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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA


EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
RAFAEL MARIA BARALT
SEDE: CIUDAD OJEDA. ESTADO ZULIA
ÁREA: SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
PROF. SULIMA BRACHO
PMF

CARACTERIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN LATINOAMERICA

Autores:
Araujo Zulay
C.I: 7.859.304
Landaeta Yony
C.I:16.587.886
Pernalete Neivi.
C.I: 7.858.714

Ciudad Ojeda, septiembre 2018

i
CARACTERIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN LATINOAMERICA

ii
INDICE GENERAL

p.p
INDICE
RESUMEN
INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO

I. I. Caracterización de la educación en Latinoamérica


a. Enfoque histórico de la educación Latinoamérica:
Civilizaciones
b. Estudios comparativos de variables socioeconómicos, político
y cultural en relación de la educación latinoamericana
(pobreza crítica, desnutrición, marginalidad, morbilidad,
analfabetismo y exclusión).
c. Proceso de dominación y dependencia
d. Proceso de globalización e integración

II. Aspectos resaltantes a escala mundial.

CONCLUSIÓN
REFERENCIAS

iii
Autores: Araujo Zulay, Landaeta Yony, Pernalete Neivi. Profesora: Soc.
Sulima Bracho. Caracterización de la Educación en Latinoamérica.
Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt”. Programa
Educación. Ciudad Ojeda, 2018.

RESUMEN

El objetivo general de la investigación consistió en caracterizar la educación


en Latinoamérica. El estudio se fundamentó en las teorías expuestas por
Leher, (2007), Anderson (2003), UNESCO (2010), Barbosa (2011), Zibechi
(2008), entre otros, los cuales abordan el análisis de la educación en
Latinoamérica La metodología empleada estuvo fundamentada en la
investigación de tipo documental. La técnica empleada fue la revisión
documental. Los resultados evidencian la desvinculación en la forma en la cual
los docentes ejecutan sus prácticas educativas

Palabras Claves: Caracterización, Educación, Latinoamérica

iv
INTRODUCCION

En el siglo XX, los países latinoamericanos presentaron diferentes


cambios en los sistemas educativos. De esta manera, se puede observar como
se fueron presentando diferentes propuestas de reforma, características por
factores externos. Sin embargo, los resultados de estos acontecimientos
presentan un contraste muy marcado entre modificar el funcionamiento de la
administración de los sistemas educativos actuales y al conocimiento como
factores centrales del desarrollo y de la competitividad de nuestros países.
Así mismo, es un factor primordial la globalización y el dominio de la del
mercado que ha influido en el capital humano; de aquí se ve el escenario
caracterizado por la lucha de fuerzas y capacidades por el progreso material
mediante las competencias en los mercados, entonces se asigna a la
educación el papel de capacitar a los individuos para que obtuvieran ingresos
compatibles con un nivel de vida ‘civilizado.
De tal forma, se comenzó a conceptualiza que la educación progresó
mucho más lentamente en América Latina que en el resto del mundo; lo
cual ocasiono la idea de que se debía trabajar más por el cambio educativo.
Con ello, los organismos internacionales, específicamente el Banco
Mundial, ha sido determinante en las prioridades de inversión a nivel
educativo, y para que los criterios de calidad sean asociados a las
competencias y a los rendimientos.
Por lo tanto, esta investigación busca caracterizar la educación en
Latinoamérica, para tal fin se realizará una revisión bibliográfica del tema a
tratar, quedando el informe estructurado a través de dos (2) capítulos los
cuales se mencionan a continuación:
 Capítulo I, titulado: Caracterización de la educación en Latinoamérica.
 Capítulo II: Aspectos resaltantes a escala mundial.

