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¿Cómo conducir el desarrollo

de la novela?

Los elementos de una novela deben ser controlados,


conducidos por medio de una plantilla. Plantilla que debe ser
elaborada previamente. No podemos improvisar con este
tema ya que son muchos los factores y elementos que hacen
o componen un todo en una novela.
El objetivo es entonces, crear nuestra propia plantilla que nos
conduzca a controlar conducir la escaleta principal. Es decir,
el elemento que puede hacer que no perdamos el tiempo, y
no perdamos energía en la creación de nuestra obra literaria.
Una novela está compuesta por capítulos, estos capítulos
forman parte de tres o cuatro actos tal como en una obra de
teatro. Pero está muy claro que no es una obra de teatro,
simplemente que de acuerdo al objetivo formal debemos
tener esos tres actos muy en claro para poder llenarlos con
los capítulos correspondientes de acuerdo al camino del
héroe.
Una vez que tenemos estructurado a grandes rasgos los 4
actos y sus correspondientes capítulos, pasaremos al
elemento esencial del desarrollo de una novela que son las
escenas.
Pero analicemos. ¿Qué es una escena en una novela?
Una escena es la descripción de un conjunto de acciones que
muestran a los personajes, a la historia, o sea que construyen
en la imaginación del lector la trama por medio de una
narración de hechos.
O sea que una escena es en esencia, la presentación de
diferentes aspectos relativos a la trama, relativos a los
personajes que permite que la historia se vaya desarrollando
a un ritmo adecuado para que el lector no se pierda.
Más aún, que se interese, que se apasione por la narración.
O sea que se termine enamorando de la historia en sí y de la
manera en que ésta modifica su mundo interno
proporcionándole una experiencia enriquecedora para su
propia psiquis.
Entonces, vamos a analizar algunos elementos constitutivos
de las escenas.
Una determinada escena puede servir para aportar un
elemento fundamental de la trama.
Puede servir para mostrar el objetivo del protagonista o el
objetivo del antagonista.
Una escena también puede servir para mostrar una acción
que permita hacer avanzar a la trama.
También una escena puede servir para mostrar la acción que
aumente la tensión.
Una escena nos puede servir para mostrar el desarrollo del
carácter del personaje es decir cómo va evolucionando.
Una escena te puede servir para mostrar o sugerir las causas
del conflicto del personaje.
También una escena nos ayuda para mostrar los efectos que
han tenido los factores de conflicto sobre el personaje
mostrarlos con claridad.
También nos sirve una escena para complicar la situación
esto se llama “vuelta de tuerca” , necesitamos sorprender al
lector e ir Ajustando la tención para que ésta aumente. Eso
lo hacemos creando un problema que refuerce el conflicto,
es decir complicándolo todo aún más.
Una escena nos puede ayudar también al aumento de un
punto de conflicto accesorio, para que alguno de los bandos
tenga más preponderancia que el otro.
Una escena también nos ayuda a mostrar Cuál es la
motivación del personaje. Por qué hace lo que hace o porque
debería hacer lo que debe hacer.
Una escena es un hecho que nos ayuda a ilustrar el
personaje mostrando la historia de fondo del mismo.
Una escena también es esencial para mostrar Cómo es el
mundo, la situación ambiental, los edificios representativos,
los lugares y todos aquellos aspectos que forman parte de la
realidad del escenario.
Una escena también los ayuda para mostrar el estado de
ánimo de nuestro protagonista o de nuestro antagonista o de
alguno de los personajes secundarios siempre y cuando esto
ayude a revelar, enriquecer aspectos de la trama sin que esto
se una dilación o una mera distracción.
Cuando faltan algunos de estos factores esenciales de una
escena, esto señala con claridad que esa escena en particular
es débil o incluso disfuncional en relación a la historia.
Por lo tanto, Estas son las características fundamentales de
las escenas. Es decir, lo que nos ayuda a darle homogeneidad
al relato. Es algo así como una lista de verificación que
resume los elementos que una escena debe contener y los
divide en categorías importantes.
