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ESCUELA DE PSICOLOGIA
APTITUD FISICA.
Autores:
Sección: 2M
Tener una vida sana requiere de tener el organismo en un buen funcionamiento, y conocer
que no solo a través de los ejercicios panificados y estructurados, sino en nuestra vida diaria se
pueden ejecutar actividades físicas que ayudaran a evitar una vida sedimentaria.
Se le llama aptitud física a la capacidad que tiene una persona para realizar tareas diarias
con efectividad de manera que se pueda retardar la aparición de la fatiga, de manera que se haga
el menor gasto energético y de esta manera poder evitar lesiones. El tener una buena aptitud
física y el realizar ejercicios diariamente dará como resultado un buen funcionamiento de los
órganos y del sistema humano.
Sobre la aptitud física, Legido, López y Legido (2008) mencionan que “la aptitud física
de un individuo puede considerarse, en relación con su trabajo, la conservación de la salud, la
lucha en la vida, el combate, el deporte, el recreo, etc.”.; a su vez, Jen-Son, Ming-Ching, Ping-
Ho, Wan-Lin y Yi-Yu (2011) destacan que
La aptitud física tiene una relación muy estrecha con respecto al funcionamiento
razonable de los órganos. Una persona que tenga una deficiencia orgánica, puede que no sea
capaz de contar con una aptitud física para realizar ciertas actividades. Hay que decir que se debe
contar con una aptitud física básica para el desarrollo de actividades que no sean del tipo
profesional como caminar o trotar. En cambio, para el deporte profesional se debe de tener una
aptitud física óptima ya que el cuerpo del atleta es sometido a un gran esfuerzo.
Si se quiere hacer algún ejercicio o actividad física que requiera una aptitud física en
específico, es necesario hacer una evaluación, en donde se deben tomar los datos como el riesgo
de enfermedad y las posibles contraindicaciones de realizar esos ejercicios. Conocer la aptitud
física y poder potenciarla se debe ir a un médico o a un preparador físico ya que realizar
ejercicios que requieran supervisión sin un control de la aptitud física o sin el conocimiento
necesario puede ser un riesgo para la salud.
Es gracias a los resultados de una evaluación de aptitud física que se pueden identificar
las debilidades del deportista, y teniendo esta evaluación como base se pueden establecer
objetivos para mejorar las debilidades. Estas evaluaciones se deberán repetir a medida que el
atleta vaya mejorando de manera que se pueda comparar el rendimiento con la de la sesión
anterior.
Cada persona tiene una cualidad física diferente para lo que se desenvuelve mejor, sin
embargo, sea cual sea esa cualidad, uno debe contar con una buena aptitud física, que, entre otros
componentes, consta de capacidad aeróbica y flexibilidad.
Las Aptitudes físicas son consideradas a través de dos puntos de vista: con un enfoque a
nivel de salud, donde se evalúan componentes como De esta forma, el enfoque de la aptitud
física asociada con la salud debe prevalecer en el marco educativo, ya que plantea una práctica
regular con características lúdico-recreativas, donde lo más importante es la práctica de actividad
física moderada y el bienestar general deben cumplir ciertas características para la potenciación
en la realización de una actividad física y estas pueden ser descritas de la siguiente forma:
Capacidad aeróbica, resistencia general, potencial anaeróbico, potencia muscular, fuerza
muscular, velocidad, movilidad articular, elongación muscular.
El investigador venezolano Subiela (2005) nos presenta su apreciación con respecto a que
la aptitud física depende de los siguientes tres aspectos, a los que el autor del manuscrito se
adhiere: estado general de salud, aptitud motora y aptitud psicológica. Menciona además que la
valoración de la aptitud física se determina con la obtención de los parámetros cuantitativos y
cualitativos de cada uno de los tres factores a través del siguiente cuadro:
Dentro de los elementos considerados por Subiela (2005) se encuentra la aptitud motora, la cual
es definida por el cómo
Así mismo, se debe tener una motivación intrínseca (interna o personal) para poder
establecer un plan para el desarrollo de la aptitud física; lo primeo para esto es que se debe
establecer metas claras y bien definidas, considerando también la satisfacción del nivel actual de
la aptitud física y las limitaciones de la persona para adaptar dicho plan.
Sobre este aspecto el Instituto Nacional de Deporte (IND) (2016) subraya que las pruebas
para evaluar la aptitud física en cada etapa escolar se justifican en el sentido de:
Aptitud Motora.
Dentro de los elementos considerados por Subiela (2005) se encuentra la aptitud motora,
la cual es definida por el como ʺla capacidad máxima de rendimiento en ejercicios de resistencia,
fuerza, velocidad, etc. Y resume el valor físico máximo del individuo y su capacidad motriz. Esta
se evalúa utilizando un conjunto de pruebas que permiten cuantificar los valores máximos en
ejecuciones diseñadas para medir las cualidades físicas básicasʺ (p. 299).
La aptitud motora habla sobre las condiciones de ciertas cualidades o valencias físicas del
cuerpo, entre las que tenemos:
La flexibilidad.
Se puede entender por flexibilidad a la capacidad que tienen las articulaciones para
realizar movimientos con la mayor amplitud posible. Hay de tener en cuenta que la
flexibilidad no genera movimiento, sino que lo posibilita.
La fuerza.
Se llama fuerza a la capacidad que permite que la persona sea capaz de oponerse a una
resistencia o ejercer presión por medio de una tensión muscular. Está englobada dentro de las
capacidades físicas básicas así como la resistencia, la coordinación y la velocidad.
Es de suma importancia el conocer que existen una gran variedad de fuerzas que definen a un
sujeto, está determinada según la edad y el sexo del individuo. Así mismo, se debe tener el
conocimiento de que dentro de un mismo grupo de edad se puede encontrar diferencias
sustanciales de fuerza, sobre todo antes de los 18 años, esto es debido a que existen distintas
variaciones en la maduración de la persona.
La potencia.
La potencia es la capacidad de la musculatura de contraerse venciendo una resistencia
que se opone al acercamiento de sus puntos de inserción. La noción de potencia muscular se
refiere a la fuerza que puede aplicar una persona con un movimiento y a la velocidad con que
dicha aplicación se concreta. Se trata, por lo tanto, de la capacidad de un individuo para
ejercer fuerza de manera rápida
La resistencia.
