Está en la página 1de 4

Universidad Nacional Tecnológica de Lima Sur

Tema de Trabajo: Como sabemos algo Nota:


Profesor: José Vladimir Rojas Tineo
Carrera: Ingeniería Mecánica y eléctrica
Nombres y Apellidos: Ibarra Castro Marco Antonio Código: 1912030950
Fecha:24 /05/2019

1.- La Pregunta del título del capítulo resume lo que el autor nos quiere hacer llegar; el

reflexionar y cuestionar filosóficamente sobre nuestra percepción del mundo. En base a esta

interrogante va desarrollando argumentos a favor y en contra de la percepción que tiene

nuestra mente sobre todo lo que le rodea y si incluso las cosas que nos rodean en realidad

existen o son producto de nuestra imaginación. Concluye que a pesar de todas las

interrogantes es casi imposible cuestionar que lo que nos rodea podría no existir y que al

final nos aferramos a la mayoría de nuestras creencias aun sabiendo de que podrían ser

falsas y de que no existe fundamento para descartar es posibilidad

2.- Argumento:.

Todas las ideas o nociones que tenemos sobre lo que nos rodea se basan en sensaciones,

pensamientos, percepciones, etc. que nos llegan del medio ambiente y se procesan en

nuestro cerebro. Normalmente no andamos cuestionándonos lo que nos rodea porque lo

damos por sentado, que así deben ocurrir en base a lo que captan nuestros sentidos y se

procesan y comparan con experiencias previas. Pero en realidad no tenemos la certeza de

que todo lo que nos rodea realmente existe. Podría ser posible que solo ocurra en nuestra

mente y no en una realidad y ser el mundo externo un gigantesco sueño. Pero si esto fuera
así no podríamos probarlo. No podríamos comprobar la validez de nuestras percepciones

con percepciones pasadas porque caeríamos en un círculo sin fin.

En todo caso podríamos tomar 2 conclusiones radicales discriminantes entre sí: Que la

mente es lo único que existe (solipsismo); o que asumamos que no sabemos nada mas allá

de nuestras impresiones y experiencias (escepticismo).

Si argüimos que debe haber un mundo externo porque es tan increíble en cuanto a

experiencias que no puede dejar de haber una razón lógica en términos de causas externas,

se podría replicar que, cómo es que se puede saber a partir de los contenidos de las

experiencias como son esas causas, y cual es la base para pensar que todo debe tener una

explicación.

También se podría argumentar que el escepticismo radical no tiene sentido ya que un sueño

tiene que ser algo de lo que se pueda despertar para descubrir que en realidad fue un sueño,

es decir que debe ser contrastada con otras cosas que si correspondan a la realidad.

Nuestra idea de que las cosas que existen es solamente nuestra idea de lo que podemos

observar y es conocido como verificacionismo. Lo que el escéptico trata de imaginar es que

precisamente no hay nadie o alguna otra cosa que no sea el interior de su mente. El

solipsismo intenta sustraer al mundo externo de la totalidad de las impresiones, pero si el

mundo es sustraído las impresiones dejan de ser impresiones.

Sin embargo, después de todo lo argumentado se puede admitir que es prácticamente

imposible creer que todas las cosas que nos rodean podrían no existir. Debemos tener una

aceptación instintiva del mundo que nos rodea y nos deshacernos de el solamente con

pensamientos filosóficos Por lo tanto nos sujetamos a la mayoría de nuestras creencias


sobre el mundo que nos rodea a pesar de que podrían ser falsas o que no hay ninguna base

para descartar esa posibilidad.

3.- Opinión:

El filósofo Platón en su dialogo Teeteto (1871) planteó esta duda acerca de los sentidos y ponía en

duda nuestra experiencia perceptiva y sostenía que a veces, los sentidos nos engañan.

Tal como refería Descartes (1971) el cuerpo es dudable, pero la propia mente no, luego si podemos

dudar de nuestro cuerpo y no de nuestra mente debemos concluir que no somos cuerpo sino mente.

La hipótesis del sueño es una posibilidad lógica, ya que no es una contradicción afirmar que todo lo

que estamos percibiendo en estos momentos sea un sueño, o parte de un sueño. Si eso fuese cierto,

entonces la fiabilidad de nuestro conocimiento quedaría en suspenso de golpe y totalmente. Y es

que no estamos aquí ante la posibilidad de un error particular, ni siquiera ante la posibilidad de un

error universal a partir de errores puntuales, sino que todo sea un sueño, que todo sea sueño: sin ir

más lejos, que sea un sueño que ahora estoy escribiendo estas palabras (Defez, 2006).

El mundo tal como lo conocemos y como nos llega podría ser un sueño, porque cuando soñamos

tenemos sensaciones similares, se puede sentir, saborear, escuchar, oler, tocar como cuando estamos

despiertos, sin embargo, cuando despertamos nos damos cuenta que estábamos soñando, que todo

fue un producto de nuestra la mente y llegamos incluso a pensar que los sueños son reales.

Podríamos argumentar que el cerebro sólo recibe señales, imágenes, sonidos, sabores, olores,

texturas, que interpreta y combina, pero no existe conexión entre esa información y nuestra

percepción subjetiva.

La idea de que la percepción es el mundo y que el mundo es percepción, terminaría por hacernos

cuestionar todo lo que conocemos y nada de lo que hayamos vivido como humanidad tendría

sentido.
Tal como menciona el autor debemos tener una aceptación instintiva del mundo que nos rodea

y nos deshacernos de él solamente con pensamientos filosóficos. Estamos sujetos a nuestras

creencias sobre el mundo que nos rodea.

CITAS BIBLIOGRAFICA- LISTA DE REFERENCIA

- Descartes, Rene. (1971). Meditaciones metafísicas con objeciones y respuestas,

Madrid, España: Editorial Alfaguara.

- Platon. (1871). Teetetes, Madrid, España: Ediciones Patricio de Azcarate.

- Defez, Antoni (2006). Unamuno, Descartes y la hipótesis del sueño. Revista de

Filosofía. Vol. 31 Núm. 1 (2006): 7-20

También podría gustarte