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ACTOR: PORRO ANDRES ARIEL.

DEMANDADO: FARIAS NELSON ADRIAN Y LOPEZ ESTEFANIA


ELIZABETH.

OBJETO: DEMANDA DE DAÑOS Y PERJUICIOS

MONTO: $******

MATERIA: ORDINARIO

DOCUMENTAL: (1 fs) Patrocinio Letrado (2 fs). Carta Documento Copia certificada


presupuestos de CHAPERMAN Repuestos. (1 fs). Copia presupuesta de BOCHINI mano
de obra. Copia de presupuesto de Lander por reparación. Copia de presupuesto taller HD
por mano de obra. Fotos de daños ocasionados en el vehículo. Copia de Certificado de
cobertura “Prudencia” Seguros. Copia de la denuncia del siniestro. Formulario 05 y Acta
expedida por el Centro Judicial de Mediación. (1 fs) reclamo presentado en la Cía de
Seguros

Sr. Juez:

Andrés Ariel PORRO, argentino, D.N.I. Nº 25.374.356, con domicilio


real en Balsa Las Perlas MZ 136 LOTE 14, de la ciudad de Cipolletti, Pcia. de Río
Negro, con el patrocinio letrado de la Dra. YAMINA CARUSO, ABOGADA,
MAT. PROF. Nº 4569 C.A.A.V.O., constituyendo domicilio legal en calle San
Martin N° 745, Ofic 1 de Cipolletti, Pcia Río Negro, y electrónico
carusoyamina@gmail.com ante V. S. comparezco y respetuosamente digo:

2.AGOTAMIENTO DE LA VIA MEDIATORIA:

Que habiendo ésta parte tramitado oportunamente la pertinente


Mediación bajo los autos Nº 01449-19-CCP-2019, la misma fue cerrada atenta no
haber las partes arribado a un acuerdo.-

En función de lo manifestado acompaño copia del pertinente


Formulario Nº 05 emitidos por el CEJUME de la ciudad de Cipolletti, el cual
acredita el agotamiento de la instancia de la mediación.

3. BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS:


Se hace saber a VS que concomitantemente a la impetración de
la presente se ha dado inicio al pertinente beneficio de litigar sin gastos, por lo cual
solicito se conceda el beneficio provisorio que dispone el art. 83 del CPCyC.
Oportunamente se hará saber en autos la carátula respectiva y el Nro. de Expte.-

4.OBJETO:

Que en tiempo y forma vengo, por la presente, a promover demanda


por Daños y Perjuicios, contra el Sr. FARIAS, NELSON ADRIAN, DNI Nº
30.823.520, con domicilio en calle Collon Cura Nº 134 PISO: PA Depto 2, de la
ciudad de Neuquén, Pcia Neuquén; LOPEZ ESTEFANIA ELIZABETH, DNI
N°35.382.193, con domicilio en calle Picun Leufu Nº204 Dto 6, de la ciudad de
Neuquén, Pcia Neuquén; RIO URUGUAY SEGUROS S.A., CUIT 30-50005031-0,
con domicilio real en calle Alsina 292, Pisos 2 y 5, Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, por el evento dañoso que produjo graves daños materiales en el vehículo de
propiedad de mi patrocinado, solicitando se los condene a abonar a éstas partes la
suma de PESOS SEISCIENTOS OCHENTA Y TRES MIL OCHOCIENTOS
CINCUENTA Y CINCO CON CENTAVOS 00/100 ($683.855,00) y lo que en más o
menos determine V.S de las pruebas objeto de oportuna producción, con más
intereses legales desde la fecha de ocurrencia del evento dañoso, costos y costas.-

5. LEGITIMACIÓN ACTIVA:

Nuestro instituyente acciona por derecho propio. De conformidad con el


art 1712 del Código Civil y Comercial de la Nación, la legitimación para reclamar
la indemnización de las consecuencias no patrimoniales, corresponde a quien
acredite un interés razonable en la prevención del daño. Y de conformidad con el
art 1741 del Código Civil y Comercial de la Nación.-

6. CITACIÓN EN GARANTÍA:

En virtud de lo dispuesto por el artículo 118 de la ley de Seguros Nro.


17.418, solicito se cite en garantía a ANTARTIDA COMPAÑÍA ARGENTINA DE
SEGUROS S.A., con domicilio real en calle Alsina 292, pisos 2 y 5, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, quien resultaba ser la compañía de seguros contratada
por el Sr. Mendoza Alderete, Juan Carlos, conductor al momento del siniestro de
marras, del rodado marca Chevrolet Corsa, Dominio OVK 050.

