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DOCTOR DANUZZO
TRABAJO PRÁCTICO
TARJETA DE CREDITO
CONCEPTO
DEFINICIONES
a) Emisor: Es la entidad financiera, comercial o bancaria que emita Tarjetas de Crédito, o que
haga efectivo el pago.
b) Titular de Tarjeta de Crédito: Aquel que está habilitado para el uso de la Tarjeta de
Crédito y quien se hace responsable de todos los cargos y consumos realizados personalmente o
por los autorizados por el mismo.
c) Usuario, titular adicional, o beneficiario de extensiones: Aquel que está autorizado por el
titular para realizar operaciones con Tarjeta de Crédito, a quien el emisor le entrega un
instrumento de idénticas características que al titular.
d) Tarjeta de Compra: Aquella que las instituciones comerciales entregan a sus clientes para
realizar compras exclusivas en su establecimiento o sucursales.
e) Tarjeta de Débito: Aquella que las instituciones bancarias entregan a sus clientes para que al
efectuar compras o locaciones, los importes de las mismas sean debitados directamente de una
cuenta de ahorro o corriente bancaria del titular.
f) Proveedor o Comercio Adherido: Aquel que en virtud del contrato celebrado con el emisor,
proporciona bienes, obras o servicios al usuario aceptando percibir el importe mediante el
sistema de Tarjeta de Crédito.
2.- la falta de una vía ágil y segura para el cobro de los saldos deudores en los resúmenes de las
tarjetas.
En su primer artículo “Se entiende por sistema de Tarjeta de Crédito al conjunto complejo
y sistematizado de contratos individuales cuya finalidad es………”
Poniendo así de relieve la característica de los contratos conexos, en los cuales tiene que
haber una finalidad, que es la de vincular a todos los contratos. Son distintos, pero todos tienden
a la misma finalidad económica. Se necesitan unos a los otros constituyendo un sistema.-
Existe conexidad contractual, ya que los efectos de un contrato repercuten o recaen sobre
los otros, mediante una causa fin única desde el punto de vista subjetivo y objetivo.
Hoy día, el código civil y comercial unificado trata los contratos conexos en los artículos
1073, 1074,1075.
NATURALEZA JURIDICA
CONTRATOS VINCULADOS
La ley 25.065 expresa “se entiende por sistemas de tarjeta de crédito al conjunto complejo
y sistematizado de contratos individuales cuya finalidad es:
A. Posibilitar al usuario efectuar operaciones de compras o locación de bienes o
servicios u obras, obtener préstamos y anticipos de dinero del sistema, en los
comercios e instituciones adheridos;
B. Diferir para el titular responsables el pago o las devoluciones de fechas pactadas
o financiarlos con forme a algunas de las modalidades establecidas en el
contrato;
DERECHO CIVIL III – CONTRATOS. DOCTOR DANUZZO
C. Abonar a los proveedores de bienes y servicios los consumos del usuario en los
términos pactados”.
No obstante lo señalado, la ley no ha avanzado en la regulación de los contratos que
supuestamente deben celebrarse para poner al sistema en funcionamiento, por cuanto se detiene
en reglar contrato de misión de tarjeta de crédito, y de dicha reglamentación no surge ninguna
reglamentación del proveedor con el titular de la tarjeta que afecta al contrato celebrado con el
emisor, tampoco la intervención y consecuencias jurídicas que desencadenan los sujetos que
intermedian en la relación. La propia ley aclara en el artículo 43 que el emisor es ajeno a las
controversias entre en titular y el proveedor derivadas del ejecución de las prestaciones
convenidas. Solo excepcionalmente pondera una relación, lo hace en beneficio del emisor, la
parte fuerte del contrato, desatendiendo la posición del débil contractual, el usuario que se
encuentra protegido por la ley 24.240 y que en consecuencia su cita una oposición de normas.
La ley 25.065 tiene un esquema contradictorio, en el capítulo 1 se describe el sistema de las
tarjetas de crédito, en el capítulo 2 menciona quienes son sus participantes, este esquema no es
desarrollado , se dedica a describir el contrato de tarjeta de crédito celebrado entre emisor y
usuario, introduciendo algunas disposiciones referentes al contrato entre emisor y proveedor, no
considerando la estrecha vinculación entre ambos, ni tampoco la intervención de terceros, en el
capítulo 4 se refiere a las disposiciones comunes, regla aisladamente acerca de la actuación del
emisor y determina que autoridades son órganos de aplicación de la ley.