La capacidad psico-física de la persona para resistir la fatiga. Se entiende como la
capacidad con que una persona soporta una carga de entrenamiento sin interrupción, es decir,
es la capacidad de mantener un esfuerzo el mayor tiempo posible
La coordinación
Es una capacidad física complementaria que permite al deportista realizar movimientos
ordenados y dirigidos a la obtención de un gesto técnico. Por lo tanto, es la capacidad que
tienen los músculos esqueléticos del cuerpo de sincronizarse bajo parámetros de trayectoria y
movimiento.
La velocidad.
De todas las cualidades físicas anteriormente mencionadas, solo cuatro son básicas para
la preparación física de un individuo.
Fuerza Resistencia
Velocidad. Flexibilidad.
Los factores que se consideran básicos y determinan el criterio diferencial entre las
capacidades motoras poseen las siguientes características:
Toda cualidad tiene una exigencia distinta, por ejemplo la capacidad de la velocidad tiene
como objetivo el reaccionar ante estímulos, ejecutar un movimiento o desplazarse en el menor
tiempo posible, mientras que para el de la fuerza la tarea esencial consiste en vencer las
resistencias externas a través de los esfuerzos neuromusculares y la fatiga mantenerse el mayor
tiempo de trabajo con una alta capacidad de trabajo en lucha contra la fatiga.
Cada una de las capacidades que se han explicado con anterioridad necesitan de una
respuesta acorde con las exigencias de cada capacidad, lo que implica por ejemplo diferentes
tipos de contracción muscular, y un aporte diferente por lo tanto de la participación del aparato
somático, compuesto por los músculos, huesos y articulaciones, que debe responder a diferentes
exigencias de cada capacidad motora, de igual forma ocurre con los sistemas cardiovascular,
respiratorio, etc.
Otra condición en este caso se refiere al ritmo de trabajo, mientras que para la velocidad
es de máxima intensidad, para los eventos de resistencia, son de lentos a medios, en la fuerza
depende del tipo de manifestación de la fuerza; así para las acciones que dependen de la fuerza
explosiva como es la pliometría, que es una técnica de entrenamiento que sirve para mejorar el
rendimiento del atleta en donde se enfoca en mejorar la fuerza, la velocidad y la rapidez, son de
máxima potencia de ejecución, en la fuerza resistencia utilizan un ritmo lento y el la fuerza
máxima es de medio a lento, como condición que permite agruparlos.
También es importante valorar como según el deporte practicado se puede notar una
mayor o menor incidencia de una capacidad motora condicional que otra. En los deportes de
resistencia por ejemplo, la condición física que prevalece es la resistencia aerobia y/o anaerobia,
mientras que en los juegos deportivos se caracterizan por una mayor dependencia de la fuerza
explosiva y la velocidad anaerobia y aláctacida y lactácida.
Resistencia Cardiorrespiratoria
Fuerza Muscular
Contracción muscular.
Actividad Física
La actividad física abarca el ejercicio, pero también otras actividades que desarrollan
movimientos corporales y que se realizan como parte de los momentos de juego, del trabajo, de
formas de transporte activas, de las tareas domésticas y de actividades recreativas; ejemplo de
esto puede ser subir las escaleras, hacer las compras, tareas domésticas; cada una de con
diferente gasto energético; Por el contrario, ejemplos de ejercicios sería la natación, ciclismo,
ejercicios de fortalecimiento muscular en gimnasios, entre otros.
Características De La Actividad Física
La misma puede ser suave, cuando en la ejecución la persona puede sentir una sensación
de calor con un ligero incremento en el ritmo de la respiración y de los latidos del
corazón; podría mencionarse en este rango actividades como la práctica de la jardinería,
estiramientos, paseos o caminatas suaves.
Actividad física moderada: son actividades que requieren un esfuerzo moderado que
incrementa perceptiblemente el ritmo cardiaco, aumenta la frecuencia de la respiración y
el calor corporal, produciendo sudor en ocasiones; ejemplo de esto: caminar a paso rápido
o trotar, bailar, jardinería, tareas domésticas, participación activa en juegos y deportes
con niños y paseos con animales domésticos.
Actividad física intensa: Necesita una gran cantidad de esfuerzo y causa una respiración
rápida y un aumento significativo de la frecuencia cardíaca, y del calor corporal, por lo
que se produce sudor; algunas actividades en esta clasificación son: correr, acelerar el
paso en una subida, pedaleo fuerte, ejercicios aeróbicos tales como nadar, bailar con buen
ritmo, deportes y juegos competitivos como el fútbol, voleibol, básquetbol, entre otros.
Según sus propiedades la AF pueden ser mecánicas o metabólicas:
Las actividades relacionadas con la fuerza y/o la resistencia muscular: subir escaleras,
levantar cargas, saltar.
Figura 4. Pirámide de la
Actividad Física.
1. La base de la pirámide hace mención a las actividades cotidianas para llevar un estilo de
vida sano.
2. El segundo escalón se refiere a actividades aeróbicas y ejercicios físicos y según
recomendaciones de la OMS y el Colegio Americano de Medicina; recomendando hacer
entre 150 y 300 minutos (min) de ejercicios físicos con intensidad moderada o entre 75 y
150 min de ejercicios con alta intensidad en la semana en al menos 3 días.
3. El tercer escalón comprende ejercicios de fortalecimiento muscular se deben ser
realizados al menos 2 días a la semana y que pueden ser combinados con ejercicios de
flexibilidad.
4. Por último, la punta de la pirámide muestra las actividades que deben ser evitadas y que
se consideran dentro de un estilo de vida sedentario, ya que las mismas pueden ser
perjudiciales para la salud.
Los niños menores de 1año, por cada 24 horas, deberían realizar actividades físicas varias
veces al día de diferentes maneras, especialmente mediante juegos interactivos en el
suelo; cuantas más, mejor. Para los que todavía no andan, esto incluye al menos 30
minutos en decúbito prono (tiempo boca abajo) repartidos a lo largo del día mientras
están despiertos;
No deberían estar retenidos durante más de una hora cada vez sea en cochecitos o sillas
de bebé, tronas, ni sujetos a la espalda de un cuidador, entre otros.
