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LA DIALECTICA DE HAYA VS LA ANTIDIALECTICA DE MARX

Escribe: Claudio A. Selamé

La definición de dialéctica como bien se sabe viene de los


filósofos griegos y se deriva del término "conversar". El
inventor de la dialéctica fue al parecer Zeno, el Eleático, cuyo
método era el de tomar la hipótesis de la persona opuesta y
llegar a dos conclusiones que se contradicen entre sí y por lo
tanto llegar a un absurdo. El método socrático también utiliza
el juego de los opuestos para llegar a una conclusión
verdadera o demostrar una falsa.

En fin, la dialéctica usa pares de opuestos en dialogo e interacción para producir un tercer
argumento que avanza el tema de estudio a la verdad que se busca. George Hegel desarrolló
la dialéctica y la aplicó al desarrollo humano en su relación con la manifestación de lo
divino. La manifestación del espíritu divino en la creación eleva la humanidad a un plano
divino o encarna lo divino en lo humano, transformando los dos elementos de esta
interacción en una síntesis más elevada. Esta síntesis no elimina o niega ninguna de las
partes pero las transforma. Hegel también analiza el rol del Estado en la sociedad. Hegel
usó la dinámica del maestro y el esclavo para ilustrar su tesis. En esto se basa Marx para
fomentar su tesis política y darle una ideología a seguir a los desencantados con el curso de
la revolución industrial. En 1847 Marx se suma a la Liga Comunista los cuales le encargan
que escriba con Engels el famoso Manifiesto Comunista de 1848
La dialéctica hegeliana tiene un uso mucho más rico que lo que el marxismo pretendió y
Haya de la Torre entendió esto muy temprano. En verdad, la forma en que Marx usa la
dialéctica es pobre y oportunista. Oportunista en el sentido que la acomoda a la línea
comunista y le presta una ideología más o menos coherente al movimiento político. Haya
de la Torre usa el análisis dialectico de una manera más convincente.

Podemos usar un ejemplo derivado de la psicología para ilustrar esta tesis. Sabemos que la
personalidad contiene elementos femeninos y masculinos en el hombre y en la mujer. Esto
lo sabemos porque si no fuera así el hombre no podría relacionarse con la mujer ni la mujer
con el hombre. Por ejemplo, los seres humanos podemos relacionarnos con los perros y
gatos y otros mamíferos porque somos mamíferos también. Como tales tenemos padres y
madres y nacemos del vientre de
una hembra. Los mamíferos tienen dos progenitores. Tenemos mucho en común con los
animales que son mamíferos pero no es así con los insectos. No dudamos en aplastar a un
insecto y sin mucha compasión porque no podemos relacionarnos íntimamente con ellos
puesto que tenemos poco en común con dicha especie. Por esta razón no pensamos que
matar a un insecto sea de mucha crueldad pero sí pensamos que matar un animal es cruel.

De manera que los elementos femeninos y elementos masculinos en la personalidad


humana conviven y tienen una dinámica especial. Ahora voy a presentar ejemplos de la
dialéctica o dialogo de estos elementos en la personalidad humana. Cuando el elemento
masculino y femenino de la personalidad no está equilibrado ocurre un conflicto y la
persona actúa desequilibradamente. Este desequilibrio se manifiesta de la siguiente manera:

ELEMENTO DE LA PERSONALIDAD

MASCULINO FEMENINO
FUERTE DEBIL FUERTE DEBIL
HOMBRE Necedad Afeminado Traicionero Sin
empatía
Agresivo Inconstante Manipulador egoísta
Violento Cobardía Explotador aislado
Obsesivo pasividad
MUJER
Individualista pasividad híper- aislada
sensible
Verbal/ temerosa ensimismada sin
agresiva empatía

Estos ejemplos muestran a través del conocimiento clínico y concreto que estos elementos
de la personalidad deben coexistir en gran harmonía sin que uno cancele al otro pero
complementándose mutuamente y en su debida medida.
Cada elemento aporta algo diferente a la ecuación de la personalidad. Una personalidad
madura incorpora los dos elementos en forma especial. Este no es el lugar para explicar
cómo estos elementos de la personalidad actúan en cada ser humano pero es una ilustración
de un intercambio dialectico verdadero.

Volvamos al campo de la sociología y la economía. La solución dialéctica para los


problema de la sociedad en términos de la economía no es la lucha de las clases y su
superación con el socialismo y después el comunismo sucesivamente, sino la incorporación
de los elementos de la sociedad en una interacción madura, equilibrada y gobernada por un
tercer elemento que son los poderes legislativos del país. Volviendo al ejemplo de la
personalidad. Si usáramos el modelo marxista para resolver la dialéctica de la
confrontación entre los elementos masculinos y femeninos de la personalidad ocurriría de la
siguiente manera. Un varón con una personalidad muy masculina y débil en el aspecto
femenino, se sometería a lo femenino esclavizando así su
personalidad al aspecto femenino. Haría esto para compensar por todos los años en que lo
masculino reinó en su sicología. Esto equivaldría a la dictadura de lo femenino. La promesa
seria que al final se llegaría a un estado ideal a través del conflicto creado artificialmente.
Como se ve claramente este tipo de solución "dialéctica" es absurda. Esta"solución
dialéctica" produciría mas conflicto, trauma y no lleva a nada. Es simplemente una
expresión de la mentalidad cabalística de"ojo por ojo, diente por diente" de donde Marx se
inspira.

