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La Pastoral Rural PDF
La Pastoral Rural PDF
Santiago, Chile,
2008
Dedico este trabajo a Jenny y Kiara
las cuales me ayudaron con su apoyo incondicional
a ampliar mis conocimientos y estar más cerca de mis metas profesionales.
ii
Título de la investigación: La Pastoral de la Iglesia Católica del Sur de Chile en un
mundo rural que cambia: comprensión, interrogantes y
perspectivas.
Resumen
Por medio de una Investigación Cualitativa, que recoge la opinión de sacerdotes, Diáconos
Permanentes y laicos comprometidos, intentamos describir la Pastoral de la Iglesia en el
mundo rural del Sur de Chile, para luego plantearle algunos desafíos en pos de estimular y
fortalecer su labor apostólica en ese sector.
Los resultados señalan que la Iglesia, con toda su complejidad, es un actor relevante en el
campo chileno, aquella ha advertido el actual proceso de cambios y trata de dar respuesta,
aunque a veces con poco éxito, a los diversos desafíos que este le plantea.
Los principales actores optan por el arquetipo de Iglesia como Pueblo de Dios que
promueva relaciones de fraternidad y servicio en su interior. La Iglesia en el sector rural
paulatinamente lo logrará si se atreve a establecerlo en un modelo concreto como lo es el de
las Comunidades Eclesiales de Base. En ellas se revive el modelo original de nuestra Iglesia
como red de comunidades hermanas unidas en la misma fe y en el mismo amor.
iii
INDICE
INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………… 1
iv
CAPÍTULO 3: La Pastoral de la Iglesia Católica
del Sur de Chile en el Mundo Rural contemporáneo,
según la opinión de sus principales actores,
Sacerdotes, Diáconos Permanentes y Laicos …………………………… 64
v
CAPÍTULO 5: CONCLUSIONES………………………………………….. 122
vi
INTRODUCCIÓN
1
Ver, GIARRACCA, N. (comp.), 2001, ¿Una nueva ruralidad en América Latina?, Buenos Aires:
CLACSO, ; INSTITUTO INTERAMERICANO DE COOPERACIÓN PARA LA AGRICULTURA
(IICA), 2000, Dirección de Desarrollo Rural, Nueva Ruralidad, El Desarrollo Rural Sostenible en
el Marco de una Nueva Lectura de la Ruralidad, Ciudad de Panamá; ORGANIZACIÓN DE LAS
NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN (FAO) - BANCO
MUNDIAL, 2003, La Nueva Ruralidad en Europa y su Interés para América Latina, Roma;
GOMEZ S, 2004, Nueva Ruralidad, (fundamentos teóricos y necesidad de avances empíricos).
Una mirada desde la sociología rural. Revista de Desarrollo Rural y Cooperativismo agrario 8,
141 – 164, [en línea], < http://gestar1.unizar.es/cederul/revista/num08/06.htm>; 2002, La
Nueva Ruralidad ¿Qué tan Nueva? Universidad Austral de Chile, Ediciones LOM.
2
Ver, BAIGORRI, A, <http://www.unex.es/sociolog/BAIGORRI/portico.htm>.
1
conectividad y servicios de transporte, hay mayor cobertura educacional y
servicios básicos.
3
Cfr. V CONFERENCIA GENERAL DEL ESPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL
CARIBE, 2007, Documento de Aparecida nº 100.
2
• ¿Cómo la Iglesia Católica en el sur de Chile se ha venido adaptando al
nuevo escenario rural?
• ¿cuáles son las interrogantes o desafíos que la nueva ruralidad le traza?
3
Decidimos hacer este estudio porque el desarrollo, además de involucrar
aspectos referidos al crecimiento económico, tiene por finalidad potenciar el
desarrollo del ser humano en forma integral y permanente4. Ha de ofrecer a los
hombres y mujeres, las oportunidades sociales que contribuyan a la expansión
de las capacidades humanas5 y a una mejor calidad de vida.
Dejamos en claro también que dentro del tema de la ruralidad está el indígena,
asunto muy presente en las comunidades del sur de Chile. Pero por los fines
que pretende el presente estudio este aspecto no se abordará, pues amerita
una discusión seria y amplia, que no podríamos realizar.
4
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en el
mundo actual, nn 64 - 66; PABLO VI, Carta Encíclica Populorum Progressio, nº 14.
5
Cfr. SEN, A, 2000, Desarrollo y Libertad, Ed. Planeta, Buenos Aires, pp 19 – 28.
4
nuestra conciencia de ser Pueblo y de ser Iglesia en coherencia con la realidad
cultural de nuestros pueblos. Optamos también por esta corriente teológica
porque según nuestra opinión ella sintoniza más con las orientaciones dadas
por el Concilio Vaticano II. La Iglesia de América Latina recepcionó y acogió su
inspiración. A partir de entonces, ha venido redescubriendo su identidad y
misión, a medida que se va abriendo al Espíritu y se dona generosamente a los
pueblos, preferencialmente a los pobres, trata de mantenerse fiel al Evangelio,
interpretando la realidad desde la fe y sirviendo a la persona concreta.
5
LA PASTORAL DE LA IGLESIA CATÓLICA DEL SUR DE CHILE EN UN
MUNDO RURAL QUE CAMBIA: comprensión, interrogantes y perspectivas.
El nuevo escenario rural dificulta cualquier intento por definir la ruralidad, pues
ciertos rasgos característicos ya no están presentes o han quedado obsoletos y
6
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et Spes, nn 4 – 5.
6
hay que redefinirlos7. Hasta hace algunos años lo rural se asociaba a territorios
con baja densidad demográfica, a aislamiento, a actividades productivas
directamente relacionadas con lo agropecuario, a retraso social y tecnológico.
La misma palabra rural en ocasiones sigue cargada de connotaciones
negativas, frente a lo refinado y citadino.
En la actualidad el mundo rural es más amplio que todas las concepciones que
anteriormente mencionábamos. Hoy, por ejemplo, lo rural no es equivalente a
lo agrario. Existen muchos cultivadores de la tierra, que no viven en el campo
ni se sienten identificados con la vida campesina. Usan la tierra como un medio
para percibir ganancias o como una oportunidad de tener casa en el campo los
fines de semana y en vacaciones. Lo rural ha venido ganando terreno ya no es
tan desechado por ser sinónimo de retraso; en estos últimos años se han dado
algunos atisbos de revaloración, los hombres y mujeres de la ciudad desean
volver al campo, anhelan una vida más sana y entornos más amigables8.
7
Cfr. LLAMBÍ, L, 1995, Globalización, Ajuste y Nueva Ruralidad. Una agenda para la
investigación y el desarrollo rural. Laboratorio de Estudios Rurales y Agrarios, Venezuela, 4p.
8
Cfr. PÉREZ, E, 2001, Hacia una Nueva Visión de lo Rural. En ¿Una Nueva Ruralidad en
América Latina? Norma Giarracca (compiladora). Colección Grupos de Trabajo de CLACSO.
Grupo de Trabajo Desarrollo Rural. CLACSO, Buenos Aires, 25p; BARRERA, E.; MUÑOZ, R.
(2003). Manual de turismo rural para micro, pequeños y medianos empresarios rurales. Serie de
instrumentos técnicos para la microempresa rural. PROMER Programa de apoyo a la
microempresa rural de América Latina y el Caribe, 9p.
7
En este marco, se hace necesario incorporar en el análisis el impacto de las
nuevas tecnologías de la información, cuya masividad ha hecho posible la
vinculación de manera instantánea con una serie de territorios, abriendo nuevas
oportunidades en los más diversos ámbitos.
8
anonimato. En el mundo rural las personas se conocen, con un nombre y una
historia. Indudablemente hay una mayor cercanía y solidaridad ante las
desgracias11.
11
Cfr. GÓMEZ, S, La Nueva Ruralidad: ¿Qué tan Nueva? Revisión de la bibliografía, un intento
por definir sus límites y una propuesta conceptual para realizar investigaciones. Universidad
Austral de Chile. LOM Ediciones Ltda. 1° Edición, 2002, 137 p.
12
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE) CENSO 2002.
13
Idem.
9
Uno de los datos más interesantes en este último Censo es el aumento de la
esperanza de vida y la disminución de la natalidad en nuestro país. En efecto,
entre los Censos de 1992 y 2002 la población adulta mayor aumentó de 9,8% a
11,4%, lo cual significa que hay 400.000 personas mayores de 60 años más
que hace diez años. En el sector rural, a estos fenómenos se suma la fuerte
migración de los jóvenes a la ciudad, con la consecuencia del envejecimiento
marcado de su población y disminución del número de hijos. Cada día en el
medio rural se ven menos niños/as y jóvenes, pero más adultos mayores y
ancianos/as.
14
MIDEPLAN, División Social, Encuesta CASEN 2003.
10
En relación a la escolaridad de la población entre 15 y 64 años de edad, en el
2002 esta alcanzó a 8,5 años promedio de estudio. En el mundo rural los
jóvenes de 15 a 24 años casi triplican (2,8 veces) la escolaridad de sus abuelos
y casi duplican la de sus padres (1,6 veces)15.
Según el censo del 2002, la población que pertenece a uno de los ocho
pueblos considerados en la Ley Indígena alcanza al 4,6% (692.192). Dentro de
este porcentaje el pueblo Mapuche es el más numeroso, representando el
87,3% del total de los indígenas. De esa cantidad el 64,8% vive en las zonas
urbanas y el 35,2% en la zona rural, quedando en evidencia que la población
indígena presenta una mayor proporción de personas que habita en las zonas
rurales que la población no indígena. Las Regiones con mayor población
15
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE) CENSO 2002.
16
MIDEPLAN, División Social, Encuesta CASEN 2003.
17
Idem.
18
Idem.
11
aborigen son La Araucanía con 29,5% y la Metropolitana con 27,7%. Con un
menor porcentaje le siguen Los Lagos, Bío Bío y Arica19.
19
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE) CENSO 2002.
20
Cfr. ECHEÑIQUE, J – GÓMEZ, S, 1988, La agricultura chilena. Las dos caras de la
modernización, FLACSO AGRARIA, Santiago de Chile.
21
Idem.
12
Otra actividad que ha progresado en estos últimos años es la producción
forestal, la que a partir de la década de los ochenta ha experimentado una
importante expansión y se ha convertido en uno de los subsectores más
dinámicos en el conjunto de actividades agro industriales. Durante la década de
los 90, la actividad forestal llegó a ocupar el segundo lugar de la economía,
detrás de la minería, siempre basado en las plantaciones de especies de rápido
crecimiento. En el año 2005 contribuyó en un 3,3% al PIB, abarcando el 13%
del total exportado por el país. En la actualidad la producción se concentra en
la pulpa química, remanufacturas, madera aserrada, tableros y chapas,
papeles y cartones, astillas, entre otros.22
22
Cfr. INFOR, El sector forestal chileno 2006.
23
Idem.
13
La salmonicultura en Chile a pesar de ser una industria reciente ha logrado un
crecimiento explosivo. Durante los últimos cinco años ha logrado mantener 5,3
puntos porcentuales dentro del total de envíos del país. Es la cuarta actividad
exportadora más importante de la economía chilena, después de la minería,
sector forestal y frutícola.24
No es menos cierto que al lado de esta exitosa modernización del mundo rural
se dan otras situaciones que no aparecen tan triunfantes. Lamentablemente los
beneficios no han llegado a todos. El desarrollo del monocultivo intensivo de
productos de alta inserción en los mercados internacionales, ha ido generando
un nuevo proceso de concentración de la propiedad de la tierra, que se había
24
Cfr. www.salmonchile.cl
25
Cfr. BARRERA, E.; MUÑOZ, R. (2003). Manual de turismo rural para micro, pequeños y
medianos empresarios rurales. Serie de instrumentos técnicos para la microempresa rural.
PROMER Programa de apoyo a la microempresa rural de América Latina y el Caribe, 9- 19 pp.
14
intentado desarticular con la reforma agraria, generando, a su vez, nuevas
brechas al interior del espacio rural.
4. La pobreza Rural26:
15
a la urbana (14%). Sin embargo en el caso de la indigencia continúa siendo
superior en las zonas rurales (3,5%) que en las urbanas (3,2%). Es importante
señalar que la vulnerabilidad de la población en el mundo rural es mayor
cuando sus integrantes son indígenas, allí la pobreza asciende a un 9,1% y la
indigencia al 9,6%27.
Algunos pobladores rurales aún no tienen acceso a agua potable y luz eléctrica
en sus viviendas, otros viven en condiciones de aislamiento por falta de
disponibilidad de vías de comunicación y locomoción. A su vez, no existe un
sistema de seguridad social efectivo para todos los adultos mayores de 65
años. También en el sector rural se accede con mucha dificultad a los servicios
de salud, generalmente existe una Posta que proporciona los primeros auxilios
a los pacientes. En ella hay un Técnico Paramédico que debe atender en
promedio a una población de 1000 personas. El servicio en estos centros es
muy precario. En caso de enfermedad grave nuestros compatriotas han de
27
Cfr. MIDEPLAN, División Social, Encuesta CASEN 2006.
16
buscar ellos mismos la manera de llegar al centro asistencial. Las rondas de
Médico, Enfermera, Matrona se hacen una vez al mes o cada quince días
dependiendo del sector. Cuando alguien debe ser atendido por un especialista
se solicita la hora al hospital, el tiempo de espera puede durar meses y hasta
años.