Se describe que la operatoria de la tarjeta de crédito se realiza entre:
Estas complejas relaciones no son abordadas por la ley, que se concreta a reglar
minuciosamente el contrato de emisión de la tarjeta de crédito y en advertir que no hay relación
alguna entre emisor y las controversias que se pueden suscitar entre proveedor y titular de la
tarjeta de crédito.
La ley no ha hecho otra cosa que sancionar lo que se venía realizando través del contrato
predispuesto que las emisoras de tarjetas habían impuesto. La jurisprudencia había establecido
que la solicitud y emisión de la tarjeta de crédito se realiza sobre la base de un contrato de
adhesión.
TENDENCIA MODERNA
La tendencia moderna con relación a las operaciones realizadas con tarjeta de crédito no
ha sido la de la ley, por cuanto se ha considerado que en la especie se concretan tres contratos
que sirven a la misma finalidad económica, la realización de intercambio sin desembolsar
dinero en el acto, asegurando a la vez al vendedor el cobro de su dinero mediante la asunción
por un banco de la obligación de pagar el precio de la mercadería.
La vinculación entre los contratos que ponen en funcionamiento el crédito atreves de la
tarjeta es un hecho evidente. Por tal razón ha preocupado al legislador de otros países, quienes
han reaccionado ante prácticas como la de separar jurídicamente tales contratos. Generalmente
en estos contratos se insertan cláusulas que deslindan toda responsabilidad del emisor con
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respecto a las prestaciones a que se obligan los proveedores, y las legislaciones se han
encaminado a poner coto a estas estipulaciones que se consideran abusivas. La ley 25.065, ha
hecho lo contrario avalando justamente esta práctica abusiva, al declarar en el artículo 43 que
las controversia entre el titular y el proveedor son ajenas al emisor
EL DEBER DE INFORMACION
La ley omite al referirse a este aspecto de tanta importancia en estos contratos. No hay una
sola regla o indicación sobre el particular cuando que el contrato de tarjeta de crédito debe
necesariamente asentares en una información amplia sobre su contenido y sobre su implicancia
en razón de la complicidad que se crea en virtud de los contratos que se conciertan para
posibilitar la operatoria.
Uno de los aspectos relevante de esta información debe ser poner en conocimiento del
usuario, además del contrato de tarjeta de crédito que se concierta entre el emisor y el titular, del
contrato que vincula al franquiciante con el franquiciador o banco intermediario, para que se
sepa en qué condiciones se otorga el manejo de la tarjeta por este último, y cuales so su
facultades, así mismo aclararse que tienen responsabilidad solidaria, a pesar que la ley guarde
silencio.
Seguramente el legislador omitió referirse este tema porque se aplica la ley 24.240
teniendo estas suficientes reglas sobre el particular. Sin embargo estimamos que la operatoria de
tarjetas es sumamente compleja y necesita de información especial.
La misma ley recomienda que en la publicidad, anuncios y ofertas exhibidos en locales
comerciales, en los que se ofrece un crédito para la celebración de un contrato de crédito,
siempre que indique el tipo de interés o cifras relacionadas con el coste del crédito, deberán
mencionar también la tasa anual equivalente.
A nuestro entender la ley 25.065 equivoca su finalidad en vez de arreglar acerca de
cuestiones atinentes a la protección de usuarios de tarjeta de créditos, el débil de la relación
contractual, se preocupa por interponer ciertos deberes de información al emisor con respecto al
proveedor, cuando esta relación no es precisamente la que merezca protección.
De todas las enunciaciones que debe contener el contrato, establecidas en la ley, y que
fueron consignadas precedentemente, ninguna de ellas mencionan los derechos que le asisten al
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usuario, lo que vuelve a poner en tela de duda acerca de los propósitos de la ley, si
verdaderamente tutela los intereses del consumidor o usuario.
LOS RESUMENES
Los resúmenes, son las liquidaciones que el emisor de la tarjeta debe confeccionar
mensualmente al titular de la misma, a los efectos de su pago. La documentación, la recepción,
el plazo del pago es importante para el adecuado funcionamiento de la tarjeta y para garantizar
la economía de su desenvolvimiento. El titular debe controlar y efectuar los reclamos
correspondientes, o si no, ésta liquidación se convierte en definitiva.
Si bien la ley consagra el derecho de reclamar la liquidación en un plazo de 30 días, el
titular debe pagar el monto mínimo para evitar pagar interés punitorio, si la impugnación resulta
rechazada, el monto mínimo lo fija el emisor, sin límite establecido por ley.
