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¿Por qué el Autor ha dividido su obra en tres tomos?

La respuesta es muy

PREPARACIÓN

PREPARACIÓN FÍSICA
sencilla pero tremendamente eficaz: su obra es, ante todo, metodológica. Busca
soluciones prácticas y las condiciona a todas las categorías deportivas y a todos
los entrenadores/preparadores físicos. Así el primer tomo va dirigido a los entre-
nadores jóvenes, y a veces inexpertos, de la categoría alevín (10 a 11-12 años), el

FÍSICA
segundo es para aquellos que desarrollan sus enseñanzas con infantiles y hasta
cadetes (13 a 15-16 años), quedando el tercero para los técnicos de la categoría
juvenil y las superiores.
La obra presenta conclusiones científicas, inéditas e ideas originales del Au-
tor como:
•C  entrar toda la obra en un objetivo supremo: «la construcción del deportis-
ta». Sí, porque el Autor cree que el deportista se construye por el entrenador/
preparador físico, como la casa por el arquitecto o el puente por el ingenierio.
• Establecer «la construcción del deportista» entre los 10-11 y los 18-19 años,
y dividir todo el proceso en tres fases:
- Iniciación deportiva.
- Orientación deportiva.
- Especialización deportiva.
• Desarrollar y perfeccionar al máximo las cualidades perceptivo-motrices
pero «retando los sistemas energéticos.
• Recomendar, contra viento y marea, la iniciación al entrenamiento de fuerza,
con pesas en el estadio puberal pero con una metodología para veinte sesiones.
• Proponer cinco medidas cineantropométricas y un test de aptitud físico de-
portiva con cinco pruebas para seleccionar los más aptos -la élite- para la
práctica deportiva, que a la vez sirven para definir la especialidad y la posi-
ción o prueba deportiva, una vez pasada la pubertad.

Primer Nivel
PREPARACIÓN FÍSICA

AUGUSTO PILA TELEÑA


Primer Nivel

8.ª
edición

AUGUSTO PILA TELEÑA


JULIO ALFONSO NOVOA LÓPEZ
PREPARACIÓN
FÍSICA
PRIMER NIVEL

8.ª edición
Augusto Pila Teleña
Julio Alfonso Novoa López

PREPARACIÓN
FÍSICA
PRIMER NIVEL

8.ª edición
(corregida y puesta al día 2014)
Director editorial:
Marco Pila
Diseño y Maquetación
Claudia Romero

© Pila Teleña; 2014


C/ Pozo Nuevo, 12
28430 Alpedrete (Madrid)
Telf: +34 609 25 20 82
e-mail pilatelena@pilatelena.com
www.pilatelena.com
Madrid - España

Impreso en España por


ISBN: 978-84-95353-06-1
Depósito legal: M-18227-2014

Reservados todos los derechos. Quedan rigurosamente prohibidas, sin el permiso escrito de los titu-
lares del copyright, la reproducción o la transmisión total o parcial de esta obra por cualquier procedi-
miento mecánico o electrónico, incluyendo la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución
de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.
A mis hijos
Augusto, Marco Tulio y Elena, la que considero mi
mejor obra
Dícenme.
Miguel de Cervantes Saavedra y en 1605 di a la
imprenta cierto librillo que granjeóme larga fama y
escasa fortuna.
El primer año víose el fruto de mi ingenio aventado
en cinco ediciones más ladronas que caco, las
cuales causaron no pocos disgustos a mi honra y no
menos quebrantos a mi diezmada hacienda.
No se usaban entonces, como agora se usan
derechos de propiedad intelectual.
Introducción a esta edición
La Educación Física es un concepto ligado al desarrollo evo-
lutivo y motor de los niños hasta convertirse en adolescentes.

Por ello, es fundamental que tanto los profesores de Educa-


ción Física, y los entrenadores de las diferentes especialidades
deportivas, adaptemos bien los contenidos que vamos a utili-
zar en nuestras clases y sesiones.

Conseguiremos la adaptación siempre y cuando seamos ca-


paces de identificar las necesidades y características de nues-
tros deportistas en función su edad y desarrollo tanto físico
como evolutivo.

El primer paso para conseguirlo, es plantearnos objetivos para


conseguir enseñar los contenidos que cada especialidad de-
portiva requiere: habilidades motrices y capacidades físicas.

Este libro es una guía técnico-práctica, donde el autor comien-


za hablando de aprendizaje y habilidades motrices (técnica), y
finaliza hablando sobre las capacidades físicas (entrenamien-
to). Después, cada entrenador o profesor deberá planificar,
periodizar y programar su trabajo en función de sus grupos,
medios, etc.

Julio Alfonso Novoa López


¿Para quién es este tomo?
Para los entrenadores/preparadores físicos de los
equipos alevines (10 a 11-12 años).

¿Qué fase de «la construcción del deportista» cubre?


La fase «iniciación deportiva», precisamente donde
caen los equipos alevines.

¿Puede servir para todas las categorías?


Sí.
Hay que poner de moda el concepto «la
construcción del deportista»
Esta octava edición constituye un cambio sustancial de la pri-
mera que fue editada seis veces. El cambio es casi total.
La estructura de esta octava edición se basa en el princi-
pal objetivo de la obra: plantear una preparación física dirigi-
da única y exclusivamente a cooperar en «la construcción del
deportista».
Y ¿qué es «la construcción del deportista»?, ¿se justifica este
término»?, ¿se construye realmente el deportista?, ¿tiene apo-
yo científico este concepto?
Desde hace años me viene dando vueltas en la cabeza
la idea de definir, divulgar y demostrar la importancia del
concepto «la construcción del deportista» en la vida de un
deportista.
Ante tantas barbaridades de entrenamiento cometidas
mundo adelante, en los últimos años, con la aplicación de
entrenamientos «quema etapas» en niños y adolescentes, se
imponen ideas y cambios que les garanticen:
1) Su salud física y mental.
2) El mejor desarrollo anatómico-fisiológico para alcanzar
—realmente— su «techo» de rendimiento deportivo.
¿Han demostrado los métodos tradicionales que los jóve-
nes deportistas alcanzan realmente su «techo» de rendimien-
to? O, por el contrario, ¿se confirma que los abusos del entre-
namiento lo están reduciendo?
¿Qué es «la construcción del deportista»? Se puede definir
como la etapa dentro de las edades evolutivas en que el entre-
namiento técnico-físico, ayudado por otros factores como la ali-
mentación, el descanso, una vida higiénica y el entrenamiento
psicológico, hace posible el desarrollo armónico anatómico-fi-
siológico del deportista que conduce a su máximo rendimiento,
según las distintas edades por las que va pasando.
¿Se justifica este concepto? No solo se justifica sino que hay
que comenzar a difundirlo y utilizarlo a toda prisa como única
garantía de que el entrenamiento técnico-físico-psicológico
producirá el máximo desarrollo potencial de cada niño/joven
deportista.
¿Se construye realmente al deportista? Se construye o se
destruye según el camino que se tome. El entrenador/prepa-
rador físico puede construir o destruir al deportista como el
arquitecto al edificio, el ingeniero al puente o el bioquímico a
las bacterias.
¿Tiene apoyo científico este concepto? Hasta el presente
muy poco, pero desde el punto de vista práctico tiene el apo-
yo de la lógica y de la experiencia.
No entres todavía en el estudio de la obra, lee primero lo
que sigue: «Introducción a los tres tomos».
Introducción a los tres tomos
Ciertamente no me puedo quejar de esta obra dividida en tres
tomos que originó la Editorial en la cual hoy labro el pan de
mi familia, y en la que pongo mi mayor interés para ayudar a
documentar la Educación Física y el deporte de la parte del
mundo que tiene como idioma el español. Su éxito comercial
fue tan rápido que no tuve otra alternativa que publicar seis
ediciones sin cambiar nada, a pesar de ser consciente de que
se imponían transformaciones sustanciales. Ha llegado la hora
de los cambios con esta octava edición. Responden a estos
objetivos y límites:
La obra intenta tener valor común; es decir, que sirva para
todos los deportes. Este objetivo deja en manos de los entre-
nadores/preparadores físicos la matización y adaptación par-
ticular de la preparación física a las características y demandas
de sus deportes.
Sus tres tomos abarcan las categorías del deporte español
e hispanoamericano donde se logra «LA CONSTRUCCIÓN DEL
DEPORTISTA», desde la tierna edad de 10-11 años hasta los 18-
19. Este objetivo obliga a interpretar y utilizar los tres tomos de
la siguiente forma:
— El primero es para la fase «iniciación deportiva», que
sitúo en la edad prepuberal: desde los 10 hasta los 11-
12 años.
— El segundo para la fase «orientación deportiva» que
coloco en la época puberal: desde los 12 hasta los 13-
14 años.
—El tercero para la fase: «especialización deportiva», que
ubico en la etapa pospuberal: desde los 14 hasta los
18-19 años.
Los cambios de esta octava edición vienen dados por la
concepción de este segundo objetivo, y en realidad, son sus-
tanciales. Los animaron esa bella y eficaz frase «la construcción
del deportista», que debe ser —en todo momento— el obje-
tivo principal del entrenamiento técnico-físico-psicológico en
las edades evolutivas. En efecto, se trata en estas edades de
construir al deportista sin presiones y aceleraciones que no
hacen otra cosa que bajarle el «techo» de su evolución natural
fijada por factores genéticos y modulada por las influencias
ambientales. Construir al deportista aprovechando al máximo
las oportunidades que ofrecen las edades donde hay creci-
miento anatómico-fisiológico. Lo que no se logre individual-
mente entre la iniciación deportiva en la edad prepuberal y
los 18-19 años, en que prácticamente cesa el crecimiento
anatómico-fisiológico, no se podrá alcanzar posteriormen-
te. Las edades evolutivas constituyen los mejores momentos
de la vida de un deportista para desarrollar y perfeccionar las
cualidades perceptivo-motrices y adquirir, desarrollar y perfec-
cionar las destrezas del juego individual y las tácticas del de
conjunto. Desde el punto de vista de la preparación física y del
entrenamiento técnico, las posibilidades de aumentar sustan-
cialmente el rendimiento deportivo pasadas las edades evolu-
tivas son dudosas; al menos así lo apuntan muchas investiga-
ciones y los resultados del estudio que hice en 849 deportistas
de la Provincia de Madrid, de ambos sexos, y que expuse en el
libro Evaluación de la Educación Física y los deportes.
¿Significa lo expuesto anteriormente que la preparación fí-
sica y el entrenamiento técnico no tienen mayor valor pasadas
las edades evolutivas? En manera alguna; su valor aquí tam-
bién es incuestionable pero —definitivamente— nunca po-
drá ser de igual magnitud al logrado en las edades evolutivas
sencillamente porque se ha detenido el crecimiento anató-
mico-fisiológico. Para que alcance su verdadero valor hay que
enfocarlos desde otros puntos de vista.
La obra se apoya en diversos elementos de juicio: desde la
observación y el experimento directos del autor (16 años en-
trenando en Cuba, 4 en Costa Rica y numerosos cursos impar-
tidos en España e Hispanoamérica), hasta el análisis teórico-ló-
gico, después de muchos años documentándose en la lectura
de numerosos libros y artículos técnicos y de investigación.

Augusto Pila Teleña


13

Índice

I. La construcción del deportista


1. Objetivos en «la construcción del deportista»..................................................... 21
2. Tipos de entrenamiento en «la construcción del deportista» Papel y
ponderación de los tres tipos de entrenamiento en «la construcción
del deportista» ......................................................................................................................... 23
3. Edad ideal para comenzar «la construcción del deportista» ...................... 26
Maduración, ejercicio y aprendizaje ........................................................................... 27
Restricción del ejercicio durante la maduración ................................................ 30
El ejercicio durante la maduración .............................................................................. 31
El ejercicio para acelerar la maduración ................................................................... 31
El ejercicio después de la maduración...................................................................... 31
4. Planificación, periodización y programación de «la construcción del
deportista».................................................................................................................................. 33
La planificación de «la construcción del deportista» ....................................... 34
Fases de la planificación de «la construcción del deportista» .................... 40
Principales objetivos y medios a utilizar en la planificación de «la
construcción del deportista» .......................................................................................... 44
14 PREPARACIÓN FÍSICA I

Lo que se puede y debe hacerse en las tres fases de «la construcción


del deportista» .......................................................................................................................... 45
La periodización ....................................................................................................................... 45
La programación...................................................................................................................... 51
5. Principios o leyes del entrenamiento deportivo ................................................. 52
Tipo de entrenamiento: total y específico ............................................................... 53
Continuidad del entrenamiento .................................................................................... 56
Sobrecargas progresivas del entrenamiento ......................................................... 57
6. Importancia del desarrollo y perfeccionamiento perceptual-motor en
«la construcción del deportista».................................................................................... 69
Relación técnicas de ejecución de las destrezas con las cualidades
perceptivo-motrices .............................................................................................................. 69
Cualidades perceptivo-motrices .................................................................................... 70
Resumen del capítulo ........................................................................................................... 72
Cuestionario de repaso ........................................................................................................ 76
Bibliografía ................................................................................................................................... 77

II. Fundamentos de la preparación física


1. Necesidad de la preparación física............................................................................... 83
2. ¿Qué es la preparación física?.......................................................................................... 84
3. Los objetivos de la preparación física ......................................................................... 84
Clases de objetivos ................................................................................................................. 85
Objetivos generales de la preparación física .......................................................... 86
4. Fundamentos biológicos del entrenamiento en general y de la pre-
paración física............................................................................................................................ 87
¿En qué basar la preparación física? Fundamento fisiológico ..................... 87
¿Preparación física con base externa o interna? .................................................. 88
¿Cómo se produce el movimiento?............................................................................. 89
5. Beneficios del entrenamiento técnico y de la preparación física ............. 116
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 15

En el sistema circulatorio .................................................................................................. 116


En el sistema nervioso ........................................................................................................ 118
En el sistema muscular-articular .................................................................................. 118
En el sistema endocrino .................................................................................................... 118
En el metabolismo ................................................................................................................ 119
6. ¿En qué basar la preparación física? Un factor más: las demandas de
la especialidad deportiva ................................................................................................ 121
7. Los planes (o programas) de la preparación física y los factores de
trabajo .......................................................................................................................................... 128
8. Clasificación de los principales ejercicios utilizados en la preparación
física ............................................................................................................................................... 132
Resumen del capítulo ......................................................................................................... 135
Cuestionario de repaso ...................................................................................................... 137
Bibliografía ................................................................................................................................. 138

III. La iniciación deportiva

1. La iniciación deportiva....................................................................................................... 143


2. El conocimiento de los jóvenes es esencial ......................................................... 145
El joven deportista. Estadios y características: importancia en la ense-
ñanza-aprendizaje deportiva ......................................................................................... 145
3. Ejercicios más apropiados a la iniciación deportiva ........................................ 149
Fase iniciación deportiva. Categoría Alevín .......................................................... 150
Fase orientación deportiva. Categoría Infantil .................................................... 150
Fase especialización deportiva. Categorías Cadete y Juvenil .................... 150
4. La selección para la iniciación deportiva................................................................ 151
¿Cómo realizarla? Elementos de juicio ..................................................................... 154
Factores genéticos ................................................................................................................ 155
Factores biotipológicos. Medidas a considerar y ponderación ................ 156
Factores fisiológicos. Medidas a considerar y ponderación.......................... 159
Test de aptitud físico-deportiva Pila Teleña............................................................. 160
Resumen del capítulo ........................................................................................................... 164
Cuestionario de repaso ........................................................................................................ 165
Bibliografía ................................................................................................................................... 166

IV. Cuatro premisas para la preparación física en la


iniciación deportiva
1. Objetivos a alcanzar............................................................................................................... 169
Objetivos terminales de la fase ....................................................................................... 169
Objetivos específicos ............................................................................................................ 170
2. Planificación, periodización y programación de la preparación física ........... 171
Ubicación de la preparación física en el entrenamiento general ............. 172
Acomodación de la preparación física —de esta fase— al entrena- 172
miento técnico, a la periodización y al campeonato ........................................ 172
3. Aplicación de la preparación física ............................................................................. 173
Factores que originan un sistema de trabajo......................................................... 176
Las partes de la sesión de trabajo y sus ejercicios .............................................. 176
4. Evaluación de la preparación física .............................................................................. 179
¿Qué evaluar? Evaluación ideal y evaluación posible....................................... 179
Test de aptitud físico-deportiva Pila Teleña ........................................................... 180
•  Grasa corporal ....................................................................................................................... 180
•  Salto vertical ........................................................................................................................... 182
•  Abdominales en 1 minuto............................................................................................. 183
•  Flexión anterior del tronco ............................................................................................ 185
•  Prueba de aptitud cardiovascular respiratoria .................................................. 186
Aplicación del test .................................................................................................................. 190
La ficha acumulativa de seguimiento......................................................................... 191
Baremos (tablas de calificación) correspondientes al «Test de aptitud
físico deportiva Pila Teleña» .............................................................................................. 194
Beneficios del test ................................................................................................................... 203
Requisitos que debe cumplir un test motor .......................................................... 203
Requisitos para aplicar un test ........................................................................................ 205
Consejos para aplicar un test ........................................................................................... 205
¿Por qué el calentamiento antes de un test? ......................................................... 206
¿Cómo debe ser el calentamiento? ............................................................................. 207
Resumen del capítulo ........................................................................................................... 208
Cuestionario de repaso ........................................................................................................ 210
Bibliografía ................................................................................................................................... 210

V. Ejercicios para desarrollar y perfeccionar la fuerza en la


iniciación deportiva

Ejercicios a manos libres para el desarrollo y perfeccionamiento de la


fuerza ............................................................................................................................................. 215
Ejercicios con los balones medicinales para el desarrollo y perfeccio-
namiento de la fuerza ........................................................................................................... 231
Resumen del capítulo ........................................................................................................... 238
Cuestionario de repaso ........................................................................................................ 238
Bibliografía ................................................................................................................................... 239

VI. El desarrollo y perfeccionamiento de la elasticidad-


flexibilidad y de la amplitud de movimiento articular

1. Importancia de la elasticidad-flexibilidad en la amplitud de movi-


miento y por qué el término elasticidad-flexibilidad ....................................... 243
2. Concepto de flexibilidad .................................................................................................... 244
3. Factores que afectan la flexibilidad.............................................................................. 245
4. Límites de la flexibilidad y de la amplitud de movimiento ........................... 245
5. Evaluación de la flexibilidad y de la amplitud de movimiento................ 246
6. Relación de la flexibilidad con el entrenamiento de resistencia, de
fuerza (potencia) y de velocidad (agilidad) .......................................................... 247
El entrenamiento de la resistencia y la elasticidad-flexibilidad................ 247
El entrenamiento de la fuerza (potencia) y la elasticidad-flexibilidad ......... 247
El entrenamiento de la velocidad (agilidad) y la elasticidad-flexibilidad ........ 248
7. Los ejercicios de flexibilidad y los planes/programas de entrenamiento............ 249
8. Métodos para utilizar los ejercicios de flexibilidad ........................................ 251
Estiramientos dinámicos .................................................................................................. 251
El método estático ............................................................................................................... 251
9. Beneficios del entrenamiento de la flexibilidad................................................ 253
10. Repertorios de ejercicios .............................................................................................. 253
Resumen del capítulo ........................................................................................................ 259
Cuestionario de repaso ..................................................................................................... 260
Bibliografía ................................................................................................................................ 261

VII. La relajación
1. Relajación. Clases.................................................................................................................. 265
La relajación dentro del movimiento....................................................................... 265
La relajación como desintoxicante............................................................................ 266
Repertorio de ejercicios.................................................................................................... 268
19

I. «La construcción del


deportista»

Este capítulo es común a los tres tomos


Ciertamente no es nada fácil la tarea de construir un deportista. Constituye
un largo camino plagado de peligros a salvar para llegar a la meta deseada. La
base de partida radica en la comprensión e interpretación exacta de estos tres
componentes:
1. Tipos de entrenamiento en «la construcción del deportista».
2. Edad ideal para comenzar la construcción.
3. Planificación de la construcción.

