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Lealtad de Marca?
¡Bienvenidos a un nuevo episodio de nuestra serie sobre Branding! En él,
descubriremos qué es la lealtad de marca y por qué es importante
trabajar en su desarrollo. ¡Sigue leyendo!
El consumo de bienes origina una relación entre las compañías que los
venden o producen y sus consumidores. Cuanto más involucrados se
encuentren estos últimos con tu marca, mayor será su lealtad hacia
ella. En este post abordaremos este tema en profundidad. ¡Prepárate!
¿Cómo Desarrollarla?
El concepto de lealtad está íntimamente relacionado con el
de fidelización. Podemos decir que las diferentes acciones que una
marca desarrolla para fidelizar a sus clientes, tienen por
objetivo retenerlos y hacerlos más leales.
Desconocimiento
Momento en el que tus potenciales clientes no logran diferenciar tus
productos o servicios de aquellos provenientes de empresas
competidoras. Un mal posicionamientode marca puede ser el
responsable de esta situación.
Reconocimiento
En esta fase, tu marca ya se encuentra presente en la mente de tu
público. Al momento de tomar la decisión de compra, tus bienes son
tenidos en cuenta por ellos, aunque finalmente elijan el producto o
servicio de la competencia.
Preferencia
Luego de una experiencia positiva, los consumidores escogen tus
productos por sobre los de la competencia. Esto no significa que sus
elecciones serán siempre iguales, sino que pueden llegar a variar si es
que surgen productos competidores o se implementan nuevas acciones
de Marketing.
Lealtad
¡Esta es la fase preferida por cualquier empresa! Tus clientes optan
por tu marca y por sus bienes, aún luego de haber tenido problemas
con ellos o incluso en circunstancias en que un producto de la
competencia pudiera ser funcionalmente superior.
Mientras una marca premium estudia los gustos y las necesidades de sus
clientes para adaptarse a ellos, las marcas de lujo no siguen tendencias, sino
que propician que sus clientes se adapten a sus cambios.
En cuanto a la producción, si bien una marca premium suele utilizar acabados de calidad, no
opta por los más exclusivos ni extraordinarios. Por el contrario, la marca de lujo no escatima
en emplear lo mejor, aunque deba emplear materiales muy costosos y escasos para sus
productos.
Finalmente, mientras una marca premium estudia los gustos y las necesidades de sus clientes
para adaptarse a ellos, las marcas de lujo no siguen tendencias, sino que propician que sus
clientes se adapten a sus cambios. El lujo, pues, no se encuentra al alcance de cualquier
consumidor y tiene bastante antigüedad en el mercado. El concepto premium, por otro lado,
cuenta con una proyección más amplia de potenciales clientes y es de reciente creación, por
lo que será interesante ver cómo sigue desarrollándose a lo largo del tiempo.
Fidelización de clientes en la era digital
Por Sergio Cuervo el 19 de Abril 2017 3:37 PM
La fidelización es consecuencia de varias actividades. Primero hay que captar clientes, luego
retenerlos y en una tercera etapa fidelizarlos. Cuando se capta clientes, normalmente son nuevos.
Se los puede, pero quizá se trate de clientes que aprovechan algunas ofertas y así como están con
nuestra marca puede estar con otra.
La fidelización es algo más. Es cuando el cliente se identifica muchísimo con nuestra marca y al
tener esa identificación deja de ser consumidor, se llama prosumer. Es alguien que de todas
maneras nos va a comprar, que se identifica con la marca, la defiende, la recomienda y la
representa sin nada a cambio en las redes. Es decir, es un consumidor activo. Hay mucha
interacción a través de este usuario ya fidelizado.
La retención de clientes va de la mano con la experiencia que pueda tener el consumidor cuando
adquiere un producto o servicio. Si esa experiencia es satisfactoria, como en cualquier canal,
puede haber una recompra. Ciertamente, las organizaciones desarrollan diferentes actividades
como la emisión de puntos bonus, por ejemplo, que estimulan al cliente a seguir comprando.
Pero en el campo digital lo importante es que el cliente sea retenido y después fidelizado, no por
la oferta de una empresa sino por toda la experiencia que pueda recibir en ese canal.
