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En este artículo vamos a explicarte los procesos léxicos de la lectura. De esta forma continuamos la serie de
entradas en la que estamos explicando todos los procesos lectores.
Los procesos léxicos están referidos a la decodificación de palabras, es decir al reconocimiento y lectura de
palabras. Son importantes porque están directamente relacionados con la ejecución y velocidad lectora.
En este artículo te explicamos en qué consisten, cómo funcionan los procesos léxicos y las dificultades más
frecuentes.
Ruta fonológica
Posiblemente te has dado cuenta que cada lista de palabras la has leído de manera diferente: has utilizado dos
rutas para decodificarlas distintas.
La lista de palabras de la lámina amarilla la has leído mediante la ruta fonológica. Habrás visto que estaba
formada por palabras muy infrecuentes (posiblemente nunca las habías visto) o por pseudopalabras, es decir,
palabras que realmente no existen y que por tanto, te han resultado novedosas.
Habrás observado que para leer las palabras de la lámina amarilla, has ido leyendo
(decodificando) prácticamente sílaba a sílaba. Así funciona la ruta fonológica: utiliza las reglas de conversión
grafema-fonema, lee silábicamente utilizando esas reglas.
Podíamos decir que la Ruta fonológica, es la “velocidad corta de la lectura”.
Ruta léxica
La otra ruta que los procesos léxicos utilizan para leer palabras es la ruta léxica. Las palabras de la lámina
verde, las has leído mediante la ruta léxica.
Si te das cuenta, esas palabras no las lees sílaba a sílaba, sino que la lees completa de una vez. Es como si
reconocieras la imagen global de la palabra y enseguida la identificas.
La ruta léxica se utiliza cuando leemos la mayoría de las palabras porque nos resultan frecuentes o familiares.
Al contrario que la ruta fonológica, la ruta léxica sería la “velocidad larga de la lectura”.
Vocabulario visual
La ruta léxica se desarrolla gracias a que el niño va creando en su memoria un almacén de palabras que es
capaz de reconocer “de un golpe de vista”, de manera global. Ese almacén de palabras se llama vocabulario
visual.
Cuanto más amplio sea el vocabulario visual más se utilizará la ruta léxica y se podrán leer las palabras con
mejor ejecución y velocidad lectora.
Procesos perceptivos
La lectura comienza con la percepción visual de las letras y de las palabras escritas. Es el primero de los
procesos. Está percepción está también condicionada por los llamados movimientos sacádicos, es decir,
movimientos que los ojos realiza a lo largo de los renglones. El ojo no hace un rastreo como si fuera un
escáner; los movimientos sacádicos son pequeños saltos que el ojo realiza en diferentes puntos de la línea
escrita. La percepción visual es el primero de los procesos lectores.
Procesos léxicos
Los procesos léxicos son las operaciones cognitivas encargadas de leer palabras, o mejor dicho, de
“decodificar” las palabras escritas.
Los procesos léxicos son realmente importantes porque condicionan la velocidad lectora y la comprensión,
aunque su misión, no es propiamente la comprensión, sino transformar los signos escritos (las letras) en
fonemas y palabras orales o mentales, si se hace lectura silenciosa.
En próximos artículos, cuando nos dediquemos a explicar los procesos léxicos más detenidamente, veremos
que en lenguas transparentes, como el español, donde existe una correspondencia casi total entre los
grafemas y los fonemas, existen dos formas (dos rutas se llama técnicamente) de leer palabras: la ruta
fonológica y la ruta léxica.
Procesos sintácticos
Continuando con los procesos lectores, el tercero de ellos son los procesos sintácticos. Estos son los
responsables de establecer las relaciones sintácticas entre los elementos del discurso escrito. Estas relaciones
están asociadas principalmente al orden en el que están escritas, el uso de los signos de puntuación y sobre
todo, el uso de las palabras funcionales, es decir, preposiciones y conjunciones principalmente.
Los procesos sintácticos pueden modificar el sentido de una oración sin apenas cambiar las palabras o sin ni
siquiera cambiarlas, como en este ejemplo:
“Vamos a perder, poco se resolvió” “Vamos a perder poco, se resolvió”
Procesos semánticos
Al final de la cadena de procesos lectores están los procesos semánticos, es decir, los procesos de
comprensión de la lectura propiamente dichos. La comprensión está referida a palabras, oraciones y textos de
diferente longitud.
La comprensión lectora implica extraer el significado de lo escrito, pero también la capacidad de inferir
información que no está explícitamente señalada en el texto. Esto ocurre, por ejemplo, en las fábulas donde la
moraleja, es una información que se debe inferir de la historia, pero no siempre está señalada explícitamente
en el contenido del texto. Finalmente, la comprensión lectora, implica integrar parte de la información en la
memoria del lector.
Intervención educativa
Si efectivamente hay dificultades en los procesos perceptivos de la lectura, la intervención se centrará en los
aspectos afectados, con el fin de recuperarlos.
Hay que comenzar trabajando con los estímulos que estén afectados. Por ejemplo, si hay errores en la
discriminación visual de dibujos y letras, hay que comenzar antes por los dibujos.
El orden a seguir sería trabajar con dibujos, iconos, símbolos, letras, sílabas y palabras, aunque solo si están
afectados los procesos perceptivos de la lectura con esos estímulos.
Lo ideal no es solo realizar tareas de discriminación visual, sino ayudar al niño a descubrir las diferencias
perceptivas entre los diferentes estímulos. Por ejemplo, que la letra “d” tiene la zona redondeada a la
izquierda, mientras que la “b” lo tiene a la derecha.