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Martes, 31 de mayo de 2016

Universidad Autónoma de Entre Ríos


Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales
Materia: Taller de expresión oral y escrita.
Profesores: Iván Stiefel, Carla Benisz.
Trabajo II | Autor: Mariano E. Rodríguez | Carrera: Prof. en Lengua y Literatura.

1) Explicar cómo Beaugrande y Dressler incluyen en su explicación del texto, el criterio de


coherencia (como uno de los 7 criterios de textualidad). Comparar esta concepción con el modo
en que se interpreta la coherencia en el apunte de cátedra “Aproximaciones a la noción de texto”.
Incluir en la explicación por qué el contexto interviene en la coherencia textual.

Wolfgang-Dressler afirman que la ciencia del texto debe describir características comunes y
diferencias entre los distintos tipos de texto: “un texto es un acontecimiento comunicativo que
cumple siete normas de textualidad” (Beaugrande-Dressler 1981). Si estas reglas no están
presentes en el texto, entonces éste no constituiría un elemento comunicativo. Para los autores, el
texto es el resultado de un proceso comunicativo que no puede prescindir ni de los aspectos más
estrictamente lingüísticos, ni de los aspectos relativos al contexto de producción. Dicho proceso
comunicativo está encaminado a comprender las actitudes de quien lo produce y de quien lo
recibe, así como el marco comunicativo.

El estudio de las unidades para el análisis del texto es una cuestión central en la investigación. Sin
embargo, ésta no presenta el fin primordial del planteamiento de Beaugrande y Dressler en la
lingüística general. Esto no significa que la lingüística textual pertenezca necesariamente al
dominio de la ejecución; si por ejecución se entiende la sistematicidad y exclusividad que
caracterizan a los eventos comunicativos concretos. Al contrario, la investigación de los principios
generales y de procesos mentales subyacentes a la producción y recepción del texto nos conduce a
una "competencia de la ejecución", que en la ejecución encuentra su propia actualización.
El texto se define como una unidad comunicativa que satisface siete criterios de textualidad: 1)
cohesión, 2) coherencia, 3) intencionalidad, 4) aceptabilidad, 5) informatividad, 6) situacionalidad,
7) intertextualidad
COHERENCIA
La coherencia es la conexión que produce algo fuera del texto. Este "algo" es habitualmente el
conocimiento que se supone que tiene el oyente o lector, es la norma que nos permite concebir el
texto como una entidad unitaria, de manera que las diversas ideas secundarias aporten
información relevante para llegar a la idea principal, de forma tal, que el lector pueda encontrar el
significado global del texto; es una propiedad que se encuentra en los textos bien formados. Del
mismo modo que los diversos capítulos de un libro que, vistos por separado, tienen significados
unitarios y se relacionan entre sí. También las diversas secciones o párrafos se interrelacionan para
formar capítulos, y las oraciones y frases para formar párrafos.

Encontramos los conceptos primarios como los objetos, situaciones, acontecimientos y acciones.
Después están los conceptos secundarios como el estado, el agente, el objeto de la acción, la
relación, el tiempo, el atributo, la localización, el movimiento, el instrumento, la causa, la cantidad,
la modalidad, etc. Existen también esquemas que funcionan como centros de encuadramiento de
determinados conocimientos y que, por su alta frecuencia, se memorizan y permiten efectuar
alguna previsión sobre el sentido que deben recibir algunos conceptos introducidos en el texto. Se
trata de los "marcos" (por ejemplo, "fiesta de cumpleaños") en los que se indican algunas
relaciones típicas aunque no su frecuencia, los guiones (por ejemplo, "en el restaurante") o
también los esquemas fijos que contienen información sobre determinadas secuencias de
acontecimientos. Si un texto proporciona un sentido mediante la interacción, entre los
conocimientos introducidos y los conocimientos memorizados, el estudio de la coherencia textual
se relaciona con el estudio de la psicología del conocimiento y revela la naturaleza del texto como
producto de actividades cognitivas.

