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1.

Marco Teórico

1.1. Antecedentes
Según el concepto de Isenberg (1987) “…El texto es la forma primaria de
organización en la que se manifiesta el lenguaje humano. Cuando se produce
una comunicación entre seres humanos es en forma de textos. (...) Un texto es,
en consecuencia, una unidad comunicativa, o sea, una unidad en la que se
organiza la comunicación lingüística…”, y según la definición de la RAE:”
Enunciado o conjunto coherente de enunciados orales o escritos." Podemos
decir que: el texto surge con la creación del lenguaje humano.

La necesidad del hombre por dar duración a sus pensamientos, transmitir ideas
de una generación a otra sin que se pierda en la corriente de la tradición oral, y
en el caso de Mesopotamia por registrar las transacciones comerciales de la
época, dan origen a la escritura en esta zona del actual Irak.

La escritura, desarrollada por los sumerios, aproximadamente 3000 años


a.C.es uno de los descubrimientos más valiosos de la humanidad, gracias a
ella nace la historia, como ciencia, pues ahora se puede estudiar a las
sociedades humanas que nos han dejado sus testimonios a lo largo del tiempo
a través de los textos.

La palabra texto proviene del vocablo latín textus que significa “tejar,


entrelazar”. Es una serie de enunciados unidos mediante diferentes enlaces de
tipo léxico, gramatical y lógico, éstos pueden ser orales o escritos.

Muchas lenguas tienen textos orales y no tienen textos escritos. Por lo tanto,
se dice que los orales son PRIMARIOS y los escritos SECUNDARIOS.

Para que un texto sea llamado como tal debe estar organizado y poseer una
estructura, para De Beaugrande-Dressler (1981), el texto es el resultado de un
proceso comunicativo que no puede prescindir ni de los aspectos más
estrictamente lingüísticos ni de los aspectos relativos al contexto de
producción. Dicho proceso comunicativo está encaminado a comprender las
actitudes de quien lo produce y de quien lo recibe, así como el marco
comunicativo. El texto se define como una unidad comunicativa que satisface
siete criterios de textualidad: cohesión, coherencia, intencionalidad,
aceptabilidad, informatividad, situacionalidad e intertextualidad.

2. Bases Teóricas
2.1. Criterios de textualidad
Todo producto de un discurso es susceptible de ser texto siempre que se
cumplan las condiciones o criterios de textualidad que son reconocidas
implícita o explícitamente por los hablantes y permiten que ese producto
verbal sea un texto.

Criterios de textualidad
Constitutivos Regulativos
Según el texto Según el usuario

Cohesión Intencionalidad Eficiencia Efectividad


Coherencia Aceptabilidad Adecuación
Informatividad
Situacionalidad
Intertextualidad

La comunicatividad de un texto está determinada por esos criterios y


depende de otros tres principios a los que se denomina regulativos: la
eficiencia (menor grado de esfuerzo que realizan los participantes de la
comunicación en su uso), la efectividad (si el texto ejerce una gran
influencia, si logra el efecto que se propuso) y la adecuación
(correspondencia del texto entre su contexto y la manera en que sostienen
en él los criterios de textualidad).

Según el texto

2.1.1. Coherencia
Refiere a la organización del texto, a la estructura, donde conceptos
y relaciones son relevantes recíprocamente
Un texto es coherente si tiene un asunto o un tema, una unidad
temática donde los enunciados del texto tienen relación con un tema
central. Si no podemos decir de qué se trata es un texto incoherente.
La coherencia permite que un texto sea una unidad. Para ello
seleccionamos y organizamos las ideas. Para que haya coherencia el
texto debe tener un orden lógico, una estructura lógica, las ideas se
ordenan y establecen según un orden de algún tipo: jerárquico, de
importancia, cronológico. El uso de las palabras debe ser apropiado
atendiendo a su significado.
Para que un texto sea coherente los conceptos presentes en el texto
deben establecer diferentes relaciones:

 Temporalidad
 Causa efecto
 Sin contradicciones internas

2.1.2. Cohesión

Manera en que los componentes del texto superficial están


relacionados entre sí. La cohesión en un texto se produce por
mecanismos o recursos que se utilizan. Estos mecanismos conectan
ideas dentro de un texto.