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CAPÍTULO I

CARACTERÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN EN LATINOAMÉRICA

En las últimas décadas se observa como tendencia que los países de


nuestra región han apostado por la masificación universitaria, bien creando
nuevas universidades, generando sistemas paralelos de formación, o
mediante la ampliación de la cantidad de cupos que permitan un mayor
número de secciones o de alumnos por aula. Por otra parte, las universidades
no han tenido tiempo de formar al personal académico (desde la perspectiva
anglosajona profesor instructor, asistente, agregado, asociado y titular)
necesario para garantizar una formación profesional óptima; al punto que ya
no se heredan las cátedras, los cursos en los niveles de profundización pueden
ser administrados tanto por profesores instructores como por profesores
asistentes, y el incremento en la contratación de personal académico sólo
toma como parámetro el título universitario y la disponibilidad de tiempo.
La Base de la educación es la Ciencia que progresa. En tanto que ésta
se halla sometida a un conjunto de hechos, tiene lugar una modificación de la
educación. Así, en Latinoamérica, y en Venezuela en particular, estamos
frente a nuestro “conjunto de hechos”. También debemos considerar que la
energía de la voluntad, el poder del espíritu es intransmisible y acaba con la
persona. Por esto ocurre que, en el curso de la historia, solo hay un elemento
de progreso continuo e incesante, el avance de las ciencias.
En resumen: las características de los sistemas educativos de
Venezuela, México y Argentina se pueden enunciar:
 Baja inversión en educación en general
 Superpoblación de sus aulas (ingresan casi todos y egresan pocos)

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 Edificios deteriorados
 Carencia de laboratorios
 Equipos anticuados
 Materiales de instrucción obsoletos
 Insuficiente capacitación y dedicación de los profesores
 Educación universitaria gratuita (subvención a la clase pudiente)
 Poco interés en el manejo del idioma de la ciencia
 Sobran psicólogos y faltan ingenieros
 Las universidades son poco eficientes
En resumen, si deseamos mejorar la educación, la economía y la
productividad, deberemos invertir más en educación, ciencia y tecnología para
tener una población capaz de producir bienes industriales sofisticados,
servicios y fabricar productos de la economía del conocimiento.

a. Enfoque histórico de la educación latinoamericana: civilizaciones


originarias, colonización y neocolonización

Desde uno de los espacios geográficos de Latinoamérica, desde la tierra


natal del Libertador, el Pensamiento Pedagógico Emancipador orienta hacia la
formación de una nueva subjetividad que identifica lo que son los pueblos del
sur, los cuales han sido condenados como periferia explotada, como pueblos
oprimidos; es por ello que el pensamiento adquiere un sentido crítico y
humanista articulándose con la idea internacionalista, integracionista,
antiimperialista, anticapitalista del ALBA, como proyecto de integración
latinoamericana, vanguardia del modelo social para la superación de los
problemas que mantiene a los pueblos de América Latina en situación de
dependencia. Se trata pues de un pensamiento radical, integral, crítico,
humanista, insurgente, orientado a la formación de la llamada subjetividad
socialista bolivariana.

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Entre otras propuestas que se han consolidado y avanzado
gradualmente, testigos vivos de que el “paradigma emancipador para América
Latina” tiene un pie en la educación, camino de transformación cultural en el
continente.Todas estas experiencias reflejan un momento muy especial en la
lucha latinoamericana, donde el: cambio en ese panorama no es,
evidentemente, un problema estrictamente pedagógico.
Los términos del debate sólo pudieron ser modificados con la alteración
de la correlación de fuerzas sociales. Delante de los desafíos de las luchas
anti neoliberales, los movimientos localizaron la formación política (la
educación como hegemonía) en el andar superior de la agenda política,
restableciendo, gradualmente, con avances y retrocesos, los nexos entre
educación, capitalismo y clase. (Leher, 2007, p. 22)
El planteamiento de Leher resalta la problemática de la hegemonía
presente en América Latina. Una reflexión política fundamental para pensar la
profundización de la democracia en el continente es comprender que la
dimensión de la hegemonía pertenece a una cuestión político-cultural, no
restringiéndose a los espacios políticos institucionalizados, como el Estado.
En este sentido, la acción político-educativa de los movimientos sociales
puede contribuir en la construcción de una nueva episteme (Leher, 2007) que
rompa con la lógica de la política neoliberal, por medio de una “batalla de las
ideas” (Anderson, 2003), donde se origine un conocimiento crítico, demarcador
y recuperador de conceptos esenciales, a propósito de Poder Popular, que
orienten la lucha política de estos movimientos sociales rumbo a una praxis
libertaria y emancipatoria.
Por tal razón, lo expresado hasta el momento sugiere reflexionar desde
el siguiente prisma: de la articulación existente entre la emergencia de una
educación libertaria mediada por pedagogías alternativas como camino de
activación del Poder Popular. Es determinante señalar que dos de los
representantes de la ilustración latinoamericana, Simón Rodríguez y José
Martí, defendían la construcción de un proyecto educativo como estrategia