En relación al ingreso medio en el sector rural las cifras del 2003 apenas son
levemente superiores a la situación de ingreso de comienzos de los noventa y,
comparativamente con el sector urbano, el ingreso promedio de la ocupación
principal el año 2003 fue de $302.427, mientras que para la otra zona este
promedio alcanzó a $168.847, constituyendo un 52,8% de su correspondiente
urbano28.
Al considerar los hogares rurales que obtienen agua para su consumo de la red
pública, se observa que se ha incrementado el acceso desde el año 1990, hasta
alcanzar en el 2003 un 43,6%. Asimismo un 30,3% posee un sistema de
28
MIDEPLAN, División Social, Encuesta CASEN 2003.
29
Idem.
17
distribución al interior de la vivienda y solo un 18, 4% no tiene un sistema de
distribución de agua adecuado, situación que en 1990 afectaba al 54%30.
30
Idem.
31
Idem.
18
abandonando la atención de sus pequeñas propiedades; otro grupo se vio
obligado a vender, pues cada vez se fue dificultando la producción y
mantención de los terrenos, generalmente estas personas o emigran a la ciudad
o se quedan de inquilinos en un fundo o trabajan en labores de temporada.
Algo que tal vez no ha sido analizado lo suficiente y que requiere de ser puesto
en el tapete de la discusión es la aparición de un nuevo tipo de pobreza, que es
protagonizada principalmente por aquellas personas campesinas que se
trasladan del campo a la ciudad buscando mejores expectativas de vida. Ellos
son los nuevos pobres, ahora que más del 86 % de la población chilena es
urbana32.
32
Cfr. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE) CENSO 2002.
19
El modelo económico neoliberal cala profundamente en la cultura campesina.
Todos los bienes culturales que se desarrollan en la actualidad están
relacionados con la publicidad y los medios de comunicación. Lo que importa
es captar una mayor audiencia y se hace con emisiones mediocres que exaltan
sentimientos muy primitivos, no educan de ninguna manera porque eso supone
un esfuerzo. Hoy no se logra aumentar la sintonía con programas culturales.
Esta mercantilización de la cultura hace que al final no quede cultura. Lo que
existen son una serie de elementos dispersos pero de algo integral ni hablar.
Lo que se desprende de esto es que los pobres campesinos son también
pobres mentalmente, pobres culturalmente, pobres en la manera como se
aprecian, juzgan y ven las cosas. No tienen sabiduría. Al contrario de los viejos
campesinos que tenían una cultura tradicional que les permitía construir una
personalidad. Ahora en la ciudad les es difícil construirla a partir de fragmentos
de cultura que los medios de comunicación les ofrecen. Esto exige hacer un
esfuerzo para que cada uno logre tener una visión de mundo y realizar aquello
para lo que fue llamado.
20
todo tipo, económicas, ecológicas, sociales, políticas, científicas y tecnológicas,
y muy especialmente del conocimiento y de la cosmovisión.
Queremos señalar sólo algunos fenómenos que tal vez nos pueden ayudar a
comprender mejor la situación actual. Lo primero que se destaca son las
profundas transformaciones de los espacios rurales y las poblaciones que los
ocupan. Se observa también la presencia de áreas rurales dedicadas a
actividades de recreación como es el caso de las "parcelas de agrado" para
habitantes urbanos; espacios para el turismo rural con carácter ecológico y de
aventura, áreas de protección ecológica administradas por el Estado chileno,
entre otras.
33
Cfr. Pérez, E, 2001, Hacia una Nueva Visión de lo Rural. En ¿Una Nueva Ruralidad en
América Latina? Norma Giarracca (compiladora). Colección Grupos de Trabajo de CLACSO.
Grupo de Trabajo Desarrollo Rural. CLACSO, Buenos Aires, 25p; Barrera, E.; Muñoz, R. 2003,
Manual de turismo rural para micro, pequeños y medianos empresarios rurales. Serie de
instrumentos técnicos para la microempresa rural. FIDA. Programa de Apoyo a la Microempresa
Rural de América Latina y el Caribe, 9 – 13pp; POSADA, M, 1999, El espacio rural entre la
producción y el consumo: algunas referencias para el caso argentino. EURE (Santiago). [en
linea], vol.25, no.75, <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0250-
71611999007500003>, [consultado 16 Abril de 2006];
34
Cfr. GÓMEZ, S, 1996, Sociología Rural en Dimensiones Actuales de la Sociología.
Departamento de Sociología de la Universidad de Chile, Academia de Humanismo Cristiano y
Sociedad Chilena de Sociología, Santiago de Chile; HERNÁNDEZ, R, 2000, Una agenda para
21
subsisten gracias a estas actividades económicas. Estos asentamientos
albergan mano de obra, temporeros urbanos que se suman al trabajo rural.
Todos sus habitantes llegan para acceder a más oportunidades laborales.
Generalmente en su origen los nacientes centros urbanos carecen de servicios
básicos, su estructura vial, de transporte y comunicaciones es muy precaria.
Desde el punto de vista de los actores sociales35 también hay cambios, hoy
cohabitan empresarios agrícolas altamente modernizados y provenientes de
otros sectores de la economía nacional; temporeros que prestan servicios como
asalariados por temporadas, en relación a actividades específicas y de acuerdo
a la estacionalidad; contratistas o empresas, que con diferentes grados de
formalización, reclutan, movilizan y venden fuerza de trabajo a las compañías
del sector agroforestal y pesquero para la ejecución de determinadas labores.
Pero junto a esta agricultura moderna exportadora coexisten pequeños
productores que han quedado excluidos de los procesos modernizadores, y
cuyo rol social es producir alimentos de consumo directo para los mercados
locales o regionales, en rubros de baja rentabilidad.
la investigación de las nuevas realidades rurales en Chile, Actas del 3° Congreso Chileno de
Antropología. LOM Ediciones, Santiago de Chile, 1031-1034
35
Cfr. ECHEÑIQUE, J y GÓMEZ, S, 1988, La agricultura chilena, Las dos caras de la
modernización, FLACSO, Santiago de Chile.
36
Cfr. Neffa, J, 1999, Crisis y emergencia de Nuevos Modelos Productivos, en Los retos
teóricos de los estudios del trabajo hacia el siglo XXI, Enrique de la Garza Toledo (comp.),
Grupo: Trabajo, sujetos y organizaciones laborales, CLACSO, Buenos Aires.
22
Como se ha dicho anteriormente la globalización es mucho más que un modelo
económico, tiene un foco cultural, lo cual significa que, por importantes que
sean, las cuestiones financieras y las relaciones internacionales están
considerablemente sujetas a contingencias y codificaciones de esta índole. Hoy
pareciera ser que la tendencia es ir hacia un modelo de sociedad urbana
global37, basada en los desarrollos tecnológicos y en las vinculaciones que han
promovido los procesos recientes de expansión y competencia económica
internacional.
37
Cfr. CASTELLS, M – HALL, P, 1994, Las Tecnópolis del Mundo. Alianza, Madrid; CASTELLS,
M, 2004, La era de la información: economía, sociedad y cultura, Siglo Veintiuno Editores,
Madrid; 1995, Ciudad informacional. Tecnologías de la información, reestructuración económica
y el proceso urbano-regional, Editorial Alianza, Madrid; 2002, La Ciudad de la Nueva
Economía, [en línea], http://www.lafactoriaweb.com/articulos/castells12.htm, [consultado 22
Junio de 2006]; 1997, El surgimiento de la sociedad de redes, Cap. 6: El espacio de los flujos,
[en línea], http://www.hipersociologia.org.ar/catedra/material/Castellscap6.html, [consultado 22
Junio de 2006]; GUIDDENS, A, 1991, Sociología, Alianza, Madrid.
38
Cfr. Cfr. BAIGORRI, Artemio, 1998, Hacia la urbe global, ¿el fin de las jerarquías territoriales?
[en línea], <http://www.unex.es/sociolog/BAIGORRI/papers/urbeglobal.pdf>, [consultado 10 de
Diciembre 2005]; LEFEBVRE, Henry, 1978, De lo rural a lo urbano, Península, Barcelona, 140p.
23
presente este artefacto y es por eso su importancia. Porque a través de él se
transmiten una serie de valores que van cambiando directamente el modo de
vida rural. Del mismo modo recordemos que hoy los mass media son útiles a un
sistema que intenta abarcar y cautivar a un gran público. Se generan así
cambios de ideas y de valores en los ciudadanos y a veces también
comportamientos adictivos. De hecho, la publicidad siempre ha ejercido esta
influencia, la novedad es que hoy las empresas lo hacen con un objetivo, que
está estrechamente relacionado con obtener clientes.
24
motivación vital es llegar a la ciudad. Permanentemente nos están diciendo que
la agricultura está mal, que está en crisis. Eso cala muy profundamente en las
nuevas generaciones y lo único que ellas quieren es salir del campo.
25
6. Potencialidades de la nueva ruralidad
No podemos dejar de mencionar todos los adelantos que han llegado al campo.
Sin duda que entre los más significativos destacan el arribo de la luz eléctrica,
el adelanto significativo en las comunicaciones y transporte, el acceso a
tecnología y a técnicas para renovar y perfeccionar la producción agrícola,
mayores oportunidades para conseguir créditos, capacitación, etc. Del mismo
modo se valoriza positivamente la posibilidad de optar a una calidad de vida
más digna, ya sea por la mejora de las viviendas, el acceso a agua potable, ya
sea por la adquisición de electrodomésticos, línea blanca, muebles, etc.
26
Para nosotros los hombres y mujeres rurales son la principal riqueza que
presenta este sector. Se reconoce en ellos el amor y el apego a la tierra, su
vivencia de fe, sus valores humanos y cristianos. Ellos pueden fácilmente
comprobar cuán noble es su trabajo, sea porque lo viven en el templo
majestuoso de la creación; sea porque lo ejercen a menudo en la vida de las
plantas y los animales, vida inagotable en sus expresiones, inflexible en sus
leyes, rica en recuerdos de Dios Creador Próvido; sea porque produce la
variedad de los alimentos de que se nutre la familia humana, y proporciona un
número siempre mayor de materias primas a la industria.39
Los hombres y mujeres rurales somos personas que tenemos una forma propia
de pensar, de ser y de actuar. El trabajo solitario y el contacto íntimo con la
naturaleza nos hacen sacarle vida a la tierra.
39
Cfr. JUAN XXIII, Mater et Magistra, 44.
27
En las expresiones de fe de los campesinos se revela la convicción profunda de
que la tierra es un don de Dios que hay que respetar y cuidar. La tierra es vida,
y trabajar la tierra de Dios es un acto de comunión íntima con Dios. Es
colaborar en el trabajo de Dios, en algo que es de Dios. El campesino descubre
a Dios y se siente unido a El al recibir vida de la tierra, trabajar en ella y luchar
por ella40.
Aún hoy encontramos campesinos que no comprenden cómo alguien puede de-
cir que es propietario de la tierra. Para ellos uno puede ser propietario de los
frutos de la tierra, de los beneficios que se obtienen de la tierra, pero no dueño
de la tierra.
Casi todas las fiestas religiosas y las tradiciones populares están ligadas muy
estrechamente a los ciclos de las cosechas y del trabajo de la tierra. En este
sentido la Religiosidad Popular cobra importancia, la devoción Mariana y a los
Santos son fuertes en el campo42.
La fecundidad es otro don de Dios que agradecen con frecuencia. Plantas, ani-
males y seres humanos son fecundos porque son de Dios. Dios es origen de
40
Cfr. CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE, 2007, Discípulos misioneros de Jesucristo para
un tiempo nuevo, Carta Pastoral a los hombres y mujeres del campo chileno, 15 – 20 pp.
41
Cfr. CARAVIAS, J L, 1978, Religiosidad campesina y liberación, [en línea],
<http://www.mercaba.org/Libros/cartel_caravias.htm>, [consultado 20 de Diciembre 2005].
42
Cfr. V CONFERENCIA GENERAL DE EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE,
2007, Documento de Aparecida, nn 258 – 265.
28
todas las formas de vida y su continuidad; es el que asegura la fecundidad. Lo
que no se reproduce no está en la dinámica divina.
El campesino, apoyado en Dios, por mal que le vaya, suele esperar tiempos
mejores, una tierra nueva, grande y espaciosa, en la que reine la justicia; una
tierra que alcance para todos, en la que todos se sientan hermanos.
6. La Familia rural:
La mayoría de las familias son de tipo nuclear y la figura del padre continúa
siendo central. Hay también hogares constituidos por un solo progenitor. Tal
es el caso de madres o padres solteros. También es común en el campo
encontrase con abuelos que crían sus nietos. Generalmente esto acontece
29
porque la madre o ambos progenitores se trasladan a trabajar a los centros
urbanos.
En general, la familia rural es muy poco afectiva en sus relaciones, así como
también no son muy profundos los temas de comunicación que se dan en su
interior. La mayoría de las veces se refieren solamente a cosas triviales como
los resultados académicos de los hijos, cosas laborales o algún tema que esté
de moda a propósito de un programa de televisión o alguna noticia. Esta
situación contribuye a que las relaciones interpersonales sean muy formales.
No se habla mucho de sexualidad, la educación en este ámbito los niños y
jóvenes la obtienen en la escuela43.
43
Cfr. ZAPATA, S, 2002, La mirada de los y las jóvenes rurales, IICA Santiago Chile; 2001,
Conociendo a la Joven Rural, IICA, Santiago de Chile; 2000, Al encuentro del joven rural, IICA,
Santiago de Chile.
