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MONTO: $******
MATERIA: ORDINARIO
Sr. Juez:
4.OBJETO:
5. LEGITIMACIÓN ACTIVA:
6. CITACIÓN EN GARANTÍA:
7. HECHOS -
El hecho que motiva la presente ocurrió el día 05 de julio de 2019 a las
05:15hs aproximadamente, en calle Miguel Muñoz altura 716, margen Oeste, entre
calles Güemes y Urquiza.
En tales circunstancias de tiempo y lugar el Sr. Jorge Osvaldo
SCHAECHEL, tenía su vehículo Renault Kangoo, Dominio HHQ-418, estacionada
correctamente sobre calle Miguel Muñoz a la altura 716, sobre el margen Oeste, y
en esas circunstancias es embestido violentamente por un vehiculo Marca
Chevrolet Corsa, Dominio OVK-050, conducido por el Sr. MENDOZA ALDERETE,
Juan Carlos que se desplazaba por calle Miguel Muñoz de Norte a Sur,
produciendo graves daños materiales en la parte lateral derecha.
Como consecuencia de la colisión, el vehículo propiedad de mi
patrocinado sufre los siguientes daños: rotura de Torrington eje trasero; rotura de
ruleman trasero; rotura de amortiguador trasero derecho; rotura de plato de freno
trasero derecho e izquierdo; rotura de punta de eje trasero izquierdo y derecho
(brazo) y ambas llanta chapa, produciéndose la destrucción total del vehiculo en
cuestión.-
En el caso traído a consideración de V.S, surge con claridad meridiana
que es únicamente debido a la conducta desaprensiva y peligrosa del conductor
del vehiculo de propiedad de mi patrocinado se encontraba estacionado
correctamente en la cinta asfáltica, por lo cual nada hay que reprocharle a la
víctima en su accionar.
8.- RESPONSABILIDAD.-
Expuesto que ha sido el fundamento factico de la acción impetrada,
queda evidencia que en el caso traído a consideración de V.S, se han dado los
presupuestos requeridos para que nazca la obligación resarcitoria, a saber:
La existencia y acreditación DAÑO CAUSADO o injustamente
sufrido, ANTIJURICIDAD de ese daño producido por una acción, la existencia de
un FACTOR DE ATRIBUCIÓN de responsabilidad y un NEXO CAUSAL
adecuado entre el acto antijurídico y el daño causado.
En primer lugar me permito destacar que la responsabilidad en el
siniestro que nos ocupa, se encuentra en cabeza del conductor del vehículo marca
Chevrolet Corsa, Dominio OVK-050, el Sr. MENDOZA ALDERETE, Juan Carlos.-
Conforme la normativa vigente, la inobservancia de las precauciones
debidas, crea tanto para el conductor del automotor, como para su propietario el
deber de responder civilmente por los daños injustamente sufridos.
La doctrina y jurisprudencia absolutamente dominante en nuestro
país, admiten sin vacilaciones que los accidentes de automotores, cualquiera sean
la forma y el modo en que se produzcan, caen inexorablemente bajo la órbita 1757
del código civil y Comercial de la Nación, segundo párrafo, segunda parte y
resultan alcanzados por la responsabilidad civil objetiva por el riesgo creado.
C) DESVALORIZACION VENAL:
El resarcimiento por la pérdida del valor venal del vehículo se justifica
en los casos en que se hubieran afectado partes esenciales de a mecánica con
secuelas importantes en la estructura y funcionamiento del rodado.
D) DAÑO MORAL:
Comprende este rubro la totalidad de los perjuicios ocasionados que, si
bien no inciden en el patrimonio de la actora, presente y futuro, sí que significaron
y significan un deterioro en su calidad de vida. Se trata de contemplar el
sufrimiento físico y espiritual provocado por la pérdida de un padre.
