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ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA - Falla del servicio vial / FALLA DEL

SERVICIO VIAL - Obstrucción del espacio aéreo de vía pública por la rama de
un árbol / DAÑO ANTIJURÍDICO - Muerte de pasajero de vehículo particular al
ser golpeado por la rama de un árbol que obstaría la carretera / HECHO DE
LA VÍCTIMA - El pasajero se transportaba de pie en el carro /
CONCAUSALIDAD - Reducción del quantum indemnizatorio en un 60%

Fabio Alfonso Ávila Botero falleció el 19 de abril de 1994, cuando siendo


transportado en un tradicional vehículo de pasajeros de la región -Jeep Willys-
rumbo a Palestina (Caldas), lo golpeó una rama de un árbol que obstruía el
espacio aéreo de la vía pública a la altura de la carrera 4 con calle 16 del
Municipio de Chinchiná. También se aduce que la víctima de 26 años laboraba
como vigilante de CELAR Ltda., cuyos ingresos los aportaba enteramente para
las necesidades de gran parte del grupo familiar que ahora demanda. Como título
de imputación, el memorial indica la falla del servicio consistente en que a pesar
de habérsele solicitado con anterioridad y de manera verbal y repetida a la
Personería Municipal que gestionara la tala de la rama con la que posteriormente
se golpeó el occiso, la administración municipal de Chinchiná antepuso criterios
ecológicos y estéticos para mantener la integridad del árbol, pero luego del mortal
accidente procedió de la manera solicitada.

LIMITES DEL RECURSO DE APELACIÓN / COMPETENCIA DEL JUEZ DE


SEGUNDA INSTANCIA - Límites del Juez de apelación. Principio non
reformatio in pejus / ALCANCE DEL RECURSO DE APELACIÓN - Los demás
aspectos, diversos a los planteados por el recurrente se excluyen del debate
en la instancia superior / PRINCIPIO NON REFORMATIO IN PEJUS - Juez
debe respetar o preservar el fallo apelado en aquellos aspectos que no
resultaren desfavorables para el apelante único

También merece desatacarse, en punto de la competencia, que la Sala no se


encuentra autorizada para ampliar la condena impuesta al Municipio accionado
en primera instancia, pues en atención al principio procesal de no reformatio in
peius, le queda vedado al ad quem perjudicar al único apelante con la decisión de
alzada. En esta medida, como el fallo de primera instancia sólo fue recurrido por
el demandado, no es posible condenar al Municipio de Chinchiná por aspectos
diferentes a los perjuicios morales que el a quo le ordenó indemnizar, quedando
prohibido para la presente decisión el tema de perjuicios materiales; incluso,
como la valoración de los daños se redujo en un 20% debido a la participación de
la víctima, dicha rata tampoco es ahora susceptible de aminoración, pudiendo en
cambio ser aumentada -como lo reclaman tanto el demandado como el Ministerio
Público- en claro beneficio del único apelante.

DAÑO ANTIJURÍDICO - Identificación de la causas adecuadas. Falla del


servicio y hecho de la víctima / RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DE
MUNICIPIO DE CHINCHINÁ - Existente por falla del servicio vial / FALLA DEL
SERVICIO VIAL - Falta de mantenimiento de vía pública / FALLA DEL
SERVICIO VIAL - Proceder negligente en cuanto a la obstrucción de la
carretera por rama de árbol que invadía espacio público de la vía / HECHO
DE LA VÍCTIMA - Al desplazarse de pie en un vehículo desatendiendo los
más básicos cánones de seguridad

De la referencia probatoria, dos aspectos quedan claros: (i) el pasajero Fabio


Alfonso se transportaba de pie en el carro y (ii) la rama de un árbol que invadía el
espacio aéreo de la vía pública lo golpeó de manera contundente,
desencadenando su muerte. Lo primero es atribuible a la propia víctima, quien si
hubiera viajado como lo indica una elemental regla de seguridad, muy
seguramente no habría muerto y prueba de ello es que sólo el señor Fabio Alonso
Ávila Botero, entre los pasajeros del automotor, sufrió daño. (…) Es que por la
altura de la rama que se aprecia en el ilustrativo material fotográfico aportado con
la demanda, fácilmente se concluye que de haber ocupado en debida forma el
vehículo, el daño no se hubiera causado, al menos en las condiciones en que se
produjo el accidente. (…) Sin embargo, si la rama no hubiese ocupado el espacio
aéreo de la vía pública a una altura capaz de alcanzar a un individuo, como
aconteció, el pasajero no se hubiera golpeado con la misma. En este punto, la
Sala considera que la Administración Municipal de Chinchiná falló en la
prestación del servicio por no haber talado la rama del árbol que a baja altura
obstaculizaba la vía pública así no mediara petición ciudadana, porque como
como bien lo planteó el a quo, la obligación de mantener las vías libres de
escollos no depende del aviso expreso que sobre el particular envié la
ciudadanía. (…) Entonces, el daño tiene como causas adecuadas el hecho de la
víctima quien se desplazó de pie en un vehículo desatendiendo los más básicos
cánones de seguridad, al igual que la indolencia del Municipio para resolver la
obstrucción del espacio aéreo de la vía pública.

