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LO PERSONAL ES POLÍTICO
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CRÍTICA DE LIBROS
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CRÍTICA DE LIBROS
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CRITICA DE LIBROS
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CRÍTICA DE LIBROS
personal es político, ya que, para Jeffreys, marxismo como la última palabra en teo-
uno de los descubrimientos esenciales del ría social».
feminismo es «que ningún aspecto de la Sin embargo, para la autora de la Here-
vida privada se consideraba excluido del jía lesbiana, separar el análisis de la se-
debate político». En este sentido, algunas xualidad del feminismo equivale a despo-
prácticas sexuales como el ligue casual, la litizar la sexualidad, que vuelve al reino
prostitución y las relaciones sadomaso- de lo privado, y renunciar al análisis de
quistas se analizan como prácticas que co- «lo personal es político». Y esto es, a su
sifican y alienan al ser humano y que, en juicio, lo que hacen las liberales sexuales,
consecuencia, deben ser desterradas de la para quienes, en sospechosa sintonía con
comunidad lesbiana. En general se man- la industria del sexo, «todo vale» desde la
tiene que la asociación entre sexualidad y prostitución a las relaciones sadomaso-
poder y sexualidad y violencia no sólo quistas. Para Jeffreys no cabe duda de que
está estrechamente relacionada con la el auge del liberalismo sexual en la comu-
opresión de las mujeres sino que está in- nidad lesbiana está relacionado con la in-
trínsecamente reñida con relaciones hu- fluencia del posmodemismo y de la teoría
manas igualitarias. queer, y ambos, con la hegemonía del
Desde esta perspectiva, la entrada del discurso y las prácticas de los varones
liberalismo o libertarismo sexual en la co- gays en el mundo homosexual.
munidad lesbiana, durante la década de La obra de Jeffreys, con su marcado
los ochenta, es la causa principal de la frag- tono polémico, no tiene por qué leerse
mentación y los enfrentamientos de la co- de forma monolítica, o todo o nada. Es de-
munidad y del peligro de la realización cir, se puede estar de acuerdo con Jeffreys
futura de una utopía lesbiana. El liberalis- en que no puede reflexionarse sobre la
mo sexual, también llamado radicalismo sexualidad sin el análisis de género, tam-
sexual, postula la total libertad de las bién en que la idea de consentimiento
prácticas sexuales siempre y cuando me- para justificar el «todo vale» en las rela-
die el consentimiento. Algunas de sus teó- ciones sexuales resulta algo peregrina
ricas han llegado a reivindicar la necesi- después de los brillantes análisis femi-
dad de una teona de la sexualidad autóno- nistas sobre el consentimiento. Pero no
ma, independiente del género. Desde su estar en absoluto de acuerdo con que lo
punto de vista, al igual que el género, la personal es político pueda interpretarse
sexualidad es política, pero necesita su como un principio normativo desde el
propio bagaje intelectual. El género posee que llenar de preceptos la vida cotidiana.
cierto poder de explicación, pero según Y es que, la utopía lesbiana parece con-
Gayle Rubin no puede abarcar la totalidad tener cierto grado de esencialismo nor-
de la organización social de la sexualidad: mativo, que podría terminar resultando
«es un error sustituir el feminismo por el demasiado liberticida.
182 R I F P / 9 (1997)