Está en la página 1de 2

Batalla de Kilómetro Siete

Antecedentes.
La pérdida de los fortines Boquerón, Arce, Alihuatá y la retirada general hacia
Saavedra fue un duro golpe para los bolivianos. Cundió una ola de desmoralización
que alcanzó a todas las unidades en el Chaco.

El general Carlos Quintanilla fue destituido del mando de la 4.ª División siendo
reemplazado por el coronel Enrique Peñaranda. Los restos de la 4.ª División
boliviana retrocedieron hacia Saavedra abandonando los fortines Arce y Alihuatá,
los más avanzados que tenía Bolivia en el Chaco. A la altura del km 7 del camino
Saavedra-Alihuatá cruzaron un ancho pajonal que cortaba perpendicularmente el
camino. Los comandantes vieron allí las condiciones favorables para una defensa y
acordaron detener ahí el avance paraguayo.

Después de capturar Arce y Alihuatá, Estigarribia perdió la oportunidad de acabar


con el ejército boliviano en el Chaco al desviar su ataque hacia los fortines bolivianos
Fernández y Platanillos asumiendo, razonablemente, que fuerzas bolivianas podían
salir desde allí a su retaguardia y cortar la línea de suministro Arce-Isla Poí.
Estigarribia pensaba que los efectivos apostados en esos fortines superaban los
1000 hombres, sin saber que allí solo se encontraba distribuido, en posiciones
distanciadas, el regimiento RI-1 Colorados con 220 soldados.

Este error de apreciación le dio tiempo a las fuerzas bolivianas en retirada para
fortificar sus posiciones en Saavedra. Se produjeron nuevos cambios en los
comandos: El coronel Francisco Peña, comandante interino del Primero Cuerpo, fue
evacuado por enfermedad siendo reemplazado por el general Arturo Guillén. El
Coronel Peñaranda también tuvo que ir a retaguardia por enfermedad, cediendo el
mando al teniente coronel Bernardino Bilbao Rioja.

Desde Bolivia, el presidente Salamanca pensó que la resistencia en ese lugar era
decisiva para recuperar la moral de las tropas, la cual pendía de un hilo. Una derrota
obligaría a los bolivianos a retroceder aún más, lo cual acarrearía graves
consecuencias para todo el ejército y posiblemente para su propio gobierno.

Los 18 días perdidos por Estigarribia permitieron la llegada al frente de los


regimientos Abaroa, el RI-25, un destacamento de zapadores y un grupo de
artillería. Se apostó a otros 1500 hombres y 80 oficiales al otro lado del camino y se
esperó pacientemente la aparición de los paraguayos. Progresivamente iban
llegando a la zona de operaciones las fuerzas bolivianas que habían sido
movilizadas y que Estigarribia estimaba que se completarían para fines de diciembre
de 1932.

También podría gustarte