QUANTUM INDEMNIZATORIO - Hay lugar a su reducción al acreditarse


concausa / CONCAUSA - Disminución de la condena impuesta en atención a
la injerencia de las partes en el resultado dañoso / CONCAUSALIDAD -
Exposición libre, voluntaria e imprudente de la víctima al resultado dañoso /
CONDENA - Reducción en un 60% por concausa

Para ésta colegiatura y frente al concreto daño causado, la actuación de la


víctima fue mayor que la falla del demandado, pues era más posible que ocurriera
la muerte del pasajero con la sola ocupación insegura del vehículo, que con la
independiente obstrucción del espacio aéreo de la vía pública. (…) Además, no
puede perderse de vista que el pasajero voluntariamente decidió ocupar el
vehículo en esas inseguras condiciones, pues no hay prueba de que fuera
obligado, constreñido o forzado a transportarse de pie en el Jeep-Willys, siendo
incluso una costumbre regional que, practicada por la ciudadanía, su riesgo no
debe desplazarse a persona distinta a la que de la libre decide seguir esas
prácticas. (…) Por otro lado, la rama del árbol en la situación planteada no en
todos los casos ponía en peligro la integridad física de pasajeros y conductores,
pues debido a la prominente altura del gajo que se aprecia en las fotografías,
para ser golpeado con la misma se requería un desplazamiento poco usual, a una
altura justa y por fuera de la protección que brinda la estructura metálica de la
carrocería de un automotor convencional. (…) Es por estas justificaciones que la
disminución en la apreciación del daño pasará, del 20% fijado en primera
instancia, al 60% que estima ésta corporación fungiendo como ad quem,
quedando obligado el Estado a indemnizar sólo el 40% de los perjuicios -y no el
80% como estaban las cosas frente a la decisión apelada-, recordando
nuevamente la limitación que impone la no reformatio in peius frente a conceptos
no resueltos por el Tribunal a quo.

LLAMAMIENTO EN GARANTÍA - De Alcalde y Personera Municipal de


Chinchiná / LLAMAMIENTO EN GARANTÍA CON FINES DE REPETICIÓN - No
quedó demostrado que fueran deliberadamente omisivos en el cumplimiento
de sus deberes de mantener la vía sin obstáculos / LLAMAMIENTO EN
GARANTÍA CON FINES DE REPETICIÓN - No se probó la culpa grave o dolo
de los ex agentes del Estado

[Q]uedó justificado que se trató de una omisión leve del Municipio frente al
comportamiento de la víctima, sin que se hubiera demostrado que los llamados
fueran deliberadamente omisivos en el cumplimiento de sus deberes de mantener
la vía sin obstáculos, cuando ninguna prueba se recaudó de que explícitamente
se les pidiera talar el árbol como se alegó en la demanda, aviso que si bien no
define la falla estatal, si hubiera servido como evidencia del dolo o descuido grave
de los ex funcionarios convocados. En este sentido, ante la falta de prueba de la
culpa grave o dolo (calificado reproche que se requiere por mandato
constitucional para repetir contra los agentes del Estado según lo dispone el Inc.
2 del Art. 90 superior) respecto de Humberto Montes Tabares y Blanca Flor Valdés
Valencia, no obstante la acreditada falla del servicio a cargo del Municipio de
Chinchiná, se confirmará la absolución de los sujetos llamados en garantía.

PERJUICIOS MORALES - Reconocidos a familiares de la víctima por el dolor,


aflicción y congoja que produce la muerte de un pariente / PERJUICIOS
MORALES POR MUERTE - Reglas para su tasación conforme al parentesco
con la víctima fallecida / PERJUICIOS MORALES - Su liquidación se realiza
en salarios mínimos legales mensuales vigentes / PERJUICIOS MORALES -
Reducción en un 60% por concausa

Establecido con anterioridad los vínculos de consanguinidad entre la víctima y los


demandantes, atendiendo criterios de equidad y reglas de la experiencia, se
puede inferir razonablemente que la muerte de Fabio Alfonso le causó dolor a los
demandantes, por ser padre y hermanos del occiso. Sin embargo, para la
cuantificación de los pretium doloris no se acudirá a los gramos oro sino a
salarios mínimos mensuales legales como se viene sosteniendo a partir de la
sentencia del 6 de septiembre de 2001, proferida dentro de los procesos
acumulados No. 13.232 y 15.646. Así, por muerte de una persona a los de primer
grado como padres e hijos se les reconocía 1.000 gramos de oro, ahora 100
S.M.M.L.V., y frente a los de segundo como hermanos y abuelos, 500 gramos de
oro, ahora 50 S.M.M.L.V. Ahora bien, como la apreciación del daño debe reducirse
en un 60% en que se tasó la participación de Fabio Alfonso en la ocurrencia de su
propia muerte, se tiene que el 40% de los anteriores montos que constituyen la
condena en concreto.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN TERCERA

SUBSECCIÓN B

Consejera ponente: STELLA CONTO DÍAZ DEL CASTILLO

Bogotá, D.C., seis (06) de abril de dos mil once (2011)

Radicación número: 17001-23-31-000-1996-07013-01(19422)

Actor: MANUEL ALFONSO ÁVILA CAÑON Y OTROS

Demandado: MUNICIPIO DE CHINCHINÁ

Referencia: APELACIÓN SENTENCIA - ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA


Procede la Sala a resolver el recurso de apelación interpuesto por la parte
demandada en contra la sentencia del 7 de septiembre de 2000 proferida por la
Sala 4ª de Descongestión para los Tribunales Administrativos de Antioquia,
Caldas y Chocó, mediante la cual se acogieron parcialmente las pretensiones de
la demanda.

I. ANTECEDENTES

1.1 Síntesis del caso

La demanda interpuesta el 16 de abril de 19961, presenta una serie de supuestos


fácticos que bien pueden resumirse en que Fabio Alfonso Ávila Botero falleció el
19 de abril de 1994, cuando siendo transportado en un tradicional vehículo de
pasajeros de la región -Jeep Willys- rumbo a Palestina (Caldas), lo golpeó una
rama de un árbol que obstruía el espacio aéreo de la vía pública a la altura de la
carrera 4 con calle 16 del Municipio de Chinchiná.

También se aduce que la víctima de 26 años laboraba como vigilante de CELAR


Ltda., cuyos ingresos los aportaba enteramente para las necesidades de gran
parte del grupo familiar que ahora demanda.

