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Sesión 22.

Toledo
introducción

Ulises Toledo Nickels, autor del trabajo que me concierne, “la epistemología según
Feyerabend”, es doctor en epistemología de las ciencias sociales sobre una base de
licenciatura en filosofía. Originario de chile y activo en la universidad de san Sebastián ha
publicado varios trabajos en torno a Feyerabend precisamente, y socio-fenomenología, con
Ritzer principalmente. El trabajo que presenta si bien no es apologético (puesto que no
presenta las criticas y lo defiende de ellas), si que es benevolente y perfectamente
expositivo y agrega contenido a este desde una perspectiva de etnografía cognitiva.

A modo de índice: el texto, extenso y abarcante da un denso repaso por toda la historia de
la filosofía de la ciencia del siglo XX, comenzando por inductivismo positivista, seguido de
la critica de Popper, mencionando la innovación de Kuhn en comprender la historia
científica en paradigmas, y Lakatos y Feyerabend para terminar; terminando con la
explicación completa de Feyerabend sobre la critica a Popper que es justificación para
Feyerabend; y si bien, va al inicio, pase al final el aporte del autor en ver a Feyerabend
como un antropólogo cognitivo.

Feyerabend: influencia y desarrollo

Nacido en Viena en 1924, se intereso de joven por el teatro, la historia, se doctora en física;
siempre un personaje de escritura atrayente, comenzó imbuido por el ambiente positivista
de la Viena de la primera mitad del siglo XX, transitando luego a un realismo de la mano
de Víctor Kraft, terminando con ideas muy cercanas a las de Popper, de quien fue discípulo
y uno de los principales difusores de sus ideas hasta comienzos de los setenta, luego el, y su
compañero Lakatos, se fueron separando de sus ideas motivados por la una critica de sus
ideas, Lakatos en un inicio en un falsacionismo refinado, y posteriormente acercándose a
Feyerabend que desde un principio de su escisión comenzó con ideas anarquistas. Recoge,
y se ven plasmados en sus obras, elementos del enfoque social e histórico de Kuhn.

Para comprender totalmente el pensamiento de Feyerabend, el autor no propone remitirnos


a la historia de la filosofía de la ciencia del siglo XX.
Positivismo inductivo y critica popperiana: dos criterios de demarcación.