No se recomienda pasar tiempo frente a una pantalla.
Participar en la lectura y la narración de cuentos con un cuidador cuando estén en actitud
sedentaria.
Deberían tener de 14 a 17 horas (los lactantes de 0 a 3 meses de edad) o de 12 a 16 horas
(los lactantes de 4 a 11 meses de edad) de sueño reparador, incluidas las siestas.
En las 24 horas de un día, los niños de 1 a 2 años
1. Realizar diferentes tipos de actividades físicas de diversa intensidad durante al menos 180
minutos, de los que al menos 60 minutos se dedicarán a actividades físicas moderadas a
intensas repartidas a lo largo del día.
2. No deberían estar retenidos durante más de una hora cada vez, ni sentados durante
períodos de tiempo prolongados.
3. No deberían pasar más de una hora en actitud sedentaria frente a una pantalla.
4. Deberían participar en la lectura y la narración de cuentos con un cuidador cuando estén
en actitud sedentaria.
5. Deberían tener de 10 a 13 horas de sueño reparador, que puede incluir una siesta, con
horarios regulares para dormir y despertarse.
En esta categoría la Actividad física recomendada para los niños y jóvenes consiste en
juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios
programados, en los diversos contextos como la familia, la escuela o en las actividades
comunitarias.
Las personas con enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes de tipo 2, VIH y quienes
han sobrevivido al cáncer).
1. Realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o
actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos; o una
combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
2. Realizar actividades de fortalecimiento muscular moderadas o más intensas que ejerciten
todos los grupos musculares principales durante dos o más días a la semana, ya que tales
actividades aportan beneficios adicionales para la salud.
3. Como parte de su actividad física semanal, los adultos mayores deberían realizar
actividades físicas variadas y con diversos componentes, que hagan hincapié en el
equilibrio funcional y en un entrenamiento de la fuerza muscular moderado o de mayor
intensidad, tres o más días a la semana, para mejorar la capacidad funcional y prevenir las
caídas.
4. Pueden prolongar la actividad física aeróbica moderada más allá de 300 minutos; o
realizar actividades físicas aeróbicas intensas durante más de 150 minutos; o una
combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana
para obtener beneficios adicionales para la salud.
5. Deberían limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias. La sustitución del tiempo
dedicado a actividades sedentarias por actividades físicas de cualquier intensidad
(incluidas las de baja intensidad) es beneficiosa para la salud.
6. Para ayudar a reducir los efectos perjudiciales de los comportamientos más sedentarios en
la salud, todos los adultos y los adultos mayores deberían tratar de incrementar su
actividad física moderada a intensa por encima del nivel recomendado.
Los niños y adolescentes con discapacidad
1. Realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o
actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos; o una
combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
2. Realizar actividades de fortalecimiento muscular moderadas o más intensas que ejerciten
todos los grupos musculares principales durante dos o más días a la semana, ya que tales
actividades aportan beneficios adicionales para la salud.
3. Como parte de su actividad física semanal, los adultos mayores deberían realizar
actividades físicas variadas y con diversos componentes, que hagan hincapié en el
equilibrio funcional y en un entrenamiento de la fuerza muscular moderado o de mayor
intensidad, tres o más días a la semana, para mejorar la capacidad funcional y prevenir las
caídas.
4. Pueden prolongar la actividad física aeróbica moderada más allá de 300 minutos; o
realizar actividades físicas aeróbicas intensas durante más de 150 minutos; o una
combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana
para obtener beneficios adicionales para la salud.
5. Limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias. La sustitución del tiempo dedicado
a actividades sedentarias por actividades físicas de cualquier intensidad (incluidas las de
baja intensidad) es beneficiosa para la salud.
6. Para ayudar a reducir los efectos perjudiciales de los comportamientos más sedentarios en
la salud, todos los adultos y los adultos mayores deberían tratar de incrementar su
actividad física moderada a intensa por encima del nivel recomendado.
7. Es posible evitar el comportamiento sedentario y realizar actividades físicas mientras se
está sentado o acostado. Por ejemplo, mediante actividades dirigidas a la parte superior
del cuerpo, deporte y actividades inclusivas y/o específicas para personas en silla de
ruedas.
Las mujeres durante el embarazo y el puerperio
Todas las mujeres que no tengan contraindicaciones durante el embarazo y el puerperio
deberían:
1. Realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 minutos a lo
largo de la semana.
2. Incorporar una variedad de actividades aeróbicas y de fortalecimiento muscular.
3. Limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias. La sustitución del tiempo
dedicado a actividades sedentarias por actividades físicas de cualquier intensidad
(incluidas las de baja intensidad) es beneficiosa para la salud.
Figura 10. Tips y Cuidados para la práctica en embarazadas de la Actividad Física
Considerando todos los grupos de edades estudiados, los beneficios generales que pueden
reportar las actividades recomendadas y la actividad física son mayores que los posibles
perjuicios. Invirtiendo por lo menos 150 minutos semanales en actividades de intensidad
moderada las tasas de lesión del aparato locomotor serían muy bajas. Para la población en
general, el riesgo de lesiones del aparato locomotor podría disminuirse si se fomentase un plan
de actividad física inicialmente moderado, que progresara gradualmente hasta alcanzar una
mayor intensidad.
La actividad física regular, como caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes o
participar en actividades recreativas, es muy beneficiosa para la salud; es mejor realizar cualquier
actividad física que no realizar ninguna. Al aumentar la actividad física de forma relativamente
sencilla a lo largo del día, las personas pueden alcanzar fácilmente los niveles de actividad
recomendados.
La realización regular y sistemática de una actividad física ha demostrado ser una práctica
sumamente beneficiosa en prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud, así como un medio
para forjar el carácter, la disciplina, la toma de decisiones y el cumplimiento de las reglas,
beneficiando el desenvolvimiento del practicante en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
La gran mayoría de las personas pueden beneficiarse de realizar actividad física de forma
regular, es frecuente que la gente pueda pensar que ya realiza suficiente en su trabajo, en las
tareas domésticas y que pueda pensar que ya es demasiado viejo para empezar. En la gran
mayoría de los casos suele ser la pereza o las expectativas de fatiga que impiden que ni siquiera
se llegue a intentar. Otras veces, la obesidad, la diabetes o alguna discapacidad física pueden ser
las que desanimen.
