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SURGIMIENTO DE LA CIENCIA

La epistemología es la disciplina que se ocupa del conocimiento. En el camino del


conocimiento los saberes se enredan, se entrecruzan, se atraviesan y confunden con las
ciencias, la sabiduría, la información, la comprensión, las experiencias, las opiniones.

Todas estas miradas han variado a través del tiempo y en un mismo lugar pueden
coexistir diferentes concepciones del conocimiento. Una misma persona puede participar
de múltiples formas de conocer y legitimar su saber, estos conocimientos tienen
importancia en nuestra forma de vivir, de enseñar , aprender, de comunicarnos y
relacionarnos.

Si bien esta mirada integradora parte de la Cultura Griega , no podemos dejar de estar
atentos a los elementos inspiradores en los logros de la ciencia egipcia o mesopotámica.

Los primeros filósofos de las colonias griegas avanzaron por dos caminos separados en la
búsqueda de un mundo real. La sociedad especulativa de Jonia y del mismo Mileto se
dedicaron sin separarse demasiado de los mitos y de la religión, al estructurar un modelo
más amplio y objetivo del mundo. Esta actitud era un claro desarrollo del acercamiento a
la naturaleza, problemas que los filósofos trataban efectivamente. Por un lado están los
problemas de la técnica científica, pero ante todo los concernientes a la naturaleza y
causa de los meteoros o fenómenos como terremotos, lluvias, elipses. De estas técnicas
científicas, los Jónicos, no hicieron más que propagar lo que las civilizaciones egipcias y
mesopotámicas les transmitían. El mismo Tales se interesó por el ARJE o “principio de las
cosas”, tal vez por influencia de aquella idea de unidad universal ya presente en la época.

En Grecia se gestó un modo de organización social, LA POLIS.  Atenas cambió el valor y


la forma de compartir nuestra experiencia a través de la palabra

La polis, término que solemos traducir como ciudad estado, nació alrededor de los siglos
VIII y VII aC.  Atenas transformó la vida social y las relaciones entre los hombres gracias a
la invención de LA DEMOCRACIA, recobrando un nuevo sentido en un estilo de relación
entre hombres reunidos en la asamblea de ciudadanos.

El LOGOS fue un vocablo central en la filosofía griega, para designar al estudio o


conocimiento. El movimiento de democratización y divulgación tuvo consecuencias
decisivas en el plano intelectual.
Comienza así una nueva profesión: el maestro de retórica o sofistas.  No todos le dieron
aprobación a esto principalmente los que le declararon la guerra fue Platón y Aristóteles,
degradando a este término que etimológicamente significa “intelectuales que saben
hablar”, pero aparte cobraban por hacerlo.  

La polis estableció un modelo de ciudadanía basado en una democracia directa en la que


el debate reemplazó a la espada. No pudiendo participar de los mismos las mujeres, los
niños, los esclavos ni los extranjeros.

Sócrates ejercía un “acoso intelectual”. La dialéctica socrática está basada en la IRONÍA


(posición de la ignorancia “Sólo sé que no se nada, abre interrogatorios, hace caer en
contradicciones, convence de que no sabe) y en la MAYÉUTICA (usa preguntas
graduadas, preguntas y respuestas para descubrir las contradicciones y eliminar
conocimientos falsos, dando a luz a nuevos conocimientos, dar a luz a la razón y a la
verdad). Para Sócrates el mayor enemigo de la verdad es ignorar el propio error,  sostenía
que solo el que duda progresa y usa binomios como el bien y el mal, lo bello y lo feo, lo
justo y lo injusto, valor y cobardía, debilidad y fortaleza. La educación tradicional estaba
basada en el legado de Homero, por lo tanto su oralidad y escritura era poética, constituía
la columna vertebral de la formación cultural, por lo tanto de la política.  Cosa que para
Platón, fundador de la Academia, era un obstáculo, ya que era el más interesado en que
reine la prosa, y en su tratado La República, expuso todas las críticas a la educación
griega.

Platón advierte a sus lectores que el camino es arduo, ya que habiendo salido también el
de la oscuridad, sabe que la luz siempre es cegadora. Pero nos dice también, que ese
camino de sacrificios tiene como valiosa recompensa el acceso a la verdad (La República,
alegoría de la caverna).

Platón desvaloriza la experiencia de los sentidos y exalta la actividad intelectual estable.


Separa el mundo sensible (corruptible, imperfecto, percibido por los sentidos, donde no
hay conocimiento sino opiniones (doxa), del mundo inteligible (ideal, perfecto, no corrupto,
percibido por la razón, el pensamiento y la inteligencia, imperando la idea del bien, con
ideas positivas y jerarquizadas, la verdad, (episteme).

