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Tema 1. La crítica a la filosofía de la conciencia y el giro lingüístico.

Las
condiciones del conocimiento. La cuestión del fundamento en el inicio de la
etimología analítica: el neopositivismo del Círculo de Viena. La justificación
como verificación.

La disciplina que vamos a comenzar, llamada “teoría del conocimiento”, fue establecida por primera vez en
las Universidades, en el siglo XIX, de la manos de los neokantianos. El panorama establecido en este
contexto, era una predominancia del idealismo en el caso de la filosofía y de la ciencia en el resto de los
campos del saber, sobre todo en la física. Por esta cuestión, los filósofos se plantean la cuestión de la
necesidad de volver a KANT.

Kant se puede ver desde dos perspectivas: o bien la nueva metafísica o bien la epistemología. En este caso,
hay que coger la segunda opción, la epistemología, en la cual hace una crítica al idealismo. Lo que sostiene
es que, la filosofía no es conocimiento de objetos, sino conocimiento del conocimiento de objetos
(“metateoría”). De manera que, el conocimiento de los objetos es una labor de la ciencia, mientras que, en
tanto que la filosofía estudia el conocimiento sobre el conocimiento, no es una ciencia, sino el conocimiento
sobre como conocen estas ciencias.

Para llevar a cabo esta crítica idealista, los filósofos enokantianos instituyeron una asignatura, la cual se la
conoce como “teoria del conocimiento”. Ahora bien, esto no significa que las reflexiones sobre el
conocimiento surgieran en este momento (en el siglo XIX), sino que las reflexiones sobre el conocimiento se
dan a lo largo de toda la historia (como ya hemos estudiado, por ejemplo, en el Teeteto). Lo que ocurre es
que, antes del siglo XIX, a este tipo de reflexiones, se las había denominado GNOSEOLOGÍA. En nuestro
lenguaje de clase, trataremos como sinónimos la epistemología y la gnoseología y la teoría del
conocimiento.

La teoría del conocimiento, tiene como objeto de estudio la pregunta por el conocimiento: ¿QUÉ ES
CONOCIMIENTO?, ¿EN QUÉ CONSISTE CONOCER?. Esa pregunta por el conocimiento, despliega a
su vez otra serie de preguntas, que despliegan un panorama que será por donde nos moveremos a los largo
del curso: cuáles son las condiciones del conocimiento; cuáles son las fuentes del conocimiento; en qué
ámbitos se produce el conocimiento; cuáles son los límites (si es que los hay) del conocimiento, cuántos
tipos de conocimiento hay; ¿son diferente conocimiento y creencia?¿por que?; qué entendemos por verdad;
¿la justificación es otro criterio?; qué se entiende por justificación …

Una de la preguntas que encontramos en la Crítica de la Razón pura de Kant, ligada a todas estas preguntas
respecto del conocimiento, es la pregunta por las condiciones de posibilidad del conocimiento. Ahora bien,
no es lo mismo la pregunta por la lógica de la génesis del conocimiento que la pregunta por la lógica de la
justificación del conocimiento. Esta pregunta sobre las condiciones que posibilitan el conocimiento,
desembocan en reflexiones sobre la percepción, la razón, el método, el lenguaje, la racionalidad… Es decir,
se puede pensar que como condición que estructura el conocimiento, es el método o el lenguaje (o algunos de
los que acabo de cirtar). Tambien, cabe la posiblidad de encontrarnos con reflexiones en las que las
condiciones son de carácter metafísico, o de carácter psicológico. Ademñás, también cabe la posibilidad de
que no solamente se entiendan de esta manera aisladamente, sino que haya una mezcla de todas estas
posibilidades. Pero esto no acaba aquí, sino que también cabe la posbilidad de carácter esas condiciones con
referencia a un individuo de conocimiento, entendido de manera individual (como un sujeto aislado, un único
sujeto individal) o de manera colectiva (como la especie). Ahora bien, para que se pueda hablar de
conocimiento poropiamente dicho, tiene que darse en una esfera pública, es decir, tiene que haber la
posibilidad de llegar a un espacio común de todos. De lo contrario, no tendría sentido hablar de conocimiento
de una manera individual, solipsista.
Por este lado, tenemos la cara A de las reflexiones epistemológicas de nuestras tradición filosófica. Sin
embargo, existe también una cara B en la que los filósofos han considerado lo contrario. Mientras que los
anteriores sostenian la posibilidad de conocimiento (discutiendo los matices y sus posibilidades de
fundamentación), en esta cara B, se mantiene una posición escéptica, en la que se niega la posibilida de
conocimiento. En toda nuestras tradición filosófica, las reflexiones sobre el conocimiento están en diálogo
con algunos grados de escepticismo. De esta manera, podemos afirmar que, el planteamiento tradicional -
incluida la Modernidad – de la reflexión sobre el conocimiento, se ha planteado en términos dualistas: O se
puede justificar el conocimiento totalmente, de manera absoluta, concluyente (cerrando el proceso de
justificación), o, en el caso de que esto no sea posible, se pasa al escepticismo.