Cuando finalices este capítulo podrás:


•  Conocer los principales objetivos en «la construcción del deportista».
•  Ponderar los tres tipos de entrenamientos en «la construcción del deportista».
•  Interpretar la relación entre la maduración, el ejercicio y el aprendizaje.
•  Quedar en posesión de ideas básicas para planificar, periodizar y programar «la
construcción del deportista».
•  Utilizar los principios o leyes del entrenamiento, tanto en el planteamiento
teórico como en el práctico.
•  Valorar la importancia del desarrollo y perfeccionamiento motriz en «la cons-
trucción del deportista».
20 PREPARACIÓN FÍSICA I

En este capítulo:

1. Objetivos en «la construcción • Principales objetivos y medios


del deportista» a utilizar en la planificación de
• En el dominio cognoscitivo «la construcción del deportista»
• En el dominio afectivo • Lo que se puede y debe
• En el dominio motriz hacerse en las tres fases de «la
construcción del deportista»
2. Tipos de entrenamiento en «la • La periodización
construcción del deportista» • ¿En qué basar la periodización?
• ¿Cómo dividir el tiempo
• El entrenamiento técnico
disponible (ciclo anual)?
• El entrenamiento físico o
• La programación
preparación física
• Elementos básicos de un plan o
• El entrenamiento invisible
programa de entrenamiento
(psíquico)

3. Edad ideal para comenzar «la 5. Principios o leyes del entrena-


construcción del deportista» miento deportivo
• Maduración, ejercicio y • Principios o leyes del
aprendizaje entrenamiento deportivo
• Restricción del ejercicio • Tipo de entrenamiento: total y
durante la maduración específico
• El ejercicio durante la • Continuidad del entrenamiento
maduración • Sobrecargas progresivas del
• El ejercicio para acelerar la entrenamiento
maduración
• El ejercicio después de la 6 Importancia del desarrollo y
maduración perfeccionamiento perceptual-
motor en «la construcción del
4. Planificación, periodización y deportista»
programación de «la construc- • Relación de las técnicas de
ción del deportista» ejecución de las destrezas con las
• La planificación de «la cualidades perceptivo-motrices
construcción del deportista» • Cualidades perceptivo-
• ¿En qué basar la planificación? motrices
• ¿Cómo dividir el tiempo
disponible? Resumen del capítulo
• Fases de la planificación de «la Cuestionario de repaso
construcción del deportista» Bibliografía
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 21

1. Objetivos en «la construcción del deportista»


«Los objetivos serán siempre lo primero aunque sean lo último en
conseguirse.» «Sin objetivos nada, con objetivos todo.»
No puede concebirse intentar construir a un deportista sin tener claros los
objetivos a alcanzar. Lo primero es conocer adonde hay que llegar; luego,
y solo entonces, se podrán determinar los medios pertinentes para su
consecución.

Al comienzo de este libro y bajo el nombre de «Hay que poner de moda el


concepto “la construcción del deportista”» dije que la estructura de esta edición
se basa en el primer objetivo de la obra: plantear una preparación física única y
exclusivamente dirigida a cooperar en «la construcción del deportista». Es decir,
que la preparación física se une al entrenamiento técnico y al invisible para conse-
guir construir al deportista que es, asimismo, el primer objetivo del entrenamiento
deportivo en las edades evolutivas.
Mas, para llegar a este primer objetivo, es necesario recorrer un largo camino
que en el mejor de los casos necesita de ocho a nueve años, lo que obliga a esta-
blecer otros objetivos parciales o de menor alcance repartidos en los tres dominios
de la conducta deportiva, que a la vez es humana: cognoscitivo, afectivo y motriz.
El máximo rendimiento deportivo individual solo es posible cuando se utilizan,
también al máximo, todas las cualidades de los tres dominios. Un ejemplo de estos
objetivos parciales desdoblados del principal lo ofrece el siguiente esquema, que
a la vez es una taxonomía básica.
Sin embargo, los objetivos no pueden quedar limitados a los que aparecen en
el esquema antes expuesto. Cada entrenador o preparador físico irá desdoblán-
dolos en la planificación-periodización-programación que haga para construir sus
deportistas, como por ejemplo:
Dominio afectivo y Fair Play. El niño debe aprender a comportase dentro de una
actividad física y deportiva como se requiere. Es importante enseñar en las etapas
tempranas este punto, donde se respeta al adversario y al compañero, quienes
nos ayudan en nuestro proceso de entrenamiento y formación. Debemos tener en
cuenta, además, que la competición nos sirve como parte de entrenamiento, en
forma de mejora de capacidades y en evaluación.

Educación integral a través del deporte


A lo largo de esta obra irán apareciendo, como ejemplos, algunos de estos ob-
jetivos, para cumplir con el encabezamiento de este tema: «Los objetivos serán
siempre lo primero aunque sean lo último en conseguirse». «Sin objetivos nada,
con objetivos todo».
22 PREPARACIÓN FÍSICA I

Esq. 1. Principales objetivos cognoscitivos, afectivos y motrices en «la construcción del deportista».

Objetivos en la construcción 
del deportista

En el dominio cognoscitivo En el dominio afectivo En el dominio motriz

•  D  esarrollar y perfeccionar  •  I ntegración plena al equipo.  •  D  ominar y aplicar los 


la memoria y la inteligencia  Interesa el equipo, no el  fundamentos del juego 
motriz. individuo. individual y las tácticas del 
•   Mejorar la rapidez mental (de  •   Desarrollar y perfeccionar  conjunto.
decisión). las cualidades volitivas (del  •   Desarrollar y perfeccionar 
•   Garantizar la aplicación  carácter) ambición (querer  las cualidades perceptivo-
correcta de los fundamentos  ser), perseverancia, coraje,  motrices.
del juego individual y de las  autocontrol, etc.
tácticas del de conjunto.
Todo para dar el máximo
rendiemiento deportivo

Algunos de estos objetivos se referirán a las fases de la planificación, otros a


los periodos del ciclo anual, y también al desarrollo y perfeccionamiento de las
cualidades que determinan los planes o programas de preparación física. Unos
serán generales y otros específicos y el entrenador/preparador físico tendrá que
saber identificarlos.
Los objetivos expresan en términos abstractos y generales, los ideales del en-
trenamiento deportivo. Ayudan al entrenador a esclarecer lo que desea de sus
deportistas, en aspectos tan concretos y útiles como:
• Conocer cuáles son los contenidos (medios) más adecuados para el
entrenamiento de sus deportistas.
• Determinar la técnica didáctica (metodológica) más apropiada para su
acción docente.
• Establecer una evaluación motivante y retadora para sus deportistas a la
vez que le permita conocer cómo se desenvuelve todo el proceso y cómo
evolucionan sus deportistas.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 23

2. Tipos de entrenamiento en «la construcción


del deportista»

Al comienzo de «la construcción del deportista» el entrenamiento técnico


es la clave por su fuerte motivación. Prácticamente se basta para, además
de facilitar la adquisición, desarrollo y perfeccionamiento de las destrezas
del juego individual y las tácticas básicas del juego de conjunto, desarrollar
las cualidades perceptivo-motrices. «A la preparación física mediante el
entrenamiento técnico».

En la construcción de un deportista inciden tres tipos de entrenamientos, que


se pueden esquematizar de la siguiente forma:

Esq. 2. La construcción del deportista y los tipos de entrenamiento que en ella inciden.

ENT
NA
RE CO SI

ENTRENAMIENTO INVISIBLE =

TO
M
IEN

EN
Alimentación +
TO

ENTRENA MI
Descanso +
TÉCNICO

 Vida higiénica + 
Actitud positiva + CONSTRUCCIÓN 
Entrenamiento psicológico DEL DEPORTISTA

EN
TR LE
EN IB
AMIENTO INVIS

El entrenamiento técnico tiene como objetivo principal la adquisición, desarro-


llo y perfeccionamiento de las destrezas o habilidades del juego individual y de las
tácticas del juego de conjunto.

El entrenamiento físico o preparación física tiene como objetivo principal


el desarrollo y perfeccionamiento de todas las cualidades perceptivo-motrices
inherentes al individuo. Las cualidades perceptivo-motrices son las facultades
orgánicas que generan el movimiento. En la práctica, se unen a las destrezas el
juego individual y las tácticas del juego de conjunto para producir el rendimien-
to deportivo.
24 PREPARACIÓN FÍSICA I

El entrenamiento invisible (psíquico) tiene como objetivo principal el desarrollo


y perfeccionamiento de todas las actitudes del deportista que son, por un lado, las
cognoscitivas (memoria, inteligencia, juicio rápido, etc.) que dirigen las destrezas,
las tácticas y las cualidades perceptivo-motrices; y, por otro, las cualidades volitivas
(del carácter) que afectan las cognoscitivas de mayor a menor grado.
Nada más lógico, pues, que la construcción del deportista tenga en cuenta los
tres tipos de entrenamiento que en ella inciden.
Debemos hacer partícipes a nuestros deportistas de su propio entrenamiento,
dándoles autonomía y explicándoles el proceso. Y debemos tener cuidado con las
cosas que les insinuamos, sobre todo a edades tempranas (10-11 años).

Papel y ponderación de los tres tipos de entrenamiento


en «la construcción del deportista»
La ausencia de investigación y de literatura hace difícil determinar el papel y la
ponderación de los tres tipos de entrenamiento en «la construcción del depor-
tista», aun cuando su importancia es evidente. A lo largo de los últimos años, las
discusiones al respecto se han acrecentado entre los preparadores físicos, los téc-
nicos y los psicólogos deportivos, tomando cada uno las posiciones que su forma-
ción le indica, pero la cuestión sigue sin aclararse.
En los muchos cursos y conferencias que he impartido sobre preparación física
muchas veces surgió la pregunta coyuntural: ¿Qué es más importante, el entrena-
miento técnico, la preparación física o el entrenamiento psicológico?
Hoy, con mirada retrospectiva, me doy cuenta de que mi respuesta siempre fue
evasiva e inconcreta, cuando el problema requería —como hoy lo sigue requirien-
do— una respuesta concreta y solucionadora.
El tema siempre me ha preocupado y he tratado de ordenarlo en mi mente,
pero nunca tomé una posición definida porque no lo tenía claro. Hoy, me atrevo
a decir algo, basado en el estudio que hice en 849 deportistas de Madrid, de di-
ferentes edades (desde 11 años hasta la categoría superior) y en ambos sexos. El
estudio consistió en tomarles cuatro medidas cineantropométricas y aplicarles
un test de aptitud físico-deportiva integrado por cinco pruebas o ejercicios. El
propósito principal del estudio fue el de llegar a conclusiones para proponer
a los cientos de miles de entrenadores que trabajan en la base deportiva de
España e Hispanoamérica, la utilización de cuatro simples medidas cineantro-
pométricas1 y un test de aptitud físico-deportiva de campo con tres objetivos
bien definidos:

1 Expongo las cuatro medidas cineantropométricas y el test de aptitud físico-deportiva en el capí-


tulo III de este tomo.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 25

1. Detectar y seleccionar, por medio de dichas cuatro medidas y el test, los


sujetos superdotados genéticamente de una población dada; como por
ejemplo, la de una escuela, un club, un barrio o una población pequeña,
para iniciarlos en la práctica deportiva. De esta forma, la selección para el
deporte competitivo —que es costoso y requiere un esfuerzo distribuido en
varios años— tiene la posibilidad de ser la más idónea, en contraste con la
simple basada en el «ojo o la experiencia», siempre vulnerables e imprecisos,
del entrenador, o porque el niño o joven quiere practicar un determinado
deporte sin conocer si tiene las facultades para ello, o porque «papá» le esti-
mula o presiona. Este objetivo tiene un valor diagnóstico.
2. A partir de la selección, iniciar una evaluación-seguimiento de cada depor-
tista al objeto de ir acomodándole los entrenamientos a su particular evolu-
ción. Este objetivo tiene un valor orientador.
3. Pasada la pubertad —momento crítico e impreciso— determinar, con ma-
yor seguridad, la especialización deportiva y la prueba o posición más ade-
cuada para el deportista. Este objetivo tiene un valor determinativo.

Pues bien, este estudio que requirió de seis meses a cinco días por semana
y de tres a cuatro horas diarias de trabajo, me permitió aclararme y llegar a las
siguientes conclusiones:
1. «La construcción del deportista» debe iniciarse, por lo general, en el estadio
prepuberal (10 a 11-12 años) y darse por finalizada cuando cesa el creci-
miento anatómico-fisiológico (16-17 en las chicas y 18-19 en los chicos)2.
2. La construcción debe basarse en los procesos de maduración entre los 10
y los 18-19 años, atendiendo a la mielinización del sistema nervioso y a la
manifestación marcada de las cualidades perceptivo-motrices.
3. Al comienzo de «la construcción del deportista» el entrenamiento técnico
es la clave por su fuerte motivación. Prácticamente se basta para, además
de facilitar la adquisición, desarrollo y perfeccionamiento de las destrezas
del juego individual y las tácticas básicas del juego de conjunto, desarrollar
las cualidades perceptivo-motrices. La preparación física y el entrenamiento
psicológico quedan relegados a un segundo plano. La frase de «a la prepa-

2 El autor cree que la frase «la construcción del deportista» es demasiado seria para utilizarse en
los niños menores de 10 años. La educación deportiva (que debe formar parte de la educación
motriz) se debe iniciar mucho antes, tal vez a partir de los 6 años, pero dentro del programa de
Educación Física, en las escuelas deportivas y en los juegos libres de los niños. Por otro lado, hablar
de «la construcción del deportista» en estas edades es una utopía porque el deporte competitivo
comienza, en la mayoría de los países, a partir de los 10 años.
26 PREPARACIÓN FÍSICA I

ración física mediante el entrenamiento técnico» es una verdad insoslaya-


ble en la iniciación deportiva. En esta fase no se puede pensar ni hablar de
sesiones de preparación física, es un «crimen psicológico»; como mucho,
de sesiones técnico-físicas, en que varios ejercicios ajenos a las destrezas
y tácticas «salpican» los más abundantes ejercicios de asimilación técnica.
Estas tres conclusiones se verán analizadas y reforzadas en las siguientes líneas:

3. Edad ideal para comenzar «la construcción


del deportista»

Maduración, ejercicio y aprendizaje


La determinación de la edad ideal para comenzar «la construcción
del deportista» no puede basarse en otro aspecto que no sea el de la
maduración del niño/joven y la relación que ésta guarda con el
ejercicio y el aprendizaje.

La interpretación y adaptación que voy a realizar de inmediato tiene su origen


en el excelente libro Motricidad: aproximación psicofisiológica de los canadienses
Robert Rigal, René Paoletti y Michel Portman (3).
Las posibilidades motrices del niño y del joven varían grandemente con la edad
y se hacen cada vez más complejas a medida que crece. El camino recorrido entre
el nacimiento y la adolescencia refleja una complicación progresiva de estructuras
neuromusculares que hacen posible todos los movimientos de la especie humana,
entre ellos, los deportivos. Esto da por sentado que el niño y el joven pueden hacer
muchas cosas motrizmente, siempre y cuando estén maduros para ellas. Sin embar-
go, esta maduración, en la práctica, está condicionada por la enseñanza-aprendizaje,
si es que se desea alcanzar conductas motrices óptimas como las deportivas.
La educación del movimiento a una situación dada como es la deportiva de-
pende, en su mayor parte, de los procesos de conocimiento, integración y adap-
tación motriz individual que, a su vez, depende de la maduración del sujeto en
general y de la enseñanza en particular.
Muchos profesionales de la docencia se han preguntado si sería posible ace-
lerar el desarrollo motriz del niño y del joven, lo que plantea la cuestión de la re-
lación existente entre la maduración, el ejercicio y el aprendizaje. Las respuestas a
estas dos incógnitas permitirán extraer conclusiones metodológicas muy útiles.
La maduración la define Rigal (3) como: «El proceso fisiológico genéticamen-
te determinado, por el cual un órgano o un conjunto de órganos llegó a una
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 27

maduración y permite a la función, por la cual es conocido, ser ejercida con el


máximo de eficacia». En términos biológicos la maduración designa procesos
fisiológicos por los cuales una espermatogonia, por divisiones celulares progre-
sivas, se transforma. Se trata, pues, de una sucesión de transformaciones que
conducen a una célula (y a un órgano como consecuencia) a su madurez, per-
mitiéndole ejercer su función.
De forma restringida, este término ha sido aplicado al aspecto fisiológico del
desarrollo del cerebro; en efecto, las células nerviosas no aumentan sus funciones
en el nacimiento y es necesario esperar el momento de su mielinización3 y que
nuevos circuitos y relaciones se establezcan entre sí para obtener su mayor efica-
cia. Por tanto, la maduración no depende directamente de la edad cronológica,
sino más bien de la fisiológica.
En el caso motriz-deportivo debemos entender la maduración como el mo-
mento propicio en las edades evolutivas en que el niño/joven adquiere la capaci-
dad para dominar determinadas destrezas y tácticas o que hace posible desarrollar
y perfeccionar una determinada cualidad perceptivo-motriz.
Para comprender la relación maduración-ejercicio-aprendizaje es necesario es-
tudiar lo que sucede cuando se limita, acelera o posterga el ejercicio durante un
periodo de maduración (cualquiera de los que aparecen a lo largo de las edades
evolutivas). Este estudio se basará en estos cuatro aspectos:
• Restricción del ejercicio durante la maduración.
• El ejercicio durante la maduración.
• El ejercicio para acelerar la maduración.
• El ejercicio después de la maduración.

Restricción del ejercicio durante la maduración


Numerosos experimentos con animales y con niños han demostrado que el
aprendizaje es necesario en el momento de la maduración, aunque hay ciertas
conductas motrices de la especie humana (filogenéticas) que no requieren de mu-
cho entrenamiento, como por ejemplo, niños mantenidos en cunas durante los
3-4 primeros meses de sus vidas que aprendieron a caminar aproximadamente a
la misma edad que los que estuvieron libres todo el tiempo.
Consecuencias en el campo deportivo: Las conductas deportivas caen dentro
del terreno de las actividades ontogenéticas (inventadas por la cultura del hom-
bre) y son mucho más difíciles de realizar que las filogenéticas (actividades coti-
dianas) por lo que requieren de mucho entrenamiento. Por experiencia se conoce

3 La mielinización o miologénesis consiste en la formación de una vaina de mielina (substancia


lípida blanca) alrededor del axón de la célula nerviosa. Las fibras no mielinizadas son siempre
capaces de conducir el influjo nervioso, pero a velocidades menores que las mielinizadas.
28 PREPARACIÓN FÍSICA I

que los jóvenes, que se inician en la práctica deportiva pasada la adolescencia,


tienen grandes dificultades para dar respuestas motrices coordinadas, y que igual-
mente estas son mayores si la iniciación se hace en la pubertad en lugar de la
prepubertad.
Las explicaciones científicas no están claras y solo se argumenta que se ha pro-
ducido la mielinización correspondiente dando paso a la maduración que hace
posible un alto nivel de coordinación perceptual-motriz.