7. HECHOS -
El hecho que motiva la presente ocurrió el día 05 de julio de 2019 a las
05:15hs aproximadamente, en calle Miguel Muñoz altura 716, margen Oeste, entre
calles Güemes y Urquiza.
En tales circunstancias de tiempo y lugar el Sr. Jorge Osvaldo
SCHAECHEL, tenía su vehículo Renault Kangoo, Dominio HHQ-418, estacionada
correctamente sobre calle Miguel Muñoz a la altura 716, sobre el margen Oeste, y
en esas circunstancias es embestido violentamente por un vehiculo Marca
Chevrolet Corsa, Dominio OVK-050, conducido por el Sr. MENDOZA ALDERETE,
Juan Carlos que se desplazaba por calle Miguel Muñoz de Norte a Sur,
produciendo graves daños materiales en la parte lateral derecha.
Como consecuencia de la colisión, el vehículo propiedad de mi
patrocinado sufre los siguientes daños: rotura de Torrington eje trasero; rotura de
ruleman trasero; rotura de amortiguador trasero derecho; rotura de plato de freno
trasero derecho e izquierdo; rotura de punta de eje trasero izquierdo y derecho
(brazo) y ambas llanta chapa, produciéndose la destrucción total del vehiculo en
cuestión.-
En el caso traído a consideración de V.S, surge con claridad meridiana
que es únicamente debido a la conducta desaprensiva y peligrosa del conductor
del vehiculo de propiedad de mi patrocinado se encontraba estacionado
correctamente en la cinta asfáltica, por lo cual nada hay que reprocharle a la
víctima en su accionar.

8.- RESPONSABILIDAD.-
Expuesto que ha sido el fundamento factico de la acción impetrada,
queda evidencia que en el caso traído a consideración de V.S, se han dado los
presupuestos requeridos para que nazca la obligación resarcitoria, a saber:
La existencia y acreditación DAÑO CAUSADO o injustamente
sufrido, ANTIJURICIDAD de ese daño producido por una acción, la existencia de
un FACTOR DE ATRIBUCIÓN de responsabilidad y un NEXO CAUSAL
adecuado entre el acto antijurídico y el daño causado.
En primer lugar me permito destacar que la responsabilidad en el
siniestro que nos ocupa, se encuentra en cabeza del conductor del vehículo marca
Chevrolet Corsa, Dominio OVK-050, el Sr. MENDOZA ALDERETE, Juan Carlos.-
Conforme la normativa vigente, la inobservancia de las precauciones
debidas, crea tanto para el conductor del automotor, como para su propietario el
deber de responder civilmente por los daños injustamente sufridos.
La doctrina y jurisprudencia absolutamente dominante en nuestro
país, admiten sin vacilaciones que los accidentes de automotores, cualquiera sean
la forma y el modo en que se produzcan, caen inexorablemente bajo la órbita 1757
del código civil y Comercial de la Nación, segundo párrafo, segunda parte y
resultan alcanzados por la responsabilidad civil objetiva por el riesgo creado.

FUNDAMENTO JURIDICO DE LA PRETENCION:


En virtud de que la relación de causalidad en el derecho de daños tiene
papel protagónico, ya que es necesaria la conexión que debe existir entre la acción
humana y el resultado dañoso, es que individualizaremos a continuación los
FACTORES ACCIDENTOLOGICOS que han tenido gravitación en el hecho aquí
tratado.

8.1-RESPONSABILIDAD DE JUAN CARLOS MENDOZA


ALDERETE.

1)GRAVE NEGLIGENCIA E IMPRUDENCIA DEL CONDUCTOR


DEL AUTOMOTOR MARCA CHEVROLET CORSA.
El accidente se produjo el 05 de julio de 2019, en la calle Miguel Muñoz,
a la altura 716, entre calles Güemes y Urquiza, la cual se encuentra constituida
como una zona en buen estado de conservación y visibilidad, asfaltada e
iluminada.

No cabe lugar a dudas conforme al análisis que a continuación se


expone, el demandado MENDOZA ALDERETE, desplegó una conducta imprudente y
antijurídica al conducir, puesto que no conservo el dominio pleno de su vehículo,
impactando violentamente contra la camioneta, ocasionando los graves daños.

