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SERVICIO VIAL - Obstrucción del espacio aéreo de vía pública por la rama de
un árbol / DAÑO ANTIJURÍDICO - Muerte de pasajero de vehículo particular al
ser golpeado por la rama de un árbol que obstaría la carretera / HECHO DE
LA VÍCTIMA - El pasajero se transportaba de pie en el carro /
CONCAUSALIDAD - Reducción del quantum indemnizatorio en un 60%
[Q]uedó justificado que se trató de una omisión leve del Municipio frente al
comportamiento de la víctima, sin que se hubiera demostrado que los llamados
fueran deliberadamente omisivos en el cumplimiento de sus deberes de mantener
la vía sin obstáculos, cuando ninguna prueba se recaudó de que explícitamente
se les pidiera talar el árbol como se alegó en la demanda, aviso que si bien no
define la falla estatal, si hubiera servido como evidencia del dolo o descuido grave
de los ex funcionarios convocados. En este sentido, ante la falta de prueba de la
culpa grave o dolo (calificado reproche que se requiere por mandato
constitucional para repetir contra los agentes del Estado según lo dispone el Inc.
2 del Art. 90 superior) respecto de Humberto Montes Tabares y Blanca Flor Valdés
Valencia, no obstante la acreditada falla del servicio a cargo del Municipio de
Chinchiná, se confirmará la absolución de los sujetos llamados en garantía.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN B
I. ANTECEDENTES
Blanca Flor Valdés Valencia niega rotundamente haber recibido las verbales y
repetitivas quejas para la tala de la rama que según cuenta la demanda golpeó
mortalmente a la víctima, en cambio refiere que motu proprio gestionó una poda
de otro árbol en condiciones similares 3.
2
Memorial que obra a folios 88 a 93 ib.
3
Folios 114 a 117 ib.
4
Folios 118 a 120 ib.
1.5 Trámite procesal
En cumplimiento del auto del 9 de diciembre de 1996, (i) se recibió, por solicitud
de los demandantes copias de la hoja de vida laboral del occiso 8, de la minuta de
salida del hospital 9 y de la diligencia de levantamiento del cadáver 10, (ii) se
comisionó para la recepción de los testimonios 11 de José Orlando Castaño
Londoño, Luis Fernando Tamayo García, Hugo Maya y Martha Lucía López
Duque, (iii) también se practicó inspección judicial al sitio del accidente 12 y (iv) se
dispuso dictamen pericial sobre las medidas del árbol y su injerencia en la
movilidad de la vía13.
Surtido el traslado para que las partes presentaran sus alegaciones finales en
alzada, éstas guardaron silencio 18.
V. CONSIDERACIONES DE LA SALA
5.1 Competencia
Esta Corporación es competente para conocer del asunto, en razón del recurso
de apelación interpuesto por la parte demandada en proceso de doble instancia,
seguido ante el Tribunal Contencioso Administrativo de Caldas –decidido por la
Sala 4ª de Descongestión de los Tribunales de Antioquia, Caldas y Chocó- en
contra del Municipio de Chinchiná, tal como lo dispone el Art. 129 del C.C.A.
17
Folios 240 y 241 ib.
18
Constancia secretarial visible a folio 264 ib.
19
Folios 252 a 263 ib.
habida cuenta que en el libelo se deprecan perjuicios materiales tasados en 4.000
gramos de oro fino, o sea, $53´172.480.
En esta medida, como el fallo de primera instancia sólo fue recurrido por el
demandado, no es posible condenar al Municipio de Chinchiná por aspectos
diferentes a los perjuicios morales que el a quo le ordenó indemnizar, quedando
prohibido para la presente decisión el tema de perjuicios materiales; incluso,
como la valoración de los daños se redujo en un 20% debido a la participación de
la víctima, dicha rata tampoco es ahora susceptible de aminoración, pudiendo en
cambio ser aumentada -como lo reclaman tanto el demandado como el Ministerio
Público- en claro beneficio del único apelante.
Esto es así porque fácilmente se advierte que la víctima no resultó dañada porque
se concretara el riesgo de una actividad peligrosa desarrollada por agentes del
Estado, sino a causa de que la Administración local no taló a tiempo la rama de
un árbol -que interfería el espacio aéreo- que golpeó mortalmente a la víctima y
en este sentido, es claro que el título predicable es la falla del servicio, esquema
dentro del cual se ubica la Sala para definir la instancia.