A. La elipsis: Llamamos elipsis a la supresión de algún elemento léxico del


enunciado sin que se altere su sentido. Los elementos léxicos omitidos
pueden ser palabras, sintagmas u oraciones. Por lo general, la elipsis se
deduce lógicamente de la información precedente que indica que se ha
omitido algo. Lo que se ha suprimido -el contenido de la elipsis- no siempre
carece de importancia. De hecho, esta supresión se realiza frecuentemente
en dos circunstancias:

Cuando un elemento léxico ha aparecido antes en el texto y es fácilmente


identificable. Este es el caso, por ejemplo, de la omisión del sujeto en una
oración cuando en ella se sigue hablando del mismo sujeto de las oraciones
anteriores.

 Ejemplo: La profesora llega al instituto. Deja el bolso en la sala


de profesores y entra en el aula.

Cuando un elemento léxico se deduce fácilmente por el contexto verbal.

 Ejemplo: Ya sabes, despacito y en voz bien alta.

En este ejemplo, extraído de un texto que refleja el ámbito escolar, se ha


omitido la forma verbal lee, deducible por el contexto (antes el maestro
había dicho: Bien, y ahora vamos a empezar un poema).
También es una práctica bastante corriente elidir acontecimientos
importantes en el desarrollo de una historia. En los textos literarios se
encuentran con frecuencia saltos en el tiempo con los que el autor corta el
desarrollo de la acción y la reanuda después prescindiendo de lo sucedido
en ese intervalo. Cuando esto ocurre se pueden buscar los motivos de la
elisión por parte del autor: en ocasiones se trata de un hecho doloroso, de
difícil expresión verbal, en otras simplemente sirve para presentar la
información de forma enigmática y misteriosa.

 Ejemplo: Cuando Malena volvió a Buenos Aires un año después,


todo había cambiado.

B. La deixis: Es la función representada por ciertos elementos lingüísticos,


que consiste en señalar o designar algo presente entre los hablantes o en
el enunciado. En todas las lenguas existen determinadas formas que sirven
para hacer referencia a los diferentes elementos que aparecen en una
situación. En español, por ejemplo, esto se realiza a través de unos
elementos denominados deícticos, que pueden ser pronombres personales,
demostrativos o posesivos, e incluso adverbios de lugar y de tiempo.

Los deícticos se usan con mucha frecuencia, tanto en el discurso oral como
en el escrito, de manera que aparecen en más del 90% de las oraciones de
cualquier lengua. Existen diversos tipos de deixis según el término al que se
refieran. Podemos encontrar deixis social cuando la expresión alude a un
participante de la conversación, personal, de lugar y de tiempo.
La deixis funciona a través de dos mecanismos distintos, la anáfora y la
catáfora; ambos se utilizan en el discurso para hacer referencia a algún
elemento presente en el mismo.

a. Denominamos anáfora al fenómeno por el que una palabra remite a


un elemento anterior del discurso, al cual representa.

 Ejemplo: Tenemos un nuevo compañero. Es una alegría para


todos y vamos a recibirlo con un aplauso.

Las palabras anafóricas son unidades gramaticales sin significado


propio. Su significado viene dado, precisamente, por el elemento
léxico al que hacen referencia. Así, en el ejemplo anterior, lo remite a
un nuevo compañero. Las palabras que con mayor frecuencia
funcionan como términos anafóricos son los pronombres personales,
algunos demostrativos y posesivos, los relativos y los adverbios que
tienen un valor referencial (aquí, allí, entonces...).

b. La catáfora es el fenómeno que consiste en anticipar una parte del


discurso aún no anunciada.

