Está en la página 1de 21

“AÑO DEL DEBER CIUDADANO”

Especialidad: Obstetricia

CURSO : Fisica

PROFESOR : Arnaldo Angulo Ascama

ALUMNA : Victoria E. Siguas Altamirano

SEMESTRE : I - Mañana

ICA- PERÚ
2007
VASOS SANGUÍNEOS Y HEMODINAMICA

REGULACIÓN DE LA PRESIÓN ARTERIAL


INTRODUCCIÓN

Los objetivos que se plantean en esta monografía son los siguientes:


a) Descubrir y profundizar sobre los mecanismos de la regulación de la presión
arterial.
b) Analizar la implicancia que presenta el riñón en la regulación de la presión
arterial.
c) Estudiar los diversos factores que afectan a la presión arterial.
d) Por último, investigar las alteraciones que presenta la presión arterial.
Una vez presentados los objetivos. Se dará comienzo al desarrollo de la
monografía, dando previamente una breve introducción sobre algunos conceptos
básicos.

Circuito sanguíneo:

Para hablar de circulación debemos referirnos a un circuito continuo, o sea, si un


volumen determinado de sangre es impulsado por el corazón el mismo volumen va
a circular por cada subdivisión de la circulación.

La sangre va a desplazarse de un segmento a otro, el cual debe dilatarse para


recibirla.
Se puede subdividir la circulación en pulmonar y sistémica(periférica).
La sistémica es la que irriga a todos los tejidos con excepción de los pulmones. La
sangre fluye casi sin resistencia en los grandes vasos de la circulación menos en
sus arteriolas y capilares.

Para explicar la presión global de la circulación se tomará en cuenta las relaciones


que existen entre las características físicas de la sangre, presión, flujo y resistencia.
Esto es lo que se denomina hemodinamia.

Antes de profundizar en el tema es necesario describir las partes


anatomofuncionales de la gran circulación. Estas son: arterias, arteriolas, capilares
y venas. Arterias: estas son las encargadas de llevar sangre oxigenada y nutrientes
a los distintos órganos. Según su cercanía al corazón cambia la constitución de su
pared, las más cercanas a él tienen predominio de su tejido elástico y en las más
alejadas aumenta la proporción de fibras musculares. Su elasticidad y capacidad de
distensión les permite amortiguar las pulsaciones generadas por el corazón.
Las arterias están formadas por tres capas: una interna o túnica íntima, media y
externa o adventicia. La zona central por la que fluye la sangre se denomina luz.
La túnica íntima está formada por una capa de endotelio en contacto con la sangre,
una membrana basal y una capa de tejido elástico(lámina elástica interna). La capa
media suele ser la más gruesa, está formada por fibras elásticas y fibras
musculares lisas. La externa o adventicia está formada principalmente por fibras
elásticas y colágeno. Una lámina elástica externa la separa de la media.
Cuando los ventrículos del corazón se contraen y lanzan su sangre fuera las arterias
se expanden y se acomodan a la cantidad extra de sangre que reciben. A
continuación, cuando el ventrículo se relaja la espiral elástica de las arterias fuerza
a la sangre a seguir hacia delante. Esta capacidad está dada principalmente por la
túnica media, quien proporciona elasticidad y contractilidad. La contractilidad de las
arterias se debe al músculo liso que se dispone longitudinalmente formando un
anillo alrededor de la luz. Este está inervado por las fibras simpáticas del sistema
nervioso autónomo. Cuando aumenta la estimulación simpática el músculo se
contrae, aprieta la pared alrededor de la luz y el vaso se estrecha. Esto se
denomina vasoconstricción. Cuando la estimulación simpática disminuye las fibras
musculares lisas se relajan ampliando el diámetro de la luz. Esto se denomina
vasodilatación.
La capa de músculo liso tiene implicancia también en uno de los tres mecanismos
de la hemostasia(ayuda a limitar la hemorragia).

Se puede dividir a las arterias en elásticas(conducción) y musculares(de


distribución).

Arterias elásticas: estas son la Aorta, el tronco braquiocefálico, y las arterias


carótidas primitivas, subclavias e ilíacas primitivas. Estas arterias son de gran
calibre, sus paredes elásticas son finas y su túnica media está formada por mayor
cantidad de fibras elásticas y menos de músculo liso.
Estas arterias son encargadas de conducir la sangre desde el corazón hasta las
arterias musculares de mediano tamaño.
Cuando el corazón se contrae y lanza la sangre, las paredes de las arterias elásticas
se distienden para aceptar esta oleada. Las fibras elásticas distendidas almacenan
momentáneamente algo de energía, por esto se dice que funcionan como
reservorios de presión. En la relajación vuelven a su diámetro normal convirtiendo
la energía almacenada en energía cinética, que empuja la sangre hacia delante en
un flujo más o menos continuo.

Arterias musculares: son las axilares, humerales, radiales, intercostales, esplénica,


mesentéricas, femorales, poplíteas y tibiales. Son arterias de mediano calibre. Su
túnica media contiene más músculo liso y menos fibras elásticas. Pueden lograr
mayor vasodilatación y vasoconstrición, según las necesidades de la estructura
irrigada. Sus paredes son relativamente gruesas debido a la gran cantidad de
músculo liso y son las encargadas de distribuir la sangre a las distintas partes del
cuerpo.

· Arteriolas: son las ramas más pequeñas de las arterias, poseen paredes
musculares gruesas y regulan la resistencia a través de los distintos órganos. La
relación entre el espesor de la pared y la luz del vaso es elevada, hecho que le
permite, en la primera instancia, determinar el flujo que llega a las distintas
regiones del organismo dependiendo del grado de contracción del músculo liso de
su pared. Este músculo esta inervado por el sistema nervioso y posee los
receptores adecuados para interactuar con distintas hormonas. Ambas propiedades
determinan que sea a este nivel donde se realiza la regulación fina no solo del flujo
que llega a los distintos órganos sino que pueden llegar a determinar la presión de
las arterias que las preceden.

Las arteriolas tienen una túnica interna similar a la de las arterias, una túnica
media formada por músculo liso y muy pocas fibras elásticas y una túnica externa
formada por fibras elásticas y de colágeno. Las arteriolas de diámetro más
pequeño, sus túnicas tienen apenas algo más que una capa de endotelio que rodea
algunas fibras musculares lisas salpicadas.