RÉGIMEN LEGAL VIOLADO POR LA DEMANDADA:


La conducta de la demandada al momento del accidente se configura
como una violación a la Ley Nacional de Tránsito N° 24.449, en sus artículos 36, 39,
50, según se expondrá en los acápites que siguen, a saber:

I.- CONDICIONES PARA CONDUCIR:


El artículo 39 nos trae los principios generales a los que debe ajustarse la
circulación vehicular efectuada con la precaución que la ley exige, así dispone: “Los
conductores deben: a) En la vía pública, circular con cuidado y prevención,
conservando en todo momento el dominio efectivo del vehículo o animal, teniendo
en cuenta los riesgos propios de la circulación y demás circunstancias del tránsito.
Cualquier maniobra deben advertirla previamente y realizarla con precaución, sin
crear el riesgo ni afectar la fluidez del tránsito. Utilizarán únicamente la calzada,
sobre la derecha y en el sentido señalizado, respetando las vías o carriles exclusivos y los
horarios de tránsito establecidos.”
Como la norma citada sostiene cualquier maniobra a realizarse en poder
de conducción de un vehículo cualquiera, debe ser advertida y efectuada con
precaución, sin crear riesgos ni afectar la fluidez del tránsito. Se resalta la expresión
"conservando en todo momento el dominio efectivo del vehículo", circunstancias que en
los hechos no fueron cumplidas por el demandado, quien embistió a la camioneta
de manera abrupta e inesperada.

II.- APLICACIÓN DE LA PRESUNCIÓN LEGAL ESTABLECIDA EN


LA LEY 24.449:
Conforme lo estable la Ley Nacional de Tránsito N º 24.449 en su
ARTICULO 36. que reza: "PRIORIDAD NORMATIVA. En la vía pública se debe
circular respetando las indicaciones de la autoridad de comprobación o aplicación, las
señales del tránsito y las normas legales, en ese orden de prioridad." Es por el mismo
espíritu que el legislador estableció, en el ARTÍCULO 64, que quien comete una
infracción a la norma es considerado presunto responsable del siniestro ocurrido.
Textualmente el artículo determina: "Se considera accidente de tránsito todo hecho que
produzca daño en personas o cosas como consecuencia de la circulación. Se presume
responsable de un accidente al que carecía de prioridad de paso o cometió una
infracción relacionada con la causa del mismo, sin perjuicio de la responsabilidad que
pueda corresponderles a los que, aun respetando las disposiciones, pudiendo haberlo evitado
voluntariamente, no lo hicieron" (Art. 64 - Ley 24.449).
Más ajustado no podría ser lo prescrito por la ley a este caso, puesto que
el factor desencadenante del siniestro ha sido el impacto que el vehículo del
demandado produjo sobre la camioneta de la víctima, contrariando toda aquella
normativa dispuesta en relación a la conducción responsable y prudente.

La única conclusión posible es que, al no existir culpa exclusiva de la


víctima que pueda responder el nexo causal mencionado, la responsabilidad en
cabeza del demandado aparece configurada y se impone que corresponda por los
daños que lleven el adecuado nexo causal con el hecho narrado.
En conclusión la conducta negligente desplegada por el Sr. MENDOZA
ALDERETE, elevo antirreglamentariamente el riesgo permitido en el tránsito
vehicular, y es por todo ello que debe responder por los daños ocasionados.

C) CALIDAD DE EMBISTENTE DEL AUTOMOTOR CHEVROLET


CORSA, DOMINIO OVK-050, CONDUCIDO POR EL SR. MENDOZA
ALDERETE JUAN CARLOS.
V.S esta parte afirma, que quien detenta la calidad de embistente de la
camioneta estacionada, es el rodado conducido por el demandado.

Los daños materiales producto de dicho impacto que presentó el


vehiculo, fueron en el rodado de mi patrocinado: rotura de Torrington eje trasero;
rotura de ruleman trasero; rotura de amortiguador trasero derecho; rotura de plato
de freno trasero derecho e izquierdo; rotura de punta de eje trasero izquierdo y
derecho (brazo) y ambas llanta chapa, produciéndose la destrucción total del
vehiculo en cuestión.-
Así las cosas, es aplicable al caso la presunción estatuida por el art. 64 de
la ley 24449 que presume la responsabilidad de un accidente de quien embiste a
otro efectuando cualquier maniobra sin advertir previamente y realizarla con precaución,
sin crear riesgo ni afectar la fluidez del tránsito.

La jurisprudencia ha dicho al respecto:


 “El hecho de ser el vehículo embistente origina una presunción de culpa de
su conductor que sólo cede ante la prueba en contrario. Además esa
presunción se afirma cuando se embiste al otro automotor en la parte
posterior o en uno de sus costados.”( B., G. A. y otro vs. Martín, Héctor
Conrado y otro s. Daños y perjuicios /// Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil Sala J; 20-05-2014; Rubinzal Online; RC J
5926/14)
 Conforme a lo expuesto, podrá concluir V.S la existencia de un nexo
de causalidad adecuado entre el daño causado por la conducta
antijurídica de Mendoza Alderete, descripta en este ápice y el evento
dañoso, por lo que el riesgo creado por su actuar negligente y
temerario actuará como factor de atribución objetivo de los daños
producidos y por ello deberá afrontar la indemnización al actor.

