar una historia dentro de éste, resulta
inherentemente reparador. Una explicación de esto es que el acto de asumir un papel marca
una separación de la realidad cotidiana, con lo que se crea una distancia segura entre el actor y
el rol que desempeña.

En teoría, la distancia que proporciona asumir un papel permite a los actores de la vida cotidiana
contar sus historias sin peligro, ya que éstas no tratan acerca de ellos.

Aunque existe una diversidad de teorías que circulan dentro de la literatura de la dramaterapia,
dirija su atención primordialmente a una de ellas, la teoría del rol, como manera de enunciar en
mayor detalle el potencial curativo de la representación. La teoría del rol ofrece una perspectiva
de la personalidad como constelación de roles, llamada sistema de roles, la cual está
determinada por una diversidad de factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales. Los
roles dentro del sistema existen de manera natural en relación con sus contrapartes, con los
cuales buscan el equilibrio. Sin embargo, a medida que se desarrolla el sistema de roles y el
individuo se ve expuesto a un número de cambios y retos tanto internos como externos, el
equilibrio natural se trastorna, de manera que uno o más roles tienden a expandirse o
contraerse.

Como Jung, Landy argumenta que, en esencia, los roles son arquetípicos y que recapitulan
ciertas cualidades universales reconocibles para la mayoría de los seres humanos. De hecho,
ofrece una “taxonomía de roles”, un sistema de tipos repetidos de rol y que son fácilmente
observables dentro de la vida cotidiana.

Al centro de la teoría del rol en la dramaterapia se encuentra el modelo intrapsíquico de rol-


contrarrol-guía que moldea el enfoque de Landy a la práctica. El rol es un conjunto predecible
de pensamientos, sentimientos y conductas que se reconoce como un solo aspecto, más que
como la totalidad de la existencia de una persona. Al hablar de roles desde la perspectiva de la
dramaterapia, se evidencia que son prototípicos y que encarnan cualidades universales más que
estereotípicas.
El contrarrol es otra parte del rol; puede ser su opuesto, como madre es a padre, o quizá
sencillamente sea otro aspecto de padre. El contrarrol puede ser el lado oscuro y oculto de padre
(p. ej., como vengador) o quizá una parte ligera y jovial (p. ej., un payaso). De acuerdo con la
teoría del rol, las dos partes del modelo existen en una relación dialéctica, aun cuando se
esfuerzan por lograr el equilibrio. El desequilibrio entre ambos proporciona una manera sana
para que las personas razonen de forma efectiva, revisando pensamientos conflictivos, así como
para manifestar empatía con los demás al aceptar diversos puntos de vista.

Cuando un solo rol se torna demasiado grande dentro de la psique de una persona,
confundiendo su relación con un contrarrol, es frecuente que el individuo experimente un
desequilibrio y, en algunos casos, angustia. Si uno es padre o víctima o payaso en demasía, se
arriesga a perder su sentido de equilibrio.

La tercera parte del modelo es el guía, el cual integra al rol y al contrarrol. A un nivel externo, el
guía es un ayudante o sustentador efectivo —un padre, hermano mayor, anciano, maestro,
terapeuta o líder—. Cuando el guía es positivo y confiable, se internaliza y convierte en una
figura que ayuda a los individuos a vivir de manera adecuada entre sus tendencias
contradictorias. El guía interno ayuda a mantener el orden.

Al centro de la teoría del rol se encuentra la noción del equilibrio. El dramaterapeuta se centra
en ayudar a sus pacientes a vivir dentro y entre sus tendencias contradictorias. Como ya se
mencionó, el equilibrio se conceptúa dentro de la teoría del rol a través del modelo de rol-
contrarrol- guía, donde el guía externo conduce al individuo en la búsqueda del equilibrio y, una
vez internalizado, proporciona un medio para que el individuo viva de manera efectiva entre
tendencias opuestas.

Implementación

Existe un número de enfoques prácticos a la dramaterapia. Incluyen dramaterapia


psicoanalítica, teoría del rol y método del rol, modelo integrador de cinco fases,
transformaciones del desarrollo, narradrama, temas del desarrollo, psicodrama, sociodrama,
terapia teatral ritual, método Stop-gap, modelo de recuperación e individuación de dos etapas,
teatro play-back, comunidades terapéuticas carcelarias, método Enact, dramaterapia
transpersonal Omega y juego dinámico familiar.