La incorporación a la rutina diaria de una actividad física constante y moderada induce una
serie de cambios fisiológicos en el organismo que van más allá del hecho de quemar calorías,
reducir grasa y mantener la masa muscular. Además de favorecer la pérdida de peso y mejorar la
relación con la comida y el propio organismo, la actividad física induce una modificación de la
composición del cuerpo y del funcionamiento del metabolismo y los sistemas (circulatorio,
respiratorio, etc.).
En las mujeres durante el embarazo. La actividad física confiere a la salud materna y fetal los
y una disminución del riesgo de:
preclamsia.
hipertensión gestacional.
diabetes gestacional.
un aumento excesivo de peso durante el embarazo.
complicaciones en el parto.
depresión puerperal.
complicaciones de los recién nacidos.
A la hora de introducir la actividad física en nuestra vida debemos considerar que pasar de ser
sedentario a hacer demasiado ejercicio puede incrementar el riesgo de sufrir una lesión, los
expertos recomiendan encontrar una actividad que nos satisfaga, progresar de forma gradual y
hacerla siguiendo las pautas adecuadas y sin dolencias.
Todas las personas, de cualquier edad, sea cual sea su estado de salud pueden beneficiarse de
ser activas físicamente. Está demostrado que con cualquier incremento en tu actividad física
puedes obtener beneficios para la salud.
Sin embargo, en aquellas personas que por su capacidad física o mental no puedan alcanzar
los mínimos recomendados, cualquier aumento de actividad física, aunque sea leve, producirá
beneficios para su salud.
Lo esencial a la hora de realizar actividad física es que nos resulte divertida. Hay que dejarse
aconsejar por profesionales cualificados, tener precaución y ser responsable. Se debe escuchar al
propio cuerpo y aplicar el sentido común.
Se debe hidratar antes, durante y después de realizar actividad física, es fundamental para
mantener un estado de salud óptimo.
Para mejorar la condición física, se debe aplicar una sobrecarga gradual y progresiva a la
cantidad de actividad física. Así podremos además alcanzar el nivel óptimo de gasto de energía a
través de la actividad física, que ronda las 2.000 kilocalorías a la semana.
Los modos de vida son cada vez más sedentarios por el uso del transporte motorizado y la
utilización cada vez mayor de pantallas para el trabajo, la educación y las actividades recreativas.
aumento de peso.
una salud cardiometabólica, aptitud física, conducta. comportamental/comportamiento
social más deficientes.
una menor duración del sueño.
mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
mortalidad por cáncer
incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes de tipo 2.
Las directrices de la OMS indican que las personas adultas deben realizar semanalmente por
lo menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada (caminar, nadar o andar en
bici, por ejemplo) o 75 minutos de actividad física de intensidad vigorosa (algún deporte).
La buena noticia es que todos estos riesgos son completamente prevenibles. Basta con
comenzar a realizar actividad física de forma frecuente.
La alimentación es uno de los pilares de nuestra salud. A través de los alimentos obtenemos
la energía y los nutrientes que necesitamos, por eso, es vital que convirtamos nuestra dieta en una
prioridad. Lamentablemente, hoy en día, olvidamos su importancia debido al poco tiempo del
que disponemos y a la influencia de los cambios sociales.
Cualquier dieta tiene como objetivo mantener o mejorar nuestra salud, y por tanto nuestro
aspecto físico, siendo éste un reflejo de nuestro mejor o peor estado. Ya sea para adelgazar,
engordar, evitar algunos alimentos o suplir carencias vitamínicas, las dietas deben buscar
siempre el equilibrio.
Por otra parte, se considera que una dieta beneficiosa para la salud del ser humano, es decir,
una dieta balanceada y equilibrada, debe contener la cantidad suficiente de calorías y nutrientes
esenciales para el correcto crecimiento y desarrollo del organismo en cada una de las etapas de la
vida. Una alimentación saludable debe aportar, por tanto, carbohidratos, proteínas y grasas
(además de vitaminas y minerales) en las proporciones adecuadas para disminuir el riesgo de
padecer enfermedades crónicas.
Los alimentos deben contener poca fibra y grasas, lo que evita el malestar en el
entrenamiento. El tiempo de tolerancia de la última comida previo a la actividad física es
individual, aunque hay una indicación general de que 2 a 3 horas previas.
Para reponer las reservas de hidratos de carbono corporales después del ejercicio, elemento
clave para todos los deportistas, durante las primeras 6 horas posteriores a la actividad física, que
redujo las reservas de glucógeno (HC de reserva muscular), se recomiendan alimentos ricos en
HC de alto índice glucémico (maltodextrina – glucosa – plátano maduro – espaguetis – zumo de
naranja). Transcurrido este importante periodo, se pueden incorporar alimentos con hidratos de
carbono de índice glucémico moderado en su dieta normal y habitual.
Cuando estamos realizando actividad física, nuestro cuerpo obtiene energía del glucógeno y
de la grasa en función del tipo y de intensidad de deporte que estamos llevando a cabo. Las rutas
energéticas se utilizan simultáneamente, pero en función del ejercicio se estimulan más unas que
otras.
En cambio, cuando la actividad física es de tipo anaeróbico (actividad física más intensa
realizada en tiempos más cortos) como repeticiones con pesas ligeras, el cuerpo obtiene energía
fundamentalmente a partir de las reservas de glucógeno, de modo que el cuerpo no consigue una
disminución de la grasa corporal sino un aumento de la masa o tonificación muscular.
Cuando realizamos ejercicio físico en una situación de ayuno o con una dieta desequilibrada
pobre en hidratos de carbono (menos del 55% de hidratos de carbono), se produce un descenso
en las reservas de glucógeno muscular y hepático. Esta disminución de la reserva de glucógeno
genera un estado de hipoglucemia (bajos niveles de glucosa en sangre) que tiene como
consecuencia la fatiga precoz, bajo rendimiento deportivo, baja capacidad de concentración,
hambre repentina durante la realización del ejercicio físico.