Como título de imputación, el memorial indica la falla del servicio consistente en


que a pesar de habérsele solicitado con anterioridad y de manera verbal y
repetida a la Personería Municipal que gestionara la tala de la rama con la que
posteriormente se golpeó el occiso, la administración municipal de Chinchiná
antepuso criterios ecológicos y estéticos para mantener la integridad del árbol,
pero luego del mortal accidente procedió de la manera solicitada.

1.2 Lo que se pretende

Con fundamento en los anteriores hechos, -a través de abogado- el padre y los


hermanos del causante Fabio Alfonso a saber, Manuel Alfonso Ávila Cañón,
Claudia Lucrecia Ávila Botero, Albeiro Ávila Botero, Luis Enrique Valencia Botero,
Rodrigo Valencia Botero, María Elizabeth Valencia Botero, María Consuelo
Valencia Botero, Fernando Valencia Botero y María Olga Valencia de Buitrago,
deprecan las siguientes declaraciones:
PRIMERO: DECLARASE al Municipio de Chinchiná, Caldas,
RESPONSABLE, por la FALLA DEL SERVICIO, de la muerte
ocasionada al señor FABIO ALFONSO AVILA BOTERO el
día 19 de abril de 1.994, a consecuencia del golpe que él
1
Folios 17 a 58 del cuaderno 1°.
recibió en su región frontal al transitar por la carrera 4a. a la
altura de la Calle 16 de dicho municipio.

SEGUNDO: En consecuencia, se CONDENA al municipio de


Chinchiná, Caldas, a pagarle a las siguientes personas, una
vez se encuentre ejecutoriada la presente sentencia, y a
título de INDEMNIZACIÓN por los daños sufridos, la
siguientes sumas de dinero:

A. A MANUEL ALFONSO AVILA CAÑON: Los valores


equivalentes, en moneda nacional, a CUATRO MIL
(4.000) GRAMOS ORO por concepto de PERJUICIOS
MATERIALES, y UN MIL (1.000) GRAMOS por concepto
de PERJUICIOS MORALES.
B. A CLAUDIA LUCRECIA AVILA BOTERO: Los valores
equivalentes, en moneda nacional, a CUATRO MIL
(4.000) GRAMOS ORO por concepto de PERJUICIOS
MATERIALES, y UN MIL (1.000) GRAMOS por concepto
de PERJUICIOS MORALES.
C. A ALBEIRO AVILA BOTERO: Los valores equivalentes,
en moneda nacional, a CUATRO MIL (4.000) GRAMOS
ORO por concepto de PERJUICIOS MATERIALES, y UN
MIL (1.000) GRAMOS por concepto de PERJUICIOS
MORALES.
D. A LUIS ENRIQUE VALENCIA BOTERO: El valor
equivalente, en moneda nacional, a UN MIL (1.000)
GRAMOS por concepto de PERJUICIOS MORALES.
E. A RODRIGO VALENCIA BOTERO: El valor equivalente,
en moneda nacional, a UN MIL (1.000) GRAMOS por
concepto de PERJUICIOS MORALES.
F. A MARIA ELIZABETH VALENCIA BOTERO: El valor
equivalente, en moneda nacional, a UN MIL (1.000)
GRAMOS por concepto de PERJUICIOS MORALES.
G. A MARÍA CONSUELO VALENCIA BOTERO: El valor
equivalente, en moneda nacional, a UN MIL (1.000)
GRAMOS por concepto de PERJUICIOS MORALES.
H. A FERNANDO VALENCIA BOTERO: El valor equivalente,
en moneda nacional, a UN MIL (1.000) GRAMOS por
concepto de PERJUICIOS MORALES.
I. A MARIA OLGA VALENCIA DE BUITRAGO: El valor
equivalente, en moneda nacional, a UN MIL (1.000)
GRAMOS por concepto de PERJUICIO MORALES.

El valor del gramo oro se probará con CERTIFICADO o


CONSTANCIA del BANCO DE LA REPUBLICA o de la
SUPERINTENDENCIA BANCARIA, y dicho valor será el
correspondiente a la fecha en que la entidad efectivamente
cancele las cantidades de dinero a que ha sido condenada.

TERCERO: La cantidades de dinero ordenadas cancelar,


devengarán intereses comerciales bancarios corrientes
durante los seis (6) meses siguientes a la ejecutoria de este
fallo, y moratorios equivalentes sl (sic.) doble del bancario
corriente una vez vencido el citado término.- Tales intereses
se probarán con certificado de la SUPERINTENDENCIA
BANCARIA o de CUALQUIER BANCO DEL PAIS.
1.3 La defensa de la entidad territorial demandada

El Municipio de Chinchiná -a través de abogado- manifiesta 2 no constarle los


hechos relativos a la capacidad económica del señor Fabio Alfonso Ávila Botero
como tampoco la dependencia que alegan los accionantes. Adicionalmente pone
de presente la caducidad de la acción y formula como excepción de mérito el
hecho de la víctima. Señala:
(…) Violación del reglamento de tránsito del pasajero. Hago
consistir esta excepción en lo siguiente: De acuerdo a las
averiguaciones que se han hecho y que se probarán dentro
del proceso el pasajero Fabio Avila Botero viajaba en
posición vertical o de pie en el vehículo ya tantas veces
mencionado, violando claras prohibiciones establecidas en el
Código Nacional de Tránsito. Dicho de otra manera si al igual
que los otros pasajeros que viajaban dentro del vehículo el
occiso viajara en la posición de sentado seguro que no
hubiera sufrido las lesiones que le causaran posteriormente
la muerte.

También conviene referir, tangencialmente, que la demandada llamó en garantía a


Humberto Montes Tabares y a Blanca Flor Valdés Valencia, quienes para la época
del accidente se desempeñaban respectivamente como Alcalde y Personera
Municipal de la referida localidad.

1.4 La posición de los llamados en garantía

Blanca Flor Valdés Valencia niega rotundamente haber recibido las verbales y
repetitivas quejas para la tala de la rama que según cuenta la demanda golpeó
mortalmente a la víctima, en cambio refiere que motu proprio gestionó una poda
de otro árbol en condiciones similares 3.

