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TEXTOS
Introducción
- Sobre la problemática de género y su lugar en la agenda académica - Dicapua
- Desandando géneros, cuerpos y sujetos - Dicapua
- El arquetipo viril - Sarda
Unidad 1
- Sociología - Simmel
- Grandes urbes - Simmel
- Tragedia de la cultura - Simmel
- Cultura femenina - Simmel
- Industria cultural - Adorno
Estudios de género
El campo de los estudios de mujeres lleva su origen unido al auge de los movimientos feministas de
los años 60 en EEUU y a partir de los años 80 en Latinoamérica, insertándose en la historia académica
desde la década de 1980. Lo que busca es construir un cuerpo teórico en relación con las problemáticas
propias de las mujeres en la sociedad, desde la perspectiva de sus intereses y sus miradas.
A partir del crecimiento de los estudios de mujeres y del movimiento feminista, aparecieron debates
en torno a su denominación. Originalmente se llamaban estudios de la mujer, pero la amplitud del concepto
mujer además de encontrarse grandes diferencias en cuanto a las condiciones de opresión de las mujeres
llevó a la utilización del término estudio de mujeres. La denominación estudios feministas surge para los
trabajos que optaron por mantener su compromiso de lucha ante la pérdida de combatividad de los
estudios de mujeres. Finalmente el auge de la utilización del concepto de género como una categoría
explicativa, histórica y cultural, de las relaciones de poder entre los sexos, implicó la adopción de la
denominación estudios de género, para referirse los análisis desde esta problemática.
Los estudios de género suponen una vigilancia epistémica, nos deriva a un cuestionamiento crítico
de los paradigmas científicos, pretendiendo el reconocimiento e inclusión de las mujeres como sujeto
social. Nos permiten reconocer las relaciones de poder que existen entre los géneros, en general favorables
a los varones como grupo social y discriminatorias hacia las mujeres, y entender que esas relaciones no
son naturales sino que han sido constituidas social e históricamente y son constitutivas de cada ser y
atraviesan todo el entramado social siendo transversales a otras desigualdades (Etnia, clase, edad, … ).
Feminismo
“El feminismo es una teoría y práctica política articulada por mujeres que tras analizar la realidad en
la que viven toman conciencia de las discriminaciones que sufren por la única razón de ser mujeres y
deciden organizarse para acabar con ellas, para cambiar la sociedad. Partiendo de esta realidad, el
feminismo se articula como filosofía política y al mismo tiempo como movimiento social … ” (Varela, 2005).
Lila Peiró
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Evolución del movimiento feminista
- Primera oleada: siglo XVIII, se relaciona con el objetivo concreto de alcanzar igualdad de derechos
entre hombres y mujeres y tiene un anclaje claro en la lucha liberal por la igualdad, la fraternidad y
libertad de la Revolución Francesa.
- Segunda oleada: segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX y aparece ligada
directamente con el movimiento sufragista. Abarcó también la participación conflictiva en el mundo
del trabajo y en la dirigencia sindical.
- Tercera oleada: inicio del denominado “nuevo feminismo”. Este periodo abarca desde los años 60
en adelante. Busca definir hábitos y conceptos cotidianos y personales, y desentrañar las relaciones
de poder de género que se dan en privado.
Sin embargo, esta historización en términos de oleajes tiene sus limitaciones. Por un lado, es solo
un recorte occidental, es decir, toma como referencia los hechos ocurridos en Francia, Inglaterra y EEUU
ligados a reivindicaciones de mujeres blancas, de clase media-alta y heterosexuales. Por otro lado, se
centra en los momentos de auge del movimiento y subestima o invisibiliza los procesos políticos de menos
espectacularidad.
Sexo y género
Expuesto de manera reduccionista, se identifica el concepto de sexo con las diferencias que la
naturaleza inscribe en el cuerpo, mientras que género corresponde al conjunto de significados que cada
sociedad atribuye a la diferencia sexual.
El género es constitutivo de las relaciones de poder y está atravesado por tres elementos que lo
caracterizan:
- Atravesado por un conjunto de símbolos que enuncian lo masculino y femenino (Colores, ropa,
juguetes, … ).