Además, el organismo no obtiene energía de su fuente más rentable (la glucosa), sino que le
forzamos a obtenerlo de las proteínas. Las proteínas en la dieta, no tienen una función energética
sino fundamentalmente estructural (son fundamentales para el desarrollo de la masa muscular y
para el crecimiento y reparación de tejidos)
Debe ser rica en hidratos de carbono y debe ir combinada con alimento proteico.
Los alimentos aportados deben evitar “digestiones pesadas”. Evitar alimentos flatulentos
o muy ricos en fibra.
Se debe de tomar al menos 1 hora antes a la realización de deporte, para evitar
digestiones “pesadas”.
Beber suficiente agua 30 minutos antes de la actividad física.
Si la duración del ejercicio es superior a 1 hora, puede resultar interesante ingerir
alimento, bebidas o suplementos alimenticios energéticos (ricos en glucosa) durante el ejercicio
físico. La frecuencia y tipo de ingesta dependerá del tipo y duración del deporte. Con ello
aseguramos que los niveles de glucosa en sangre se mantengan.
En Venezuela, desde el año 1.999 es una campaña presentada por el Instituto Nacional de
Nutrición de Venezuela con la intensión de mostrar los grupos alimentarios y las porciones
necesarias de cada una en una dieta equilibrada; lo que muestra que todos los tipos de alimentos
son necesarios, así como la toma de agua diaria en conjunto a la actividad física, tanto para niños
como para adultos.
No hay ninguna duda de que la adolescencia puede resultar mucho más difícil cuando se
tiene que hacer frente a un problema de salud. Aparte de las presiones sociales por "encajar" y
ser aceptado por el grupo, éste es un período de aprendizaje sobre el cuerpo y de comprensión
del propio cuerpo. En una etapa donde es natural preocuparse por la imagen corporal, puede ser
muy duro sentirse diferente. Es comprensible que de vez en cuando un adolescente sienta
sencillamente que no puede más y que está harto de tener que vivir con una enfermedad crónica.
Incluso aquellos adolescentes que convivieron bien con su enfermedad durante la
infancia pueden sentir el acuciante deseo de llevar una vida "normal", sin medicinas ni
limitaciones y sin tener que cuidar de sí mismos de ninguna forma especial. Es una reacción
completamente normal. Algunos adolescentes que han aprendido a controlar su enfermedad se
sienten tan sanos y fuertes que se llegan a cuestionar si necesitan continuar con el programa de
tratamiento. Por ejemplo, un adolescente con diabetes puede plantearse la posibilidad de saltarse
una comida mientras está de compras en unos grandes almacenes o de medirse el nivel de azúcar
en sangre después del entrenamiento en vez de antes.
Lamentablemente, dejar de seguir el programa de tratamiento puede tener consecuencias
desastrosas. Lo mejor que puede hacer es decirle al médico cómo se encuentra. Coméntale qué te
gustaría hacer, pero se supone que no puede hacer — para que él te indique exactamente lo que
puedes y no puedes hacer. Sólo es cuestión de que responsabilices y adoptes un papel activo en
el cuidado de tu salud.
Cuando una persona tiene que vivir con una enfermedad crónica, a veces puede resultarle
difícil querer a su cuerpo, no hace falta tener un cuerpo perfecto para tener una buena imagen
corporal, esta imagen puede mejorar si se cuidas, sabes valorar tus capacidades y aceptas tus
limitaciones — algo que es cierto para todo el mundo, padezca o no una enfermedad crónica.
Cuando una persona está cansada de estar enferma, le puede ayudar mucho expresar su
frustración o su tristeza a un oído comprensivo. En momentos como ésos, es importante que
pienses en cómo te pueden ayudar los demás, pidas ayuda y expreses qué es lo que te gustaría
que hicieran por ti; algunas personas descubren que pueden aliviar su sensación de pérdida
tendiendo la mano a otra gente y ofreciéndose a ayudar a otras personas que lo necesitan.
Adaptarse a vivir con una enfermedad crónica exige tiempo, paciencia, apoyo y ganas de
aprender y de participar en el cuidado de la propia salud. Las personas que se enfrentan a retos
inesperados a menudo descubren en ellas una capacidad de adaptación y una resistencia que
antes no imaginaban que pudieran tener, aprenden más sobre sí mismos y sienten que crecen
como personas, desarrollan la fortaleza interior y la autoconciencia en mucha mayor medida que
si no se hubieran tenido que enfrentar a tales retos. Descubren que, al adoptar un papel activo en
el cuidado de su salud, aprenden a entender y valorar sus puntos fuertes y a adaptarse a los
débiles, como jamás habían hecho.
Fig. 13 Informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles 2010.
Dado que las enfermedades crónicas son un grupo muy amplio, no se puede enumerar
una lista de síntomas generales o comunes. Sin embargo, algunos ejemplos son: el dolor de
pecho, los desmayos y la dificultad para respirar para las cardiopatías, una sensación de sed
intensa, cansancio extremo, pérdida de peso, micción frecuente para la diabetes, respiración
sibilante, tos y disnea para las enfermedades respiratorias crónicas.
Uno de los mayores temores es la incertidumbre asociada con una enfermedad crónica,
puede ser esporádica y durar solo un tiempo breve o puede ser permanente y empeorar
gradualmente con el paso del tiempo, pueden forzar muchos cambios de estilo de vida
potencialmente estresantes como, por ejemplo, dejar de hacer actividades que disfruta, adaptarse
a nuevas limitaciones físicas y necesidades especiales y pagar medicaciones y servicios de
tratamiento costosos.
Incluso la vida diaria puede resultar difícil. Un estudio realizado en pacientes con dolores
de cabeza crónicos causado por tensión indicó que experimentaron un menor desempeño en sus
trabajos y su en función social y que tenían una probabilidad de tres a quince veces mayor de ser
diagnosticados con ansiedad o trastornos del estado de ánimo.
Diagnóstico de las enfermedades crónicas
La enfermedad crónica aparece y persiste en una persona porque tiene una predisposición
genética a padecerla y porque presenta una dificultad para controlar la inflamación, reparar-
regenerar las células dañadas, debido a un desequilibrio micronutricional y un exceso de
moléculas tóxicas.
