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Clases sobre vínculos intersubjetivos y adolescencia.

Parte I

Prof. Adrián Grassi

Trataré el tema de los vínculos intersubjetivos y su articulación con procesos


adolescentes a partir del texto de Kaes: Un singular plural, Introducción.

Se refiere a la función de los otros en los procesos subjetivos, los otros, el vínculo con
los otros que es uno de los pilares de la subjetividad, los vínculos intersubjetivos (ob.
cit.). Los pilares sobre los cuales se asienta la subjetividad son tres: la sexualidad
infantil-la palabra, (o mas ampliamente el lenguaje)-los vínculos intersubjetivos.
Sexualidad, palabra y vínculo concurren de manera distinta y fundamental a la
formación del inconciente del sujeto y a la construcción de su Yo.

Se recuerda tolo lo ya desarrollado sobre la sexualidad infantil en la primera parte del


cuatrimestre, la implantación de la sexualidad por el adulto y todos los trabajos
específicos puberal-adolescente.

Vínculo:, la relación al otro, cómo situar la función del vínculo?, Cuál es su papel en la
constitución psíquica o constitución subjetiva.

Si bien en la obra freudiana la sexualidad se ubica en el centro de sus investigaciones,


tanto la función de la palabra y el lenguaje para la subjetivad humana como los vínculos
intersubjetivos, son también centrales y Freud mismo dejó abiertas perspectivas que
fueron retomadas y desarrolladas con posterioridad.

“La oposición entre Psicología individual y psicología social o de las masas, que a
primera vista nos parece muy sustancial, pierde buena parte de su nitidez si se la
considera mas a fondo. Es verdad que la psicología individual se ciñe al ser humano
singular y estudia los caminos por los cuales busca alcanzar la satisfacción de sus
mociones pulsionales. Pero sólo rara vez, bajo determinadas condiciones de
excepción, puede prescindir de los vínculos de este individuo con otros. En la vida
anímica del individuo el otro cuenta con total regularidad, como: modelo, como
objeto, como auxiliar y como enemigo y por eso desde el comienzo mismo la psicología
individual es simultáneamente psicología social en este sentido mas lato, pero
enteramente legítimo….”. Freud S. Psicología de las masas y análisis del Yo (1921) AE
T. XVIII pag. 67.

Modelo, Objeto, Auxiliar, Enemigo

Podemos en principio diferenciar dos niveles de análisis y para precisar la terminología:

• Intrapsíquico: todo lo que tiene que ver con la producción de subjetividad por el
intercambio intrasistémico, constitución del aparato psíquico, lo originario-lo primario-
lo secundario, Cc. Prec. Icc. Ello, Yo, Spyo. Es decir todo lo que tiene que ver con el
funcionamiento en el nivel de lo intra (no desligado de lo intersubjetivo, pero hay un
nivel de análisis que admite la distinción y diferenciación: lo intrapsíquico.

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• Intersubjetivo: como todo aquello que considera las relaciones con los demás, como
plantea Freud, los vínculos o el vínculo al otro. De allí se va a desprender una
función que llamamos “lo vincular” que quienes desarrollan el Psiconálisis vincular,
se ocuparon de diferenciar de la relación de objeto. Pujet

Otra idea de Freud en que vemos como se articula la subjetividad, el devenir y el otro, la
encontramos en : “El destino del hombre individual depende de sus relaciones con los
otros hombres”. 1932 Freud Nuevas Conferencias de Introducción al Psicoanálisis.

En el devenir Yo, así como los escollos y los impedimentos de este devenir, están
trazados en la relación intersubjetiva con el otro: esto es válido para el niño, para el
devenir hombre, mujer, para el devenir padre-madre y el devenir adolescente ( que
pone en juego algunas particularidades de las relaciones con el otro, los otros). Esta
perspectiva, que no desarrollaremos pero que queremos dejar planteada, abre el campo
de lo que es la Psicopatología, como así también las posibilidades de alivio del
sufrimiento psíquico cuando se considera la perspectiva vincular, por ej. “el sufrimiento
vincular” (Spivakof M.) a través de diferentes dispositivos clínicos.