8.2 FACTORES DE ATRIBUCIÓN:


8.2.A) RESPONSABILIDAD POR QUEBRANTO DE UN DEBER
PREEXISTENTE:
Como sistemática de la presente, iremos de lo genérico a lo específico,
destacando en este primer acápite la responsabilidad por quebranto del deber
genérico de no dañar, expresado en el precepto romanista “alterum non laedere”,
que en su acepción más simple supone que nadie debe alterar a consecuencia de
sus actos la situación normal de bienestar en que se encuentra el prójimo, siendo
pasible si así lo hiciere, del deber de reparar las consecuencias dañosas de su obrar.
Basta recordar que la obligación de reparar nace cuando alguien resulta
perjudicado como consecuencia de la violación de un deber jurídico preexistente,
pues los individuos están sometidos a un orden jurídico, con el doble alcance de
observar el cumplimiento de las normas, o atenerse a las consecuencias derivadas
del incumplimiento; que consiste en este caso, en la obligación de indemnizar el
daño (Cazeaux-Trigo Represas, Derecho de las Obligaciones, T. IV, p. 485 Nº2408.
Lopez Meza, M., Curso de derecho de las obligaciones, T. III, p. 65).-
Este deber preexistente de no llevar a cabo acto alguno que pueda llegar
a dañar a un ser humano, ha sido violado en el presente, y de tal circunstancia, se
ha derivado ya de por sí y sin lugar a dudas el deber de reparar el perjuicio
causado.-
A la Suprema Corte ha dicho que:
 “La Constitución no tolera que el daño a derechos fundamentales a la vida,
a la salud o a la integridad psicofísica de una persona no sean, cuanto
menos, razonablemente reparados. El "alterum non laedere" que fluye del
art. 19 de la Constitución nacional prohibiendo a los hombres perjudicar los
derechos de un tercero y concediendo (callada, pero implícitamente) el
derecho a una indemnización en su caso” (SCBA, L 70185 S 23/10/2002,
Juez RONCORONI, Rodriguez, Héctor A. c/ Buenos Aires Catering SA s/
Indemnización por daños y perjuicios, DT 2003 A, 446).-
Surge de estos elementos, que habiendo el demandado a consecuencia
de su obrar ilegítimo violado este deber preexistente de no dañar a sus semejantes,
el deber de reparar los perjuicios ocasionados, también deviene incuestionable por
imperativo constitucional y legal.-
Esta regla posee basamento constitucional (Art. 16, 17, 75 inc. 22 y conc.
CN) así como en el propio Código Civil y Comercial (art. 1724, 1728, 1749, 1753,
1757 ccs. y ss. C.C.). En función de ello, la responsabilidad del demandado
constituye un mandato legal, así como su deber de reparar el daño causado en su
integridad.

8.2.B) RESPONSABILIDAD OBJETIVA POR EL RIESGO O VICIO


DE LA COSA. DOCTRINA DEL RIESGO CREADO. ART. 1753 y 1757 Cód.
Civil y Comercial:
En segundo lugar de especificidad aplicable al caso, encontramos la
imputación objetiva de responsabilidad al dueño o guardián de la cosa riesgosa,
tanto por el efectivo poder de mando o control sobre la misma (conductor), cuanto
por el aprovechamiento o uso que de ella efectúa obteniendo un beneficio
económico o personal de acuerdo a sus intereses (titular registral).
"ARTÍCULO 1757.- Toda persona responde por el daño causado por el riesgo o
vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por
los medios empleados o por las circunstancias de su realización. La responsabilidad es
objetiva. No son eximentes la autorización administrativa para el uso de la cosa o la
realización de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención."
Así, y para no abundar en el harto conocido fundamento de la
responsabilidad del ex art. 1.113, hoy Art. 1753 y 1757 del Código Civil y Comercial
de la Nación, bastará con decir aquí que probado que se encuentra el hecho dañoso
y su relación causal con los perjuicios que se reclaman -y más allá de todo factor
subjetivo de imputación a título de culpa o dolo- no existe exoneración posible de
la demandada a su deber de indemnizar a mi mandante de su accionar por acción
u omisión, y del titular registral del automotor interviniente en razón del daño
causado con la cosa de su propiedad, invirtiéndose a su respecto la carga de la
prueba (onus probandi) respecto de la demostración de causales de exculpación
(art. 1736 C.C).
En virtud de lo expuesto, tanto el demandado, el titular registral del
automóvil, como la compañía aseguradora deberán responder por los daños
causados, en virtud de haberlos colocado con su accionar en dicha necesidad de
reparación, derivando según el curso natural de las cosas en el siniestro que
originó los perjuicios que aquí se reclaman. Por ello, y con prescindencia aún de
todo factor subjetivo, es menester hacer lugar a la demanda, abonando a esta parte
las sumas reclamadas, con más los intereses, costos y honorarios de patrocinio
letrado que se han derivado.-