- Atravesado por un conjunto de normas basadas en el sistema de símbolos y en su interpretación
(Clubes con sectores masculinos, escuelas por género, … ).
- Atravesado por un conjunto de prácticas cotidianas habilitadas por los sistemas de símbolos y
normas (Familia donde la mujer es ama de casa, … ).
Lila Peiró
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dar lugar a identidades no tradicionales que también comienzan a ser consideradas como referentes y
constitutivas del concepto de género (identidades trans, por ejemplo).
Durante años la lucha central tuvo como objetivo la derrota de los estereotipos de mujer y varón y, la
consiguiente asignación de roles sociales y esquemas jerarquizantes de poder masculino. Se historiza el
género pero sin “desnaturalizar el sexo” como si de éste emanara una materialidad incuestionable.
Esto obliga a la filosofía feminista a debatir profundamente sobre los nudos estructuradores de la
política feminista poniendo en jaque el carácter natural del sexo y la sexualidad, y fundamentalmente el
carácter universal de la dicotomía sexo/género.
Las respuestas a estos interrogantes no parecen ser fáciles de alcanzar, pero en principio
desestructuran los planteos más tradicionalistas en relación a la noción de género y critican la reducción
del género a los términos de masculinidad y feminidad.
En los años 80 el conjunto de cambios que se entrecruzan en lo que muchos insisten en nombrar
como posmodernismo, parece marcar a los estudios de género introduciendo una mayor flexibilidad en la
consideración de los grandes relatos, en particular los que referían a las identidades de género, para desde
un debate crítico, interpelar sobre ciertos conceptos y producir nuevas herramientas teórico-metodológicas
para el análisis de las nuevas problemáticas de género.
Otro paso central en este proceso de deconstrucción fue la injerencia de los estudios queer. En los
años 90 la mayor visibilización del travestismo y transexualismo, además de ahondar el resquebrajamiento
del modelo binario sexo/género, pone en el centro de la reflexión al cuerpo como territorio de construcción
genérica y sexual.
Arquetipo viril
A partir de una lectura no- androcéntrica, el autor llega a la conclusión de que cuanto se dice del
hombre corresponde, no a cualquier ser humano, mujer u hombre de cualquier condición, sino a lo que él
llama arquetipo viril.
El arquetipo viril es un modelo humano imaginario, fraguado en algún momento de nuestro pasado
y perpetuado en sus rasgos básicos hasta nuestros días, atribuido a un ser humano de sexo masculino,
adulto, blanco, heterosexual y cuya voluntad de expansión territorial y, por tanto, de dominio sobre otras y
otros mujeres y hombres le conduce a privilegiar un sistema de valores que se caracteriza, como ya resaltó
Simone de Beauvoir, por valorar positivamente la capacidad de matar (legitimada, por supuesto, en ideales
considerados superiores, trascendentes) frente a la capacidad de vivir y regenerar la vida armónicamente.
Opacidad androcéntrica
Esta opacidad caracteriza el discurso actual, lo cual parece estar relacionado con la ampliación
histórica del centro hegemónico político debido a la constante expansión territorial y, en consecuencia, a la
necesidad de incrementar el número de sus miembros y, por tanto, de divulgar entre éstos, tanto el saber
lógico-científico, a través del sistema educativo, como los derechos y deberes patrimoniales y políticos.
Sexismo es un mecanismo por el cual se conoce privilegios a un sexo en detrimento del otro. Es un
conjunto de cada uno de los métodos que emplean dentro del patriarcado, para mantener una situación de
inferioridad y subordinación al sexo dominante. El androcentrismo es conceder privilegios al punto de vista
del hombre. Es sólo una forma del sexismo, pero no debe reducirse al sexismo el androcentrismo
Lila Peiró
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SOCIOLOGÍA - SIMMEL
El autor parte de una concepción amplia de sociedad, para él la sociedad existe allí donde varios
individuos entran en acción recíproca. Esta acción recíproca se produce por determinados instintos o para
determinados fines. A su vez, la existencia de estas acciones recíprocas significa que los portadores
individuales de aquellos instintos y fines que los movieron a unirse, se han convertido en una unidad, en
una sociedad.