· Capilares: es la menor unidad anatómica del árbol vascular, a través de finas


paredes se produce el intercambio de materia entre la sangre y los tejidos
circundantes.
Sus paredes están formadas por una única capa de células(endotelio) y una
membrana basal. No tienen túnicas media y externa, por lo tanto la sangre solo
tiene que atravesar una capa celular para llegar a los tejidos. Este intercambio de
materiales se produce solo en los capilares ya que las paredes de las arterias y
venas son una barrera demasiado grande. Los capilares unen a arteriolas con
vénulas, pero principalmente forman redes ramificadas, las cuales permiten un
intercambio rápido de grandes cantidades de materiales.
El flujo de la sangre a través de los capilares está regulado por vasos que poseen
músculo liso en sus paredes.
Existen capilares verdaderos, los cuales se originan en las arteriolas y no se
encuentran en las vías directas entre arteriola y vénula. Poseen un esfínter
precapilar que controla la cantidad de sangra que penetra en ellos.
La sangre fluye de forma intermitente, debido a la contracción y relajación del
músculo liso de los esfínteres de los capilares verdaderos A esto se denomina
vasomoción. La cual se debe a la liberación de sustancias químicas pro el endotelio.
Se puede dividir a los capilares en continuos y fenestrados. En los continuos, las
membranas plasmáticas forman un anillo sin interrupción alrededor del capilar,
estos se encuentran en el músculo liso y esquelético en los tejidos conjuntivos y en
los pulmones. Los fenestrados, contienen fenestraciones (poros) en sus membranas
plasmáticas, estos se encuentran en los riñones, las vellosidades de las paredes del
intestino delgado, los plexos coroideos de los ventrículos encefálicos, los cuerpos
ciliares de los ojos, y las glándulas endócrinos.

A continuación, se nombrarán algunos puntos importantes de considerar sobre


vénulas y venas, pero no se especificará en ello ya que no es de incumbencia para
el trabajo por no tener mayor implicancia sobre la regulación de la presión arterial.
La unión de varios capilares forman pequeñas venas llamadas vénulas, las mismas
poseen una luz relativamente grande y escasa pared muscular, esta pared esta
inervada por el sistema nervioso autónomo y a través de su contracción
contribuyen tanto a la presión del lecho capilar como al tamaño del lecho venoso.
Su principal función es recoger la sangre de los capilares y drenarla hacia las venas.
Las venas están formadas por las mismas capas que las arterias pero con grosores
diferentes, a pesar de esto también tienen la capacidad de distenderse para
adaptarse a las variaciones del volumen y presión de la sangre que pasa por ellas.
Las venas y arterias tienen una diferencia de presión por las diferencias
estructurales que existen entre ellas.
Las venas confluyen para originar las venas cavas superior e inferior que llevan
directamente al corazón la sangre venosa.

DESARROLLO:
PRESIÓN ARTERIAL. CONCEPTOS GENERALES
La función celular se realiza en forma constante, por lo cual es necesario un
continuo aporte de nutrientes y un constante drenaje de metabolitos celulares. Para
que esto sea posible se necesita un flujo sanguíneo que asegure una adecuada
perfusión tisular.
Para poder manejar este fluido sanguíneo se requiere de una fuerza capaz de
vencer la rasistencia a la circulación. Dicha fuerza es producto de la actividad cíclica
del corazón, que determina una presión denominada presión arterial.
Entonces, se entiende por presión arterial a la fuerza que ejerce la sangre sobre la
superficie interna de las arterias, lo que determina a su vez una tensión en la pared
respectiva.
La presión arterial ejerce una fuerza de distensión que empuja la pared del vaso
hacia fuera, y es contrarrestada por una fuerza de contención que corresponde,
precisamente, a la tensión de la pared del vaso. Cuando dichas fuerzas, distensión
y contención, se equilibran, el radio del vaso considerado permanece constante.
La presión arterial, la tensión y el radio, se relacionan entre sí en la ecuación de
Laplace:
P = T/R

Es decir, que la tensión a un valor determinado de presión es directamente


proporcional al radio.

Se habló de la diferencia entre tensión y presión arterial basándose en la ley de


Laplace. Se verá ahora cuales son los factores determinantes de la presión arterial,
para ello se citará la ley de Poisseville.

La misma explica que la diferencia de presión inicial y final en un sistema


canalicular está en relación directa con el caudal circulante. Además, habla de la
importancia de otros dos parámetros, como son la viscosidad y el radio.
En la ecuación de Poisseville se considera que el término:

L.n.8/ r(4ª) es la expresión matemática de la resistencia ( R ), que se opone a la


circulación donde se observa la estrecha vinculación entre la viscosidad (n), el radio
( r ) y la longitud del sistema (L). Reemplazando entonces la expresión antedicha
tenemos:
P' - P'' = VM.R

Donde la P' es la presión de la aorta, y P'' es presión en aurícula derecha, que se


considera igual a cero. En definitiva:

PA = VM x RP.

Es decir que la presión arterial (PA), se determina por el volumen minuto (VM) y la
resistencia periférica (RP). Cada uno de estos dos factores tiene su propio
mecanismos de regulación que, en su conjunto, determinan la presión arterial.
Como se dijo anteriormente, la presión sanguínea es el resultado de la actividad
cíclica del miocardio. Es por eso que podemos hablar de una presión máxima o
sistólica y de una presión mínima o diastólica.

La presión sistólica se puede registrar durante la fase de expulsión máxima del ciclo
cardíaco, y su valor es de aproximadamente 120 mmHg, mientras que la presión
diastólica se observa al finalizar la fase de contracción isométrica sistólica,
justamente en el momento en que procede a la apertura de la sigmiodea aórtica, y
su valor es de 80 mmHg.
La diferencia entre valor de ambas presiones se denomina presión diferencial y
determina la amplitud del pulso.

Otro concepto fundamental es el de presión arterial media, que es la presión de


valor constante, que asegura igual rendimiento hemodinámico que las presiones
fluctuantes del ciclo cardíaco. Este valor se puede determinar en un paciente
sumando a la presión diastólica un tercio de la presión diferencial.

Factores que afectan a la presión arterial:

Para hablar de presión arterial es necesario tener en cuenta los diversos factores
que afectan a la misma.

Los cambios en la presión arterial se deben a los cambios en el gasto cardíaco y la


resistencia periférica.

Se llama gasto cardíaco al volumen de sangre expulsada por el ventrículo izquierdo


o el derecho en la aorta o tronco pulmonar por minuto. El mismo está regulado por
el volumen sistólico y la frecuencia cardíaca.

