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“PONER EN JUEGO EL
SABER.”
ALICIA FERNANDEZ.
CAPITULO 1: “Aprender es casi tan lindo como jugar”
(Silvina una niña, habla con una amiga del significado de la palabra “aprender” y
como sus papá es el que le enseña a andar en bicicleta). LEER el dialogo Pag.33
Enseñantes: Enseñar y aprender están imbricados, no puede pensarse uno si no
es en relación con el otro, pero para explicar que es aprender se necesita nombrar
primero a quien enseña 8en este caso al padre). Para llegar al “yo aprendí”, es
necesario partir de “él me enseñó”.
Entre el enseñante y el aprendiente se abre un campo de diferencias donde se
sitúa el placer de aprender. El enseñante entrega algo para poder apropiarse de
aquello, el aprendiente necesita inventarlo de nuevo.
Los objetos y máquinas pueden tener una función enseñante, la persona
enseñante con todas sus características singulares, más allá de sus cualidades
pedagógicas es prioritaria, porque más allá del contenido enseñado es cierto
molde relacional que se va imprimiendo sobre la subjetividad del aprendiente.
Para que la niña pueda apropiarse del placer de autoría Necesitó de un enseñante
que la invistiera de la posibilidad de ser aprendiente y le otorgara el lugar de sujeto
pensante.
Más que enseñar (mostrar) contenidos de conocimiento, ser enseñante significa
abrir un espacio para aprender. Espacio objetivo-subjetivo donde se realizan dos
trabajos simultáneos.
Construcción de conocimientos.
Que es la inteligencia.
La clínica viene de la palabra griega Klinein, que quiere decir cama. El clínico
es el médico que está al pie de la cama.
Un enfoque clínico es un enfoque que se preocupa por entender a un sujeto, o
un tema singular. Esto quiere decir que la palabra clínica remite a dos cosas:
por un lado una escucha particular de lo que siente un sujeto, y en segundo
lugar la posibilidad de teorizar de manera suficiente lo que se conoce y lo que
se comprende de los sujetos, modelos teóricos del funcionamiento del sujeto
como tal.
Construcción teórica.
Importancia de la pregunta.
Saber- conocer:
La Inteligencia Atrapada.
Quizás si los adultos escucharan las ganas de saber de los niños, podrían
favorecer las experiencias placenteras con el aprender, que no son otra cosa
que la posibilidad de que el sujeto se encuentre autor. Y entonces el amor al
saber permitirá mantener la pulsión de investigación incluso cuando contacte
con el dolor y el sufrimiento de las carencias necesarias e innecesarias,
permitiendo que la pulsión de saber opere, aun a pesar de……
El aprender supone dos instancias: el elegir y el poder hacer uso del saber, es
decir poner en juego el saber.
Conocimiento e información.
En psicopedagogía no se habla tanto de los conocimientos sino del conocer. La
información que está afuera del sujeto se transforma en conocimiento para el
sujeto cuando el llega a conocerla. La información es siempre un dato
terminado, recortado y recortable, separado de la persona que lo produjo. En
cambio el conocer es un proceso que si bien es consciente y trasmisible a
través principalmente de conceptos (conocimientos), tiene su frontera menos
definida.
Cuando transmitimos un conocimiento , para nosotros es construcción, pero
cuando lo transmitimos se transforma en una enseña que aparece como
información. A partir de allí el aprendiente precisará construir conocimientos.
Pero para hacer esta producción de conocimientos a partir de la información
que da el enseñante, necesitará recurrir a su propio saber que será lo que va a
dar sentido a aquella información.
Los niños preguntan, más aún son pregunta. Hay que devenir niños para
escucharlos.
Los niños se resisten más que los adultos a los moldes que ciertos
especialistas pretenden imponerles . no deberían usarse términos como
psicótico o afásico, etc. para encuadrar a las personas. Pero cuando se trata
de un niño por ej. cuando se lo califica “psicótico”, el niño disecado en ese
concepto inquirirá constantemente a su acechador haciendo preguntas de que
es?. O el niño desatendido calificado ADD inquietará a quienes aún conservan
algo de quietud por lo humano. Y el niño con problemas de aprendizaje
denunciará que el fracaso que están viendo es el reflejo del fracaso de la
enseñanza.
Porque el niño es devenir. Devenir que es construcción construyente,
participando en esta construcción no sólo el niño sino también la realidad
enseñante en la que está inserto.
Pensar y responsabilizarse.
Pensable – pensado.
No pensable diferente a impensable.
Para poder pensar las situaciones deben ser plausibles de ser pensadas. Es
decir pensables.
Un no-pensable se establece a partir de un momento importante de angustia
que puede cubrir, tapar, bloquear, inhibir o perturbar el deseo de conocer.
Un no pensable no es lo mismo que un impensable. Los impensables
conectan con los límites necesarios e intrínsecos a la propia capacidad del
pensamiento. Los impensables posibilitan el pensar.
Por el contrario los no pensables, no son límites sino que funcionan como
agujeros, espacios vacios y vaciadores. Imponen una prohibición de pensar.
NO-PENSABLE = impensable
Impone una prohibición de Conecta con los límites del
pensar. Se llena el espacio pensamiento humano.
del deseo de aprender con la Propicia pensar. Invita a
angustia desplazada de otro pensar.
lugar.
CAPITULO 6: “Autoría de pensar”.
“ La autoría de pensamiento supone diferenciación, agresividad saludable,
re-vuelta intima, y a partir de ello posibilidad de rencuentro con el otro. Acceso al
nosotros”
Alicia
Fernández.