El ejercicio durante la maduración


Los estudios realizados sobre este aspecto se hicieron en gemelos homocigóticos
(mismas características genéticas e influencias ambientales). En general, se proce-
dió así: uno de los gemelos fue entrenado en ciertas actividades y al otro se le dejó
libre hasta que mucho más tarde recibió un entrenamiento intensivo. Cuando se
compararon los rendimientos de los gemelos en diferentes momentos de sus vi-
das, se constató que el entrenamiento influyó en los resultados.
McGraw (1933) efectuó un estudio con los gemelos Johnny y Jimmy que se 
hizo famoso. El estudio duró desde los veinte días de haber nacido hasta los seis
años. Johnny fue entrenado en actividades normales y algo en patinaje y natación,
mientras Jimmy observaba. Cada cierto tiempo se le pasaba un test a este y se
comparaban los resultados con los de Johnny.
A partir de los veintidós meses, Jimmy recibió un entrenamiento intensivo du-
rante diez semanas con los siguientes resultados:
• El entrenamiento específico tiene poco efecto en el momento de la
aparición de las actividades filogenéticas como sentarse, andar a cuatro
apoyos y caminar.
• A largo plazo, el entrenamiento de Johnny demostró que tenía
implicaciones profundas en su comportamiento. Enfrentado a situaciones
particulares como la percepción del espacio en escala de pedestales,
demostró más seguridad, facilidad y menos miedo que Jimmy.
Consecuencias en el campo deportivo: Si se consideran las conductas deporti-
vas entre las más difíciles de realizar por el ser humano, el estudio de McGraw indi-
ca que la enseñanza-aprendizaje deportiva tiene que coincidir con los momentos
de maduración para que produzcan implicaciones profundas en el rendimiento
deportivo. Y ¿cuáles son esas implicaciones? No están nada claras y es lo que trato
de esclarecer en este tema y a lo largo de toda la obra.

El ejercicio para acelerar la maduración


Esto se está incrementando peligrosamente en el entrenamiento deportivo por la
búsqueda del récord o la hazaña que realza al entrenador. ¿Es esto lo más impor-
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 29

tante para el deportista?, ¿se hace bien o mal al deportista?, ¿en que medida ace-
lera su «techo» de rendimiento?, ¿conviene acelerarlo? Véase que dice al respecto
un estudio de McGraw.
McGraw ensayó conseguir de un niño el dominio de los esfínteres antes de la 
edad en que normalmente se adquiere. Los resultados demostraron que el niño
entrenado no dominó los esfínteres antes que el que se dejó en libertad, lo cual
demostró que una actividad voluntaria cortical no puede obtenerse más que
cuando los centros que la controlan han llegado a su madurez (mielinización). El
ejercicio no precipita los procesos de maduración. La maduración resulta, pues, de
factores internos sobre los cuales el entrenamiento no produce efectos más que
en el momento en que la función es posible.

Consecuencias en el campo deportivo: Actualmente el mundo asiste boquia-


bierto a los experimentos deportivos que en la edad infantil (7-9 años) se efectúan
en la gimnasia deportiva, en la rítmica, en la natación e inclusive en el atletismo,
con varias horas de duración por día. ¿Se justifica esto?, ¿se justifica inclusive en la
minoría en que se experimenta?
Desde el punto de vista humano, de la educación de la persona para su inserción
futura en la sociedad, es cuestionable por las consecuencias ampliamente conocidas.
Desde el punto de vista deportivo, también es cuestionable y debe ser recha-
zado por las siguientes razones:
1. No es cierto del todo la impresión general que se tiene de que solo con una ini-
ciación deportiva especializada a esas tiernas edades se pueden alcanzar los más
altos rendimientos (los internacionales). Es cierto que en la gimnasia deportiva
(que no se evalúa objetivamente) las preadolescentes han obtenido resultados
sorprendentes, pero también lo es que las medallas olímpicas solo han ido para
los hombres después de pasados los 18-19 años. Y ¡a qué precio las mujeres!
• En la natación, con excepción de los hermanos Conrack, no ha habido
campeones olímpicos con menos de 18 años y sí muchos «quemados»
que abandonaron y abandonan su práctica en la adolescencia. No debe
olvidarse que los hermanos Conrack obtuvieron sus triunfos en un mo-
mento en que muchos países reiniciaban la práctica deportiva competiti-
va por haberse visto involucrados, directa o indirectamente, en la Segunda
Guerra Mundial, mientras que ellos sí la disfrutaron ininterrumpidamente 
en Australia.
• La gimnasia rítmica, hasta el momento, ofrece solo resultados femeninos
—no evaluables objetivamente— con adolescentes, sin que los adultos
hayan incursionado seriamente en su práctica.
2. Fuera de la gimnasia deportiva femenina y la rítmica, los récords mundiales
y los triunfos olímpicos fueron producidos por adultos, en los que se des-
30 PREPARACIÓN FÍSICA I

conoce la edad en la que iniciaron la práctica deportiva, y en concreto, la


especialización. Por unos pocos, el mundo se olvida de los cientos de miles
de «quemados» que abandonaron y abandonan la práctica deportiva sin
haber obtenido beneficios positivos y sí perjuicios —en muchos casos se-
rios— por la ambición desmedida, poco escrúpulo o incapacidad de sus
entrenadores. Y también se olvida de que son muchos, muchísimos más,
los que llegan al récord mundial y al triunfo olímpico iniciándose a la edad
idónea y con métodos de entrenamientos menos salvajes, más humanos.
No, definitivamente, no tiene justificación la práctica deportiva especializada
entre los 7 y los 9 años. Más adelante se verá, si se justifica inclusive, en la edad
prepuberal.

El ejercicio después de la maduración


Dos estudios con animales demostraron las limitaciones que se producen cuando
el ejercicio se retrasa con relación a la maduración.
Bird tomó cuatro grupos de polluelos acabados de salir del cascarón y los so-
metió, con el objeto de conocer como picoteaban, a lo siguiente:
• Un grupo testigo (A) en las condiciones habituales de vida.
• Un grupo (B) en la oscuridad y para el cual limitó el picoteo a 25 por día,
durante tres semanas.
• Otro grupo (C) también en la oscuridad, pero con el picoteo limitado a seis días.
• Un último grupo (D) igualmente en la oscuridad, pero sin entrenamiento
durante seis días, y libre a continuación.
Resultados:
• Los polluelos más hábiles fueron los criados en las condiciones habituales
(grupo A).
• El grupo D alcanzó el A al principio del cuarto día, después de estar libre.
• El grupo C alcanzó el A al final del día veinticinco.
• El grupo B fue siempre inferior.
•Carmichael tomó dos grupos de embriones de salamandras y los sometió a
lo siguiente:
• Colocó el grupo testigo en el agua en condiciones habituales.
• Colocó el otro grupo en un agua que contenía un anestésico que impedía
todo movimiento, pero sin interrumpir su crecimiento normal. Esto durante
dos semanas.
Resultados:
• El primer grupo nadó de inmediato.
• El segundo aprendió con dificultad una vez libre y no tan perfectamente
como el otro.
Conclusión: es necesario el aprendizaje en el momento de la maduración.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 31

En lo humano el testimonio más elocuente es el presentado por el Dr. Itard en


relación al niño de 9 años, Víctor. Encontrado a esa edad en estado salvaje en el
macizo central de Francia (hacia 1970), no pudo hablar a pesar de estar dotado de
oídos y órganos fonadores normales. Las estructuras habían llegado a su madurez,
pero la falta de estimulación no permitió a la función ejercerse libre y progresiva-
mente desapareciendo, en consecuencia, las posibilidades de adquisición. La au-
sencia de entrenamiento en el momento crítico puede provocar la no adquisición
de una habilidad que pudo haberse desarrollado sin quebrantos.
Consecuencias en el campo deportivo: En la práctica deportiva se conoce y
acepta que la llegada tardía a esta, por ejemplo, pasada la pubertad, ofrece pocas
posibilidades de éxito. Parece que la mayor dificultad se presenta en el dominio de
las destrezas del juego individual y de las tácticas del juego de conjunto, debido
a que los deportistas no dan las respuestas coordinadas deseadas a los estímulos.
Todo lo anterior conduce a la noción del periodo crítico o de la maduración
del intervalo de tiempo o de una edad particular, que presenta factores de madu-
ración hacia determinadas actividades. Ejemplo: el niño puede caminar hacia los
13 meses, hablar alrededor de los 18 y leer a los 6 años. En estas edades es fácil
adquirir esas habilidades.
Rigal resume la relación maduración-ejercicio-aprendizaje de la siguiente manera:
• Maduración y aprendizaje = desarrollo.
• Maduración y no aprendizaje = no desarrollo.
• No maduración y aprendizaje = pérdida de tiempo.
• No maduración y no aprendizaje = sin efecto.

La relación maduración-ejercicio-aprendizaje es, probablemente, el aspecto


más importante para iniciar «la construcción del deportista». Todos los estudios y
experiencias parecen apuntar hacia el estadio prepuberal como el momento ideal,
es decir, desde los 10 a los 11-12 años, por las características que presenta este su-
jeto en todas sus conductas: cognoscitivas, motrices y afectivas, y porque se acep-
ta que en estas edades los procesos de maduración son los más propicios para el
desarrollo y perfeccionamiento de las cualidades perceptivas y las coordinaciones
(dinámica general y específica), bases incuestionables para recepcionar y aprender
las destrezas y tácticas, y, posteriormente, desarrollar y perfeccionar las restantes
cualidades que producen el movimiento humano en todas sus manifestaciones:
fuerza (potencia), relajación (descontracción), elasticidad-flexibilidad, resistencia,
velocidad (agilidad) y equilibrio.
32 PREPARACIÓN FÍSICA I

Tabla1: Modelo esquemático de las fases sensibles de algunas funciones psicomotrices (coordinativas) y
capacidades condicionales (Martín, 1982)

Edad (años) 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
C. de aprendizaje motriz
(coordinativo - funcionales)

C. de diferenciación y
Capacidades motrices

control
C. de reacción óptica y
acústica
C. de orientación
espacial
C. rítmica

C. de equilibrio

Resistencia
Capacidades
físicas

Fuerza

Velocidad

Características afectivo-
Capacidades
afectivo-cog

cognitivas
Estímulos para el
aprendizaje

Podemos observar el cuadro aportado por Martín (1982), en el que se reflejan


las edades de impacto de las diferentes capacidades psicomotrices y capacidades
físicas.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 33

4. Planificación, periodización y programación


de «la construcción del deportista»
Siempre fue necesario planificar, periodizar y programar la enseñanza-aprendizaje
deportiva en los diferentes niveles, pero nunca como hoy se había llegado a tener
una conciencia tan clara de esa necesidad. La época de las improvisaciones debe
quedar atrás y ser sustituida por la planificación, periodización y programación,
que representa el orden frente al desorden, la lógica y la investigación frente al
empirismo, la previsión frente a la improvisación.
Hasta aquí, el lector se habrá dado cuenta de que no puede construirse debi-
damente un deportista sin la utilización armónica de los entrenamientos técnico,
físico y psicológico, y partiendo de la edad ideal. Pero sucede que la utilización ar-
mónica de los tres entrenamientos exige, entre otras cosas: preveer, apoyo lógico-
científico-práctico, objetivos claros y precisos, y el orden de los medios que se van
a utilizar, todo lo cual reclama una planificación-periodización-programación de
«la construcción del deportista».
Planificación-periodización-programación. ¿Es necesario utilizar estos tres tér-
minos en «la construcción del deportista»? Tanto en el planteamiento teórico
como en el práctico aparece el siguiente desdoblamiento:

Planificación. Cubre todo el proceso, desde la iniciación deportiva hasta su culmi-


nación con la especialización deportiva. En ella se establecen las fases del proceso
y se manejan las líneas maestras generales (muy amplias) del trabajo a realizar.
Planificas aquello que vas a hacer, sin especificar de manera diaria.

Periodización. Cubre solo un año del proceso. En ella se manejan los periodos
anuales del entrenamiento: preparatorio, específico o competitivo y transitorio. Y
es interesante entender que hay que modificar las variables del entrenamiento y
ajustarlas al deportista de forma continua (intensidad, volumen, densidad, dura-
ción y frecuencia).

Programación. Cubre solo una parte de los periodos preparatorio y específico y,


normalmente, la totalidad del transitorio. Un programa o plan de entrenamiento
precisa, de forma pormenorizada, los ejercicios que se utilizan en las sesiones de
trabajo. Sus líneas generales se establecen para cinco y seis semanas, aunque sus
ejercicios pueden ser cambiados. Un programa o plan de entrenamiento se aplica
mediante las sesiones de trabajo.
Este desdoblamiento significa, en el fondo, una articulación indivisible de los
términos, tanto en lo teórico como en lo práctico, pero a efecto de su estudio se
analizan, a continuación, separadamente.
34 PREPARACIÓN FÍSICA I

Hace referencia a todo aquello que se va a realizar en las sesiones de prepara-


ción física, como el calentamiento o entrada en calor y diferentes ejercicios y/o
tareas.

La planificación de «la construcción del deportista»


Es una anticipación mental y por escrito de una actividad que se va a realizar, sien-
do —en el presente caso— «la construcción del deportista». Un «proyecto» men-
tal y sobre el papel que se realiza antes de que comience el entrenamiento para
establecer los objetivos que se desean alcanzar, los medios que se van a utilizar y
considerando los factores ambientales que lo van a afectar.
Una planificación abarca un periodo considerable de tiempo; normalmente
varios años según el objetivo principal a alcanzar. Un ejemplo típico es el de los
deportistas de categoría internacional co n
aspiraciones a medallas olímpicas que planifican el entrenamiento para los cuatro
años que anteceden a los Juegos Olímpicos. En el caso de «la construcción del de-
portista» que se inicia a los 10 años, ocupará entre 8 y 9 años, es decir, hasta que se
cumplan los 18-19. En otras palabras, «la construcción del deportista» enfrenta una
tarea altamente complicada por las enormes diferencias que existen entre un niño
de 10 años que se inicia en la práctica deportiva y el joven de 18-19 casi totalmen-
te formado en lo anatómico-fisiológico y muy redondeado en lo técnico, pasando,
además, por el amplio abanico de las edades intermedias —especialmente las
que corresponden al estadio puberal— que exigen una adecuación o graduación
de la enseñanza-aprendizaje a las características de cada estadio evolutivo y no a
cada edad, lo cual es materialmente imposible por el número tan grande de años.

¿En qué basar la planificación? Solo cabe una respuesta: en las características
del niño/joven y los momentos de maduración cognoscitiva, afectiva y motriz, y
su relación con la adquisición, desarrollo y perfeccionamiento de las destrezas y
tácticas deportivas, y el desarrollo y perfeccionamiento de las cualidades percep-
tivo-motrices. El esquema 3 puede ser un buen punto de partida para basar la
planificación de «la construcción del deportista», si en paralelo se manejan las ca-
racterísticas y demandas del deporte en cuestión.
¿Cómo dividir el tiempo disponible? Los procesos de maduración del niño/jo-
ven que caracterizan los estadios evolutivos constituyen la piedra angular para
dividir ese tiempo disponible en «la construcción del deportista». Sobre esa piedra
angular, y de forma natural, surgen las fases en «la construcción del deportista» y,
posteriormente, la periodización del ciclo anual y los planes o programas de entre-
namiento. Los esquemas 4 y 5 pueden constituir la idea base de la planificación,
periodización y programación.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 35

Esq. 3. Principales características de los momentos de maduración cognoscitiva, afectiva y motriz en «la construcción
del deportista» y su relación con la adquisición, desarrollo y perfeccionamiento de las destrezas y tácticas
deportivas, y con el desarrollo-perfeccionamiento de las cualidades perceptivo-motrices.

ESTADIO PREPUBERAL (10 a 11-12 años) —Iniciación deportiva—


Maduración cognoscitiva Maduración motriz
• Aumenta la atención. • Debido a que el crecimiento es más lento
• Edad, intelectualmente, curiosa. que en el estadio anterior y que los músculos
• Se desarrolla notablemente la se desarrollan la coordinación mejora
capacidad analítica. notablemente, tanto la dinámica general,
• Se desarrolla la capacidad de tomar como la específica (óculo-mano, óculo-pie,
decisiones. óculo-cabeza). Igualmente mejora la fuerza.
• Responden mejor a los esfuerzos de resistencia
• Discute sobre lo correcto e
porque los aparatos circulatorio y respiratorio
incorrecto. alcanzan mejores condiciones. La recuperación
En consecuencia: después del esfuerzo es relativamente rápida.
• Apto para comprender y utilizar las En consecuencia:
técnicas de las destrezas del juego • Apto para la práctica deportiva, incluidos los
individual, las tácticas del juego de entrenamientos, partidos y competiciones.
conjunto y las reglas deportivas. • Motrizmente es capaz de mucho más de lo
Maduración afectiva que suponen los entrenadores.
Resumen:
• Va perdiendo la ingenuidad del • Pasada la segunda crisis del crecimiento, el
comportamiento. Comienza a niño comienza a estabilizarse en el equilibrio
predominar la realidad sobre la de sus funciones para dar paso a este estado
imaginación. prepuberal que se caracteriza por ser uno de
• Disminuye la timidez y aparece la los de mejor equilibrio funcional. Es una fase
acción. Busca la aventura. de refuerzo y de protección antes de pasar al
Cauteloso y atrevido. Entrometido, siguiente estadio donde aparece la crisis del
entusiasta, jactancioso y reflexivo. A crecimiento más aguda y compleja.
pesar de que tiene un gran deseo • Es la etapa ideal para la iniciación deportiva.
de independencia y el sentido de la No se debe dejar pasar. Este niño/joven se
rivalidad es grande, los pensamientos encuentra en la época de la maduración más
propicia para el desarrollo de las coordinacio-
de búsqueda y aceptación se vuelven
nes deportivas. Apto para la enseñanza-apren-
muy importantes. Se desarrollan los dizaje de las destrezas del juego individual y
instintos gregarios. Hacen pandillas. para las tácticas del juego de conjunto. Apto
• Comienzan a percatarse del también para un entrenamiento donde uno
comportamiento social correcto. de sus objetivos debe ser el desarrollo y per-
• Se interesan por las actividades feccionamiento de las cualidades perceptivo-
deportivas. motrices, lo que se alcanzará, fundamental-
En consecuencia: mente, con el entrenamiento técnico.
• Los que abordan voluntariamente • Sí al trabajo de elasticidad-flexibilidad, de
la práctica deportiva lo hacen coordinación, de equilibrio, de agilidad y de
motivados intrínsecamente. relajación. Sí, también, pero con precaución,
• Los que son seleccionados para al trabajo de fuerza, resistencia y velocidad. Sí
la práctica deportiva pueden ser al entrenamiento múltiple (varios deportes)
motivados fácilmente. y no a la especialización, aunque puede
• Bastante estable desde el punto de quedar determinado el deporte en cuyo
vista afectivo. campeonato va a participar.
36 PREPARACIÓN FÍSICA I