El volumen sistólico, o sea la cantidad de sangre expulsada con cada latido, está
regulado por tres factores. A saber: Precarga (Ley de Frank Starling), contractilidad
y la Postcarga. Estos tres mecanismos dependen a su vez del retorno venoso.
Se llama frecuencia cardíaca al número de latidos por minuto lo cual está afectado
por la estimulación del sistema nervioso autónomo simpático y parasimpático.
Para hablar de resistencia periférica, o sea la dificultad al avance del flujo
sanguíneo que presenta la totalidad del circuito sistémico, es necesario tener en
cuenta tres factores. Estos son: viscosidad de la sangre, longitud y radio del vaso.
Ante un aumento de la viscosidad de la sangre, la resistencia periférica se aumenta.
Ante un aumento de la longitud del vaso, la resistencia periférica aumenta.
Ante un aumento del radio del vaso, la resistencia periférica disminuye.
Teniendo en cuenta todo lo anterior se puede concluir que:
Ante un aumento del retorno venoso el volumen sistólico se eleva, aumentando
también el gasto cardíaco.

Los impulsos simpáticos aumentan la frecuencia cardíaca y los parasimpáticos la


disminuyen.
Un aumento de la frecuencia cardíaca incrementa el gasto cardíaco.
Finalmente, un aumento del gasto cardíaco aumenta la presión arterial, siempre
que la resistencia se mantenga sin ninguna alteración.

De forma contraria, una disminución del gasto cardíaco, provoca una disminución
de la presión arterial.

Ante un aumento de la resistencia periférica, la presión arterial se eleva. De forma


contraria, si la resistencia periférica disminuye, también lo hace la presión arterial.
Por lo cual se puede afirmar que, tanto el gasto cardíaco como la resistencia
periférica, son directamente proporcionales a la presión arterial.

Una vez aclarados algunos conceptos importantes sobre la presión arterial, se


precederá al estudio de los mecanismos de la regulación responsables de mantener
el valor de la presión arterial dentro de los límites normales.

REGULACIÓN DE LA PRESIÓN ARTERIAL

Regulación nerviosa - a corto plazo

Este tipo de regulación se caracteriza por su extraordinaria rapidez y la capacidad


de controlar simultáneamente gran parte de la circulación según las necesidades de
cada tejido.

De todas maneras su duración es corta, ya que en una o dos horas es sustituidos


por mecanismos básicos de control.

Regulación neurovegetativa:

Esta es la regulación dada por el sistema nervioso autónomo. En este caso quien
tiene mayor implicancia es el sistema nervioso simpático, el sistema nervioso
parasimpático sólo es importante para la función cardíaca.

Todos los vasos periféricos están inervados por fibras simpáticas excepto los
capilares. La inervación de arteriolas, arterias pequeñas, vénulas y venas pequeñas
permite que se altere la resistencia de los vasos y modificar la intensidad del riego
sanguíneo. La inervación de los grandes vasos, permite cambiar el volumen de los
mismos.
Los nervios simpáticos tienen fibras vasodilataradoras y fibras vasoconstrictoras,
estas últimas son las más importantes y se distribuyen prácticamente por todos los
segmentos de la circulación.

Existe en la sustancia reticular una zona llamada centro vasomotor quien transmite
impulsos hacia la médula y desde allí, a través de fibras vasoconstrictoras a todos
los vasos.

Parte de las porciones laterales de este centro se hallan en actividad tónica, o sea,
que transmiten constantemente impulsos nerviosos el cual es uniforme en todas las
fibras. Estos impulsos constituyen el tono vaso constrictor simpático que mantiene
a los vasos en un estado parcial de contracción denominado tono vasomotor.
Por el contrario la zona medial transmite impulsos inhibitorios, lo cual produce
dilatación de los vasos, o sea vasodilatación.
Este centro regula de la misma manera la actividad cardíaca. Las porciones
laterales transmiten impulsos excitatorios mediante fibras simpáticas hacia el
corazón, mientras que la porción medial transmite por fibras parasimpáticas al
nervio vago y corazón para disminuir la frecuencia cardíaca.
El hipotálamo desempeña aquí una importante función, ya que puede tanto excitar
como inhibir al centro vasomotor. También puede excitar o inhibir parte de la
corteza como la corteza motora, lóbulo temporal anterior, zonas orbitales de la
cabeza frontal y parte anterior de la circunvolución del cíngulo.
Existe también una vía vasoconstrictora que evita tanto el hipotálamo como al
centro vasomotor. Esta vía empieza en la corteza motora y sigue hasta abajo con
las fibras del haz corticoespinal pasando a las células del asta lateral de la médula
estimulando a las neuronas preganglionares de los nervios simpáticos. Esta vía se
activa cuando se inicia la actividad muscular. Estos impulsos vasoconstrictores
originan la vasoconstrición en toda la economía, elevando así la presión arterial.
La sustancia secretada en las terminaciones de los nervios vasoconstrictores es la
noradrenalina, esta actúa directamente sobre el músculo liso de los vasos
provocando la vasoconstrición.

Los impulsos vasoconstrictores simpáticos se transmiten a las médulas


suprarrenales al mismo tiempo que a todos los vasos sanguíneos. Estos impulsos
hacen que las médulas secreten noradrenalina y adrenalina. Estas dos hormonas
son transportadas por el torrente sanguíneo y actúan sobre los vasos generando
vasoconstrición y a veces vasodilatación.

Los nervios simpáticos llevan fibras simpáticas vasodilatadoras y vasoconstrictoras


y están liberan acetilconina en sus terminaciones actuando sobre el músculo liso de
los vasos sanguíneos provocando la vasodilatación en contraste con la
vasoconstricción de la noradrenalina. Esto es controlado por el hipotálamo anterior.

Importancia del bióxido de carbono como regulador de la presión arterial:

Una concentración de bióxido de carbono puede aumentar la presión lateral media


desde un valor normal de 100 mmHg de mercurio hasta 270 mmHg. Esto a su vez
obliga a pasar volúmenes mayores de sangre por el sistema vascular.

Importancia de la isquemia como regulador de la presión arterial:

Cuando se produce isquemia(falta del riego sanguíneo) del centro vasomotor se


ocluyen arterias del cerebro, por lo tanto la presión arterial aumenta notablemente.
Esto es por el incremento de la concentración de bióxido de carbono local, el cual
no puede ser alejado, por lo tanto la presión arterial se eleva. Esto opera como un
sistema de control de urgencia de la presión arterial en forma rápida y enérgica,
pero no es el principal regulador de la presión arterial.

De todas maneras si la isquemia cerebral resulta muy intensa tanto que el aumento
de la presión arterial no logra aliviarla, las células neuronales comienzan a sufrir
metabólicamente haciéndose inactivas, entonces la presión cae.