El llamado Humberto Montes Tabares, por su parte, manifestó -a través de


abogado- que, mientras se desempeñó como Alcalde del ente territorial
demandado, nunca tuvo conocimiento de petición alguna referida a la tala de la
comentada ramificación; solicita el llamado en garantía de los secretarios de
obras públicas y de planeación y destacó la caducidad de la acción 4. En lo que
atañe a este tema, se resalta el silencio que se guardó en primera instancia en
torno tales llamamientos, situación que en nada entorpece el sustancial
desenvolvimiento de esta causa.

2
Memorial que obra a folios 88 a 93 ib.
3
Folios 114 a 117 ib.
4
Folios 118 a 120 ib.
1.5 Trámite procesal

En el curso del proceso se recaudaron los siguientes elementos de conocimiento:

Con la demanda se aportó 5, además de los poderes conferidos al abogado que


representa a los accionantes, los registros civiles de nacimiento y defunción,
fotografías del lugar donde ocurrieron los hechos y certificación sobre el último
salario devengado por el señor Fabio Alfonso Ávila Botero.

A la contestación de la demanda se acompañó el poder para actuar, los


documentos sobre la representación legal de la entidad territorial encartada y la
calidad con que se cita a los llamados en garantía, además de la copia de la
investigación penal adelantada por el accidente de que se trata 6. El llamado en
garantía Montes Tabares aportó el mandato respectivo y la prueba de la calidad
de los ex funcionarios que a su vez solicitó vincular 7.

En cumplimiento del auto del 9 de diciembre de 1996, (i) se recibió, por solicitud
de los demandantes copias de la hoja de vida laboral del occiso 8, de la minuta de
salida del hospital 9 y de la diligencia de levantamiento del cadáver 10, (ii) se
comisionó para la recepción de los testimonios 11 de José Orlando Castaño
Londoño, Luis Fernando Tamayo García, Hugo Maya y Martha Lucía López
Duque, (iii) también se practicó inspección judicial al sitio del accidente 12 y (iv) se
dispuso dictamen pericial sobre las medidas del árbol y su injerencia en la
movilidad de la vía13.

Por solicitud de la llamada en garantía señora Blanca Flor Valdés Valencia, se


recibió constancia secretarial en cuanto a la inexistencia de registro de peticiones
ante la Personería Municipal de Chinchiná para la tala de la rama del árbol sobre
la carrera 4 con calle 16 14.

1.6 Concepto del Ministerio Público


5
Folios 1 a 16 ib.
6
Folios 66 a 87 ib.
7
Folios 121 a 123 ib.
8
Folios 6 a 39, cuaderno 2°.
9
Folios 41 y 42 ib.
10
Folios 98 y 99 ib.
11
Folios 77 a 83 y 87 a 89 ib.
12
Folios 104 a 109 ib.
13
Folios 111 a 124 ib.
14
Folios 4 y 5 del cuaderno 3°.
Adicionalmente cabe referir que la audiencia de conciliación en primera instancia no se pudo llevar a cabo
por la inasistencia justificada de las partes (folios 194 a 196 y 206 a 208 del cuaderno 1°) y que surtido el
traslado para que las partes presentaran sus alegaciones finales, éstas guardaron silencio (constancia
secretarial visible a folio 220 ib.)
La Procuraduría Judicial 28 de Manizales 15 -luego de relatar los antecedentes del
caso- solicita exonerar de responsabilidad al ente demandado pues el daño
ocurrió porque la víctima viajaba de pie en el automotor, en lugar de utilizar los
asientos del vehículo como lo disponen las normas de tránsito. Resalta, además,
que no hay prueba de anteriores requerimientos a las autoridades para que
podaran la rama del árbol, que obstruía el espacio aéreo a la altura de la carrera
4 con calle 16 del Municipio de Chinchiná.

II. SENTENCIA APELADA

Mediante sentencia proferida el 7 de septiembre de 2000 16, la Sala 4ª de


Descongestión de los Tribunales Administrativos de Antioquia, Caldas y Chocó,
luego de concluir que efectivamente la muerte del señor Fabio Alfonso Ávila
Botero se debió al golpe que recibió en la cabeza con la rama que obstruía el
espacio aéreo de la vía pública del Municipio de Chinchiná condenó a la entidad
territorial demandada en aplicación de la responsabilidad objetiva por actividades
peligrosas, al considerar que no era determinante la existencia de una falla en el
servicio. En cuanto a los perjuicios reclamados, la providencia niega los
materiales por falta de prueba y los morales los fija en 1.000 gramos oro para el
padre de la víctima, 500 para las hermanos Ávila Botero, y 200 para los hermanos
Valencia Botero. Valores que dispuso reducir en 20% debido a la participación del
occiso en la producción del daño, para lo cual razonó lo siguiente que se destaca:
(…)
2. No aparece en el expediente que al conductor se le
hubiese pedido exhibir la tarjeta de operación en la cual
debía constar entre otros datos, el número de pasajeros que
podía transportar como vehículo particular que prestaba un
servicio público, para determinar las condiciones de
transporte y su capacidad, pues el pasajero se ubicó donde
podía y no fue su elección estar de pie o no, pues no hay
constancia en el expediente que apunte en tal sentido, ni el
conductor advirtió sobre peligro alguno cuando vio donde se
ubico (sic.). Hay testimonios uniformes en sentido de que
otro pasajero iba también de pie, Por lo demás huelga decir
que la Cooperativa de Transportadores de Chinchiná, a la
cual estaba afiliado el vehículo particular para el transporte
público, como adjudicatario de la ruta, no fue llamado a
responder de manera directa, ni por parte del Municipio fue
solicitada su vinculación al proceso en garantía.
(…)
La fotografías iniciales y todos los testimonio son contestes,
vale decir, acorde en el hecho cierto de que existía de tiempo
atrás, una invasión del espacio público aéreo de la calzada
15
Folios 215 a 219 ib.
16
Folios 221 a 236 del cuaderno 5°.
derecha de la carrera cuarta a la altura de la calle 16,
consistente en una rama o gaja que pendía de un árbol
plantado en la zona verde contigua a la mencionada vía
dentro de los terrenos que ocupa la edificación donde
funciona el centro educativo denominado “Centro Docente
San Francisco”.