La principal contribución de la marca digital es que permite tener una mejor relación con los
clientes. Si bien el canal digital ayuda en ese sentido, por sí solo no ayuda: debe responder a una
estrategia desarrollada en el área de marketing de cualquier empresa.
No podemos pensar que el canal digital servirá solamente para contactarnos, hay que ver cuál será
la contribución real del este canal. En algunos casos será retener clientes; en otros casos será el
fidelizar a un grupo en específico. Lo importante es que sea parte de una estrategia. De lo
contrario no funcionará
Muchas veces se dedica bastante atención a las actividades de comercialización en sí, lo que
implica, entre otras cosas, producción, embalaje, distribución, publicidad, etc. Si bien esto es
correcto, estas actividades no deben convertirse en un fin y no se debe olvidar que solo son un
medio para un propósito más grande.
Sin embargo, la fase de comercialización sí representa la fase terminal de un proceso que involucra
a los recursos de la empresa y sus funciones, enfocándolos en un fin estratégico: crear una
diferencia. Solo mediante la movilización de todas las fuentes internas de valor añadido, una
empresa puede diferenciarse de sus competidores.
No hay que olvidar que las marcas son consecuencia directa de la estrategia
de segmentación del mercado y diferenciación de productos.
Entonces, ¿qué significa realmente gestionar una marca?
Significa mucho más que solo dar un nombre y la señalización hacia el exterior. Se trata de
impregnar a los productos -o servicios de la organización- una huella: es decir, dotarlos de una
"filosofía".
Para lograr esto se requiere un largo plazo de participación y un alto nivel de compromiso,
recursos y habilidades por parte de la empresa y los trabajadores.
No hay que olvidar que las marcas son consecuencia directa de la estrategia de segmentación del
mercado y diferenciación de productos. La gestión de una marca, entonces, resulta en generar
propuestas de valor diferentes y relevantes para dichos segmentos.
En resumen, una buena gestión de marca tiene como objetivo cumplir de la mejor manera las
expectativas de los clientes, concentrándose en proporcionar de manera consistente la
combinación ideal de atributos -tanto materiales como intangibles, funcionales, emocionales,
visibles e invisibles- en condiciones económicas viables para sus negocios.
Una regla básica que toda marca debe seguir para consolidar su
posicionamiento en el mercado es la siguiente: cumplir su promesa.
Cuando una empresa rompe esta premisa, las repercusiones pueden
llegar a ser bastante graves. ¿Existe una solución para salir de esta
crisis?
El consumidor asocia las marcas de leches con características maternas y, por lo tanto, espera que
estos productos le brinden insumos de calidad y todos los ingredientes necesarios para la buena
nutrición de su familia. Más aún si les confieren la responsabilidad del cuidado de sus niños. Pura
Vida quebró esta promesa e instauró una gran duda en el consumidor y éste, al verse engañado,
arremetió dudando de la calidad, legitimidad e, incluso, de la veracidad de los argumentos
emitidos. ¿Cómo resolver, entonces, este problema reputacional?, ¿cómo puede Gloria subsanar
la ruptura de su promesa?
Sin duda, la solución no está únicamente en cambiar los detalles del etiquetado. La clave para
resolver esta crisis podría resumirse en tres puntos: comunicar, comunicar, y comunicar.
En el caso de Pura Vida, el consumidor percibió que la empresa omitió información para su
beneficio comercial. Ante este error, la solución radica en comunicar aquellas exigencias a través
de los mismos medios de comunicación empleados para la venta. En pocas palabras, las marcas
deberían utilizar el mismo esfuerzo que emplean en vender sus productos en comunicar sus
componentes, beneficios y los riesgos de su consumo.
Para revertir cualquier impacto mayor sobre el portafolio de Gloria, se debe diseñar una estrategia
de comunicación masiva e integral, donde se pida a los consumidores sinceras y profundas
disculpas y se renueve la promesa de la marca. Una especial mención merece la comunicación que
realizó Pilsen Callao en los años noventa: a través de un spot publicitario la marca reconoció la
producción de un lote defectuoso y ofreció disculpas públicas.
Las marcas deberían utilizar el mismo esfuerzo que emplean en vender sus
productos en comunicar sus componentes, beneficios y los riesgos de su
consumo.