Sistema de control arterial barrorreceptor-reflejos barroreceptores:

Estos son reflejos circulatorios, también llamados presoreceptores ya que son


receptores de presión, los cuales están ubicados en las paredes de las grandes
arterias carótida interna en la zona denominada seno carótido y en las paredes del
arco aórtico.
Un aumento de la presión hace que los barrosreceptores transmitan señales hacia
el sistema nervioso central y a su vez otras señales lleguen a la circulación para
disminuir nuevamente la presión arterial hasta valores normales. Estos son
estimulados por distensión.

También hay impulsos transmitidos desde cada seno carótido a través del nervio de
Hering hasta el nervio glosofaríngeo y de ahí al bulbo. Por otra parte los impulsos
del arco aórtico son transmitidos por los nervios vagos hasta el bulbo.
Los barorreceptores responden con gran rapidez a cambios de la presión arterial. El
número de impulsos aumenta incluso durante la sístole y disminuye durante la
diástole. Responde más a una presión que sube, que a una presión estacionaria.
Si la presión media es de 150 mmHg y en un momento dado aumenta con rapidez
el número de impulsos transmitidos puede ser hasta el doble que cuando la presión
se halla estacionaria de 150 mmHg. Por otra parte, si la presión está bajando dicho
número puede ser tan bajo como la cuarta parte del correspondiente a una presión
estacionaria.
Este efecto permite que los barorreceptores informen al centro vasomotor no solo
de la presión arterial media actual sino también si la presión momentáneamente
está aumentando o disminuyendo.

Los impulsos barorreceptores inhiben el centro simpático del bulbo y excitan el


centro vagal, el efecto es:

- Vasodilatación en toda la circulación periférica


- Disminución de la frecuencia cardíaca y la fuerza de contracción.
Por lo tanto, la excitación de los barorreceptores por presión en las arterias origina
por vía refleja una disminución de la presión arterial. La presión baja tiene efectos
opuestos y por vía refleja aumenta la presión arterial a valores normales.
Podría decirse que el sistema barorreceptor, cumple una función amortiguadora ya
que se opone a los aumentos y disminuciones de la presión arterial, por eso los
nervios barorreceptores reciben el nombre de nervios amortiguadores o buffer.
El sistema barorreceptor disminuye los cambios de presión arterial hasta
aproximadamente la tercera parte de lo que sería si tal sistema no existiera.
El sistema tiene implicancia también en los cambios posturales. Este sistema se
encarga de mantener la presión arterial relativamente constante cuando una
persona se sienta o se pone de pie, después de haber estado cierto tiempo
acostado.
Al ponerse de pie, la presión arterial de la cabeza y partes altas del cuerpo tiende a
disminuir, esto podría causar pérdida del conocimiento. Esto desencadena un reflejo
inmediato que produce una descarga simpática por todo el cuerpo, esto reduce al
mínimo la disminución de presión en cabeza y parte alta del cuerpo.

Reflejos quimiorreceptores

Existen unas estructuras denominadas cuerpos carótidos y cuerpos aórticos,


localizados en las bifurcaciones de las carótidas y a lo largo del arco de la aorta.
Estas estructuras contienen receptores sensitivos especializados sensibles a la falta
de oxígeno que se denominan quimiorreceptores. Estos, estimulan fibras nerviosas
que pasan a lo largo de los nervios de Hering y siguiendo los vagos, hacia el centro
vasomotor.
Cada cuerpo aórtico o carótido está provisto de abundante riego sanguíneo a través
de una pequeña arteria nutricia, de manera que los quimiorreceptores se hallan
siempre en contacto muy estrecho con la sangre arterial.

Cuando la concentración de oxígeno en la sangre de las arterias baja demasiado,


los quimiorreceptores son excitados y se transmiten impulsos hacia el centro
vasomotorelevádose así de manera refleja la presión arterial.
Este reflejo ayuda a aumentar la cantidad de oxígeno que va a parar a los tejidos
siempre que la sangre arterial sufra deficiencia de oxígeno.
El reflejo por falta de oxígeno no es muy potente en los valores normales de
presión arterial, pero ejerce efectos de retroalimentación bastante intensos sobre la
presión arterial cuando aquello es del orden de 40 a 80 mmhg.

Regulación humoral

La misma es regulada por sustancias como hormonas, iones etc., de los líquidos
corporales. Entre los más importantes están:

Aldosterona: secretada por la corteza suprarrenal, esta ayuda regulando la cantidad


de sal y agua en el líquido extracelular, con lo cual ayuda a regular también el
volumen de sangre.

Siempre que disminuye el volumen del líquido extracelular, el volumen sanguíneo,


la concentración sódica en líquidos corporales, o el gasto cardíaco,
automáticamente aumenta la intensidad de secreción de aldosterona.
La aldosterona a su vez actúa sobre el riñón provocando aumento de la reabsorción
de sodio; entre los efectos secundarios están, un aumento de la resorción de iones
de cloruro y agua con lo cual se incrementa el volume3n de líquido extracelular y el
volumen sanguíneo.

Noradrenalina y adrenalina: secretadas por las médulas suprarrenales cuando el


sistema nervioso simpático es estimulado. Estas dos hormonas, circulan por todos
los líquidos corporales y actúan sobre todos los vasos.
La noradrenalina tiene efecto vasoconstrictor en casi todas las redes vasculares, la
adrenalina tiene efectos similares en algunos pero no en todos, por ejemplo
provoca vasodilatación del músculo cardíaco y esquelético.
Angiotensina: es una hormona formada en la sangre en respuesta a la acción de la
renina, sustancia descubierta en las células yuxtaglomerulares del riñón.
De ordinario prácticamente no hay renina que salga del riñón, pero en
determinadas condiciones por ejemplo cuando los riñones quedan expuestos
bruscamente a una presión arterial baja o a una concentración muy reducida de
sodio en la sangre, grandes cantidades de renina pasan a la circulación general
produciendo angiotensina.

La angiotensina origina una intensa vasoconstricción de las arteriolas, pero tiene


muy poco efecto sobre las venas.

Antidiurética (ADH): producida por el hipotálamo y liberada en lóbulo posterior de


la hipófisis, produce vasoconstricción cuando existe una grave pérdida de sangre
debido a una hemorragia.

Histamina: la histamina es liberada prácticamente por todos los tejidos del cuerpo
que sufren una lesión. Tienen poderoso efecto vasodilatador sobre las arteriolas,
pero al mismo tiempo contrae las venas. Aunque el papel de la histamina en la
regulación normal de la circulación no es conocido, en muchas situaciones
patológicas la intensa dilatación arteriolar y la constricción causada por la histamina
aumenta tanto la presión de los capilares que grandes volúmenes de sangre
escapan de la circulación hacia los tejidos, produciendo edemas.

