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PSICODRAMA

Psicodrama: “... Una nueva forma de psicoterapia que puede ser ampliamente aplicada. El
psicodrama pone al paciente en un escenario, donde puede exteriorizar sus problemas con
la ayuda de unos pocos actores terapéuticos. Es un método de diagnóstico tanto como de
tratamiento. Uno de sus rasgos característicos es que la representación de papeles se incluye
orgánicamente en el proceso de tratamiento. Se lo puede adaptar a todo tipo de problemas,
personales o de grupo, de niños o de adultos. Mediante técnicas como las del yo auxiliar, la
improvisación espontánea, la autopresentación, el soliloquio, la interpolación de resistencia,
se relevan nuevas dimensiones de la mente y, lo que es más importante, se las puede
explorar en condiciones experimentales”.

“Históricamente, el psicodrama representa el punto decisivo en el paso del tratamiento del


individuo aislado hacia el tratamiento del individuo en grupo, del tratamiento del individuo
con métodos verbales hacia el tratamiento con métodos de acción”.

Tele y Transferencia: Según Moreno “la transferencia es el desarrollo de fantasías


(inconscientes) que el paciente proyecta sobre el terapeuta, otorgándole una cierta
fascinación”. Pero Moreno destaca otro proceso que también tiene lugar en el paciente. No
todo es transferencia en los vínculos. El paciente, a la vez, percibe intuitivamente pero con
cierta objetividad, qué clase de persona es el terapeuta. “Estas intuiciones de la conducta
inmediata del terapeuta – física, mental u otra – son las relaciones Tele. Tele (del griego
lejos, influencia a la distancia) es la percepción interna mutua de los individuos”. El factor
tele es medido por los tests sociométricos.

Teoría de los Roles: Bustos nos ha enseñado el psicodrama desde una posición existencial,
desde el acercamiento a esas necesidades para nuestra existencia, desarrolla la teoría de los
clústers. “Cuando Moreno dice que los roles intercambian sus experiencias, alude a que se
agrupan según una cierta dinámica. Mi pregunta fue, ¿con qué criterio se agrupan los
ramilletes?

Refiriéndonos al orden evolutivo, podemos pensar que en cada período el bebé va


incorporando experiencias que han de influir fuertemente en su futuro desarrollo” (Bustos,
2007, p. 93) Los criterios que sigue Dalmiro se ubican desde el juego de roles que el niño
lleva a cabo en relación al rol antagonista o contra rol. Y los ordena en tres grupos que
denomina clúster materno, clúster paterno y clúster fraterno. Está, obviamente, haciendo
referencia a funciones, funciones necesarias para el desarrollo y la construcción de la
identidad. Sin poder reemplazar ni sintetizar el trabajo que Dalmiro realiza, nos vamos a
centrar exclusivamente en los patrones de interacción que en cada uno de los clústers
tenemos que ir aprendiendo e internalizando.

En el clúster materno, la indefensión del bebé requiere otro capaz de darle y cubrir sus
necesidades. El bebé no puede hacer, puede recibir, y el adulto que cumple la función, tiene
que ser un buen lector de la necesidad del bebé y un buen dador de los nutrientes físicos y
emocionales que el bebé requiere. El lugar desde donde se realiza la lectura y la
satisfacción de la necesidad, es un sentimiento o protosentimiento, en términos de Dalmiro,
que no puede ser otro que la ternura. “El primer sentimiento primario del ser humano está
inexorablemente ligada a sensaciones y en ambos confluye lo que denominamos ternura. El
término viene de tierno, vulnerable. Muchas veces olvidado en psicología, no se le otorga
categoría y es tan frecuentemente dejado de lado como el concepto de alma. Sin embargo,
la capacidad de sentir y aceptar ternura es esencial para la construcción de relaciones de
intimidad” (Bustos, 2007, p.96).

