Está en la página 1de 5

CAPÍTULO 1

1 Atenas: Nacen la polis y el logos. En Grecia se inicia nuestra tradición cultural


porque allí se gestó un modo de organización social diferente que era la polis. Fue un
hecho importante porque en Atenas se cambió la forma de compartir la experiencia a
través de la palabra. Al término polis, lo traducimos como Ciudad-Estado, que nació
alrededor de los siglos VIII y VII a.C. En Atenas cambió radicalmente la vida social y la
relación entre los hombres gracias a una invención: la democracia. Esta creación
implicó un privilegio de la palabra sobre todos los instrumentos de poder. En la polis, la
palabra cobró un nuevo sentido en un estilo de relación diferente entre hombres
iguales reunidos en una asamblea de ciudadanos.

La palabra controvertida. En una república, una de las exigencias fundamentales del


arte político es tener un lúcido y potente dominio del lenguaje. En el centro de reunión
o en la plaza pública (en el ágora), ya no hay una palabra indiscutible o un saber
garantizado, sino que se establece un debate, una discusión, una argumentación. El
hombre adquiere conciencia del “logos” que originariamente significaba hablar.
Habitualmente se traduce como razón, palabra, discurso, expresión, pensamiento,
verbo, habla, etc. El “logos” ha sido central en la filosofía griega y luego se incorporó a
otros idiomas en expresiones como “lógica” y en el final de términos, como filología,
geología, etc. para designar estudio o conocimiento.

Democratización del saber. La palabra entre iguales, ya no tiene garantía, no obliga,


no puede exigir obediencia. Debe seducir y convencer. Los hombres deben
adiestrarse en este nuevo arte discursivo. Así comienza a desarrollarse una nueva
habilidad, saber, técnica y con ella una nueva profesión el maestro de la retórica o el
sofista. Históricamente, la retórica y la sofística abrieron camino para la reflexión
filosófica, sin embargo, no todos los pensadores dieron una cálida recepción a esta
actividad, entre ellos Platón y su discípulo Aristóteles que construyeron una imagen
defraudada de los sofistas (término cuya etimología indica que eran intelectuales que
saben hablar).

La palabra puede reemplazar la espada. La polis griega estableció un modelo de


ciudadanía basado en una democracia directa en el que el debate reemplazó (a veces)
la espada. Los combates fueron menos sangrientos, pero no menos intensos y no
todos podían participar de ellos (mujeres, niños, esclavos, extranjeros que no eran
considerados ciudadanos). La democracia instituyó la igualdad entre los ciudadanos
en relación a sus posibilidades de participar en la vida pública, pero no pudo instituir la
identidad de aptitudes ni abolir las pujas de poder. Platón y sus seguidores
consiguieron desacreditar a sus adversarios de tal forma que los términos sofisma y
sofista tuvieron hasta hace poco tiempo una connotación peyorativa.

4 Sócrates, personaje bisagra. El oráculo de Delfos, sostiene que Sócrates es el


más sabio entre los sabios y el manifestó “solo sé que no se nada”. A partir de ahí se
dedicó a comprender el porqué de las palabras del oráculo. Comenzó a interrogar a
sus conciudadanos respecto de su saber y a partir de las respuestas concluyó que
estos suponían saber aun cuando no era el caso. La postura que tenía ha sido
considerada como una suprema humildad, sin embargo muchos estudiosos sostienen
que su discurso trasluce una inmensa soberbia porque su frase sugería que los demás
ni siquiera saben eso.
5 El tábano de Atenas. Sócrates se dedicó a indagar a sus ciudadanos para buscar a
alguno que fuera más sabio que él, para poner a prueba el oráculo. Examinó a los
políticos, a los poetas, a los trabajadores manuales, a los militares confirmando
siempre lo que había dicho el oráculo. Los demás crean saber algo, aun cuando no
sabían, mientras que él estaba convencido de no saber. Según Sócrates, Dios le había
asignado la misión de sacudir la modorra de sus conciudadanos, por eso debía
pincharlos como si fuese un tábano. En gran parte de la población esto despertó el
odio hacia él.

6 El nacimiento de las ideas. A través de las conversaciones de Sócrates (lo que


Platón llamó diálogos), él pretendía hallar la “idea” entendida como aquello que definía
la naturaleza de la cosa en cuestión. En la actualidad, usamos el término “idea” de
muy distintas formas (noción, concepto, pensamiento, significado) pero en la filosofía
griega antigua, se lo utilizaba de un modo peculiar. Sócrates en sus diálogos, buscaba
encontrar lo que caracteriza a una determinada entidad, independientemente de las
situaciones particulares. Quería hallar una respuesta universal.

