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EL ACCESO A LOS SERVICIOS BÁSICOS ESENCIALES, LOS SUJETOS DE

ESPECIAL PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL Y EL INTERÉS SUPERIOR DE


LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1048/2017-S1
Sucre, 11 de septiembre de 2017
La misma SCP 0400/2017-S1, citada precedentemente, alega que: “Para la resolución del
caso concreto, es necesario establecer la normativa legal vigente aplicable a problemáticas
que involucren derechos y garantías constitucionales de niños. En ese entendido, partiendo
de la Norma Suprema, que de manera autónoma, integra al catálogo de derechos
fundamentales, los de la niñez y adolescencia, a partir de su art. 58, dedica una sección
especial a este sector, denominada, derechos de la niñez, adolescencia y juventud, apartado
en el que sostiene que será considerado niña, niño y adolescente a toda persona menor de
edad, titular de derechos reconocidos en la Constitución Política del Estado, con los límites
establecidos en ella, y de los derechos específicos inherentes a un proceso de desarrollo, a
su identidad étnica, sociocultural, de género y generacional; y a la satisfacción de sus
necesidades, intereses y aspiraciones. Agregando más adelante, que es deber del Estado, la
sociedad y la familia, garantizar la prioridad del interés superior de la niña, niño y
adolescente, que comprende la preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir
protección de los servicios públicos y privados y el acceso a una administración de justicia
pronta, oportuna y con asistencia de personal especializado (art. 60 de la CPE).
(…)
Desde este punto de vista, los sujetos de especial protección constitucional son merecedores
de acciones positivas afirmativas que les garantice una existencia acorde con la dignidad
humana. Por ello, la interpretación del alcance de los derechos y garantías que atañen a los
niños, niñas y adolescentes, reviste importancia especial para este Tribunal Constitucional
Plurinacional, considerando que cuando en el hogar objeto de la interrupción del derecho
de acceso a los servicios básicos, habitan sujetos de especial protección constitucional
(como niños, mujeres cabeza de familia, personas en situación de discapacidad, adultos
mayores, etc.), la misma, merece un carácter reforzado, pues el acceso a los servicios
esenciales, se constituye en un elemento indispensable para la supervivencia y la calidad de
vida, situación que resulta particularmente relevante si entre los usuarios hay población
infantil, encontrándose el Estado obligado a procurar y garantizar su suministro
permanente, sea directamente o a través de las entidades prestadoras de servicios públicos,
independientemente del carácter público o privado de estas.
Esta protección especial, enfocada al derecho de acceso a la energía eléctrica de los niños
se debe, a que en muchos casos, la falta de suministro de electricidad, puede aparejar la
vulneración de otros derechos fundamentales de los menores ya que sin luz, no podrán
desarrollar adecuadamente sus capacidades, pues respecto a su educación, se verán
privados de la computadora, los medios de información de las redes, las telecomunicaciones,
entre otros; no podrán cumplir adecuadamente con las tareas asignadas en sus centros
educativos, pues su actividad se limitará únicamente a las horas en las que cuenten con la
luz del día. Entre otros, debemos ser insistentes, al referir que el acceso a los servicios
básicos, afecta otros derechos fundamentales como el derecho a la salud y a la vida, que
debe mirarse en sentido amplio, entendida la connotación de existencia en condiciones
dignas; es decir, atendiendo el conjunto de circunstancias mínimas inherentes al individuo
que le permitan vivir con dignidad –lo menos penosa posible– acorde con su naturaleza de
ser humano, para lo cual deben tomarse en cuenta aspectos como la satisfacción de las
necesidades básicas, la salud, la edad, la situación de discapacidad o de debilidad manifiesta
en que se encuentre el individuo, o cualquiera otra que desde una concepción social del
Estado, implique de este una especial atención.
Bajo dicho entendido, la potestad de suspender completamente servicios básicos que son
esenciales; está delegada únicamente a los proveedores en los casos previstos por ley. De lo
anterior se concluye que las empresas prestadoras de servicios públicos domiciliarios; y a
través de ellas, el Estado, deben procurar que los servicios elementales lleguen a los
usuarios en las cantidades necesarias; más aún, a los lugares donde se encuentren menores
de edad, así como a los hogares donde vivan sujetos de especial protección constitucional
(entre los cuales se encuentran los menores de edad), bajo el marco de un análisis de
legitimidad, que pondere la afectación sufrida en caso de la interrupción de los servicios
básicos (como la electricidad)”.

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