ESTADIO PUBERAL (12 a 13-14 años) —Orientación deportiva—


Maduración cognoscitiva Maduración motriz
• Periodo racional con gran desarrollo de la • Debido al tremendo impulso de crecimiento,
atención y las funciones intelectuales. especialmente en talla, se presentan desequili-
• Deduce e induce, lo que le permite brios funcionales y aparece un freno al desarro-
ordenar sus ideas. llo de las coordinaciones.
• Época de la «síntesis racional», la ca- • Los músculos, creciendo a lo largo más que a lo
pacidad de analizar detalles dentro ancho, tienen dificultades para mover las gran-
del todo. des palancas óseas de las extremidades.
• Quiere conocer el porqué de los hechos. • La resistencia es menor en relación al crecimiento
• Al final del estadio, el joven alcanza (especialmente en las chicas) por el gran aumen-
posibilidades perceptivas, compren- to de la cavidad cardiaca sin que el desarrollo
sivas y analíticas parecidas a las del vascular sea proporcional. Se fatigan fácilmente.
adulto. • Los defectos posturales son frecuentes.
En consecuencia: En consecuencia:
• Mucho más apto que el joven del • Apto para la práctica deportiva, incluidos los
estadio inferior para comprender y uti- entrenamientos, partidos y competiciones.
lizar las técnicas del juego individual, • Motrizmente rinde menos de lo esperado de
las tácticas del juego de conjunto y las acuerdo con lo alcanzado en la etapa prepuberal.
reglas deportivas. Resumen
Por el gran desarrollo de la atención y las funcio-
Maduración afectiva nes intelectuales y por la capacidad de síntesis
La aparición de los caracteres sexuales racional, estamos en la etapa ideal para poner un
secundarios afectan notablemente la gran énfasis en el entrenamiento técnico y, espe-
maduración afectiva. cialmente, en lo táctico.
• Se acentúa el ego. • Apto para un entrenamiento donde uno de sus
• Inestabilidad que le hace oscilar entre objetivos debe ser el desarrollo y perfecciona-
extremos. Oscilación entre el exhibi- miento de las cualidades perceptivo-motrices,
lo que se alcanzará, fundamentalmente, con el
cionismo y el pudor, la agresividad y
entrenamiento técnico, pero ahora apoyado
la inhibición, el entusiasmo y la depre-
—intencionadamente— con una preparación
sión, la inquietud y el rechazo.
física de baja y media intensidad.
• Tendencia a oponerse a los demás y a
• Sí al trabajo de elasticidad-flexibilidad, de
las críticas a veces con agresividad.
coordinación, de equilibrio, de agilidad y de
• Sensible, vulnerable, amor propio. relajación.
• Progresivo alejamiento familiar en • Sí, también, al trabajo de fuerza y de resistencia
busca de relaciones extrafamiliares. con cargas bajas y medias y con intervalos am-
• Crisis de independencia. plios de recuperación. La iniciación a las pesas
• El desarrollo de la personalidad cobra está indicada pero con precaución (ver inicia-
fuerza. ción a las pesas en el tomo II).
• Se inicia la atracción entre chicos y chicas. • Sí, también, al trabajo de velocidad, pero con
En consecuencia: intervalos amplios de recuperación. No al traba-
• La conciencia personal, el sentido de jo de potencia.
responsabilidad, el ansia de libertad, • Sí al entrenamiento múltiple (varios deportes) y
el honor, la lealtad y el impulso sexual no a la especialización, aunque esté participando
se presentan con fuerza conformando en el campeonato de un determinado deporte.
toda una amalgama de fenómenos • Al final de este estadio deberá quedar determi-
psicosociales. nada, definitivamente, la especialidad deportiva
• Inestable y sensible, que hace difícil su y la posición individual o prueba.
manejo.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 37

ESTADIO POSPUBERAL (14 a 18-19 años) —Especialización deportiva—


Maduración cognoscitiva Maduración motriz
•   Gran capacidad de fijación y de  • Debido a la clara disminución del crecimiento
retención. en longitud con provecho en anchura, el
• Predominio del raciocinio analítico. joven se ve fuertemente reforzado en sus
• Facilidad para el aprendizaje. características motrices.
En consecuencia: • El engrosamiento de los músculos le permite
• Apto para comprender y utilizar una gran ganancia en fuerza, velocidad,
todas las técnicas de las destrezas equilibrio y en las coordinaciones.
del juego individual, las tácticas • Su sistema porta-oxígeno se equilibra, lo que
del juego de conjunto y las reglas permite abordar mejor el desarrollo de la
deportivas. resistencia.
En consecuencia:
Maduración afectiva
• Apto para la especialización deportiva.
El negativismo en general del estadio • Motrizmente rinde mucho y se acerca al
anterior toma el camino constructivo adulto.
conformándose, casi definitivamente, Resumen:
la personalidad. • Por la gran capacidad de fijación y de
• Se acentúan los rasgos del carácter. retención que le dan gran facilidad para el
•   Gran integración en el grupo y en la  aprendizaje se impone la especialización
sociedad. deportiva.
• Manifestaciones de voluntad en el • El desarrollo y perfeccionamiento de las
chico y de seducción en las chicas. cualidades motrices pasan a primer plano, así
• Elección de modelos. como la preparación física. Aquí se logrará lo
• Edad de grandes ideales. que no se pudo antes ni se logrará después.
• Desea afirmarse en su propia • Es el momento para desarrollar y
personalidad. perfeccionar, casi al máximo, los dos
• Interés por las actividades sociales, pilares de la capacidad motriz: la fuerza y la
entre ellas, las deportivas. resistencia. Por ejemplo, Astrand sostiene que
En consecuencia: el consumo de oxígeno encuentra su cima
• Acepta con responsabilidad el entre los 18 y 20 años, a lo que sigue una
compromiso deportivo. Se marca declinación gradual.
objetivos ambiciosos y trabaja con • Estudios sobre el desarrollo de la fuerza
ahínco por conseguirlos. demuestran que los mayores progresos se
alcanzan en este estadio. A continuación sigue
el proceso, aunque declinando. Según Nocker
cesa hacia los 26 años. Se hace imprescindible
el trabajo de elasticidad-flexibilidad dentro de
los planes de fuerza, resistencia y velocidad
para contrarrestar los efectos negativos que
el desarrollo del perfeccionamiento de estas
cualidades producen en aquella (elasticidad-
flexibilidad).
38 PREPARACIÓN FÍSICA I

Esta tabla número 2 nos ilustra las capacidades físicas y su momento sensi-
ble en función de las diferentes edades del desarrollo, indicándonos momentos
o periodos sensibles de cada una de las capacidades físicas, y orientándonos para
poder trabajar en cada momento.

Tabla 1: Edades para el entrenamiento de la condición física. Inicial y aumentado (modificado de Grosser y Col, 1981)

Elementos de la Segmentos de edad Masculino Femenino


Condición Física 8-10 10-12 12-14 14-16 16-18 18-20
Fuerza máxima

Fuerza explosiva

Fuerza resistencia

Resistencia aeróbica

Resistencia anaeróbica

Velocidad de reacción

Velocidad acíclica

Velocidad cíclica

Flexibilidad

Inicio cuidadoso (1-2 veces por semana)
Entrenamiento más intenso (2-3 veces por semana)
Entrenamiento de rendimiento (3-4 veces por semana)

Si observamos la tabla, (Grosser y col. 1981), vemos que la velocidad (cíclica y 
acíclica) como capacidad física, al igual que la fuerza explosiva, es a la edad de 10
años, cuando los niños y las niñas son capaces de empezar a asimilarlas dentro
de su periodo evolutivo, que coincide con la buena percepción y formación del
esquema corporal. De esta manera, se podrán adquirir nuevas habilidades que
permitirán, junto a la mejora de la coordinación, entender y adquirir mejor los ges-
tos técnicos de cada especialidad deportiva, tanto individual como de conjunto.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 39

Esq. 4. División básica del tiempo disponible en «la construcción del deportista».

Fase iniciación deportiva Fase orientación Fase especialización


deportiva deportiva

Estadio prepuberal Estadio puberal Estadio pospuberal


10 a 11-12 años 12 a 13-14 años 14 a 18-19 años

Esq. 5. Pirámide invertida de la división del tiempo disponible para «la construcción del deportista».

Construcción del deportista


10 a 18-19 años
Fases de la planificación
Iniciación deportiva - Estadio prepuberal - 10 a 11-12 años
Orientación deportiva - Estadio puberal - 12 a 13-14 años
Especialización deportiva - Estadio pospuberal - 14 a 18-19 años
Periodización del ciclo anual
Periodo preparatorio
Periodo específico
Periodo transitorio
Programación
Planes o
programación de
entrenamiento

Análisis de los esquemas 4 y 5. Puede apreciarse «la construcción del deportis-


ta». Se divide en tres fases: iniciación, orientación y especialización, constituyendo
cada una un objetivo importantísimo del esfuerzo global para construir al depor-
tista. Las tres fases corren paralelas a los estadios evolutivos que se corresponden
con estas edades y que han sido determinados por la fisiología y la psicología
evolutivas. La periodización del ciclo anual determina los conocidos periodos de
preparatorio, específico o competitivo y transitorio. Finalmente viene la progra-
mación que determina los programas o planes de entrenamiento que se aplican
semanalmente.
40 PREPARACIÓN FÍSICA I

Es interesante relacionar como va ligado el deporte al ámbito educativo gracias


a la Educación Física. El sistema educativo incluye al deporte dentro de la Educa-
ción Física. Se encuentra en forma de juegos, y sus objetivos están más relaciona-
dos con la salud que con el rendimiento. Pero es interesante entender las etapas
de manera general para poder relacionar la etapa evolutiva en la que estamos con
la preparación física del joven deportista.
Un niño puede entender y realizar más acciones motrices en cuanto conozca
y entienda mejor su cuerpo. Para ello es necesario que su esquema corporal esté
trabajado (que perciba, entienda y pueda utilizar su cuerpo, en relación con el
entorno que le rodea: compañeros, espacios de juego…). Hasta ese momento, el
niño deberá adquirir experiencia variada a nivel motriz, que le facilitará un buen
aprendizaje de la técnica en el futuro.

Fase predeportiva: (Educación Infantil de 3-6 años):


El objetivo de esta etapa es que los niños y las niñas adquieran experiencia motriz
que les ayude a conocer su cuerpo y sus posibilidades de movimientos. Construi-
rán su esquema corporal a partir de diversas acciones motrices como desplaza-
mientos, lanzamientos, construcciones, juego simbólico…, de las cuales los niños
y las niñas obtendrán propuestas en forma de tareas, sin darles directrices específi-
cas de ejecución. Se busca que el niño pruebe e investigue para que pueda darse
cuenta de que su cuerpo puede botar, lanzar, desplazarse de diversas formas…
En esta etapa, no podemos hablar de entrenamiento, solamente de descubri-
miento, juego y aprendizaje.

Fase de iniciación deportiva I: (4 primeros cursos de Educación


Primaria de 6-10 años):
Durante el desarrollo de esta fase, los niños y las niñas van a completar la forma-
ción de su esquema corporal, que les permite adquirir y mejorar la técnica de eje-
cución de los diferentes gestos deportivos. Nos encontramos ante una etapa en la
que debemos dar más importancia a la técnica de ejecución. La repetición de las
acciones motrices específicas de cada deporte (técnica) hará que los niños y las ni-
ñas ganen fuerza y resistencia. Sin embargo, es interesante trabajar esta técnica en
formas sencillas de juego, que relacionen esas acciones motrices con escenarios
de adversarios y compañeros (deportes de equipo).
Debemos tener en cuenta que, durante el desarrollo de esta etapa, debemos
hablar más de aprendizaje que de entrenamiento.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 41

Fase de iniciación deportiva ii: (2 últimos cursos de


Educación Primaria 10-12 años):
Nos encontramos en una etapa en la cual los niños y las niñas tienen desarrollado
su esquema corporal. Es un buen momento para trabajar la velocidad, sin olvidar-
nos de la técnica. Es importante que los niños y las niñas aprendan a competir, y
quizá el trabajo en cuanto a entrenamiento físico en deportes de conjunto deba
ser lo más parecido a situaciones reales de juego, sin olvidar el trabajo de fuerza
con el propio peso corporal y juegos por medio de los cuales puedan desarrollar
la fuerza, la resistencia y la velocidad. De todas maneras el propio trabajo de la
técnica se encargará también de desarrollar la resistencia y la fuerza.
Se podría hacer una iniciación al trabajo con cargas en cuanto a fuerza, pero
buscando la técnica más que las intensidades.

Fase de orientación deportiva: (2 primeros cursos de Educación


Secundaria 12-14 años):
Durante esta etapa, podremos empezar a trabajar las cualidades físicas de forma
específica, pero debemos tener en cuenta que las chicas durante esta etapa fina-
lizan su desarrollo físico, mientras que los chicos no lo harán hasta los 16-17 años,
y es fundamental que no se produzcan problemas en el desarrollo de ambos. Las
chicas podrían empezar a realizar entrenamiento de fuerza con cargas.

Fase de especialización deportiva: (2 últimos cursos de Educación


Secundaria y los 2 de Bachillerato 14-19 años):
Durante esta etapa, el deportista se encuentra desarrollado, por ello debemos en-
señarle los diferentes sistemas de entrenamiento, que se adapten de mejor mane-
ra a su especialidad deportiva, puesto que a partir de ahora los trabajará a intensi-
dades y volúmenes crecientes respecto a etapas anteriores.

Fases de la planificación de «la construcción del deportista»


El esquema 4 dejó sentada la división básica del tiempo disponible para «la cons-
trucción del deportista» en tres fases, que se corresponden con los estadios evolu-
tivos que se encuentran dentro del periodo de tiempo considerado como el más
óptimo para construir al deportista: desde los 10 hasta los 18-19 años.

• Iniciación deportiva = Estadio prepuberal.


• Orientación deportiva = Estadio puberal.
• Especialización deportiva = Estadio pospuberal.
42 PREPARACIÓN FÍSICA I

Todo un proceso articulado de menos a más basado en las leyes biológicas que
rigen el lapsus de tiempo de las edades evolutivas donde se produce «la construcción
del deportista». El autor solo se limitó a colocar, junto a los estadios evolutivos, unos
nombres muy conocidos en el mundo deportivo, dándole así fácil identificación.
¿Cómo se caracterizan estas fases? Es lo que trato de explicar a continuación.
Fase iniciación deportiva. Se corresponde con el estadio prepuberal, un es-
tadio bastante equilibrado. Es la base de «la construcción del deportista». De lo
que se haga en ella dependerán las siguientes; si se enseña mal, los vicios serán
irreversibles y los niños prontamente quedarán desmotivados. Por el contrario, si el
planteamiento docente es correcto, quedará garantizada la motivación y la conti-
nuación del niño en las siguientes fases. Como puede apreciarse en los esquemas
antes citados, esta fase dura de dos a tres años dependiendo de la edad en que el
niño se inicia en la práctica deportiva. En este tomo se estudia esta fase.

Fase orientación deportiva. Se corresponde con el estadio evolutivo más críti-


co, el puberal. Dado el momento difícil en que se encuentra el joven en lo motriz
y afectivo, deben predominar los objetivos y medios técnicos sobre los de la pre-
paración física, para aprovechar así su «síntesis racional» y su desarrollo rápido de
la capacidad de análisis en lo cognoscitivo. Al final de esta fase estará definida la
especialidad deportiva y la posición o prueba más idónea para el deportista. (De
aquí el nombre de orientación deportiva). En el tomo II se estudia esta fase.

Fase especialización deportiva. Se corresponde con el último estadio evolu-


tivo y el menos complicado. El joven va plenamente hacia el estadio de adulto
reforzándose en todos los órdenes: anatómica, fisiológica y psíquicamente. Se de-
sarrolla más a lo ancho que a lo largo, característica que debe aprovecharse para
desarrollarle y perfeccionarle al máximo sus cualidades perceptivo-motrices, así
como las destrezas y tácticas de la especialidad deportiva en que se haya inmerso.
En el mundo de los entrenadores se dice con razón que a los 18-19 años estará
formado el deportista y lo que no se haya logrado ya, difícilmente se alcanzará des-
pués; será irrecuperable. El entrenamiento técnico perfecciona y afina las destrezas
y tácticas: el físico, que alcanza su mayor importancia en esta fase tiene como
objetivo principal el desarrollo y perfeccionamiento de las cualidades perceptivo-
motrices, especialmente la fuerza, la resistencia, la elasticidad-flexibilidad y la velo-
cidad. Se inicia el trabajo de potencia que alcanza su cénit en el estadio adulto. En
el tomo III se estudia esta fase.
¿Qué otras razones existen para dividir el tiempo disponible para «la construc-
ción del deportista» en estas tres fases? Un niño de 10 años no es igual a un joven
de 14, ni mucho menos a uno de 18. Presenta notables diferencias anatómicas y
fisiológicas que repercuten en sus conductas cognoscitivas, motrices y afectivas;
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 43

su estatura, peso y demás medidas cineantropométricas son marcadamente me-


nores; sus órganos y sistemas son igualmente inferiores, y como consecuencia de
esta menor estructura anatómica, el funcionamiento de todo el organismo es me-
nor. Por tanto, los objetivos hacia donde llevar a este niño y los medios y técnicas
de entrenamiento para conseguirlos, tendrán que ser elementales.
Por otro lado, las destrezas y tácticas que se enseñan al deportista no pueden
ser comprendidas, asimiladas y dominadas en un breve periodo de tiempo, y
aunque es cierto que en un periodo de alrededor de dos años, estas pueden ser
aprendidas en lo básico, su utilización eficaz distará mucho de alcanzarse porque
están condicionadas por el crecimiento anatómico fisiológico que toma años. Esto
demuestra que no es prudente agrupar en un par de años, por ejemplo, todo el
aprendizaje; por el contrario, conviene dejar los complejos para más adelante —
en los restantes estadios— cuando el deportista alcanza sucesivas maduraciones.
Todo al margen de que si no se deja algo para «luego» pueden desaparecer las
motivaciones futuras. En esto de las destrezas y tácticas sucede con mucha fre-
cuencia que, aun escalonándolas, muchos entrenadores se quedan sin ejercicios
para darle un aire renovador a las sesiones de entrenamiento que van cayendo
unas tras otras. La solución de este problema descansa en los repertorios o familias
de ejercicios por destrezas y tácticas, que deben ser ampliados constantemente
por el entrenador, de suerte que pueda presentar cada sesión con un aire fresco
y renovado.
Aunque «la construcción del deportista» debe ser un proceso graduado, articu-
lado y progresivo, conviene dividirlo en las tres fases recomendadas para precisar
mejor los objetivos a alcanzar y determinar los medios, técnicas de enseñanza y
evaluación más adecuados, de acuerdo con las características que presentan los
jóvenes de cada estadio.

Integración de los tres tipos de entrenamiento en la planificación de «la


construcción del deportista». El siguiente esquema ofrece ideas básicas para
dicha integración.
44 PREPARACIÓN FÍSICA I

Esq. 6. Integración de los tres tipos de entrenamiento de las fases de «la construcción del deportista»

Entrena- Iniciación deportiva Orientación Especialización


miento deportiva deportiva
Técnico Es el principal. Utiliza Es el principal. No utiliza más del
más del 80 % del Utiliza más del 60 % del tiempo
tiempo disponible. Se 70 % del tiempo disponible. Se encarga
encarga de mejorar la disponible. Se de perfeccionar la re-
resistencia. encarga de mejorar sistencia.
la resistencia.
Físico Completa con sus Completa con Alcanza su mayor
ejercicios las sesiones sus ejercicios las importancia. Utiliza
técnicas. sesiones técnicas. más del 40 % del
Puede también tiempo disponible con
aplicarse en sesiones aparte para el
sesiones aparte, perfeccionamiento de
especialmente en la fuerza, de la velocidad
la iniciación a las y la iniciación a la
pesas. potencia.
Invisible Se utiliza en cuantas Igual a la iniciación Igual a la orientación
(psíquico) situaciones lo deportiva. deportiva.
reclamen. Programas
eventuales.