Según su enseñanza sólo los filósofos siguen el camino del conocimiento y logran el
acceso a la verdadera realidad, al saber, a la luz. En los tiempos de Platón no existía
distinción entre filosofía y ciencia.  A nivel de conocimiento sólo había una división que
tenía sentido la que distingue la doxa de la episteme (las ideas del conocimiento).
A partir de las enseñanzas platónicas y modificaciones de su discípulo Aristóteles, la
distinción entre doxa y episteme se estableció en la cultura occidental.

Desde la antigüedad griega, la cultura renacentista y luego la moderna, absorbieron dos


concepciones: la platónica y la aristotélica, ambas con fuerte presencia en nuestras vidas.
El legado de Platón, destaca la importancia de las matemáticas, buscando modelos que
satisfagan la manera de comprender los fenómenos.  Los aristotélicos, en cambio,
pretenden dar explicaciones causales y no solo se conforman con modelos abstractos:
buscan mecanismos productivos. Esta última reconoce y valora la observación y la
experimentación A pesar de estas diferencias ambos coinciden en que la ciencia es un
saber de lo universal, lo inmutable, lo eterno y lo necesario (ambos se inspiraron en las
consideraciones geométricas y armónicas de Pitágoras)

Lo que Platón quería era un modelo intelectual que permitiera incluir las observaciones
planetarias en un esquema solo de movimiento circular, en cambio, Aristóteles, deseaba
un modelo cosmológico que explicara causalmente el funcionamiento del universo.

Aristóteles trabajó mucho para construir una visión de conjunto que no fuera solo un
esquema verosímil en el cual ubicar las observaciones sino también que permitiera
comprender y explicar las causas de su funcionamiento. Para hacerlo tuvo en cuenta los
aspectos lógicos, los físicos y los estéticos.

Platón consideraba que un número infinito de teorías podía explicar cualquier observación
y a partir de estudios empíricos (experiencia) nunca se podría demostrar exactamente
cuál de ellas era la verdadera.

Lo que propone el video de los Sofistas es que en la antigua Grecia hubo un grupo de
intelectuales llamados sofistas (los sabios de profesión), quienes lograron tener gran
influencia en la juventud griega ya que poseían gran dote de retórica y de dialéctica.

Muy por el contrario de los filósofos, su finalidad intelectual no era la búsqueda de la


verdad, sino lograr un alto prestigio en sus discípulos y oyentes, obtener jerarquía política,
social y monetaria.

En un comienzo ser sofista no era deshonroso. Gracias a su preparación e influencia, el


sofista fue considerado como la imagen intelectual y carismática del saber, siendo
apreciado por gran parte de la élite social ateniense.
Sin embargo, el movimiento degeneró, se convirtió únicamente en un medio lucrativo:
manipular a la sociedad griega con argumentos relativos y hasta con falsas nociones tan
sólo para obtener alguna utilidad material.

Para el pensamiento sofista la verdad depende del sujeto, de la interpretación y visión de


cada persona. El bien y el mal, lo verdadero y lo falso, dependen de la perspectiva
personal con la que se valora algún hecho o situación.

Entre sus célebres sentencias se encuentran:

“Todo es relativo”, “el hombre es la medida de las cosas”, “la verdad no existe”, “existen
sólo opiniones no verdades”, “cada individuo percibe el mundo a su modo y
conveniencia”.

El sofismo fue muy criticado y corregido por los grandes intelectuales de la antigua
Grecia, pero sobre todo por Sócrates, Platón y Aristóteles.

Para el sofista, el saber tiene una finalidad lucrativa, para el filósofo, un camino hacia la
plenitud humana.

Si nos enfocamos en Sagan él creía firmemente en la importancia del método científico,


de preguntarse sobre por qué las cosas como son y tratar de buscarle una explicación
basada sobre hechos fehacientes. Y que la educación en los colegios debía promover el
método científico. Frente a la enseñanza religiosa, enseñar a preguntarse, a observar, a
responderse y luego volver a preguntarse. Una de las preguntas recurrentes de Sagan,
por ejemplo, era ¿estamos solos en el universo? Y claro, luego cómo nos respondemos
tal pregunta. Sagan pensaba que existía una probabilidad, pequeña para encontrar vida
más allá de nuestro sistema solar. “Somos un pequeño punto azul”, decía Sagan. Así
como existe una probabilidad vida más allá de los planetas más grandes de nuestro
sistema, también es probable que seamos únicos. Y nuestro planeta es insignificante
comparado con las distancias espaciales. Para la vastedad del cosmos, nuestras guerras,
nuestras religiones, nuestras identidades nacionales son pequeñas; a su vez, nuestro
tiempo, el tiempo del ser humano en la historia del universo es como un minuto dentro de
un año. Así de corta es nuestra presencia.

Y las religiones buscaron explicarlo todo ello. Hasta que, como dice el video, aparecieron
algunos hombres que intentaron darle un significado a las cosas que observaban,
patrones y formas, una razón a todo. Con la idea del “Cosmos”, se da el origen de la
ciencia. Si todo tiene una razón y no responde al designio caprichoso de dios alguno, todo
es posible de irlo explicando.

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