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Todas las sopas claras empiezan con un fondo o caldo. Los caldos se pueden servir como
ítems terminados, usar como base de otras sopas o refinarse (clarificarse) en consomés.
Caldos
Las técnicas para preparar caldo son idénticas a las preparaciones de fondos. Al igual que
los fondos, los caldos se elaboran cocinando a fuego muy bajo ingredientes saborizantes en un
líquido por un tiempo muy largo. Sin embargo, caldos y fondos se diferencian en dos maneras.
Primeramente, los caldos se elaboran con carne en vez de sólo huesos. Segundo, los caldos
(generalmente con una guarnición) se pueden servir con platos terminados, mientras que los
fondos generalmente se usan para preparar otros ítems.
Los caldos se elaboran de carne, ave, pescado o verduras cocidos en un líquido. Un caldo
especial con mucho sabor resulta cuando un fondo, y no sólo agua, se agrega como líquido. Los
caldos más sabrosos resultan de espaldilla, cuello o posta, como los de aves más maduras. Los
caldos más claros y sabrosos se logran cocinándolos a la temperatura adecuada, espumando y
colando el líquido.
Consomés
Un consomé es un fondo o caldo que ha sido clarificado para eliminar las impurezas y resulte
completamente transparente. Tradicionalmente, todos los caldos transparentes se llamaban
consomés, y un caldo transparente que se refinaba aún más usando el proceso que se describirá
luego, se llamaban consomés dobles. El término double consommé todavía se emplea para
describir un consomé altamente saborizado.
Un consomé bien elaborado deber estar impregnado del sabor del ingrediente principal. Los
consomés de carne y de aves de caza deben ser oscuros; los consomés de aves deben tener un
delicado color dorado o caramelo. Deben tener bastante cuerpo como resultante de su alto
contenido de gelatina y el consomé debe ser perfectamente transparente sin una gota de grasa.
Debido a que un consomé es un caldo refinado, es absolutamente esencial que el caldo o fondo
usado sea de la mejor calidad. A pesar que el proceso de clarificación añade algo de sabor al
consomé, el consomé final dependerá totalmente del gusto del caldo o fondo del cual se elaboró.
Existen dos tipos de sopas espesas: las sopas cremas y las sopas purés. En general, las
sopas espesas son espesadas con un roux u otro almidón, en cambio las sopas purés dependen de
un puré como ingrediente principal como espesante. Pero de cierto modo, las dos sopas son muy
similares: algunas sopas purés se terminan con crema o son parcialmente espesadas con un roux u
otro almidón.
Otras sopas
Existen otras variedades de sopas que no calzan dentro de las clasificaciones anteriores, o
no tienen los mismos procedimientos de cocción, tanto de las sopas claras como de las espesas.
Algunas sopas como bisques y caldillos, como también muchas de las sopas frías, usan métodos
especiales o una mezcla de métodos usados tanto en las sopas claras como las espesas.
Los bisques
Tradicionalmente los bisques son sopas de crustáceos espesadas con arroz cocido.
Actualmente, los bisques son preparados usando una combinación de procedimientos de sopas
crema y de purés. Generalmente son preparadas con langostinos, langostas o camarones de río y
son espesadas con un roux en vez de arroz, para darles una mejor estabilidad y consistencia.
Gran parte del sabor de un bisque proviene de los caparazones de los crustáceos los cuales
son cocidos a fuego lento en un líquido sazonado y luego se hacen puré junto al mirepoix; se
vuelven nuevamente al líquido de cocción y luego se cuelan después de otra cocción. El hacer un
puré de los caparazones y volverlos a la sopa también agregar espesor y una textura granulosa
generalmente asociada a los bisques.
Los bisques son enriquecidos con crema, siguiendo los mismos procedimientos que las
sopas cremas y se pueden terminar con mantequilla para agregar más untuosidad. Las
decoraciones deben ser la carne desmenuzada o trozada del crustáceo correspondiente.
