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INTRODUCCION

ESTILOS DE APRENDIZAJE

El término “estilo de aprendizaje” se refiere al hecho de que cada persona utiliza


su propio método o estrategias para aprender. Aunque las estrategias varían
según lo que se quiera aprender, cada uno tiende a desarrollar ciertas
preferencias o tendencias globales, tendencias que definen un estilo de
aprendizaje. Son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como
indicadores relativamente estables de cómo los alumnos perciben interacciones y
responden a sus ambientes de aprendizaje, es decir, tienen que ver con la forma
en que los estudiantes estructuran los contenidos, forman y utilizan conceptos,
interpretan la información, resuelven los problemas, seleccionan medios de
representación (visual, auditivo, kinestésico), etc.

La noción de que cada persona aprende de manera distinta a las demás permite
buscar las vías más adecuadas para facilitar el aprendizaje, sin embargo hay que
tener cuidado de no “etiquetar”, ya que los estilos de aprendizaje, aunque son
relativamente estables, pueden cambiar; pueden ser diferentes en situaciones
diferentes; son susceptibles de mejorarse; y cuando a los estudiantes se les
enseña según su propio estilo de aprendizaje, aprenden con más efectividad.

Los estilos de aprendizaje son una combinación de características cognoscitivas,


afectivas y una conducta psicológica que sirven como indicadores relativamente
estables sobre como los aprendices perciben, interactúan y responden a su
ambiente.

El postergar tareas o actividades que son prioridad para una persona u


organización, en lugar de hacer un esfuerzo activo para ejecutarlas y culminarlas,
es un comportamiento o hábito denominado dilatación o procrastinación, ya que,
se considera que dicho comportamiento genera una el aplazamiento de tareas o
actividades de manera voluntaria, así las consecuencias pueden ser negativas
para la misma persona u organización. La procrastinación es un fenómeno típico
en las sociedades industrializadas tanto que se considera un mal moderno.

Para poder contextualizar el hábito de procrastinar en la gerencia, se debe en


primer lugar conocer su concepto: La palabra “procrastinar” proviene del latín
“procrastinare” que significa “adelante-mañana” y se refiere al hecho de aplazar o
“dejar para mañana” tareas que pueden ser vistas como peligrosas o más difíciles
y, en su lugar, realizar obligaciones más fáciles, o que produzcan mayor placer
(Gómez, 2010). Senécal (2000), menciona que la procrastinación se define como
una tendencia irracional hacia retrasar el comienzo o la culminación de una tarea,
la persona sabe que tiene que realizar estas actividades, e incluso aunque quiera
hacerlas, la motivación no es suficiente para ella. Por otro lado, Tuckman y Sexton
(citados en Eunju, 2005), definen procrastinación, como la falta o ausencia de una
auto-regulación en la actuación y la tendencia para aplazar o evitar
completamente una actividad que depende del control propio. Asimismo, autores
como Balkis y Duru (citados en Sánchez, 2010), mencionan que para que se de la
procrastinación se tiene que cumplir lo siguiente: a) una secuencia de
comportamientos de aplazamiento, b) un comportamiento de afrontamiento
deficiente, c) una tarea que es percibida por el procrastinador como importante de
llevar a cabo y d) un malestar subjetivo por el aplazamiento. Como se puede
observar en los conceptos expuestos, la procrastinación, es un término que
básicamente define una conducta de evasión, que tiene como finalidad evitar
aquellos trabajos o actividades que proporcionan una recompensa inmediata o
que son prioridad para el individuo u organización, siendo reemplazados por otras
(os) de menor importancia. Al respecto, se puede expresar que la procrastinación
es un problema de autorregulación y de organización del tiempo, entre sus
posibles soluciones estaría lograr

La comunidad estudiantil de hoy en día se ha visto envuelta por un problema de


tipo psicológico llamado procrastinación o también conocido como procastinacion
este fenómeno se puede definir como la postergación de responsabilidades
adquiridas durante el ciclo estudiantil, esto es un problema indudablemente ya que
el estudiante esta fallando no solo en sus responsabilidades y tareas si no como
un mal global ,un fenómenos masivo que se expresa en muchos ámbitos.
El habito de postergar es un síntoma de estos días: desde fumadores que viven
dejando de fumar hasta estudiantes que preparan un examen eternamente. Cómo
pasar de la inacción a la dinámica esto es un problema que tenemos que resolver
antes de que siga creciendo.
Algunos estudiantes se preguntaran por que dejar para mañana lo q se puede
hacer hoy , mientras que otros encontraran mil respuestas para posibles y
seguirán adelante con paso seguro. Se trata de procastinadores (o
procrastinadotes) , personas en este caso estudiantes, pueden demorar la acción
hasta el cansancio “actitud de postergar, aplazar, esto conllevando al
estrés, al alumno esto es un agobio de tener que cumplir con ciertos requisitos.
En el siguiente trabajo se muestra las diferentes aportaciones que se han hecho
referente a este fenómeno conocido como procrastinación y el estrés académico
de los estudiantes universitarios para as saber cual es la relación significativa que
tienen ambas variables.

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