El daño moral importa en definitiva, una alteración o modificación
disvaliosa del espíritu (Mosset Iturraspe, Jorge “El daño moral” Responsabilidad
por Daños, V, Rubinzal-Culzoni Ed.) o más explícitamente, una “modificación
disvaliosa del espíritu en el desenvolvimiento de su capacidad de entender,
querer o sentir, y que se traduce en un modo de estar de la persona diferente de
aquel (en) que se hallaba antes del hecho, como consecuencia de éste y
anímicamente perjudicial”. Así surge de la recomendación que el autor citado,
junto a Stiglitz, Pizarro y Zavala de González, entre otros, hiciera en las II Jornadas
de San Juan
La jurisprudencia tiene dicho que “el instituto del daño moral se aplica
cuando se lesionan afecciones legítimas de una persona o cuando ocasionan perjuicios que
se traducen en padecimientos físicos o que hayan perturbado la tranquilidad y el ritmo de
vida” (CNCiv. Sala D, ED 61:779, ídem SALA “E”, ED 42:311, ídem SALA “F”, ED
100:309)
Sin entrar en el análisis de cada una de las posturas adoptadas por la
doctrina en torno de este daño, y enrolada esta parte definitivamente en la que
entiende al agravio moral desde un punto de vista resarcitorio, entendemos que, la
medida de la indemnización esta en relación con la magnitud del daño (art 1741).
“El daño moral comprende la estimación de los padecimientos, el temor por las
consecuencias definitivas o transitorias del daño emergente, la duración del tratamiento, los
dolores y molestias naturales que se soportan con relación a la persona afectada” (L.L. T
144 pág. 590) y “el estado anímico de la víctima, los crueles sufrimientos padecidos, la
situación de dolor y angustia en que se encuentra toda la familia como consecuencias de las
perturbaciones mentales y la falta de esperanza de recuperación constituyen un agravio
moral susceptible de ser indemnizado pues importan lesiones contra las condiciones
espirituales y afectivas” (L:L T 136 pág. 592)
El daño moral está caracterizado como el cúmulo de padecimientos
físicos y espirituales derivados del hecho: dolor, ansiedad, disgusto, temor,
impotencia, e inquietudes que necesariamente ha tenido por encontrarse con su
herramienta de trabajo destruida.
La determinación de su cuantía se encuentra librada al prudente arbitrio
judicial (art 1741 CCYCN), no dependiendo de la existencia o extensión de los
perjuicios patrimoniales, pues no media interdependencia entre tales rubros en
tanto cada uno tiene su propia configuración. Su procedencia no requiere más
prueba que la del hecho principal habida cuenta que se trata de un daño in re ipsa
(conf. Llambías, Jorge J., Código Civil Anotado, t. II-B, pág. 329; CNCiv, Sala H, JA
1993-II-72).
La Corte suprema al respecto ha resuelto: “A los fines de la fijación del
quantum del daño moral debe tenerse en cuenta el carácter resarcitorio de este rubro, la
índole del hecho generador de la responsabilidad y la entidad del sufrimiento causado, que
no tiene necesariamente que guardar relación con el daño material, pues no se trata de un
daño accesorio a éste.” (Corte Sup., 9/12/93 Frida A. Gómez Orue de Gaete y otra v.
Provincia de Buenos Aires 1997II, síntesis
Se impone, entonces, la prudente ponderación sobre la lesión a las
afecciones íntimas de los damnificados, los padecimientos experimentados, o sea,
agravios que se configuran en el ámbito espiritual de las víctimas y que no siempre
resultan claramente exteriorizados, hallándose así sujeto su monto a una adecuada
discrecionalidad del sentenciante (vide J.A. 20/5/98 pg. 48 y sigs.).
13. PETITORIO:
Por todo lo expuesto a VS solicito:
a. Se nos tenga por presentado por parte, en el carácter y con el poder
invocado, y por constituido domicilio procesal y electrónico.
b. Se me tenga promovida formal demanda por daños y perjuicios contra los
demandados de autos disponiéndose el traslado de las mismas. -
c. Se agregue documental acompañada.
d. Se nos tenga por ofrecida prueba, teniéndose presente para su oportunidad,
y se reserve el derecho de ampliar la misma y oportunamente se ordene su
producción.
e. Oportunamente, se haga lugar a la demanda condenándose a los
demandados a resarcir el total de los daños y perjuicios ocasionados y que
surjan, en más o menos, de la prueba a rendirse en autos, con más los
respectivos intereses, costos y costas del juicio.
Proveer de Conformidad,
SERÁ JUSTICIA