La ciencia procede a través de constructos conceptuales que son medios heurísticos para la
administración de la información y el conocimiento, las metodologías y efectos sociales
hacia la ciencia es cosa de historiadores de la ciencia o como mucho filósofos de la ciencia,
pero lo que le corresponde al ejercicio científico, que es la “lógica de la investigación
científica”, es la justificación del conocimiento. Históricamente podemos remitirnos a la
justificación por inducción como el primer paradigma, íntimamente relacionado al
positivismo y que se caracteriza por tres supuestos: 1ro: la naturaleza se comporta de modo
uniforme, 2do: es una investigación de causa-efecto, que se remite a los posibles causantes
para explicar de forma replicable el efecto, 3ro: no es concluyente pues siempre queda a la
expectativa de causas no conocidas del efecto.
El carácter empírico del positivismo inductivo se pone en duda de forma interna desde el
positivismo lógico de la primera mitad del siglo xx; al habar de cosas empíricas tenemos
que remitirnos antes a enunciados lógicos, del lenguaje, en este caso sobre una justificación
de lenguaje fiscalista (diría Carnap), pero no termina de resolverse el problema que se
queda en el medio cognitivo, los enunciados nunca se corresponden realmente el medio
empírico. El atomismo lógico (teoria positivista del lenguaje lógico aplicable a la
observación científica), sugiere que toda proposición con sentido tiene que ser reducible a
un enunciado que funge como imagen de la realidad en un momento dado, pero como
enunciado lógico es un enunciado particular y de enunciado particulares no se puede dar un
enunciado universal, lo que imposibilita la construcción de leyes científicas en sentido
estricto. Esto respecto a los enunciados positivos.
Respecto al modus toles, que es la mismos que: negar el antecedente por la negación de
consecuente, podemos construir un modelo de demarcación respetable de lo que no es
ciencia y así llegar, si bien no directamente al conocimiento, si a la determinación de que
“puede” ser ciencia desde la vía negativo(o sea, a través de lo que no puede serlo) aunque
de manera provisional, hasta que se falsee. “así la propuesta de Popper no es salvarle la
vida a los sistemas insostenibles… si no por el contrario, elegir el que comparativamente
sea mas apto, sometiéndolos a todos a la mas áspera lucha por la supervivencia”.
así se dice falsable de una teoria cuando dentro de todos posibles enunciados de la teoria se
dividen en dos, unos que mantendrían la coherencia de la teoria, otros que la negarían o
contradirían, y en el valor de verdad de estos se allá su posibilidad de ser ciencia, mientras
el conjunto de la segunda clase de enunciados no este vacío, la teoria puede ser ciencia, y
claro, mientras no sea confirmado empíricamente el enunciado del segundo tipo. Esta
cualidad debe ser reproducible en todas las comunidades científicas y de la
intersubjetividad de su corroboración depende su cualidad de ciencia. En caso contrario, o
sea, que no allá un enunciado falsable, o sea, capas de echar abajo la teoria, si la teoria
siempre tiene una justificación ante cualquier posible enunciado que la niegue, esa teoria es
seudocientífica.
Estas medidas puestas a prueba y ya ejemplificadas en un caso especifico son siempre
convencionales, esta cualidad de convencionalidad es ya motivo de duda de la factibilidad
racional, o coherencia interna del propio falsacionismo; el consenso científico vuelve a ser
un asunto fundamentalmente social y por tanto sujeto mas que a la racionalidad, al impulso
humano, la visceralidad y sesgo de por medio.
Ante tal problemática, uno de los discípulos de Popper, Lakatos, propone un meta criterio
de demarcación fundado en fuentes historiográficas para la corroboración de un criterio de
valoración de lo que es falsable y lo que no, o bien, un consenso de la comunidad científica,
cosa que es una quimera y sigue beneficiando al sesgo popular científico. así, este meta
criterio de falsación, o sea, falsación del falsacionismo, termina por efectivamente falsear el
falsacionismo, haciendo caer la torre que había construido.
Epistemología de Feyerabend
¿Qué nos dice entonces el otro discípulo de Popper, Feyerabend? Todo se vale. Si tampoco
podemos saber que no está permitido (falsación), entonces, nada lo esta y todo es
susceptible de ser fuente de conocimiento; y si la razón de esto esta n la falta de meta
criterios, quiere decir que todo con censo posible es un criterio de conocimiento aislado a
su campo y noción de conocimiento. Esto se debe a una barrera de corte psicológico, pues,
el énfasis empírico sostiene que un enunciado se distingue de otro por las entidades a las
que re refiere, y tenemos que cada individuo, y cada colectivos e refiere a entidades
diferentes, distinguibles por el sesgo colectivo o personal.
Así, lo empírico nunca es meramente empírico, si no que lleva una carga teórica impresa en
el individuo o los instrumentos con los que al fenómeno se acerca, o lo mismo:
“simplemente, todos los enunciados son teóricos”. La ilusión que nos imprime el lenguaje
al hablar con las mismas palabras no es mas que eso, una ilusión, pues de fondo lo asido
esta codificado interiormente por una red de sentidos, que no son solo formas de mirar al
mundo diferentes, si no, mundos diferentes. Tenemos de nueva cuenta, una falta de meta
criterios que vuelven a cada ontología particular de un individuo o colectivo
inconmensurables.
El sentido común de los conceptos es una ilusión, nos dice el autor: “de resabio platónico”
con las formas ideales a las que nos remitimos; no es así. Y teniendo en consideración los
condicionantes de la forma de conocer el mundo Feyerabend propone una aproximación
histórico-social del significado, cultural, podría decirse; esto nos remite al relativismo
cultural, donde la ciencia como forma de conocimiento no tiene ventaja visible, o mas bien,
conmensurable con otras formas de conocimiento, volviendo todos los marcos culturales,
ontologías axiológicamente aisladas, y las formas de conocimiento tradicionales vuelven a
tener validación, perdida la capacidad de la ciencia para falsearlas, así:
“para ver dioses se necesitan hombres convenientemente preparados. Las galaxias
no desaparecen cuando desaparecen los telescopios. Los dioses no desaparecen cuando los
hombres pierden la habilidad de entrar en contacto con ellos”.
Esto en el marco global, pero dentro del mismo conocimiento científico, los marcos de
regulación siguen existiendo, pro ya no tendrían un sentido racional del porque estar, mas
aun, remitiéndonos al análisis histórico de la ciencia, nos damos cuenta que una pluralidad
de métodos se dispusieron para el avance científico en casos paradigmáticos como los antes
mencionados del giro copernicano, o el rescate que los atomistas modernos hicieron del
atomismo clásico; ahora la proposición del “todo vale”, no suena fuera de lugar, o falta de
fundamentos.
Feyerabend como antropólogo cognitivo
la propuesta de Feyerabend, aun cuestionable como puede ser, cae menesterosamente en
manos de la antropología, pues la vuelta de la atención a los elementos socioculturales, y el
destronamiento de la ciencia occidentalmente entendida nos hacen mirar las otras formas de
conocimiento; en términos de etnografía cognitiva: los otros estilos cognitivos.
El estilo cognitivo alude al procesamiento de la información, o sea, los sesgos, criterios y
medios de organización de la información de su medio ambiente, y dentro de un estilo
cognitivo correspondiente a una comunidad especifica, varían igualmente los paradigmas,
estos entendidos como el producto de la información pasada por el estilo cognitivo, y se
caracteriza cada uno por: la cantidad de información que contiene, sus criterios de
selección, forma de organización de la información, sistema de prioridades, numero de
personas que lo construyen y el numero de personas con acceso a el.
así, podemos comprender una cultura a través de su modo de conocer el mundo, de su
epistemología características.
Conclusión
El pensamiento del significado de ciencia para Feyerabend es realista, en su sentido
descriptivo nos es útil reconocer la serie de sesgos y elementos de la ciencia que nos
enuncia, pero el que nos remita a la cultura y su diversidad, no topa de frente con el
problema del relativismo cultural en materia de cuestiones prescriptivas como la ética, la
legislación, la política, y si bien es rescatable su perspectiva de ver el mundo en torno a la
aceptación de la diversidad, debe revisarse y no ignorar la problemática ética del ejercicio
epistemológico, y la perspectiva de Feyerabend es un principio para no incurrir en el
etnocentrismo de la ciencia normal occidental, también nos deja a la deriva.

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