30
El papá es el menos afectivo, pues “su amor lo expresa trayendo el alimento al
hogar.” Como el padre es quien trabaja aún se mantienen algunos semblantes
de machismo, existen algunos casos dramáticos donde la mujer no tiene ni voz
ni voto en la casa. A esto se agregan altos índices de violencia intrafamiliar
perpetuados la mayoría de los casos en estado de ebriedad. En algunos
lugares se evidencian también casos de violación a menores, generalmente el
abusador es el padrastro o algún vecino.
Hoy en cierta medida los hijos se han venido independizando más. Entre las
variadas razones se puede destacar el mayor grado de instrucción que han
logrado los jóvenes. “Ellos dominan más los temas y los padres muchas veces
por la baja escolaridad se quedan en silencio.” (Sacerdote Entrevistado Nº 10)
31
7. El fenómeno de las iglesias evangélicas en las zonas rurales
No obstante, durante los últimos años las iglesias evangélicas han venido
demostrando que tienen una muy buena aceptación en la población del mundo
rural. Allí difunden el evangelio y desarrollan un acompañamiento sistemático y
permanente. Sus ministros o agentes pastorales constantemente están
44
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE) CENSO 2002.
45
Idem.
32
visitando y animando las comunidades. Las iglesias evangélicas, asimismo, se
han visto apoyadas por los rasgos con que expresan su religiosidad, basada en
lo emotivo, sensorial e inmediato. Su liturgia es muy participativa, música
alegre, coros que repiten estribillos populares, palmadas y exclamaciones que
estimulan al colectivo. Incorporan en consecuencia ritos de poca formalización,
la experimentación sensorial de lo sobrenatural, las curaciones, el milagro, la
posesión por el espíritu, una religiosidad, en fin, más vivencial y emotiva que
racional. Los relatos de curaciones y otros testimonios milagrosos causan un
peculiar impacto entre la membresía.
33
pero cuando les llegan a hablar de Jesús allí encuentran lo que andaban
buscando. Si se adhieren a Jesús por lo menos llegarán a ser algo en el mundo.
Como la sociedad los rechaza, ni siquiera los contempla, bueno, por lo menos
la Iglesia evangélica los considera” (Sacerdote Entrevistado Nº 40).
34
LA PASTORAL DE LA IGLESIA CATÓLICA DEL SUR DE CHILE EN UN
MUNDO RURAL QUE CAMBIA: comprensión, interrogantes y perspectivas.
46
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, nn 5 - 11.
35
1. Iglesia para el Reino.
Uno de los logros más connotados del Concilio Vaticano II, fue recuperar el
reino de Dios como categoría fundamental para la autocomprensión de la
Iglesia y su misión, así como para su transformación permanente47.
El Reino de Dios es esencial, está primero que la Iglesia, pues nuestro centro y
horizonte no pueden ser otros que los que tuvo la evangelización de Jesús48.
47
Cfr. ELLACURIA, I, 1984, Conversión de la Iglesia al Reino de Dios, para anunciarlo y
realizarlo en la historia, Sal Terrae, Santander; CONCILIO VATICANO II, Constitución
Dogmática Lumen Gentium n º 5.
48
Cfr. SCHNACKENBURG, R, 1974, Reino y Reinado de Dios, Ediciones Fax, Madrid, 3ª
Edición, 66 – 74 pp; SOBRINO, J, 1992, Jesucristo Liberador, Lectura histórico teológica de
Jesús de Nazaret, UCA Editores, San Salvador; 121 -184 pp; SEGUNDO, J L, 1991, La Historia
perdida y recuperada de Jesús de Nazaret, de los sinópticos a Pablo, Editorial Sal Térrea,
Santander, 191 – 221 pp.
49
Cfr. SOBRINO, J, 1992, Jesucristo Liberador, Lectura histórico teológica de Jesús de
Nazaret, UCA Editores, San Salvador, 122 – 123pp.
36
En los Evangelios encontramos diversas imágenes, parábolas o metáforas a
través de las cuales se presenta su significado. En términos generales
podríamos decir que es la gran utopía de Dios para la humanidad. En palabras
de Sobrino se puede conjeturar que el reino de Dios tiene una doble
vinculación primordial, “el regir de Dios en acto, para transformar una realidad
histórico-social mala e injusta, en otra buena y justa.”50 La predicación de
Jesús no pretende otra cosa que conseguir la transformación de aquella
sociedad donde reina la injusticia, no mediante la fuerza, el poder, el prestigio o
el dinero, sino mediante la puesta en práctica del amor solidario que hace
surgir dentro de un mundo desigual e injusto, una sociedad alternativa en la
que todos son iguales, libres e incluidos.
50
Ibid. 128p.
51
Ibid. 143 – 154pp.
52
Ibid. 151p.
37
Padre Dios. Refleja en su propia humanidad la actitud de Dios para con los
hombres.
Los milagros, tienen una connotación especial, son clamores del reino y
verdaderos signos de la liberación del mal54. Nos manifiestan que la salvación
es la superación de males concretos y la liberación de opresiones históricas.
Son signos de ese mundo futuro en el que ya no habrá llanto, ni lágrimas, ni
sufrimiento55.
Sobrino destaca también que otra acción muy propia en Jesús es la celebración
de la venida del Reino. La llegada del reino es Buena Noticia por eso es motivo
de fiesta. Las comidas simbolizan que para que el reino sea realidad es
necesario promover una comensalidad común, abierta e igualitaria, en la que
tienen que ser recibidos todos los excluidos y marginados del sistema. Todas
las barreras que se oponen a esa comensalidad quedan abolidas por la forma
de banquetear propia de Jesús. De esta manera se va realizando el ideal de
53
Cfr. SCHNACKENBURG, R, 1974, Reino y Reinado de Dios, Ediciones Fax, Madrid, 3ª
Edición; SOBRINO, J, 1992, Jesucristo Liberador, Lectura histórico teológica de Jesús de
Nazaret, UCA Editores, San Salvador; MATEOS, Juan, 1991, El Sermón del Monte, [en línea],
<http://www.uca.edu.ni/claret/db/biblioteca/>, [Consultado 21 Octubre de 2004]; MATEOS, J –
CAMACHO, F, 1990, El Horizonte humano, La propuesta de Jesús. Ed. El Almendro, Córdoba,
3ª ed.
54
Cfr. SCHNACKENBURG, R, Op. Cit. 108p.
55
Cfr. SOBRINO, J, Op. Cit. 156 – 170pp.
38
justicia que entraña el Reino56. Con las celebraciones con los excluidos Jesús
cuestiona el concepto de honor, el sistema de pureza y las relaciones de
patronazgo, de los que se derivaban los valores claves que configuraban las
relaciones entre los seres humanos de su tiempo. De esta forma propugna unos
valores alternativos como la acogida, la reciprocidad, el servicio, el compartir la
vida, la fraternidad57.
Ahora bien, la invitación que se hace a los seguidores de Jesús, es obrar para
la mayor realización posible del reino de Dios en la historia. La Iglesia existe
para ello. Jesús anunció el Reino, y para anticiparlo comenzó la Iglesia. Es
posible que nuestra comunidad haya reflejado y anticipado muy poco ese
mundo definitivo. Incluso puede haber dado una imagen contraria. Pero, a pesar
de todas las inconsecuencias, traiciones e hipocresías, sigue proclamando
que Jesús y su mensaje son la única verdad absoluta, el único camino, fuente
de vida.
Nuestro amor a la Iglesia es un amor “por el Reino” y ese amor maduro deberá
ser siempre un amor crítico, sobre todo cuando en la Iglesia predominen otros
intereses que los del Reino. Debemos superar todo amor ingenuamente
triunfalista hacia la Iglesia, que ignora sus deficiencias históricas, antiguas y
modernas58. “Debemos tener conciencia de ellas y combatirlas con la máxima
energía para que no dañen a la difusión del Evangelio”59 pues a la Iglesia se le
juzgará por el Reino.
56
Ibid. 181 – 184pp.
57
Cfr. MATEOS, J – CAMACHO, F, 1990, El Horizonte humano, La propuesta de Jesús. Ed. El
Almendro, Córdoba, 3ª ed., 143p.
58
CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral, Gaudium et spes, nn 19, 36, 43.
59
Ibid. nº 43.
39
Creemos que el anuncio que hace la Iglesia de la buena noticia no debería ser
el anuncio de sí misma, ni el anuncio de un Jesús y de un Dios al margen de la
salvación real del hombre y del mundo. Muy por el contrario, la Iglesia está en
función del Reino de Dios, ella debe cumplir su misión en condición de sierva
como su fundador. La Iglesia constituye en la tierra el germen y el principio de
ese reino.60
60
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, Nº 5.
61
III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, Puebla, nº 227.
62
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium nº 9.
63
Íbid. nº 8; 26.
64
Íbid. nº 9.
65
Íbid. nº 11.
66
Íbid. nº 2.
40
cual el Pueblo peregrina y es el germen del reino de Dios, así lo terrenal no
queda en un segundo plano sino que es inherente al Pueblo de Dios, pues en él
se realiza el reino de Dios. Esta nota es muy importante pues denota una
actitud abierta e integradora. Una Iglesia al servicio cotidiano de la comunión
humana67 en el mundo moderno, ámbito contemporáneo del Reino de Dios.
67
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral, Gaudium et spes, nº 40.
68
Cfr. FLORISTAN, C, TAMAYO, J (Eds), 1985, El Vaticano II, veinte años después, Ediciones
Cristiandad, Madrid, 72p.
69
Cfr. MUÑOZ, R, A los 40 años de su emisión por el Concilio, revisamos...la recepción de la
Lumen Gentium en América Latina, [en línea], <http://servicioskoinonia.org/relat/347.htm>,
[consultado, 20 Enero de 2006]
70
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, nº 9.
41
El pueblo de Dios es universal, pues todos estamos llamados a formar parte de
él, y todos los hombres, en diferentes grados, pertenecen al pueblo de Dios71.
“Así, pues, la Iglesia ora y trabaja para que la totalidad del mundo se integre en
el pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo, y en Cristo,
Cabeza de todos, se rinde al Creador Universal y Padre todo honor y gloria”72.
La autodenominación Pueblo de Dios impone el imperativo de hacer lo posible
para que toda la humanidad llegue a ser pueblo de Dios. Aquello sólo podrá
realizarlo y vivirlo estando en el mundo de los hombres y peregrinando en la
historia de los hombres. Por esta razón ser el Pueblo de Dios en el mundo,
conlleva al compromiso de estar en lo más real del mundo, esto es, la realidad
de los hombres y mujeres que son oprimidos, que padecen por la injusticia y
falta de solidaridad.
Pero la Iglesia no sólo está en lo más real del mundo para mostrar todo lo que
de iniquidad tenga éste, sino también para sembrar la esperanza de que se
puede construir un mundo mejor, esperanza que está inseparablemente unida
a la justicia social, al mejoramiento real del hombre y la mujer, sobre todo, la
defensa de sus derechos humanos, del derecho a la vida, a la educación, a la
vivienda, a la salud, al derecho del medio ambiente, etc73.
71
Íbid. nº 13.
72
Íbid. nº 17.
73
Cfr. II CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, Medellín,
Documento Justicia; III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO
Puebla, nn 226; 227.
74
Cfr. MUÑOZ, R, 2002, Ser Iglesia de Jesús en Poblaciones y Campos, Eclesiología, de
Base, Centro Ecuménico Diego de Medellín, Santiago de Chile, pp. 19 - 20; 2000, La Trinidad
de Dios Amor Ofrecido en Jesús el Cristo, Pía Sociedad de San Pablo, Santiago de Chile; 1994,
Pueblo, Comunidad, Evangelio, Escritos Eclesiológicos III, Ediciones Rehue Ltda., Santiago de
Chile, pp. 49 – 51; 1990, Llamados desde el pueblo de Dios, Ediciones Paulinas – Rehue,
Santiago de Chile, pp. 89 -134; 2004, A los 40 años de su emisión por el concilio, revisamos... la
42
analizando la Constitución Dogmática sobre la Iglesia, subraya que en aquella
se destacan básicamente tres dimensiones. La primera de ellas es el carácter
esencialmente comunitario y fraternal de la vida cristiana, y de la esperanza del
reino de Dios que la atraviesa. Vida y esperanza comunitarias que deben
expresarse en la solidaridad afectiva y efectiva, en la liturgia y el testimonio, y
en la orientación del servicio al mundo. Luego agrega el sentido y el modo
ministeriales de todos los carismas y las funciones que se dan en el Pueblo de
Dios. Carismas y funciones que sólo pueden entenderse y practicarse en
fidelidad como dones del Espíritu para el servicio humilde de la comunidad
eclesial y de su misión en el mundo. Y finalmente que esa comunidad debe ser
servida para crecer constantemente en comunión y participación, en el
compartir fraterno, y la corresponsabilidad deliberante y activa; de las personas
en las comunidades locales, y de éstas en la Comunidad mayor.
El mismo Muñoz en un nivel más práctico, dice que lo anterior implica tres
necesidades imperativas: que cada persona y cada familia cristiana necesita y
tiene derecho a poder reconocerse y participar activamente en una comunidad
eclesial concreta; que un conjunto más o menos amplio de esas comunidades,
con sus legítimas diferencias, deben articularse dinámicamente en una
comunidad eclesial mayor, en un espacio geográfico más extenso pero con una
cierta unidad sociológica, como "Iglesia particular" servida en su comunión y
participación por el ministerio de los pastores; y que en la Iglesia todos los
ministerios, en todos lo niveles - desde la comunidad de base hasta la
comunidad católica servida por el Sucesor de Pedro - deben entenderse y
practicarse en "colegialidad", es decir, en corresponsabilidad corporativa, con
43
afecto, prácticas y estructuras, de hermanos y "colegas" en el común servicio
del Pueblo de Dios.
