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Se conocen bajo el nombre general de metales antifricción, babbitt o metal blanco (inventor Isaac Babbitt) y
se producen disolviendo los metales aleantes en el metal base hasta pasar el límite de solubilidad en que se
forman los cristales duros y dispersos que nadan en dicho metal base más blando. La relación del número,
tamaño, distribución y el tipo de los cristales formados con el metal base, dependerá de la cantidad de cada
uno de los elementos aleantes y son de vital importancia para las propiedades mecánicas y antifricción
variables de uno a otro tipo de metal blanco.
Los cristales de estas aleaciones deben ser muy pequeños para asegurar un bajo coeficiente de fricción y
capacidad para soportar la carga, sin gripar, distorsionarse, fallar mecánicamente o sufrir corrosión; por lo
que debe tener un límite elástico suficiente para evitar una deformación general, pero lo bastante bajo para
permitir deformaciones locales, combinado con propiedades de resistencia a la fatiga tan elevadas como
sea posible.
a) METAL BASE:
Puede ser el estaño o plomo que contiene a los cristales antifricción y de soporte. Este metal base es
principalmente el estaño porque tiene la propiedad de disolver a otros metales y de adherirse bajo
ciertas condiciones al cojinete. Este metal es sustituido por el plomo, que es resistente al impacto,
haciendo menos frágil al metal base estaño en proporciones que no excedan al 3%. Este reemplazo
ocurre solo en ejes que giran a baja velocidad. Al reemplazar el estaño por el plomo el metal antifricción
pierde alguna de sus propiedades, como la adherencia por lo que se usa en el cojinete las “colas de
milano”.
Cuando el metal base es el plomo, se tienen metales de buenas propiedades antifricción para
determinadas aplicaciones que pueden ser más rudas pero siempre de velocidad baja y menor
temperatura de trabajo.
b) CRISTALES DE SOPORTE:
Son cristales filiformes Sn-Cu, Pb-Cu que tejen una red y sostienen a los cristales cúbicos. Para que
exista la cantidad apropiada de cristales (cúbicos y filiformes), además que los cúbicos sean muy
pequeños y bien distribuidos y los cristales filiformes lo más largos posibles; debe existir un enfriamiento
rápido del recubrimiento de acuerdo al espesor y tamaño del cojinete.
La cantidad de cristales Sn-Sb; Sn-Cu, Pb-Sb y Sn-Cu, Pb-Cu debe ser la adecuada dentro del metal
base para que el eje se deslice sobre ellos y no sobre el metal base calentándolo.
c) CRISTALES ANTIFRICCION:
Las buenas propiedades antifricción, se dan por la formación de los cristales: Sn-Sb, Sn-Cu-Sb, Pb-Sb,
se forman por la afinidad que tiene el estaño con el antimonio, el estaño con el cobre y el antimonio y el
plomo con el antimonio; el proceso de formación se inicia por afinidad y continua por exceso después de
sobrepasar el límite de solubilidad de un metal en el otro.
SELECCIÓN DE METALES ANTIFRICCIÓN O BABBITT
Seleccionar el adecuado tipo de babbitt para un trabajo en particular consiste en conseguir la mínima
fricción entre los dos componentes sin que exista problemas de gripado por falla mecánica, distorsión y/o
fatiga. Según la geometría del sistema, las condiciones de carga y velocidad y la atmósfera de trabajo del
equipo, debemos elegir el tipo de metal blanco y la lubricación más adecuada para que funcione a la
temperatura más baja posible. Los factores más importantes a tomarse en cuenta son:
Resistencia al impacto:
Cuando el régimen es laminar (trabajo sin golpes, ruidos), se usa babbitt base estaño; si el régimen de
trabajo es turbulento (con golpes, traqueteos), se puede sustituir parte del estaño por plomo (3%
máximo) que soporta bien los golpes, también se puede usar los metales intermedios o los metales a
base de plomo.
Temperatura de trabajo:
Los metales antifricción tienen una limitación en cuanto a su uso y es la temperatura que se produce
como resultado de la fricción y no debe exceder los 150°C; aunque disipan rápidamente el calor podría
ser ayudado estableciendo un buen régimen de lubricación.
Facilidades de enfriamiento:
b) Por serpentín:
Este será instalado y asegurado en el lado del metalizado y por lo tanto estará alojado dentro del
metal babbitt y deberá tenerse cuidados muy especiales para tener éxito en dicho metalizado.