Sin embargo, debemos afirmar que la coherencia no se consigue sólo mediante la realización
homogénea de la superficie textual, sino también de acuerdo a su realización adecuada al contexto
específico donde sucede. Es decir, un texto coherente en determinado contexto específico, puede
no serlo en otro contexto. En este sentido, algunos autores incorporan a la definición de texto la
idea de lenguaje en uso, ya que “su constitución depende de una situación comunicativa en la que
los participantes, por ser usuarios de la lengua, interactúan de un modo determinado, con una
finalidad específica y dentro de una comunidad particular” (Menéndez 2006). En base a lo
mencionado anteriormente podemos afirmar que la noción de texto resulta indisoluble respecto
de la noción de coherencia, pues es ésta su propiedad fundamental. Para que un conjunto de
oraciones constituya un texto coherente, es necesario además establecer ciertas operaciones que
refieren fundamentalmente a las posibilidades que existen de relacionar léxica y gramaticalmente
elementos constituyentes de un texto. Esta característica se denomina cohesión.

De Beaugrande-Dressler definen la cohesión como algo que concierne el modo en que los
elementos del texto están relacionados entre sí "en superficie", tal como los percibimos. El grado
de cohesión textual se manifiesta en la sintaxis superficial del texto: la repetición de algunos
elementos en forma de pronombres, las paráfrasis, la unidad temporal-aspectual, los paralelismos.
Son todos ellos, fenómenos que garantizan la cohesión del texto (el estudio más completo sobre
fenómenos de cohesión es obra de Halliday y Hasan 1976). Desde la perspectiva de estudio de
Beaugrande-Dressler, tiene sentido preguntarse cuál es la función cognitiva de la cohesión textual.
La mente humana tiene una capacidad limitada de retener en la memoria operativa (o de trabajo)
los elementos que percibe por vía óptica o acústica. Estos elementos se organizan
provisionalmente según su distribución superficial y la importancia que les atribuye la sintaxis. No
se analizan en relación con los conocimientos del mundo depositados en la memoria humana. Los
instrumentos que garantizan cohesión al texto son medios que contribuyen a la economía de la
operación y permiten analizar de la forma más rápida posible el texto en cuestión.
Así, por ejemplo, la distribución de los artículos determinado e indeterminado ayuda al
lector/oyente a buscar respectivamente atrás o adelante la información a la que se refieren,
mientras las distintas formas de anáfora referidas al sujeto gramatical de la primera frase del texto
siguiente permiten identificarlo como tema constante:
"Sobrevino de repente un elefante. El paquidermo avanzaba lentamente hacia nosotros, que lo
teníamos a poca distancia. Sólo cuando lo vimos dar media vuelta no nos sentimos completamente
a salvo. Un animal de esas dimensiones siempre produce respeto".