Agrega que si la Iglesia es fiel a estas dimensiones podrá ella misma ser
servidora de toda la humanidad, en la línea de la vocación universal que sus
miembros han recibido de hacerse, en Cristo y por el Espíritu, Reino de
fraternidad y Familia de Dios trinitario. La Iglesia de este modo podrá aparecer
en la historia humana como sacramento e instrumento, de la unión íntima con
Dios y de la unidad de todo el género humano75.
Tenemos que ser los propiciadores de una Iglesia que viva la comunión
(koinonía) y el servicio (diakonía) a la humanidad. Según las enseñanzas de
Jesús, esa comunidad al igual que el reino ha de germinar insignificantemente y
sin pretensiones de grandeza77. El carácter modesto y acogedor de esta
comunidad es fiel reflejo de la práctica de Jesús que acoge a su lado a todos
75
Idem.
76
HECHOS DE LOS APOSTOLES 2, 47.
77
Cfr. SAN MATEO 13, 31 – 33.
44
los que no tienen cabida en la sociedad. Con los excluidos Jesús irá formando
la nueva sociedad y ellos han de ser como un puñado de levadura, suficiente
para transformar la masa. Unos pocos sin hacerse notar han de incidir
fuertemente en la sociedad hasta hacer madurar la humanidad.
45
La Iglesia comunidad, que se encamina hacia el reino, ha de sobrepasar la
justicia con una generosidad que supere todas las expectativas y haga posible
el remedio de la miseria humana en el mundo. Hemos de ser capaces, al igual
que Jesús, de ser solidarios, o lo que es igual, a ponerse en el lugar del otro,
como si fuera uno mismo, haciendo con él lo que uno desearía que le hicieran.
Todos estamos invitados a crear un nuevo estilo de relaciones humanas en el
que la generosidad del amor hacia los últimos nos haga salir de nuestros
esquemas de méritos y privilegios.
80
Ibid. nº 13.
81
Ibid. nº 26.
46
Ahora bien, como ya hemos venido señalando, esta Iglesia particular “no nace
a partir de una especie de fragmentación de la Iglesia universal, ni la Iglesia
universal se constituye con la simple agregación de las Iglesias particulares”82;
sino que hay un vínculo vivo, esencial y constante que las une entre sí, en
cuanto que la Iglesia universal existe y se manifiesta en las Iglesias particulares.
Por esto dice el Concilio que las Iglesias particulares están "formadas a imagen
de la Iglesia universal, en las cuales y a partir de las cuales existe una sola y
única Iglesia católica.”83
82
CONCILO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, nº 13.
83
JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Christifideles Laici nº 25
84
III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, Puebla, nº 642.
47
sobre la comunidad y que serían los responsables absolutos de las decisiones o
los protagonistas de la situación85.
85
Cfr. GONZÁLEZ FAUS, J, 2000, Obispos para el siglo XXI, [en línea]
< http://servicioskoinonia.org/relat/314.htm>, [consultado 15 Marzo de 2006].
86
Cfr. CONCILO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, nº 18; V
CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, Documento
Aparecida, nº 186.
87
Cfr. CONCILO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, nn 9 – 18.
48
3. La Experiencia de las Comunidades Eclesiales de Base en la Iglesia
Latinoamericana.
88
Cfr. AZEVEDO, M, 1986, Comunidades Eclesiales de Base, alcance y desafío de un modo
nuevo de ser Iglesia, Sociedad de Educación Atenas, Madrid, 24p.
89
Ibid. 195p.
90
Cfr. LOIS, J, 1988, Teología de la liberación, opción por los pobres, Editorial Iepala, Madrid,
2ª Edición, 36 – 39pp.
91
Cfr. MUÑOZ, R, 2006, Quién es Jesús, de qué manera es Cristo, y qué significa hoy ser sus
discípulos y misioneros, Centro Ecuménico Diego de Medellín – Congregación de los Sagrados
Corazones, Santiago de Chile, 7p.
49
a un grupo reducido de personas que fueron tomando conciencia de ser un
signo del poder actual del reino92 y de constituir el nuevo pueblo de Dios. Esta
comunidad no desaparece con su muerte, muy por el contrario, se mantiene
viva multiplicándose en medio de las dificultades y hostilidades. Ellas seguirán
con la causa de Jesús, testimoniando la fe en el resucitado con hechos y
palabras, reformulándola doctrinalmente y encarnándola comunitariamente93.
92
Cfr. SCHNACKENBURG, R, Op. Cit. 204p.
93
Cfr. TAMAYO-ACOSTA, J, 2000, Hacia la Comunidad 6, Dios y Jesús, El horizonte religioso
de Jesús de Nazaret, Editorial Trotta, Madrid, 40p; MATEOS, J – CAMACHO, F, 1990, El
Horizonte humano, La propuesta de Jesús. Ed. El Almendro, Córdoba, 3ª ed., 68 – 72pp.
94
Cfr. AZEVEDO, M, Op. Cit. 19p.
50
fundamentando su participación en la liberación concreta, en la transformación
de realidades destructoras de la dignidad humana.95
En cuanto a lo Institucional las CEBs motivaron una nueva manera de ser y vivir
la Iglesia en Latinoamérica. De una Iglesia jerárquica orientada a tutelar y
vigilar, se pasa a un modelo de Iglesia más acogedora, abierta a transformarse,
al nivel de las personas y de las estructuras, dispuesta a refrendar y legitimar en
su seno la vitalidad de las pequeñas comunidades.96 En este proceso de
renovación se redefinen las figuras clásicas del sacerdote y del obispo, a los
que se les ve menos como autoridades eclesiásticas y más como pastores,
animadores del Evangelio y principio de unidad y cohesión comunitaria.97
Quisiéramos rescatar también que las CEBs otorgarán participación al laico en
la Iglesia. El laico cada vez más consciente de las necesidades que aquejan a
su Iglesia, comenzará a reflexionar sobre el futuro de la misma. La grave crisis
que provoca la falta de sacerdotes despierta en los hombres y mujeres no
consagrados el deseo de ser continuadores de la vocación evangelizadora y
comunitaria de la Iglesia. Aquello suscitará la multiplicación de los ministerios
eclesiales como animadores, catequistas, misioneros, encargados del canto,
de la visita a los enfermos, etc .
95
Cfr. MUÑOZ, R, 1994, Pueblo, Comunidad, Evangelio, Escritos Eclesiológicos III, Ediciones
Rehue Ltda.., Santiago de Chile, 7 – 24pp.
96
Cfr. AZEVEDO, M, Op. Cit. 229 – 332pp.
97
Cfr. BOFF, L, 1986, Y la Iglesia se hizo Pueblo, Eclesiogénesis, la Iglesia que nace de la fe
del Pueblo, Editorial Sal Terrae, Santander, España, 49p.
51
Como punto de partida la CEB es una comunidad. Con esta nota se intenta
revalorar lo comunitario al interior de la Iglesia y la sociedad. Para los primeros
cristianos la Iglesia se entendió siempre como una comunidad. Ella era el
hogar, significa el espacio para compartir la vida de fe en la oración y la
fracción del pan, es la instancia para servir y compartir los bienes98. En las
CEBs la fe se vive como una experiencia compartida, mutuamente alimentada
y apoyada por sus miembros. En la comunidad todos son y se sienten
responsables, porque pueden participar y de hecho participan en su pequeña
comunidad en lo que se proyecta, se dice y decide. Sólo en la comunidad
podemos desarrollarnos como seres humanos auténticos y vivir con más fuerza
el sentimiento de la fraternidad. En la comunidad todos somos iguales, aquello
conlleva también a la participación y a la eliminación de la relación de
subordinación infantilizante con los clérigos poseedores de los sacramentos, la
verdad y la salvación99.
98
Cfr. HOORNAERT, E, 1986, La memoria del Pueblo Cristiano, una historia de la iglesia en
los tres primeros siglos, Ediciones Paulinas, 87p.
99
Cfr. AZEVEDO, M, Op. Cit. 75 – 85pp.
100
Ibid. 86 – 98pp.
52
haciendo suyos los dramas de las grandes mayorías empobrecidas de nuestro
pueblo101.
En este intento por caracterizar las CEBs, llegamos a la última palabra de las
tres que la componen, que es de Base. En relación a este término aún existe
cierta ambigüedad, no obstante la práctica de las comunidades nos aclara esta
expresión. Muchas CEBs han crecido y se han desarrollado en las zonas
rurales y poblaciones marginales de nuestro país y continente. De acuerdo a
esta particularidad las CEBs son de base porque están constituidas por
hombres y mujeres pobres y marginados de la sociedad y por personas que
han tomado una opción de vida a favor del reino y su justicia. La CEB es una
Iglesia que nace y crece entre los pobres, los que no tienen dinero, cultura o
poder, es decir entre los que están en la base de la pirámide social102.
La experiencia de las CEBs también nos advierte que sus participantes son en
mayoría laicos, cristianos y cristianas que están en la base de la estructura
jerárquica de la Iglesia, y que quieren vivir la fe en comunidad inspirada en el
modelo de Jesús. La CEB debe ser semilla del Reino, un lugar abierto a la
participación de los laicos y laicas en los niveles de decisiones, ha de estar
inserta en las realidades del mundo para hacer surgir los valores del
Evangelio103.
101
Cfr. BOFF, L, Op. Cit. 70p.
102
Cfr. AZEVEDO, M, Op. Cit. 98 – 106pp.
103
Idem.
53
evangelización y esperanza para la Iglesia universal, pues reúnen a los
cristianos donde la penuria de sacerdotes no favorece la vida normal de una
parroquia. Buscan su alimento en la Palabra de Dios, permanecen unidas a la
Iglesia local y universal, guardan sincera comunión con sus pastores, no se
creen jamás el único destinatario o el único agente de evangelización, crecen
cada día en responsabilidad, celo, compromiso e irradiación misioneros, se
muestran universalistas y no sectarias.104
Juan Pablo II por su parte indica que las CEBs están dando prueba positiva
como centros de formación cristiana y de irradiación misionera. Ellas están
conformadas por grupos de cristianos a nivel familiar o de ámbito restringido,
los cuales se reúnen para la oración, la lectura de la Escritura, la catequesis,
para compartir problemas humanos y eclesiales de cara a un compromiso
común. Son un signo de vitalidad de la Iglesia, instrumento de formación y de
evangelización, un punto de partida válido para una nueva sociedad fundada
sobre la “civilización del Amor”. Estas comunidades descentralizan y articulan
la comunidad parroquial a la que permanecen siempre unidas; se enraízan en
ambientes populares y rurales, convirtiéndose en fermento de vida cristiana, de
atención a los últimos, de compromiso en pos de la transformación de la
sociedad. En ellas cada cristiano hace una experiencia comunitaria, gracias a la
cual también él se siente un elemento activo, estimulado a ofrecer su
colaboración en las tareas de todos. De este modo, las mismas comunidades
son instrumento de evangelización y de primer anuncio, así como fuente de
nuevos ministerios, a la vez que, animadas por la caridad de Cristo, ofrecen
también una orientación sobre el modo de superar divisiones, tribalismos y
racismos.105
104
Cfr. PABLO VI, Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, nº 58.
105
Cfr. JUAN PABLO II, Carta Encíclica Redemptoris Missio nº 51; Exhortación Catequesi
tradendae nº 47; Exhortación Apostólica Ecclesia In África, nº 89; Cfr. Exhortación
apostólica Ecclesia in América nº 41
54
Las Comunidades Eclesiales de Base han permitido renovar la parroquia
además de asegurar mejor su eficacia operativa. En muchas CEBs los fieles
pueden comunicarse mutuamente la Palabra de Dios y manifestarse en el
recíproco servicio y en el amor; estas comunidades son verdaderas expresiones
de la comunión eclesial y centros de evangelización, en comunión con sus
Pastores.106 Permiten la participación, pues cada uno de sus miembros vive su
vocación propia y cumple su función.107
106
Cfr. JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Christifideles Laici nº 26.
107
Cfr. JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Ecclesia In Asia nº 25
108
Cfr. II CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, Medellín,
1968. Doc. Pastoral de Conjunto, nº 10.
55
Por esta razón la Conferencia General del Episcopado promueve la formación
del mayor número de comunidades eclesiales en las parroquias, especialmente
rurales o de marginados urbanos. Comunidades que deben basarse en la
Palabra de Dios y realizarse, en cuanto sea posible, en la celebración
eucarística, siempre en comunión con el obispo y bajo su dependencia.109
A estas alturas, era un hecho claro que las CEBs, a partir de Medellín, se
habían multiplicado y madurado por todas partes de América Latina, llegando
incluso a otras partes del mundo.110
109
Ibid. Doc. Pastoral Popular, nº 13.
110
Cfr. III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, Documento
de Puebla, 1979, nn 96; 239.
111
Ibid. nn 98; 156.
56
Se han convertido en focos de Evangelización y en motores de liberación y
desarrollo. 112
112
Ibid. nn 125; 97; 239; 96.
113
Ibid. nn 629; 643; 641.
114
Cfr. IV CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, Santo
Domingo, 1992, nn 55; 61; 64; 142.