El golpe fue recibido en la cabeza por Fabio Alfonso Avila


Botero, cuando éste transitaba como pasajero en un
vehículo marca Willys, de placas WAO905, modelo 62, de
servicio público afiliado a Cooperativa de Transportadores de
Chinchiná – Caldas.

Se desprende de los testimonios y de los hechos probados


sobre la conducta observada por la víctima que ésta fue
imprudente y contribuyó en alguna manera a la producción
del daño. En consecuencia se presenta concurrencia de
culpas, figura estructurada por el artículo 2357 del Código
Civil en estos términos: “la apreciación del daño está sujeta a
reducción si el que lo, ha sufrido se expuso a él
imprudentemente”.

Por tanto, la Sala teniendo en cuenta las circunstancias de la


ocurrencia de los hechos y considerando que la víctima
contribuyó en grado menor a la producción del daño, la
reducción se hará en un 20% del monto indemnizable.
(…)

Finalmente cabe agregar que los llamados en garantía fueron absueltos en la


decisión de primer grado. La parte resolutiva de la sentencia que se estudia
textualmente fue la siguiente:
PRIMERO. DECLÁRASE AL MUNICIPIO CHINCHINA –
CALDAS administrativamente responsable de la muerte del
señor FABIO ALFONSO AVILA BOTERO, según los hechos
descritos en la demanda.
SEGUNDO: Como consecuencia de lo anterior declaración
(sic.), el MUNICIPIO DE CHINCHINA – CLADAS, deberá
reconocer y pagar por concepto de PERJUICIOS
MORALES, el equivalente en pesos que certifique para la
fecha de la ejecutoria del presente fallo el Banco de la
República, a MANUEL ALFONSO AVILA CAÑON, mil (1.000)
gramos oro, ALBEIRO AVILA BOTERO, quinientos (500)
gramos oro, CLAUDIA LUCRECIA AVILA BOTERO,
quinientos (500) gramos oro, y a LUIS ENRIQUE VALENCIA
BOTERO, RODRIGO VALENCIA BOTERO, MARIA
ELIZABETH VALENCIA BOTERO, MARIA CONSULEO
VALENCIA BOTERO, FERNANDO VALENCIA BOTERO y
MARIA OLGA VALENCIA DE BUITRAGO, doscientos (2009
gramos oro, para cada uno de ellos.
TERCERO: Las condenas serán disminuidas en un veinte
por ciento (20%).
CUARTO: Se absuelve a los llamados en garantía.
QUINTO: Niegásen (sic.) las demás pretensiones de la
demanda.
SEXTO: Se dará cumplimiento a los artículos 176 y 177 del
Código Contencioso Administrativo.

III. RECURSO DE APELACIÓN

Inconforme con la decisión de primera instancia, el apoderado del ente territorial


demandado interpuso recurso de apelación 17, argumentando que la muerte del
señor Ávila Botero ocurrió por hecho exclusivo de la víctima. Agrega que, en caso
de mantenerse la declaración de responsabilidad, la condena debe reducirse por
lo menos en 50%.

Surtido el traslado para que las partes presentaran sus alegaciones finales en
alzada, éstas guardaron silencio 18.

IV. CONCEPTO DEL MINISTERIO PÚBLICO

La Procuraduría 4ª Delegada ante esta Corporación, presentó su concepto 19 en el


que, luego de un relato de lo surtido en el proceso, concluye: (i) que la condena
debe reducirse a un 50% pues los comportamientos de la víctima y el demandado,
igualmente reprochables, tuvieron la misma incidencia, (ii) que la exoneración por
concepto de perjuicios materiales en tanto no se demostraron debe mantenerse y
(iii) que igual suerte deben correr los llamados porque ninguna culpa grave o dolo
se les puede imputar a los ex servidores públicos vinculados.

V. CONSIDERACIONES DE LA SALA

5.1 Competencia

Esta Corporación es competente para conocer del asunto, en razón del recurso
de apelación interpuesto por la parte demandada en proceso de doble instancia,
seguido ante el Tribunal Contencioso Administrativo de Caldas –decidido por la
Sala 4ª de Descongestión de los Tribunales de Antioquia, Caldas y Chocó- en
contra del Municipio de Chinchiná, tal como lo dispone el Art. 129 del C.C.A.

Efectivamente, la cuantía del proceso determinada para la fecha en que se


presentó la demanda, cuando el precio de venta del gramo oro equivalía a
$13.293,12, supera ampliamente el mínimo legal exigido de la época ($13
´460.000) para que el juicio tuviera la posibilidad de segunda instancia conforme
artículo 131 del C.CA. -subrogado por el canon 2° del Decreto 597 de 1988-,

17
Folios 240 y 241 ib.
18
Constancia secretarial visible a folio 264 ib.
19
Folios 252 a 263 ib.
habida cuenta que en el libelo se deprecan perjuicios materiales tasados en 4.000
gramos de oro fino, o sea, $53´172.480.

También merece desatacarse, en punto de la competencia, que la Sala no se


encuentra autorizada para ampliar la condena impuesta al Municipio accionado
en primera instancia, pues en atención al principio procesal de no reformatio in
peius, le queda vedado al ad quem perjudicar al único apelante con la decisión de
alzada.

