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Hipertensión

Concepto

La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de

las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Hipertensión

es el término que se utiliza para describir la presión arterial alta.

Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El

número superior se denomina presión arterial sistólica. El número inferior se

llama presión arterial diastólica. Por ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como

120/80 mm Hg).

Uno o ambos números pueden ser demasiado altos. (Nota: Estas cantidades

aplican a personas que no están tomando medicinas para la presión arterial y

que no están enfermas.).

 Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a

120/80 mm Hg la mayoría de las veces.


 Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando la presión arterial es de

140/90 mm Hg o mayor la mayoría de las veces.

 Si los valores de su presión arterial son de 120/80 o más, pero no

alcanzan 140/90, esto se denomina prehipertensión.

Signos y Síntomas

En la mayoría de los casos, no se presentan síntomas. En la mayoría de las

personas, la hipertensión arterial se detecta cuando visitan a su proveedor de

atención médica o se la hacen medir en otra parte.

Debido a que no hay ningún síntoma, las personas pueden sufrir cardiopatía y

problemas renales sin saber que tienen hipertensión arterial.

La hipertensión maligna es una forma peligrosa de presión arterial muy alta. Los

síntomas incluyen:

 Dolor de cabeza fuerte

 Náuseas o vómitos

 Confusión

 Cambios en la visión

 Sangrado nasal

Fisiopatología

El conocimiento de naturaleza etiológica de la HTA se basa fundamentalmente

en los fenómenos fisiológicos que explican la regulación de la presión arterial, lo

cual a su vez puede considerarse como el producto de volumen sistólico por la

resistencia periférica, a esto se puede añadir la elasticidad de la pared arterial,

todo ello condicionado por influencias múltiples y exquisitas de regulación.


El volumen sistólico, es decir, la cantidad de sangre que el corazón puede lanzar

cada sístole, está influenciado por 3 factores:

*El retorno venoso.

*Fuerza de contracción cardiaca.

*La frecuencia(ritmo).

Pero es la resistencia periférica a la que estamos obligados a

prestar atención preferente. Esta resistencia está determinada por el tono

arterial, el cual desde el punto de vista de la luz arterial, nos obliga a considerar

varias causas:

*La calidad de la sangre(viscosidad)

*El calibre de la luz.

*La velocidad de la sangre circulando.

El principal factor etiológico radica en el tono de la pared. Se conocen

importantes factores que influyen en dicho tema, en el sentido de aumentarlo,

originando una vasodilatación. Señalamos en cuanto a esto la inervación

vasomotora, es decir, el simpático y el parasimpático(Sistemas adrenérgicos y

colinérgicos). Como efecto la vasoconstricción, la noradrenalina y la

vasodilatación de la Acetilcolina. Toda esta inervación vasomotora se supervisa

fundamentalmente a la acción del centro vasomotor(en el bulbo), el cual, al

mismo tiempo recibe influencias diversas: la del centro respiratorio, la del seno

carotídeo, la de los nervios aórticos y otros estímulos quimio y presorreceptores

arteriales y venosos. Asimismo influye la tensión de anhídrico carbónico

circulante. También se le da importancia a la acción de centros corticales

superiores y del diencéfalo para una buena regulación del centro vasomotor.
Tratamiento

A la hora de tratar la hipertensión hay dos bloques fundamentales de acciones a

realizar:

 Mejora de los hábitos de vida

El paciente tiene que llevar una dieta saludable, disminuir el consumo de

calorías, de azúcares y grasas y aumentar la práctica de ejercicio físico. Estas

dos prácticas tienen como resultado un mejor control del peso y si el peso está

bien controlado es una manera sencilla de controlar la hipertensión.

Julián Segura, presidente de la Sociedad Española de la Hipertensión- Liga

Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (Seh-Lelha), señala que

muchos hipertensos surgen porque las personas llevan tiempo sin cuidarse y

ganan unos kilos. “Cuando el hipertenso ya está identificado, parte de su

tratamiento es controlar bien su peso, evitar ganar kilos, tener una vida activa y

evitar llevar una sedentaria”.