115
Ibid. nn 61; 48; 54; 58; 63.
116
Ibid. nn 58; 142.
117
Ibid. nn 60, 61, 95, 106; 55, 63, 131.
57
Se advierte también en el Documento que cuando no existe una clara
fundamentación eclesiológica y una búsqueda sincera de comunión, estas
comunidades dejan de ser eclesiales y pueden ser víctimas de manipulación
ideológica o política118. Por esto, consideran necesario, ratificar la validez de
las comunidades eclesiales de base fomentando en ellas un espíritu misionero y
solidario y buscando su integración con la parroquia, con la diócesis y con la
Iglesia universal, en conformidad con las enseñanzas de la Exhortación
Apostólica Evangelii Nuntiandi. Elaborar planes de acción pastoral que
aseguren la preparación de los animadores laicos que asistan a estas
comunidades en íntima comunión con el párroco y el obispo.119
Con ello los obispos asumen el desafío de renovar el cuerpo eclesial a fondo,
desde las mismas bases de las Iglesias Locales, o sea desde las mismas
células del cuerpo eclesial. Dice el Documento “si se quieren comunidades
vivas y dinámicas, es necesario suscitar en ellas una espiritualidad sólida,
118
Ibid. Nº 62
119
Ibid. nº 63
120
Cfr. V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, 2007,
Documento Aparecida, nn 170-177.
121
Ibid. nn 178 -180.
58
basada en la Palabra de Dios, que las mantenga en plena comunión de vida e
ideales con la Iglesia Local, y en particular con la comunidad parroquial. Así, la
parroquia, de otra parte, como desde hace años nos lo hemos propuesto en
América Latina, llegará a ser comunidad de comunidades”122.
122
Ibid. nº 309.
123
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitucion Pastoral Gaudium Et Spes nº 1
124
CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, nº 8.
59
Asumió el contexto, se hundió enteramente en la cultura. Nació en una aldea
dependiente, fue reconocido como el galileo.
La situación actual del sector rural necesita de una pastoral rural cuyo método
de Misión ha de ser el mismo practicado por Jesús. Quien tuvo como horizonte
la liberación de aquel pueblo campesino marginado y tratado como si fuera de
segunda categoría por las autoridades. Esta tarea liberadora debe abarcar
todas las dimensiones de la existencia humana y dejar atrás todo
reduccionismo espiritual. De este modo la salvación del mundo rural o es
125
Cfr. BOFF, L, 1992, Nueva Evangelización, Ediciones Paulinas, Santiago de Chile, 2ª
Edición, 97 – 102pp.
126
Cfr. V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO, Aparecida,
2007, nº 33.
60
integral o no es salvación. Toda acción salvífica emprendida por la Pastoral
Rural tendrá como fin la persona en su unidad indivisible.
61
problema ecológico. Los hombres y mujeres que se relacionan a diario con la
Creación ven como se va deteriorando la Obra de Dios. La Iglesia en
Aparecida escucha la voz de los explotados y oprimidos y reflexiona sobre el
daño ecológico. Reconoce que nuestro continente aún es reserva de
biodiversidad. Denuncia que en ocasiones el desarrollo económico arremete
contra el medio ambiente y excluye a los pueblos originarios y rurales. La
naturaleza ha sido y continúa siendo agredida. La tierra fue depredada. Las
aguas están siendo comercializadas como si fueran una mercancía. Las
industrias extractivas de recursos que, cuando no proceden a controlar y
contrarrestar sus efectos dañinos sobre el ambiente circundante, producen la
eliminación de bosques, la contaminación del agua y convierten las zonas
explotadas en inmensos desiertos.127
La tierra clama por justicia y la Iglesia en el sector rural debe ponerse al lado
del que sufre. Creemos que es el momento propicio para plantear un nuevo
trato con la Madre tierra. El hombre ha de solidarizar con ella, asumir y vivir con
un sentido de responsabilidad global que tenga en cuenta las necesidades de
todos los seres vivos y al mismo tiempo garantice la integridad y la capacidad
de regeneración de la naturaleza.
127
Íbid. nº 84; 473.
128
Cfr. GENESIS 2, 15.
62
Una Iglesia encarnada en el mundo rural, debe ser capaz de reconocer la
sabiduría campesina que siempre ha buscado alcanzar un equilibrio en el
cuidado de la tierra. Tenemos que ser capaces de rescatar y difundir los valores
presentes en el mundo rural chileno, nutrirse del ser cultural tradicional, de sus
formas y arraigo de sus saberes, en sus identidades y uso en el tiempo. Estos
legados culturales permiten la emergencia de lo nuevo, a través del diálogo
intercultural y la transmisión de saberes a las nuevas generaciones, abriendo
caminos hacia un futuro sustentable.
63
LA PASTORAL DE LA IGLESIA CATÓLICA DEL SUR DE CHILE EN UN
MUNDO RURAL QUE CAMBIA: comprensión, interrogantes y perspectivas.
Y LAICOS.
La hemos elegido principalmente porque es muy ventajosa para lograr que las
personas entrevistadas transmitan oralmente sus definiciones personales del
contexto en el cual se encuentran interactuando, el mundo rural. Permite entrar
en diálogo profundo y rico con el entrevistado, ayuda a captar los hechos en
toda su complejidad, pues se trata de indagar la realidad en su globalidad, sin
fragmentarla y contextualizándola, consiguiendo no sólo las respuestas a los
temas elegidos sino también las actitudes, valores y formas de pensar de los
interrogados. Conduce a que los mismos actores sociales sean quienes
proporcionan los datos relativos a sus conductas, opiniones, deseos, actitudes y
expectativas. Nadie mejor que ellos para hablarnos acerca de aquello que
piensan y sienten, de lo que han experimentado o piensan hacer.
64
En lo que respecta a la selección de los informantes y la recolección de datos,
las entrevistas se realizaron entre Septiembre de 2005 y Enero de 2006 en
parroquias y comunidades rurales de la zona sur del país, comprendiendo las
Diócesis de Temuco, Villarrica, Valdivia, Osorno, Puerto Montt y Ancud.
Una vez seleccionadas las parroquias, con la intención que la muestra fuera
representativa, tratamos de conformar un grupo heterogéneo en distribución
geográfica, de manera tal que abarcáramos realidades cordilleranas, de la
depresión intermedia y del litoral. A su vez se procuró que los sacerdotes
fueran desiguales en edad y experiencia pastoral. Intentamos involucrar a más
de tres entrevistados por diócesis. También en la medida de nuestras
posibilidades tratamos de involucrar a algunos Diáconos Permanentes y Laicos
campesinos.
65
estudio. Nuestra intención es forjar desde su voz una pastoral más
participativa y comunitaria.
66
El guión de las entrevistas estuvo estructurado en dos grandes áreas temáticas
que ambicionaban conocer, lo más detalladamente, la visión del mundo rural y
el desarrollo y expectativas de la Pastoral que tienen los sacerdotes, diáconos
permanentes y laicos de las parroquias y comunidades rurales.
67
contribuye reducir al mínimo los sesgos personales, pérdida de datos
relevantes, distracción, desinterés, etc.
En relación al análisis de los datos, una vez recopilados estos por medio del
trabajo de campo, transcribimos todas las entrevistas manteniendo y
respetando el texto generado, sin intervenir el testimonio de los actores. Luego
teniendo presente los objetivos planteados de la investigación, procedemos al
estudio de los textos dando por entendido que el análisis e interpretación de los
mismos implica un examen minucioso, detallado y disciplinado.
68
Nuestro trabajo investigativo, como quehacer científico, ha pretendido
responder en cada momento a los criterios de confiabilidad y validez. Ambos
componentes vigorizan la calidad de la investigación, potencian la credibilidad y
veracidad de los datos entregados.
Sea la raíz griega o latina del concepto Pastoral, en ambos casos esta tiene que
ver con la totalidad de las acciones relacionadas con el acompañamiento,
orientación, protección y dirección para llegar a tener una vida según el querer
de Dios.
129
Cfr. SALMO 23; SAN JUAN 10, 11 – 18.
69
De acuerdo a lo anterior podríamos decir que la Pastoral son todas las tareas
que la Iglesia y los cristianos dentro de ella realizan para responder mejor a las
exigencias de la evangelización.
La Pastoral está relacionada con el obrar de la iglesia, que no es otra cosa que
hacer presente el evangelio en el "aquí y ahora" de la existencia humana. La
Pastoral es lo que hace la Iglesia para cumplir la misión de Evangelizar.
Aquello constituye, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más
profunda. Ella existe para evangelizar, para llevar la Buena Nueva a todos los
ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar
la humanidad misma.130
130
Cfr. PABLO VI, Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, Acerca de la Evangelización en
el Mundo Contemporáneo, 14 - 18.
131
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium Et Spes, Sobre la Iglesia en el
Mundo Actual, Nº 4.
70
reino y la presencia y misión en el mundo132. De lo que se trata primeramente
entonces, es de entender cómo la Iglesia tiene su razón de ser en estas tres
realidades sin una identificación absoluta con una de ellas, pero tampoco
olvidando ninguna, ya que si ha habido errores antes en la acción pastoral lo ha
sido o por un reduccionismo o por una absolutización en la identificación
132
Cfr. FLORISTAN, C, TAMAYO, J (Eds), 1985, El Vaticano II, veinte años después, Ediciones
Cristiandad, Madrid, 75p.
71
etc. que puedan animar y acompañar la vida de las comunidades rurales, que
simbólicamente “están como ovejas sin pastor.” Por otro lado la acción pastoral
que vienen desarrollando las parroquias, con algunas excepciones, se ha
alineado muy lentamente a las orientaciones del Concilio Vaticano II, en general
hay un retroceso con respecto a lo que se había logrado hasta la década de los
ochenta.
72
carismático, EJE, ESCOJE, JUPACH, JUFRA, Encuentros Matrimoniales,
Scouts, entre otros.
73
participan en las diversas celebraciones relacionadas con la religiosidad
popular, sean fiestas de la Virgen o de algún santo.
74
considerando el protagonismo de laicos, las tareas que desarrollan y el grado
de autonomía que tienen para proyectarse juntos.
75
organizar la pastoral social pero no sobrepasa la línea del asistencialismo.
También estas comunidades son visitadas por misioneros que permanecen en
el lugar por una o más semanas. Este estilo de comunidad es la proyección de
la parroquia en el sector y son las más comunes en las zonas rurales.
76
convertido a los primeros en un grupo de personas muy apuradas y ocupadas,
con poca posibilidad de atención espiritual personal a los fieles.
3. 1. Presbíteros:
77
Tal como se da la dinámica de la Iglesia en el mundo rural, el sacerdote es el
que guía, enseña y santifica al Pueblo de Dios133. El principal servicio que
presta a la comunidad es la celebración de la Eucaristía y la dirección de la
parroquia. Le sigue la administración del sacramento del Bautismo, el
Matrimonio y funerales.
Los medios para subsistir se los tendría que proporcionar la parroquia; no es así
en todos los casos. En la práctica generalmente reciben un aporte desde el
Obispado para cubrir gastos personales. Cabe señalar que los ingresos en
promedio alcanzan los $60.000. En relación a lo anterior la gente que no
133
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Decreto Presbyterorum Ordinis, nn 4 – 6.
78
conoce la realidad especula que los sacerdotes del sector rural mantienen una
buena situación económica. Esto se debe porque por mucho tiempo estas
parroquias estuvieron en manos de presbíteros extranjeros, quienes siempre
obtenían ayuda de sus países de origen. Eso les permitía solventar los
servicios básicos, así como los gastos de construcción y mantención de los
templos u obras de beneficencia.
79
un lugar determinado. El mismo nombre que se le ha dado a la celebración
dominical sin sacerdote evidencia fuertemente la dependencia hacia el
presbítero, el más importante no está en medio de la comunidad. El formato de
la celebración dominical sin sacerdote es una misa chica, se ha eliminado en
ella la liturgia eucarística (prefacio y plegaria eucarística). “No queremos
comunidades rurales celebrando misas chicas cuando el sacerdote o diácono
no puede visitarlas. Incluso los obispos han insistido en que sean comunidades
que se reúnen en ausencia del sacerdote. Colocando en hincapié en que el
más importante está ausente. Pero esto no debe ser las comunidades siguen
siendo tales esté o no el sacerdote.” (Sacerdote Entrevistado Nº18)
También hay, aunque son muy pocos, sacerdotes que han optado por
desarrollar una pastoral formadora de comunidades, inspirados en las
enseñanzas del Nuevo Testamento, de los documentos del Concilio Vaticano II,
Medellín, Puebla, Santo Domingo y recientemente Aparecida. Según estos
últimos las comunidades tienen que llegar a ser escuelas de comunión,
participación, oración y celebración. Esta decisión nos permitiría trabajar en
función de reforzar la comunidad. De este modo se pueden eliminar esas frases
típicas como “voy a misa porque este curita es re choro”, “tenemos que ir a la
iglesia porque viene el padre”, “el padre dijo que hiciéramos así la celebración”,
etc.
80
apostólica, dotada de una diversidad de ministerios dentro de ella134. En
aquellas comunidades el presbítero hace las veces de facilitador y abre los
espacios para que la comunidad se desarrolle. Aquello comprende encogerse
para que los otros puedan desarrollarse. Exige una pastoral vocacional que
ayude a que cada uno se encuentre con el servicio que el Señor quiere que
cada uno realice. Ya no se trata de que haya muchos curas o muchas monjas.