8.2.C) RESPONSABILIDAD POR CULPA GRAVE:

Como bien lo define nuestro Código Civil en su actual redacción "Es


responsable directo quien incumple una obligación u ocasiona un daño injustificado por
acción u omisión" (Art. 1749 C.C).
En el primer lugar de especificidad respecto del evento de marras,
encontramos la imputación subjetiva a título de culpa grave respecto de la
asegurada, quien con su temerario accionar colocó a esta parte en la necesidad
imperiosa de ser reparado en los daños y perjuicios por ésta ocasionados.
Y es que tan trascendente resulta en el caso la conducta ilegítima y en
extremo negligente de quien conducía el automóvil Volkswagen Gol, que se
constituye en la causa misma del evento dañoso, apreciándose evidentemente la
circunstancia de que si éste no hubiera cometido dicha falta grave, no habría
puesto a los actores en situación de ser reparado y de ese modo no se habrían
generado para nuestros mandantes los graves perjuicios.
Por ello, que resulta necesario destacar que a la luz de lo sucedido, la
imputación culposa respecto del Sr. Mendoza Alderete radica en la contradicción
de su conducta no sólo con lo que prescriben las disposiciones de tránsito violadas,
sino también con lo que hubiera significado un obrar correcto y diligente, máxime
respecto de quien domina una cosa productora de riesgo como lo es un automotor.
Así, resulta claro que nada más alejado de la prudencia y atención en la
conducción de un vehículo, que lo hecho por la demandada, quien sin ninguna
justificación válida, se condujo negligentemente y embistió a la camioneta del Sr.
Schaechel, ocasionándole los daños que luego se detallarán.

8.3) NEXO CAUSAL ENTRE EL OBRAR ANTIJURIDICO Y EL


DAÑO OCASIONADO:
La relación causal es aquel elemento del acto ilícito, que vincula el daño
directamente con el hecho dañoso, e indirectamente con el elemento de imputación
subjetiva o de atribución objetiva (art.1726 CCYCN). De tal modo, como factor
"aglutinante" que es, hace que el daño y la culpa, o en su caso el riesgo, queden
integrados en el acto que es fuente de la obligación de indemnización (Cám.1ª CC
Bahía Blanca, Sala II, “Sepúlveda c/Ruppel”, L.L. 1991-D-107, D.J. 1992-1-767).
Es entonces, determinable la existencia de una conexión de
antinormatividad o antijuridicidad entre la violación del deber de prevención del
daño que demanda el art 1710 del C.C, deber objetivo de cuidado, y el resultado
dañoso.
Esta relación por un lado se verifica en concreto según un juicio hipotético,
pues si el codemandado hubiera observado la conducta correcta y hubiera
conducido a una velocidad prudente, habría podido advertir lo ocurrido y evitar el
consecuente impacto a la camioneta del Sr. Schaechel, aquí el resultado es la
realización del riesgo introducido.-
Y por otro lado, tal vinculación también se advierte en abstracto, en idéntico
juicio hipotético, pues la reglamentación mencionada, además de procurar un
orden que facilita la circulación, intenta garantizar la seguridad de las personas por
el riesgo de circulación, sin duda la norma violentada tiene por finalidad evitar
justamente el peligro de este tipo de resultados.
En efecto, basta con extraer de los hechos este elemento para verificar
que sin él, el daño no se habría producido según el curso normal de los
acontecimientos (prognosis póstuma de la cadena causal).
Dicho esto y conforme a las restantes pruebas obrantes podrá concluir
V.S la existencia de un nexo de causalidad adecuado entre el daño causado por la
conducta antijurídica del demandado y el evento dañoso, por lo que el riesgo
creado por su actuar negligente y temerario actúa como factor de atribución
objetivo de los daños producidos.
En conclusión, luce evidente que el Sr. Mendoza Alderete conducía su
rodado en forma imprudente y negligente 1) La pérdida del dominio efectivo del
vehículo que conduce, 2) La conducción negligente del automóvil, conforman una
serie de circunstancias que hacen total, plena y exclusivamente responsable de los
daños sufridos en el rodado, y por ello los demandados deberán afronta la
indemnización al actor, y es por ello que se solicita se haga lugar a la presente
demanda con expresa imposición de costas al demandado perdidoso.

