Storyline / Sinopsis / Tratamiento

A partir de
“Estrategias de guión cinematográfico”
(Antonio Sánchez-Escalonilla, 2008)

Storyline es la idea dramática en un párrafo; debe

sintetizar protagonista, planteamiento, conflicto, nudo y
desenlace.

No podemos afirmar que tenemos una idea si nuestro

storyline no responde a las siguientes preguntas:

- ¿Quién es el protagonista?
- ¿Qué busca?
- ¿Qué problemas encuentra en su búsqueda?
- ¿Cómo termina la historia?

A ello conviene añadir el Tema de nuestra historia.

El tema es la esencia del proyecto.

El tema siempre apunta a lo universal.

El “qué” que quiero contar y el “cómo” lo quiero contar.

El “qué” es el tema.
El “cómo” es el argumento, el storyline.

Gracias a un tema correctamente expresado, el guión

adquiere profundidad y “resulta humano, es decir creíble”.

Por tanto, hay que concretar.

La propuesta temática no debe ser un mensaje subliminal ni

un juicio o moraleja ocultos bajo la trama: debe estar
implícito en ella.

El tema hace la trama y acaba imponiéndose a ella.

Toda la unidad del argumento procede y depende del tema.

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 Lógica e interés en los argumentos

El “cómo” hace referencia a la lógica estructural: unifica

las historias a través del antiguo proceso retórico
planteamiento-nudo-desenlance.

No bastan las estructuras lógicas para garantizar el drama.

Además del orden del relato es necesaria la intensidad
narrativa, el interés dramático.

El interés alude a las emociones y al conflicto, esencia

del drama, siempre condicionados por el género escogido.

Por tanto, no sólo se debe crear una estrategia estructural

sino además una estrategia emocional que garantice el
interés del guion.

La unión de tema (el qué) y trama (el cómo) se realiza a

través de la estrategia estructural y emocional del
guionista, al tiempo que se construye el argumento.

El tema se expresa en el conflicto de la trama. Pero para

garantizar el conflicto dramático de todo guión conviene
que el tema quede expresado en un triple conflicto:

- Conflicto argumental (trama)

- Conflicto entre personajes (subtramas)
- Conflicto personal o interior (arco de
transformación).

La habilidad del guionista consiste en la habilidad con la

que conecta su temática (o visión ante un problema) con las
tramas y subtramas que construye.

A tener en cuenta: las relaciones entre los personajes

surgen de enfrentamientos entre maneras de entender una
cuestión temática. Se trata de crear un(os) conflicto (s)
de relaciones.

Y el enfrentamiento entre personajes siempre deja una

huella en sus personalidades que, además de manifestar el
tema, provoca un cambio en ellos. Estos cambios son los
arcos de transformación o historias interiores.

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Sinopsis: es un texto que deja entrever el orden
estructural del futuro guión y sus posibilidades
dramáticas. (En el griego, syn- significa “con” y ópsis es
“vista”).

La sinopsis surge de la redacción de una escaleta de nudos

esquemática (o escaleta de beats).

- La extensión varía entre las 3 y las 5 páginas.

- El texto debe respetar la proporción entre actos.
- Adopta forma de relato.
- Los golpes de acción aparecen redactados “en
cascada”.
- Estilo dinámico y visual.
- Presente de indicativo como tiempo dominante.
- Y en tercera persona.
- Se tiende a un estilo contundente y frialdad en la
exposición.
- Quedan excluidas las valoraciones sobre los
personajes o las reflexiones temáticas del guión:
deben quedar implícito en el texto.
- Debe reflejar el tono del futuro guión.
- Aridez contrarrestada con el uso de palabras
evocadoras, que permitan exposiciones gráficas de
la acción y breves descripciones visuales.
- No incluye tecnicismos narrativos (primer acto,
elipsis, etc.) ni cinematográficos (plano,
traveling, et.)

Tratamiento: es un resumen del argumento en forma de

relato, más detallado y amplio que la sinopsis. Es el
penúltimo paso en la escritura del guión literario.

- Entre las 30 y las 45 páginas.

- Narración en presente, exposición dinámica de la
acción y descripciones concisas y visuales.
- Proporción de los tres actos, siempre según la
distribución de nudos de acción que previamente se
fijó en la escaleta.
- Puede presentar las narraciones de los nudos y las
descripciones de una forma más detallada, e incluso
algunos diálogos sin formato de guion.
- No tecnicismos narrativos, pero si algún tecnicismo
cinematográfico que ayude a la visualización del

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 relato: movimientos de cámara y tipos de plano
fundamentalmente.

Dos tipos de tratamiento: tratamiento por nudos de

acción y tratamiento por escenas.

1.- T. por nudos de acción: es la redacción del

argumento a partir de los nudos establecidos en la
escaleta. Viene a ser una sucesión de párrafos no
numerados, sin recursos dramáticos ni división en
actos.

2.- T. por escenas: introduce las escenas que van

a articular el futuro guión. Cada una de las escenas
está precedida por la cabecera de escena
correspondiente (único elemento del formato guión que
se emplea en este formato). Tras la cabecera, se
relata la escena de forma resumida.

Ejemplo de uno de los requisitos de la última convocatoria

del IVIC (Institú Valenciá de Cultura) tanto para guión
como para desarrollo: “Un tratamiento del guion con una extensión
mínima de 20 folios en el caso de obras de ficción y de animación y una extensión
mínima de 5 folios en el caso de obras documentales, y una extensión máxima de
40 folios en todos los géneros. El tratamiento podrá ser secuenciado, capitular o
narrativo.”.




Sinopsis de venta: como su propio nombre indica su
objetivo es “vender”, atrapar al lector para que tenga
ganas de leer nuestro guión o ver nuestra película.

- Máximo un folio.
- Seducción. Estilo publicitario: la historia
tiene que enganchar.
- Condensar lo mejor de la historia.
- Provocar expectación.
- Se centra, por lo general, en la trama
principal y el protagonista.