Por ejemplo, Descartes, con la “duda”, llega a un principio antiescéptico por medio del cual, cierra el
proceso de jusitficacion, dado que ya no le permite seguir indigando en busca de la jusitificación, sino
que la duda aporta la certeza absoluta que se necesita para ese cierre.

Sin embargo, también se han dado posturas escépticas moderadas, como es el caso autodenominado de
Hume. Esta posición afirma la existencia de una verdad, la posibilidad de un conocimiento, el cual no se
puede justificar en sentido absoluto, sino que depende de otros factores (como por ejemplo, puede depender
del grupo social). Esta tercera vía que se situa entre la justificación absoluta (dogmatismo) y el escepticismo
radical, que sería el escepticismo moderado, es lo que se denomina FALIBILISMO. Son terceras vías en las
que no se adopta una postura ni la otra de manera radical, sino que se afirma la existencia de una verdad, de
un posible conocimiento que se base en esa verdad, pero la cual no puede ser justificada de forma absoluta.

Como hemos dicho con anterioridad, algunos pensadores han sostenido que las condiciones del
conocimiento son las condiciones de la racionalidad1. Cuando se mantiene esta postura, no solamente sucede
que toda la filosofía de la ciencia queda subsumida en la epistemología, sino que además, tanto la filosofía de
la ciencia como la epistemología se hacen dependiendes de una teoría general de la racionalidad. Esta
situación tiene especial importancia porque, en nuestra tradición filosófica, la racionalidad huaman ha sido
entendida como dividida en dos ámbitos: por un lado, el que tiene que ver con lo teórico y, por otro lado, el
que tiene que ver con lo práctico.

“Racionalidad epistémica”(Olivé): Pág. 11. “Para muchis filósofos la racionalidad es fundamentalmente un


concept….”“Pero también hay muchos filósofos para los que la racionalidad no es una cuestión
metolodo---”.

Para muchos filósofos la racionalidad radica en el camino o método que se sigue para alegir entre los
distintos tipos de creencias (que en el fondo son las teorías). Pero para otros autores, esta cuestión de
racionalidad, no solamente es un método, sino también una capacidad humana, la cual es distintitva. Por
ejemplo, teorías evolutivas del conocimiento, en relación con la teoría de la mente o con la filosofía del
lenguaje.

Esta escisión entre posturas respecto de la racionalidad, explica que, para muchos autores, el campo de la
racionalidad sea por antonomasia el de la episteme; mientras que en el campo de la filosofía práctica, la
racionalidad no regia (había emotivismo, subjetivismo, juicios del gusto…). Esta corriente de pensamiento
que sostiene que la racionalidad huaman esta únicamente expresada en los procesos de conocimiento
científico, es la que se denomina CIENTIFICISMO. De manera que, estas posturas, lo que sostienen es que,
todo modelo de la racionalidad humana se debe inspirar en los procedimientos de las ciencias. Dicho de otra
manera, en el caso de que se quiera alcanzar racionalidad en cualquier otro ámbito de conocimiento, se deben
seguir los pasos de la ciencia. Por tanto, además de ser una postura cientificista, en tanto que reducen la
noción de racionalidad, son posturas REDUCTIVISTAS.