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política, dónde la educación era concebida como general y popular. Para
ambos, la educación era la precursora de un pueblo libre, una vez que
propiciaba la libertad del pensamiento y la capacidad de generar ideas.
Tomando por referente histórico-temporal el final del siglo XX y la primera
década del actual siglo, Barbosa (2011), concibe el hecho de la acción política
como el protagonista para la consolidación de estrategias que aspiren cambios
profundos, reconociendo a la Educación como uno de los principales
instrumentos de ruptura con la lógica excluyente y deshumanizadora del
capital. Muchos investigadores, considera la autora citada, destacan tal
potencialidad en la praxis política de los movimientos sociales: Zibechi (2008),
al analizar los movimientos sociales como espacios educativos; Leher (2007),
al proponer la Educación Popular como estrategia política de los movimientos
sociales en la región.
Las verdaderas repúblicas se construirían bajo un igualitarismo político
entre hombres y mujeres, hecho que sólo sería posible con la ampliación del
derecho a la educación. Pero no una educación instructiva, sino que
emancipatoria. Además, comulgan con el legado de Paulo Freire donde la
Educación posee una dimensión filosófica y política cuando asume un
potencial libertador y es dotada de una función socio-política orientada a la
construcción de la autonomía y emancipación humanas.
Recordemos que, para Freire, la educación constituye un camino en el
proceso de liberación de los pueblos. En este sentido, el educador brasileño
creía en la necesidad de una transformación social profunda para que se
abra camino a los cambios necesarios a la educación latinoamericana. El
transcurso del cambio posee un matiz político, una vez que Freire “rescata
la política como elemento más dinámico de la cultura”, esta entendida como
eje fundamental en el proceso de vinculación dialógica entre culturas
(Puiggrós, 2005, p.25).
El carácter político conferido a la educación se vincula al
entendimiento de la generación de una cultura emancipatoria construida

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entre los sujetos políticos partícipes en este proceso, en el caso, los
movimientos populares, campesinos, indígenas, entre otros que ejercían la
praxis de la Educación Popular como camino de resistencia y lucha rumbo
a procesos de liberación. En este sentido, puntualizo mi argumento que
siempre he sostenido con respecto a la educación afirmando que, entre las
acciones de resistencia propia de estos movimientos, la educación
constituye un elemento valioso en la lucha por la emancipación política y
cultural de los pueblos de América Latina.
Un mirar panorámico sobre el continente nos permite visualizar los
indicios de un proyecto emancipador y que prima por el fortalecimiento del
Poder Popular, vinculado a un papel político conferido a la educación,
manifiestos en:
 Las primeras campañas de alfabetización cubana en los años 50 del
siglo XX.
 La experiencia de educación popular de Nicaragua, fruto de la
Revolución Sandinista.
 La trayectoria del Sector de Educación del MST.
 La propuesta de creación de la Universidad del Sur.
 Las experiencias de las Universidades Interculturales Indígenas en
Ecuador, Bolivia, Colombia y México.
 La expresiva experiencia del Método Cubano de Alfabetización, “Sí, ¡Yo
Puedo!”.
 La creación de las Escuelas Rebeldes Autónomas Zapatistas.
 El Instituto Agroecológico Latinoamericano de Estudios Campesinos,
Indígenas y Afro - descendientes – IALA, articulado por la Vía Campesina en
Venezuela.
 Las experiencias de la Misión Robinson y Sucre, igualmente en territorio
venezolano; la creación de la Universidad de las Madres de la Plaza de Mayo.