7 La abstracción. La búsqueda de Sócrates estaba guiada por la suposición de que


hay una característica definitoria, un único elemento en común a la diversidad de actos
valientes, justos, buenos o bellos. Ha gestado una noción de concepto como universal
que determina o define la naturaleza de una entidad, proceso o suceso. Sócrates
evaluaba el saber de los demás, comparándolo con el suyo, y consideraba que los
otros sabían menos que el, porque tenían un saber práctico y lo que él valoraba era
un conocimiento universal. Ese proceso de abstracción y universalidad tuvo como
antecedente y modelo al pensamiento geométrico de Pitágoras. Los geómetras
abstraen de las complejas formas del universo sensible sólo un conjunto reducido de
ellas: algunas formas simples y regulares como los triángulos, los polígonos, los
círculos, etc.

8 De la oralidad a la escritura. La obra de Platón inaugura una nueva forma de


pensar y de exponer el conocimiento. Fue el primero en Occidente que expuso sus
críticas a la educación tradicional griega, es decir, al legado de Homero. Criticó a los
poetas. Platón, el fundador de la Academia, era el principal interesado en el triunfo de
la prosa sobre la poesía, de la geometría sobre la acción dramática. Fue el máximo
exponente de una nueva actitud de conocimiento: la contemplación teórica.

9 De la fiesta participativa a la contemplación teórica. El sistema educativo que


prevaleció en Grecia antes de la extensión del hábito de la escritura y de la lectura se
basaba en la poesía homérica que era un compendio de la tradición oral. En aquel
momento, la actividad poética estaba lejos de ser un modo de expresión individual,
sino que era un compendio del saber social, era como la columna vertebral de la
formación cultural y política. La educación tenía como objetivo central la formación de
ciudadanos. Platón combatió este sistema. Él, desplegó todo su saber retórico para
oponerse a la mentalidad poética. Esa era la base de la enseñanza.
10 La teoría promueve distanciamiento y separación. Teóricos eran llamados los
hombres que miraban los juegos olímpicos para diferenciarlos de los que participaban.
Desde aquel tiempo, la teoría ha implicado una actitud de distanciamiento. El lenguaje
de la poesía era el de la acción y nadie podía sustraerse a ella, creerse independiente
ni asumir un rol pasivo. En contraste, la concepción platónica del mundo, privilegiaba
la posición teórica, la mirada alejada, la universalidad.

11 Delimitación, separación, abstracción. A medida que se fue imponiendo el


discurso teórico, el estilo se fue transformado. Se pasó de un lenguaje de acciones
(verbos) y cualidades (adjetivos) propio de los poetas y de los profetas a un tipo de
discurso abstracto, centrado en los sustantivos que no admite grados ni tiempos. La
retórica del teórico es la de las afirmaciones universales y eternas.

12 Los dos mundos (o el mundo dicotómico). El pensamiento filosófico se fue


separando del mito y su multiplicidad buscando una realidad única que diera cuenta de
toda la experiencia. Primero Parménides, luego Platón se escandalizaron ante la
dificultad que representaban para el conocimiento la inmensa diversidad y las múltiples
transformaciones que encontramos en el mundo. Concibieron a esa situación como
absurda y sentaron las bases de una lógica que luego, Aristóteles terminaría de
desarrollar y que llevaba a una concepción dicotómica a todos los niveles. De modos
muy distintos, Platón y Aristóteles admitieron la distinción parmenídea y a partir de ella
fundaron una manera de pensar que separa radicalmente la sensibilidad y la
inteligencia. (Platón desvalorizó la experiencia sensorial, despreció la transformación y
la diversidad, y exaltó la actividad intelectual y las formas definidas y regulares, la
estabilidad y la unidad. Aristóteles construyó una filosofía más matizada que hizo lugar
al proceso de conocimiento). A partir de esa operación conceptual de abstracción,
purificación y separación, pudo nacer la idea de una “Episteme”, es decir de un
conocimiento garantizado, absoluto, verdadero y opuesto a lo que es mera “doxa”
(opinión)

13 Platón inventa la oscuridad de la caverna. Promete liberación a los cautivos.


¿Qué pasaría si uno de los esclavos de la caverna fuera liberado y es forzado a ver la
luz? ¿No sentiría dificultades y consideraría que las cosas que veía antes eran más
verdaderas? Platón dice que el camino es arduo, no promete una iluminación
instantánea porque
habiendo salido él de la oscuridad sabe que la luz siempre es cegadora. Pero dice que
ese camino de sacrificio tiene la más valiosa recompensa: el acceso a la verdad.