El eje de Simmel era poner énfasis en las interacciones subjetivas, recíprocas entre individuos, que
se dan todos los días en la cotidianeidad. El foco no está en las generalidades sino en estas interacciones,
que se dan en función a nuestros valores y a pesar de ser una acción entre dos individuos nos permite ver
los hechos sociales. Las interacciones recíprocas son las que hacen que la sociedad sea tal.
Es decir que las motivaciones aisladas no son todavía un algo social. La socialización sólo se
presenta cuando la coexistencia aislada de los individuos adopta formas determinadas de cooperación y
colaboración que caen bajo el concepto general de la acción recíproca. Por consiguiente, la socialización
es la forma, de diversas maneras realizada, en la que los individuos, sobre la base de intereses sensuales
o ideales, momentáneos o duraderos, conscientes o inconscientes, que impulsan causalmente o inducen
teológicamente, constituyen una unidad dentro de la cual se realizan aquellos intereses.
Simmel diferencia forma, lo abstracto y general, de contenido, lo particular. Estos son los elementos
que caracterizan a la sociedad. En la socialización también se pueden diferenciar estos dos aspectos las
formas, manera en que se da la interacción recíproca lo observable, que es de lo que se debe encargar la
sociología, y el contenido, los fines o motivos de una interacción recíproca, de esto se encarga la
psicología.
La sociología geométrica o formal es la disciplina que estudia las formas de interacción de manera
abstracta, para después verlas reflejadas en la sociedad, sirven como ordenador. Se crean modelos
abstractos ideales para comprender las interacciones. Lo hace a través del método intuitivo, a través de él
es posible la separación de forma y contenido necesaria para estudiar las interacciones. El número
perfecto para la observación es de tres (Análisis en triadas).
Tomando por ejemplo de la geometría el análisis con números y distancias, veremos entonces que
las situaciones de comunicación interpersonal pueden analizarse con base al número de participantes en
dicha interacción, por un lado, y la distancia entre dichos miembros por el otro. Se pueden identificar una
serie de formas de convivencia, de unificación y de acción recíproca atendiendo sólo al número de
individuos socializados en dichas formas. También crea tipos sociales que son modelos sociales,
determinados parámetros de interacción le corresponden a cada uno. Ej.: adulador / coqueto.
Lila Peiró
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EL CONCEPTO Y TRAGEDIA DE LA CULTURA - SIMMEL
Cultura → “Surge donde se unen dos elementos claves: el alma subjetiva y el producto espiritual
objetivo”. “Producto de la cultivación de los individuos por medio de las formas, artefactos, elementos
culturales externos que han sido objetivados en el curso de la historia, que se han independizado de la
existencia individual”. La cultura general es la síntesis de la cultura subjetiva y objetiva.
Cualquier producción cultural es una objetivación de producción humana, pero luego trasciende a
ese ser humano y se vuelve una parte objetiva del mundo. Toda producción el ser le aporta su subjetividad,
por lo que toda producción humana es cultura. Aquí acontece un tornarse subjetivo del objeto y un tornarse
subjetivo de algo objetivo. Acontecimiento que constituye lo específico del proceso cultural.
Hay cultura si hay un individuo creador, un alma / cultura subjetiva, que va crear cultura objetiva (se
objetiva el alma subjetiva). El proceso termina cuando esa cultura objetiva luego vuelve a ser interiorizada
por esos individuos creadores de cultura, porque para Simmel la cultura implica un proceso de cultivación.
Entonces, tiene que haber un individuo creador que crea cultura cultura objetiva pero a su vez esa cultura
objetiva debe servir para que nuevos individuos la observen la interioricen y se cultiven, luego esos
individuos cultivados van a poder volver a crear cultura.
Por eso podemos decir que es un proceso de circularidad cultural, la relación está intermediada por
objetos pero la relación sigue siendo entre sujetos. La circularidad puede romperse y ahí es donde se
produce la tragedia de la cultura.