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 La experiencia pedagógica de los Círculos de Autoeducación Docente,
en Perú.
Podemos analizar los puntos tratados anteriormente, que en la educación
Latinoamericana no se establece como una educación buena, aunque los
gobiernos le han dedicado esfuerzos económicos y sociales para que exista
una magnifica educación, pero si esta sigue tratándose como una dependencia
política sin apartarse de ella, se seguirá obteniendo esa referencia que se tiene
de no muy buena.
Esto es debido a que se debe tomar consciencia que la educación como
lo dice Paulo Freire “la educación constituye un camino en el proceso de
liberación de los pueblos”. Para nuestro pensar debe de existir un cambio
ideológico con respecto a la educación ya que es un sistema netamente
importante para tener individuos capaces de producir bienes industriales,
servicios y fabricar productos económicos del conocimiento.
Si no se logra cambiar siempre obtendremos lo que se muestra en la
actualidad una crisis que se genera producto de: Baja inversiones en la
educación, edificios deteriorados, carencias de laboratorios, equipos
anticuados, insuficiente capacitación y dedicación a los profesores, entre otras.
Es por consiguiente que se debe mejorar la educación, la economía y
productividad, invirtiendo más en educación, tecnología y ciencia; sin pensar
en una educación instructiva que transforma con ella a los individuos para su
conveniencia y creando sujetos marginados y alienados a un pensamiento
político convenible a un grupo de interés. Ha llegado el tiempo de enseñar a
las gentes a vivir, para que hagan bien lo que han de hacer mal, sin que se
pueda remediar.

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b. Estudios comparativos de variables socioeconómicos, político y
cultural en relación de la educación latinoamericana (pobreza crítica,
desnutrición, marginalidad, morbilidad, analfabetismo y exclusión).

En los últimos años América Latina y el Caribe han experimentado una


serie de cambio lo que conlleva a resultados evidentes; sin embargo, los
beneficios que aporta la educación al desarrollo de América Latina no
proceden solo de los años de escolarización, sino de lo que realmente
aprenden sus estudiantes. Es por ello, que se presentan desafíos en cuanto a
la calidad educativa.
Asegurar más y mejores aprendizajes para todos, es decir
democratizar realmente la educación, requiere en Latinoamérica profundos
cambios en los procesos de selección, formación, evaluación y retribución
del profesorado. Así como cambios o transformación de las políticas
educativas que rigen el sistema educativo. De hecho, analizar los avances
y desafíos de la educación en América Latina induce a opiniones ambiguas.
Por un lado, está la lentitud de los progresos y los riesgos de retrocesos,
por otra parte, las expectativas de cambios.
Ahora bien, la desigualdad de origen es el gran desafío para la educación
en América Latina, ya que si los estudiantes provienen de familias con
recursos tendrán acceso a una buena educación; pero si no, recibirán una
enseñanza de poca calidad. Asimismo, para el 2010 la UNESCO expuso que
en América Latina hay más pobreza, desigualdad y desintegración familiar que
en los países del norte; además, se invierte menos en educación, en la
atención de los alumnos y en la formación docente.
Hay más violencia en los hogares y los padres tienen menor nivel
educacional. La infraestructura y el equipamiento de los colegios suelen ser
precarios; el uso de tecnologías digitales es limitado o inexistente; el tiempo
dedicado al aprendizaje escaso; la disciplina excesivamente autoritaria o
ausente, y las políticas educativas de los gobiernos son inestables, mal
diseñadas y su implementación y efectos poco evaluados.