La cohesión es, por lo tanto, un concepto relacional: no es la presencia de una clase particular de
elementos lo que es cohesivo sino la relación entre ese elemento y otro (Menéndez. 2006). El
modo en que esas relaciones se materializan, se produce a partir de lo que se conoce como
recursos cohesivos, y que se detallan a continuación:
a) Referencia: consiste en reemplazar una palabra ya expresada en el texto por otra que se refiere
a ella. Para esta función utilizamos principalmente los pronombres (personales, posesivos y
demostrativos). El pronombre funciona, entonces, como una instrucción de búsqueda, ya que nos
obliga a buscar en el texto la expresión a la que se refiere. Veamos un caso: (…) El ciclo celular se
divide tradicionalmente en varias etapas diferentes. Una de ellas, conocida como mitosis,
corresponde a su división para originar nuevas células. Como vemos, el pronombre ‘ellas’ refiere a
‘etapas’, en este caso, se reemplaza el sustantivo por un pronombre personal para evitar
reiteraciones que podrían atentar contra la coherencia textual. Para poder poner en práctica
tanto la interpretación como la producción de referencias, es necesario identificar los pronombres
ya que esto nos permitirá reconocer el recurso cohesivo con facilidad.
b) Elipsis: este procedimiento consiste en omitir una palabra o frase que ya fue dicha y que
sabemos que el lector u oyente puede reponer mentalmente. Lo usamos para evitar reiteraciones,
aligerar la información y evitar confusiones. Las elipsis pueden ser nominales o verbales.
c) Conectores: son nexos que nos permiten reconocer relaciones entre las ideas expresadas en un
texto. Existen muchas clasificaciones de conectores realizadas por diversos lingüistas. De acuerdo a
los objetivos introductorios que se plantean en este taller, tomaremos esta simple clasificación.
d) Sinonimia: consiste en sustituir un elemento por otro que pueda funcionar como sinónimo
debido a su significado equivalente dentro del texto. De esta forma, continuamos con el tema del
texto y evitamos repeticiones innecesarias.
Es importante volver a destacar, que dentro de esta perspectiva, la coherencia, por ser la
propiedad que permite definir el texto, no es una propiedad discreta sino gradual. A diferencia de
otros autores, la coherencia no sería una propiedad más entre otras, que, de no cumplirse,
invalidaría la construcción de un texto. Es decir, desde esta postura, un texto no es coherente o
incoherente en términos absolutos, sino que reconoce diferentes grados de coherencia de acuerdo
al mayor o menor logro de las propiedades anteriormente mencionadas.

2) El siguiente texto presenta problemas gramaticales de concordancia; y normativos de


dequeísmo (queísmo) y uso de gerundios. Indicar los problemas detectados y luego reescribir el
texto.

CONCORDANCIA | DEQUÍSMO | GERUNDIOS

(Existe) Existen una cantidad significativa de teorías que orientan el estudio de la


lengua hacia el aprendizaje de un conjunto de nociones gramaticales o literarias y
olvidan los aspectos sociales y culturales en el que el lenguaje se despliega.
Actualmente resulta claro (que) de que este tipo de estudios es insuficiente. Los
investigadores actuales no dudan que el contexto moldea de algún modo la manera
en que el lenguaje se expresa, es decir, las condiciones inmediatas y la intención del
escritor, (intervienen) interviene en el producto textual definitivo.
Sin embargo, las teorías mencionadas tuvieron su auge durante las décadas del 60 y
70 ocupando la totalidad del escenario de las investigaciones lingüísticas y literarias
(de aquel tiempo) de aquellos tiempos. El estructuralismo la presentaba como la
única posibilidad de análisis. No obstante, (hubo) hubieron otras teorías, ya en esos
momentos, que incluían el estudio del contexto en el análisis lingüístico. Estas
corrientes teóricas cambiaron la perspectiva anterior enfocando los estudios hacia
lo que se conoce como el uso del lenguaje. Hoy en día un amplio conjunto de
lingüistas, están seguros (de) que ambas perspectivas pueden complementarse
perfectamente.

3- Leer “Aprender escribiendo” (2000) de Maite Alvarado y resolver las siguientes


consignas
a- En las oraciones subrayadas se utiliza el recurso cohesivo de referencia: identificar a
través de qué clase de pronombres se realizan e indicar a qué se hace referencia.
b- Transcribir un fragmento en el que se observe una elipsis nominal, y otro en el que se
observe una elipsis verbal. Reponer entre paréntesis la información elidida.
c- a) identificar qué clase de conectores son los destacados en negrita y reescribir los
párrafos con otros conectores de significado equivalente.
d- Reescribir el último párrafo mediante la utilización de 5 sinonimias.