Las declaraciones rendidas en sede penal por el conductor del Jeep-willys, otro
de los ocupantes del automotor y un tercero presencial de los hechos, informan
de manera que no deja dudas que la caída se dio porque el pasajero que no iba
sentado en el automotor, se golpeó la cabeza con una rama de un árbol que
invadía el espacio de la vía pública que transitaba el vehículo ocupado, entre
otros, por la víctima23.
20
El registro civil de defunción obra a folio 14 del cuaderno 1°, y las copias del acta de levantamiento del
cadáver se hallan adosadas a folios 79 principal, 98 y 99 del cuaderno 2°.
21
Registros civiles de nacimientos visibles a folios 5 a 13 del cuaderno 1°.
22
Cfr. las copias de la investigación penal que se adelantaron por el accidente, las cuales obran a folios 68 a
84 ib.
23
Folios 73 a 77 ib.
Sobre este punto la Sala reconoce que si bien es cierto las declaraciones
rendidas en el proceso penal que fueron aportadas con la contestación de la
demanda no fueron solicitadas por los demandantes ni recibidas con su
audiencia, de lo que se descarta el cumplimiento satisfactorio de los presupuestos
establecidos en el Art. 185 del C.P.C. para que sean “apreciables sin más
formalidades”, tampoco puede desconocerse que el testimonio de Martha Lucía
López Duque -otra ocupante del vehículo al momento de los hechos- solicitado
comúnmente por ambas partes y practicado en esta sede, corrobora eficazmente
que el pasajero no viajaba sentado sino que “[i]ba de pie semi-agachado” 24.
Ahora bien, aunque el dictamen pericial no fue contundente para acreditar que la
rama del árbol efectivamente invadía el espacio aéreo de la vía pública 25, tal
supuesto fáctico se demostró con las fotografías del lugar de los hechos anexas a
la demanda26 -no tachadas y corroboradas por su autor- 27, las que por lo demás,
pudieron ser confirmadas en la diligencia de inspección judicial decretada por el a
quo, aunque para entonces la rama ya no obstruía la vía pública 28.
5.4 El tema central del recurso: las causas adecuadas del daño
Por más objetivos que parezcan las justificaciones dadas por el Juzgador para
cuantificar, como es su deber, la participación de la víctima en la causación del
daño, siempre quedará en el ambiente la imposición del arbitrium judicis al
respecto, pero no por ello el fallador debe imponer un porcentaje incumpliendo su
obligación de tratar de justificar razonadamente el mayor o menor valor que se le
asigne a cada causa adecuada.
Por otro lado, la rama del árbol en la situación planteada no en todos los casos
ponía en peligro la integridad física de pasajeros y conductores, pues debido a la
prominente altura del gajo que se aprecia en las fotografías, para ser golpeado
con la misma se requería un desplazamiento poco usual, a una altura justa y por
fuera de la protección que brinda la estructura metálica de la carrocería de un
automotor convencional.
Sin embargo, también quedó justificado que se trató de una omisión leve del
Municipio frente al comportamiento de la víctima, sin que se hubiera demostrado
que los llamados fueran deliberadamente omisivos en el cumplimiento de sus
deberes de mantener la vía sin obstáculos, cuando ninguna prueba se recaudó de
que explícitamente se les pidiera talar el árbol como se alegó en la demanda,
aviso que si bien no define la falla estatal, si hubiera servido como evidencia del
dolo o descuido grave de los ex funcionarios convocados.
Así, por muerte de una persona a los de primer grado como padres e hijos se les
reconocía 1.000 gramos de oro, ahora 100 S.M.M.L.V., y frente a los de segundo
como hermanos y abuelos, 500 gramos de oro, ahora 50 S.M.M.L.V.
Ahora bien, como la apreciación del daño debe reducirse en un 60% en que se
tasó la participación de Fabio Alfonso en la ocurrencia de su propia muerte, se
tiene que el 40% de los anteriores montos que constituyen la condena en
concreto vendrían siendo: 40 S.M.M.L.V. para Manuel Alfonso Ávila Cañón y 20
para cada uno de los hermanos Claudia Lucrecia Ávila Botero, Albeiro Ávila
Botero, Luis Enrique Valencia Botero, Rodrigo Valencia Botero, María Elizabeth
Valencia Botero, María Consuelo Valencia Botero, Fernando Valencia Botero y
María Olga Valencia de Buitrago.
VI. DECISIÓN
FALLA:
CUARTO. De conformidad con lo dispuesto en los Arts. 115 del C.P.C. y 37 del
Decreto 359 de 1995, para el cumplimiento de esta sentencia expídanse copias
con destino a las partes. Las copias destinadas a la parte actora serán
entregadas al apoderado judicial que ha venido actuando.