Se trata más bien de que en la comunidad cada uno desarrolle plenamente los
dones que ha recibido y los ponga al servicio de este grupo que quiere ser
anticipo del Reino de Dios en la Tierra, pero particularmente en el mundo rural.
3. 2. Diáconos permanentes:
134
Cfr. V CONFERENCIA GENERAL DEL ESPISCOPADO LAITNOAMERICANO Y DEL
CARIBE, 2007, Documento de Aparecida 170 – 180.
135
Cfr. V CONFERENCIA GENERAL DEL ESPISCOPADO LAITNOAMERICANO Y DEL
CARIBE, 2007, Aparecida nº 205.
136
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, nº 29.
81
chicos”. Hay una tendencia a clericalizar este ministerio, pues siempre se actúa
en nombre del clero o por delegación de un sacerdote, o a veces en su lugar.
Hay Diócesis donde realmente ha sido bien aceptado esta otra forma de servir
en la Iglesia. La existencia de diáconos en algunas parroquias rurales ha sido
un verdadero respiro para los sacerdotes que se encontraban sobrepasados en
sus actividades. Asimismo, se ha logrado desarrollar en las más variadas
formas este ministerio de servicio a la comunidad.
3. 3. Animadores de Comunidades:
82
Los Animadores son laicos muy comprometidos con la misión de la Iglesia.
Reúnen una serie de características, pero por sobre todo resaltan la fe que
tienen y su espíritu de servicio. En las comunidades rurales son ellos los que
animan y conservan la fe de sus hermanos. Son el pilar fundamental para
conservar la fe y la presencia de la Iglesia en las comunidades del campo. Para
la mayoría de los entrevistados, la comunidad depende mucho de la persona
del animador. Cuando es bueno, la comunidad se mueve y tiene fuerza; si
sucede lo contrario la comunidad se debilita y a veces hasta decae.
En las comunidades la figura del animador va siendo cada vez más importante,
pues los sacerdotes son cada vez menos y no pueden atender como quisieran
o como corresponde a los fieles. El Párroco deposita toda la confianza en el
animador de la comunidad, pues es quien mejor conoce la realidad. Cada vez
que alguien quiere recibir algún sacramento, tiene que dirigirse al animador y
este informa al sacerdote.
83
comunidades el animador permanece en el cargo por un largo tiempo. Por una
serie de motivos unas parroquias han pretendido terminar con esa práctica y se
le nombra por un período determinado.
84
su protagonismo y su servicio. Hay más sacerdotes que pueden ocuparse del
acompañamiento sacramental de las comunidades. En la actualidad el fiscal es
quien acompaña y anima la fe de sus hermanos, coordina la comunidad, dirige
las celebraciones dominicales, visita a los enfermos, reza, etc. En algunos
casos preside los funerales. Son mujeres en su mayoría.
3. 5. Catequistas:
Cabe mencionar que la mayoría de los catequistas son los mismos animadores
de comunidades.
85
En relación a este tema cabe destacar que en escasas capillas rurales está la
presencia del Santísimo. Hay un desconocimiento e inmadurez de las
comunidades pero poco a poco se ha venido formando en este aspecto. Hay
sacerdotes que están insistiendo en esta práctica pues no siempre contarán con
su presencia en las comunidades.
También hay personas cuyo carisma está relacionado con la ayuda fraterna.
Gracias a este grupo de fieles muchas comunidades solidarizan con los más
necesitados o aquellos que padecen alguna desgracia.
86
La presencia de la mujer en las comunidades campesinas y en la Iglesia en
general es muy significativa. Podríamos decir que las mujeres, consagradas o
no, en su mayoría realizan un auténtico trabajo pastoral. Ellas aparecen
activas, participando codo a codo, al mismo nivel que los varones ordenados,
ejerciendo funciones misioneras, de enseñanza, de liderazgo en las
comunidades. Cada día con mayor fuerza se evidencia su protagonismo, lo
que, sin duda requiere ser considerado. La potencialidad de la aportación de la
mujer en el crecimiento de la Iglesia podría contribuir elementos que hasta
ahora no están presentes o necesitan ser mejorados. Nos referimos a la
acogida, la comprensión, la ternura, la fortaleza, la donación, etc.
La Iglesia, sobre todo la del mundo rural, está desafiada a buscar nuevos
caminos que creen un diálogo en igualdad, compañerismo y colaboración, en
alteridad y mutuo reconocimiento. Las mujeres no son ni mejores ni peores que
los varones, son diferentes; y desde ahí han de aportar unos y otras para el
enriquecimiento del mundo y de la humanidad. La falta de esta aportación
podría producir un desnivel peligroso.
4. La Evangelización:
Evangelizar para nosotros es hacer lo que hizo Jesús.137 Anunciar con hechos
y palabras la llegada del Reino de Dios, especialmente a los más pobres, a los
oprimidos y marginados por la sociedad. Este anuncio de la Buena Nueva debe
renovar la humanidad, crear las condiciones necesarias para construir una
nueva sociedad, una sociedad en que los seres humanos puedan ser libres,
puedan desarrollarse, puedan ser solidarios, puedan quererse, puedan ser
creativos, puedan estar alegres, puedan ser felices y lleguen cada uno, a su
137
Cfr. BOFF, L, 1992, Nueva Evangelización, Ediciones Paulinas, Santiago de Chile, 2ª
Edición, 102 – 110pp.
87
manera, a la plenitud, al desarrollo de todas las potencialidades que tienen
dentro. Una sociedad justa, agradable, una sociedad humana, fraterna que es
muy opuesta a la que estamos viviendo.
138
Cfr. BOFF, L, Op. Cit. 142 – 148p; Cfr. PABLO VI, Encíclica Ecclesiam suam, nn 27 – 39.
88
verdaderamente a la comunidad, pero esta actitud no perdura por mucho
tiempo. La mayoría de los entrevistados está de acuerdo con esta práctica,
porque cualquier intento misionero es bueno. Pero lo negativo es que son por
un periodo corto. Lo importante es darle permanencia y que acompañen la
comunidad durante el año. Admiten también que las misiones provocan un
gran revuelo, la comunidad se revoluciona pero todo queda allí. Después se
pierde el entusiasmo. “De estas misiones rescato el entusiasmo, le dan un
nuevo aire a los pueblos, pero les falta mayor identidad eclesiológica y
cristológica. Los misioneros lo único que quieren es que la gente quede
contenta, pero les falta sustancia. El chanchito tiene que venir más gordito para
que de manteca. Yo esto lo he hablado con ellos y para este año les he exigido
más contenido y testimonio” (Sacerdote Entrevistado Nº 12).
89
b) Misioneros de la misma parroquia asumen su rol evangelizador: En
algunas comunidades han optado por no aceptar misioneros que vienen de
fuera. Y es una opción que pretende valorar lo que existe en la parroquia. Lo
positivo de esto es que las comunidades se evangelizan entre ellas. Quien
mejor que ellos para anunciarles a sus propios hermanos el evangelio de
Jesucristo.
90
evangelización encarnada, respetuosa, dialogante, celebrativa, creadora de
comunidades de fe que ejerciten las funciones sacerdotal, profética y real que
Dios les ha confiado, etc.
En la Iglesia del mundo rural son muy pocas las oportunidades de formación.
Esto en cierta medida se logra superar mínimamente con los encuentros
mensuales de animadores rurales o las misiones de verano, éstas últimas
generalmente tienen un tiempo dedicado a la educación de la fe. En otras
palabras la formación es la gran deuda que la Iglesia tiene con las comunidades
rurales.
91
La gente también se ha querido quedar con lo que sabe, no hay mucha
motivación por formarse.
92
(Sacerdote Entrevistado Nº 13) “Sin duda que nada puede reemplazar la
presencia” (Sacerdote Entrevistado Nº 5).
6. La Religiosidad Popular:
93
Los actores coinciden en que a la gente del campo le motiva mucho la
Religiosidad Popular (RP). Algunas comunidades desarrollan toda su vida
eclesial en torno a estas celebraciones.
94
sacerdote. En estos casos algunas diócesis hacen un aporte económico para
paliar en parte los egresos.
95
En relación a la situación económica del sacerdote, salvo unas excepciones,
sucede algo similar, la mayoría de las respuestas contienen lo mismo. Ellas
revelan que la parroquia casi no logra cubrir los gastos personales de los
sacerdotes. Para atenuar esta situación, los presbíteros asumen la capellanía
en algún colegio o comunidad religiosa, imparten clases de religión en una
escuela o liceo, hacen algunas horas de clases en el Seminario Mayor, entre
otras acciones.
96
comprar algún remedio. Esa plata también me sirve para comprar petróleo”
(Sacerdote Entrevistado Nº 17).
8. La Pastoral Rural:
139
Cfr. SAN JUAN 11, 1-45
97
Algunos actores informan que la Iglesia se planteó con fuerza la Pastoral Rural
durante la década de los ochenta. Pero hoy en varias diócesis esta pasó a
segundo plano o simplemente dejó de ser prioridad pastoral. En varias
parroquias está en función de lo que pueda hacer el presbítero y de los
materiales con que cuente. Hay una crisis en el quehacer de la pastoral rural
que se resumen en frases como “el sector rural está abandonado por la Iglesia.
Se atienden a las comunidades como se hace en la ciudad y de hecho en la
formación del seminario no recuerdo algún tema referido a la ruralidad. Ahora
bien, de acuerdo a este panorama, ¿cómo acompañamos a esas realidades?”
(Sacerdote Entrevistado Nº 20) “El campo continúa siendo de segunda
categoría para muchos curas, por ejemplo las prédicas son menos preparadas”
(Sacerdote Entrevistado Nº 8).
“En nuestra diócesis tenemos una pastoral rural, pero ha costado reactivarla.
Principalmente porque a los hermanos sacerdotes les cuesta meterse en el
tema. Nuestras líneas de trabajo están relacionadas con las celebraciones de
la Iglesia, fortalecimiento de la comunidad y de la liturgia” (Sacerdote
Entrevistado Nº 21).
98
personajes de la Iglesia ¿tendrán interés por el mundo rural?” (Sacerdote
Entrevistado Nº 12).
99
LA PASTORAL DE LA IGLESIA CATÓLICA DEL SUR DE CHILE EN UN
MUNDO RURAL QUE CAMBIA: comprensión, interrogantes y perspectivas.
En general, con todas las excepciones que vienen al caso, podemos señalar
que la Iglesia en el sector rural está estancada y ha venido perdiendo terreno.
Se podría decir que su presencia es más formal que real. Se evidencia, en
todas las Diócesis, una insuficiencia de ministros ordenados, sean presbíteros,
diáconos permanentes, ministros laicos, etc. que puedan animar y acompañar
la vida de las comunidades.
100
En las entrevistas los sacerdotes, diáconos permanentes y laicos
comprometidos explícitamente señalan la falta e inoperancia de una pastoral
rural que se encargue de estudiar los problemas y las transformaciones más
acuciantes en este medio; una pastoral rural que entregue lineamientos,
opciones claras y que sea una ayuda para las comunidades rurales. Agregan
que ella está dormida, que no es rentable, que está abandonada por la jerarquía
de la Iglesia. “Pastoral Rural aquí no hay, a pesar que la diócesis es
eminentemente rural. El problema es que todo se hace desde la ciudad. Los
encuentros de formación se programan para la ciudad” (Diácono Permanente
Entrevistado Nº2).
Sin duda que la mayor debilidad en las comunidades campesinas son las
escasas posibilidades de formación que existen o se les ofrecen a sus
miembros. Aquello se debe, entre otras cosas, porque la mayoría de las
actividades de este tipo se imparten en el pueblo, a ello se suma la mala
locomoción, las distancias y en ciertas ocasiones a la falta de motivación. “En
cuanto a la formación en la Parroquia estamos en pañales. Como desafío nos
101
hemos propuesto la formación, pero en la práctica no se da.” (Sacerdote
Entrevistado Nº6).
140
Cfr. PIO XII, Dans Queles Semaines n° 3, Carta al Arzobispo de Montreal con ocasión del
Congreso Internacional de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), 24-05-1947.
102
En este peregrinar la Iglesia continúa madurando y construye su identidad a
partir de su diálogo con el mundo, especialmente con los pobres. Poco a poco
irá dando pasos significativos hasta constituirse en Iglesia Popular.
Naturalmente que el Concilio Vaticano II y la Conferencia de Obispos
Latinoamericanos de Medellín ayudan a dar este paso y generan nuevas
respuestas a la serie de problemas que se dan en nuestro país.
141
Cfr. BAIGORRI, A, 1998, Hacia la urbe global, ¿el fin de las jerarquías territoriales? [en
línea], <http://www.unex.es/sociolog/BAIGORRI/papers/urbeglobal.pdf>, [consulta: 10 de
Diciembre 2005]
103
considerada como totalidad, comprendida su cultura, instituciones, ética,
valores, en resumen [lanza al mundo rural] sus superestructuras, incluyendo su
base económica y las relaciones sociales que constituyen su estructura
propiamente dicha.”142
Hoy los cristianos católicos del mundo rural somos interpelados por el Espíritu a
discernir a la luz del evangelio y plantearnos el desafío de la opción por lo rural,
por aquellas personas, sus problemas y necesidades.
Pero redescubrir la opción por lo rural, supone tener una educación pastoral,
pedagógica, una manera de leer el Evangelio, de leer la realidad rural y de las
personas.
142
LEFEBVRE, H, 1978, De lo rural a lo urbano, Península, Barcelona, 140p.