Cuando se produce cultura de manera masiva, hay tanta producción de objetos que perdemos la
capacidad de absorberlos. Se pierde la posibilidad de entrelazamiento entre el espíritu subjetivo y el mundo
objetivo, el humano no puede abarcar toda la cultura de su época y se pierde el entender que detrás de todo
objeto hay relaciones sociales. Hay una atrofia del espíritu subjetivo y una hipertrofia del espíritu objetivo,
se pierde la condición básica de humanidad. Se rompe el fin de la cultura que es cultivar al hombre.
Lila Peiró
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La tragedia de la cultura produce
Esta tragedia no tiene solución porque es parte de la modernidad. Se profundiza en las sociedades
modernas por el desarrollo de la división del trabajo y la vida en las grandes urbes, se pierde la relación con
el creador, aumenta la producción y el espíritu objetivo no puede absorberlo. Se da en todos los productos
no solo en las mercancías.
- Irreversibilidad del avance cultural y tecnológico. Ej.: nos acostumbramos a comprar el pan en la
panadería y no hacerlo en casa, usamos pañuelos descartables y no de tela.
- Interdependencia social y técnica entre los individuos. Lo propio de la división del trabajo.
- Búsqueda de bienestar individual a través del bienestar material.
Con las grandes urbes se produce un cambio en la relación con la naturaleza. Son el escenario del
desarrollo de la tragedia de la cultura. No es igual la vida en las grandes urbes que en las pequeñas
comunidades. Persona “urbanita” que es dueña de una nueva forma de individualidad.
Los más profundos problemas del mundo moderno se relacionan a la pretensión del individuo a
conservar la autonomía y particularidad de su existencia frente a la prepotencia de la sociedad.
En las pequeñas comunidades el fluir de la vida es más lento, hay menos estímulos, se consume
menos conciencia, predomina el sentimiento y las relaciones conforme a la sensibilidad y costumbres. En
las relaciones que se dan en pequeñas comunidades / círculos es mayor el conocimiento de las
individualidades, productores y consumidores se conocen. En las grandes urbes hay otra cantidad de
estímulos e impresiones, existe una sobreestimulación de la conciencia, predomina el entendimiento y las
relaciones basadas en la intelectualidad y el cambio. Hay gran cantidad de interacciones e indiferencia
frente a las individualidades, los individuos se manejan como en un mercado, donde productores y
consumidores no se conocen.
Se conoce a más personas, hay mayor interacción, pero se conoce menos la individualidad de cada
uno, hay pérdida de la sentimentalidad y empatía y crece la desconfianza. El ámbito económico propio de
las grandes urbes también afecta a la personalidad, el productor y consumidor en la modernidad se
mueven por egoísmo y conveniencia. El individuo moderno es indiferente a las cosas, las percibe pero no
entiende su significación y valor, por eso mismo las cosas son sentidas como nulas. La disociación es una
de las más elementales formas de socialización de la modernidad.
Lila Peiró
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Vida en las grandes urbes
- Se acrecienta la vida nerviosa frente a las situaciones en la ciudad, la mente llega a un punto que
bloquea todo eso → neurastenia.
- Se acrecienta la economía monetaria, la división del trabajo. Hace que perdamos la idea de las
cosas y relaciones, lo cualitativo, y pensemos siempre en lo cuantitativo.
- Racionalidad calculadora de la vida desligada de sentimientos.
- Prepondera el espíritu objetivo por sobre el subjetivo.
Urbanita
¿En qué medida los individuos participan o no en los contenidos de la cultura objetiva, que expresan
la posesión cultural de una época determinada? ¿Cuál es la participación, específicamente, de las mujeres
en los contenidos de la cultura objetiva?
La cultura que se piensa como objetiva y como humana / general en la modernidad, en realidad es
una cultura masculina. La cultura no es ajena al sexo, es principalmente masculina. Los contenidos
aparecen como neutrales pero es una falacia, portan los valores masculinos de la época, esto se explica
por las relaciones históricas de poder. Es por eso que las realizaciones deficientes de los ámbitos más
diversos son desclasadas como femeninas y las realizaciones sobresalientes son alabadas como
completamente masculinas.
Cosificación de la cultura
La división del trabajo es incomparablemente más adecuada para el ser masculino que para el
femenino. La actividad de casa es más variada, menos especializada de lo que es cualquier
especialización masculina. La mujer no puede separar su centro de la periferia, no puede realizar plasmar
su unidad anímica.