A su vez y también en concordancia con Freud (1916) Conferencia 23º de Introducción


al Psicoanálisis, Los caminos de la formación de síntomas: Series complementarias “ Lo
prehistórico…. las disposiciones constitucionales son la secuela que dejaron las
vivencias de nuestros antepasados. También ellas se adquirieron alguna vez, sin tal
adquisición no habría herencia”. El síntoma como memoria de lo acontecido en las
generaciones precedentes, nos introduce en esta perspectiva de los vínculos y lo
generacional.

Así es que podemos diferenciar tres niveles:

Lo intergeneracional

Lo transgeneracional

Lo intrageneracional

Los vínculos que pueden ser intergeneracionales, son los que se producen en las
relaciones entre dos generaciones contiguas, padres-hijos por ej. Los vínculos
transgeneracionales aluden a fenómenos que se producen con relación a una generación
más distante, los antepasados. Y los vínculos intrageneracionales donde se registran
fenómenos entre sujetos de una misma generación y que comparten un período histórico
e instituciones comunes, los hermanos, los amigos, los pares.

Para hacer una referencia a este momento que nos interesa de la constitución de la
subjetividad que es la adolescencia, quiero ir adelantando la importancia que toman los
grupos (vínculos intrageneracionales) e incluso podemos adelantar algo más siguiendo
la propuesta freudiana de los 4 modos en que el otro puede aparecer: modelo, objeto,
auxiliar, enemigo, en la adolescencia el grupo de pares, el estar “en banda”, mas allá de
un sentido degradado, y mas allá también del estricto sentido de banda musical (que
también puede incluirse) pero el hacer masa con un grupo, “indiferenciarse entre los
integrantes de un grupo”, hacer masa, identificaciones al servicio de la grupalidad
puberal. El recurso a la “masa puberal”.

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El otro no se reduce al mundo interno

Al abordar el tema del otro y los vínculos, sea que fuera inter, trans o intra, hay una
formulación que debiéramos tener presente. Es importante dejar establecido que cuando
hablamos de intersubjetividad, cuando hablamos de otro, de vínculo, “el otro” no se
reduce al mundo interno del sujeto. En este sentido hay autores Winnicott con su
artículo sobre el Uso del objeto ( ) que da cuenta y explicita la diferencia entre
“relación de objeto y uso del objeto.

Una vez abierto el camino de esta diferencia, quedó el campo preparado para el
desarrollo del concepto de vínculo, en el contexto de las relaciones sujeto, objeto y otro
altero. Ya habíamos aproximado en oportunidad de trabajar sobre los modos de
elección, hallazgo de objeto, a partir de los desarrollos de Freud de elección de objeto
narcisista, por apoyo en los modelos familiares infantiles: madre nutricia padre
protector. Habíamos propuesto otra forma suplementaria de elección de objeto por la
alteridad, el otro como diferencia irreductible, altero, otro sujeto de deseo.

Es importante detenerse en esta categoría de alteridad o de “lo altero” que es una


categoría que el Psi. toma de la Filosofía, y que nos permite plantear como se va
constituyendo desde los primeros momentos de la vida y hasta la adolescencia.

El Psicoanálisis como teoría que estudia los procesos subjetivos va a tener que dar
cuenta de:

• Como se constituye el niño/adolescente “sujeto otro” diferenciado de los otros.

• Como constituye a los otros como alteros, sujeto de deseo, autónomos,


diferenciados.

• Como se constituye el niño/adolescente como otro, diferente del que era, otro de
sí mismo. Sujeto del Icc. En este sentido recordemos que la adolescencia es un
momento fundacional ya que se termina de constituir el aparato psíquico.