104
comunicar y desarrollar en todos los ministros una mística, una espiritualidad,
una formación no sólo teológica, sino también sociológica, pedagógica, etc.
Involucra también vivir comprometidos, curas y laicos, felices y seguros, en un
mundo rural cambiante, nuevo, problematizado, y también abandonado incluso
por todas las instituciones presentes en el mismo.
105
Algunos entrevistados creen que la opción por lo rural debe ir acompañada de
una vocación por lo rural. “Yo soy campesino y tengo una inclinación especial
por mis hermanos. Me siento bien con ellos. Tengo una estima preferencial
porque allí comenzó mi vocación al sacerdocio, en la vivencia de fe como
hombre de campo.” (Sacerdote Entrevistado Nº2). “Para mi ser cura rural es ser
pobre, humilde y misericordioso. Lo único que yo puedo hacer como cura rural
es servir a mi gente con cariño.” (Sacerdote Entrevistado Nº24).
Por lo que hemos estudiado, en general las parroquias rurales, dejando de lado
algunos casos excepcionales y ubicándonos en nuestro tiempo, han
evolucionado en sus estructuras y servicios, sin embargo aún subsisten rasgos
que suelen dar gran importancia a los sacramentos, celebraciones de misas,
procesiones y fiestas patronales.
106
cantos, la gente no quiere renovar el repertorio. Hay muchas comunidades
alicaídas, con una vida muy monótona, están estancadas.
Las misiones son una oportunidad para animar a las comunidades, pero ese
trabajo no permanece en el tiempo. Se da en la práctica una especie de
pasividad apostólica, los miembros de las comunidades esperan que lleguen los
evangelizadores desde afuera, pero ellos no reconocen ni asumen su misión
específica en la Iglesia. Al mismo tiempo que aquella evidencia algunas
incoherencias y contradicciones, se continúa planificando y ejecutando la misión
bajo el prisma urbano, a veces los temas no han sido contextualizados, etc.
Sin duda que la estructura actual de la Iglesia en el mundo rural está en crisis.
La parroquia rural no consigue que la comunión del pueblo de Dios sea vivida
en concreto. En la actualidad las parroquias son demasiado grandes, se han
burocratizado ya no son el espacio donde los hombres y mujeres tienen un
encuentro común. Más bien dentro de ellas se dan una serie de relaciones
anónimas, impersonales y masivas. Ellas dejaron de ser comunidades y
pasaron a ser lugares donde cada uno recibe los bienes religiosos que desea,
sin compromiso comunitario.
107
Sin embargo esta situación no siempre fue así. En Chile después de la
Segunda Conferencia del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Medellín,
se intentó renovar la parroquia transformándola en una Comunidad de
Comunidades. Surgen así en los campos y ciudades las Comunidades
Eclesiales de Base (CEBs), modelo de Iglesia inspirado en las primeras
comunidades cristianas. Paradigma que está estrechamente relacionado con
una experiencia religiosa más popular y bíblica, que acentúa el misterio de un
Dios vivo y misericordioso, que hace alianza y entra en comunión con los
pueblos oprimidos de la tierra. Se sueña con una Iglesia misionera que se
encarne entre los humildes, sirviendo y promoviendo la vida. Iglesia profética,
que denuncia la injusticia y anuncia a los pobres la buena noticia del Reino de
Dios.
La pastoral rural cuya misión es el anticipo del Reino de Dios debe ser servidora
de los más pobres, campesinos y trabajadores rurales, tomando sus
108
problemas, angustias y proyectos, para traerlos al interior de la Iglesia y
hacerse cargo de ellos.
De algún modo hoy la Iglesia Rural tiene que convertirse en un Pueblo que
testimonie y viva la comunión y la participación.
143
Cfr. V CONFERENCIA GENERAL DEL ESPISCOPADO LAITNOAMERICANO Y DEL
CARIBE, 2007, Documento de Aparecida 172 – 177.
109
profético, solidario y misionero, optando prioritariamente por los pobres,
denunciando el proyecto social existente y animando la construcción de una
sociedad nueva, orientada a la utopía del Reino.
De esta manera las CEBs pueden llegar a ser un espacio donde se vive la
misericordia y la comunión, con menos doctrina y más experiencia de Dios;
menos moralismo y más amor; menos disciplina y más diálogo; menos temor y
más alegría; menos insistencia sobre el deber y más propuestas atrayentes;
menos burocracia y más libertad para acoger la vida y responder
evangélicamente.
110
comunidades es prácticamente imposible de llevarla a cabo. Tampoco se
suscitarán en la Iglesia los carismas y ministerios.
111
activamente en la Iglesia, sino que descubran y desarrollen su propio proyecto
de vida e identidad laical.
Tratando de entender el por qué de esta situación nos remontamos a los inicios
de la Evangelización. En la medida que va consolidando la Iglesia su presencia
en las nuevas tierras evangelizadas, la figura del clérigo tomará singular
importancia, sobre él recaen una serie de privilegios e inmunidades. Por su
compostura, juicio, moralidad y recato, edad madura y ciencia necesaria eran
los protagonistas y responsables de la evangelización, son los letrados, ellos
enseñan, dirigen y santifican144. El laico, sobre todo el aborigen y el mestizo,
por el contrario, en cuestiones eclesiales serán considerados como unos
incapaces de pensar, enseñar y de participar en los asuntos eclesiásticos.
Lentamente se irá transformando en un siervo que será asistido en muchas
ocasiones como infante.
144
Cfr. SALINAS, M, 1987, Historia del pueblo de Dios en Chile, La evolución del Cristianismo
desde la perspectiva de los Pobres, Ediciones Rehue Ltda., Santiago de Chile, 115p.
112
Pocos sacerdotes están intranquilos por la vuelta atrás que ha venido
experimentando la Iglesia. “La Iglesia, especialmente la jerarquía, cada vez se
va verticalizando más, da la impresión que es una Iglesia miedosa, centrada en
si misma. Eso le hace daño a la gente y a las comunidades. Es muy negativo
para promover una opción real por las Comunidades Eclesiales de Base. La
animación y la puesta en marcha de las CEBs requiere necesariamente de
relaciones más horizontales” (Sacerdote Entrevistado Nº 18).
145
Cfr. HÄRING, B, 2002, ¿Qué sacerdotes para hoy?, PPC, Editorial y Distribuidora, S.A.,
Madrid.
146
SAN MATEO 10, 45.
147
Cfr. V CONFERENCIA GENERAL DEL ESPISCOPADO LAITNOAMERICANO Y DEL
CARIBE, 2007, Documento de Aparecida 191 - 204.
113
orientando ese éxodo que nos hace volver a los orígenes acentuando el
paradigma eclesiológico de una Iglesia como Pueblo de Dios. Aquello sin duda
que nos ayuda a recuperar una comprensión más bíblica de la Iglesia y
permitirá el desarrollo de una pastoral que potenciará, poco a poco, la
participación activa y corresponsable de los laicos.
148
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Documento Presbyterorum Ordinis nº2.
114
IV. El entorno rural posibilita una espiritualidad en clave ecológica.
Asimismo ellos evidencian que en las comunidades cada vez es más latente la
preocupación por el desastre ecológico que se está produciendo en las
comunidades, producido entre otras causa por las plantaciones forestales, el
cultivo de salmones, el uso de químicos en la producción agrícolas, etc.
Jesús estuvo abierto a nuevos retos e invitó a sus seguidores a interpretar los
signos de los tiempos. Sin ninguna duda, hoy en la conciencia ecológica está
aleteando el Espíritu de Dios. Es una invitación a ubicarnos de manera diferente
en el Universo, y a tomar en serio la responsabilidad que tenemos sobre la
creación. A las comunidades rurales les gusta lo visual, los gestos y símbolos
que ligan a cada persona con su raíz, especialmente en esta época en que la
cultural rural se encuentra amenazada por los medios de comunicación de
masas.
115
vida en el centro, que defienda y promueva la vida contra todos los mecanismos
de muerte, disminución o estancamiento.
116
Todos mencionan lo notable que es la fe que tienen los fieles que integran las
comunidades rurales. Frases como “caminar 10 Kms. para ir a misa a la capilla
es un acto de fe tremendo” (Sacerdote Entrevistado Nº 12); “ellos buscan a
Dios a donde lo puedan encontrar. La gente va donde le den esa agua que
apaga la sed de Dios” (Sacerdote Entrevistado Nº 23) fundamentan tal
afirmación.
149
Cfr. II CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO,
Documento de Medellín, 1968. Doc. Pastoral de Conjunto, Nº 10.
117
Palabra de Dios y manifestarse en el recíproco servicio y en el amor; estas
comunidades son verdaderas expresiones de la comunión eclesial y centros de
evangelización, en comunión con sus Pastores150. Permiten la participación,
pues cada uno de sus miembros vive su vocación propia y cumple su función151.
150
Cfr. JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Christifideles Laici Nº 26.
151
Cfr. JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Ecclesia In Asia Nº 25
118
VI. El Abandono Integral que vive el mundo rural
119
respuesta es que no hay sacerdotes, pero uno se da cuenta que la prioridad
siempre es la ciudad.” (Sacerdote Entrevistado Nº 12).
152
Cfr. SAN MATEO 5, 3.
153
Cfr. SAN MARCOS 6,34 – 45; 8, 1 – 9; MATEO 14, 13 – 21; 15, 29 – 31.
154
Cfr. SAN MARCOS 6,43; 8,8.
155
MATEOS, J – CAMACHO, F, 1990, El Horizonte humano, La propuesta de Jesús. Ed. El
Almendro, Córdoba, 3ª ed., 159p.
120
améis unos a otros igual que yo os he amado”156. Con este mandamiento Jesús
se propone a sí mismo como medida e invita a amar como él amó, hasta el
punto de entregar o dejarse quitar el don más preciado, la vida.
156
Cfr. SAN JUAN 15, 12.
157
Cfr. SAN MATEO 23,11; SAN LUCAS 22, 24-27.
158
Cfr. SAN MARCOS 10, 44 ss.
121
LA PASTORAL DE LA IGLESIA CATÓLICA DEL SUR DE CHILE EN UN
MUNDO RURAL QUE CAMBIA: comprensión, interrogantes y perspectivas.
CAPÍTULO 5: CONCLUSIONES.
122
comunitaria. Las parroquias dejaron de ser comunidades y pasaron a ser
lugares en que cada uno recibe los bienes religiosos que desea, sin
compromiso comunitario.
La parroquia rural no consigue que la comunión del pueblo de Dios sea vivida
en concreto. En la actualidad las parroquias son demasiado grandes, se han
burocratizado ya no son el espacio donde los hombres y mujeres tienen un
encuentro común. Más bien dentro de ellas se dan una serie de relaciones
anónimas, impersonales y masivas.
123
No repiten sencillamente el paradigma preexistente durante siglos de una
Iglesia centrada en el clero y el sacramento. El laico ahora tiene la oportunidad
de ser elemento activo de la estructura institucional porque se le reconoce
eclesiológicamente como portador de valores y carismas propios en función de
toda la Iglesia.
Otro desafío que tiene que enfrentar la Iglesia rural es despertar la conciencia
eclesial de los laicos, reivindicar sus derechos en la Iglesia y promover un
mayor compromiso cristiano de ellos y ellas en la Iglesia y en el mundo. Ya en
el año 1946 el Papa Pío XII señalaba que los laicos "deben tener conciencia,
159
Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, capítulo IV.
124
cada vez más clara, no sólo de pertenecer a la Iglesia, sino de ser la Iglesia."160
Juan Pablo II medio siglo más tarde dirá que “la renovación de la Iglesia en
América no será posible sin la presencia activa de los laicos. Por eso, en gran
parte, recae en ellos la responsabilidad del futuro de la Iglesia.”161 En otras
palabras sin los laicos hoy sería absolutamente imposible la transmisión de la fe
a las nuevas generaciones, la promoción humana y el servicio a los
marginados, la celebración de la liturgia..., en términos simples, la marcha de la
comunidad cristiana. Hay que destacar que en este laicado activo y
comprometido en el interior de la Iglesia sobresale el compromiso de las
mujeres que van tomando conciencia creciente de que, a pesar de esta
presencia tan importante, no son debidamente valoradas y reconocidas por la
Iglesia.
160
PIO XII, Discurso a los nuevos Cardenales. Citado por el Papa Juan Pablo II en Christifideles
Laici Nº 9.
161
JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Postsinodal Ecclesia in América Nº 44.
125
La comunión exige ser una Iglesia corresponsable. Todos somos Iglesia y todos
hacemos la Iglesia. Esto significa que en la Iglesia todos los miembros son, de
alguna manera, necesarios. Nadie es superfluo o inútil. Nadie ha de ser
considerado como innecesario. Nadie sobra. Significa que todos sus miembros
han de ser activos. Nadie ha de considerarse sólo y exclusivamente pasivo,
objeto de la acción de los demás. Todos estamos llamados a construir la
Iglesia, a participar activamente en su misión evangelizadora y a ser sujetos
protagonistas de su fe.
126
caer en la pasividad, sin desentenderse o actuar como meros espectadores;
exige también no extralimitarse, respetar el carisma de los demás, confiar en los
otros, colaborar, no invadir campos, no acaparar otros carismas y funciones,
ejercer el sentido de complementariedad. Recordemos que se responde al
llamado de ser sacerdote o ser laico para servir más, para servir mejor a Dios
nuestro Señor y llevar adelante la misión de Cristo y comprometerme en la
construcción de su reino.