1 Que no es lo mismo que las condiciones sobre la razón.


Con este panoráma, nos llegan rotas dos ramas de la racionalidad, con un abismo enorme sin un puente
posible entre ambas. Este puente entre ambas surge con el GIRO PRAGMÁTICO, con el cual se rompe la
escision entre racionalidad teórica y racionalidad práctica. Este giro pragmático, nos viene a mostrar que, el
conocimiento, más que descasar en un método, descansa en un LENGUAJE. De esta manera, la racionalidad
seria concebida como un campo de actividad, con tipos de acciones. Dentro de estas acciones e interacciones
en donde podemos hablar de los métodos y de la forma de ser de estos (la discusión anterior). De esta
manera, lo que obtenemos son modelos de racionalidad dinámicos, pero no solo dinámicos, sino que ademas
pluralistas. Se caracterizan como dinámicos, no solo su modo de concebir la realidad como multitud de
factor con posibilidad de cambio, sino también dinámicos en con aquello con lo que interaccionamos, es
decir, con el enterno. Queda, así, abandonadas concepciones esencialistas.

Pág. 13. “En suma, la razón teorica o epistemica se ha visto tradiconalmente como la capacidad de los seres
humanos de tern conocimiento acerca del mundo, tanto natural como social, lo cual involucra tener
creencias...”.

Antes de este giro que acabo de mencionar, la racionalidad epistémica, la capacidad de conocer, no está
vinculada a la disposición de un lenguaje, sino que lo fundamental era la CONCIENCIA, entendida como
mente (empista) o como razón (racionalista). Es decir que, antes del giro, se hacia depender de un sujeto,
pero no como hablante, sino como conciencia, recibiendo el nombre de FILOSOFÍA DE LA
CONCIENCIA. La epistemología clásica (que ya hemos dicho que era anterior al giro), consideraba que el
conocimiento se explicaba analizando las características racionales del sujeto de conocimiento, siendo la
principal la conciencia. Ahora bien, ¿qué se entiende por conciencia – en sentido epistemológico? La
conciencia, hace referencia en este contexto clásico, a la captación que el sujeto hace de sí mismo y de sus
propios actos cognitivos, de sus experiencias internas. De esta manera, la conciencia no se refiere al hecho de
sentir o conocer algo, sino al saber que se tiene ese sentimiento o conocimiento; es un ser consciente de que
se conocer: “saber que se sabe, saber que se siente”.

El autor por antonomasia es Descartes: el sujeto que sabe que sbe, que tiene conciencia. Descartes
caracteriza al yo conciencia con los rasgos fundamentales de la sustancia, siendo en la conciencia
donde reposa la certeza. En el sujeto conciencia es en el que reposa el fundamento no solo de lo
real, sino de la verdad del conocimiento. De manera que, si esta verdad es la que representan el
mundo y tenemos nuestras teorías fundamentadas con esta certeza, hemos accedido al mundo
mediante el sujeto conciencia, que es el que accede a la realidad (giro antropocéntrico).

Este sujeto conciencia, también es entendido de un modo activo, es decir, la conciencia no es solo pasiva, un
mero conjunto de facultades pasivas que se dejan impresionar por el entorno, sino que tienen un carácter
actuvos y constructivo del conocimiento verdadero y, por tanto, de la realidad. Se trata de una conciencia
que media en ese conocimiento, la cual es activa, construye.

