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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

SEDE JUTIAPA

PSICOPEDAGOGÍA – HUMANIDADES

FILOSOFÍA

LUIS OLIVEROS

ANA LUCÍA SARCEÑO GONZÁLEZ

CARNET: 2366419

Abstract “La Filosofía entre la ciencia y la ideología”

La filosofía no es, ni estructuralmente ni gremialmente una ciencia simplemente parecida


a otra se entrevera de algún modo con las ciencias en varias formas, no le impide ser científica,
promueve el desarrollo científico. La filosofía analítica es un conjunto muy variado de
orientaciones filosóficas. La ciencia en cuanta actividad científica y resultado de ella, es a la vez
normal y anormal, y que no es nada normal, que sea a veces anormal, y que no es nada anormal
que sea normal.

Las consideraciones filosóficas no son impertinentes, porque la diferencia entre lo que hace
el científico y lo que puede hacer el filósofo resulta bastante menos bien precisable.

La dosis de atención de la ciencia, ciencia y filosofía, proceden separadamente.

La ideología puede ser extendida como el resultado de un proceso de racionalización de


ciertos intereses reales. La ideología adopta un lenguaje que lleva a pensar, verdaderos obstáculos
intereses de ninguna clase.

Las ideologías expresan práctica de intereses próximo al haber masieno. La ideología aspira
incorporarse a los elementos teóricos, los científicos, la filosofía puede hacer respecto a la ideología
lo mismo que según sugerí puede hacer con respecto a la ciencia, operar ni conjunta ni
independientemente, sino forma tal que participe de problemas familiares.
La ideología es una cierta serie de evaluaciones como el motor principios de una ciencia
una serie de descripciones y explicaciones.

La filosofía entre la ciencia y la ideología es la postre de la filosofía entre el conocimiento


y la evaluación, es unida la práctica, ejercicios retóricos, la filosofía cuenta a probar a reintentar y
reforzar.
TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

TDAH son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Se trata de un trastorno
de carácter neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención,
hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está asociado con otros trastornos
comórbidos.

Es fundamental para el diagnóstico de TDAH evaluar que estos síntomas nucleares que hemos
comentado (déficit de atención, hiperactividad e impulsividad) se presenten:

1. desde una edad temprana: antes de los 12 años.


2. con una intensidad y frecuencia superior a la normal para la edad y la etapa de desarrollo del
niño.
3. que deterioren o interfieran de forma significativa en el rendimiento del niño en dos o más de
los ámbitos de su vida: escolar o laboral, familiar y social. 1-2
4. no ser causados por otro problema médico, un tóxico, una droga u otro problema psiquiátrico.3

Pese a que pueda existir sospecha clínica en niños de menos de 6 años el diagnóstico de TDAH
requiere haber superado esta edad. Además, es frecuente que el TDAH se reconozca en los niños
cuando comienza la educación primaria, coincidiendo con dificultades en el rendimiento escolar y
la presentación de disfunciones sociales.
Diferentes presentaciones
Los síntomas nucleares del TDAH son independientes unos de otros. No todos los niños con el
trastorno manifiestan los mismos síntomas ni con la misma intensidad. Es decir que un niño con
TDAH puede manifestar sólo uno de estos tres síntomas.
De la diversidad de manifestaciones del TDAH se diferencian tres presentaciones según el DSM-
5 Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales:
Presentación predominante de falta de atención
La conducta prevalente es el déficit de atención (más frecuente entre las niñas)
Presentación predominante hiperactividad/impulsividad
La conducta prevalente es la hiperactividad y/o impulsividad
Presentación combinada déficit de atención e hiperactividad/impulsividad
Presentan los tres síntomas nucleares (déficit de atención, hiperactividad e impulsividad)
Prevalencia del TDAH
La prevalencia de un trastorno hace referencia a la frecuencia de presentación de este en la
población general. El TDAH es uno de los trastornos psiquiátricos infantiles más
frecuentes, situándose por encima de otros, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
Debido a que el diagnóstico se basa en criterios clínicos y que puede variar a lo largo del tiempo,
los datos fluctuarán en función de: los criterios diagnósticos, el método de evaluación, el tipo de
muestra, las fuentes de información utilizadas y las características socioculturales de la población
evaluada.

Origen
Debido a la complejidad del TDAH, no puede identificarse una sola causa. Se considera que es un
trastorno heterogéneo con diferentes subtipos, resultado de las distintas combinaciones de los
diversos factores de riesgo que actúan conjuntamente.

Sin embargo, sí que se ha identificado que las causas del TDAH se deben a factores principalmente
genéticos y ambientales (prenatales, perinatales, y posnatales).

Se consideran factores ambientales del TDAH (entre otros): los traumatismos craneoencefálicos
en la infancia, las infecciones del sistema nervioso central, la prematuridad, la encefalopatía
hipóxico-isquémica, el bajo peso al nacimiento o el consumo de tóxicos como el alcohol o el tabaco
en el embarazo.