Desde este sentimiento originario, nos encontramos un patrón de interacción que se


caracteriza por la indefensión y la petición de cuidado, que Dalmiro define como un rol
pasivo-dependiente, el bebé no puede hacer, ni siquiera hacer para conseguir que el otro lo
haga por él. Estoy en el lugar donde el otro debe cubrir mis necesidades. En este patrón de
interacción se aprende a disfrutar de la dependencia, a tener una vivencia segura y
satisfactoria en un mundo amable, seguro y protector del desarrollo. “Las experiencias
negativas en este clúster pueden entorpecer mucho el desarrollo posterior. El estado de
abandono y desamparo puede generar una incapacidad del ser humano de pasar al siguiente
estadio de desarrollo con elementos suficientes para la sobrevivencia emocional. La
inseguridad ontológica básica de que nos hablaba Ronald Laing se refiere a esta condición.
La falta de cuidados amorosos va minando el desarrollo psíquico y físico de un bebé,
levándolo a la muerte en los casos más graves o a la psicosis en otros” (Bustos, p. 100,
2007). El desarrollo conduce al niño al clúster dos, “el rol del bebé pasa de la función de
ser alimentado, nutrido y cuidado (rol de hijo-madre), como eje central y único, para sumar
ella la de ir conquistando gradualmente la autonomía, necesitando un yo que le enseñe a
pararse sobre sus propios pies. La ecuación complementaria ahora es hijo-padre” (Bustos,
2007, p. 237).

Este patrón de interacción se caracteriza por el aprendizaje del hacer que tiene que se
guiado y protegido por el otro. Tiene que aprender a aprender, no sólo desde la ayuda de
otro, sino desde la ayuda de otro que es transmisor y a su vez es portavoz de la norma que
permite la adaptación al medio humano y social del que ambos forman parte. En este
aprendizaje el patrón básico que se instala es el de ser activo-dependiente. Es decir es un
paso necesario para la autonomía. Disfrutar de ser enseñado será un modo de aceptar la
limitación, incorporar un concepto benéfico de autoridad y legitimarse para mostrar sus
capacidades. Dalmiro nos dice que el pasaje de la pasividad a la actividad, en estas
condiciones, predispondrá a que esta persona aprenda a luchar por su vida sin lastimar al
otro. Así la agresión necesaria para la vida, tendrá las características de la capacidad de un
ser humano para luchar por mucho más que luchar contra” (Bustos, 2007, p. 139).

Pero lo común y lo diferente entre el clúster uno y el clúster dos se sitúa , en la


dependencia como patrón común a ambos clústers, se necesita al otro, pero en el primer
clúster el sujeto es un pasivo receptor y en el segundo es un activo receptor. “Ambos son
asimétricos… Tanto la madre como el padre tienen un rol activo, responden a necesidades
biológicamente condicionadas y no existe posibilidad de opción: se decide por él y no tiene
alternativa” (Bustos, 2007, p. 143).

El desarrollo, nos lleva a un tercer tipo de aprendizaje, es el aprendizaje desde roles


simétricos, que Dalmiro denomina clúster tres o clúster fraterno. “Haber sido sostenido
primero, afirmado después, habilita para aprender a compartir… El holding da paso al
grounding y seguidamente aparece el sharing, configurando las tres dinámicas centrales del
ser humano” (Bustos, 2007, p. 161). ¿Qué se aprende en el clúster fraterno? “Los vínculos
que devienen de la simetría contienen a su vez tres diferentes dinámicas: compartir,
competir, y rivalizar” (Bustos, 2007, p. 163).

El camino a la autonomía nos enseña que el único modo de ser autónomos es aprender a
estar con los otros. Solo si ese aprendizaje se realiza, nuestro mundo se organiza en torno a
la sana interdependencia, si no es así nos quedaríamos atrapados en las falsas
construcciones de identidad con las que encubrimos las carencias no cubiertas en nuestros
vínculos de dependencia.

Sociodrama: El sociodrama aunque utiliza los mismos elementos que el psicodrama, se


enfoca en la terapéutica específica de roles y temas sociales y no así en los
trastornos emocionales y psicopatológicos, de ahí que resulta útil para el trabajo con
imaginarios y supuestos sociales. Sociodramáticamente es posible acceder a elementos de
la dinámica social y temas específicos como el imaginario sobre el contrato matrimonial y
el matrimonio, los roles de esposo y esposa, padre y madre, padre e hijo, hermanos, etc.
Aunque el sociodrama se trabaja en la práctica de manera similar al psicodrama, es muy
importante que el director especifique que se va trabajar con un tema particular y
con las características de ciertos roles y no así con los aspectos psicoemocionales de
los individuos, por lo que se debe estar muy atento a que un sociodrama no se transforme
en un psicodrama. El foco del director debe permanecer específicamente en los aspectos y
contenidos sociales y característicos de cada uno de los roles que se están desempeñando en
el marco de un tema particular