BABBITT BASE ESTAÑO
El estaño alberga hasta 8% de antimonio, formándose una solución sólida estaño-antimonio; más allá de
esta cifra se genera el compuesto Sn-Sb en forma de cristales cuboidales bastante duros y frágiles
conformando la fase dura y dispersa que imparte buena resistencia mecánica y propiedades antifricción a la
aleación.
La adición de cobre asegura la uniforme distribución de las partículas Sn-Sb, debido a que el compuesto
acicular Cu-Sn retiene en su sitio a los cristales cuboidales y crea un “pavimento” relativamente duro en la
aleación Sn-Sb de matriz blanda, pero razonablemente rígida.
Las agujas Cu-Sn son duras, bastante frágiles, pero son menos susceptibles al aplastamiento que los
cuboides Sn-Sb. Este “pavimento” es quien soporta la carga de los ejes y se adapta por entero a la
superficie de roce, mientras que la base blanda, a un nivel ligeramente inferior, forma una serie de
imperceptibles canales que facilitan la lubricación. Sin embargo, si el babbitt está sujeto a muy alta presión
o impactos muy fuertes, pueden provocar grietas en el revestimiento debido a su propia fragilidad y a la
acción de corte de sus bordes en la matriz circundante.
Estas aleaciones tienen un excelente coeficiente de rozamiento con el acero que varía de 0.07 con ácidos
grados a 0.11 con aceite mineral. Poseen buena resistencia a la corrosión de los ácidos presentes en los
lubricantes, disipa mejor el calor que los babbitt base plomo.
Los metales antifricción al plomo se basan en las estructuras que adopta el sistema eutéctico Pb-Sb-Sn en
las que están dispersas partículas cúbicas Sn-Sb y otras estrelladas Cu-Sn, que son las que resisten el
desgaste. Normalmente contienen de 10 a 15 % de antimonio y hasta 10 % de estaño en combinaciones
con el plomo.
El Cobre ejerce una función adicional como endurecedor de la matriz y homogenizador de la aleación.
Estas aleaciones, al igual que las aleaciones antifricción a base de estaño, tienen poca tendencia a producir
desgaste en sus ejes (coeficiente de fricción con el acero lubricado con aceite mineral es 0.10), absorbe las
impurezas, resisten el efecto corrosivo de los ácidos, soluciones amoniacales y otros productos químicos
mejor que las aleaciones base estaño; no son propensas al fallo de la película de aceite y se funde y se
adhieren fácilmente tienen un alto coeficiente de expansión y gran resistencia a la corrosión.
BABBITT SEGÚN NORMA TÉCNICA ASTM B-23
Composición
Base Estaño Base Plomo
Química (%)
1 2 3 11 7 8 13 15
Estaño 90 - 92 88 - 90 83 - 85 86 - 89 9.3 - 10.7 4.5 - 5.5 5.5 - 6.5 0.8 - 1.2
Antimonio 4-5 7-8 7.5 - 8.5 6.0 - 7.5 14 - 16 14 - 16 9.5 - 10.5 14.5 - 17.5
Plomo 0.35 0.35 0.35 0.5 Balance Balance Balance Balance
Cobre 4-5 3-4 7.5 - 8.5 5 - 6.5 0.5 0.5 0.5 0.6
Hierro 0.08 0.08 0.08 0.08 0.1 0.1 0.1 0.1
Arsénico 0.1 0.1 0.1 0.1 0.3 - 0.6 0.3 - 0.6 0.25 0.8 - 1.4
Bismuto 0.08 0.08 0.08 0.08 0.1 0.1 0.1 0.1
Cadmio 0.05 0.05 0.05 0.05 0.05 0.05 0.05 0.05
Temp. Sólidus ºC 223 241 240 240 237 248
Temp. Líquidus ºC 371 354 422 268 272 281
Rango solidificación ºC 148 113 182 28 35 33
Densidad gr/cc 7.38 7.34 7.41 7.4 10.33 10.53 10.48 10.71
Temp. Máx. de operación °C 145 145 145 145 125 125 125 125
Importante:
1. Los babbitt base estaño tienen amplio rango de solidificación y durante el enfriamiento tiende a
solidificar al mismo tiempo en toda la sección a re-metalizar; por lo que se debe garantizar una
adecuada alimentación para evitar porosidad de contracción.
2. Las aleaciones base plomo tienen estrecho rango de solidificación y durante el enfriamiento solidifica
desde las paredes hacia el centro como si fuera un metal puro; por lo que se debe alimentar
adecuadamente para evitar porosidad de contracción en la zona central.