Método del rol

El modelo rol-contrarrol-guía conforma el método del rol, que procede a lo largo de una serie
de ocho pasos. Al trabajar por medio del método del rol, el dramaterapeuta ayuda a los
pacientes a localizar las figuras de rol y contrarrol, y a descubrir una figura guía que pueda
acercar a ambas hacia la integración. A continuación, se encuentran los pasos del método del
rol:

1. Invocación del rol.

2. Nombramiento del rol.

3. Representación/traslaboración del rol.

4. Exploración de las relaciones del rol con el contrarrol y el guía.

5. Reflexión acerca del role-play: descubrimiento de las cualidades, funciones y estilos del rol
inherentes al mismo.
6. Establecimiento de la relación entre el rol ficticio y la vida cotidiana.

7. Integración de roles para crear un sistema de roles funcional.

8. Modelamiento social: descubrir las maneras en que las conductas de los pacientes dentro del
rol afectan a otros en sus ambientes sociales.

En general, el dramaterapeuta comienza una sesión grupal o individual con un calentamiento,


el propósito de éste es doble: primero, ayuda a llevar al individuo a un estado creativo y de
juego, aflojando el cuerpo, involucrando la imaginación y estableciendo conexiones entre los
miembros del grupo; en segundo lugar, ayuda a cada individuo a invocar o ubicar un rol. Una
vez que los roles se encuentran presentes, el dramaterapeuta pide a los pacientes que los
nombren. Cuando los roles han recibido un nombre, termina el periodo de calentamiento y los
pacientes están listos para pasar a la siguiente etapa de representación.

Los pasos tres y cuatro son la parte representativa de la sesión. Es posible que el dramaterapeuta
busque sólo a un protagonista, quien debe elegir a miembros del grupo que representen sus
roles. Otra opción del terapeuta es trabajar con el grupo en su totalidad para explorar
problemáticas y preocupaciones comunes a través de roles específicos.

Durante los pasos cinco a siete, el individuo, el grupo completo, o ambos, reflexionan acerca de
la representación, tratando de darle sentido.

El modelamiento social es la última etapa del método del rol. Por lo general, esta fase tiene lugar
fuera del grupo terapéutico, cuando los individuos han experimentado un cambio, un nuevo
sentido de equilibrio e integración entre sus roles. El método del rol no necesariamente es lineal:
algunos

pacientes son incapaces de invocar un rol; otros no pueden contar una historia; hay quienes
tienen tanto qué decir que sus sistemas de roles están colmados de figuras complejas; también
están los que comienzan la terapia con una figura guía intacta; en tanto otros lo hacen con una
ausencia de guía.

Psicodrama

El psicodrama es un método en el que las personas exploran sus problemas a través de actuarlos
en un role play en lugar de simplemente hablar de ellos. Desarrollado por J. L. Moreno (1889-
1974), el psicodrama es un complejo de métodos y conceptos aplicables a una amplia variedad
de contextos. Moreno encontró que la dramatización improvisada de escenas reales de la vida
del paciente facilitaba el equivalente de una terapia de juego con adultos: las personas pueden
volver a representar situaciones y descubrir mejores maneras de reaccionar.

Busca una interacción física espontánea con aquellos que representan a un individuo
significativo en su vida, es frecuente que los pacientes descubran sentimientos más profundos
y que lleven a la superficie actitudes y creencias preconscientes, y que superen sus propias
tendencias hacia la intelectualización o al uso de otras maniobras verbales defensivas.

Muchas de las ideas del psicodrama se han integrado a otros métodos. El enfoque de Satir para
la terapia familiar tuvo influencia del estilo más directivo y orientado a la acción del psicodrama;
Fritz Perls integró la técnica psicodramática de la “silla vacía” como una parte esencial de su
enfoque para la terapia Gestalt. No es necesario saber todo acerca del psicodrama para adaptar
sus ideas y técnicas; aprender ciertos principios de este prolífico enfoque ofrece la posibilidad
de fertilizar a muchos otros abordajes e integrarse a ellos.
Fundamentos

Como ya se mencionó, el psicodrama puede considerarse como un grupo de métodos capaces


de facilitar los procesos terapéuticos tal y como se conciben en una amplia variedad de otras
corrientes de pensamiento. Cuando los métodos del psicodrama se utilizan junto con otros
enfoques terapéuticos, la integración de la dinámica de la acción, la imaginación y la
improvisación, pueden hacer que el proceso de tratamiento sea todavía más efectivo.