Vasopresina: es una hormona producida en el hipotálamo, pero secretada por la


hipófisis posterior. Tiene poderosa acción sobre las arteriolas, similar a la de la
angiotensina, pero casi nula sobre las venas. Sin embargo, es dudoso que la
vasopresina desempeñe gran papel en la regulación de la resistencia periférica,
porque las cantidades secretadas hacia la circulación son extraordinariamente
pequeñas.
La función primaria de la vasopresina es controlar la resorción de agua de los
túbulos renales, lo cual ocurre en concentraciones 100 veces menores que la
necesaria para originar vasoconstricción intensa. Este efecto, evidentemente, es
importante para la función circulatoria.
Serotonina: la serotonina se halla en grandes concentraciones en el tejido crofamín
del intestino y otras estructuras abdominales. También existe una gran
concentración en las plaquetas.
La serotonina puede tener efecto vasodilatador o casoconstrictor según el estado de
la circulación.

Aunque estos efectos a veces pueden ser intensos, las funciones de la serotonina
en la regulación de la circulación son prácticamente desconocidos.
Las cininas: son pequeños polipéptidos desintegrados de una globulina alfa2 en el
plasma o los líquidos tisulares.

Las cininas causan una vasodilatación muy intensa. Sin embargo, es poco lo que se
sabe de su función en el control de la circulación.

Efectos de factores químicos sobre la construcción vascular:

Muchos factores químicos diversos pueden dilatar o contraer vasos sanguíneos


locales. Aunque no se conocen los papeles que desempeñan estas sustancias en la
regulación global de la gran circulación, sus efectos específicos se pueden resumir
de la siguiente manera:

Un aumento de la concentración de iones de calcio provoca vasoconstricción. Esto


depende del efecto general del calcio estimulando la contracción del músculo liso.
Un aumento de la concentración de iones de potasio origina vasodilatación. Esto
depende del efecto general de los iones de potasio inhibiendo la contracción de la
fibra muscular lisa.

Una aumento de la concentración de iones de magnesio origina intensa


vasodilatación, ya que los mismos, al igual que los de potasio, inhiben en general el
músculo liso.

Un aumento de la concentración de iones de sodio provoca dilatación arteriolar.


Esto resulta de un aumento de la osmolalidad de los líquidos más que de un efecto
específico del propio ion sódico. El aumento de osmolalidad de la sangre causado
por grandes cantidades de glucosa o de otras subsustancias no vasoactivas también
provoca dilatación arteriolar. La disminución de la osmolalidad provoca constricción
arteriolar.
Los únicos aniones que ejercen efecto importante sobre los vasos sanguíneos son el
acetato y el citrato; ambos provocan ligera vasodilatación.
Una aumento de la concentración de ion hidrógeno (disminución del Ph) provoca
dilatación de las arteriolas. Una ligera disminución de la concentración de ion
hidrógeno provoca constricción arteriolar. Pero una disminución intensa provoca
dilatación, o sea el mismo efecto que se provoca con un aumento.
Un aumento en la concentración de bióxido de carbono produce ligera
vasodilatación en la mayor parte de los tejidos, pero la vasodilatación es intensa en
el cerebro. De todas maneras, el bióxido de carbono actuando sobre el centro
vasomotor posee acción vasocostrictora extraordinariamente intensa.
Los compuestos de adenosina, incluyendo la misma adenosina, AMP, ADP y ATP,
todos producen vasodilatación.
Regulación a largo plazo - papel del riñón.

Esta regulación depende de los riñones que funcionan controlando los volúmenes de
líquido del cuerpo.

El líquido eliminado por los riñones es el que rige en gran parte en nivel de la
presión arterial. Por ejemplo: en un aumento de la presión arterial de 100 a 200
mmHg aumenta la eliminación urinaria de agua y sal unas seis veces.
Inversamente, una disminución de la presión arterial provoca retención de sal y
líquido.
Por lo tanto, el riñón actúa como un regulador de retroalimentación de los
volúmenes líquidos de la economía y al mismo tiempo de la presión arterial.
Si la presión arterial cae demasiado, el volumen de líquido extracelular sigue
aumentando hasta que la presión arterial se normaliza.
Si la presión arterial se eleva demasiado, se pierden cantidades excesivas de
líquido, provocando una disminución del volumen de líquido extracelular, volumen
de sangre, presión sistólica media, retorno venoso y presión arterial. Por lo tanto,
una vez más, la presión se normaliza.

El fenómeno de la regulación local a largo plazo del riego sanguíneo desempeña un


papel importante para consumar el gasto cardíaco relativamente normal incluso
cuando el mecanismo de volumen líquido - riñón altera netamente la presión
arterial.

Importancia de la aldosterona en el sistema regulador de la presión arterial por


volumen líquido riñón:

Para comprender su papel es importante señalar que la aldosterorona ayuda mucho


a controlar el agua y la sal en el líquido extracelular, y también el volumen de dicho
líquido.
Ahora se observa el papel de la aldosterona en el sistema regulador de la presión
arterial por volumen líquido riñón.

Cuando la presión arterial cae demasiado, de manera que los tejidos quedan
regados por poca sangre, las cortezas suprarrenales secretan cantidades elevadas
de aldosterona.

La aldosterona actúa sobre los riñones para evitar la pérdida de sal y agua.
Inversamente, siempre que la perfusión de líquido es excesiva, disminuye la
producción de aldosterona.

Todavía no se conoce el factor preciso que regula la producción de aldosterona, sin


embargo se puede utilizar el hecho de que la secreción de aldosterona tiende a
disminuir cuando las presiones arteriales son altas y a aumentar cuando son bajas.
Cuando la presión arterial aumenta, hay un efecto directo de la presión elevada
sobre los riñones aumentando la producción de orina. También hay un efecto
indirecto, que opera a través del mecanismo de aldosterona, para incrementar la
eliminación de orina; o sea que la presión elevada disminuye la producción de
aldosterona, y la disminución de aldosterona permite una pérdida excesiva de sal y
agua por los riñones. Por lo tanto, con cada incremento de la presión arterial, la
eliminación de agua y de sal es mucho mayor por los riñones si opera el mecanismo
de retroalimentación de la aldosterona que si no interviene.
Inversamente, con presiones bajas, la disminución de presión arterial reduce la
producción de orina e indirectamente, por virtud del mecanismo de la aldosterona;
o sea que la presión disminuida provoca una producción excesiva de aldosterona
que, a su vez, hace que los riñones retengan sal y agua.
Tiempo necesario para que actúe el mecanismo de volumen líquido riñón:

En situaciones agudas, como después de intensa pérdida de sangre, el mecanismo


de volumen líquido empieza a devolver la presión arterial hacia valores normales en
el plazo de unas horas. Pero muchas veces transcurrirá casi un día antes de
poderse crear una respuesta importante; en general se necesitan de tres a diez
días para que el mecanismo logre un equilibrio completo. Este retraso en la
respuesta depende del tiempo necesario para aumentar o disminuir el volumen de
líquido en el cuerpo y del tiempo necesario para que actúe el mecanismo de
retroalimentación de la aldosterona. Por lo tanto, puede comprenderse la enorme
importancia de los mecanismos de control de la presión arterial que actúan
rápidamente y los que actúan con ritmo intermedio que permiten que se conserve
la circulación hasta entrar en juego el mecanismo regulador a largo plazo.

