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“Voluntad de sentido” – Frankl (Tema: tesis sobre la persona)

Tema: diez tesis sobre la persona

Primera tesis: referirnos a persona implica referirnos al concepto de “individuo”. La persona


es un individuo, es algo que no admite partición, no se puede subdividir, escindir, porque es
una unidad.
Segunda tesis: La persona no es solo un in-dividum, sino también in- summabile: no
solamente no se puede partir sino que tampoco se puede agregar, y esto porque no es solo
unidad sino también totalidad. Como tal, tampoco puede incorporarse del todo en
clasificaciones incluyentes (en la masa, en la clase o en la raza), todas estas unidades o
totalidades que representan jerarquías en que se engloba al hombre, no son entidades
personales, sino a lo sumo pseudopersonales. EL HOMBRE QUE CREE ASIMILARSE A
ELLAS, EN REALIDAD, SOLAMENTE SE HUNDE EN ELLAS, SI SE ASMILA A ELLAS EN
CUANTO PERSONA, SE ABANDONA A SI MISMO.

En cambio, lo orgánico, en contraposición a la persona, puede partirse y amalgamarse. La persona


como tal no puede propagarse a sí misma, solo el organismo se propaga a partir del organismo de
los padres. La persona, la mente personal, la existencia espiritual, no puede ser propagada por el
hombre.

Tercera tesis: Cada persona es absolutamente un ser nuevo: con cada persona que viene a
l mundo, se inserta en la existencia un nuevo ser, se le trae a la realidad. La existencia
espiritual no puede propagarse, no puede pasarse de padres a hijos. Lo unico propagable
son los ladrillos, pero no el constructor.
Cuarta tesis: La persona es espiritual: por su carácter la persona espiritual se halla en
contraposición heurística y facultativa con el organismo psicofísico.
Función del organismo, es instrumental y expresiva (la persona necesita de su organismo
para actuar y expresarse), constituye un medio para un fin y como tal tiene valor utilitario. El
concepto opuesto al de valor utilitario es el de dignidad: esta pertenece solo a la persona, le
corresponde naturalmente, independientemente de toda utilidad social o vital (solo quien pasa
por alto esto puede considerar la eutanasia justificable). Quien sabe de la dignidad
incondicional de cada persona, también tiene absoluto respeto ante la persona humana (el
enfermo, el incurable y el insano irreversible). No existen enfermos “del espíritu”, la persona
espiritual misma no puede enfermarse, y permanece allí, detrás de la psicosis.

Credo psiquiátrico: esta fe en la continuidad de la persona espiritual aun


detrás de los síntomas de la enfermedad psicótica.
Hubo alguna vez una “psicología sin alma”. Ya está superada hace tiempo, pero a la
psicología de hoy no puede evitársele reproche de que la mayoría de las veces es una
“psicología sin espíritu”, y esta es como tal, no solo ciega para la dignidad de la persona, sino
también para los valores, para el mundo de los sentidos, para el logos.
Quinta tesis: La persona es existencial: significa que no es fáctica ni perteneciente a la
facticidad. El hombre como persona es un ser facultativo, el existe de acuerdo a su propia
posibilidad. Ser hombre es ante todo ser profundamente responsable. Esto implica que es
más que meramente libre: en la responsabilidad se incluye el para que de la libertad humana,
en favor de que o contra de que se decide.
En contraposición al psicoanálisis:
* La persona esta, desde el punto de vista de un análisis existencial no determinada por
sus instintos sino orientada hacia el sentido.
* La analítica existencial no aspira al placer sino a los valores.
* En la concepción psicoanalítica de que el hombre está impulsado por el sexo (libido)
y en la concepción de la psicología individual según la cual esta condicionado
socialmente (a través de un sentido de comunidad), no vemos otra cosa que una
modalidad deficiente de un fenómeno más primigenio: el del amor.
Si el psicoanálisis ve a la existencia humana como dominada por una voluntad de
placer, y la psicología individual la ve como determinada por la voluntad de poder, el
análisis existencia, en cambio, la ve como gobernada por una VOLUNTAD DE
SENTIDO.

Conoce no solo la LUCHA POR LA VIDA y la AYUDA MUTUA sino el esfuerzo por
encontrar el sentido de la existencia.
La ayuda en esa lucha es aquello que llamamos PSICOTERAPIA (es esencialmente
una medicina de la persona- Paul Tournier): en esta no se trata de un cambio en la
dinámica afectiva o en la energía instintiva, sino un cambio de actitud existencial.