La mujer se mueve dentro del mundo del hogar, del mundo privado donde tiene libertad y el hombre
es el mundo exterior, el de la división del trabajo, donde es dominado.
Lila Peiró
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Centro - periferia → características que separan al ser masculino del femenino
- Significatividad: hombre.
- Belleza: mujer.
El hombre debe ser significativo, generar algo, ganancia, conocimiento, efectividad, lo real y
objetivo. A la mujer le corresponde la belleza, lo amplio, abstracto, la unidad de lo interno y externo.
“Las relaciones culturales de las mujeres, las creaciones, una realización sumamente original y
femenina sólo puede darse en los huecos que deja la realización masculina.” Es decir, para que lo que
produzcan las mujeres sea con sus propios códigos y no sea con valores masculinos y reproduciendo a lo
masculino, deben producir donde los hombres no lo hayan hecho.
¿Dónde están estos huecos? En la literatura, específicamente el género de novelas, en las artes
plásticas y en el arte teatral. El último es el mejor lugar para la mujer porque allí se juntan centro y periferia
- público y privado, los sentimientos son parte y la cultura subjetiva y objetiva se funden, no hay arte como
el teatral, en el que la realización y la totalidad de la personalidad están ligadas en una unidad tan estrecha.
- ¿Es posible y deseable una objetividad del ser femenino? Esa lucha de la mujer, ¿Es para ser parte
de la cultura masculina moderna?
- ¿Puede el ser femenino ser objetivo? ¿Eso no es contradictorio?
- ¿Cuánto hay de creación y cuánto de reproducción en la contribución de las mujeres en la cultura?
- La monopolización masculina de la cultura objetiva ¿Deja lugar a una forma existencial femenina
como una forma diferenciada y autónoma? ¿Pueden las mujeres producir sin caer en la tragedia de
la cultura?
Tendencias generales
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LA INDUSTRIA CULTURAL - ADORNO
Adorno → En 1947 escribe sobre la cultura de masas y se da cuenta que no es por ahí la crítica,
porque la cultura de masas se refiere a lo popular, a lo que surge instantáneamente de las propias masas.
Por eso es que en 1967 escribe sobre la industria cultural donde analiza:
- Consumidor como objeto no como sujeto.
- Principio de comercialización.
- Producto cultural como mercancía.
- Estandarización.
- Distribución y reproducción mecánica.
La industria cultural tiene en cuenta sin duda el estado de conciencia e inconsciencia de los
millones de personas a las que se dirige, pero las masas no son el factor primordial sino un elemento
secundario, el consumidor es pensado como un objeto no un sujeto.
El concepto de técnica que reina en la industria cultural no tiene en común más que el nombre con
aquello que vale en las obras de arte. Este se refiere a la organización inmanente de la cosa, a su lógica
interna. Al contrario, la técnica de distribución y de reproducción mecánica permanece siempre al mismo
tiempo exterior a su objeto.
Lila Peiró
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La industria cultural produce mucho y para todos, sin embargo, esas producciones son
seguramente pobres o insignificantes. Las ideas de orden que inculca son siempre las de statu quo,
aceptadas a priori sin objeción ni sin análisis. El imperativo categórico de la industria cultural, a diferencia
del de Kant, no tiene nada en común con la libertad. Dice: debes someterte –sin precisar a qué es
necesario someterse; someterse a aquello que de todas maneras es, y a aquello que todos piensan de
todas maneras; someterte como por reflejo a la potencia y la omnipresencia de lo que es.
El problema de la industria cultural es que se consume cultura bajo la misma lógica del consumo
industrial, lo que hace que el individuo deje de cultivarse, pierda el pensamiento crítico y se someta al objeto.
El individuo queda aislado frente a la producción cultural masiva. La cultura es un objeto de consumo más
como cualquier mercancía. La técnica del arte es totalmente diferente a la que prima en la industria, pero en
la industria cultural se asemejan, la técnica cultural pierde subjetividad y se estandariza mediante la división
del trabajo y los mecanismos de distribución. Relación crítica de Adorno con la tragedia de la cultura.
Lila Peiró