Por ejemplo, en el caso de lo empiristas, es una conciencia vacía (para los racionalistas contiene las ideas
innatas); Hume afirma el carácter psicológico de la conciencia, y no metafísico. El aporte novedoso de
Hume es la dependencia de la conciencia respecto de lo exterior, es decir, que no se trata de una conciencia
tan autónoma como en el caso de los racionalistas. La mete genera, construye conocimiento, pero depende
del mundo exterior, lo que implica que sea imposible dar un fundamento absoluto del conocimiento (lo
veremos con los empiristas lógicos). Si la mente para la construcción del conocimiento siempre necesita de
lo exterior y esto (lo exterior), siempre está sujeto a cambios, también el conocimiento estará sujeto al
cambio. En otras palabras, se está estableciendo la imposibilidad de justificar el conocimiento debido al
cambio de la realidad.
Sin embargo, ante esta posición de Hume, Kant está horrorizado. Es cierto que Hume le despierta del sueño
racionalista (los racionalistas introducen por arte de magia la conciencia, donde reside la certeza. Pero una
vez que tienen la certeza, se tienen que quedar en la conciencia, no pueden salir de ahí. Es como la mano
que tiene que ser introducida por la ranura de una caja de manera vertical para poder entrar a coger la
manzana. Una vez introcida la mano, coge la manzana, la cual no cabe por la ranura y se encuentra
atrapada en la propia caja, eso sí, con la manzana en la mano). Hume pone de manifiesto el salto dogmático
de los racionalistas, la imposiblidad de que haya un conocimiento que no proceda de la experiencia.
Ahora bien, a pesar de que el conocimiento deba proceder de la experiencia, esto no quiere decir que se
quede el conocimiento en la experiencia y no vaya más allá. La experiencia, es una de las condiciones de
posibilidad del conocimiento, pero no es la única. Estas otras condiciones de posibilidad de conocimiento
anidan en el sujeto conciencia, que no es ni un sujeto empirista ni racionalista, sino TRASCENDENTAL
(que al mismo tiempo es empirista y racionalista). El sujeto trascendental no es un sujeto nouménico, ideal,
sino que simplemente es el conjunto de condiciones formales del conocimiento.
En esta posición kantiana, es donde se ve la imposibilidad de seguir sostiendo el sujeto conciencia, que
queda convertido en LA ESPECIE HUMANA, siendo las condiciones a priori las condiciones evolutivas
que la especie ha ido adquiriendo. De esta manera, se abandona la concepción de conciencia de la que
habíamos partido. Aquí, es donde cabe la posibilidad de linguistizar el sujeto de conocimiento, entendiendole
no como una conciencia, sino como un hablante.

Sin embargo, este modelo del sujeto conciencia, no se abandona totalmente. Después de Kant, en Alemania,
viene el IDEALISMO, el cual eleva al infinito el sujeto conciencia, empezando por Fichte y culminando en
Hegel (espíritu absoluto). Por otro lado, también está entroncada la tradición del sujeto conciencia con toda
la FENOMENOLOGÍA, comenzado por Brentano (quien interpreta al sujeto kantiano en forma
psicológica).