Existen factores externos de riesgo, como la mala alimentación, el humo, el abuso del
alcohol, sedentarismo (falta de ejercicio), sueño no reparador, emociones negativas que producen
insuficiencias y desequilibrios de micronutrientes junto a exceso de moléculas proinflamatorias y
tóxicas, causantes de inflamación persistente. puede causar algunas enfermedades crónicas como
la hipertensión, el colesterol alto, la glicemia elevada y la obesidad. Sin embargo, otros factores
como la edad y la predisposición genética no pueden modificarse.
Para incrementar la ganancia se promueven consumos nocivos para la salud,
el modelo económico de producción, distribución y consumo produce contaminación ambiental
que a su vez causa enfermedades crónicas.
Tratamientos para las enfermedades crónicas
Los tratamientos para las enfermedades crónicas difieren según el tipo de patología. Por
ejemplo, la diabetes se trata con insulina, los defectos de la visión con gafas correctivas o
intervención quirúrgica, y los tumores con quimioterapia, radioterapia y cirugía.
Enfermedades Cardiovasculares
Muchas son las causas externas, el alto consumo de grasas saturadas en la alimentación,
es la más cercana al individuo. Pero, ¿cuáles son las causas que producen ese exceso de
ingestión?; uno de los factores o condicionantes en el aumento de dicho consumo en nuestras
sociedades más ricas, es la mayor oferta y accesibilidad (precios y disponibilidad), de alimentos
con alto contenido proteico, calórico y de grasas saturadas. Paralelamente a este hecho hay que
destacar los cambios sociales que se han producido en los países industrializados en las últimas
décadas: gran concentración de la población en las ciudades, aumento del ritmo de la vida por las
grandes distancias desde las llamadas “ciudades dormitorios” hasta los centros de trabajo (entre
otros motivos), la mayor incorporación de la mujer al trabajo, la desestructuración familiar, etc.,
que han tenido consecuencias sobre los comportamientos alimentarios. Éstos se caracterizan por
el consumo de comidas de elaboración rápida, precocinadas y en muchas ocasiones fuera de
casa, cuyos alimentos tienen una alta proporción de proteínas animales, grasas saturadas y
azúcares refinados, unido todo ello a un exceso de calorías. A continuación se presentara una
imagen con las causas externas de enfermedades cardiovasculares.
Fig. 16 Esquema de las causas externas que intervienen en la mayor ingesta de grasas
saturadas en los países industrializados.
Existen también una variedad de factores de riesgo que aumentan las probabilidades de
que una persona pueda desarrollar ECV (Enfermedades CardioVasculares). Estos son:
La hipertensión: si la presión arterial es demasiado alta, puede dañar a los vasos
sanguíneos.
Fumar: las sustancias dañinas del tabaco pueden llegar a estrechar los vasos sanguíneos.
El colesterol alto: la sustancia grasa en la sangre puede aumentar la probabilidad de
desarrollar un coágulo de sangre.
La diabetes: los niveles altos de azúcar en la sangre pueden dañar a los vasos sanguíneos.
La falta de ejercicio regular: mantenerse activo contribuye a mantener el corazón sano.
La obesidad: tener sobrepeso u obesidad aumenta las probabilidades de desarrollar
diabetes e hipertensión, que son los dos factores de riesgo de ECV.
Antecedentes familiares: tener antecedentes familiares de este tipo de enfermedad
aumenta el riesgo de desarrollar ECV.
Otros factores (causas) no menos importantes de riesgo de padecer una enfermedad
cardiovascular son: la edad, el género, una dieta deficiente, el consumo de alcohol, hábitos de
sueño, factores genéticos, estrés, anticonceptivos orales, etc.
Principales Síntomas
Las enfermedades cardíacas representan un riesgo importante para la salud de los adultos
mayores. Pueden estar presentes sin síntomas. Por eso es importante hacerse controles regulares.
Buscar ayuda inmediatamente si tienes alguno de los siguientes síntomas de enfermedades
cardíacas:
dolor, entumecimiento u hormigueo en los hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o
la espalda,
dificultad para respirar cuando estás activo, en reposo o recostado,
dolor en el pecho que mejora al descansar
mareos, vértigos, confusión, dolores de cabeza, sudoración, náuseas y vómitos;
cansancio o fatiga
hinchazón en los tobillos, los pies, las piernas, el estómago o el cuello.
Por lo general, la actividad patológica de los vasos sanguíneos y del corazón no presenta
síntomas previos, aun cuando la enfermedad ha iniciado su desarrollo. Es decir, que las
enfermedades cardiovasculares pueden tener fases asintomáticas. Por lo mismo suelen hacerse
visibles hasta que algún ataque al corazón, el cerebro, o los órganos cercanos, es decir, pueden
manifestarse directamente en el corazón (de tipo cardíaca) o pueden ser periféricos, lo que
significa que se presentan en los órganos circundantes. Así mismo, las enfermedades
cardiovasculares pueden ocurrir una sola ocasión, o pueden desarrollarse de manera crónica.
Hipertensión arterial
La hipertensión arterial, conocida también como presión alta, se presenta cuando los niveles de
presión marcan un mínimo de 140 mmHg de presión sistólica; o 90 mmHg de presión diastólica.
Esto indica que la sangre no está viajando por los vasos de manera adecuada y fluida, lo que
puede provocar un ataque cardiaco
Prevención y tratamiento
Los niveles de actividad física insuficiente son elevados en prácticamente todos los países
desarrollados y en vías de desarrollo. Más de la mitad de los adultos tiene actividad insuficiente
actualmente. La actividad física insuficiente es uno de los principales riesgos para la salud
integral del ser humano. Sin darnos cuenta afecta la calidad de vida de la persona y aumenta con
ella el riesgo a desarrollar enfermedades de importancia, en los niños y adolescentes corren el
riesgo de aumento de peso, poca duración del sueño, enfermedades cardiometabólicas que
afectan la conducta social tanto como la aptitud física; en adultos la mortalidad aumenta por
cualquier causa bien sea por enfermedades cardiovasculares o cáncer, reduce el rendimiento de la
persona, reduce los niveles de masa muscular, los niveles de capacidad cardiorrespiratoria. La
disminución de la actividad física de debe mucho a la inactividad durante el tiempo de ocio y al
comportamiento sedentario en el hogar y el trabajo. Así como también el uso aumentado de
medios de transporte pasivos.