De ese modo nos revela los elementos constitutivos de las
escenas que aportan interés al relato y que refuerzan el
atractivo de la trama. Diferenciándolos de aquellos que son
simplemente elementos adicionales, o superfluos de cada
escena.
En definitiva, cada escena debe tener al menos tres de los
anteriores elementos explicados.
Ahora, vamos a disponer estos elementos en una plantilla de
manera horizontal.
Lo que va en vertical es el número de la escena:
Escena 1, escena 2 etcétera.
Eso va en vertical en el extremo izquierdo de la planilla, se
pone número e inmediatamente una sintética descripción de
la misma. Es decir, una Micro descripción de qué es lo que
pasa en esa cena.
Entonces como están en horizontal las características
de las escenas, se van a marcar en relación al número
correspondiente, unos casilleros debajo de cada
característica con un sí o un no.
Muy bien, entonces vamos a la línea horizontal y allí se
describe el objetivo del personaje.
¿Esta acción ayuda a avanzar en la trama sí o no?
¿La acción para aumentar la tensión está o no está?
¿Hay un desarrollo de carácter del personaje?
¿Se muestra algún aspecto enriquecedor del personaje sí o
no?
Es un proceso auto indutivo que nos permite tener alguna
objetividad sobre el contenido del relato y nos ayuda a
conducir la trama de la manera más interesante posible.
Incluso es muy posible que nos ayude a DESCUBRIR aspectos
que normalmente no se nos ocurrirían en un primer
momento.
O sea descubrimos nuevas posibilidades de hacer aún más
interesante todo el relato.
Entonces así vamos controlando que cada una de las escenas
de los capítulos nos ayuden a tener cohesión y sentido global.
Nos permite redondear los personajes por medio de escenas
también redondas.
El control de la novela, es por lo tanto, conducir por medio
de un chequeo sistemático el contenido, el ritmo y la
coherencia de lo que escribimos a la vez que enriquecemos
su valor literario o sea su interés para EL LECTOR.
Esta plantilla es una herramienta de comprobación
indispensable, para que no se nos pase nada de lo que es
esencial en la historia que contamos y que no incorporemos
cosas que son superfluas o que no esté del todo claras.
Esta plantilla la usan los profesionales para poder tener una
idea global de la historia y también para poder realizar una
corrección completa de una obra sin perderse.
Por sobre todas las cosas este recurso sirve para no estar
escribiendo escenas en vano.
Otros beneficios adicionales de esta plantilla:
1ro nos sentiremos motivados escribir porque sabemos a
dónde vamos.
2do no perderemos tiempo escribiendo decenas superfluas.
3ro estaremos seguras que todos los elementos que
enriquecen la novela están debidamente puestos en algún
momento en alguna escena y que no se nos escape nada en
ese sentido.
4to logramos cohesión y homogeneidad de la narración de
la historia.
5to no pasamos por alto el equilibrio de relación entre el
antagonista el protagonista.
6to nos aseguramos que los personajes cometen las
acciones adecuadas para dar realce al llegar a un clímax
verdaderamente poderoso.
Conclusión: Realizar una plantilla es indispensable Si
queremos llegar a concluir una obra de manera eficaz, si
queremos llegar a dominar la trama si queremos llegar a
tener verdadero control sobre lo que escribimos.
Todo esto nos ayuda a terminar efectivamente con la
primera versión, y nos dará la oportunidad de corregir y por
medio de la plantilla chequear si todos los elementos todos
los factores constitutivos que son necesarios para que una
novela tenga éxito, estén debidamente puestos en su lugar.
Un beneficio ulterior que se me ocurre que puede tener este
tipo de instrumento literario es que podemos desarrollar en
la corrección una suerte de control sobre las o fuerzas
anímicas que circulan por la obra, y de ese modo podemos
ver con mayor Claridad los puntos fuertes y débiles de
nuestra historia y así obtener el máximo jugo posible que
esta historia pueda tener.
Es decir, que esto desarrolla con el tiempo nuestra habilidad
crítica para poder juzgar y auto evaluar una obra para tener
mejores chances de impactar de una manera contundente al
lector.

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