El plazo en que deberá recibir el resumen es de 5 días, es demasiado breve, o si no se debe
requerir por teléfono, que no es práctico.
La ley solo habla de intereses punitorios y no de compensatorios, acerca de cuándo corren.
Tampoco se ha previsto un sistema de sanción al emisor o entidad financiera por la demora en
expedirse sobre las impugnaciones, para que el usuario pueda prever sus compromisos.
La ley 25.065, establece el capítulo IX, “Del Resumen”.- Todos los meses el emisor
deberá confeccionar y enviar un resumen detallado de las operaciones realizadas por el titular o
sus autorizados.
Este resumen debe cumplir con los requisitos que establece el artículo 23 LTC que indica
con precisión cuál debe ser su contenido mínimo obligatorio detallando que debe contener:
a) Identificación del emisor, de la entidad bancaria, comercial o financiera que opere en su
nombre.-
b) Identificación del titular y los titulares adicionales, adherentes, usuarios o autorizados
por el titular.-
c) Fecha de cierre contable del resumen actual y del cierre posterior
d) Fecha en que se realizó cada operación.-
e) Número de identificación de la constancia con que se instrumentó la operación.-
f) Identificación del proveedor.-
g) Importe de cada operación.-
h) Fecha de vencimiento del pago actual, anterior y posterior.-
i) Límite de compra otorgado al titular o a sus autorizados adicionales.-
j) Monto hasta el cual el emisor otorga crédito.-
k) Tasa de interés compensatorio o financiero pactado que el emisor aplica al crédito,
compra o servicio contratado.-
l) Fecha a partir de la cual se aplica el interés compensatorio o financiero.-
m) Tasa de interés punitorio pactado sobre saldos impagos y fecha desde la cual se aplica.-
n) Monto del pago mínimo que excluye la aplicación de intereses punitorios.-
o) Monto adeudado por el o los periodos anteriores, con especificación de la clase y monto
de los intereses devengados con expresa prohibición de capitalización de los intereses.-
p) Plazo para cuestionar el resumen en lugar visible y caracteres destacados.-
q) Monto y concepto detallado de todos los gastos a cargo del titular, excluidas las
operaciones realizadas por éste y autorizadas.-
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El artículo 24 LTC indica como obligación para el emisor enviar el resumen al domicilio o
a la dirección de correo electrónico que indique el titular en el contrato o el que con
posterioridad fije fehacientemente.-
Sigue el precepto con las obligaciones del emisor al decir que el resumen deberá ser
recibido por el titular con una anticipación mínima de cinco días anteriores al vencimiento de su
obligación de pago, independientemente de lo que se haya pactado en el respectivo contrato de
tarjeta de crédito. Por otra parte, en el mismo artículo (art. 25) habla del supuesto de no
recepción del resumen. Ninguna sanción indica para el emisor, por lo que son obligaciones
vacías sin sanciones, sólo indica que en el supuesto de no recepción del resumen, el titular
dispondrá de un canal de comunicación telefónico proporcionado por el emisor durante las
veinticuatro horas del día que le permitirá obtener el saldo de la cuenta y el pago mínimo que
podrá realizar, agregando que una copia del resumen de cuenta se encontrará a su disposición en
la sucursal emisora de la tarjeta.-
EXONERACION DE RESPONSABILIDAD
La ley 25.065 dispone que las cláusulas que generen responsabilidad para el titular
adherente de la tarjeta de crédito deben ser redactados en caracteres destacados y subrayados y
que carecerá de efecto las cláusulas de exoneración de responsabilidad con respecto a
cualquiera de las partes.
Toda cláusula abusiva entraña ventajas a favor del empresario o un desequilibrio de los
derechos y obligaciones de las partes, siempre que sea en contrato por adhesión, entre un
empresario y un consumidor, redactado solo por el empresario.
particular, ya que únicamente establece como requisito a insertar en el contrato, todo lo relativo
a las obligaciones que asume el proveedor, en relación con el emisor.
Deploramos igualmente que en la ley no se haya previsto que el contrato del emisor con el
proveedor, se le haga conocer al titular de la tarjeta, como un medio más de conocer el
funcionamiento del sistema, y no constituir como sucede en la práctica, que el titular se vea
sorprendido en su buena fe acerca de aptitudes que generalmente asumen los comerciantes
adheridos al sistema. Una de las más comunes es el secuestro y/o destrucción de las tarjetas por
el comerciante, cuando que muchas veces la información publicada en los boletines o la que en
la circunstanciase realiza, puede contener errores, y en cambio el secuestro o la destrucción de
la tarjeta, en el caso de que se debiera a un error, es un daño irreversible.