Por último, Segura recomienda que si el paciente es fumador, conviene que

abandone ese hábito y si suele consumir alcohol, es aconsejable que lo reduzca

considerablemente.

 Tratamientos farmacológicos

En caso de que los cambios de los hábitos de vida no funcionen, hoy en día

existen tratamientos farmacológicos que son muy útiles para controlar la

presión arterial. Inicialmente estos tratamientos comienzan con un solo

fármaco. No obstante, en algunos casos esta medida no es suficiente y

necesitan combinar con dos o tres medicinas para controlar la presión arterial.
Debido a que la hipertensión arterial es una enfermedad crónica,

es fundamental que los pacientes sean constantes con los tratamientos. Según

los datos de la Seh-Lelha, el 90 por ciento de los pacientes diagnosticados de

hipertensión no lleva a cabo las recomendaciones de los especialistas en

materia de higiene o dieta y el 50 por ciento no sigue los tratamientos que

tienen prescritos.

Esto se debe a que como es una patología que se padece durante muchos años,

los pacientes tienden a relajarse con las instrucciones que le da el médico. Esto

puede tener una serie de consecuencias. La principal es que tendrá la

hipertensión mal controlada, lo que a largo plazo puede

derivar en complicaciones cardiovasculares mayores como infarto de

miocardio, ictus, deterioro de la función renal o de la circulación de las piernas,

entre otros.

Cuidados de Enfermería

-Toma de signos vitales (T.A., Fr, Fc y T°).

-Mantener en reposo absoluto y con respaldo a 45°.

-Llevar Balance Hídrico y Diurésis.

-Proporcionar dieta hiposódica.

-Restricción de visitas y de ser posible mantenerlo aislado.

-Cuidados higiénicos en cama.

-Administración de medicamentos prescritos.

-Orientar a familiares sobre la patología y su tratamiento.

Diagnósticos de enfermería relacionados


-Alteración de la Eliminación Urinaria (Relacionado a efecto de medicamentos y

que se puede evidenciar con el Balance Hídrico).

-Alteración en el Desempeño del Rol (Relacionado a Cambios en la capacidad

física para el desempeño de los roles habituales).

-Alteración de la Función Sexual (Relacionada a efecto de medicamentos,

depresión, alteración de la autoestima).

-Déficit en los Cuidados Personales de Baño/Higiene (Relacionado a intolerancia

a la actividad).

Diabetes Mellitus
Concepto

La diabetes mellitus (DM) es un trastorno que se caracteriza por hiperglicemia

crónica debido a falta de secreción de insulina, falla en su acción o ambas

alteraciones; por lo tanto la hiperglicemia sostenida en una persona se puede

deber a una alteración en la acción de la insulina, que generalmente se

acompaña de secreción disminuida, o sólo a falla en la secreción. La DM se

puede asociar a diversas complicaciones, que pueden ser agudas (metabólicas o

infecciosas) o crónicas y éstas a su vez pueden ser micro o macrovasculares.

Estas complicaciones son causa importante de morbilidad, incapacidad y

muerte.

Signos y Síntomas

Los primeros síntomas de la diabetes guardan relación con los efectos directos

de la hiperglucemia (concentración alta de glucosa en sangre), e incluyen:

 Aumento de la sed
 Aumento de la micción

 Aumento del hambre

La glucosa pasa a la orina cuando su concentración sanguínea aumenta de 160

mg/dL a 180 mg/dL. Si la concentración de glucosa en la orina alcanza valores

incluso más altos, los riñones secretan una cantidad adicional de agua para

diluir la abundancia de glucosa. Dado que los riñones producen demasiada

orina, existe poliuria (micción abundante y frecuente), que, a su vez, provoca

polidipsia (sed excesiva). Puede haber adelgazamiento debido a la pérdida

excesiva de calorías en la orina. A modo de compensación, se siente un hambre

exagerada.