MEDICIÓN DE LA PRESIÓN ARTERIAL

Para intentar explicar el tema, medición de la presión arterial, es necesario


responder a la pregunta ¿cuál es la tensión arterial normal?, se considera tensión
arterial normal cuando es de 120/80 mmHg. Dicha afirmación corresponde a la
presión máxima de 120 mmHg durante la fase de contracción, y, por otra parte, el
corazón en la fase de relleno, tiene una presión de 80 mmHg. Se toma en cuanta
que la presión del corazón es la misma en todas las arterias del organismo.
La tensión arterial está determinada por dos factores principales entre muchos
otros. A saber:

La cantidad de sangre que circula y el calibre de las arterias por las que circula. Se
infiere que cuanto más volumen de sangre circundante y cuanto menor es el
diámetro por el que circula el mismo, mayor es la tensión arterial.

Equipos y métodos de registro:

Los esfignomanómetro son aparatos que permiten medir las pulsaciones de las
arterias.
La esfigmomanometría es la valoración no cruenta de la tensión arterial en las
aberturas periféricas, utilizándose unos pequeños aparatos portátiles denominados
tensiómetros.
Estos últimos son simples manómetros, unos libres o semilibres de mercurio, otros
aneroides, graduados de 0 a 300 mmHg, en conexión con un sistema de
insuflación, encerrado en un brazalete de 12 cm. de ancho y mejor sostenido con
ballenas, destinados a circundar los miembros, especialmente el brazo, sitio donde
por lo general se estipula el valor de la tensión arterial sistémica.
Durante mucho tiempo se dio preferencia a los manómetros de mercurio, primero
los libres y después los semilibres, al ser estos últimos más portátiles, aduciendo
que los valores suministrados por ambos siempre eran verdaderos, pero hoy hay
tendencia creciente para los aneroides, no solo por ser más manuables, sino por
requerir menos precauciones para suministrar mediciones fidedignas.
El sistema de insuflación tiene por finalidad comprimir las paredes de las arterias
por medio de las partes blandas de los miembros, hasta sobrepasar la presión de la
sangre que circulan por su interior y convertirla en una cavidad virtual, para
entonces descomprimirla y dejar pasar la sangre sólo en el momento de la presión
sistólica o máxima, luego equilibrar la compresión externa y la presión interna
diastólica final o mínima, con relajamiento de la pared arterial, y finalmente,
descomprimirla del todo, como estaba al principio.
Los fenómenos que se suceden en el curso de la descompresión de la arteria
permiten reconocer los valores de la presión de la sangre, ya sea de la tensión
sistólica como de la diastólica y, en consecuencia, de la tensión diferencial, o sea la
presión del pulso, pudiendo ser apreciado inmediatamente por debajo de la
compresión por la palpación y la auscultación, o justo a nivel de la misma
compresión por la oscilometría, es decir, la amplitud de las pulsaciones de la arteria
por medio de un aparato especial, denominado oscilómetro.
El método palpatorio aprecia la presión sistólica por la reaparición del pulso arterial
debajo de la compresión durante la desinflación, y la presión diastólica, por el
carácter vibrátil de la pulsación.

El método auscultatorio se vale de la aparición y modificación de los sonidos


arteriales debajo de la compresión durante la desinflación, denominados ruidos por
su breve duración, es decir, del fenómeno de Korotkow, el cual consta de cuatro
fases.
La fase inicial consiste en unos ruidos sordos, los primeros aparecen en el curso de
la desinflación. A continuación siguen unos ruidos apagados, hasta soplantes,
similares al originado por el choque de las yemas de los dedos: corresponden a la
segunda fase. Luego aumentan la intensidad, son retumbantes y secos: es la
tercera fase. Después, bruscamente disminuyen de intensidad: siendo esta la
cuarta fase; y finalmente, se extinguen del todo, aunque muy raras veces subsisten
sin comprensión alguna.

El punto donde se inician los ruidos señala la tensión sistólica, y se toma como
punto de la tensión diastólica el momento de la extinción de los ruidos, es decir,
una vez terminada la cuarta fase. A continuación se grafica el fenómeno de
Korotkow, a modo de facilitar el entendimiento del mismo.

El método oscilómetro aprecia los valores de la tensión arterial por la amplitud de


las pulsaciones en el sitio de la comprensión y a medida que se realiza la
desinflación, apreciadas en la aguja exploradora de los aparatos especiales
denominados oscilómetros, o simplemente en las del monómetro aneroide de los
tensiómetro, siempre que tengan sensibilidad suficiente.

La iniciación de los movimientos de la aguja, en el curso de la desinflación es el


momento de la tensión sistólica, y cuando los movimientos bruscamente
disminuyen de amplitud o cesan del todo, es el momento de la tensión diastólica.
Para cooperar con lo citado anteriormente, se presenta la explicación en forma
esquemática:

El esfigmomanómetro de mercurio es el más seguro y confiable instrumento d


registro no invasivo de la tensión arterial. Requiere escaso mantenimiento, pero
hay que tener en cuenta algunas precauciones. A saber:

§ Controlar que la columna de mercurio esté en posición completamente vertical.


§ El menisco de mercurio debe corresponder exactamente con el punto cero de la
columna con el mango desinflado. Si es necesario, debe agregarse mercurio según
necesidad.
§ Controlar la permeabilidad del extremo superior de la columna de vidrio
limpiando regularmente el filtro que lo ocluye.