No son pocos los autores que en el campo del Psi. se ocuparon del concepto de
alteridad, cada uno tomando distintos costados del mismo. R. Kaës por el lado de la
función de los otros y los grupos, P. Aulagnier y el contrato narcisista, Lacan y la
vertiente del otro y la relación imaginaria, así como la diferencia con el Otro simbólico,
del lado de cómo va apareciendo la función del otro desde los primeros momentos de la
vida o de la constitución del aparato psíquico, Winnicott y mas recientemente Stern D.
Mahaler M. y el proceso de separación individuación, Erikson E. Benjamín J. y sus
desarrollos sobre el feminismo y el reconocimiento. Estos y otros enfoques han dado
lugar a desarrollos e investigaciones que se posibilitaron por la implementación desde el
Psicoanálisis, de diferentes dispositivos de intervención. Psicoanálisis con grupos,
Familias, Parejas, Psicoanálisis vincular, que son los dispositivos apropiados para el
estudio de los fenómenos del vínculo con otro.

R. Kaës ( ) Nota al pié pag. 25: Recordaré solamente que el concepto de


intersubjetividad se construyó en un primer momento con las problemáticas filosóficas
y psicológicas de la conciencia y del sujeto en sus relaciones con el reconocimiento del

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otro (como sujeto diferenciado) y la función del otro en el reconocimiento de la
mismidad.
1) No se podría considerar “lo altero del otro” sino en relación con la alteridad interna,
“uno es otro para uno mismo”. Sujeto barrado, sujeto del Icc.

2) La experiencia de que Yo es Otro se funda en esa experiencia previa de que el otro


es un Yo para otro Yo. Esta reciprocidad simétrica o asimétrica es una adquisiciòn
tardía tanto en la especie como para cada sujeto.

Se refiere a aquella modalidad de la experiencia o de la teoría en que el otro no es un


mero objeto de la necesidad/pulsión ni de la cognición/percepción del yo, sino que
posee un centro del self separado y equivalente al de uno mismo.

Plantear la intersubjetividad en este terreno del reconocimieto de la propia alteridad


relacionada con el reconocimiento da la alteridad ajena, es una deuda del Psicoanálisis
que seguramente se vio demorado en sus planteos por el temor a convertirse en una
Psicología del interaccionismo o de la interacción que remite en lo esencial circuitos de
comportamientos. En ayuda de los desarrollos que tienen que ver con el problema de las
categorías de alteridad, vínculo, subjetividad, las corrientes filosóficas del
reconocimiento desarrolladas por Hegel, Husserl, y mas recientemente por J.
Habermas y E. Levinas, viene a hacer un aporte y una apoyatura importante al
Psicoanálisis.

Otro objeto, otro sujeto:

La diferencia entre el otro como objeto y el otro como sujeto, resulta crucial para el
enfoque relacional o vincular desde el Psi. Ambos son campos de estudio de la vida
psíquica y por tanto investigaciones psicoanalíticas. Las dos dimensiones, con el objeto
y con el otro son complementarias aunque a veces aparezcan en una relación de
oposición ( J. Benjamín, el reconocimiento y la destrucción, un esquema de la
intersubjetividad).

Winnicott mismo se había visto llevado a tener que diferenciar entre estos dos niveles
que en su teorización él denomina: El uso del objeto y la relación por medio de
identificaciones, cap. 6 Realidad y juego: “ Para hacer uso de un objeto es preciso que
el sujeto haya desarrollado una capacidad que le permita usarlos”. Esto forma parte
del paso al ppio. de realidad. Allí concluye en que se puede describir la relación de
objeto en término de la experiencia del sujeto. Pero la descripción del uso del objeto
implica la consideración de la naturaleza de este (el otro no como objeto interno). La
capacidad para usar 1 un objeto es mas complicada que la aptitud para relacionarse con
objetos, y la relación puede ser con un objeto subjetivo, en tanto que el uso implica que
el objeto forma parte de la realidad exterior (en el uso del objeto éste sale de la zona de
la omnipotencia).