Principales objetivos y medios a utilizar en la planificación de «la


construcción del deportista»
Recuérdese la definición de planificación: «Una anticipación mental y por escrito
de una actividad que se va a realizar, siendo en el presente caso la construcción
del deportista. Un proyecto mental y sobre el papel que se realiza antes de que
comience el entrenamiento, para establecer los objetivos que se desean alcanzar
y los medios que se van a utilizar, considerando los factores ambientales que la
van a afectar». ¿Cuáles objetivos establecer?, ¿cuáles medios determinar?, ¿cómo
considerar los factores que la van a afectar?
En el esquema 7 que aparece a partir de la siguiente página encontrará el lector
los principales objetivos y medios al manejar la planificación de «la construcción
del deportista». Como esquema que es, solo ofrece una síntesis de los mismos: un
punto de partida, que cada entrenador tendrá que adaptar y enriquecer de acuer-
do con las características y demandas de sus alumnos y del deporte en cuestión.
El esquema solo recoge las líneas maestras de la planificación en relación a los
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 45

principales objetivos generales y medios a utilizar y no los factores que la van a


afectar, porque estos son tratados en otra parte de esta obra.

Lo que se puede y debe hacerse en las tres fases de «la


construcción del deportista»
Una de las cuestiones más difíciles para los entrenadores/preparadores físicos no
experimentados es la de jerarquizar y distribuir los medios que ofrecen los entrena-
mientos técnico y físico a lo largo del periodo de tiempo dedicado a «la construcción
del deportista». Ardua tarea en que, con excesiva frecuencia, se ubican medios fuera
de la fase correspondiente. El esquema 8 orienta en esto teniendo en cuenta:
• Los tipos de entrenamiento.
• Los entrenamientos (sesiones) semanales. El entrenamiento técnico.
• La preparación física.

La periodización
En la periodización aparecen los cambios que va conociendo la planificación durante
su aplicación en el ciclo anual, según los momentos (periodos) por los que atraviesa y
debe responder a leyes objetivas, o al menos lógicas. Los periodos conducen a una me-
jor planificación y aplicación del entrenamiento porque permiten precisar sus detalles
en función del campeonato o de la temporada de competición, teniendo en cuenta
factores exógenos como los cambios climatológicos, la alimentación, el descanso y otros.
Matveyev sienta la importancia de la periodización con estas palabras: «La afir-
mación de que la periodización del entrenamiento debe responder a leyes obje-
tivas se considera, inoportunamente, como irreconciliable con el trabajo libre y
creador del entrenador y del deportista; es decir, como un intento de encorsetar la
actividad de estos dentro de unos límites prefijados. Pensar así es interpretar mal
las cosas porque la autonomía no consiste en una ilusoria independencia frente a
las leyes naturales, sino el conocimiento de estas y en la posibilidad de utilizarlas
ordenadamente para unos objetivos determinados».

¿En qué basar la periodización? La mejor respuesta es: en el objetivo princi-


pal del entrenamiento anual: alcanzar la forma deportiva y sobre esta la puesta a
punto (ver tomo III), atendiendo a los principios o leyes del entrenamiento.

¿Cómo dividir el tiempo disponible (ciclo anual)? La costumbre generalizada y


aceptada es la que lo divide en tres periodos:
• Preparatorio, en que se echan las bases de la forma deportiva.
• Específico, en que se consigue la forma deportiva y, sobre ella, la puesta a punto.
• Transitorio, en que se recupera al deportista.
46 PREPARACIÓN FÍSICA I

Esq. 7. Principales objetivos y medios a utilizar en la planificación de «la construcción del deportista».
Fases en «la construcción del deportista»
Iniciación deportiva Orientación deportiva Especialización deportiva
Objetivos generales principales:
• Ayudar en «la • Ayudar en «la • Ayudar en «la construcción
construcción del construcción del del deportista».
deportista». deportista». • Determinar los medios
• Determinar los medios • Determinar los medios pertinentes de la
pertinentes de la pertinentes de la iniciación deportiva.
iniciación deportiva. iniciación deportiva. •   Garantizar la aplicación 
•   Garantizar la aplicación  •   Garantizar la aplicación  correcta de la
correcta de la iniciación correcta de la iniciación especialización deportiva.
deportiva. deportiva. • Perfeccionar todas las
• Adquirir y dominar las • Mejorar las destrezas y destrezas del juego
destrezas básicas del tácticas aprendidas en individual y las principales
juego individual y las la fase anterior y adquirir tácticas del juego de
tácticas también básicas y dominar nuevas. conjunto.
del juego de conjunto. Desarrollar la fuerza, la • Perfeccionar la fuerza, la
• Desarrollar la fuerza como elasticidad-flexibilidad y resistencia, la velocidad,
base de las coordinaciones la resistencia (esta con el la elasticidad-flexibilidad
y del equilibrio. entrenamiento técnico). e iniciar el trabajo de
• Desarrollar las cualidades • Determinar la potencia.
perceptivo-motrices especialidad deportiva y • Concluir «la construcción
y, en especial, las la posición o prueba. del deportista».
coordinaciones y el ajuste.
Medios a utilizar:
• El entrenamiento técnico • El entrenamiento • El entrenamiento técnico
es el principal. Utiliza técnico es el principal. no utiliza más del 60 %
más del 80 % del tiempo Utiliza más del 70 % del del tiempo disponible. Se
disponible. Se encarga de tiempo disponible. Se encarga de perfeccionar la
desarrollar la resistencia. encarga de desarrollar la resistencia.
• El entrenamiento físico resistencia. • El entrenamiento físico
(preparación física) • El entrenamiento físico (preparación física) alcanza
completa, con sus (preparación física) su mayor importancia.
ejercicios, las sesiones completa, con sus Utiliza más del 40 % del
técnicas. No habrán ejercicios, las sesiones tiempo disponible y
sesiones de preparación técnicas. Puede también utiliza sesiones aparte en
física aparte. aplicarse en sesiones el perfeccionamiento de
aparte, especialmente la fuerza, de la velocidad
en la iniciación a las y de la iniciación a la
pesas. potencia (multisaltos).
• El entrenamiento invisible (psicológico) se utiliza en cuantas situaciones lo reclamen,
programadas y eventuales.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 47

Iniciación deportiva Orientación deportiva Especialización deportiva


Periodización:
• Las fases se dividen en tantos ciclos anuales como años determinen los estadios
evolutivos.
• Los ciclos anuales se dividen en tres periodos: preparatorio, específico y transitorio,
atendiendo en primer lugar a la duración del campeonato o al calendario de
competición y sus principales partidos y pruebas.
Planes de entrenamiento:
• Por cada periodo se establecen planes de entrenamiento de 5 a 6 semanas de
duración.
Evaluación:
• Se fundamenta en un test de aptitud físico-deportiva centrado en las cualidades
motrices dominantes.
• Los registros de juego y los resultados de las pruebas sirven para evaluar subjetiva y
objetivamente las destrezas y tácticas, la forma deportiva y la puesta a punto.
• El test de aptitud • El test de aptitud • El test de aptitud
físico-deportiva sirve, físico-deportiva sirve, físico-deportiva sirve,
junto a 5 medidas junto a 5 medidas junto a 5 medidas
cineantropométricas, cineantropométricas, cineantropométricas, para
para seleccionar los para continuar la continuar la evaluación-
deportistas y para evaluación-seguimiento seguimiento.
iniciar la evaluación- de los deportistas y
seguimiento. determinar la disciplina
deportiva y la posición o
prueba al concluir esta
fase.
Análisis del esquema. Partiendo de estos elementos de juicio, cualquier entrenador
puede planificar «la construcción del deportista». Solo tiene que concretar los elementos
de juicio ampliándolos y adaptándolos a las características y demandas de su deporte. En
este tomo, el lector verá estos elementos de juicio ampliados y concretados.
48 PREPARACIÓN FÍSICA I

Esq. 8. Lo que se puede y debe hacer en las tres fases de «la construcción del deportista» con los entrenamientos
técnico y físico.

LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA

Iniciación deportiva —Estadio prepuberal 10 a 11-12 años—


Tipos de entrenamiento: Preparación física:
• Técnico-físico (en la misma sesión). El 80 4. Desarrollar la resistencia mediante el
% o más de los ejercicios serán técnicos. entrenamiento técnico. Se consigue:
Entrenamientos (sesiones) semanales: • Con los ejercicios secuenciales en
desplazamiento y disminuyendo
• Tres, más un partido o prueba.
los intervalos de recuperación entre
Entrenamiento técnico: ejercicios.
1. Adquirir y desarrollar las destrezas y • Con las situaciones de juego (tácticas)
tácticas básicas. o encuentros dentro de las sesiones.
5. Desarrollar la elasticidad-flexibilidad
Preparación física:
con los ejercicios físicos que se
1. Desarrollar y perfeccionar las incluyan en el calentamiento y la
cualidades perceptivas (exteroceptivas, vuelta a la calma, y los que «salpiquen»
propioceptivas) mediante el la parte principal para contrarrestar
entrenamiento técnico. los efectos negativos que producen
2. Enfatizar el desarrollo y en esta cualidad el desarrollo y
perfeccionamiento de las perfeccionamiento de las restantes.
coordinaciones (dinámica general y 6. El desarrollo de las restantes cualidades
específica) mediante el entrenamiento motrices (de respuesta al estímulo), la
técnico. relajación-descontracción, la velocidad,
3. Desarrollar la fuerza-resistencia de la agilidad, el equilibrio y la potencia
los músculos lumbo-abdominales, (fuerza rápida) se consigue con el
del tórax y de los miembros entrenamiento técnico.
superiores con los ejercicios físicos • No a los ejercicios físicos (de la
que se incluyan en el entrenamiento preparación física) para estas
técnico. Para desarrollar la fuerza- cualidades.
resistencia muscular de los músculos Los ejercicios de la preparación física
de las piernas y de la pelvis basta el serán, fundamentalmente, a manos
entrenamiento técnico, siempre y libres y con balones medicinales, y
cuando se acompañe con algunos representarán cargas de baja y media
ejercicios físicos para evitar la intensidad (60-70 % y 70-80 %) de la
descompensación de los músculos máxima capacidad.
menos solicitados.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 49

LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA

Orientación deportiva —Estadio prepuberal 12 a 13-14 años—


Tipos de entrenamiento: Preparación física:
• Técnico y físico, o técnico-físico (cuando • Igual a 4 de Iniciación deportiva
el tiempo disponible no permite la • Igual a 5 de Iniciación deportiva
separación). pero dándole a estos ejercicios más
Entrenamientos (sesiones) semanales: importancia.
6. El desarrollo de las restantes cualidades
• Tres o cuatro, más un partido o prueba. motrices se conseguirá tanto con el
Entrenamiento técnico: entrenamiento técnico como con el
1. Desarrollar y perfeccionar las destrezas físico.
y tácticas básicas. • No al trabajo físico de potencia.
2. Adquirir y desarrollar nuevas destrezas Los ejercicios de la preparación física
incluirán los que se realizan con
y tácticas.
bancos, espalderas y otros aparatos, y
Preparación física: representarán cargas de baja y media
• Igual a 1 de Iniciación deportiva intensidad.
• Igual a 2 de Iniciación deportiva La iniciación a las pesas debe hacerse y
3. Desarrollar la fuerza-resistencia de continuarse pero con precaución (ver
los músculos flexores, extensores, «Iniciación a las pesas» en el tomo II).
rotadotes y lijadores de las
articulaciones que, principalmente,
participan en los gestos deportivos.
Esto significa que ahora sí se trabajarán
los músculos de las piernas y de la
pelvis.
50 PREPARACIÓN FÍSICA I

LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA

Especialización deportiva —Estadio prepuberal 14 a 17-19 años—


Tipos de entrenamiento: Preparación física:
• Técnico y físico. Mejor por separado, 4. Desarrollar al máximo la resistencia
aunque puede ser técnico-físico cuando (tanto la aeróbica como la anaeróbica)
el tiempo así lo exija. de acuerdo con las demandas
Entrenamientos (sesiones) semanales: específicas de cada deporte, tanto con
el entrenamiento técnico como con el
• Cinco, más un partido y una prueba. El físico (la preparación física).
doble entrenamiento diario (con sus
dudas), o siete a nueve entrenamientos Igual a 5 de orientación deportiva pero
por semana, deben dejarse para las dándole a estos ejercicios extraordinaria
categorías superiores (séniors). importancia.
6. El desarrollo de las restantes cualidades
Entrenamiento técnico: motrices se conseguirá tanto con el
1. Adquirir y desarrollar el resto de las entrenamiento técnico como con el
destrezas y tácticas. físico.
2. Perfeccionar todas las destrezas y Sí al trabajo físico de potencia.
tácticas. En esta fase se impone el trabajo con pesas
Preparación física: para el desarrollo y perfeccionamiento de
la fuerza-resistencia muscular.
1. Afinar las cualidades perceptivas Existen dudas de que la potencia se
(exteroceptivas, propioceptivas) alcance con las pesas: las orientaciones
mediante el entrenamiento técnico. apuntan a los multisaltos y al trabajo de
2. Afinar las coordinaciones (dinámica velocidad. Las cargas de los ejercicios
general y específica) mediante el físicos serán de baja, media y alta
entrenamiento técnico. intensidad (estas 80 y 90 %, de la máxima
capacidad) reservándose las máximas para
3. Desarrollar al máximo conveniente
los controles, partidos y pruebas.
la fuerza-resistencia de los músculos
flexores extensores, rotadores y
fijadores de las articulaciones que,
principalmente, participan en los
gestos deportivos, de acuerdo con las
demandas específicas de cada deporte.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 51

La división del ciclo anual en estos tres periodos se justifica con estos argumentos:
• Debido a que el campeonato no ocupa todo el ciclo anual, los entrenadores
y deportistas, en su búsqueda de mayores rendimientos, dedican los meses
fuera del campeonato a otros entrenamientos.
• Los objetivos durante el campeonato o el periodo de competiciones son
distintos a los del resto del año.
• Un entrenamiento único durante todo el año no satisface los distintos obje-
tivos como pueden hacerlo tres distintos.
• El entrenamiento específico nunca es completo; siempre deja lagunas. Un
entrenamiento preparatorio echa las bases del entrenamiento específico.
Durante el campeonato las sobrecargas del entrenamiento deben ser dismi-
nuidas en volumen y no en la intensidad. No respetar esto es ir de cabeza al
sobreentrenamiento o fatiga crónica.

La programación
La programación está constituida por los cambios que va conociendo la periodi-
zación durante su aplicación en cada momento (periodo). La programación da
origen a los programas o planes de entrenamiento (también llamados de trabajo)
que caen dentro de los tres periodos del ciclo anual. El plan de entrenamiento es,
pues, la célula de la periodización y de la planificación. Determina los ejercicios del
entrenamiento y, en la práctica, se convierte en la sesión de entrenamiento.

Elementos básicos de un plan o programa de entrenamiento.


Los principales elementos de un plan de entrenamiento, sea este técnico y físico
o técnico-físico, son:
• Los objetivos a alcanzar.
• El número de repeticiones de cada ejercicio. El número de series por cada
ejercicio.
• El intervalo de recuperación entre los ejercicios y las series. La acción durante
el intervalo.
• La duración.

Estos elementos tienen dos características muy definidas: por un lado, operan
estrechamente vinculados y, por el otro, son muy flexibles para acomodarlos a
los distintos niveles de deportistas, a las condiciones ambientales imperantes y al
tipo de entrenamiento. La forma de utilizarlos irá apareciendo a lo largo de los tres
tomos.
52 PREPARACIÓN FÍSICA I

5. Principios o leyes del entrenamiento deportivo


Los principios son las leyes del entrenamiento, hechos suficientemente compro-
bados para creer en ellos y para que marquen las pautas básicas a seguir en el
entrenamiento deportivo; saltárselos es introducirse en un campo lleno de vacila-
ciones y crisis.

Principios o leyes del entrenamiento deportivo


En la planificación, periodización y programación del entrenamiento es necesario
tener un sistema de principios o leyes que proporcionen cierta estabilidad al pen-
samiento y a la conducta del entrenador. El buen entrenador planifica, periodiza y
programa su trabajo basado en los principios o leyes del entrenamiento, mientras
que el malo no lo hace.
Los principios del entrenamiento son hechos comprobados y aceptados uni-
versalmente y en ellos —además del campeonato— debe basarse la planifica-
ción, periodización y programación del entrenamiento deportivo. Representan
un orden frente al desorden, la síntesis racional en lugar de la desintegración de
los conocimientos. Ofrecen, si son debidamente utilizados, un trabajo ordenado,
sistemático y objetivo, libre de duda e incertidumbre. Se definen como «reglas
generales enunciadas de forma abreviada que rigen el pensamiento y la conducta
humana, y provienen, en el presente caso, del empirismo, la lógica, la observación
y la experimentación deportiva». Los principios son las leyes del entrenamiento,
hechos suficientemente comprobados para creer en ellos, y para que marquen las
pautas básicas a seguir en el entrenamiento deportivo; saltárselos es introducirse
en un campo lleno de vacilaciones y crisis.
Se reconocen como principios universales del entrenamiento deportivo y la
preparación física los siguientes:

Tipo de entrenamiento total y específico. La preparación física ayudará al en-


trenamiento técnico y al invisible a construir al deportista, total y específicamente.

Continuidad del entrenamiento. La preparación física, junto al entrenamiento


técnico y el invisible, tendrá carácter continuo en el tiempo.

Sobrecargas progresivas del entrenamiento. La preparación física, junto al entre-


namiento técnico y el invisible provocará respuestas y adaptaciones en el organismo
del deportista, con cargas de trabajo que progresivamente irán en aumento.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 53

Al comparar el entrenamiento técnico con el físico, se deduce que los princi-


pios del entrenamiento deportivo sirven para uno y para otro.