Por otra parte, el comerciante no puede tomar aptitudes o conductas extrañas a la que
hubiera convenido con el titular de la tarjeta, por cuanto lo pactado con el emisor de la tarjeta no
puede ser opuesto al titular, desde el momento que este es un tercero, salvo en el supuesto que
se le hiciera conocer el contrato realizado entre el emisor y el proveedor, en donde se haya
encomendado a este que asuma tales conductas.
EL TITULO EJECUTIVO
Si bien la ley exige para la preparación de la vía ejecutiva que se acompañe al contrato de
emisión de tarjetas de crédito y el resumen de cuenta que reúna la totalidad de los requisitos
legales, lo cierto es que resultara un documento totalmente confeccionado por la emisora de la
tarjeta, sin intervención del deudor.
La declaración jurada de la emisora, que además la ley exige, con respecto a la inexistencia
de denuncias por extravió o sustracción del documento, o de cuestionamiento fundado del
resumen, son otros aspectos que intentan dar garantía de legitimidad al carácter ejecutivo del
mismo.
Lo que sí ha venido a cortar una práctica viciosa y desleal de las empresas creadoras de
tarjetas de crédito ha sido la vinculación que han producido de incorporar a las tarjetas de
crédito una cuenta corriente automática donde se asentaban los saldos deudores. Esto que
aparecía como una ventaja para los titulares, que de esta manera tenían un manejo de la cuenta
mucho más discrecional, traía como consecuencia, que al no poder preparar la vía ejecutiva con
los resúmenes de la tarjetas, por así rechazarlos la jurisprudencia, en cambio si podían preparar
la vía ejecutiva como saldos en cuenta corriente bancaria.
El mismo autor señala la naturaleza compleja del contrato, que determina una atipicidad
mixta. La aleación se produce con elementos de un mandato especial, oneroso e irrevocable
junto a la prestación de servicios, contrato preliminar o promesa de mutuo, mutuo propiamente
dicho con o sin garantía real, y fundamentalmente, compraventa.
Tanto la doctrina como la jurisprudencia se han establecido una estructura compleja para el
contrato:
a) un contrato de suscripción del plan de ahorro;
b) un poder irrevocable a la administradora para que realice determinada gestión;
c) la adjudicación por el fabricante de la cosa que se pretende adquirir.
EL SISTEMA DE AHORRO
Consiste en captar el ahorro privado, hacerlo funcionar como un crédito que se obtiene por
el diferimiento de los distintos plazos que se imponen a los propios ahorristas para conseguir,
mediante sorteo o licitación, la oportunidad de ser adjudicatarios del bien que pretenden, por
quien en definitiva pergeñó todo el sistema para poder vender sus productos.
La complejidad de la contratación, que ya pone en peligro al consumidor, frente al
desconocimiento de lo que contrata, se agrega indudablemente un propósito opuesto a esta
finalidad, ideada por el fabricante, que de esta manera promueve las ventas de su producto, aun
en mercados en crisis, porque está creando con los propios adquirentes el crédito necesario para
el cobro al contado del precio del producto.
El consumidor debe también verse beneficiado de alguna manera, y no sufrir los perjuicios
de la pérdida de su derecho, ante las dificultades que el cumplimiento de las periódicas cuotas a
veces le crea.
En todo caso para poder apreciar todo lo que el contenido del contrato supone, debemos
aprehenderlo desde el punto de vista de su objeto y su causa.
SUJETOS INTERVINIENTES
CONCESIONARIO:
a) Su intervención:
Son agentes de comercio, mandatarios de las empresas administradoras, con facultad para
concluir los contratos en su representación, que se firma ante ellos y abonándoseles el importe
del derecho de suscripción y ordinariamente la primer cuota de ahorro, actuando en interés de su
mandante y encontrándose sometidos a las normas que rigen la actividad de aquel.
Ellos asumen, de una manera estable el encargo de promover por cuenta de las entidades de
ahorro la celebración de los contratos en una zona determinada, percibiendo una compensación
proporcional a la importancia de los negocios concluidos, que se incluyen dentro de los gastos
de producción y están limitados por los topes de estos.
DERECHO CIVIL III – CONTRATOS. DOCTOR DANUZZO
adquisición del producto constituye una compraventa, demás está decir que se está contrariando
el precio cierto que debe regir en este contrato.