14 El gobierno de los filósofos. Muchos autores presentan el nacimiento de la


filosofía como una liberación, como un signo de progreso que va desde la superstición
y el mito, hasta la razón y la episteme (conocimiento verdadero y garantizable). Según
la enseñanza de Platón, sólo los filósofos que siguen el camino del conocimiento y
logran el acceso a la verdadera realidad, al saber y a la luz, son quienes deben
gobernar. En tiempos de Platón, no existía distinción entre filosofía y ciencia. Solo una
división tenía sentido: la que distinguía entre episteme (conocimiento verdadero) y
doxa (opinión). Sócrates fue uno de los que iniciaron el proceso para establecer esta
distinción, pero se negó a escribir. Platón, sostuvo que era posible arribar a un saber
definitivo, seguro y absoluto e inventó la Verdad en la filosofía.
15 La verdad y el poder. En la Antigua Grecia era inconcebible una separación entre
el conocimiento y la política. Platón sostenía que el gobierno debía estar a cargo de
los filósofos por su saber. La palabra “verdad” existía desde mucho antes de él, pero
no con el significado y la importancia que adoptó en su filosofía. A partir de las
enseñanzas platónicas y de los aportes y modificaciones de su discípulo Aristóteles,
se estableció la distinción entre episteme y doxa en la cultura Occidental. Los sofistas,
no eran aristócratas y su labor como maestros debía ser recompensado
económicamente. Sus reflexiones estaban abiertas a nuevas posibilidades y su
objetivo era explícitamente el de seducir, convencer o ganarle a los adversarios. Su
saber estaba al alcance de todos quienes quisieran cultivarlo y pudieran pagarlo.

16 El desprecio de los sentidos. La idea de un acceso privilegiado a la realidad


podía sostenerse cuando se aceptaba la distinción entre realidad y apariencia. Nuestro
mundo de la apariencia, el mundo que percibimos a través de los sentidos, era para
Platón mera apariencia, una visión degradada y fallida del verdadero mundo: el de las
ideas. Para él, el conocimiento verdadero sólo se logra a través de un procedimiento
que denominó: anamnesis: el recuerdo. Según esto, el mundo sensible es una mera
copia, una versión borrosa (como las figuras de la caverna) del mundo de las ideas.
Antes de nacer el alma habita en el mundo ideal pero al venir a este mundo olvida lo
que sabía, por lo tanto para conocer es preciso recordar a través de la contemplación
intelectual, lo que el alma conoció a través de las ideas.

17 Dos estilos. Del inmenso legado de la antigüedad griega, la cultura renacentista y


la moderna absorbieron dos concepciones muy diferentes: la platónica y la aristotélica.
Ambas tienen hasta hoy una fuerte presencia en nuestra vida. El legado de Platón
destaca la importancia de las matemáticas y sus seguidores intentan encontrar un
modelo satisfactorio para comprender los fenómenos. Los aristotélicos, pretenden dar
explicaciones causales y no se conforman con modelos abstractos, buscan
mecanismos productivos. La diferencia entre ambas radica en que la perspectiva
aristotélica reconoce y valora la observación y la experimentación. A pesar de sus
diferencias, ambos coinciden en que la ciencia es un saber de lo universal, lo
inmutable, lo eterno y necesario. Ambos se inspiraron (con estilos diferentes) en
consideraciones geométricas y de armonía debidas a la influencia pitagórica.

18 El problema de Platón. Guiado por su noción de perfección y bajo el influjo de la


geométrica y de su atracción por la simetría, considero absurdo que los planetas no se
movieran en conjunto con los otros astros siguiendo órbitas circulares. A partir de esto,
nació su problema y con él la astronomía como la conocemos. La demanda de Platón
fue satisfecha por Eudoxo quien propuso un modelo matemático.

19 ¿Salvar las apariencias o explicar las causas? Lo que Platón quería y Eudoxo le
dio era un modelo intelectual que permitiera incluir las observaciones planetarias en un
esquema general basado solo en el movimiento circular. Esto no le alcanzó. El
deseaba, y lo construyó, un modelo cosmológico que explica causalmente el
funcionamiento del universo. Aristóteles y Ptolomeo fueron quienes se hicieron cargo
de buscar las explicaciones causales y de construir un sistema astronómico funcional.
20 La cosmovisión aristotélica. Su cosmovisión, además de estar construida a partir
de argumentos sólidos que la sostuvieron por muchos siglos, ha sido central en el
armazón intelectual de la cultura occidental y es de una belleza cautivante. Esa
cosmovisión fue descartada por los positivistas modernos y fue revalorizada a
mediados del siglo XX. Platón consideraba que un número infinito de teorías podrían
explicar cualquier observación y que a partir de datos empíricos nunca podríamos
determinar cuál de ellas es verdadero. Su postura funda una concepción
instrumentalista del conocimiento: las teorías son herramientas útiles, no descripciones
de la verdadera realidad.

También podría gustarte