Aprender escribiendo

A diferencia del habla, que el niño aprende espontáneamente en los intercambios cotidianos
con los adultos, la escritura requiere un proceso sistemático de enseñanza, hasta tal punto que hay
una institución, la escuela, especializada en enseñar a leer y escribir. Se trata de un entrenamiento

costoso y las dificultades que plantea * (la escritura) se relacionan, en cierta medida, con el tipo de
comunicación que crea la escritura. (ELIPSIS NOMINAL)
La escritura crea una comunicación diferida y a distancia, en ausencia del destinatario. Lo
que significa que, al comunicarnos por escrito, dependemos exclusivamente del lenguaje, ya que
PUESTO QUE (CONECTOR CAUSAL: Relación de causa – consecuencia) no hay un contexto
extraverbal compartido con el lector y, por lo tanto, POR ENDE (CONECTOR CAUSAL: Relación de
causa – consecuencia) no existe la ayuda de los gestos y de la entonación, que completan el
significado de las palabras en la comunicación oral. Además, ES DECIR (CONECTOR ADITIVO:
Añade información) como el destinatario no está presente, es necesario imaginar cuáles son sus
intereses, sus conocimientos, qué es lo que puede y lo que no puede entender. Es decir, EN OTRAS
PALABRAS (CONECTOR ADITIVO: Añade información) hay que hacer un esfuerzo para construir
mentalmente a ese destinatario, ese lector que no está enfrente y del que no se recibe ninguna
señal que permite ir controlando si está de acuerdo, si le interesa o si comprende lo que lee.
Entonces, POR LO TANTO (CONECTOR CAUSAL: Relación de causa – consecuencia) el hecho
de que la comunicación escrita sea diferida y a distancia plantea, como primera dificultad, la
necesidad de construir una representación mental del lector al que se destina el texto (…)
La otra dificultad es que el significado del texto escrito descansa sólo en el lenguaje. ¿ Qué
consecuencias tiene esto?1 Por una parte CON RESPECTO A (ORDENADORES DE INFORMACIÓN:
Orden en la presentación del discurso), las palabras que se utilizan en los textos escritos suelen
ser más precisas que las que se usan al hablar 2. Por otra parte, EN CUANTO A (ORDENADORES DE
INFORMACIÓN: Orden en la presentación del discurso) al escribir se respeta más la norma, se
usan oraciones completas porque cuando se usa una palabra en un texto escrito hay que prever
qué significado le va a dar el lector para evitar de antemano malentendidos, y proporcionar la
mayor cantidad de ayudas que sea posible para facilitar u orientar la interpretación. Por eso, O SEA
(CONECTOR ADITIVO: Añade información) al escribir nos volvemos más conscientes del lenguaje,
de sus limitaciones y de sus posibilidades.3 Y como disponemos de más tiempo, podemos controlar
mejor lo que decimos que cuando nos comunicamos oralmente. Controlar quiere decir tanto
pensar lo que queremos decir como tachar, corregir, borrar.
Los escritores entrenados hacen borradores, releen, evalúan lo ya escrito y reescriben
teniendo en cuenta las características del lector al que se dirigen, el tema que tratan y el género en
el que se expresan (…) La comunicación escrita brinda una posibilidad mayor de reflexionar sobre

el propio discurso. Y es importante aprovechar esta ventaja *(posibilidad mayor de reflexionar


sobre el propio discurso), sobre todo teniendo en cuenta que, una vez que el texto se pone en
circulación, ya no es fácil rectificarlo.
Los escritores entrenados REALIZAN UNA SERIE DE PASOS, CONSIDERANDO las
características del lector al que se dirigen, el tema que tratan y el género QUE UTILIZAN (…) LA
ESCRITURA brinda una posibilidad mayor de reflexionar sobre el propio discurso. Y es
importante aprovechar esta ventaja*(posibilidad mayor de reflexionar sobre el propio discurso),
EL HECHO QUE, una vez que el texto se pone en circulación, ya no es fácil rectificarlo

Alvarado, Maite. En: Revista El Monitor, 3º trimestre. 2000 (fragmento)

1
ESTO: Pronombre DEMOSTRATIVO; 3º persona. Refiere a que el significado del texto escrito descansa sólo
en el lenguaje.
2
LAS: Pronombre PERSONAL; 3º persona. Refiere a las palabras.
3
NOS: Pronombre PERSONAL; 1º persona. Refiere a al hecho de uno, volverse consciente del lenguaje,
limitaciones y posibilidades

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