Tipo de entrenamiento: total y específico


«El entrenamiento deportivo ha de ser, a la vez, total y específico. Para conseguir
rendimientos deportivos óptimos, como en cualquier otra actividad, es impres-
cindible la especialización. Y dado el nivel de desarrollo en que se encuentra el
deporte moderno, cualquier intento de sobresalir a la vez en varias disciplinas no
conduce más que a un derroche inútil de energías. Se ha hecho típica en la praxis
deportiva una especialización elevada lograda sobre la base de una formación to-
tal del deportista. En consecuencia, el entrenamiento deportivo encierra dos face-
tas orgánicas unidas: la formación general y la especial.» (2)
El entrenamiento será a la vez total y específico. Al comienzo del ciclo anual
primará el total para luego imponerse el específico. El entrenamiento total se
basa en los caracteres fisiológicos y en la interacción de todos los órganos y
sistemas del organismo; garantiza el desarrollo y perfeccionamiento de todas
las destrezas deportivas y las cualidades perceptivo-motrices, especialmente
estas últimas, y el fortalecimiento de todas la volitivas: tenacidad, decisión,
sangre fría, valor, etc. Para obtener un rendimiento óptimo en cualquier depor-
te es necesario una buena condición del sistema porta-oxígeno, del muscular-
articular del metabolismo celular, de los demás órganos y tener bien desarro-
llada la facultad del sistema nervioso para coordinar los movimientos, que solo
puede garantizar la combinación del entrenamiento total con el específico. «El
mecanismo fisiológico de la forma deportiva se basa en el perfeccionamiento
de la neurodinámica de la corteza cerebral; y en la formación de un sistema
de procesos nerviosos más coherentes (estereotipos dinámicos)», Krestovikov,
citado por Matveyev (2).
El entrenamiento específico se encamina hacia la consecución de un nivel de
desarrollo máximo dentro de un ámbito relativamente reducido de cualidades,
aptitudes y hábitos especiales, según las demandas de la disciplina deportiva. Es-
tas solo se perfeccionan en el grado necesario dentro del deporte escogido.
La estrecha relación entre la formación total y la especial del deportista hace
que muchas veces resulte difícil establecer los límites que las separan. El entrena-
miento total actúa preponderantemente sobre la formación general del deportis-
ta; es decir, se ocupa del desarrollo indiferenciado de cualidades y aptitudes que,
sin ser específicas del deporte elegido, condicionan directa o indirectamente el
éxito en la especialidad deportiva; crea las bases para alcanzar un elevado nivel de
técnica y táctica en el deporte elegido.
Matveyev (2) expresa:
54 PREPARACIÓN FÍSICA I

«De acuerdo con las características de ambos tipos de formación, se distinguen


también los medios que cada uno de ellos emplea.
Los medios fundamentales de la formación especial son:
a) El mismo deporte, o dicho con más exactitud, toda la actividad motriz del
deportista en la competición.
b) Todos los ejercicios que encierran elementos de dicha actividad, y también
los que se parezcan por su forma y naturaleza; estos son los llamados ejer-
cicios específicos.
Por consiguiente, los medios del entrenamiento específico son relativamente
reducidos; no bastan para lograr debidamente un desarrollo general del depor-
tista. Viene a completar su labor el entrenamiento total con sus propios medios y
métodos. Su campo es, teóricamente, infinito. Por ejemplo, en él pueden emplear-
se los ejercicios corporales más diversos. Al elegir los medios, hay que tener en
cuenta estos dos requisitos:
a) La formación total del deportista debe abarcar aquellos medios que ga-
ranticen eficazmente un desarrollo corporal total. Son necesarios ejercicios
que desarrollen positivamente todas las destrezas deportivas y cualidades
perceptivo-motrices.
b) La formación total del deportista debe hacerse eco de las características
de la especialidad deportiva de manera que sus ejercicios cumplan con la
ley docente de la “transferencia”, es decir que sean útiles. Así, por ejemplo
los deportistas especializados en disciplina de fuerza-veloz (potencia) da-
rán amplia cabida a ejercicios con pesos que representen el 75-90 % de la
carga máxima, además, habrán de reservar un lugar importante a los que
desarrollen la fuerza-veloz. En cambio serán escasos los que desarrollan la
resistencia general o aeróbica. Por el contrario, los deportistas cuyos esfuer-
zos son marcadamente prolongados como los corredores de fondo y los
jugadores de fútbol, baloncesto y balonmano tendrán que fomentar en el
entrenamiento total la resistencia general o aeróbica.
El entrenamiento total para los deportistas de combate (boxeo, lucha, judo)
debe ser rico en ejercicios muy diferentes que, de forma compleja, desarrollen las
cualidades demandadas.
Los ejemplos expuestos bastan para hacer comprender que la preparación to-
tal para los diferentes deportes ha de ser diferenciada, pero que no puede confun-
dirse con la específica.
Para dar el debido carácter a los medios y métodos de la formación total del de-
portista de acuerdo con las características de cada deporte, hace falta un estudio
detenido y profundo para que sea posible la racionalización del entrenamiento y
no resulte utópica su unidad con la formación específica. Así pues, por la misma
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 55

naturaleza, la formación general y la específica no son dos fenómenos de entrena-


miento aislados, sino dos facetas de un mismo y único proceso, el de la formación
total del deportista.
Por lo que se refiere a la relación entre formación general y específica dentro
del ciclo anual, las notas características son las siguientes: en todos los periodos
deben estar presentes ambas facetas, pero la proporción o relación entre ambas
cambia. En la primera etapa del periodo preparatorio suele predominar la forma-
ción general, cuya presencia luego va disminuyendo, pasando la formación espe-
cial a ocupar el lugar predominante en la segunda etapa de dicho periodo y en el
de competiciones. En el periodo transitorio, la formación general vuelve a ocupar
el puesto central, aunque ahora su presencia se traduce, fundamentalmente, en
recuperación activa.»
Es importante tener en cuenta que el entrenamiento a lo largo de un ciclo o
periodo largo, debe dividirse en varias partes:

• Periodo preparatorio general: Se deberán trabajar las capacidades


físicas limitantes del deporte o especialidad deportiva.
• Periodo preparatorio específico: Se trabajarán las capacidades físicas
específicas que definen el deporte o especialidad deportiva.
• Periodo de competición: Se deberá entrenar a intensidades y
volúmenes parecidos a la competición, buscando condiciones similares
a la misma.
• Periodo de transición: Puede ser un periodo de pausa entre
competiciones o de pausa entre una temporada y otra.

De esta manera, en el primer periodo trabajaremos las capacidades que limitan


el rendimiento en una especialidad deportiva determinada.
En el periodo preparatorio específico empezaremos a trabajar las capacidades
que de forma específica son importantes en la especialidad deportiva que prac-
ticamos.
En el periodo de competición ajustamos y buscamos un entrenamiento lo más
parecido posible a la competición.
El periodo transitorio es aquel que va entre una temporada y otra, o entre pe-
riodos durante la temporada.
Estos periodos de entrenamiento o preparación física tendrán formación gene-
ral y específica, pero en función del periodo en el que nos encontremos, predomi-
nará el entrenamiento total sobre el específico o viceversa.
56 PREPARACIÓN FÍSICA I

Gráfico 1. Proporción entre general y formación especial dentro del ciclo de entrenamiento ( en % sobre el
tiempo total de entrenamiento)

100 0

80 20
1.º etapa 2.º etapa
60 40

40 60

Formación especial
Formación general

20 80

0 100
Periodo preparatorio Periodo de competiciones Periodo de
transición
Explicación de los signos: espacio blanco: parte reservada a la formación general; espacio sombreado:
parte reservada a la formación especial; columnas: posibles desviaciones.

Continuidad del entrenamiento


En el ambiente deportivo actual no existen dudas de que el entrenamiento, una
vez que comienza, tiene que ser continuado si se desea alcanzar los máximos ren-
dimientos individuales; y su aceptación se basa en que el entrenamiento, si es bien
concebido, provoca una serie de cambios anatómico-fisiológicos que aumenta la
funcionalidad orgánica.
Los cambios anatómico-fisiológicos no se producen abruptamente, sino que
requieren tiempo y estímulos sucesivos que los provoquen. Pensemos por un
momento en el tiempo que requiere «la construcción del deportista»: en el me-
nor de los casos de 8 a 9 años, si se inicia a los 10, porque muchos comienzan
antes, en las clases de Educación Física, en las escuelas deportivas y en los par-
ques y campos donde el niño juega libremente. Pensemos ahora en los grandes
cambios anatómicos fisiológicos en que está inmerso el niño/joven de 10 a 18-
19 años, cambios que no se pueden, bajo condiciones normales, ni retrasar ni
acelerar marcadamente. Un niño de 10 años no puede vencer a un adulto de
20 años, si ambos se han entrenado con los mismos medios y en igual tiempo;
tiene que esperar a crecer anatómica y fisiológicamente para que sus órganos
y sistemas alcancen, más o menos, las proporciones de aquel. Como que el en-
trenamiento, en sentido general, trata de aumentar y perfeccionar al máximo la
funcionalidad orgánica, no queda otro camino que darle continuidad en mu-
chos años.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 57

Los resultados deportivos que dependen, en gran medida de la funcionalidad


orgánica, son la consecuencia de muchos ejercicios por día, varios días por sema-
na, más días por año y muchos años por carrera deportiva.
Las destrezas deportivas y cualidades perceptivo-motrices, especialmente
estas últimas, retroceden con más rapidez a como progresan en presencia del
sobreentrenamiento y del descanso total. El sobreentrenamiento no solo las dis-
minuye poniendo al deportista por debajo de sus niveles habituales, sino que
psicológicamente lo desmoraliza. Alrededor de veinte días de descanso total,
puede disminuir las cualidades entre un 10 y un 20 %; en treinta días puede estar
alrededor del 25 %.
Matveyev (2) dice que al establecer este principio, se atiene a estos tres lemas:
a) El proceso de entrenamiento ha de estructurarse como una especialización
que dure todo el año y durante varios años.
b) Toda unidad de entrenamiento debe seguir las «huellas» de la anterior, es
decir, arrancar de los cambios positivos morfológicos y funcionales, produ-
cidos en el organismo durante la unidad anterior.
c) El carácter continuo del entrenamiento no queda asegurado solo por las cargas
sino también por la introducción de intervalos de recuperación que, en defini-
tiva, han de favorecer la recomposición y mejorar la capacidad de rendimiento.

Sobrecargas progresivas del entrenamiento


Schutz y Arnodt (Alemania) expresaron: «El organismo vivo sometido a un ejercicio
de intensidad creciente se adapta progresivamente al mismo hasta soportar estí-
mulos en los límites fisiológicos de su capacidad. Esta sorprendente adaptabilidad
ha sido reconocida en todo tiempo y sobre ella se fundamenta el entrenamiento
deportivo moderno».
En efecto, la sorprendente capacidad de adaptación del organismo fue ya reco-
nocida por el anátomo Roux en 1881, cuando se refirió a las relaciones de forma y
función con tres simples leyes biológicas:
• La función forma al órgano heredado, lo conserva y desarrolla.
• La función cambiada adapta el órgano.
• La función demasiado fuerte y demasiado constante debilita al órgano.
Estas simples leyes se vieron completadas posteriormente con las expuestas
por el higienista hamburgués Lorentz:
• La falta de función hace agonizar al órgano.
• La función puede curar al órgano enfermo.
Finalmente el canadiense Han Selye recogió en su teoría «El síndrome general
de adaptación», el proceso de adaptación que sufre el organismo y que él estable-
ció en tres estadios:
58 PREPARACIÓN FÍSICA I

a) El estado de conmoción (shock). En el entrenamiento deportivo lo es por


el choque o estímulo que es el ejercicio y que atenta contra el equilibrio
biológico orgánico.
b) El de resistencia. En el entrenamiento deportivo el organismo, para sobrevi-
vir, resiste la conmoción.
c) El de agotamiento o adaptación. En el entrenamiento deportivo viene, o la
fatiga (agotamiento) porque el ejercicio ha sido excesivo, o la adaptación
debido a que el ejercicio fue adecuado (el ejercicio excitó las funciones or-
gánicas y provocó adaptación; las funciones alcanzaron un nivel más alto).
Según Selye ciertos factores actúan sobre el organismo como «provocadores
de tensión» (stressoren) en cuanto sobrepasan una medida determinada. La ten-
sión (estrés) que provocan, lleva a un estado especial de irregularidades funcio-
nales y estructurales, sobre todo en el aparato endocrino, siendo este el punto
de partida de los tres estadios. El organismo que normalmente se encuentra en
un «equilibrio dinámico» (Pavlov) con el medio ambiente ha sido desequilibrado
y busca la vuelta a dicho equilibrio con el segundo y tercer estadio. De todo lo
anterior se puede deducir que:
• Los ejercicios (estímulos) suaves (con intensidad menor al 60 %) excitan leve-
mente las funciones orgánicas. No producen las respuestas y adaptaciones
psicofisiológicas necesarias para mejorar las cualidades perceptivo-motrices
y las destrezas técnicas.
• Los ejercicios fuertes (con intensidad entre el 60 y el 90 %) producen res-
puestas y adaptaciones psicofisiológicas necesarias para mejorar las cualida-
des perceptivo-motrices y las destrezas técnicas.
• Los ejercicios demasiado fuertes (con intensidad mayor al 90 %), aplicados
frecuentemente sobreentrenan y pueden dañar al organismo. En resumen,
para que un organismo sometido a entrenamiento desarrolle y perfeccione
sus cualidades perceptivo-motrices y sus destrezas es necesario que dé res-
puestas y se adapte a ejercicios adecuados y de intensidad creciente.
David R. Lamb en Fisiología del ejercicio: respuestas y adaptaciones (1) distingue la
diferencia entre estos dos términos de la siguiente forma: «Las respuestas son los sú-
bitos y temporales cambios en función causados por el ejercicio. Como ejemplos de
respuesta al ejercicio están el aumento de la frecuencia cardiaca, la elevación de la
presión sanguínea (tensión arterial) y el aumento de la respiración, que acompañan
al ejercicio; estas respuestas no están presentes unos minutos después de finalizar
el ejercicio. Una adaptación es, más o menos, un cambio duradero en estructura
o función que sigue al entrenamiento que, aparentemente, capacita al organismo
a responder de forma más fácil a subsiguientes estímulos (estrés) producidos por
el ejercicio; ordinariamente, las adaptaciones no son apreciadas hasta que no han
pasado varias semanas de entrenamiento. Un ejemplo de adaptación al entrena-
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 59

miento es la reducción de la frecuencia o ritmo cardiaco al enfrentarse a un ejerci-


cio submáximo después de haber seguido varias semanas de entrenamiento. Esta
reducción de la frecuencia cardiaca parece capacitar a la bomba cardiaca a enviar la
misma cantidad de sangre a los músculos trabajando con un costo menor de ener-
gía. Otro ejemplo de adaptación es el aumento del músculo en tamaño producido
por un fuerte programa de levantamiento de pesos y la capacitación del sujeto que
puede ejercer más fuerza que antes del entrenamiento. Gran parte de este aumento 
de fuerza persiste por varios meses tras terminar el programa de entrenamiento».
Lamb (1) esquematiza las respuestas y adaptaciones orgánicas al ejercicio de
las siguientes formas:

Esq. 9. Esquema general simplificado de las respuestas fisiológicas al ejercicio.

EJERCICIO: RECEPTOR VÍA (5) DE RESPUESTA


Cambio en la estructura o en el 
en músculo, cerebro,  nerviosa, hormonal o 
medio químico (Temp. ph, O2, 
CO3, etc. páncreas, etc. intrínseca.

ÓRGANOS (S)
RESPUESTA O CAMBIO ADICIONAL
ÓBJETO (S)
aumento de la frecuencia cardíaca, 
corazón, pulmones,
Feedback negativo respiración, flujo sanguíneo, etc.
músculo, etc.

Esq. 10. Esquema general simplificado de las adaptaciones al entrenamiento del cuerpo humano.

EJERCICIO CRÓNICO:
Cambios en el medio ambiente RECEPTOR VÍAS DE RESPUESTA
celular

VÍAS DE ADAPTACIÓN

ÓRGANOS (S)
RESPUESTA ADAPTADA 
ÓBJETO (S)
O CAMBIO ADICIONAL
Feedback negativo DE ADAPTACIÓN
60 PREPARACIÓN FÍSICA I

Lamb entiende que casi todos los cambios en la función corporal producidos
por el ejercicio o el entrenamiento tienden a reducir la totalidad de los estreses
sobre el organismo, y lo explica así:
«Los músculos que se contraen son fuertemente sometidos al estrés cuando se
ven obligados a usar más oxígeno, que reciben por la frecuencia cardiaca y respi-
ratoria aumentadas, lo que reduce el estrés. Otro ejemplo es el aumento de sudor
que acompaña a los repetidos estímulos producidos por el ejercicio bajo tempe-
raturas altas; el calor ambiental crea un estrés en todos los tejidos del cuerpo que
disminuye con el entrenamiento en condiciones de calor, porque la producción
aumentada de este ayuda a enfriar el cuerpo por evaporación.
La tendencia de los organismos vivos a mantener un medio ambiente equili-
brado para sus células se llama homeostasis. Además, el cuerpo humano regula
cuidadosamente la temperatura, la acidez, el oxígeno, la glucosa, el sodio, el po-
tasio, el ácido clorhídrico y otras características de los fluidos del cuerpo. El meca-
nismo más importante de regulación utilizado por el cuerpo para mantener la ho-
meostasis es la regulación feedback negativa que devuelve la normalidad al medio
ambiente celular. Por ejemplo, si los músculos durante el ejercicio comienzan a
reducir el nivel de azúcar en la sangre (glucosa), el páncreas controla la reducción
secretando glucagón, que a cambio acelera la entrada de glucosa en la sangre,
proveniente de las reservas del hígado; esta liberación de glucosa devuelve a la
normalidad el nivel de este en la sangre, nivel homeostático. Contrariamente, des-
pués de una comida rica en carbohidratos, el nivel de azúcar en la sangre se eleva
por encima de lo normal, pero rápidamente es disminuido por la acción de la insu-
lina del páncreas. Por tanto, puede comprenderse que la regulación feedback ne-
gativa actúa para cambiar el medio ambiente celular hacia una condición opuesta
(negativa) producida por el estrés».
La sorprendente capacidad de respuestas y de adaptación del organismo,
a cualquier estímulo o estrés, —siendo uno de ellos el ejercicio— es lo que ha
permitido a los entrenadores aplicar las llamadas y reconocidas sobrecargas del
entrenamiento, que se han convertido en uno de los principios de este. ¿Cómo
entender estas sobrecargas?
Las destrezas técnicas y las cualidades perceptivo-motrices se desarrollan y per-
feccionan en proporción a la demanda del ejercicio (fuerza de estímulo); así la mejora
del rendimiento va unida por principio a los esfuerzos realizados en el entrenamien-
to. Por consiguiente, debe ser nota característica de este ir aumentando constante-
mente los esfuerzos, siempre y cuando el deportista pueda cumplir con las tareas.
Las sobrecargas del entrenamiento siempre tienen una expresión «interna» y
otra «externa». La primera se caracteriza por la magnitud de respuestas y adapta-
ciones que provoca; la segunda, por los factores de los planes de trabajo (distancia,
duración, tiempo, peso, intervalos de recuperación, acción durante el intervalo,
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 61

número de repeticiones, series, etc.). En este tema se estudiará la expresión «ex-


terna» fundamentalmente mediante dos términos que coordinan y resumen los
factores anteriores: el volumen y la intensidad de las sobrecargas.
Se llama volumen de la carga a la cantidad total de trabajo de entrenamiento
dentro de una unidad de tiempo: en una sesión de una semana, en un plan o en
un periodo del ciclo anual. Puede medirse por el número de ejercicios de una uni-
dad de tiempo, por la duración que se concede a la unidad, por el peso total que
se mueve con el entrenamiento con pesas, por los metros y kilómetros recorridos,
o por otros índices parecidos.
La intensidad es el grado de esfuerzo requerido por el trabajo. Puede medirse
por el peso utilizado en un ejercicio de pesas, por la velocidad de desplazamiento
y por el gasto calórico.
En la práctica, el principio de las sobrecargas progresivas del entrenamiento se
basa, fundamentalmente, en estas dos realidades:
• Las destrezas y las cualidades perceptivo-motrices solo mejoran y se perfec-
cionan en la medida que el ejercicio constituya un reto, un estímulo suficien-
te que atente contra el equilibrio biológico del organismo, de manera que
este dé respuestas y se adapte al ejercicio o estímulo.
• El estímulo (el reto) solo será suficiente en la medida en que el volumen y la
intensidad de las cargas del entrenamiento vayan en aumento progresiva-
mente.
Una carga, es decir, un plan o programa de ejercicios, con suficiente volumen
e intensidad, que se aplica por primera vez producirá respuestas inmediatas del
organismo y, pasadas cinco o seis semanas, se darán las adaptaciones del entre-
namiento al haber alcanzado las destrezas y las cualidades perceptivo-motrices, y
todo el organismo, un nivel más alto de rendimiento. Al aumento de las cargas hay
que buscarle, en cada caso, una solución individualizada, manejando convenien-
temente el volumen y la intensidad que tienen una estrecha relación entre sí. Por
ejemplo, el volumen solo debe aumentarse en la medida que no dificulte la inten-
sidad y viceversa; por lo general nunca se acrecientan al mismo tiempo. Si esto no
se respeta, el deportista dejará de soportar, más tarde o más temprano, un poste-
rior aumento de la carga, con lo que se habrá roto el principio de las sobrecargas
progresivas y detenido el aumento del rendimiento. Las cargas del entrenamiento
tienen que irse elevando en armonía con las posibilidades individuales del depor-
tista y guardando la proporción óptima entre el volumen y la intensidad dentro
de cada periodo del ciclo anual. Para esto es necesario conceder cierta preponde-
rancia al volumen en los periodos preparatorio y transitorio, y a la intensidad en el
específico o competitivo. En sentido general, y desde el punto de vista teórico, las
cargas han de aumentar de modo necesario, progresivo y máximo, aunque en la
práctica, y sobre todo en el ciclo semanal, tienen un carácter ondulante.
62 PREPARACIÓN FÍSICA I