Pero antes de llegar a estas corrientes que acabo de normbrar, a mitad del siglo XIX, en Alemania, se
produce la raccion de los neokantianos de la que habláblamos al comienzo de la explicación. En este época,
había una fuerte hegemonía del idealismo, tanto en el continente europeo como en las islas británicas.
Justamente lo que contemplaban los neokantianos, es como las ciencias empíricas iban ganando terreno en
los espacios culturales, mientras que la filosofía se estaba quedando en los márgenes, en la que se la veía
desgajada de los producir culturales más brillantes. De manera que, ellos proponían en abandono del
idealismo y la vuelta a Kant. De la misma manera, en el mismo momento en EEUU, comienza a reunirse el
llamado CÍRCULO DE LOS METAFÍSICOS, compuesto por filósofos e intelectuales (donde comenzo el
pragmatismo). A estos, les movia la misma idea que a los neokantianos, es decir, se hacia necesaria la
conexión de la filosofía con la ciencia. Pero no solo en EEUU, sino en distintos lugares (aunque los focos
principales sean Alemania y EEUU), empeizan a surguir reacciones antiidealistas. Se encuentra necesaria la
vuelta a Kant, viendo necesaria la tarea prioritaria de la filosofía de hacer teoría del conocimiento. La
filosofía no puede proporcionar ningún conocimiento distinto al de la ciencia, por lo que la tarea de este tiene
que ser conocer las condiciones de posibilidad de la ciencia.
Al mismo tiempo en los que se abre este debate en los círculos filosóficos, en otras áreas de la filosofía,
surge la FILOSOFIA DE LA SOSPECHA, destacando autores como Freud, Marx y Nietzsche. Estos, son
autores que cortan con la filosofía de la conciencia, presentandola como insostenible. Lo que afirman es que,
no es posible seguir pensando que el ser humano es una conciencia capaz de conocerse a sí misma, por lo
que levantan la sospecha sobre estas actividades cognoscitivas. No somos autotransparentes.
Frege, es uno de los filósofos que influyó de manera notable. Una de las intenciones por las que este lógico
escribió su obra, fue la de fundamentar la aritmética. Es necesaria dar con las condiciones de posibilidad de
conocimiento, para presentar que las condiciones de la aritmética son eternas e inmutables. Hasta este
momento, la tradición se había sostenido en fundamentos psicológicos, los cuales proporcionaban una verdad
contingente, de manera que, las verdades de la aritmética también descansaban sobre estos fundamentos. Lo
que Frege propone es un escape de la psicología por medio de la LÓGICA PURA; propone un lenguaje que
no sufra los vaivenes de las estructuras de la psicología, de la mente. La lógica pura es un lenguaje tan
formal, tan vacío de experiencia y de cualquier elemento empírico, que puede fundamnetar de forma
concluyente y con certeza (eterno e inmutable).
Esto es lo que se conoce con GIRO LINGÜÍSTICO, la esencia del lenguaje en la lógica, la esencia de un
lenguaje perfecto. Peirce es otro ejemplo de la misma época que tiene la misma intención. También Russel,
quien encuentra una pequeña paradoja en el sistema de Frege, que hace imposible fundamentar en sentido
concluyente por medio de la lógica (por lo que propone su Principia). La tarea de la filosofía e smostrar la
verdad de las ciencias, empíricas y formales; pero si ni siquiera en el primer intento serio de fundamentar una
ciencia forma se consigue.

➢ Aclaraciones previas.

·· PROPOSICIÓN. Hablamos de proposición después del giro lingüístico, dado que antes de este se hablaba
de juicio. El lugar del conocimiento es el lenguaje, el cual está compuesto de oraciones, enunciados,
juicios… Pero debajo de todos estos elementos, se encuentra desde el punto de vista lógico, las
proposiciones, las cuales interesan a la epistemología. Russell, es quien indagó sobre esta cuestión y señaló
que la noción de “proposicion” puede ser observada de dos maneras diferentes:
a) Desde el punto de vista semántico. En este caso, una proposición es una entidad significada por un
enunciado, es decir, es lo que significa una oración y tiene valor de verdad. Un enunciado significa,
menciona una proposición. Lo que es verdadero o falso no es el enunciado o la oración, sino la
proposición.
Por ejemplo, “el gato ha visto al ratón” y “el ratón ha sido visto por el gato”, son dos oraciones
diferentes, dos enunciados diferentes, pero es la misma proposición.

b) Desde el punto de vista epistemológico. En este caso, una proposición es el objeto de una actitud
proposicional, es decir, una proposucion es el objeto que un determinado sujeto sostiene.
S desea P. S cree P. S conoce P. S teme P. S quiere P. (...)
“P” es la proposición, es el objeto de una determinada actitud proposicional que tiene un sujeto “S”.
La relación entre un sujeto y un determinado contenido semántico varia en función de la actitud
proposicional, habiendo multitud de actitudes. El conocimiento es una actitud en relación con una
proposición, con el contenido semántico de unos determinados enunciados. La consideración
semántica de la proposición es fundamental para la noción de verdad, en tanto que una proposición
es verdadera dependiendo de su contenido semántico, de si efectivamente el gato ha visto al ratón o
no.

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