 Ejemplo: Me dijo lo siguiente: que renunciaba.

En este ejemplo, lo siguiente adelanta al receptor información que


aparece después.

C. Las relaciones léxico-semánticas entre enunciados: En los textos se


pueden identificar varias clases de palabras esenciales para expresar el
significado contenido en el mensaje que se transmite. Así, por ejemplo, los
sustantivos expresan realidades concretas o ideas abstractas; y los
adjetivos explican y describen las cualidades de los sustantivos a los que
acompañan. Para que los textos cumplan los requisitos de adecuación,
coherencia, cohesión y corrección, deben contener un vocabulario rico,
variado, adecuado, preciso y propio.

Desde el punto de vista del significado, las palabras que componen los
enunciados se relacionan de muy diversas maneras. Se pueden sustituir
con el fin de dar mayor variedad a la expresión de un mismo concepto o
repetir para dotar al texto de unidad.

D. La sustitución: Las relaciones léxico-semánticas entre enunciados de un


texto se manifiestan especialmente mediante el fenómeno de la sustitución
de un elemento léxico por otro equivalente. Esta sustitución se produce,
sobre todo, en dos circunstancias:

Cuando entre los dos elementos léxicos -el que sustituye y el sustituido-
existe alguna relación de contigüidad (como puede ser la que se da entre el
todo y sus partes) o de semejanza.

 Ejemplo: El funcionario tenía la cara de perro. El perro nos


miraba con desconfianza.

La sustitución debida a la contigüidad o semejanza es el principal


mecanismo de creación de las metáforas.
Cuando entre los dos elementos léxicos -el que sustituye y el sustituido-
hay alguna relación de significado (sinonimia, antonimia, hiperonimia...).

 Ejemplo: Me envolvió con su chaquetón. Era una prenda amplia.

E. La recurrencia léxica: La recurrencia léxica consiste en la repetición de


una misma palabra en diferentes enunciados de un texto. Constituye uno de
los elementos fundamentales para que se cumpla el requisito de la
cohesión textual.

 Ejemplo: Inés se había comprado un vestido para la fiesta.


Estaba convencida de que sería el vestido más bonito de todos.

La recurrencia léxica se puede entender también como figura retórica.

F. La recurrencia semántica: En el texto aparecen reiteradamente elementos


de cohesión semántica, relacionados con el significado de las palabras que
aparecen en el mismo. Las relaciones de significado entre términos pueden
ser de cuatro clases: sinonimia, antonimia, hiperonimia o hiponimia.

a. Sinonimia. - Dos términos son sinónimos cuando en un determinado


contexto son intercambiables sin que varíe el significado del
enunciado.

 Ejemplo: Agustín empezó / comenzó la lectura del poema.

Algunos sinónimos son intercambiables en todos los contextos y, por


tanto, son términos que tienen exactamente el mismo significado.
Pero lo normal es que dos términos sinónimos tengan algunas
acepciones comunes y otras diferentes y, por eso, no se puedan
intercambiar en todos los contextos. La palabra maestro, por
ejemplo, se puede sustituir por profesor en El maestro me sacó a la
pizarra (El profesor me sacó a la pizarra), pero no en Velázquez fue
un maestro en el uso del color (*Velázquez fue un profesor en el uso
del color). Así pues, la sinonimia consiste en la identidad total o
parcial del significado de dos palabras.

En los textos es muy frecuente sustituir una palabra por un sinónimo


o por una expresión sinónima.
 Ejemplo:
a. Oí las risotadas de los otros chavales.
b. Sus carcajadas sonaban en mis oídos como
latigazos.

b. Antonimia. - La antonimia es la relación que se establece entre


aquellas palabras del texto que tienen significados opuestos.