“A diferencia de otros riesgos importantes para la salud global, los niveles de actividad
física insuficiente no se están reduciendo en todo el mundo, en promedio, y más de una cuarta
parte de todos los adultos no alcanzan los niveles recomendados de actividad física para una
buena salud”, Regina Guthold.
La actividad física insuficiente se ha reconocido como un factor principal para la
mortalidad global por enfermedades no transmisibles y este se encuentra actualmente en aumentó
en muchos países. Las personas con un nivel de actividad física insuficiente tienen riesgo de
muerte entre un 20% y un 30% mucho mayor en comparación con personas que tienen un nivel
suficiente de actividad física. A nivel mundial, los primeros datos sobre tendencias mundiales en
cuanto a lo que es la actividad física insuficiente entre los adolescentes de 11 a 17 años de edad.
Según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), llego a la
conclusión que más del 80% de los adolescentes en edad escolar alrededor del mundo (para
definir, el 85% niñas y 78% niños) no llegan a un nivel mínimo recomendado de una hora de
actividad física. Según un estudio basado en datos facilitados por 1,6 millones de estudiantes
entre las edades 11 a 17 años reveló que, entre los 146 países tuvieron participación en dicho
estudio, las niñas resultaron ser menos activas que los niños (excepto en Tonga, Samoa,
Afganistán y Zambia, donde los datos se invirtieron siendo las niñas más activas que los niños).
La diferencia de los porcentajes entre niños y niñas que alcanzaron niveles recomendados para
2016 superó los 10 puntos porcentuales uno de cada tres países en aproximado (29%, es decir, en
43 de 146 países), las mayores diferencias se tuvieron en Estados Unidos e Irlanda (más de 15
puntos porcentuales). En la mayoría de los países que fueron considerados para este estudio (el
73%, es decir, en 107 de 146) se observó un incremento de recomendaciones dadas por la
O.M.S. las cuales son que las personas debían someterse a al menos entre 150 a 75 minutos
diarios por semana de actividad física.
¿Por qué es importante la actividad física?
Según la OPS (Organización Panamericana de la Salud) y la OMS (Organización
Mundial de la Salud), la actividad física insuficiente se ha identificado como uno de los
principales factores para la mortalidad global y se encuentra en aumento en muchos países. La
actividad física regular y adecuada, incluido cualquier movimiento corporal que requiera energía,
puede reducir el riesgo de muchas enfermedades y trastornos no transmisibles, como la
hipertensión, la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes, el cáncer de
mama y colon y la depresión. Otros beneficios asociados con la actividad física incluyen la
mejora de la salud ósea y funcional. La energía que se gasta mientras se está físicamente activo
también es una parte fundamental del balance de energía y el control del peso. Además de los
beneficios para la salud, las sociedades que son más activas pueden generar retornos de inversión
adicionales entre los que se incluyen un menor uso de combustibles fósiles, aire más limpio y
calles y vías menos congestionadas y seguras.
Para reducir los riesgos a la salud y la carga económica para los individuos y las
poblaciones, la promoción de la actividad física se ha convertido en una prioridad tanto regional
como mundial. En relación con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se han desarrollado
documentos como el Plan de acción para la prevención de la obesidad en la niñez y la
adolescencia y el Plan de acción mundial sobre actividad física para guiar a las poblaciones de
todos los niveles en estos esfuerzos.
Datos clave
La actividad física tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la
mente.
La actividad física contribuye a prevenir y gestionar enfermedades no transmisibles como
las cardiovasculares, el cáncer y la diabetes
La actividad física reduce los síntomas de depresión y ansiedad.
La actividad física mejora las habilidades de pensamiento, aprendizaje y juicio
La actividad física asegura un crecimiento y desarrollo saludables en los jóvenes
La actividad física mejora el bienestar general
A nivel mundial, 1 de cada 4 adultos no alcanza los niveles de actividad física
recomendados a nivel mundial
Se podrían evitar hasta 5 millones de muertes al año si la población mundial fuera más
activa
Las personas que son insuficientemente activas tienen un 20% a 30% más de riesgo de
muerte en comparación con las personas que son suficientemente activas.
Más del 80% de la población adolescente mundial no tiene suficiente actividad física
Fig. 19 Prevalencia Mundial de Insuficiente Actividad Física
Hacer ejercicio, practicar un deporte y estar físicamente activo, es una oportunidad para
cuidar nuestra salud y mejorar tanto nuestra condición tanto física como mental. Realizar
actividades físicas contribuye de manera efectiva a mejorar nuestra salud, evitar enfermedades y
problemas de salud. De acuerdo a nuestra edad y condición, podemos incorporar este hábito
saludable en nuestra rutina diaria, tanto si practicas por primera vez o lo retomas después de un
tiempo sin realizar ninguna. Según las recomendaciones dadas por la Organización Mundial de la
Salud, las personas pueden tener una actividad física de entre 75 a 150 minutos por semana para
así aumentar dicha actividad física.
La actividad física moderada es segura para la mayoría de las personas. Sin embargo,
siempre es una buena idea hablar con su médico antes de hacer más actividad, especialmente si
no ha estado haciendo mucha actividad o si tiene problemas de salud. Si usted está listo para
añadir más actividad física en su vida, estas son algunas recomendaciones para empezar:
Haga que la actividad física sea parte de su vida diaria. Haga que el usar las escaleras en
vez del ascensor (elevador) y el caminar para hacer trámites cerca de su casa se
conviertan en un hábito regular.
Comience a caminar. Caminar es un excelente ejercicio de entrenamiento que la mayoría
de la gente puede hacer. Hágase el hábito de caminar todos los días con miembros de su
familia, amigos, compañeros de trabajo o mascotas.
Encuentre un compañero de actividades. Esto puede hacer que el ejercicio sea más
divertido.
Encuentre una actividad que disfrute y no la abandone. Combínela con otras actividades
para no aburrirse.
En los adultos, se considera necesaria para prevenir enfermedades 30 minutos de
actividad física de intensidad moderada al día (aumenta el ritmo de la respiración y del corazón,
con sensación de calor y sudoración ligera, pero se puede hablar mientras la realizamos).
Actividades de este tipo son pasear rápido, bailar, nadar, entre otras muchas actividades.
Si no podemos hacer actividad física moderada, podemos hacerla suave, pero durante 1 hora, es
decir, dar paseos suaves, hacer estiramientos en los que empezamos a notar calor y hay un ligero
aumento de las frecuencias respiratorias y del corazón.