Otros síntomas de diabetes son:

 Visión borrosa

 Somnolencia

 Náuseas

 Disminución de la resistencia durante el ejercicio

Fisiopatología

En la fisiopatología de la DM se conjugan varios defectos para determinar

finalmente la hiperglicemia. El primero de ellos es la insulinorresistencia a nivel

de hígado, músculo liso y tejido adiposo; se habla de resistencia periférica a la

insulina a la que se produce en el músculo estriado, donde disminuye la

captación y metabolismo de la glucosa; y de resistencia central a la insulina a la

que se desarrolla en el hígado, donde aumenta la producción de glucosa

determinando la hiperglicemia de ayuno. Lo anterior estimula la producción de

insulina en las células beta, pero cuando éstas no pueden producir la cantidad
de hormona suficiente para contrarrestar esta insulinorresistencia aparece la

hiperglicemia, que siempre indica a presencia de una falla, que puede ser

relativa, en la secreción de insulina. Otro defecto que favorece el desarrollo de

DM es la disminución del efecto de la incretina en conjunto con el aumento de la

secreción de glucagón en el período postpandrial, lo que se ha podido

comprobar sólo en algunos pacientes, porque la producción y desaparición de

estas sustancias es relativamente rápida. Cuando la hiperglicemia se mantiene,

aunque sea en nivel moderado, se produce glicolipotoxicidad sobre la célula

beta, lo que altera la secreción de insulina y aumenta la resistencia a esta

hormona a nivel hepático y muscular; por lo tanto la falta de tratamiento

apropiado favorece la evolución progresiva de la diabetes.

La DM tiene las siguientes características:

 Insulinorresistencia y déficit relativo de secreción de insulina frente al

estímulo con glucosa. Los niveles de insulina de una persona con DM

pueden ser normales, pero son insuficientes para contrarrestar la

hiperglicemia y la insulinorresistencia.

 La DM se presenta en pacientes obesos o con aumento de grasa

abdominal, que puede ser intraabdominal o intravisceral.

 Existe una evolución subclínica en la mayoría de los casos.

 Estos pacientes son metabólicamente estables, pero pueden debutar con

complicaciones o con síndrome hipermolar nociotóxico (SHONC), y

excepcionalmente con cetoacidosis.

 Los pacientes no requieren insulina para sobrevivir.


 Actualmente están apareciendo casos de DM en niños y adolescentes

obesos.

Tratamiento

 Dieta

 Ejercicio

 Educación

 En la diabetes tipo 1, inyecciones de insulina

 En la diabetes tipo 2, a menudo fármacos de administración oral, y, a

veces, inyecciones de insulina

La alimentación, el ejercicio y la educación son los pilares del tratamiento de la

diabetes y, a menudo, las primeras recomendaciones que se dan cuando se

diagnostica diabetes leve. Si la glucemia es muy alta o se padece diabetes de

tipo 1 (sin importar el valor de la glucemia), es necesario tomar medicamentos.

Puesto que es menos probable que aparezcan complicaciones de la diabetes si

la glucemia se controla de forma estricta, el objetivo del tratamiento consiste en

mantener los valores glucémicos dentro del intervalo normal tanto como sea

posible.

El tratamiento de la hipertensión arterial y de las concentraciones altas de

colesterol, que contribuyen a causar problemas circulatorios, también evita

algunas de las complicaciones de la diabetes. Una dosis baja de aspirina (ácido

acetilsalicílico) a diario también ayuda a reducir el riesgo de sufrir un infarto de

miocardio.

Es útil llevar o usar una identificación médica (como una pulsera o una etiqueta)

para alertar a los profesionales de la salud de que se padece diabetes. De esta


forma, pueden administrar de inmediato un tratamiento para salvar la vida,

sobre todo, en caso de traumatismos o de alteraciones del estado mental.

La cetoacidosis diabética y el síndome hiperosmolar hiperglucémico no

cetósico constituyen una urgencia médica, porque pueden causar coma y la

muerte. El tratamiento es similar para ambos y se centra en la administración

de líquidos intravenosos e insulina.

Cuidados de Enfermería

Los cuidados de enfermería que hay que prestar a este tipo de pacientes son:

• Mantener la pauta de insulina.

• Controlar la velocidad de administración de líquidos.

• No ingerir alimentos por vía oral sin peristaltismo.

• Control de diuresis horaria.

• Valorar el estado mental.

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