§ Controle regularmente la columna de vidrio para observar suciedades o signos de


oxidación que dificultaran la buena lectura. Estas columnas pueden cambiarse o
limpiarse evitando las perdidas de mercurio durante el procedimiento.
§ Evite los cierres a presión de la caja del esfigmomanómetro, con la correcta
posición de los mangos, para evitar el daño de la columna de vidrio.
Es necesario una técnica rigurosa para que la toma de la tensión arterial suministre
valores reales y constantes. Es decir que más o menos coincidan con los obtenidos
por la punción arterial y no difieran demasiado de un a otro observador.
El mejor método es el auscultatorio, controlado por el palpatorio para la presión
sistólica, a fin de evitar una subestimación de ésta por existencia de un agujero o
pozo de auscultación, como a veces acontece en caso de HTA. Se entiende por
agujero o pozo de auscultación, la desaparición total, en lugar del apagamiento de
los ruidos arteriales de la segunda fase, lo cual puede motivar que la tercera fase
sea tomada indebidamente como la primera.

Recomendaciones para la medición de la presión arterial:

§ El observador debe estar sentado confortablemente, provisto de un biauricular,


mejor con receptor cerrado. El sujeto acostado con el brazo extendido o sentado al
lado de una mesa y el antebrazo apoyado por el dorso sobre la almohada. Se coloca
el manguito en el brazo, ni flojo ni apretado, con su borde inferior justo a nivel del
pliegue del codo. Se palpa la arteria braquial y sobre ella se apoya el receptor, el
cual debe ser sostenido por un soporte del manguito o por un dispositivo ex
profeso. Luego se percibe con una mano el pulso radial, y con la otra se insufla
rápidamente hasta que éste desaparezca. Entonces se procede a una desinflación
lenta y gradual, interrumpiéndola momentáneamente cada 5 mm, para percibir por
lo menos dos latidos sucesivos. Toda esta operación no debe sobrepasar los dos
minutos de tiempo.
§ La primera vez que se mide la presión de la sangre en un individuo debe hacerse
en un brazo y luego en el otro, a fin de eliminar modificaciones locales. Cuando se
repiten las mediciones para establecer comparaciones, han de realizarse en
idénticas circunstancias, por ejemplo en ayunas, reposo, consultorio médico, casa
del paciente, etc.
§ El paciente no habrá fumado ni tomado estimulantes (café, té, etc.) durante la
hora previa a la medición de la presión arterial. Tampoco se comenzará a tomar la
tensión inmediatamente (dejar 5 minutos de reposo).

§ La columna de mercurio debe ser subida unos 30 mmHg por encima del punto en
el que el pulso radial desaparece, para a continuación hacer un desinflado lento.
§ El primero o segundo latido (primera fase de Korotkoff), se tomará como el valor
de presión arterial sistólica, mientras que el inicio del silencio auscultatorio se
tomará como el valor de presión arterial diastólica (quinta fase de Korotkoff). En
aquellas circunstancias en que no desaparezcan los ruidos auscultatorios (ancianos,
niños, insuficiencias aórtica) se utilizará para la presión arterial diastólica la cuarta
fase de Korotkoff (amortiguación del pulso).

§ Repetir la toma de presión arterial después de 5 minutos, y obtener la medida de


las dos medidas. Si entre la primera y segunda medida existe una diferencia de 5
mmHg o más, repetir una tercera medida.

§ Tomar la medida en el brazo contralateral por el mismo procedimiento.


§ Calcular la presión arterial media, resultante de sumar la presión arterial
diastólica más un tercio de la presión de pulso, o sumar la presión arterial sistólica
más la presión arterial diastólica multiplicada por dos, y el conjunto dividido por
tres:
PAM = [PAS + (2 X PAD)]: 3

ALTERACIONES DE LA PRESIÓN ARTERIAL

Hipertensión, definición:

La hipertensión arterial (HTA) es una alteración hemodinámica que se produce


como resultado del transtorno de diversos mecanismos de control cardiovascular.
La presión arterial es una variable hemodinámica que refleja la interrelación de otra
serie de ellas, y que se eleva como consecuencia de la imposibilidad de mantenerse
una o más de estas variables dentro de los límites normales. La HTA es una
enfermedad de la totalidad de la circulación sanguínea y no únicamente de la
resistencia de los vasos. Sin embargo, no se puede evitar la conclusión de que,
independientemente del grado en que esté estimulada la función cardíaca en
algunos tipos de HTA, el defecto básico, radica en un fracaso de la circulación
periférica para adaptarse al aumento del flujo sistémico.

Otra definición investigada y citada en esta monografía consiste en considerar que


hipertensión arterial o tensión alta es un término que se refiere al hecho de que la
sangre viaja por las arterias a una presión mayor que la deseable para la salud.
Una tensión arterial tomada en reposo y sentado, al menos en dos días diferentes,
superior a 160 MMHG, la sistólica; o superior a 90 mmHg, la diastólica; se
consideran hipertensión arterial.
Por lo tanto, la HTA consiste en el aumento de la presión de la sangre en la gran
circulación, tanto de la máxima (sistólica) o de la mínima (diastólica).

Clasificación de la presión arterial:

a) según el VI Comité Nacional Conjunto Americano en detección evaluación t


tratamiento de hipertensión arterial, noviembre 1997

NORMOTENSIÓN
CATEGORÍA PAS (MMHG) PAD (MMHG)
Óptima Menor de 120 Menor de 80
Normal Menor de 130 Menor de 85
Normal alta 130 - 139 85 - 89

HIPERTENSIÓN

CATEGORÍA PAS (MMHG) PAD (MMHG)


Estadio I (ligera) 140 - 159 90 - 99
Estadio II (moderada) 160 - 179 100 - 109
Estadio III (severa) Mayor/igual a 180 Mayor/igual a 110
HTA sistólica aislada Mayor a 140 Mayor a 90

Estos criterios son válidos para individuos que no está tomando antihipertensivos y
que además no padezcan una enfermedad aguda.