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La prioridad otorgada a la educación corresponde un reclamo
permanente de la sociedad. Al mismo tiempo, la sociedad confía a la escuela
el fortalecimiento de valores éticos y cívicos que garantizan la convivencia
armónica. Por lo tanto, la educación en Latinoamérica está vinculada a
consideraciones de carácter económico, requerimientos mínimos de nutrición,
factores de desarrollo humano tales como escolarización, acceso a la cultura
y alfabetismo. Ante este escenario surge la siguiente cuestión: ¿hemos de
ubicar la carencia de educación como una consecuencia de ser pobre? ¿O
como una causa? ¿El no educado será pobre mientras no se eduque?
Es frecuente encontrar el uso del término desigualdad se trata, sin
embargo, de un concepto diferente, pues caracteriza la situación económica
y/o social asimétrica entre clases, grupos, sectores o personas. También se
usa el término marginalidad, referente a la situación de los grupos sociales en
relación con el disfrute, la participación; el concepto de igualdad de
oportunidades de los diferentes sectores y grupos sociales.
En años recientes se ha incorporado el uso del término exclusión para
especificar mejor las consecuencias. Se trata de un concepto donde la
sociedad excluye a algunos individuos, les impide el acceso a las
oportunidades. Entonces, se trata de reestructurar la educación no sólo en
Latinoamérica, sino en el mundo entero; esta implica cambios no sólo en el
modo en el que se financia, sino también en la lógica que guía las actividades
académicas y no académicas.

c. Proceso de dominación y dependencia

El mundo colonizado y de lo que se pasó a llamar América Latina, en el


sentido de que lleva a la comprensión de que el sistema-mundo capitalista
moderno es un sistema de relaciones sociales, políticas, económicas, étnicas,
de género, religiosas, culturales, etc., y que, sólo como un sujeto en relación y
nunca como un paciente apático ante la acción.

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Es necesario reflexionar sobre lo que ha significado para la formación
continuo civilizador que une la Grecia clásica a la Europa moderna, versión
naturalizada e interiorizada por los sistemas de socialización con los cuales
cuenta la Colonialidad del poder. Wallerstein comenta sobre cómo las ciencias
sociales han contribuido a la perpetuación de ese mito, reproduciendo la
noción según la cual la Antigüedad clásica representa la aurora de la sociedad
moderna como "etapa inicial de un único proceso histórico continuo que
culminaba en la civilización 'occidental' moderna y por lo tanto era visto como
parte de una saga singular.
En América, las poblaciones colonizadas supieron producir una cultura
que se apropió del lenguaje de los colonizadores y lo transformó, produciendo,
de esta manera, expresiones que si ya no representaban la cultura originaria
en su pureza, tampoco podían ser reconocidas por los colonizadores como
suyas. El intento de pensar la educación a partir de América Latina tiene como
varios tipos que deben ser, estas sí, comprendidas, teorizadas, historiadas, y
de las que el(la) investigador(a) no puede prescindir. Simón Bolívar creó los
elementos que componen la categoría Nuestra América.
No utilizó precisamente esta expresión sino su significado. Bolívar
mencionaba la "base fundamental" del conjunto de "Repúblicas americanas de
habla española. La historia la escriben los vencedores; sin embargo, está
hecha por todos", afirma Cerutti (1991), quien también sostiene que la entrada
de los pueblos originarios de América en la historia mundial fue forzada y se
dio a pesar de la resistencia de los mismos. Considerados pueblos sin historia.
Educación siempre han estado vinculadas en la historia de "América".
Varios de entre los más grandes pensadores y realizadores de las luchas
políticas y los movimientos sociales más representativos de las
necesidades y de los anhelos de los pueblos colonizados, en la búsqueda
de autonomía y soberanía, han tenido presente que la educación,
principalmente la educación escolar, es un elemento primordial en la tarea
de construir "otro mundo posible".