127
convergente, que no haya disensiones o enfrentamientos, que crezca el sentido
de pertenencia a la comunidad, que crezca el diálogo y la comunión.
Promoviendo siempre el desarrollo humano.
129
cuenta que evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Noticia a todos
los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro y
renovar a la misma humanidad... convertir la conciencia personal y colectiva de
los hombres, la actividad en la que están comprometidos, su vida y ambiente
concretos162. Todos en la iglesia están llamados como nadie a ser “sal”, “luz”, y
“levadura.”
130
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ZAPATA, SONIA, La mirada de los y las jóvenes rurales, IICA Santiago Chile,
2002;
144
ANEXO 1
I. Datos de Identificación:
Código Entrevistado:
Edad:
Años de ministerio sacerdotal o diaconal:
Estudios o formación permanente:
145
8. ¿Cómo se financia una parroquia rural y sus comunidades?
9. Según su opinión ¿cuál es la situación actual de la Pastoral Rural en su
Diócesis?
146
ANEXO 2
ENTREVISTAS SEMIESTRUCTURADAS
I. Datos de Identificación:
147
comunidades las visito hasta cuando hay buen tiempo. Los caminos son malos
en invierno.
Estas comunidades normalmente son motivadas a través de las misiones. Aquí
se aprovecha de bautizar a los niños que han esperado durante el invierno.
Los animadores de las comunidades se reúnen todos los meses. Aquí se
organiza el mes. Se programas las misas mensuales, se preparan las liturgias
y se da algún tema.
Yo le tengo mucha confianza al animador de la comunidad. Si alguno me dice
que hay que bautizar a alguien yo llego y lo hago, porque ellos conocen muy
bien a su gente.
La mayoría de los animadores aguanta harto tiempo en el cargo. Es gente que
su mayoría es líder en el sector. A veces es presidente de la Junta de Vecinos.
Es gente que esta metida no sólo en la Iglesia sino que es comprometida
también con la sociedad y su entorno.
El quehacer de la comunidad como ya te mencionaba se organiza desde la
parroquia. Cuando vienen a la reunión mensual de animadores rurales se
organiza el mes que viene. La liturgia por ejemplo. Se revisa en conjunto la
hoja del Domingo. Se ven las lecturas y acontecimientos de la Iglesia.
También se ve como va la catequesis, si hay alguna celebración extra se
organiza.
En las comunidades rurales los únicos que me ayudan son los laicos. El
problema es que los laicos son muy pasivos hacen lo que uno les indica. A
veces no se les ocurre nada.
Como te lo indicaba anteriormente, a pesar que hay gente que tiene buena
voluntad para trabajar al final el trabajo lo terminas haciendo tú. No porque yo
quiera hacerlo todo sino porque a la gente le cuesta tomar la iniciativa. El padre
lo dijo, por lo tanto hay que hacerlo así. Creo que ese protagonismo es
resultado de nuestras acciones. Yo conozco hermanos sacerdotes que se
enojan mucho cuando los laicos no les consultan o hacen cosas sin su
consentimiento. En todo caso ese no es mi caso. Yo dejo ser a la gente, el
problema está en que les cuesta ser más autónomos.
148
¿Cómo se ha venido asumiendo el tema de la Evangelización en las
comunidades rurales?
Una de las cosas que hemos logrado es que la misma gente de las
comunidades asuman el compromiso de evangelizar. Yo les decía que
nosotros también podemos ayudar en la misión. En el verano toda la parroquia
está en misión. Se reparten los sectores que serán evangelizados.
Principalmente son los animadores de las comunidades y los catequistas de la
parroquia.
También recibimos a los grupos que vienen de fuera. Ellos toman una parte de
la parroquia.
Yo trato de involucrar a la mayor cantidad de gente en las misiones. Por lo
menos hay tres maneras de ayudar. Participar yendo a misionar, otra forma es
rezar y otras es colaborar con ayuda material o en dinero. Hay gente que
aporta con el petróleo, comida o dinero. Eso es bueno pues la gente se
entusiasma.
Lo ideal es que las misiones las asumiera la gente del sector. Incluso desde el
año pasado nosotros en la parroquia iniciamos una experiencia pionera y es
que agentes mapuches asumieron la misión. Personas que dominan el
mapudungun y conocen su cultura evangelizan a sus hermanos.
Esto yo lo he hablado con ellos, debe marcarse más la identidad, cosa que la
gente no quede con la idea no más de que vinieron unos jóvenes y lo pasamos
bien. Eso se diluye muy rápido. Por eso ahora yo pongo una exigencia para
las misiones que sean por más de una año y que durante el año se realice
algún acompañamiento a las comunidades que está siendo misionadas.
Prácticamente ninguna, solo una vez al mes y sólo para los animadores
rurales. El resto de la comunidad se queda con lo que habla en cura en la misa
mensual. La gran falencia es la falta de formación para los laicos de las
comunidades rurales. De hecho durante el verano hacemos un curso para
ministros y catequistas. Más que nada es una renovación teológica, pero es lo
único que hacemos durante el año. La otra instancia son las misiones,
149
generalmente estas destinan un tiempo para trabajar con la gente durante las
tardes y allí se conversa sobre algún tema.
En relación a la formación falta mucho más. Creo que todavía estamos lejos de
lo aconsejable, es una pincelada de que hacemos.
La pobreza es fuerte. Se dice una cosa pero la realidad es dura. Sobre todo en
el mundo rural. Por ejemplo qué sería de los niños si no tuvieran la posibilidad
de ingresar a un internado para poder terminar sus estudios y optar a una
alimentación más permanente. Yo pienso que el estado debe hacerse
responsable de este tema, porque en la actualidad está descansando en las
instituciones de Iglesia, ONGs, etc. Se debe tomar una política fuerte. Lo
importante no es otorgar subsidios para salir sino que el tema es cómo ayudar
a permanecer fuera de la línea de la pobreza y poder superarla.
La pobreza aquí es escandalosa. Cómo te puedes explicar que en un pueblo
como este haya familias que tienen 4 vehículos de 15 millones de pesos y otras
que no tengan que comer.
Hay que cortar con esta cuestión, porque puede acarrear un problema social
muy grave. Yo siempre me pregunto hasta cuando va a aguantar la gente que
unos pocos se enriquezcan. La misma Iglesia a veces no da testimonio.
Tenernos el trabajo que hace el Hogar de Cristo, magnífico, pero por otro lado
cómo puedes explicar la actitud de algunos pastores como Orozimbo
Fuenzalida que porta costosos anillos o a la actitud del Cardenal Medina que no
toma té si no llama a su empleada con la campanilla. Eso es por nombrar
algunos. Por un lado hay un gran testimonio pero por otro el anti testimonio es
escandaloso.
152
IV. Desafíos y sugerencias para la pastoral.
Según su opinión, ¿cuáles serían los principales desafíos que la Iglesia debe
asumir para estimular y fortalecer la pastoral en el medio rural?
Primero que la Iglesia sienta como preocupación verdadera la vida rural. Ella
no ha dado una señal que le interesa en la actualidad.
Otro desafío es restaurar la opción los pobres. Por esa maldita cuestión de lo
políticamente correcto la Iglesia los ha dejado de lado.
Creo también que el tema del profetismo. Falta responder al mundo rural.
Porque aquí hay un grito que clama al cielo. El mundo rural existe. Que hoy se
ve acorralado por los poderes económicos, que se ve sin posibilidad de
desarrollo. Lo que es peor se ve como algo que no tiene valor. Falta retomar lo
que hicieron los obispos en los años 60, retomar el profetismo.
Me gustaría que se sienta la presencia viva de la Iglesia en el campo. Lo que se
va quedando atrás es lo rural. Falta alguien como el Cardenal Silva Henríquez
que plantee el tema. Yo creo que hay una generación de obispos que se hecha
de menos en Chile. Una generación que fue capaz de decir que la Iglesia es
madre también del mundo rural.
En el mundo rural hay muchos problemas que no se han tocado, pero están allí.
No sé si Jesús estará muy contento con nosotros.
Creo que es fundamental retomar la opción por los pobres y las CEBs. En esa
línea hay muchas cosas que se pueden hacer. Existe la experiencia y la Iglesia
tiene que ponerse del lado del que sufre.
Otra manera de asumir el desafío es entregar formación a los laicos en el
campo para que ellos sean quienes lideren esta acción.
Lo otro es que se reactive la pastoral rural para que ordene la cosa.
Necesitamos de orientaciones para trabajar en el campo. No podemos seguir
haciendo lo mismo que hacemos en el pueblo en el campo. Ambas realidades
son distintas.
153
I. Datos de Identificación:
154
¿Qué rescataría de la experiencia vivida en las comunidades rurales?
Es un aspecto difícil de abordar. Todos los años llegan misioneros con distintos
sacerdotes y líneas pastorales. Yo me he dado cuenta que ha sido un fracaso.
Misionar con los propios agentes de la parroquia es el desafío.
Hay muy pocas posibilidades. Este año nos hemos preocupado sólo del
poblado, por lo tanto el campo lo tenemos literalmente dejado de lado.
155
¿De qué manera la pastoral de las comunidades rurales ha venido asumiendo
la Religiosidad Popular? ¿existen en el sector algunas manifestaciones de
religiosidad popular?
156
III. Visión del mundo rural.
En esta zona las familias son muy unidas. Sin embargo hay bastante violencia
intrafamiliar producida por el alcoholismo. Muchos niños viven con sus abuelos,
los padres salen a la ciudad a trabajar. En el campo no hay muchas
oportunidades de trabajo bien remunerado.
Según su opinión, ¿cuáles serían los principales desafíos que la Iglesia debe
asumir para estimular y fortalecer la pastoral en el medio rural?
V. Datos de Identificación:
Las parroquias rurales funcionan como las de la ciudad. Lo único que las
diferencia o caracteriza es tener comunidades rurales y en muchas de ellas una
historia larga de las CEBs.
La parroquia del campo funciona como cualquier otra parroquia.
Hay grupos de catequesis, de acción social, movimientos como JUFRA, coro,
entre otros que se organizan en el Consejo Pastoral. Aquí se elabora un plan
pastoral participativo, que nace de un diagnóstico. Eso lo proyectamos por tres
años.
158
Tenemos en la parroquia 21 comunidades. Las que atendemos con otro
sacerdote. La distancia aquí es muy significativa y los caminos no son muy
buenos. Además que para ir a algunas comunidades tenemos que viajar un
tramo en camioneta, otro en lancha y otro caminar. Normalmente las
comunidades estás organizadas por un equipo presidido por un animador. Se ha
tratado de darle una organización con identidad eclesial. Pues anteriormente no
se diferenciaban mucho de un club deportivo o Junta de Vecinos. Lo ideal es
que cada comunidad tenga su animador, catequistas, algunos encargados de
los servicios normales de una Iglesia. El funcionamiento varía de un lugar a otro
pero lo más común es la celebración de la Eucaristía mensual, la liturgia de la
palabra, catequesis, o algún otro tipo de iniciativas de orden social.
El plan pastoral se elabora en diálogo. Hemos logrado que cada comunidad
aunque sea en el papel tenga su plan. Esto es una brújula, una carta de
navegación. Nos interesa que sean comunidades abiertas. Que no se centren
solamente en lo litúrgico. Primero son comunidades fraternas que comparten el
pan y la palabra, pero que no se quedan en la escucha y el alimento sino que
también se preocupan de escuchar lo que acontece en su entorno. Atentas a
servir a los vecinos. También considero importante que tengan autonomía, vida
propia, que puedan auto organizarse siempre en comunión con la sede
parroquial.
La autonomía tiene que ver con la credibilidad y confianza en su animador, con
la historia y dinámica propia que tiene la comunidad. Ella está inserta en un
lugar que le es propio y uno eso lo tiene que respetar, tenemos que entender
que nos son iguales.
Con todo lo que significa la eucaristía tratamos de realizarla una vez al mes. Y
luego que las comunidades se reúnan y tengan sus momentos de oración y
celebraciones.
En varias comunidades hay ministros de comunión. Estamos en un proceso de
maduración. Instalemos sagrarios en más de 15 capillas. Se ha tratado que el
animador de la comunidad sea también el ministro de comunión.
La Opción por las CEBs y la vida comunitaria. Primero porque allí la gente se
conoce bien. La persona que asiste no es un asistente más o un número sino
que hay una relación. En este sentido las CEBs se convierten en alternativa a
159
una cultura individualista. Yo creo y animo la vida comunitaria. En ella hay
mucha riqueza. Además que se puede compartir más directamente mi fe. Hay
mucho más protagonismo .
160
En la actualidad ¿qué oportunidades e instancias de formación existen para los
fieles del mundo rural?
161
Según su opinión ¿cuál es la situación actual de la Pastoral Rural en su
Diócesis?
Cada vez más envejecida, compuesta por los abuelos. Todos partieron hacia la
ciudad.
Aquí la pobreza tiene que ver con poca oferta laboral, con la falta de
perspectivas en los jóvenes.
Aquí se dan los extremos. Hay gente que tiene mucha plata y gente que no
tiene nada. El contraste es significativo.
162
VIII. Desafíos y sugerencias para la pastoral.
Según su opinión, ¿cuáles serían los principales desafíos que la Iglesia debe
asumir para estimular y fortalecer la pastoral en el medio rural?
Hacer una opción preferencial por las CEBs con carismas y ministerios. Es la
gran deuda pendiente en el sector rural. Una Iglesia que sea comunidad de
comunidades.
163