Sociometría: En la edición francesa de Fundamentos de la Sociometría, Moreno termina


por definir la sociometría como la ciencia de la acción, por lo tanto, sustrato teórico del
psicodrama. En 1937 funda una revista llamada: Sociometry, a journal of interpersonal
relations, introduciendo por primera vez el término “relaciones interpersonales”. Moreno
concibe al hombre como una célula mínima: el vínculo. Cuando enuncia: “Lo primero es el
grupo” nos invita a concebir al hombre como una unidad indivisible de su entorno.
(Peligro... amor ala vista, Dalmiro M. Bustos, Lugar Editorial, Bs. As., 90). Por medio de
sus tests: sociométrico y de percepción sociométrica (elecciones y rechazos recíprocos) y
de sus sociogramas pueden graficarse, medirse y estudiarse, las interacciones personales
dentro del grupo así como la configuración grupal, formación de subgrupos, etc.

Su iniciador, Jacob Levy Moreno, la define como el estudio de la evolución de los grupos y
de la posición que en ellos ocupan los individuos, rescindiendo del problema de la
estructura interna de cada individuo. Es decir, que la acepción de medida se toma,
estrictamente, en sentido cuantitativo; nos facilita información sobre el número de
elecciones o rechazos que un sujeto recibe y, por tanto,

Socionomía: “es la ciencia que se encarga del estudio de las leyes sociales” la
socionomía es una ciencia que se encarga del estudio de los principios y fenómenos micro
sociales, especialmente de los grupos pequeños, instituciones y comunidades

Sociatría: se refiere a la rama del pensamiento socionómico que se enfoca a la


curación de los sistemas sociales, es decir que es aquella que se encarga de las
aplicaciones clínico-terapéuticas derivadas de los datos y observaciones de las ramas
anteriores, ya sea con un enfoque preventivo o asistencial. Desde la perspectiva
moreniana, la sociatría se conforma por tres elementos a partir de los cuales realiza
sus intervenciones; la psicoterapia de grupo, el psicodrama y el sociodrama.

Sociodinamia: Menciona Moreno (1966) que la sociodinámica parte del estudio de la


estructura de los grupos sociales, los aislados y las asociaciones de grupos, la define
como “una serie de leyes que expresan la influencia de las fuerzas supraindividuales
y sociales en el destino de los individuos del grupo”.

El principio sociodinámico propone una distinta perspectiva de la estratificación


social, fundamentado principalmente en la madurez de la personalidad y el desarrollo
psicoafectivo, siendo así que aquellos individuos con una personalidad menos desarrollada
o con ciertos rasgos de psicopatología, se mantendrán aislados dentro de los distintos
grupos a los que pertenezcan o pretendan pertenecer poseyendo generalmente bajos
estatus sociométricos; mientras que aquéllos con una mejor integración psicoafectiva y
sanidad mental no se mantendrán aislados dentro de los grupos, establecerán y/o
pertenecerán a sistemas de relaciones complejos y estructurados (triángulos,
cuadrados, cadenas, etc.) teniendo altos niveles de estatus al aplicar estudios
sociométricos.

Sociograma: El sociograma es una técnica desarrollada en los años 30 por el psiquiatra y


educador rumano Jakov Levy Moreno, también fundador del psicodrama o la sociometría.
Es una herramienta de análisis y evaluación que se basa en identificar y representar
gráficamente en un esquema-mapa, los vínculos sociales que se establecen dentro de un
grupo, entre los diversos agentes que lo componen y con otros externos (las relaciones
existentes y otras posibles), en un contexto concreto, alrededor de un agente, una
problemática o una iniciativa determinada.
Su uso original estuvo muy ligado al ámbito educativo (identificar relaciones y roles en el
aula), de ahí se extendió al laboral y actualmente se utiliza como herramienta de
exploración y diagnóstico en todo tipo de ámbitos organizacionales

“Es una técnica que pretende obtener una radiografía grupal, es decir, busca obtener de
manera gráfica, mediante la observación y contextualización, las distintas relaciones entre
sujetos que conforman un grupo, poniendo así de manifiesto los lazos de influencia y de
preferencia que existen en el mismo. Este tipo de relaciones no son necesariamente
formales, en la mayoría de los casos son informales”

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