También atenta contra los intereses del consumidor la jurisdicción pactada en estos
contratos, que la establece en la Capital Federal, constituyendo en consecuencia una cláusula
abusiva en razón de la tendencia de la doctrina y jurisprudencia que no se lo puede obligar al
consumidor a litigar fuera de su domicilio.
LA ADMINISTRADORA
La sociedad administradora de los fondos de los ahorristas, que debe ser una sociedad
anónima, y solamente creada para ese único objeto, es responsable de la organización del
círculo de ahorro, de la admisión de los ahorristas, del debido y completo funcionamiento del
sistema, asumiendo la pertinente responsabilidad frente al ahorrista que no vea satisfecha su
expectativa.
Aunque resulte paradójico, estas sociedades que por su objeto debieran velar por los
intereses de los ahorristas, sin embargo solamente actúan impulsadas por el interés de su
creador, las fábricas terminales.
El contrato entre el ahorrista y la administradora de fondos, es desde el punto de vista
económico un aporte de inversión y no un gasto, ello implica que debe generar una
contraprestación de intereses que es la renta habitual, pero que en la realidad no la recibe, pues
jurídicamente se lo califica como aporte para la formación de un capital común de
disponibilidad libre al adjudicatario o como adelanto de bien o servicio determinado,
desdibujando así su verdadera finalidad: financiar la producción de bienes y servicios a las
empresas sin costo financiero.
Parecería que el eje de todo esto fuera realmente una compraventa, pero no lo es porque no
se determina quié-nes van a ser los adquirentes, en cada adjudicación. Además hay un alea, con
respecto al tiempo, porque no se establece cuando va a recibir el ahorrista su unidad. En
segundo término, si fuera una compraventa sería de cosa futura, pero también aquí hay un alea,
que depende del fabricante, acerca de los modelos que deja de fabricar o de las implicancias o
variaciones del mercado, que incidirían en la fabricación del vehículo, lo que determinaría
variantes de la contratación sin responsabilidad para el fabricante.
GRUPO DE AHORRISTAS
Son reiteradas las opiniones que sostienen que el grupos de ahorristas, no es un sujeto de
derecho.
Al respecto se ha dicho que el mecanismo de acumulo financiero y de adquisición de
bienes, denominado sistema de ahorro previo, provoca como consecuencia económica que el
dinero pagado por cada uno de los ahorristas está destinado a constituir un fondo pecuniario
cuyos beneficiarios económicos son el conjunto de ahorristas. Ello sucede en lo económico,
porque con ese fondo pecuniario serán comprados los bienes destinados a todos y cada uno de
los ahorristas. Pero esa contextura económica del sistema de ahorro previo, no se equivale
formularia mente con la estructura jurídica de cada una de las múltiples relaciones entabladas
por los ahorristas. Los ahorristas no constituyen una Mutualidad económica que configure un
sujeto colectivo dotado de personalidad. Justamente en este aspecto, el desarrollo del sistema de
ahorro previo emplea la figura del sujeto administrador, merced a cuya existencia aquel sentido
económico del negocio se plasma en múltiples y particulares vínculos económicos.
No constituye tampoco el conjunto de ahorristas una persona jurídica, porque no existe
vínculo asociativo alguno, ni contrato celebrado entre los ahorristas que dé nacimiento a un
sujeto de derecho, porque de ser así tendría la facultad de designar administradores y
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CENTROS DE CONSUMO
CARACTERIZACION:
Hipercentros de consumo
DERECHO CIVIL III – CONTRATOS. DOCTOR DANUZZO
Shopping como ciudad: Un shopping center es una especie de ciudad sin ciudadanos,
puesto que quién ingresa allí carece de toda identidad personal y solo interesa su identificación,
al usar por ejemplo una tarjeta de crédito.
La ciudad necesita servicios, algunos de los cuales son pagados por los locatarios, para su
funcionamiento. Por ello hay una organización que se ocupa de contratar el servicio de energía,
de teléfonos, de aire acondicionado, limpieza, jardinería, administración, seguridad contra
robos.
La ciudad necesita de planificación. Por ello se piensa cuidadosamente la relación entre los
locales alquilados y los espacios vacíos, la ubicación de los negocios según las marcas y lo que
venden, la circulación a través de pasillos y de las escaleras, las áreas de esparcimiento, de
comidas, espectáculos.