El TDAH tiene una heredabilidad del 76% (es decir, que en una población media, el 76% de los
factores vinculados con el TDAH están relacionados con los genes, y el resto a factores no
genéticos).

Los estudios han demostrado que los familiares de personas con TDAH tienen un riesgo cinco
veces mayor que las personas sin antecedentes familiares de TDAH.
TÉCNICAS TERAPÉUTICAS DE LA PSICOLOGÍA PSICOANALÍTICA GESTAL –
HUMANISTA

La terapia Gestalt nos ofrece un enfoque terapéutico muy útil para esos aspectos que dejan a un
lado el ámbito más clínico, y nos acercan a dimensiones como la toma de conciencia, la
autorrealización o el desarrollo personal… Estamos ante una perspectiva holística de la propia
psicología que integra campos tan amplios como los afectivos, los sociales, sensoriales y hasta
espirituales.

Asimismo, cabe señalar que nos adentramos en un interesante marco que integra lo que se conoce
como terapias humanistas. Así, la terapia Gestalt, cuenta con influencias como el psicoanálisis, la
filosofía oriental, el psicodrama, la filosofía existencial, las perspectivas existenciales…

Por otro lado, y al igual que el resto de las terapias humanistas, su modo de hacer psicoterapia no
se centra en la enfermedad, sino más bien en generar salud desde las potencialidades que posee la
propia persona. Autores como el psiquiatra Fritzs Perls, la psicóloga Laura Perls y el sociólogo
Paul Goodman fueron los principales creadores de esta tipología psicoterapéutica

Con el paso del tiempo la terapia Gestalt se dividió en dos corrientes: la creada por Laura Perls;
centrada en un proceso más teórico, y la creada por Fritzs Perls, enfocada a un proceso vivencial
del propio desarrollo personal.

En la última corriente destaca actualmente la figura del psiquiatra Claudio Naranjo, claro sucesor
de Fritz Perls. Dedicado a desarrollar más ampliamente la terapia Gestalt, es a día de hoy un
referente mundial. Asimismo, se alza además como pionero además de la psicología transpersonal,
la cual integra la psicoterapia y la espiritualidad.

Preceptos básicos de la terapia Gestalt

Cuando Fritz Perls asentó las bases de la terapia Gestalt, se basó en un principio muy básico. Es
aquel donde concebir al ser humano como una entidad completa que consiste en un cuerpo, una
mente y un alma. Somos según este marco, esas personas que podrían alcanzar el equilibrio y el
bienestar si trabajásemos más por integrar esa unidad. Ahí donde favorecer el autonocomiento, la
conciencia, la responsabilidad con uno mismo…
Por otro lado, si nos preguntamos ahora sobre la efectividad de la terapia Gestalt, caben señalar
algunos aspectos. Tal y como nos revela un estudio del 2012 llevado a cabo en el Sistema Nacional
de Salud de Reino Unido, este enfoque psicoterapéutico es efectivo para tratar procesos como la
angustia, los miedos, las crisis personales, la ansiedad o los problemas de autoestima.

Sin embargo, si nos referimos a trastornos más graves, adicciones e incluso trastornos alimentarios,
la terapia Gestalt no es efectiva (o al menos tanto como otro tipo de psicoterapias más habituales
en el campo de la clínica). Su utilidad tal, y como hemos señalado al inicio, es muy valiosa en el
campo del crecimiento personal.

Veamos por tanto en qué bases se sustenta y qué la define.

La psicoterapia de la Gestalt por Claudio Naranjo

Estos son los preceptos esenciales de la psicoterapia de la Gestalt, propuestos por Claudio Naranjo:

Vive ahora, es decir, preocúpate del presente más que del pasado o el futuro.

Vive aquí, es decir, relaciónate más con lo presente que con lo ausente.

Deja de imaginar: experimenta lo real.

Abandona los pensamientos innecesarios; más bien siente y observa.

Prefiere expresar antes que manipular, explicar, justificar o juzgar.

Entrégate al desagrado y al dolor tal como al placer; no restrinjas tu percatarte.

No aceptes ningún otro debería o tendría más que el tuyo propio

Responsabilízate plenamente de tus acciones, sentimientos y pensamientos.

Acepta ser como eres.

En estos preceptos se encuentra la esencia de la terapia Gestalt, generando un proceso amplio y


profundo hacia el desarrollo personal. Los terapeutas gestálticos conciben a su paciente como la
persona que cuenta con un repertorio de potencialidades, suficiente como para que pueda superar
cualquier adversidad, y también suficiente como para que pueda explorar su propia felicidad.
«Considera que tu paciente es un individuo capaz y completo, que puede hacer cosas difíciles sin
que tú se las hagas por él, que puede encarar el dolor y eso no le va a partir, que puede tomar vías
erróneas y aprender de sus propios errores.»

-Fritz Perls (1974)-

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