 Ejemplo: Pedro guardaba un recuerdo bueno del viaje de fin


de curso. Marta tenía uno malo.

c. Hiperonimia e hiponimia. - Se dice que un término A es hiperónimo


de otro término B cuando A nombra el género o la clase a la que
pertenece lo nombrado por B. Por ejemplo, flor es hiperónimo de
rosa, y mueble es hiperónimo de mesa. Y, a la inversa, decimos que
un término A es hipónimo de otro término B cuando A nombra un tipo
de B. Así, rosa, margarita, tulipán... son hipónimos de flor, igual que
mesa, armario, librería... son hipónimos de mueble.

La sustitución de una palabra por su hiperónimo o por su hipónimo


es un mecanismo frecuente para evitar repeticiones en el texto y
contribuye a la coherencia y cohesión que debe existir entre los
elementos del mismo.

Según el usuario

2.1.3. Intencionalidad
Es el objetivo del texto y la actitud de quien produce el texto, según
los objetivos que se propone: difundir conocimiento, convencer a
alguien, conmoverlo, etc.

2.1.4. Aceptabilidad
Actitud que asumirá el receptor frente al texto, que sea relevante
para él, útil.

2.1.5. Informatividad
Es el grado de información del texto (conocimiento /desconocimiento
de los elementos textuales expuestos).
2.1.6. Situacionalidad
Son los factores que hacen que un texto sea pertinente y relevante
en la situación discursiva en que aparece. Depende del contexto
comunicativo.

2.1.7. Intertextualidad
Depende de los conocimientos que el receptor tenga de textos
anteriores, como sucede en la parodia por ejemplo. Remite a las
múltiples relaciones que un texto entabla con otros textos.

2.2. Estructura de los textos

Según Vater (1994) es posible enmarcar el texto solamente en el medio


escrito ni limitarlo a expresiones que se componen de más de una oración
y da fuerza a sus consideraciones poniendo como ejemplo los proverbios
a los cuales denomina textos y están constituidos por una sola oración.
También para otros autores, como por ejemplo Wawrzyniak (1980), la
cantidad de oraciones o unidades de un constructo lingüístico no es un
criterio válido para calificarlo como texto.
El texto posee una estructura sintáctica, semántica y pragmática
constituida por varios niveles de organización que nos obligarán a ir más
allá del análisis de oraciones e instalarnos en una gramática textual que
cuente con otros parámetros.

2.2.1. La estructura sintáctica: Hace referencia al orden de las palabras,


partes de la oración, oraciones y frases, para expresar las ideas en
forma lógica y adecuada, es decir, sin ambigüedades o en forma no
entendible. Se reconocen las siguientes unidades textuales:

a. El párrafo o parágrafo: es cada una de las unidades textuales


en que subdivide el texto contribuyendo a su articulación.
Constituye el objeto de estudio en la estructura externa. Cada
párrafo expresa una parte temática o subtema.
b. Enunciado: los límites del enunciado coinciden con los del acto
de habla. Los enunciados, frente a las oraciones, poseen un
sentido que no sólo viene dado por el significado gramatical,
sino por la situación real de habla. Cualquier elemento
lingüístico puede ser susceptible de convertirse en enunciado:
oraciones simples, complejas, sintagmas, palabras, etc.
c. Palabra: es una unidad menor que puede existir en forma libre
y que conforma el enunciado o mensaje lingüístico. Están
dotadas de significado léxico o gramatical, según los casos.
Son, por tanto signos lingüísticos.

2.2.2. La estructura semántica analiza el sentido o la interpretación del signo


lingüístico a través de su significado literal y figurado, aplicando la
Pragmática se analiza la relación entre estos elementos dentro de un
contexto. Un texto está dotado de macroestructura y microestructuras
semánticas, es decir de dos estructuras de significado, esta distinción
fue realizada por Teun van Dijk en 1980.
a. LA MACROESTRUCTURA: La macroestructura es la
organización secuencial, estructurada y global del contenido
semántico. Comprende la red interna de relaciones semánticas
mediante las cuales se desarrolla el tema en su totalidad, pero
requiere de una característica esencial de subsanación: la
coherencia.

b. LA MICROESTRUCTURA: Comprende la estructura semántica


local, y no global, de un texto, esto es, abarca la estructura de
los enunciados(oraciones y frases) y las relaciones de cohesión
y coherencia entre ellos al interior de párrafo.