En esta medida, como el fallo de primera instancia sólo fue recurrido por el
demandado, no es posible condenar al Municipio de Chinchiná por aspectos
diferentes a los perjuicios morales que el a quo le ordenó indemnizar, quedando
prohibido para la presente decisión el tema de perjuicios materiales; incluso,
como la valoración de los daños se redujo en un 20% debido a la participación de
la víctima, dicha rata tampoco es ahora susceptible de aminoración, pudiendo en
cambio ser aumentada -como lo reclaman tanto el demandado como el Ministerio
Público- en claro beneficio del único apelante.

No sobra advertir que el comentado principio procesal encuentra límite cuando


debe surtirse la consulta en beneficio de quien no impugnó, caso en el cual la
contraparte, aunque sea la única apelante, puede verse afectada en la alzada
debido a las amplias facultades de que goza el Juez dentro del grado
jurisdiccional para procurar el provecho de quien en cuyo favor se surte la
oficiosa revisión, excepción en todo caso no predicable en el sub lite.

5.2 Precisión necesaria sobre el título de imputación aplicable

En esta ocasión se discute la responsabilidad extracontractual del Municipio de


Chinchiná por la muerte de Fabio Alfonso Ávila Botero, quien -según cuenta la
demanda- cayó del vehículo de transporte público cuando lo golpeó una rama de
un árbol que obstaculizaba el espacio aéreo de la vía pública, exactamente en la
carrera 4 con calle 16 de la referida localidad.

En este sentido, el Tribunal que definió la primera instancia relevó finalmente de


su análisis el tema de la falla imputable a la administración municipal accionada
por no haber talado oportunamente la rama que golpeó a la víctima y resolvió el
asunto acorde con el régimen de las actividades peligrosas, citando un
precedente sobre accidentes de tránsito.
No obstante, la Sala deberá apartarse de la decisión en cuanto si bien la víctima
se encontraba en un vehículo en movimiento cuando aconteció en insuceso, la
Administración no ejercía actividad peligrosa, siendo lo conducente estudiar el
caso a la luz de los presupuestos de la falla del servicio.

Esto es así porque fácilmente se advierte que la víctima no resultó dañada porque
se concretara el riesgo de una actividad peligrosa desarrollada por agentes del
Estado, sino a causa de que la Administración local no taló a tiempo la rama de
un árbol -que interfería el espacio aéreo- que golpeó mortalmente a la víctima y
en este sentido, es claro que el título predicable es la falla del servicio, esquema
dentro del cual se ubica la Sala para definir la instancia.

5.3 Los hechos probados que no se encuentran en discusión

En lo que interesa, inicialmente se destaca que el fallecido Fabio Alfonso Ávila


Botero20 fue hijo del demandante Alfonso Ávila Cañón y hermano 21 de Claudia
Lucrecia y Albeiro Ávila Botero, Luis Enrique, Rodrigo, María Elizabeth, María
Consuelo y Fernando Valencia Botero y María Olga Valencia de Buitrago.

También se encuentra acreditado que la muerte de Fabio Alfonso Ávila Botero se


debió al accidente ocurrido el 19 de abril de 1994, cuando se transportaba en un
Jeep-Willys desde Chinchiná a Palestina por golpe contra la rama de un árbol y
caída del vehículo en el que se movilizaba, a la altura de la carrera 4 con calle 16
de la primera de las citadas localidades 22.

Siendo así, conviene descartar desde ahora la alegada caducidad, pues la


presentación de la demanda ocurrida el 16 de abril de 1996, se cumplió dentro de
los dos años contados a partir del día antes señalado: el 19 de abril de 1994.

Las declaraciones rendidas en sede penal por el conductor del Jeep-willys, otro
de los ocupantes del automotor y un tercero presencial de los hechos, informan
de manera que no deja dudas que la caída se dio porque el pasajero que no iba
sentado en el automotor, se golpeó la cabeza con una rama de un árbol que
invadía el espacio de la vía pública que transitaba el vehículo ocupado, entre
otros, por la víctima23.

20
El registro civil de defunción obra a folio 14 del cuaderno 1°, y las copias del acta de levantamiento del
cadáver se hallan adosadas a folios 79 principal, 98 y 99 del cuaderno 2°.
21
Registros civiles de nacimientos visibles a folios 5 a 13 del cuaderno 1°.
22
Cfr. las copias de la investigación penal que se adelantaron por el accidente, las cuales obran a folios 68 a
84 ib.
23
Folios 73 a 77 ib.
Sobre este punto la Sala reconoce que si bien es cierto las declaraciones
rendidas en el proceso penal que fueron aportadas con la contestación de la
demanda no fueron solicitadas por los demandantes ni recibidas con su
audiencia, de lo que se descarta el cumplimiento satisfactorio de los presupuestos
establecidos en el Art. 185 del C.P.C. para que sean “apreciables sin más
formalidades”, tampoco puede desconocerse que el testimonio de Martha Lucía
López Duque -otra ocupante del vehículo al momento de los hechos- solicitado
comúnmente por ambas partes y practicado en esta sede, corrobora eficazmente
que el pasajero no viajaba sentado sino que “[i]ba de pie semi-agachado” 24.

Ahora bien, aunque el dictamen pericial no fue contundente para acreditar que la
rama del árbol efectivamente invadía el espacio aéreo de la vía pública 25, tal
supuesto fáctico se demostró con las fotografías del lugar de los hechos anexas a
la demanda26 -no tachadas y corroboradas por su autor- 27, las que por lo demás,
pudieron ser confirmadas en la diligencia de inspección judicial decretada por el a
quo, aunque para entonces la rama ya no obstruía la vía pública 28.

5.4 El tema central del recurso: las causas adecuadas del daño

De la referencia probatoria que en lo necesario se acaba de hacer en el punto


anterior, dos aspectos quedan claros: (i) el pasajero Fabio Alfonso se transportaba
de pié en el carro y (ii) la rama de un árbol que invadía el espacio aéreo de la vía
pública lo golpeó de manera contundente, desencadenando su muerte.