9.- RUBROS RECLAMOS. EFECTÚA LIQUIDACIÓN:

A) DAÑOS MATERIALES Y MANO DE OBRA:


La suma de PESOS DOSCIENTOS CUARENTA Y OCHO MIL
OCHOCIENTOS CINCUENTA Y CINCO ($248.855,00), en concepto de reintegro
de gastos de arreglo del automóvil.

B) LUCRO CESANTE POR PERDIDA DE USO:


El Lucro Cesante es un daño patrimonial que consiste en la ganancia
que se ha dejado de obtener como consecuencia de un acto ilegal, el
incumplimiento de un contrato o un daño ocasionado por un tercero.
Tal como lo expresa el Articulo 1738 CCYCN: “Indemnización. La
indemnización comprende la pérdida o disminución del patrimonio de la víctima, el lucro
cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de su
obtención y la perdida de chances. Incluye especialmente las consecuencias de la violación
de los derechos personalísimos de la víctima, de su integridad personal, su salud
psicofísicas, sus afecciones espirituales legítimas y las que resulten de la interferencia en su
proyecto de vida”.-
Como bien es sabido, El causante del daño o incumplimiento está
obligado a indemnizar a la parte afectada por daños y perjuicios para reparar el
daño cometido.

C) DESVALORIZACION VENAL:
El resarcimiento por la pérdida del valor venal del vehículo se justifica
en los casos en que se hubieran afectado partes esenciales de a mecánica con
secuelas importantes en la estructura y funcionamiento del rodado.

D) DAÑO MORAL:
Comprende este rubro la totalidad de los perjuicios ocasionados que, si
bien no inciden en el patrimonio de la actora, presente y futuro, sí que significaron
y significan un deterioro en su calidad de vida. Se trata de contemplar el
sufrimiento físico y espiritual provocado por la pérdida de un padre.
El daño moral importa en definitiva, una alteración o modificación
disvaliosa del espíritu (Mosset Iturraspe, Jorge “El daño moral” Responsabilidad
por Daños, V, Rubinzal-Culzoni Ed.) o más explícitamente, una “modificación
disvaliosa del espíritu en el desenvolvimiento de su capacidad de entender,
querer o sentir, y que se traduce en un modo de estar de la persona diferente de
aquel (en) que se hallaba antes del hecho, como consecuencia de éste y
anímicamente perjudicial”. Así surge de la recomendación que el autor citado,
junto a Stiglitz, Pizarro y Zavala de González, entre otros, hiciera en las II Jornadas
de San Juan
La jurisprudencia tiene dicho que “el instituto del daño moral se aplica
cuando se lesionan afecciones legítimas de una persona o cuando ocasionan perjuicios que
se traducen en padecimientos físicos o que hayan perturbado la tranquilidad y el ritmo de
vida” (CNCiv. Sala D, ED 61:779, ídem SALA “E”, ED 42:311, ídem SALA “F”, ED
100:309)
Sin entrar en el análisis de cada una de las posturas adoptadas por la
doctrina en torno de este daño, y enrolada esta parte definitivamente en la que
entiende al agravio moral desde un punto de vista resarcitorio, entendemos que, la
medida de la indemnización esta en relación con la magnitud del daño (art 1741).
“El daño moral comprende la estimación de los padecimientos, el temor por las
consecuencias definitivas o transitorias del daño emergente, la duración del tratamiento, los
dolores y molestias naturales que se soportan con relación a la persona afectada” (L.L. T
144 pág. 590) y “el estado anímico de la víctima, los crueles sufrimientos padecidos, la
situación de dolor y angustia en que se encuentra toda la familia como consecuencias de las
perturbaciones mentales y la falta de esperanza de recuperación constituyen un agravio
moral susceptible de ser indemnizado pues importan lesiones contra las condiciones
espirituales y afectivas” (L:L T 136 pág. 592)
El daño moral está caracterizado como el cúmulo de padecimientos
físicos y espirituales derivados del hecho: dolor, ansiedad, disgusto, temor,
impotencia, e inquietudes que necesariamente ha tenido por encontrarse con su
herramienta de trabajo destruida.
La determinación de su cuantía se encuentra librada al prudente arbitrio
judicial (art 1741 CCYCN), no dependiendo de la existencia o extensión de los
perjuicios patrimoniales, pues no media interdependencia entre tales rubros en
tanto cada uno tiene su propia configuración. Su procedencia no requiere más
prueba que la del hecho principal habida cuenta que se trata de un daño in re ipsa
(conf. Llambías, Jorge J., Código Civil Anotado, t. II-B, pág. 329; CNCiv, Sala H, JA
1993-II-72).
La Corte suprema al respecto ha resuelto: “A los fines de la fijación del
quantum del daño moral debe tenerse en cuenta el carácter resarcitorio de este rubro, la
índole del hecho generador de la responsabilidad y la entidad del sufrimiento causado, que
no tiene necesariamente que guardar relación con el daño material, pues no se trata de un
daño accesorio a éste.” (Corte Sup., 9/12/93 Frida A. Gómez Orue de Gaete y otra v.
Provincia de Buenos Aires 1997II, síntesis
Se impone, entonces, la prudente ponderación sobre la lesión a las
afecciones íntimas de los damnificados, los padecimientos experimentados, o sea,
agravios que se configuran en el ámbito espiritual de las víctimas y que no siempre
resultan claramente exteriorizados, hallándose así sujeto su monto a una adecuada
discrecionalidad del sentenciante (vide J.A. 20/5/98 pg. 48 y sigs.).

