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LOS POSTULADOS DE KOCH

Heinrich Hermann Robert Koch (11 de diciembre de 1843 - 27

de mayo de 1910) fue un médico alemán. Se hizo famoso por

descubrir el bacilo de la tuberculosis en (1882) (presenta

sus hallazgos el 24 de marzo de 1882) así como también el

bacilo del cólera en (1883) y por el desarrollo de los

postulados de Koch. Recibió el Premio Nobel de Medicina en

1905. Es considerado el fundador de la bacteriología.

Los Postulados de Koch fueron formulados por Robert Koch, a

partir de sus experimentos con el Bacillus anthracis.

Fueron aplicados para establecer la etiología de la

tuberculosis, pero ha sido generalizado para el resto de

las enfermedades infecciosas.

Aunque los microorganismos se originaron hace

aproximadamente 4.000 millones de años, la microbiología es

relativamente una ciencia joven. Los primeros

microorganismos se observaron hace 300 años y sin embargo

pasaron unos 200 años hasta que se reconoció su

importancia.

La microbiología surgió como ciencia tras el

descubrimiento, gracias al perfeccionamiento del

microscopio, de los microorganismos. El naturalista

holandés Antoni van Leeuwenhoek fue el primero en


describir, en 1683, estos organismos (a los que bautizó

como "animálculos"), que observó con la ayuda de un

microscopio construido por él mismo.

Descubrimiento de la función de los microorganismos como

causantes de enfermedades (Koch y la bacteria del carbunco)

Ya en 1546 Girolano Fracastoro había sugerido que las

enfermedades podían deberse a organismos tan pequeños que

no podían verse y que eran transmitidos de una persona a

otra. Sin embargo, el descubrimiento de que las bacterias

pueden actuar como agentes específicos de las enfermedades

infecciosas en los animales fue realizado a través del

estudio del carbunco, infección grave de los animales

domésticos que es transmisible al hombre. La demostración

concluyente de la causa bacteriana o etiología del carbunco

la proporcionó en 1876 Robert Koch, un médico rural alemán.

Kosch empezó a estudiar el mundo microbiano después de que

su mujer le regalara por su 28 cumpleaños un microscopio.

Seis años después Koch anunció al mundo que había

encontrado la bacteria del carbunco (Bacillus anthracis).

Posteriormente él y sus colaboradores descubrieron las

bacterias que causan la tuberculosis y el cólera.

Esta serie de experimentos se ajustaban a los criterios

necesarios para poder establecer la relación causal entre


un organismo específico y una enfermedad específica. Estos

criterios se conocen como los postulados de Koch:

1. El agente debe estar presente en cada caso de la

enfermedad en las condiciones apropiadas y ausente en

las personas sanas.

2. El agente no debe aparecer en otra enfermedad de

manera fortuita o saprófita.

3. El agente debe ser aislado del cuerpo en un

cultivo puro a partir de las lesiones de la

enfermedad.

4. El agente debe provocar la enfermedad en un

animal susceptible al ser inoculado.

5. El agente debe ser aislado de nuevo de las

lesiones producidas en los animales de

experimentación.

La mayoría de las bacterias que causan enfermedad en el

humano se ajustan a los postulados de Koch con algunas

excepciones, como el Mycobacterium Leprae que no cumple con

el segundo enunciado de Koch.

Algunos autores han adaptado estos postulados para explicar

la probabilidad de que una molécula endógena pueda ejercer

un papel determinando en la patogenia de un proceso.


1. La molécula se expresa en casos de enfermedad

2. La molécula se expresa en forma distinta en

casos de enfermedad y en individuos sin

enfermedad

3. La administración experimental de la molécula

puede iniciar o exacerbar la enfermedad

4. La neutralizacón experimental de la molécula

puede prevenir o mejorar la enfermedad


KOCH Y LA TEORÍA MICROBIANA DE LAS ENFERMEDADES

INFECCIOSAS.

La demostración de que los microorganismos podían causar

enfermedades proporcionó un gran impulso al desarrollo de

la ciencia de la microbiología. En realidad, ya en el siglo

XIX se pensaba que se podía transmitir algo de una persona

enferma a una sana para inducir en esta última la

enfermedad de la primera. Muchas enfermedades parecían

diseminarse por la población y se llamaban contagiosas; y

el desconocido agente que causaba la diseminación fue a su

vez llamado el contagio. Tras el descubrimiento de los

microorganismos, se aceptaba más o menos que estos

organismos podían ser responsables de enfermedades, pero

faltaban pruebas. Los descubrimientos de Ignaz Semmelweis y

Joseph Lister suministraron algunas evidencias sobre la

importancia de los microorganismos como causa de

enfermedades en el hombre, pero la teoría microbiana de las

enfermedades infecciosas no fue claramente concebida y

probada experimentalmente hasta el trabajo del médico

Robert Koch.

En su trabajo inicial, publicado en 1876, Koch estudió el

carbunco*, una enfermedad del ganado que en ocasiones

también afecta al hombre. La enfermedad está causada, por

una bacteria formadora de endosporas que llamamos Bacillus


anthracis, y la sangre de un animal con carbunco está llena

de células de esta gran bacteria. En sus estudios sobre el

carbunco, Koch utilizó el ratón como animal experimental y

como entonces no existían suministradores comerciales del

ratón blanco de laboratorio usaba ratones grises domésticos

que cazaba en un establo cercano.

No deben confundirse carbunco y ántrax, ya que se trata de

dos enfermedades con distinta etiología, aunque ambas sean

denominadas en inglés anthrax. El agente etiológico del

carbunco es Bacillus anthracis, mientras que el del ántrax

es Staphylococcus aureus.

Mediante cuidadosos estudios microscópicos Koch puso de

manifiesto que la bacteria estaba siempre presente en la

sangre de los animales que presentaban la enfermedad. Sin

embargo, la mera asociación de la bacteria con la

enfermedad no demostraba realmente que la bacteria fuera la

causa de la enfermedad; podría ocurrir que fuera un efecto

de la enfermedad. Por eso, Koch demostró que era posible

tomar una pequeña cantidad de sangre de un ratón enfermo,

inyectarla en un segundo ratón y provocar en éste la

enfermedad y la muerte. Tomando sangre de este segundo

animal e inyectándola en otro obtenía de nuevo los síntomas

característicos de la enfermedad. Repitiendo así el proceso

hasta 20 veces demostró que la bacteria causaba el


carbunco: el vigésimo ratón murió tan rápidamente como el

primero y en cada caso Koch demostró por microscopía que la

sangre del animal contenía gran cantidad de la bacteria

formadora de endosporas.

Koch llevó este experimento aún más lejos. Demostró también

que la bacteria podía ser cultivada fuera del animal en

líquidos nutritivos y que, incluso después de muchas

transferencias o resiembras de cultivo, la bacteria podía

aún causar la enfermedad cuando se reinoculaba a un animal.

Es decir, la bacteria de un animal enfermo y la mantenida

en cultivo inducían los mismos síntomas de enfermedad tras

su inoculación. Basándose en éste y otros experimentos Koch

formuló los siguientes criterios, que en la actualidad

reciben el nombre de postulados de Koch, para demostrar que

un tipo concreto de microorganismos causa una enfermedad

específica:

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