Lo primero es atribuible a la propia víctima, quien si hubiera viajado como lo


indica una elemental regla de seguridad, muy seguramente no habría muerto y
prueba de ello es que sólo el señor Fabio Alonso Ávila Botero, entre los pasajeros
del automotor, sufrió daño.

Es que por la altura de la rama que se aprecia en el ilustrativo material fotográfico


aportado con la demanda, fácilmente se concluye que de haber ocupado en
debida forma el vehículo, el daño no se hubiera causado, al menos en las
condiciones en que se produjo el accidente.

Sin embargo, si la rama no hubiese ocupado el espacio aéreo de la vía pública a


una altura capaz de alcanzar a un individuo, como aconteció, el pasajero no se
24
Ver puntualmente folio 88 del cuaderno 2°.
25
Folios 111 y ss. Ib.
26
Folio 15 principal.
27
Folios 81 a 83 del cuaderno 2°.
28
Folios 104 a 109 del cuaderno 2°.
hubiera golpeado con la misma. En este punto, la Sala considera que la
Administración Municipal de Chinchiná falló en la prestación del servicio por no
haber talado la rama del árbol que a baja altura obstaculizaba la vía pública así
no mediara petición ciudadana, porque como como bien lo planteó el a quo, la
obligación de mantener las vías libres de escollos no depende del aviso expreso
que sobre el particular envié la ciudadanía.

Lo anterior porque el crecimiento del árbol sobre la vía en las proporciones


visibles en las fotografías, denota un proceder negligente en cuanto a la
obstrucción de la carretera que ocurrió en el tiempo con la tolerancia de la
Administración.

Entonces, el daño tiene como causas adecuadas el hecho de la víctima quien se


desplazó de pie en un vehículo desatendiendo los más básicos cánones de
seguridad, al igual que la indolencia del Municipio para resolver la obstrucción del
espacio aéreo de la vía pública.

Es que éste es el estrecho margen de litigio que presenta el caso, pues en


primera instancia se consideró que la víctima participó en grado menor, tasando
esa colaboración en un 20%; mientras que el Ministerio Público considera que las
causas tuvieron el mismo valor, o sea 50% cada una, replicando al demandado-
apelante para quien la víctima si determinó exclusivamente su propio daño, o
cuando menos contribuyó en la mitad del mismo.

5.5 La concreta disminución en la valoración del daño

Por más objetivos que parezcan las justificaciones dadas por el Juzgador para
cuantificar, como es su deber, la participación de la víctima en la causación del
daño, siempre quedará en el ambiente la imposición del arbitrium judicis al
respecto, pero no por ello el fallador debe imponer un porcentaje incumpliendo su
obligación de tratar de justificar razonadamente el mayor o menor valor que se le
asigne a cada causa adecuada.

Así, no es suficiente la enunciación que se hiciera en el proveído impugnado al


sostener, sin la más mínima argumentación, que “la víctima contribuyó en grado
menor a la producción del daño”, procediendo a reducir la valoración de los
perjuicios en un 20%.

Para ésta colegiatura y frente al concreto daño causado, la actuación de la


víctima fue mayor que la falla del demandado, pues era más posible que ocurriera
la muerte del pasajero con la sola ocupación insegura del vehículo, que con la
independiente obstrucción del espacio aéreo de la vía pública.

Además, no puede perderse de vista que -contrario a lo tangencialmente aducido


en el fallo recurrido- el pasajero voluntariamente decidió ocupar el vehículo en
esas inseguras condiciones, pues no hay prueba de que fuera obligado,
constreñido o forzado a transportarse de pié en el Jeep-Willys, siendo incluso una
costumbre regional que, practicada por la ciudadanía, su riesgo no debe
desplazarse a persona distinta a la que de la libre decide seguir esas prácticas.

Por otro lado, la rama del árbol en la situación planteada no en todos los casos
ponía en peligro la integridad física de pasajeros y conductores, pues debido a la
prominente altura del gajo que se aprecia en las fotografías, para ser golpeado
con la misma se requería un desplazamiento poco usual, a una altura justa y por
fuera de la protección que brinda la estructura metálica de la carrocería de un
automotor convencional.

Lo esperable en condiciones normales para cada causa, muestra lo grave que


resultó la intervención de la víctima, pues mientras la falla de la Administración
hacía la realización del daño eventual, el comportamiento de la víctima lo acercó
al daño tal como ocurrió.

Es por estas justificaciones que la disminución en la apreciación del daño pasará,


del 20% fijado en primera instancia, al 60% que estima ésta corporación
fungiendo como ad quem, quedando obligado el Estado a indemnizar sólo el 40%
de los perjuicios -y no el 80% como estaban las cosas frente a la decisión
apelada-, recordando nuevamente la limitación que impone la no reformatio in
peius frente a conceptos no resueltos por el Tribunal a quo.

5.6 Los llamamientos en garantía

Ya se ha dicho suficientemente que era deber del demandado Municipio de


Chinchiná despejar la obstrucción que afectaba el espacio aéreo de la vía pública
a la altura de la carrera 4 con calle 16 de esa misma localidad, y que por no
haberlo hecho a tiempo, se incurrió en una falla del servicio, constituyéndose
ésta, a su vez, en una de las causas adecuadas del daño sufrido directamente por
el occiso Fabio Alfonso.

Sin embargo, también quedó justificado que se trató de una omisión leve del
Municipio frente al comportamiento de la víctima, sin que se hubiera demostrado
que los llamados fueran deliberadamente omisivos en el cumplimiento de sus
deberes de mantener la vía sin obstáculos, cuando ninguna prueba se recaudó de
que explícitamente se les pidiera talar el árbol como se alegó en la demanda,
aviso que si bien no define la falla estatal, si hubiera servido como evidencia del
dolo o descuido grave de los ex funcionarios convocados.