2.3. Texto Oral


Los textos orales son expresiones con unidad de sentido que se
manifiestan por medio
de la voz y son los más comunes en una lengua.
Dependen del contexto en el cual se origina: la voz, los movimientos e
inflexiones dotan de un contenido distinto a los textos orales, como lo
proponen Heinemann/ Viehweger (1991), ambos conciben el texto como un
objeto dinámico y complejo. Dinámico, en tanto producto construido a partir
de un proceso interactivo entre productor y destinatario
La estructura sintáctica de los textos no es igual a la del lenguaje oral. Cada
vez son más los estudios lingüísticos que señalan las diferencias entre una
y otra. De acuerdo con algunos de ellos, la sintaxis de lo oral es menos
integrada o más suelta que la de la lengua escrita (Narbona, 1989). Las
frases y oraciones simples no suelen aparecer unidas o no establecen
relaciones de dependencia para formar oraciones estrictamente
organizadas (Miller y Weinert, 2002; Blanche-Benveniste, 1998). Las
construcciones que se suceden en la conversación no están ligadas por
nexos, o bien, éstos tienen valores diferentes a los de los textos. Asimismo,
los componentes de esas construcciones, además de tener un orden
diferente al que presentan en los textos, suelen elaborarse y reelaborarse
durante la emisión oral (Zamudio, 2004; Blanche-Benveniste, 1998). Por
eso es que encontramos tantas vacilaciones y enmiendas a lo largo de la
conversación y otras formas discursivas propias de la interacción oral. Son
las expresiones con mayor vitalidad de la lengua, pues en ellas se producen
la mayor cantidad de intercambios entre un número mayor de hablantes de
una lengua.

2.3.1. Características del Texto Oral

a. Sobre su espontaneidad. - El habla o texto oral se caracteriza


principalmente por el carácter espontáneo que reviste. De esta
forma, aun cuando se puede planificar lo que se debe decir, así
como el lugar, la fecha y la persona, los sucesos ligados a cómo se
desarrolla el texto oral entre dos o más personas están ligadas
netamente a la cualidad de lo imprevisible, lo que hace que sus
participantes se vayan adaptando a las circunstancias, lo que
reafirma su carácter espontáneo. Igualmente, esto se encuentra
relacionado con el hecho de que los hablantes no deben conocerse
necesariamente para entablar una conversación.

b. Sobre la interacción. - A diferencia de la comunicación o texto


escrito, en donde escritor y lector no deben conocerse, incluso no
deben pertenecer a la misma época, el texto oral sí necesita de la
coincidencia temporal de los involucrados, haciendo entonces que la
interacción entre hablantes sea otro de los principales rasgos del
texto oral

c. Sobre su condición fragmentaria. - Igualmente, esta necesidad de


interacción que caracteriza al texto oral le asigna también el rasgo de
fragmentario, pues al necesitar de la participación de mínimo dos
hablantes, así como la energía de estos, no puede extenderse al
infinito, siendo interrumpido según las circunstancias de los
involucrados.

d. Sobre la participación de gestos. - Así mismo, esta necesidad de


interacción entre los involucrados en un texto oral, conlleva a que en
el acto comunicativo no sólo medien las palabras, sino que los
hablantes se apoyen en gestos e incluso en las distintas
entonaciones, a fin de transmitir a sus ideas distintas intenciones,
como forma de respaldo a las ideas que comunican sus palabras.