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d. Proceso de Globalización y de integración

En América Latina los efectos de la globalización ha sido nefastos, si bien


en todos los países se ha reducido la proporción de analfabetos en la población
adulta, ésta aún representa 41 millones de personas, aproximadamente 110
millones de jóvenes y adultos no han culminado su educación primaria, lo que
implica un manejo deficitario de las competencias básicas de lectura, escritura
y cálculo. Este fenómeno es particularmente alarmante por su magnitud.
Se ha producido un importante avance en términos de universalización
del acceso a la educación primaria, pero un 3% de los niños en edad de
cursarla se encuentra fuera de las escuelas. A esto debemos añadir que
ingresar a la educación primaria no es sinónimo de concluirla, ni de concluirla
con calidad. Existen elevados niveles de repetición que provocan
los problemas de sobre edad y conducen a la deserción.
En varios países de la región, más del 20% de los niños que ingresaron
a la escuela no llegan al 6° grado. En general ningún país de la región ha
logrado cumplir con el compromiso de obligatoriedad de la educación. Estos
fenómenos no afectan de similar modo a todos los países, y a todos los
sectores sociales. Las personas que provienen de hogares con mayores
recursos logran, dependiendo de los países, entre 2 y 6 veces más años de
educación que aquellos de hogares más pobres, mientras que los sectores
urbanos logran entre 2 y 14 veces más que los rurales.
Los docentes son el factor más importante en la organización y entrega
de los servicios educativos; sin embargo, la región carecen de
políticas integrales que articulen la formación inicial y en servicio; los requisitos
de ingreso, permanencia y desarrollo en la carrera docente con
su desempeño, la responsabilidad por resultados y sus remuneraciones. Los
esfuerzos de las reformas educativas han tendido a considerar al docente
como un ejecutor de políticas que usualmente son definidas sin su opinión
o conocimiento lo que, evidentemente, también ha limitado las posibilidades

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de que las políticas educacionales se conviertan en prácticas efectivamente
desarrolladas en las escuelas y las aulas.
La globalidad es un problema ineludible de la vida contemporánea. Este
proceso que abarca como hemos visto, todos los aspectos de la vida social
contemporánea, en donde la economía, la política, la cultura, se ve reflejada
en la conciencia social, la forma en que la gente concibe al mundo, tanto su
mundo local como el mundo en su totalidad está sufriendo un cambio
considerable.

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CAPÍTULO II

ASPECTOS RESALTANTES A ESCALA MUNDIAL

En América Latina los sistemas escolares modernos se desarrollaron


desde mediados del siglo XIX. Si bien partieron de un modelo compartido, el
francés, con el correr de los años y de los acontecimientos políticos y sociales,
fueron diferenciándose. Esas diferencias resultaron correlativas a las que
dividían a los países entre ricos y pobres, con una economía más o menos
diversificada, con Estados reducidos al aparato administrativo y represivo o
complejos, con sociedades civiles más o menos desarrolladas.
Las políticas de los gobiernos desarrollistas, nacionalistas populares,
socialistas y liberal democráticos habían coincidido desde la Segunda Guerra
Mundial en impulsar programas que reforzaran, ensancharan y mejoraran la
calidad del sistema de educación pública. Los resultados de esos programas
fueron desiguales en los distintos países y regiones latinoamericanos y
llegaron de manera diversa a las distintas clases y grupos sociales.
El analfabetismo, la deserción, el desgranamiento y la repetición tuvieron
una incidencia muy despareja pero persistente en la región. En los años 60,
América Latina había experimentado los más elevados índices de crecimiento
educacional del mundo. La tasa de alfabetización había crecido entre 1970 y
1990, se seguían incorporando masivamente las mujeres al sistema escolar y
la tasa de escolarización primaria estaba evolucionando favorablemente.
El analfabetismo no solamente estaba disminuyendo en términos
porcentuales sino que se habían experimentado con éxito varias alternativas
estratégicas, entre las cuales se destacaban experiencias tan distintas como
el trabajo de Paulo Freire (desde Recife en los años 60 hasta la comuna de