Dentro del proceso del entrenamiento las cargas son desde relativamente ba-
jas en su magnitud hasta máximas, pero han de ser siempre óptimas, lo cual quiere
decir que han de corresponder a las posibilidades individuales del deportista. Esto
es: ni pecarán por defecto ni por exceso; no podrán ser ni insuficientes (no pro-
vocan mejoramiento) ni excesivas (agotan y sobreentrenan). Hay que conseguir
que mediante un grado óptimo de fatiga mejore el rendimiento. Según va au-
mentando progresivamente el rendimiento, las cargas irán creciendo. Las cargas
que producen los mayores cambios son las máximas que rozan los límites de las
posibilidades del deportista, pero su abuso, es decir, su repetición excesivamente
frecuente, conduce al agotamiento.
El principio de las sobrecargas progresivas del entrenamiento tiene un valor
limitado por el mismo volumen y por la intensidad. En el proceso de entrenamien-
to de un deportista de varios años, llegará el momento en que éste verá detenido
su rendimiento; ha alcanzado su tope, comienza la declinación. Paralelo con este
proceso evolutivo del rendimiento han de correr el volumen y la intensidad; pri-
mero se topará con el detenimiento del volumen y luego con el de la intensidad.
En el primero, la sensación le vendrá de su propio cuerpo que rechaza cualquier
sobrecarga innecesaria; el segundo llegará dado por los resultados, no se puede
entrenar con más kilos, los tiempos se detienen y los resultados en los deportes de
asociación ya no son cada vez mejores. Por tanto, este principio, en general, solo
es válido para los periodos del ciclo anual de las edades evolutivas, pero no como
tendencia general.
¿Dónde están los límites del crecimiento del volumen y la intensidad? Para co-
menzar diré que son diferentes para cada individuo pero ni he descubierto nada
ni he dicho algo orientativo. Aunque nada se puede dar como definitivo, el autor
opina que tanto el volumen como la intensidad han llegado a dimensiones de fá-
bula y que en el futuro tendrán que buscarse mejores resultados con un nexo más
racional de ambos y en una relación más estrecha con el criterio de los intervalos
de recuperación entre los esfuerzos y el carácter ondulante de las cargas en el ciclo
semanal; en esto se precisa más estudios.
De cualquier forma muchos entrenadores, y sobre todo investigadores,
han arremetido y advertido contra el crecimiento imparable del volumen
y la intensidad, sobre todo al utilizarlas en las edades evolutivas, donde in-
discriminadamente se han aplicado como si se tratara de adultos. También
las críticas han advertido sobre el acortamiento de las carreras de muchos
deportistas por el exceso indiscriminado de las cargas.
En general, el tope del volumen y de la intensidad viene dado por las característi-
cas individuales y por la edad, sin descartar —dentro del ciclo semanal— el número
de sesiones, la duración de estas y el total del tiempo; el total de kilos manejados
en el caso del entrenamiento de fuerza con pesas, de los metros y kilómetros en
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 63

corredores y nadadores, el intervalo de recuperación entre repeticiones y series, y


la acción a realizar durante el intervalo. Cada entrenador, de acuerdo con la edad y
las características individuales de sus deportistas, debe buscar respuestas a ciertos
factores. Para ilustrar lo anterior, expongo en el esquema 11 algunos ejemplos y las
posibles respuestas relacionadas con las fases de «la construcción del deportista».
Antes dije que de los criterios utilizados en el entrenamiento, dos parecen co-
ordinarlo y resumirlo: el volumen y la intensidad, pero esto no quiere decir que los
otros deben ser desconocidos u olvidados; están ahí y todos se relacionan entre
sí. Por ejemplo, deben ser motivo de cuidadoso estudio los intervalos de recu-
peración, tanto los que operan entre las repeticiones y series, como el que debe
mediar entre una unidad de entrenamiento y la siguiente. Al respecto, Matveyev
(2) se expresa así:
«Esta cuestión suele solucionarse siguiendo la concepción de Folbort que sos-
tuvo que el intervalo de recuperación entre unidades de entrenamiento viene
determinado por la mutua relación existente entre los procesos de “desgaste” (se-
gún otros, “gasto” o “fatiga”) y de “restablecimiento” de las posibilidades funcionales
del organismo. Así toda carga de entrenamiento debe aplicarse solo cuando se
haya logrado una completa recuperación del esfuerzo anterior, pero sin que ha-
yan desaparecido del todo las huellas de la carga precedente; si no fuera así nos
encaminaríamos hacia el agotamiento crónico (sobreentrenamiento), o con que
las cargas pierden su eficacia».

Gráf. 2. Esquema de los cambios funcionales que se producen en el organismo durante la realización de
trabajos repetidos en las diferentes fases del proceso de recuperación.
(I) La repetición realizada cuando
ya han desaparecido las «huellas»
del trabajo anterior no provoca
cambio alguno en el nivel
funcional.

(II) La repetición realizada cuando


aún no se ha completado la
recuperación provoca un descenso
del nivel funcional.

(III) Si los trabajos excesivos


se realizan aumentando
gradualmente el nivel de carga
en la correspondiente fase de
supercompensación, entonces
se acrecientan las capacidades
funcionales.
64 PREPARACIÓN FÍSICA I

Esq. 11. Algunos ejemplos para juzgar, básicamente, el volumen e intensidad de las cargas de entrenamiento.

Iniciación deportiva Orientación deportiva Especialización deportiva


3. Mejor alternadas 3. Mejor alternadas De 4 a 5
considerando que habrá considerando que habrá un Mejor alternadas
un partido o prueba. partido o prueba. considerando que habrá un
partido o prueba.
Factor: ¿Cuántas sesiones de entrenamiento en el ciclo semanal?
De 60 a 75 minutos por De 75 a 90 minutos por De 90 a 120 minutos por
sesión. sesión. sesión.
Total: de 180 a 225 Total: de 225 a 270 minutos. Total: de 360-445 a 480-600
minutos. minutos.
Factor: Duración sesiones de entrenamiento y tiempo total en ciclo semanal.
No es recomendable en Iniciar el aprendizaje con Es el momento oportuno.
esta fase. pocos pesos. Aumentar el volumen y la
Luego trabajar a baja intensi- intensidad. Cargas de baja,
dad: cargas del 60 al 70 %. media y alta intensidad.
Factor: ¿Cómo manejar el entrenamiento con pesas?
Deportes de asociación: Deportes de asociación: Deportes de asociación:
con los ejercicios puede iniciarse con puede iniciarse el
técnicos (excepción precaución al entrenamiento entrenamiento con carreras
de voleibol). Deportes con carreras en el periodo en el periodo preparatorio.
individuales. Volumen e preparatorio. Volumen: medio. Volumen: alto. Intensidad:
intensidad bajos. Intensidad: baja y media. baja, media y alta.
Factor: ¿Cómo manejar el entrenamiento de resistencia?
Solo ejercicios para Preferentemente ejercicios Mayor importancia a los
mejorar la técnica. para mejorar la técnica. ejercicios de amplitud
Preferir los de amplitud Mayor importancia a los de de zancadas. También de
de zancadas. amplitud de zancadas. frecuencia y de velocidad de
reacción.
Factor: ¿Cómo manejar el entrenamiento de velocidad?
¿Cómo manejar el Lo marca el descenso de las Lo marca el descenso de las
entrenamiento de pulsaciones: 100-110. pulsaciones:
velocidad? 110-120.
Entre series mayor. Al menos el triple.
Factor: ¿Cómo debe ser el intervalo de recuperación?
Nunca inmovilizarse. Nunca inmovilizarse. Nunca inmovilizarse. Caminar
Caminar y cuando se Caminar y cuando se pueda y cuando se pueda se
pueda se preferirá el se preferirá el trote (jogging). preferirá el trote (jogging).
trote (jogging).
Factor: ¿Cómo debe ser la acción durante el intervalo?
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 65

Para Hyppenreiter esta concepción está en contradicción con la praxis de la


educación corporal y del deporte. En su opinión, las cargas aplicadas después
de unos intervalos que no permiten volver al nivel de capacidad de rendimien-
to inicial o al estado funcional inicial de diversos órganos y sistemas dificultan el
debido desarrollo del organismo humano. En tal caso, el intervalo de recupera-
ción entre unidades (sesiones) de entrenamiento sucesivas tendrían que alargarse
hasta constituir un periodo completo de total restablecimiento de las funciones
del organismo; es decir, que el entrenamiento solo podría tener lugar una o dos
veces por semana, pero no diariamente y menos dos veces al día. La experiencia
demuestra, por el contrario, que los deportistas llevan a cabo su entrenamiento sin
que hayan llegado a restablecerse algunos de sus valores fisiológicos.
La idea de un entrenamiento sin restablecimiento completo de las funciones
dio origen a la tesis de la interrelación entre los procesos de desgaste y de res-
tablecimiento; es decir, si la intensidad del desgaste es proporcional a la «super-
compensación», habrá que preguntarse si no será útil sumar los efectos de varias
unidades de entrenamiento, con el fin de exigir más al organismo y conseguir,
en consecuencia, un aumento de las posibilidades funcionales en el periodo de
recuperación siguiente. En principio, un sistema de alternancia de unidades de en-
trenamiento fundamentales o claves pueden realizarse sobre la base de una capa-
cidad de rendimiento restablecida y mejorada. Los procesos de fatiga y recupera-
ción se controlan racionalmente combinando cargas de diferentes magnitudes;
así, después de realizar un sesión con carga A, se puede pasar a otra con carga
B sin una completa recuperación. Por esto resulta comprensible que muchos de
los mejores deportistas puedan entrenar seis y más veces por semana sin caer en
el sobreentrenamiento y, lo que es más, con una tendencia de mejora constante
de sus rendimientos. En un estado de recuperación incompleta son posibles va-
rias unidades de entrenamiento parecidas, pero solo si se cumplen las siguientes
condiciones: 1) las series tienen que alternar con unos intervalos de recuperación
suficientes, 2) el deportista ha de gozar de un elevado estado de entrenamiento, y
3) hay que garantizar un control médico/clínico cualificado.
La alternancia de las unidades de entrenamiento da paso a la noción del ca-
rácter ondulante de las cargas en el ciclo semanal.
Carácter ondulante de las cargas. Al estudiar el problema, Matveyev (2) en-
contró tres categorías de «ondas»:
a) «Ondas pequeñas», características de microciclos, y que pueden abarcar dos
y hasta siete o más días.
b) «Ondas medias», en las que se expresa la tendencia general de las cargas de
varias ondas pequeñas (de tres a seis) dentro de la etapa de entrenamiento.
c) «Ondas grandes», en las que se refleja la tendencia fundamental de las on-
das medias en los periodos del entrenamiento.
66 PREPARACIÓN FÍSICA I

El arte de estructurar un entrenamiento a largo plazo consiste, justamente, en


establecer la oportuna relación entre las ondas, o sea, en procurar una proporción
correcta entre la dinámica de las cargas dentro de los distintos microciclos y la
finalidad del entero proceso de entrenamiento. Tarea tanto más difícil cuanto que
el volumen y la intensidad de las cargas presentan dinámicas diferentes, porque
en realidad cada onda se compone de ondas de volumen y ondas de intensidad
con una proporción determinada entre ellas.
Las causas principales del carácter ondulante de las cargas son:
• La interrelación existente entre los procesos de fatiga y los de recuperación.
• Las oscilaciones periódicas de las funciones orgánicas, condicionadas por la
forma de vida.
• La actividad de tipo general.
• El biorritmo4 natural de los procesos fisiológicos.
Las ondas pequeñas se atienen a la intensidad de los ejercicios que componen
una sesión. Estos provocan respuestas fisiológicas pasajeras del organismo. En el ci-
clo semanal deben combinarse sesiones de entrenamiento de diferentes intensida-
des (combinación fatiga-reposición) que permitan el restablecimiento diario de las
funciones orgánicas alteradas por las intensidades de las sesiones. El siguiente gráfi-
co es un ejemplo de cómo combinar las tres intensidades clásicas de baja, media y
alta en un ciclo semanal de un equipo que puede entrenar cinco días y que, además,
tiene un partido (se encuentra en el periodo específico o competitivo).

Gráf. 3. Ejemplo para establecer las cargas ondulantes del entrenamiento en el ciclo semanal, durante el
periodo específico o competitivo.

Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo


100
90
80
70
60

Baja Media Alta intesidad Baja intesidad Media intesidad DESCANSO Partido


intesidad intesidad Se considera 
alta intensidad

4 Se informa sobre el biorritmo natural de los procesos fisiológicos en el tomo III de esta obra den-
tro del capítulo «Lecturas complementarias».
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 67

¿Cómo combinar los entrenamientos técnicos y físicos en este ejemplo?


Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo
Baja Media Alta Baja Media Descanso Partido. Se 
intesidad intesidad intesidad intesidad intesidad considera alta
intesidad
Entrenamiento Entrenamiento Entrenamiento Preparación  Entrenamiento
técnico técnico físico técnico física técnico

Las ondas medias y grandes se atienen a los procesos de adaptación a largo


plazo que se dan en el organismo por causa del entrenamiento.
Las ondas medias y grandes pueden ser acomodadas al campeonato o calenda-
rio de pruebas, tratando que las cimas coincidan con los partidos más importantes
para el equipo o pruebas del deportista. Por su tamaño juegan con los periodos
del ciclo anual, con lo que le dan un carácter cíclico al proceso de entrenamiento.
El siguiente gráfico de Matveyev es un ejemplo de esto.
68 PREPARACIÓN FÍSICA I

Gráf. 4. Esquema de una dinámica de la carga en el ciclo de entrenamiento del año completo teniendo en
cuenta sus componentes principales: la intensidad y el volumen general.

Intensidad
100
3-i
90
2-i
Magnitud de los valores expresada en % sobre su valor máximo en todo el ciclo de entrenamiento

80
70
60
50 1-i
40
30
20
10
0

Volumen
100
90
80
70 1-u 2-u
60
50
40
30 3-u
20
10
0

Meses I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII


Etapas
Periodo preparatorio Periodo de competiciones Periodo de 
transición

Explicación de los signos:


1-i y 1-u: intensidad y volumen de los ejercicios de tipo general;
2-i y 2-u: intensidad y volumen de los ejercicios de preparación especial;
3-i y 3-u: intensidad y volumen de los ejercicios de competición.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 69

6. Importancia del desarrollo y perfeccionamiento


perceptual-motor en «la construcción del deportista»
El término perceptual-motor significa que el acto motor es una respuesta que se
da a un estímulo acabado de percibir. Nada más claro para tomar como ejemplo
perceptual-motor que cualquier destreza deportiva, como la recepción de un ba-
lón donde éste es el estímulo que se percibe por la vista y a continuación por el
tacto, a lo que sigue la respuesta: la acción motriz que recepciona el balón. Primero
actúan las cualidades perceptivas y a continuación las motrices.
¿De qué depende el funcionamiento y rendimiento de un individuo? De todo su
organismo y en especial de sus cualidades mentales, de las perceptivo-motrices y de
las volitivas. ¿De qué depende el rendimiento de un deportista? También de todo su
organismo y de las mismas cualidades, pero ahora altamente desarrolladas y perfeccio-
nadas por el entrenamiento, y unidas a las destrezas y tácticas del deporte en cuestión.
Las cualidades mentales, las perceptivo-motrices y las volitivas están prede-
terminadas por la herencia. Esto es importante pero no lo es todo; lo verdadera-
mente importante es el grado a que se desarrollen y perfeccionen. No importando
cómo la herencia las predetermina, todos los deportistas pueden desarrollarlas
y perfeccionarlas dentro de su «techo» genético observando una vida higiénica,
buena alimentación, descanso apropiado, vida social moderada y realizando un
entrenamiento metódico y bien orientado.
De las tres cualidades antes mencionadas, las perceptivo-motrices son el blan-
co directo del entrenamiento técnico y del físico; su desarrollo y perfeccionamien-
to ocupan la mayor parte del tiempo del entrenamiento y prácticamente constitu-
yen su objetivo principal en «la construcción del deportista».

Relación de las técnicas de ejecución de las destrezas con las


cualidades perceptivo-motrices
La adquisición, desarrollo y perfeccionamiento de las destrezas de cualquier deporte
se fundamenta en el conocimiento de las técnicas de su ejecución y en el desarrollo
y perfeccionamiento de las cualidades perceptivo-motrices que hacen posible el
movimiento. Es decir, que aunque se conozca la técnica de ejecución de una des-
treza, esta no es posible si no participan las cualidades perceptivo-motrices, lo que
demuestra la importancia de mejorarlas durante «la construcción del deportista». Es
la base, la esencia misma, lo más importante del entrenamiento deportivo, que ince-
santemente tratará de desarrollarlas y perfeccionarlas durante las edades evolutivas,
tanto con el entrenamiento técnico como con la preparación física.
En la práctica, las técnicas de ejecución de las destrezas son conocidas en un
breve periodo de tiempo, pero desarrollar y perfeccionar las cualidades percepti-
70 PREPARACIÓN FÍSICA I

vo-motrices requiere de todos los años dedicados a «la construcción del deportis-
ta», y mientras quede crecimiento anatómico-fisiológico por delante, las posibili-
dades de mejorarlas están abiertas.
¿Hasta qué punto influye el entrenamiento técnico y hasta donde el físico? Si
se acepta el término de «a la preparación física por el entrenamiento técnico», in-
cuestionablemente hay que aceptar que el técnico influye más. No obstante vuel-
vo a insistir que, llegado un nivel, las cualidades perceptivo-motrices (y especial-
mente estas últimas, las motrices) se inhiben ante el entrenamiento técnico, mo-
mento en que la preparación física comienza a jugar su gran papel. ¿Cuál es ese
momento? La respuesta se encontrará diseminada a lo largo de esta obra.