Hay también una planificación de costos, en donde la empresa contrata todos los servicios
a menor costo, invocando el volumen que van a necesitar, piden rebajas y negocian con los
proveedores. Toda esta planificación tiene una traducción normativa en un denominado
reglamento interno obligatorio para todos los locatarios, y en unas normas generales de
urbanización, aplicables a los transeúntes.
El shopping como centro de distribución: el aspecto comercial que se busca con el
shopping es la circulación masiva de personas. El individuo es inducido al consumo, se rompe
la relación necesidad y demanda, para instaurar un nexo entre la oferta y el consumo. El sistema
tiene la ventaja que todos los servicios interactúan entre sí produciéndose un proceso de
retroalimentación para el consumo; si uno va al cine o a jugar, consume una bebida o compra
una prenda de vestir.
El shopping como empresa común: red de contratos conexos
En el hipermercado hay una empresa común dedicada a la distribución de bienes y
servicios a los consumidores que funciona en forma de red simultánea. Es una red porque solo
funciona si hay una multiplicidad de sujetos interactuando recíprocamente entre sí mediante
contratos conexos.
La empresa celebra contratos de locación con otras que instalan allí sus negocios.
Examinada la relación individual, existe una causa de cambio, mediante la cual se cede el uso y
goce de un local contra el pago de un precio. Pero la multiplicidad de relaciones locativas,
conexas entre sí, tiene algún efecto. Alquilar un local para instalar un negocio en un shopping
supone el establecimiento de un vínculo asociativo que se superpone con la relación de cambio
para el uso o tenencia, modificando alguno de sus aspectos. La relación sigue siendo de cambio,
pero modificada en algunos aspectos por el vínculo asociativo que la entorna. Por ello es una
mera conexidad y no un vínculo típico o atípico que represente una única empresa común.
NATURALEZA JURIDICA
DERECHO CIVIL III – CONTRATOS. DOCTOR DANUZZO
Se trata de contratos de locación de inmuebles mixtos y conexos, en los que se cede el uso
y goce a cambio de un precio y tiene elementos compartidos como publicidad, horarios y
riesgos.
Hay una empresa organizadora y una multiplicidad de negocios que se vinculan
contractualmente con ella para instalarse dentro del establecimiento.
Antecedentes: No hace muchos años nos valíamos de la metáfora del almacenero para
explicar el fenómeno de los almacenes de ramos generales. Este sujeto adquiría directamente
bienes de escasa elaboración de los productos poniéndolos a disposición de la comunidad local.
Cuando se comenzaron a vender productos más elaborados y hubo que recurrir a fabricantes de
otras zonas y distribuidores, surgieron los sistemas de comercialización que llevaron a
reemplazar la metáfora del almacenero por la metáfora de la cadena, el fabricante vende al
mayorista y este al minorista, mediante ventas sucesivas encadenadas.
La metáfora de la red plantea que si una empresa arma una red de distribuidores, todos
deben actuar coordinadamente y si bien son contratos individuales, autónomos, hay algo que los
une y que requiere que funcionen conjuntamente.
En el hipermercado de consumo hay, a semejanza de la red, una actuación simultánea, pero
a diferencia de ella, hay una finalidad común, un interés compartido: es un almacén de ramos
generales ampliado y con múltiples participantes, surge así un vínculo asociativo que de
superpone con la relación de cambio, modificando alguno de sus aspectos. No está diversificada
la titularidad del interés y la ejecución sino que hay una empresa común.
Redes de consumidores: si alguien compra un bien, solicita un crédito o celebra un
contrato médico, se está ante un vínculo de cambio. Pero la situación varía si la contratación
forma parte de una red de usuarios de tarjetas de crédito, de un sistema de ahorro previo o
medicina prepaga. Surge un grupo de contratos que genera exigencias adicionales a los
contratantes, propias del sistema en que cada negocio individual se inserta; obligaciones
comunes, costos de la coordinación o equipamiento del sistema.
CONTRATOS DE APROVISIONAMIENTO
Con anterioridad a la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial, el contrato de
suministro era un contrato atípico. Tradicionalmente, se ubicaba a esta figura contractual dentro
de los denominados contratos comerciales modernos.
El Código Civil y Comercial regula al contrato de suministro como un contrato autónomo.
En tal sentido, lo regla en el Libro III (Derechos personales), Título IV (Contratos en particular),
Capítulo (arts.1176 a 1186).
La doctrina considera positivo que se regule el contrato de suministro en el Código Civil y
Comercial.