e. Sobre su carácter comunicativo. - Por otro lado, el texto oral también


es considerado por algunos autores como un tipo de comunicación
que tiende a la sencillez y al uso práctico de la sintaxis, lo cual revela
parte de su carácter utilitario, en términos comunicativos, es decir,
que se puede afirmar que dos hablantes inician una conversación
con la principal intención de producir el intercambio de ideas, es
decir, con la necesidad de comunicar determinadas ideas a su
interlocutor.

f. Sobre sus funciones. - Al ser parte del Lenguaje, o ser manifestación


tangible de éste, el texto oral estará inscrito en algunas de las
funciones del Lenguaje, reconocidas por la Lingüística, y que
variarán según éste apele a los elementos conformantes del hecho
comunicativo, es decir si se basa en el emisor, el hablante, el código,
el mensaje o el canal, en cuyo caso se distinguirá entonces
respectivamente entre la función Referencial, Emotiva /Apelativa,
Metalingüística, Poética o Fática.

g. Sobre el manejo del código.- Así como el texto oral requiere de la


presencia simultánea de los hablantes, así como de la inmediatez,
igualmente el texto oral requiere que ambos hablantes reconozcan y
entiendan el código en el cual está cifrado el mensaje, es decir, que
los dos o el número total de participantes conozcan la Lengua en la
cual se está produciendo el mensaje, a fin de que aun tiempo el
emisor pueda elaborarlo sin mayores obstáculos, y el receptor pueda
decodificarlo y entenderlo, hechos que garantizan plenamente el
hecho comunicativo.

h. Sobre el canal. - Finalmente, el texto oral, al ser un acto


comunicativo no sólo requerirá de un emisor, un receptor, un
mensaje, un referente y un código, sino que el texto oral se valdrá
también de un medio o canal que le permitirá llegar desde el emisor
hasta el receptor. En el caso específico del texto oral, el canal de
esta comunicación será el aire, si de da ente dos personas frente a
frente, de modo que las ondas sonoras de la voz del emisor viajen
por el aire hasta alcanzar al receptor. En caso de ser una
comunicación telefónica o teleconferencia, el canal será el cableado
telefónico. Es importante que el canal esté abierto todo el tiempo,
evitándose igualmente ruidos que puedan interferir en la
comunicación.

2.3.2. Tipos de textos orales


En una primera clasificación J.Badiaetal. (1988) distingue tres tipos
de situaciones comunicativas orales, según el número de
participantes:

a. Comunicación singular: un receptor o más no tienen la posibilidad


inmediata de responder y, por lo tanto, de ejercer el papel de
emisor.
b. Comunicación dual: dos interlocutores pueden adoptar
alternativamente los papeles de emisor y de receptor.
c. Comunicación plural: tres interlocutores o más pueden adoptar
alternativamente los papeles de emisor y de receptor.

Cada tipo de comunicación tiene características específicas y


requiere habilidad es distintas por parte del emisor. Un
conferenciante (comunicación oral singular) prepara y pronuncia su
exposición como de se y sólo puede contar con las reacciones no-
verbales del público. En cambio, en una entrevista (comunicación
oral dual), el emisor interacciona con un interlocutor explorando
diversos temas, en una especie de confrontación dialéctica.
Finalmente, una tertulia o un debate (comunicación oral plural) es el
resultado de la combinación espontánea e incontrolada de varios
participantes.
Adoptando un punto de vista más técnico, se diferencian las
comunicaciones orales en auto gestionadas (singulares) de las
plurigestionadas (duales y plurales). Las primeras requieren la
capacidad de preparación y autorregulación del discurso, mientras
que las segundas ponen énfasis en la interacción y la colaboración
comunicativa.