Cualidades perceptivo-motrices
Las cualidades perceptivas (los órganos sensoriales) se encargan de dar la in-
formación pertinente al sistema nervioso y de establecer las necesarias relaciones
entre todos los órganos y sistemas.
Hasta el presente han sido clasificadas y nombradas por los científicos de la
siguiente forma:
• Exteroceptivas: vista, oído y tacto.
• Propioceptivas: husos musculares, receptores tendinosos y receptores
articulares.
• Interoceptivas: relacionan las glándulas y otros órganos con el
rendimiento deportivo.

Las cualidades exteroceptivas dependen de la vista, el oído y el tacto, y su fun-


ción es informar al jugador de todo lo que le rodea.
Las cualidades propioceptivas dependen de los husos musculares y de los re-
ceptores tendinosos y articulares, terminaciones nerviosas en las fibras muscula-
res, en los tendones y en las articulaciones, cuya función es informar, por medio
de feedback, al cerebelo y demás órganos de la base, del nivel de contracción y
descontracción muscular, y de los tendones, así como de la participación articular
en la posición y el movimiento.
Las cualidades interoceptivas son terminaciones nerviosas en las glándulas y
otros órganos cuya función es relacionar la participación de estos en el rendimien-
to deportivo. Ejemplo: las glándulas suprarrenales y sus hormonas, cortisona y
adrenalina, ante un esfuerzo físico.
Las cualidades motrices se encargan de dar respuestas a los estímulos bajo la
dirección del sistema nervioso. Son los agentes directos del movimiento.
Hasta el presente han sido nombradas por los expertos así: fuerza (potencia),
elasticidad-flexibilidad, relajación (descontracción), coordinación, equilibrio, velo-
cidad (agilidad) y resistencia (aeróbica y anaeróbica).
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 71

Buscando la mejor comprensión del papel de las cualidades motrices en el ren-


dimiento deportivo numerosos expertos las han definido. Porque lo considero de
valor, a continuación las defino de manera muy simple.

Fuerza. La facultad de vencer una resistencia independientemente del tiempo


empleado. La potencia, fuerza por velocidad (o fuerza rápida) apoya su desarrollo
y perfeccionamiento primero en la fuerza y luego en la velocidad.

Elasticidad-flexibilidad. La elasticidad es la facultad del músculo para recobrar


su forma de reposo, inmediatamente que cesa cualquier fuerza que lo deforma o
estira. La flexibilidad es la facultad de desplazar los segmentos óseos que forman
parte de las articulaciones o de una serie de articulaciones, como en el caso de la
columna vertebral.

Relajación (descontracción). La relajación es el menor estado de tensión del


músculo. La vuelta de la fibra muscular a su menor tono posible después de su
contracción.

Coordinación. Es la facultad de utilizar las propiedades del sistema locomotor


fluidamente bajo la dirección del sistema nervioso.

Equilibrio. Es la facultad de adoptar una posición o de realizar un movimiento


contra la fuerza de gravedad.

Velocidad. Es la facultad para reaccionar a los estímulos (velocidad de reacción),


contraer los músculos (velocidad contráctil), y trasladarse sobre sus pies, en el agua
o sobre un implemento (velocidad de desplazamiento corporal). La agilidad es
una manifestación eficaz del movimiento que se apoya, fundamentalmente, en la
fuerza, la coordinación, pero sobre todo en la velocidad.

Resistencia. Es la facultad para sostener eficientemente un esfuerzo fuerte, el


mayor tiempo posible. Se distinguen dos clases: la aeróbica, donde el esfuerzo
no es necesariamente fuerte y se realiza por un metabolismo que utiliza todo el
oxígeno que necesita; la anaeróbica, donde el esfuerzo es muy fuerte y reclama un
metabolismo tan grande, que no puede utilizar todo el oxígeno que necesita. El
metabolismo resintetiza ácidos como fuente de energía y se acidifica el músculo.
72 PREPARACIÓN FÍSICA I

Resumen del capítulo


El primer objetivo del entrenamiento deportivo en las edades evolutivas es «la
construcción del deportista».
El primer objetivo de la preparación física en las edades evolutivas es cooperar
en «la construcción del deportista».
En la construcción de un deportista inciden tres tipos de entrenamientos: el
técnico, el físico (preparación física) y el invisible (psicológico, etc.).
«La construcción del deportista» debe iniciarse, por lo general, en el estadio
prepuberal (10 a 11-12 años) y darse por finalizada cuando cesa el crecimiento
anatómico-fisiológico (16-17 en las chicas y 18-19 años en los chicos), y basarse en
los procesos de maduración que caracterizan a los estadios evolutivos comprendi-
dos en dichas edades: prepuberal, puberal y pospuberal.
Al comienzo de «la construcción del deportista», el entrenamiento técnico es
la clave por su fuerte motivación. Prácticamente se basa solo para, además de
facilitar la adquisición, desarrollo y perfeccionamiento de las destrezas del juego
individual y las tácticas básicas del juego de conjunto, desarrollar las cualidades
perceptivo-motrices. «A la preparación física mediante el entrenamiento técnico».
La determinación de la edad ideal para comenzar «la construcción del depor-
tista» no puede basarse en otro aspecto que no sea el de la maduración del niño/
joven y la relación que esta guarda con el ejercicio y el aprendizaje. La maduración,
en la práctica, está condicionada por la enseñanza-aprendizaje, si es que se desea
alcanzar conductas motrices óptimas como las de los deportistas.
La maduración la define Rigal como: «El proceso fisiológico genéticamente de-
terminado por el cual un órgano o un conjunto de órganos llegó a una madura-
ción y permite a la función por la cual es conocido ser ejercida con el máximo de
eficacia». En el caso motriz-deportivo debemos entender la maduración como el
momento propicio en las edades evolutivas en que el niño joven entra en capaci-
dad para dominar determinadas destrezas y tácticas, o que hace posible desarro-
llar y perfeccionar determinada cualidad perceptivo-motriz.
Las conductas deportivas caen dentro del terreno de las actividades ontoge-
néticas (inventadas por la cultura del hombre) y son mucho más difíciles de reali-
zar que las filogenéticas o actividades cotidianas, por lo que requieren de mucho
entrenamiento. Por experiencia, se conoce que los jóvenes que se inician en la
práctica deportiva pasada la adolescencia tienen grandes dificultades para dar res-
puestas motrices coordinadas, y que igualmente estas son mayores si la iniciación
se hace en la pubertad en lugar de la prepubertad.
La relación maduración-ejercicio-aprendizaje es, probablemente, el aspecto
más importante para iniciar «la construcción del deportista». Todos los estudios
y experiencias parecen apuntar hacia el estadio prepuberal como el momento
ideal; es decir, desde los 10 a los 11-12 años, por las características que presenta
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 73

este sujeto en todas sus conductas cognoscitivas, motrices y afectivas, y porque


se acepta que en este estadio los procesos de maduración son los más propicios
para el desarrollo y perfeccionamiento de las cualidades perceptivas y las coordi-
naciones (dinámica general y específicas), bases incuestionables para recepcionar
y aprender las destrezas y tácticas, y, posteriormente, desarrollar y perfeccionar las
restantes cualidades que producen el movimiento humano en todas sus mani-
festaciones; fuerza (potencia), relajación (descontracción), elasticidad-flexibilidad,
resistencia, velocidad (agilidad) y equilibrio.
Los ejercicios de la preparación física y su organización estarán dirigidos a desa-
rrollar y perfeccionar estas cualidades:

Perceptivas:
• Exteroceptivas: vista, oído y tacto.
• Propioceptivas: husos musculares, receptores tendinosos y receptores
articulares.
• Interoceptivas: órganos sensoriales que relacionan las glándulas y otros
órganos con el rendimiento deportivo.

Motrices:
Dan respuestas a los estímulos: fuerza (potencia), relajación (descontracción), elas-
ticidad-flexibilidad, resistencia, velocidad (agilidad) y equilibrio.
La utilización armónica de los entrenamientos técnico, físico e invisible exige
prever, apoyo lógico-científico-práctico, objetivos claros y precisos, y ordenar los
medios que se van a utilizar; todo lo cual reclama una planificación-periodización-
programación de «la construcción del deportista».
La planificación es la anticipación mental y por escrito de una actividad que
se va a realizar, siendo —en el presente caso— «la construcción del deportista».
Un proyecto mental y sobre el papel que se realiza antes de que comience el en-
trenamiento para establecer los objetivos que se desean alcanzar, los medios que
se van a utilizar y considerando los factores ambientales que lo van a afectar.
Los procesos de maduración del niño/joven que caracterizan los estadios evo-
lutivos, constituyen la piedra angular para dividir el tiempo disponible en «la cons-
trucción del deportista».
La mejor división básica para «la construcción del deportista» es la que corre
paralela con los estadios evolutivos de las edades comprendidas entre los 10 y los
18-19 años.

Fases Estadios
• Iniciación deportiva: prepuberal (10 a 11-12 años).
74 PREPARACIÓN FÍSICA I

• Orientación deportiva: puberal (12 a 13-14 años).


• Especialización deportiva pospuberal (14 a 18-19 años).

En la periodización aparecen los cambios que va conociendo la planificación


durante su aplicación en el ciclo anual, según los momentos (periodos) por los
que atraviesa y debe responder a leyes objetivas, o, al menos, lógicas. Los perio-
dos conducen a una mejor planificación y aplicación del entrenamiento porque
permiten precisar sus detalles en función del campeonato o de la temporada de
competiciones.
La programación está constituida por los cambios que va conociendo la pe-
riodización durante su aplicación en cada momento (periodo). Da origen a los
programas o planes de trabajo que caen dentro de los periodos del ciclo anual.
Los principios del entrenamiento son hechos comprobados y aceptados uni-
versalmente y en ellos —además del campeonato— debe basarse la planificación, pe-
riodización y programación del entrenamiento deportivo. Representan un orden fren-
te al desorden, la síntesis racional en lugar de la desintegración de los conocimientos.
Ofrecen, si son debidamente utilizados, un trabajo ordenado, sistemático y objetivo,
libre de duda e incertidumbre. Constituyen las leyes del entrenamiento.
Se reconocen como principios universales del entrenamiento deportivo los si-
guientes:
• Tipo de entrenamiento: total y específico.
• Continuidad del entrenamiento.
• Sobrecargas progresivas del entrenamiento.
Según Matveyev «el entrenamiento deportivo ha de ser, a la vez, total y espe-
cífico. Para conseguir rendimientos deportivos óptimos, como en cualquier otra
actividad, es imprescindible la especialización. Y dado el nivel de desarrollo en que
se encuentra el deporte moderno, cualquier intento de sobresalir a la vez en varias
disciplinas no conduce más que a un derroche inútil de energías. Se ha hecho
típica en la praxis deportiva una especialización elevada lograda sobre la base de
una formación total del deportista. En consecuencia, el entrenamiento deportivo
encierra dos facetas orgánicas unidas: la formación general y la específica.»
El entrenamiento específico se encamina a la consecución de un nivel de de-
sarrollo máximo dentro de un ámbito relativamente reducido de cualidades, ap-
titudes y hábitos especiales según las demandas de la disciplina deportiva. Estas
solo se perfeccionan en el grado necesario dentro del deporte escogido.
Los medios fundamentales de la formación especial son:
• El mismo deporte, o dicho con más exactitud, toda la actividad motriz del
deportista en la competición.
• Todos los ejercicios que encierran elementos de dicha actividad y también
los que se parezcan por su forma y naturaleza; estos son los llamados
ejercicios específicos.
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 75

Los resultados deportivos que dependen en gran medida de la funcionalidad


orgánica son la consecuencia de muchos ejercicios por día, varios días por sema-
na, más días por año y muchos años por carrera deportiva.
Los ejercicios idóneos del entrenamiento son estímulos (choques o estrés) que
atentan contra el equilibrio biológico del deportista, ante los cuales el organismo
da respuestas temporales de adaptación. Pasado un tiempo, cinco a seis semanas,
y ante sucesivos estímulos idóneos, el organismo alcanza un nivel superior de
funcionalidad (adaptación) que aumenta su rendimiento deportivo. En estas res-
puestas temporales y en la adaptación se basan las sobrecargas progresivas del
entrenamiento. Mas, los ejercicios pueden pecar por defecto o por exceso y no
constituir estímulos ni provocar cambios funcionales de adaptación, en cuyo caso
las sobrecargas son insuficientes (no entrenan y se pierde el tiempo) o excesivas
(sobreentrenan). De esta manera:
• Los ejercicios (estímulos) suaves con intensidad menor al 60 % excitan leve-
mente las funciones orgánicas. No producen las respuestas y adaptaciones
psicofisiológicas necesarias para mejorar las cualidades perceptivo-motrices
y las destrezas técnicas.
• Los ejercicios fuertes con intensidad entre el 60 y el 90 % producen
respuestas y adaptaciones psicofisiológicas necesarias para mejorar
las cualidades perceptivo-motrices y las destrezas técnicas. Los
ejercicios demasiado fuertes, con intensidad mayor al 90 %, aplicados
frecuentemente sobreentrenan y pueden dañar el organismo.
Según David R. Lamb «las respuestas son los súbitos y temporales cambios en
función causados por el ejercicio; ejemplos: el aumento de la frecuencia cardiaca,
la elevación de la presión sanguínea y el aumento de la respiración, que acom-
pañan al ejercicio y que no están presentes unos minutos después de finalizar el
ejercicio. Una adaptación es, más o menos, un cambio duradero en estructura o
función que sigue al entrenamiento que, aparentemente, capacita al organismo
a responder de forma más fácil a subsiguientes estímulos (choques o estrés) pro-
ducidos por el ejercicio; ordinariamente, las adaptaciones no son apreciadas hasta
que no han pasado varias semanas de entrenamiento; ejemplos: la reducción de
la frecuencia o ritmo cardiaco al enfrentarse a un ejercicio submáximo después
de haber seguido varias semanas de entrenamiento, el aumento del músculo en
tamaño y fuerza producidos por un fuerte programa de entrenamiento de pesos».
Las destrezas técnicas y las cualidades perceptivo-motrices se desarrollan y per-
feccionan en proporción a las demandas del ejercicio (fuerza de estímulo); así, la
mejora del rendimiento va unida, por principio, a los esfuerzos realizados en el
entrenamiento. Por consiguiente, debe ser nota característica del entrenamiento ir
aumentando constantemente los esfuerzos, siempre y cuando el deportista pue-
da cumplir con la tarea.
76 PREPARACIÓN FÍSICA I

En la práctica, el principio de las sobrecargas progresivas del entrenamiento


se basa, fundamentalmente, en el uso del volumen y de la intensidad. Se llama
volumen a la cantidad total de trabajo de entrenamiento dentro de una unidad
de tiempo: en una sesión de entrenamiento, en una semana, en un plan o en un
periodo del ciclo anual. Puede medirse por el número de ejercicios de una unidad
de tiempo, por la duración que se concede a la unidad, por el peso total que se
mueve con el entrenamiento con pesos, por los metros y kilómetros recorridos o
por otros índices parecidos. La intensidad es el grado de esfuerzo requerido por el
trabajo. Puede medirse por el peso utilizado en un ejercicio de pesas, por la veloci-
dad de desplazamiento y por el gasto calórico.
Según Folbort, el intervalo de recuperación entre unidades de entrenamiento
viene determinado por la mutua relación existente entre los procesos de «desgaste»
(según otros «gasto» o «fatiga») y de «restablecimiento» de las posibilidades funcio-
nales del organismo. Así, toda carga de entrenamiento debe aplicarse solo cuando
se haya logrado una completa recuperación del esfuerzo anterior, pero sin que ha-
yan desaparecido del todo las huellas de la carga precedente, lo que se logra cuando
en el ciclo semanal, las unidades de entrenamiento tienen un carácter ondulante.
El término perceptual-motor significa que el acto motor es una respuesta que
se da a un estímulo acabado de percibir. Nada más claro para tomar como ejemplo
que cualquier destreza deportiva, como la recepción de un balón, donde éste es
el estímulo que se percibe por la vista y a continuación el tacto, a lo que sigue la
respuesta: la acción motriz que recepciona el balón.
En la práctica, las técnicas de ejecución de las destrezas son conocidas en un
breve periodo de tiempo, pero desarrollar y perfeccionar las cualidades percepti-
vo-motrices requiere de todos los años dedicados a «la construcción del deportis-
ta», y mientras quede crecimiento anatómico-fisiológico por delante, las posibili-
dades de mejorarlas están abiertas.

Cuestionario de repaso
1. ¿Por qué son importantes los objetivos en «la construcción del deportista»?
2. ¿Cuál es más importante en «la construcción del deportista», el entrena-
miento técnico, el físico o el psicológico?
3. ¿En qué estadio de las edades evolutivas debe iniciarse «la construcción del
deportista»? ¿A qué edad debe ser finalizada?
4. ¿En qué debe basarse «la construcción del deportista»? ¿Qué es la «maduración»?
5. ¿Por qué el entrenamiento técnico es el más importante en «la construcción
del deportista»?
LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPORTISTA 77

6. ¿En qué debe basarse la determinación de la edad ideal para comenzar «la
construcción del deportista»?
7. Explica brevemente la relación maduración-ejercicio-aprendizaje.
8. ¿Cuáles son los tres objetivos generales principales de la preparación física?
9. Explica cómo se vinculan y desdoblan la planificación, periodización y pro-
gramación en «la construcción del deportista».
10. ¿Qué es una planificación? ¿Una periodización? ¿Una programación?
11. Escribe el paralelismo entre las fases de «la construcción del deportista» y
los estadios evolutivos.
12. ¿Cómo se debe periodizar el ciclo anual del entrenamiento? Explica la rela-
ción de la periodización con el campeonato.
13. ¿Qué es un programa o plan de entrenamiento?
14. ¿Qué representan los principios del entrenamiento?
15. ¿Cuáles son los principios universales del entrenamiento deportivo?
16. Explica brevemente el principio del entrenamiento total y específico.
17. ¿Cuáles son los medios fundamentales de la formación especial?
18. Explica brevemente el principio de la continuidad del entrenamiento.
19. Explica brevemente el principio de las sobrecargas progresivas del entre-
namiento deportivo.
20. ¿Cuándo son correctas las cargas del entrenamiento?
21. ¿Qué diferencia existe entre los términos respuestas y adaptaciones?
22. ¿Cuál es la relación existente entre los procesos de «desgaste» y de «resta-
blecimiento» entre las unidades de entrenamiento?
23. ¿Qué significa el término perceptual-motor?
24. ¿Cuáles son más difíciles de desarrollar y perfeccionar, las técnicas de eje-
cución de las destrezas o las cualidades perceptivo-motrices? ¿Por qué?

Bibliografía
(1) LAMB, DAVID R. (1985): Fisiología del ejercicio. Respuestas y adaptaciones. Madrid:
Augusto E. Pila Teleña.
(2) MATVEYEV, L. P. (1977): Periodización del entrenamiento deportivo. Madrid: Insti-
tuto Nacional de Educación Física.
(3) RIGAL, R., PAOLETTI, R. y PORTMANN., M. (1979): Motricidad: aproximación psico-
fisiológica. Madrid: Augusto E. Pila Teleña.

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