Sobre el tema en cuestión ha sostenido la Corte Suprema de Justicia de


la Nación que “Ya se ha señalado entre nosotros con relación a la cuantía del
resarcimiento del daño moral, que: “De nada vale sostener, por un lado, que debe resarcirse
a la víctima, para luego, a la hora de determinar el monto de la indemnización, hacerlo con
una suma puramente simbólica, sin entidad alguna, que nada compensa…”; muy por el
contrario, a la víctima le interesa recibir una suma dineraria que tenga alguna entidad,
jerarquía o importancia”, lo cual “sugiere, en última instancia, la necesidad de un límite
mínimo: no debe ser irrisoria”. Con similares lineamientos pero más concretamente,
se ha destacado asimismo que: “Nada autoriza a excluir al daño moral del principio de
la reparación plena y del régimen predeterminado de imputación de consecuencias que
consagra el Código Civil, al que está indisolublemente ligado. La regulación específica del
daño moral que contiene el art. 1741 del Código Civil y comercial de la Nación, en modo
alguno permite inferir su apartamiento de los principios generales de la reparación”;
criterio este reafirmado por la propia Corte Suprema, al decidir que el pronunciamiento que
estableció la indemnización del daño moral sufrido por el actor en unas sumas “que no
cubre mínimamente los requerimientos de la prudencia en la determinación del perjuicio
causado…ha establecido su cuantía en términos que desvirtúan el principio de la
reparación integral propio de la materia en examen”, razón por la cual no satisface el
requisito de debida fundamentación exigible en las decisiones judiciales.”. ( CS,abril 11997
Lacuadra,Ernesto Adolfo y otros c. S.A. Nestlé de Productos Alimenticios (L.502.
XXXVIR.H.)(E.D. 1997, t.174, pg. 259))
Por otra parte, y localmente en los autos “ROMERO, Rodolfo c/
YACOPINO Pablo s/ Ordinario” (Expte N°31980) de la Cámara de Apelaciones de
General Roca se ha dicho que “… Y es que como hemos dicho en distintos precedentes,
si bien el juez tiene un amplio margen de discrecionalidad en la determinación de la
indemnización y más aún en lo que respecta al daño moral, como expresara la Dra.,
Mariani en su voto en la sentencia de fecha 20/09/2013 en Expte. CA-21231, es atinado
tener en consideración las pautas elaboradas por el jurista santafesino Dr. Mosset lturraspe
para la cuantificación del daño moral, que vale la pena ilustrar en el presente estudio del
tema: 1- No a la indemnización simbólica; 2 – No al enriquecimiento injusto; 3 – No a la
tarifación con “piso” o “techo”; 4 – No a un porcentaje del daño patrimonial; 5 – No a la
determinación sobre la base de la mera prudencia; 6 – Si a la diferenciación según la
gravedad del daño; 7 – Si a la atención a las peculiaridades del caso; de la víctima y del
victimario; 8 – Si a la armonización de las reparaciones en casos semejantes; 9 – Si a los
placeres compensatorios; 10 – Si a sumas que puedan pagarse, dentro del contexto
económico del país y el general “standard” de vida. –
Al calcular este rubro se tuvieron en cuanta los siguientes aspectos, la
gravedad objetiva del daño (magnitud de la lesión, intencionalidad del agente,
medios empleados, secuelas, consecuencias materiales); la personalidad de la
víctima (el daño nace en la lesión sufrida en el componente psíquico – espiritual);
la situación familiar y social del actor; la receptividad particular de la víctima, la
gravedad de la falta cometida.