Una de las contribuciones particularmente importantes de Moreno a la psicología fue el


entendimiento de que la creatividad se puede promover de mejor manera mediante activar la
espontaneidad del paciente y su capacidad para responder con un enfoque novedoso ante un
desafío, en lugar de sólo responder de acuerdo con viejos hábitos de pensamiento o
comportamiento. A su vez, la espontaneidad se fomenta a través de improvisar cuando se
afronta un problema, explorándolo. La participación física activa ayuda a promover la
espontaneidad debido a que abre un flujo correspondiente de intuiciones, imágenes,
sentimientos e insights que de otra manera se vuelven distantes y se bloquean por los modos
verbales más pasivos de intercambio.

Moreno experimentó con la espontaneidad y encontró que varios factores la facilitaban o


inhibían: El rapport (llamado en la teoría de la terapia grupal, cohesión de grupo). Otro elemento
es revelar un poco más acerca de sí mismos. Pero quizá el elemento más poderoso es la
introducción de la ludicidad, orientada a la flexibilidad y carácter experimental. Interpretar un
rol implica que se puede rescindir y trabajar en él. Lo que hace de la sesión de un laboratorio en
el que las personas pueden explorar sentimientos que en general no se aceptan en la sociedad
convencional

Por último, existen varios asuntos que no se pueden atender con facilidad sólo hablando de ellos
—conflictos internos, asuntos pendientes con personas que ya no están vivas y otros
elementos—. Moreno utilizó este término, “verdad psicológica”. La mayoría de los complejos
relevantes de actitudes y expectativas no se relacionan tanto con lo que en realidad ocurre en
la vida, sino más bien con aquello que nunca sucede, pero que de todas maneras ha sido
anticipado, temido, esperado o anhelado.

El método del psicodrama permite no sólo contar la historia; sino detenerse y reconsiderar los
temas subyacentes. Además, a partir del insight emanado de esta exploración, les permitía
contar de nuevo la historia de una manera más reforzante a fin de tomar nuevas decisiones. A
esta estructura básica, Moreno añadió diversos mecanismos, como el doble, la inversión de rol
y la reinterpretación, que permitían que las personas profundizaran su exploración de los temas
personales o grupales y que vieran las situaciones desde perspectivas sorprendentemente
nuevas.

Aplicaciones

Los métodos del psicodrama, en forma modificada, tienen muchas aplicaciones en entornos no
clínicos, como la educación, el entrenamiento profesional y empresarial, la resolución de
conflictos dentro de la comunidad, talleres religiosos, programas de desarrollo de personal y
similares. Algunos de los métodos del psicodrama pueden adaptarse e integrarse a otros
enfoques terapéuticos, la representación plena, el psicodrama clásico, es tan complejo como
una cirugía: al igual que ésta, el psicodrama debe aprenderse en la práctica, con supervisión de
entrenadores más experimentados.
Elementos básicos

Al paciente se le ayuda a volverse el actor principal, el protagonista, en una interpretación de


algún aspecto de su vida. El director, quien es la persona entrenada en el método y que por lo
general es un psicoterapeuta, facilita el proceso. La interpretación se ayuda de ejecutantes de
apoyo, a quienes Moreno llamó los Yo auxiliares (y, de manera más reciente, referidos
simplemente como auxiliares). En ocasiones, estos auxiliares son representados por asistentes
entrenados o coterapeutas, pero con más frecuencia por miembros del grupo que asumen estos
roles de apoyo. Los ejecutantes por lo común realizan la interpretación en una sección especial
de la habitación, a fin de establecer el estatus especial y diferente de “como si” de la
dramatización.

En general, primero se realiza un proceso de calentamiento que incluye diversos elementos:


promover una sensación de seguridad, la autorrevelación simétrica y la disposición lúdica.

Los directores deben planear los calentamientos y las explicaciones de modo que se dirijan al
tamaño, composición y propósito del grupo. El método en sí mismo es muy flexible y adaptable
a casi cualquier contexto, porque no es necesario emplear el “enfoque clásico” completo para
obtener muchos de los beneficios de sus diversos componentes.

El segundo paso después del calentamiento es el establecimiento del escenario. La persona cuyo
problema ha de explorarse es entrevistada por el director y avanza de una descripción abstracta
de los temas implicados a un ejemplo bastante específico. El principio esencial en este momento
es: “si no podemos escenificarlo, verlo, escuchar las palabras, entonces realmente no sabemos
qué está pasando”; esto ayuda a contrarrestar la tendencia de las personas a utilizar términos
abstractos y “palabrería psicológica” como una defensa inconsciente contra en verdad participar
en la situación.

Al delimitar el escenario, es factible ocuparse más o menos tiempo definiendo la escena


imaginada; las dimensiones de la habitación y la localización de la puerta, ventajas, sillón o
lavabo. El siguiente paso aclara el reparto de personajes.

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