Cuando la presión sistólica y la diastólica caen en categorías diferentes, se elige la


mayor.

b) Según su etiología la HTA se clasifica en:

§ HTA primaria o esencial: es la elevación mantenida de la tensión arterial de causa


desconocida. Entre el 90 y el 95 % de la población hipertensa presenta este tipo de
HTA. Generalmente se manifiesta en personas mayores de 35 años de edad, salvo
la HTA juvenil. El aumento de la presión en la iniciación es de 160 a 180 la sistólica;
y 100 a 110 la diastólica. Para mantenerse así o progresar muy lentamente y
estabilizarse durante años, más en el sexo femenino, alrededor de los 190 a 210 la
sistólica y 110 a 120 la diastólica. Pero con la característica fundamental de su
variabilidad, tanto de la presión basal como causal, aunque en mayor grado la
última.
El diagnóstico de la misma se realiza por la apreciación de la PAD basal, pero su
naturaleza primaria por los antecedentes familiares, la mayor edad y sobre todo la
eliminación de toda causa cierta de dicho aumento, sugerida por sus cuadros
clínicos y precisada por estudios de laboratorio requeridos.
§ HTA secundaria: es la elevación mantenida de la tensión arterial provocada por
alguna enfermedad. La HTA secundaria más frecuente es la renal, dependiendo de
una glomeronefritis, pielonefritis, alteraciones vasculares (vasculorrenal) o por
riñón poliquístico o por estar comprendido el mismo en procesos generales como
ser lupus eritomatoso, poliarteritis nudosa, diabetes, síndrome de Cushing y otros.
Otras formas de HTA secundaria serían cuando se observa aldosterismo primario
(síndrome de Conn) donde se hace evidente el aumento de secreción de
aldosterona generalmente por un adenoma de la corteza suprarrenal y menos
frecuentes por un carcinoma de la misma. El aumento anormal de la presión de la
sangre sólo se lo supone supeditado al eje Renina - Angiotensina y Aldosterona, por
aumento de lo segundo, y ser un estimulante de la secreción de lo último. Por
último se cita como otra causa el síndrome de Cushing. El hipercorticalismo
suprarrenal secundario a un exceso de ACTH o más frecuentemente primario por
hiperplasia o tumoral, genera además de la obesidad del tronco con cuello de cebú,
osteoporosis e hiperglucemia HTA. Esta última supuestamente relacionada con el
complejo Renina - Angiotensina, debido al aumento de ésta última por ser
estimulada por los corticoesteroides.

Fisiopatología y patogenia:

Hay ciertos factores externos y ambientales que predisponen a la HTA. Sin


embargo, en condiciones normales cualquier variación temporal de la presión
arterial es rápidamente equilibrada por la puesta en marcha de unos mecanismos
compensatorios endógenos (ya explicados en las páginas precedentes).
El desajuste de algún elemento de control endógeno o la persistencia de algún
factor predisponente exógeno, pueden originar la aparición de HTA de forma
permanente.

Principales factores patogénicos externos de la HTA:

a) Factores patogénicos externos: su conocimiento permite adoptar medidas de


prevención frente a esta enfermedad y para colaborar en el tratamiento no
farmacológico.
§ Edad: la presión arterial aumenta con la edad. Este aumento ocurre en
poblaciones con alto consumo de sal.
§ Raza: mayor prevalencia de HTA en personas de raza negra
§ Sexo: predomina en varones hasta los 50 - 55 años. A partir de dicha
edad la HTA es predominante en el sexo femenino.
§ Herencia: actualmente se sabe que es más frecuente en determinadas
familias habiendo correlación entre gemelos univitelinos pero la influencia de
la herencia es un tema de debate aún no resuelto.
§ Sal: su consumo excesivo aumenta la prevalencia de HTA.
§ Grasas saturadas y alcohol: consumo excesivo de bebidas alcohólicas y de
grasas saturadas con una dieta hipercalórica son factores asociados a la
HTA.
§ Calcio, potasio y magnesio: existen datos epidemiológicos que indican que
suplementos cálcicos, potásicos y de magnesio se asocian a una menos
incidencia de HTA.
§ Sobrepeso: la obesidad está asociada a la HTA. La reducción del peso
corporal se sigue de un significativo de las cifras tensionales.
§ Tabaco: si bien la sobrecarga aguda de nicotina puede elevar
peligrosamente la presión arterial, los estudios epidemiológicos indican que
no existe una relación ni negativa ni positiva entre tabaco e HTA.
§ Café y té: al igual que el tabaco, no existen datos que demuestren relación
entre estas sustancias e HTA.
b)
§ Sedentarismo y ejercicio físico: tampoco existen pruebas que el
sedentarismo incremente tasas de HTA. Sin embargo el ejercicio físico
aeróbico reduce significativamente los valores de PAD y PAS. El ejercicio
vigoroso isométrico eleva la PAS, mientras que el isotónico la eleva
inicialmente para posteriormente reducirla. Por lo tanto, este último es el
tipo necesario recomendado en hipertensos. El sueño y la relajación son los
principales factores normalizadores de la presión arterial.
§ Factores psicosociales: parece ser que la actividad diaria produce
elevaciones de la presión arterial. Si bien su significado permanece
desconocido en la actualidad.
CONCLUSIÓN

En el transcurso de la monografía se investigó sobre los objetivos planteados en la


introducción de la misma.

Por lo tanto, a lo largo de este estudio se consolidó la importancia de la regulación


de la presión arterial tanto a corto como a largo plazo. La misma dada por
mecanismos de interrelación tanto humorales como nerviosos, en lo referente a la
regulación a corto plazo.

Por otra parte, los riñones constituyen siempre el centro de regulación a largo plazo
de la presión arterial, tanto en condiciones normales como en la hipertensión
arterial.
Tomando en cuenta los factores que afectan a la presión arterial se afirma lo
siguiente:
El gasto cardíaco y la resistencia periférica influyen de manera directa modificando
los valores de la presión arterial.

Si los mecanismos de regulación de la presión arterial funcionan indebidamente se


obtendrá como resultado alteraciones de la misma, se destaca como la principal la
hipertensión arterial. La misma consiste en el aumento de la presión de la sangre
en la gran circulación.

A modo de conclusión final se considera importante relacionar lo afirmado


anteriormente con la actividad y el ejercicio físico. Cuando nuestro organismo se ve
sometido a un esfuerzo muscular pone en juego una serie de mecanismos cuya
finalidad es suplir las necesidades metabólicas.
En cuanto al sistema circulatorio las modificaciones que se producen tienden a
redistribuir el flujo sanguíneo y aumentar la actividad cardíaca con el objetivo de
mejorar la irrigación en las áreas comprometidas con el ejercicio muscular.
BIBLIOGRAFÍA

- Cossio y otros, Medicina Interna, semiología, tratamiento y


- Guyton, Arthur C., Tratado de Fisiología Médica, 1971, editorial Interamericana
S.A.
- Houssay, Bernardo A., Fisiología Humana, 1980, Buenos Aires, editorial El Ateneo.
- Laragh, John, Manual de Hipertensión, ediciones Doyma S.A.
- Magdalena, Carlos Alberto, Presión Arterial, su regulación, Editorial Universitaria
de Buenos Aires.
- Marquez, María Teresa, Manual de Fisiología Cardiovascular.
- Tortora, Principios de Anatomía y Fisiología.

También podría gustarte