CONCEPTO
El art. 1176 del Código Civil y Comercial define al suministro como «el contrato por el
cual el suministrante se obliga a entregar bienes, incluso servicios sin relación de dependencia,
en forma periódica o continuada y el suministrado a pagar un precio por cada entrega o grupo de
ellas».
Respecto a la definición legal se indica que «se trata de un concepto que se posiciona en la
teoría amplia respecto del objeto del contrato y delimita las obligaciones principales de las
partes: el suministrante y el suministrado». Asimismo, se sostiene que «de esta manera, se
aparta del Código Civil italiano y sigue el Código de Comercio colombiano, que incorpora la
posibilidad de suministrar servicios».
En la doctrina, se esbozaron definiciones semejantes a la que hoy contiene el texto legal.
Gabriel Stiglitz señala que «es un contrato por el cual una parte se obliga a entregar cosas a la
otra, en forma periódica o continuada, y está a pagar un precio por ellas».
Iván G. Di Chiazza expresa que «el suministro es el contrato mediante el cual un sujeto,
denominado suministrante, se compromete a entregar cosas (obligación de dar) con cierta
frecuencia de tiempo y de determinada manera o forma (obligación de hacer) a otro sujeto,
llamado suministrado, el cual, a su vez, se obliga a pagar un precio como contraprestación»
Se trata de un contrato que tiene una clara función económica que reside en la utilidad de
este tipo contractual «cuando las compras o servicios se requieren con periodicidad, pues,
mediante esta figura, el suministrante se asegura la venta y el suministrado, la recepción».
CARACTERES
Desde la teoría general del contrato, podemos señalar que el contrato de suministro tal
como aparece reglado en el Código Civil y Comercial presenta los siguientes caracteres:
Bilateral: Los contratos se clasifican tomando en consideración las obligaciones que nacen
al momento de la celebración del contrato en unilaterales y bilaterales. Los unilaterales «son
aquellos en que una sola de las partes se obliga hacia la otra sin que esa le quede obligada». Los
bilaterales «son aquellos en que ambas partes se obligan recíprocamente, la una hacia la otra».
En estos últimos, «las obligaciones a cargo de cada una de las partes están ligadas entre sí». Esa
ligazón se opera mediante un nexo que se conoce como «reciprocidad».
El contrato que analizamos es bilateral porque al momento de su celebración engendra
obligaciones recíprocas para ambas partes. El suministrante se obliga a suministrar al
DERECHO CIVIL III – CONTRATOS. DOCTOR DANUZZO
NATURALEZA JURÍDICA
Siguiendo a Iván Di Chiazza, podemos señalar que existían tres tesis sobre la naturaleza
jurídica del contrato de suministro previo a su recepción normativa en el Código Civil y
Comercial.
1. Tesis de la autonomía: Se consideraba al suministro como un contrato autónomo con
particularidades propias que lo distinguían de cualquier otro contrato.
2. Tesis de la especie o modalidad: Se lo asimilaba a una modalidad (o especie) de
aquellos contratos cuyas prestaciones típicas se hacen presentes con preeminencia en el contrato
y, por ende, se rechazaba su autonomía jurídica. De esta manera, se consideraba al contrato de
suministro como una modalidad de otro contrato típico, sea la compraventa, sea la locación de
servicios o incluso la locación de obra, según los casos.
DERECHO CIVIL III – CONTRATOS. DOCTOR DANUZZO
3. Tesis del contrato marco o global: El contrato de suministro agrupa a varios contratos
relacionados entre sí por el acuerdo de partes y a partir del cual surgen las diversas prestaciones
involucradas.
En la actualidad, conforme al Código Civil y Comercial de la Nación se presenta como una
figura contractual autónoma.
tal modo, el contenido de la obligación del proveedor es definido por el suministrado, en base al
consumo efectivo que realice y en base a condiciones de precio y entrega acordadas.
Una de las cuestiones que suscita perplejidad es la suspensión del suministro que hacen los
prestadores ante la falta de pago, o ante el mero cuestionamiento de las tarifas. Cuando se trata
de servicios públicos no privatizados se invoca, para fundar la decisión, la presunción de
legitimidad del acto administrativo, pero se ha declarado que ello no es factible y resulta
inoponible al usuario. En los casos de servicios regulados en la ley 24.240 tal facultad está
expresamente prohibida.