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São Paulo a fines de los 80), las campañas de alfabetización de Cuba y
Nicaragua, la educación popular en El Salvador durante la guerra y en los
campos de refugiados salvadoreños y guatemaltecos en Costa Rica y México.
Desde el punto de vista cuantitativo, hacia la década de 1980 los
sistemas escolares y las universidades de la región tenían un funcionamiento
relativamente constante. Sus ritmos de desarrollo eran insuficientes pero
permanentes. Simón Romero Lozano, demuestra que:
 El 43% de la población latinoamericana de 15 años y más era
analfabeta absoluta en 1950, tasa que en 1970 había descendido al 27% y en
1985 al 17%.
 En 1950 sólo 2 países sobrepasaban el 80% de escolarización del nivel
primario de niños de 7 a 12 años y la mayoría no alcanzaba el 60%.
 Pero en 1985 prácticamente la totalidad de los sistemas se encontraba
en condiciones de incorporar el 100% de ese grupo de edad.
 La educación media y superior fueron las que más se expandieron.
 En 1950 sólo 3 países habían superado el 15% de la población
alcanzada por enseñanza media y la mayoría estaba por debajo del 7%.
 En 1985, la cobertura en la región fue del 52%.
 En cuanto a la educación superior, en 1950 sólo 1 país había logrado
incorporar el 10% de la población entre 19 y 22 años, 1 país el 8% y la mayoría
estaba bajo el 4%.
 Pero en 1990, la tasa en América Latina sobrepasó el 27%.
 La tasa de escolarización para el nivel medio, entre 1980-1991 pasó del
33,4 al 53,5%, y la del nivel superior pasó del 5,1 en 1980 al 10,6% en 1991.

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CONCLUSIÓN

A modo de reflexión final se concluyó que la educación constituye un


camino en el proceso de liberación de los pueblos. Para nuestro pensar debe
de existir un cambio ideológico con respecto a la educación ya que es un
sistema netamente importante para tener individuos capaces de producir
bienes industriales, servicios y fabricar productos económicos del
conocimiento.
Por su parte, en los últimos años América Latina y el Caribe han
experimentado una serie de cambio lo que conlleva a resultados evidentes; sin
embargo, los beneficios que aporta la educación al desarrollo de América
Latina no proceden solo de los años de escolarización, sino de lo que
realmente aprenden sus estudiantes.
Asimismo, en Latinoamérica se ve una doble vertiente, aquellos que
gozan de ambientes familiares y de establecimientos educativos que estimulan
sus autoaprendizajes; y otra parte el contraste de los que tienen que sobrevivir
en ambientes familiares y escolares fragmentados. Por ende, se deduce que
la educación como factor de equidad social no tiene posibilidad de concreción
en Latinoamérica, existe una muy marcada la desigualdad.
Ahora bien, se requiere de procesos de transformación educativa, y
revisar profundamente las estrategias que se vienen aplicando, ya que son
insuficientes para abordar el déficit social y educativo. La lógica hace
pensar que se requiere urgentemente generar condiciones con mayor
equidad en las sociedades, lo cual se verá reflejado en una inclusión más
justa y equitativa de oportunidades traducido en beneficios tanto para los
individuos como para sociedad misma.

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REFERENCIAS

Milagros (2017). Un enfoque del pensamiento pedagógico emancipador en


Latinoamérica. Disponible en: http: // otrasvoceseneducacion.
org/archivos/206969.Consultado [2018, Agosto 27]

UNESCO (2010). Situación Educativa de América Latina y el Caribe.


Disponible en: www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD /.../
SITIED-espanol.pdf. Consultado [2018, agosto 30]

Vargas (2003) La educación para la dependencia, la exclusión y la pobreza en


América Latina Education for dependence, exclusion and poverty in Latin
America. Disponible en: http: //www. redalyc. org/pdf/ 1550/
155017964014.pdf. Consultado [2018, Agosto 27].

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