2.4. Texto Escrito


Puede ser definido entonces como el conjunto de signos gráficos con valor
lingüístico, por medio del cual el hablante trata de plasmar a través de la
escritura una representación gráfica del texto oral, buscando con esto
sustituirlo, o incluso servirle de respaldo. A pesar de que la Lingüística lo
considera un registro en segundo plano, no puede dejar de distinguir al
texto escrito como una forma de comunicación, pues este contempla un
emisor, un mensaje, un receptor, un código y un medio, elementos que, al
igual que en el texto oral, tienen el propósito de que un contenido llegue de
forma íntegra, de un hablante a otro.
2.4.1. Características del texto escrito
a. Sin interacción. - El Emisor y el Receptor no interactúan, es decir,
que no deben encontrarse en el mismo espacio, incluso ni siquiera
deben existir en el mismo tiempo, puesto que un receptor de hoy,
puede leer lo que un emisor escribió hace siglos.
b. Planificación. - La no interacción de los involucrados, en el texto
escrito, hace que éste deba ser planificado totalmente por el Emisor,
a fin de que el contenido se encuentre de forma íntegra al ser
enviado, el Emisor del mensaje debe estar atento en todo momento
del orden y sentido que tienen por escrito sus ideas, a fin de emitir de
forma escrita el mensaje que más se parezca a sus intenciones.
c. Matices e interpretaciones. - Durante un acto comunicativo, tanto
Emisor como Receptor cuentan con la salvedad de apoyar sus
expresiones con señales de tipo gestual, lo cual puede darle pistas a
cada uno sobre las intenciones y recepciones que tiene el lenguaje.
Sin embargo, al hablar de un texto escrito esto desaparece, por lo
que el Emisor debe colocar especial esfuerzo en redactar frases que
contengan el sentido concreto, a fin de que el mensaje no se preste
a interpretaciones equivocadas.
d. Perennidad. - El texto escrito perdura en el tiempo, pues se vale de
un soporte en el cual se registran los distintos signos gráficos que se
emplean para producir los mensajes escritos. En consecuencia, el
texto escrito puede perdurar por años, e incluso siglos, según la
resistencia del material que se haya escogido como soporte.
e. Alcance. - El texto escrito se caracteriza por su cualidad de llegar a
cientos de personas, pues puede ser reproducido de forma que sea
leído por millones de receptores, los cuales no tienen por qué
conocerse, interactuar, ni ser siquiera de la misma época. En este
sentido, este tipo de texto resulta de mayor alcance y eficiencia
comunicativa que el texto oral.
f. Carácter socializador. - Por otro lado, esta capacidad de alcance que
tiene el texto escrito, le confiere también la característica de ser un
elemento socializador, puesto que la posibilidad de ser leído por
millones de receptores, le permite ser uno de los medios ideales para
transmitir ideas, valores, costumbres y tradiciones.
g. Carácter normativo. - Al momento de expresar un texto oral, tanto
Emisor como Receptor, pese a sus particularidades de realización
(Habla) tienden a regirse por la Lengua Modelo, la cual toman como
referente lingüístico. Sin embargo, las mismas dinámicas sociales
hacen que esto no sea tan estricto. Empero, con el Texto escrito esto
no es tan así, puesto que en este tipo de registro cobra mucho más
peso el carácter normativo, por lo que todo hablante que desea
hacer uso del texto escrito debe tener también conocimientos
básicos sobre las distintas normas ortográficas que rigen la Lengua
que le compete. De hecho, entre más las conozca, mayor será el
nivel de claridad que tomará su texto.
h. Aspectos lingüísticos. – Los especialistas en lenguaje han señalado
en primer lugar la estructura cerrada que le otorga la misma
característica de no contar con la interacción de los hablantes.
Además, se hace uso de una sintaxis compleja para la redacción de
los mensajes.

2.4.2. Tipos de texto escrito

a. Texto narrativo
b. Texto descriptivo
c. Texto expositivo
d. Texto argumentativo
e. Texto directivo
f. Textos científicos
g. Textos jurídicos
h. Textos administrativos
i. Textos literarios
j. Textos humanísticos
k. Textos publicitarios
l. Textos periodísticos
m. Textos digitales

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