En función de la existencia del daño moral por los daños producidos


sobre el vehiculo del Sr. Schaechel, es que V.S deberá estarse, para determinar el
monto del presente rubro, a lo que el criterio judicial fije en ese momento para el
daño moral y a los fines de cumplir con lo prescripto por el art 330 CPCyC, se
procede a estimar una cuantificación en conjunto del mismo, en la suma de PESOS
CINCUENTA MIL ($ 50.000,00) para el actor, con lo que en más o en menos surja
de la prueba a producirse y/o V.S pudiere determinar, con más sus intereses Tasa
Activa del Banco de la Nación Argentina.

10. PLANILLA DE LIQUIDACION:


- DAÑOS MATERIALES y MANO DE OBRA $248.855.00
-LUCRO CESANTE por perdida de uso $365.000,00
-DESVALORIZACION VENAL $20.000,00
-TOTAL: $683.855,00

La presente liquidación que integra la totalidad de los rubros integrante


del reclamo de autos, asciende a la suma de PESOS SEISCIENTOS OCHENTA Y
TRES MIL OCHOCIENTOS CINCUENTA Y CINCO CON CENTAVOS 00/100
($683.855,00) y/o lo que más o en menos resulte de las probanzas que surgirán en
autos, suma a la que deberán agregársele los intereses TASA ACTIVA del Banco de
la Nación Argentina desde la fecha del infortunio hasta su efectivo pago.

11. CALIFICACION. Derecho aplicable


Esta parte funda el derecho en las disposiciones de los arts. ccs. y ss. de
la Ley 24.449, arts. 36, 39, y 50 de la Ley 17.418, arts. 55, 118, 558 ccs. y ss. de la Ley
20.091, arts. 1716, 1723,1726,1741, 1749,1753, 1757 concordantes y subsiguientes del
Código Civil de la Nación, Pactos y Convenciones Internacionales sobre Derechos
Humanos, Constitución de la Nación Argentina, Doctrina y Jurisprudencia
aplicable al caso en cuestión.- doctrina y jurisprudencia citada y la demás aplicable
al caso de autos.

10. PRUEBA: Ofrezco la siguiente:


DOCUMENTAL:
- (1 fs) copia de Patrocinio Letrado-
- (1 fs) copia de presupuestos de “Allende Repuestos” y Taller
Mecánico “El bulón”
- (1 fs) copia simple del reclamo ante la compañía de Seguros Antártida
S.A.
- (1 fs) Formulario 05 y Acta expedida por el Centro Judicial de
Mediación.
DOCUMENTAL EN PODER DE LAS PARTES: A tenor de lo
establecido 388 del CPPyC, solicito se los intime a los demandados para que en el
término prescripto y bajo la sanción de ley, acompañe a estos autos el original de
Póliza contratada con la compañía de seguros SEGUROS ANTARTIDA S.A., en
relación a su rodado Chevrolet, Corsa Domino OVK-050, como así también el
Certificado de Cobertura, comprobantes de pago de la prima y Denuncia del
Siniestro.
Reservo el derecho de ampliar.

12. FORMULA RESERVA DE CASO FEDERAL.


Para el hipotético caso e improbable supuesto de que V.S, no haga lugar
a la presente demanda, esta aparte formula expresa reserva de ocurrir por la vía
del art. 14 de la Ley 48 interponiendo Recurso Extraordinario Federal por violación
de los derechos y garantías reconocidas en la Constitución Nacional, Pactos
Internacionales con jerarquía Constitucional y por Sentencia Arbitraria.

13. PETITORIO:
Por todo lo expuesto a VS solicito:
a. Se nos tenga por presentado por parte, en el carácter y con el poder
invocado, y por constituido domicilio procesal y electrónico.
b. Se me tenga promovida formal demanda por daños y perjuicios contra los
demandados de autos disponiéndose el traslado de las mismas. -
c. Se agregue documental acompañada.
d. Se nos tenga por ofrecida prueba, teniéndose presente para su oportunidad,
y se reserve el derecho de ampliar la misma y oportunamente se ordene su
producción.
e. Oportunamente, se haga lugar a la demanda condenándose a los
demandados a resarcir el total de los daños y perjuicios ocasionados y que
surjan, en más o menos, de la prueba a rendirse en autos, con más los
respectivos intereses, costos y costas del juicio.
Proveer de Conformidad,
SERÁ JUSTICIA

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