APROVISIONAMIENTO DE COMIDAS: EL CATERING FAST-FOOD Y EL TICKET
CANASTA
El denominado catering ha sido admitido en la costumbre argentina como también en la
internacional; en el transporte aéreo, de navegación marítima y en los terrestres se observa el
suministro de comida para los pasajeros a través del catering. También es usado el servicio de
comidas que dan empresas organizadas al efecto para los empleados de otras empresas, sea
directamente o a través del denominado ticket canasta. También se utiliza como servicio
subcontratado en la hotelería, cárceles, colegios, hospitales, comedores universitarios.
Otra modalidad de servicios es el fast food. En este caso también hay aprovisionamiento de
comidas rápidas, que pueden ser dadas en el mismo restaurante a un cliente ocasional (supuesto
en que no hay aprovisionamiento), o bien dadas en forma continua para los empleados de las
empresas.
La estructura del vínculo exhibe la relación entre una empresa denominada de catering, que
se obliga a suministrar comida en forma reiterada y continua, con distintas modalidades:
1. El otro contratante puede ser una persona física o una empresa que consume para sí,
siendo un catering directo. Es importante esta calificación porque es un contrato de consumo
(arts. 1° y 2", ley 24.240).
2. Una empresa de catering ofrece a los empleados de otra empresa el servicio de comida
diaria contra el pago de una suma de dinero fija que aquéllos pagan. También aquí es un
contrato de consumo.
3. Una empresa de catering contrata con otra empresa el suministro de comida para sus
empleados, o sus clientes (los transportados en la navegación aérea, marítima y terrestre, o los
empleados de una empresa), el que es pagado por la empresa. Entre ambas empresas hay un
contrato de suministro que contiene una estipulación en favor de un tercero: el cliente o
empleado. Asimismo, para el que consume, es una relación de consumo, que le confiere las
acciones previstas en el artículo 40 de la ley 24.240, en caso de comidas en mal estado.
4. También puede suceder que la empresa de catering sea contratada por una empresa para
dar comida a sus empleados a su cargo, siendo que la empresa les da un ticket para consumir en
el local de la empresa de catering.
En todos estos casos, puede decirse que entre las partes (empresa de catering y empresa
suministrada) hay un contrato de suministro cuyo objeto es la provisión reiterada y continua de
comidas. Se le aplican las reglas que hemos expuesto respecto del suministro. Sin embargo, la
obligación principal no es la entrega de cosas, sino de "comida", lo cual para el Derecho es un
supuesto de hecho complejo: es una cosa que contiene servicios y obra. Es decir, que se le
deben aplicar reglas de la locación de obra y de servicios en la definición del plexo obligacional.
Asimismo, pueden existir casos en los que se adiciona el transporte, y dentro de este contrato, el
transporte con obligaciones específicas de seguridad para la cosa transportada, en especial, el
mantenimiento de las condiciones de frío para que la cosa no se deteriore. En otros casos, puede
complementarse el contrato con uno de locación o comodato, lo que ocurre cuando la empresa
ofrece un lugar para las comidas, en forma onerosa o gratuita.
DERECHO CIVIL III – CONTRATOS. DOCTOR DANUZZO
Las comidas deben ser elaboradas correctamente conforme lo haría un buen especialista del
ramo, deben ser entregadas puntualmente y deben ser sanas e inocuas. La garantía de inocuidad
ha sido admitida por la jurisprudencia para el caso de comidas servidas en restaurantes, y es una
especie de la obligación de seguridad
Son legitimados activos para reclamar por los daños derivados del incumplimiento de esa
garantía; la empresa suministrada, que funda su acción en el contrato; el tercero (cliente o
empleado), en virtud del beneficio aceptado (art. 504, Cód. Civ.) y en su carácter de usuario o
consumidor (art. 40, ley 24.240). Es legitimada pasiva la empresa proveedora del servicio de
catering, en el caso de la acción basada en el contrato de suministro. En cambio, si se basa en el
artículo 40 de la ley 24.240, los responsables son todos los integrantes de la cadena de
elaboración y distribución, en las condiciones previstas en la ley.
Con relación al pago es en dinero. El denominado ticket, no es habitualmente un medio de
pago, si con ello se quiere significar que paga el empleado o usuario. El ticket es un instrumento
documental que se da al empleado o cliente, que lo autoriza a consumir en la empresa
proveedora. No puede ser usado para otros destinos, no es monetizable, lo que significa que su
uso no es en realidad un pago que hace el usuario, sino un documento de autorización para el
uso del servicio que paga la empresa suministrada. De tal modo, ésta no se desprende de su
calidad de contratante y continúa siendo legitimada pasiva de las responsabilidades.