Sexta tesis: La persona es yoica: no responde al ello, no se halla bajo la dictadura del ello,
una dictadura que Freud pudo haber pensando cuando afirmo que el “yo” no era amo en su
propia casa.
La persona es asimismo inconsciente y es precisamente allí donde tiene sus raíces lo
espiritual.
En su fuente, es no solo facultativa (libre) sino obligadamente inconsciente. En el origen, el
espíritu es irreflejo y por eso, ejecución puramente inconsciente.
Debemos distinguir muy cuidadosamente entre el inconsciente instintivo (psicoanálisis) y el
inconsciente espiritual.
A este último le concierne la fe y la religiosidad inconsciente, como innata relación
inconsciente y a menudo reprimida, del hombre con la trascendencia. A la fe en Dios y a Dios
mismo no se me arrastra, sino que yo debo decidirme por El o contra El, la religiosidad es del
yo, o no existe en absoluto.

Séptima tesis: La persona no es solo unidad y totalidad en si misma (tesis 1 y 2): la persona
brinda unidad y totalidad, ella presenta la unidad físico-psíquico-espiritual y la totalidad
representada por la criatura “hombre”. Esta unidad y totalidad solo será brindada, fundada y
dispensada por la persona. Nosotros los hombres, conocemos a la persona espiritual solo en
coexistencia con su organismo psicofísico.
El hombre, representa un punto de interacción, un cruce de tres niveles de existencia: lo físico,
lo psíquico y lo espiritual. Dentro de esta unidad y totalidad, lo espiritual se contrapone a lo
físico y lo psíquico. (Antagonismo noo-psiquico).

Segundo credo (credo psicoterapéutico): la fe en esta capacidad del espíritu del hombre,
bajo cualquier circunstancia y condiciones, de desapegarse de lo psicofísico y ubicarse a
una distancia fecunda.

Si no valiera la pena (de acuerdo con el primer credo, el psiquiátrico), “reparar” el


organismo psicofísico, por no ser una persona íntegramente espiritual la que, a pesar de su
enfermedad, espera recuperares, entonces nosotros (de acuerdo con el segundo credo) no
estaríamos en condiciones de apelar a lo espiritual en el hombre para que ofrezca su poder
de resistencia a lo psicofísico, pueso no se daría el antagonismo noo- psíquico

Octava tesis: La persona es dinámica: por su capacidad de distanciarse y apartarse de lo


psicofísico es que se manifiesta lo espiritual. Solo este autodistanciamiento de sí mismo como
organismo psicofísico constituye a la persona espiritual como tal, como espíritu.
Ex – xistir significa salirse de sí mismo y enfrentarse consigo mismo, y es lo hace la persona
espiritual en cuanto se enfrente como persona espiritual a sí misma y como organismo
psicofísico.
Únicamente cuando el hombre entabla un dialogo consigo mismo, se desglosa lo espiritual
de lo psicofísico.

Novena tesis: El animal no es persona puesto que no es capaz de trascenderse y de


enfrentarse a sí mismo: el animal no tiene un mundo sino solo un medio ambiente. El animal
no es admitido al mundo humano, un mundo de sentidos y valores. No puede llegar a él, no
alcanza su dimensión. Pero a su vez, ¿no debemos considerar que el mundo humano es
trascendido por un mundo cuyo sentido, un sentido superior, le puede ser dado solamente
por el dolor? Del mismo modo que un animal desde su entrono no puede entender el mundo
humano, el hombre tampoco puede aprehender el mundo superior, excepto por un intento de
alcanzarlo, de presentirlo por la fe.

Decima tesis: La persona no se comprende a si misma sino desde el punto de vista de la


trascendencia: también es solo persona en la medida en que la trascendencia lo hace
persona. Para la logoterapia, la religión es y no puede ser otra cosa que un tema, nunca una
posición básica. La logoterapia debe responder al interrogante por el sentido desde más acá
de la bifurcación que divide la visón del mundo en testa y ateísta. Si de este modo no
interpreta el fenómeno de la fe como fe en Dios, sino en el sentido más amplio de una fe en
el sentido, entonces es absolutamente legitimo que se ocupe del fenómeno de la fe. Se atiene
a lo que dice Einstein “preguntar por el sentido de la vida significa ser religioso”.

El sentido es una pared detrás de la cual no podemos retroceder y que tenemos que aceptar.
Ya no podemos averiguar nada más allá de él. Existe algo como una premonición del sentido,
y un presentimiento del sentido también subyacente en la base de la VOLUNTAD DE
SENTIDO. El hombre cree en un sentido mientras respira.

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