Los caldillos
Estas sopas tienen su origen en Francia y consisten básicamente en una gran sopa
contundente en base a pescado, con una gran variedad de ingredientes más, cocinado en una gran
olla. Los caldillos son sopas contundentes con trozos del ingrediente principal (incluyendo casi
siempre, trozos de papas) y guarniciones. Con algunas excepciones, los caldillos generalmente
contienen leche o crema. A pesar que existen caldillos delgados, una gran variedad de éstos son
espesados con un roux. Los procedimientos para prepararlos son similares a los que se usan para
las sopas cremosas, excepto que los ingredientes no se hacen puré ni se cuelan antes de añadir
leche o crema.
Estas pueden ir desde un simple espolvoreado de perejil picado en un bol de sopa cremosa
hasta pequeños profiteroles rellenos de foie gras en un bol con consommé. Algunas sopas tienen
tanto atractivo por sí solas que no necesitan más decoraciones. En otros casos, las decoraciones
determinan qué tipo de sopa se trata.
Guías generales para decorar sopas
A pesar que algunas sopas tiene guarniciones tradicionales, muchas de las decoraciones de
las sopas dependen de la imaginación del chef y la disponibilidad de ingredientes dentro de la
cocina para hacerlo. Las únicas reglas son las siguientes:
1. La decoración debe ser atractiva.
2. Las carnes y verduras usadas deben ser cortados en tamaños apropiados y uniformes. Esto es
muy importante sobretodo cuando se trata de consommés.
3. Los sabores y texturas de las decoraciones deben complementar la sopa.
4. Los almidones y verduras usados de decoración deben ser cocinados por separados,
recalentados y colocados en los pocillos de sopas antes de verter la sopa caliente. Si se
cocinan en la sopa, éstos pueden enturbiarla o espesar la sopa o alterar el sabor, textura y
sazón.
5. Las decoraciones deben cocinarse a punto; la carne y ave deben ser blandas pero no
deshacerse; las verduras deben estar firmes pero no hechas puré, y la pasta y arroz deben
mantener su identidad. Estas guarniciones deben reservarse y agregarse a la sopa caliente al
último momento para prevenir la sobre cocción.
Ideas de decoraciones
Algunas decoraciones se usan para añadir textura, como también sabor e interés visual a
las sopas. Items como crustones crocantes y galletitas saladas o tocino crocante en una sopa
cremosa, o cubos de carne en una sopa clara agregan variadas texturas que hacen al producto
final más atractivo. A continuación algunas sugerencias para:
Sopas claras – cualquiera combinación de cortes en julianas de la misma carne, ave, pescado
o verduras que proveen el sabor dominante del fondo o caldo; verduras (cortadas en formas
uniformes), pasta (plana, pequeños tortellini o ravioli), gnocchi, quenelles, spaetzle, arroz
blanco o silvestre, crustones, tortillas o won tons.
Sopas cremas, calientes o frías – almendras laminadas tostadas, crema ácida, crustones, queso
rallado o decoraciones con masa choux. Las sopas cremas de verduras generalmente se
decoran con rodajas finas o ramitos del mismo ingrediente.
Sopas purés – julianas de aves o jamón, tajadas finas de salchichas, crustones, queso rallado,
trozos de tocino frito.
Cualquier sopa – hierbas frescas picadas finas, ciboulette cortada fina, flores comestibles,
perejil o berro.
El servicio de la sopa
Temperaturas
La regla es muy simple: servir las sopas calientes, calientes y las sopas frías, frías. Las
sopas claras calientes deben servirse casi a punto de ebullición, 99° es el ideal. Las sopas
cremosas calientes deben servirse a una temperatura un poco más baja, 88°-93°C es aceptable.
Las sopas frías deben servirse a una temperatura de 4°C o más bajo, y algunas veces se sirven en
recipientes de hielo o rodeadas de cubos de hielo.