En este sentido, ante la falta de prueba de la culpa grave o dolo (calificado


reproche que se requiere por mandato constitucional para repetir contra los
agentes del Estado según lo dispone el Inc. 2 del Art. 90 superior) respecto de
Humberto Montes Tabares y Blanca Flor Valdés Valencia, no obstante la
acreditada falla del servicio a cargo del Municipio de Chinchiná, se confirmará la
absolución de los sujetos llamados en garantía.

5.7 La reparación de los perjuicios

Establecido con anterioridad los vínculos de consanguinidad entre la víctima y los


demandantes, atendiendo criterios de equidad y reglas de la experiencia, se
puede inferir razonablemente que la muerte de Fabio Alfonso le causó dolor a los
demandantes, por ser padre y hermanos del occiso.

Sin embargo, para la cuantificación de los pretium doloris no se acudirá a los


gramos oro sino a salarios mínimos mensuales legales como se viene
sosteniendo a partir de la sentencia del 6 de septiembre de 2001, proferida dentro
de los procesos acumulados No. 13.232 y 15.646.

Así, por muerte de una persona a los de primer grado como padres e hijos se les
reconocía 1.000 gramos de oro, ahora 100 S.M.M.L.V., y frente a los de segundo
como hermanos y abuelos, 500 gramos de oro, ahora 50 S.M.M.L.V.

Debe recordarse que hermanos de doble o simple conjunción siguen teniendo el


mismo parentesco, sobre todo a partir de postulados constitucionales que
proscriben la discriminación por el origen familiar (arts. 13 y 42 constitucionales),
siendo contrario a los mandatos de igualdad y respeto a la dignidad humana, que
en la sentencia se fijara, sin válida justificación, 500 gramos para los hermanos
Ávila Botero, y sólo 200 para los Valencia Botero.

Entonces, corrigiendo esta discriminación injustificada, pues ningún válido


argumento se presentó para resolver sin más, que el dolor de la muerte de un
hermano vale más para los que tienen similares progenitores frente a los que sólo
comparten un apellido, se tiene que para el padre el perjuicio moral vendrían
siendo 100 S.M.M.L.V., y para el resto de demandantes en condición de hermanos
de la víctima, 50.

Ahora bien, como la apreciación del daño debe reducirse en un 60% en que se
tasó la participación de Fabio Alfonso en la ocurrencia de su propia muerte, se
tiene que el 40% de los anteriores montos que constituyen la condena en
concreto vendrían siendo: 40 S.M.M.L.V. para Manuel Alfonso Ávila Cañón y 20
para cada uno de los hermanos Claudia Lucrecia Ávila Botero, Albeiro Ávila
Botero, Luis Enrique Valencia Botero, Rodrigo Valencia Botero, María Elizabeth
Valencia Botero, María Consuelo Valencia Botero, Fernando Valencia Botero y
María Olga Valencia de Buitrago.

Nótese que la corrección de la inequidad entre los hermanos no perjudica al único


apelante, pues a Luis Enrique, Rodrigo, María Elizabeth, María Consuelo,
Fernando Valencia Botero y María Olga Valencia de Buitrago, se les había
reconocido 200 gramos de oro fino, para el estado actual de la jurisprudencia
serían 20 S.M.M.L.V., suma que al final se les mantuvo sin aumento.

VI. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Tercera, Subsección “B”, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la Ley,

FALLA:

PRIMERO. MODIFICAR el numeral segundo de la parte resolutiva de la


sentencia del 7 de septiembre de 2000 proferida por la Sala 4ª de Descongestión
para los Tribunales Administrativos de Antioquia, Caldas y Chocó, quedando en el
siguiente sentido:
CONDENAR al MUNICIPIO DE CHINCHINÁ a pagar las
siguientes cantidades de dinero por concepto de perjuicios
morales:
A favor de MANUEL ALFONSO ÁVILA CAÑÓN, padre de la
víctima FABIO ALFONSO ÁVILA BOTERO, el equivalente a
CUARENTA (40) SALARIOS MÍNIMOS LEGALES
MENSUALES VIGENTES, liquidados a la fecha de ejecutoria
de esta sentencia.
A favor de CLAUDIA LUCRECIA ÁVILA BOTERO, ALBEIRO
ÁVILA BOTERO, LUIS ENRIQUE VALENCIA BOTERO,
RODRIGO VALENCIA BOTERO, MARÍA ELIZABETH
VALENCIA BOTERO, MARÍA CONSUELO VALENCIA
BOTERO, FERNANDO VALENCIA BOTERO y MARÍA OLGA
VALENCIA de BUITRAGO, hermanos de la víctima FABIO
ALFONSO ÁVILA BOTERO, el equivalente a VEINTE (20)
SALARIOS MÍNIMOS LEGALES MENSUALES VIGENTES
para cada uno, liquidados a la fecha de ejecutoria de esta
sentencia.

SEGUNDO. REVOCAR el numeral tercero de la parte resolutiva de la sentencia


apelada, pues la reducción en la estimación de los perjuicios se fija en 60%,
deducción que ya le fue realizada a las condenas del punto anterior.

TERCERO. En los demás, CONFIRMAR la sentencia del 7 de septiembre de


2000 proferida por la Sala 4ª de Descongestión para los Tribunales
Administrativos de Antioquia, Caldas y Chocó.

CUARTO. De conformidad con lo dispuesto en los Arts. 115 del C.P.C. y 37 del
Decreto 359 de 1995, para el cumplimiento de esta sentencia expídanse copias
con destino a las partes. Las copias destinadas a la parte actora serán
entregadas al apoderado judicial que ha venido actuando.

QUINTO. En firme esta providencia, REMITIR la actuación al Tribunal de origen.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE y CÚMPLASE

STELLA CONTO DÍAZ DEL CASTILLO


Magistrada Ponente

RUTH STELLA CORREA PALACIO


Magistrada

DANILO ROJAS BETANCOURTH


Magistrado

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