Conceptos tales como identificación o relación de objeto no alcanzan para construir una
teoría del vínculo. La noción de relación de objeto alude a la internalización psíquica y a
la representación de las interacciones del self (yo) con el objeto. También hay como
otro principio para abordar lo intersubjetivo y es que no se trata de las interacciones
1
Introducimos nuestro aporte en el sentido de la capacidad de usar (de la diferencia) que es el otro como
sujeto diferenciado.

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conductuales con otros, entre individuos, lo intersubjetivo es la función que tiene el otro
en la constitución de lo Icc. lo que desarrollamos a partir de la noción de sujeto y sujeto
de grupo. R. Kaes.

Al considerar ambas dimensiones cumpliremos con la expectativa de las teorías


relacionales: dar cuenta tanto de los dilatados efectos que ejercen las relaciones
humanas sobre el desarrollo psicológico, como de los efectos igualmente ubicuos de los
mecanismos psíquicos y de la fantasía sobre la vida metal y de las interacciones con el
mundo. Dimensiones intrapsíquica e intersubjetiva ( J. Benjamín, ob. cit.).

Otro-alteridad y adolescencia. Paradoja del reconocimiento.

En la adolescencia una de las cuestiones importantes que vamos a destacar y a ubicar en


los vínculos intergeneracionales, y retomando las cuatro posiciones que plantea Freud
del otro (modelo, objeto, auxiliar, enemigo), es que ese otro, en este caso los padres,
pero los padres además de cómo tales, como representantes de una generación, esos
otros están ahí para que mediante ese lugar de enemigo, u de opositor, a través de
operaciones relativas a dicha posición puedan producirse ciertos procesos que tienen
que ver con la diferenciación. Una fórmula podría ahí ser: los procesos de
subjetivación en la adolescencia se producen por ese movimiento contra un/unos
enemigos (objetos subjetivos). Tiene que haber un enemigo, alguien que se constituya
en enemigo, opositor para que haya proceso adolescente. Ahí vemos como se pone de
manifiesto ese otro como rival, como enemigo, como alguien a atacar y destruir.

Cómo juega lo intersubjetivo y la necesidad de diferenciación, de autonomía, de


reconocimiento, en los procesos adolescentes? Retomando lo planteado por J.
Benjamin como las paradojas del reconocimiento, para situarlas en lo específico de
los procesos adolescentes .

1. Mira(me) o mirénme, vean lo independiente (de Uds. ) que soy. En una forma
mas extrema funciona como: haceme independiente de vos, como respuesta al
crecé!.

El problema se plantea en los siguientes términos:

1º tiempo de la paradoja: la necesidad por parte del adolescente de ser reconocido como
altero, autónomo e independiente de los padres y la paradoja que se plantea en que este
reconocimiento provenga de los padres mismos, a quienes el adolescente mismo tiene
que constituir como enemigos para diferenciarse. El reconocimiento por parte de quien
él mismo ha constituído en enemigo u opositor para poder diferenciarse, y necesitar que
provenga de allí mismo el reconocimiento de la autonomía.

La confrontación generacional, como proceso de diferenciación es contra otro u otros,


constituyéndolos como enemigos. Pero a la vez requiere que las respuestas de esos
otros, en este caso los padres, den ciertas respuestas que impliquen un sostén y
acompañamiento del proceso, en el sentido de que alguien tiene que haber allí para que
otro se pueda oponer (Winnicott fantasía de asesinato) y no responder como enemigo
efectivamante. Tiene que haber por ej.padres que acompañen de determinada manera,
para que el hijo pueda oponerse. Ahí estaría el otro en esa posición de enemigo de

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opositor y a la vez como sostén, auxiliar para que la operación de oposición pueda
desarrollarse como función simbólica.

Bibliogafía

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