Un maestro, un psicopedagogo no puede hacer por los otros lo que no hace por sí
mismo. Por lo tanto para favorecer espacios de autoría de pensamiento (tarea del
maestro y también del psicopedagogo) y para destrabar las condiciones de su
culpabilización o mutilación (tarea del psicopedagogo) ambos necesitarán estar
favoreciendo continuamente los espacios propios de autorizarse a pensar y
conseguir sentir placer, y sentirse vivos a partir de ese trabajo consigo mismo.
El niño que comete actos agresivos y crueles de manera habitual está indicando
un déficit en su experiencia lúdica, está denunciando la fragilidad del espacio que
le fue dado para mostrar que puede.
Un niño al que no se le permite mostrar y mostrarse que es lo que puede, tendrá
dificultades para realizar un trabajo y un aprendizaje creativo.
Diferencio la agresividad necesaria y sana de la agresión patógena. La primera
puede mediatizarse y abre el espacio a lo simbólico.
La agresión como actuación agresiva, bloquea el espacio de creatividad y autoría.
La agresividad forma parte del impulso hacia el conocer, mientras que la agresión
dificulta la posibilidad de pensar.
La agresividad puede estar al servicio de la autoría del pensamiento y más aún,
para ser autor de su propio pensamiento el individuo requiere un quantum de
agresividad. La agresión puede estar al servicio de la inhibición o de la destrucción
del pensamiento.
Aprender a pensar tiene que ver con aquella posibilidad, o fuerza, que Freud
llama: 2deseo hostil diferenciador”, este puede colocarse al servicio de la
diferenciación sujeto/otro, dando así posibilidades creativas. Cuando no encuentra
materia para trabajar, se vuelve contra sí mismo como inhibición cognitiva,
culpabilizando el propio acto de pensar.
Un niño de un año y medio quiere subir a una silla y lo está intentando con
dificultad. Su padre lo levanta y lo sube a la silla. El niño se muestra insatisfecho.
Hay sugerencias pedagógicas como “ hay que dejarlo que los niños hagan la
experiencia, hay que acompañarlos a hacer y no hacer por ellos”
Psicopedagógicamente necesitamos estudiar la relación entre reconocimiento de
autoría y vivencia de satisfacción. Cuestión que nos lleva a analizar la importancia
de la pulsión de dominio.
Veamos otra escena: un niño pequeño intenta colocar una silla sobre otra, para
alcanzar un juguete, tastabilla y cae. Va llorando hacia el adulto que lo acompaña.
Imaginemos respuestas posibles.
Rpta A: siempre llorando si te quedaras quieto no te lastimarías.
Rpta B: Lo toma en brazos, lo consuela, y lo lleva a ver otra cosa, le habla sobre
un objeto nuevo ,para hacerle olvidar la frustración.
Rpta C: lo toma en brazos y le trae el juguete que quería.
Rpta D: lo toma en brazos, le dice vamos a ver que pasó, querías agarrar ese
juguete? Vamos a poner de nuevo las sillas, pero esta abajo que es más grande
para que vos puedas subir y agarrar el sujeto.
Imagino aquel nieto de Freud con sus dos años, jugando mientras su abuelo
escribía. Jugaba a arrojar juguetes a veces los atraía hacia sí. Estaban
experimentando el placer del dominio, como lo intentan hacer todos los niños y
niñas. Él era el autor de aquel movimiento que el juguete toma cuando comienza a
volar.
Cuantas veces los padres y maestros repiten, “no toques y cuantas veces el niño
se esfuerza por ejercitar su pulsión de dominio” Nuestra sociedad tecnificada,
cada vez deja menos espacio para que los niños pidan tomar los objetos. Tantos
niños, literalmente encerrados en departamentos, inhibidos en su pulsión de
dominio, hipoactivos por obediencia al televisor, luego van a ser diagnosticados de
hiperactivos.
La alegría del encuentro con la autoría.
La alegría nos permite diferenciar del dolor, incluye un límite entre el sentimiento
que nos embarga y nosotros mismos y sólo desde allí se puede hacer pensable el
dolor. Sin alegría el dolor se hace impensable, porque no se diferencia de uno.
Sabemos que el pensar abre un espacio
“entre”, entre el sujeto y lo pensable. La alegría abre ese espacio.
Tanto en psicopedagogía como en educación precisamos construir (en el primer
caso) y apelar 8 en el segundo) a la alegría.
Hoy más que nunca se hace imprescindible recuperar la alegría como modo de
establecer espacios donde la autoría de pensamiento pueda desmarchitarse.
Los psicopedagogos deben estar alertas ante la imposibilidad del niño de estar a
solas, sin exigir nada y trabajar con ello, para lo cual necesitará conectarse con su
propia capacidad de estar a solas, y dejar aparecer ese espacio “entre”: espacio
desde donde emergerá el jugar y la autoría.
Para comer una manzana necesito primero registrar la señal de hambre, luego
preciso elegir, hambre de que? Si bien gramaticalmente esta pregunta puede estar
mal formulada, desde el punto de vista subjetivante del aprendizaje, pasa a ser
fundamental.
El niño dice tengo hambre, y su mamá pregunta ¿que querés comer?. Escena
simple que nos permite ver como entre el registro de la necesidad y su
enunciación se establece el elegir, aun antes de la satisfacción.
Ricardo Rodulfo dice;
“ Desarrollo y despliegue de la vivencia de satisfacción, punto de
partida de la vida psíquica al inscribir paso a paso, el cuerpo en el registro, el gran
registro, del principio del placer/displacer . Personalización implica que entre un
cuerpo enteramente ordenado por lo biológico y sale un cuerpo bautizado por las
marcas del placer/displacer que ya requiere del orden simbólico para ser pensado
y para resolver alguna de sus perturbaciones más tempranas……”