Si no se ha realizado actividad física nunca, conviene empezar poco a poco, no con los 30
minutos de golpe, además los 30 minutos es un mínimo recomendado, claro está que cuanto más
tiempo nos "movamos" más nos beneficiaremos y más aún si además realizamos ejercicio físico.
En los niños y adolescentes se recomienda 60 minutos de actividad moderada, ya que es la etapa
donde se comienzan a afianzar los estilos de vida del futuro, si se es activo de niño, son mayores
las posibilidades de seguir siéndolo de mayor.
La actividad moderada, no hay por qué realizarla de forma continua, podemos distribuirla
en periodos más cortos, de 10-15 minutos en varios momentos del día. Que se realice
diariamente es importante, porque con 2-3 veces a la semana se mantiene la forma física, pero
tiene menos efectos sobre la salud.
Empezar es más fácil de lo que parece, ya que no hay que buscar un tiempo específico
para ello, que nos supondría un esfuerzo, la podemos integrar en nuestra actividad diaria; he aquí
algunas ideas:
Camina siempre que puedas, procura evitar usar mucho el autobús o coche si puedes ir
andando o bien aparca un poco más lejos del lugar a donde te dirijas.
Pasea, monta en bicicleta, patina, baila, entre otro.
Procura usar las escaleras para subir o bajar, en vez del ascensor.
En el trabajo, se pueden hacer pequeños ejercicios de estiramiento.
Realizar las tareas domésticas tales como limpiar cristales con más frecuencia.
En casa, procurar reducir las actividades sedentarias como ver la televisión varias horas,
levántate del sofá de vez en cuando.
Es importante plantearse como ir incorporando la actividad física en nuestro día a día, se
puede comenzar por analizar la actividad física que hacemos diariamente, valorarla, pensar si es
suficiente (comparando con lo que en líneas anteriores se recomienda) y si no lo es, podríamos ir
introduciendo pequeños cambios, gradualmente hasta llegar a realizar una actividad física
adecuada para mejorar nuestra salud. Posteriormente y en lo posible, intentar incorporar también
el ejercicio en nuestra actividad cotidiana.
Hacer ejercicio no implicar realizar grandes esfuerzos, puede ser suficiente con bailar,
pasear, hacer las tareas domésticas. La edad no es un problema para hacer deporte, el tenis, el
golf, el fútbol, el béisbol (...) son deportes abiertos a cualquier edad. Es conveniente hacer un
calentamiento inicial antes de realizar deporte y finalice el ejercicio con suavidad, bajando poco
a poco la intensidad, evite el agotamiento intenso. Utilizar una ropa y calzado adecuados para el
deporte, evitar prendas no transpirables Beber mucho líquido, para estar bien hidratados Una
dieta equilibrada es fundamental en una vida sana, lo importante a la hora de adelgazar es perder
grasa gradualmente. Tenga cuidado con las articulaciones. Así como también realizar ejercicios
aeróbicos, de flexibilidad, con pesas.
¿Hay algo que debería hacer antes y después de hacer actividad física?
Usted debe empezar una sesión de actividad física con un período de calentamiento
gradual. Durante este tiempo (alrededor de 5 a 10 minutos), usted debe lentamente estirar los
músculos primero, y poco a poco aumentar su nivel de actividad. Por ejemplo, empiece
caminando lentamente y de allí suba la velocidad.
Cuando haya terminado de hacer actividad física, enfríe el cuerpo por unos 5 a 10
minutos. De nuevo, estire los músculos y deje que la velocidad de los latidos de su corazón
disminuya gradualmente. Puede usar los mismos ejercicios de estiramientos que usó durante el
período de calentamiento.
¿Cuánto me debería esforzar cuando hago una actividad física?
Hasta pequeñas cantidades de ejercicio físico es mejor que no hacer nada de actividad
física. Empiece con una actividad con la que se sienta cómodo. A medida que se acostumbra a
hacer una actividad física, trate de mantener los latidos de su corazón cerca de 60% o 85% del
“ritmo de corazón máximo.”
Para averiguar el ritmo de corazón ideal para usted en la actividad física, reste 220 a su
edad en años (lo que le da su ritmo de corazón máximo), y de allí multiplique este número por
0,60 o 0,85. Por ejemplo, si usted tiene 40 años, usted restaría 40 de 220, lo que le daría 180 (220
– 40 = 180). De allí tendría que multiplicar este número por 0,60 o 0,85. Esto le da un resultado
de 108 o 153 (180 x 0,60 = 108 y 180 x 0,85 = 153).
Al empezar su programa de actividad física, puede que quiera usar el número más bajo
(0,60) para calcular su ritmo de corazón ideal para hacer actividad física. Eventualmente, a
medida que su acondicionamiento a la actividad física aumenta gradualmente, puede que quiera
usar el número más alto (0,85) para averiguar su ritmo de corazón ideal para hacer actividad
física. Mida su pulso colocando 2 dedos en un costado de su cuello sin hacer presión y contando
los latidos por 1 minuto. Use un reloj con segundero para contar los latidos por minuto.
Conclusión.
Luego de explicar cada aspecto resaltante de la aptitud física y actividad física que puede
ejecutar una persona se puede concluir que hay distintas maneras de desarrollar la condición
física de una persona. El tener una buena aptitud física, permite que se puedan llevar a cabo
ejercicios físicos tanto de baja y de alta intensidad sin riesgo a que la salud del atleta o de la
persona que este ejercitándose se vea afectada.
A su vez, se puede concluir que la aptitud física y el entrenamiento físico se deben tomar
como una práctica regular y sistemática en la vida de todas las personas, sin distinguir edad,
sexo, condición social u ocupación, por los beneficios para la salud orgánica, emocional y
psíquica de las personas, ya que ofrece herramientas que le permiten al individuo afrontar la vida
con una aptitud diferente, con mejor salud, fortaleciendo la diligencia y la perseverancia, con
sentido de, responsabilidad y al saber del conocimiento y de los beneficios que esta da, permitir
que los individuos tengan una mejor calidad de vida, vigor, fuerza y energía fundamentales para
cumplir con su deber en el grupo social al que pertenecen .
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