En cambio, Hegel cuyo punto de partida es básicamente cristiano busca una solución
perenne e equilibrada al problema de las interacciones dialécticas sociales. Haya de la Torre
tuvo la lucidez de descubrir este problema en el marxismo de principios del siglo XX. En
Espacio-Tiempo Histórico, Haya de la Torre quiso distanciarse del marxismo y de su
materialismo histórico postulando una nueva doctrina política propia y autóctona,
netamente indoamericana. Haya de la Torre encontró en el concepto
espacio-tiempo-histórico el ingrediente necesario para deshacerse de la influencia marxista
que parecía haber infectado la sociedad europea con su ideología agresiva. Haya de la Torre
reconoció que dentro del marxismo estaba su propia negación: "Como la teoría marxista no
puede ser una anti-dialéctica verdad eterna, en la esencia misma de su Filosofía esta su
negación". El fenómeno marxista, de acuerdo al concepto de Haya, era un fenómeno sujeto
a su propio espacio-tiempo, es decir, pertenecía a Europa y no tenía cabida en América
Latina. Los países latinoamericanos tendrían que forjar su propio destino con sus propias
doctrinas y métodos sociopolíticos. Por todo lo dicho se puede decir que Haya nunca fue
marxista, puesto que el marxismo no calza con la realidad de América Latina, y por lo tanto
fue hegeliano por excelencia". (p.23)

La adopción en Europa de esta anti-solución dialéctica propuesta


por Marx tiene que ver con el deseo de ciertos intereses nacidos
en la cuna europea de adquirir poder financiero y político sin
importar los medios ni aspirar al bien común. Marx ofreció una
solución ideológica al parecer elegante y simple para las masas y
les dio la justificación que buscaban. En tiempos anteriores,
Voltaire en Francia durante la revolución francesa ofreció el
mismo servicio a las masas oportunistas. En verdad no faltan las
justificaciones cuando existe la intención o la necesidad de
producir una revolución.

¿Cuál es el uso de la dialéctica en Haya de la Torre? Este es el tema más importante de


nuestro estudio puesto que es necesario que las personas del partido aprista entiendan el
verdadero uso de la dialéctica y que no repitan lo que no entienden. Hay
aquellos que tienen una mente prejuiciada en contra de muchas cosas y como no tienen un
método claro para distinguir una cosa de la otra se contentan con acusar, argumentar y
pelear sin ofrecer claro entendimiento de lo que discuten. Para ellos es una cosa de ego y
auto engrandecimiento discutir y querer ganar los debates a toda costa. Sin embargo
algunos pocos demuestran ser verdaderos científicos sociales, educados en filosofía y que
piensan y descubren al pensar. Aquellos pocos que cuentan con el rigor necesario prometen
un avance hacia un porvenir claro y distinto para el aprismo.

A continuación explicaré el uso de la dialéctica en el pensamiento de Haya de la Torre, el


pensador más preclaro que nuestra
Latinoamérica haya tenido. Aunque él no pudo terminar de desarrollar su filosofía política
debido a su intensa actividad política, nos ha dejado ciertas semillas en sus escritos que
germinaran cuando las estudiemos.

Sabemos que dialéctica es una interacción entre opuestos complementarios. Esta


interacción puede ser una lucha o un diálogo,
puede estar regida por leyes y convenciones o puede ser anárquica y violenta: un lado
tratando de eliminar al otro.

Víctor Raúl Haya de la Torre en su libro, Espacio-tiempo histórico,


página 70, señala:

"…el Aprismo encara otra gran cuestión: ¿Cómo pasa, cómo deviene el marxismo? ¿Cómo
se le niega y continua?"

El fenómeno marxista incrustado en el seno europeo, tiene su lugar, su tiempo y su espacio


que ya pasó, de acuerdo a él. La pregunta es

¿Cómo se le supera en el Apra?

Haya de la Torre plantea que el marxismo se basa en una interacción de lucha de clases, en
una dialéctica violenta, confrontacional y que deja de existir porque se congela en la
historia. Cuando el marxismo propone que una de las partes que interactúan domine a la
otra, la dialéctica muere porque el diálogo entre ambas partes es imposible. Por esto Haya
considera el marxismo obsoleto conteniendo su propia contradicción interna, habiendo
servido ya a las necesidades históricas por las cuales surgió en el escenario europeo.
Haya de la Torre explica: "Cada una (filosofía) tiene su razón de ser histórica: su lugar y su
época, pero el desarrollo del pensamiento humano es perenne. Así, como todas las ciencias,
el marxismo no puede exceptuarse sobrenaturalmente de esta ley a cuya comprobación ha
contribuido." ETH, pagina 74.

Haya de la Torre dedica la mayor parte de su libro Espacio-tiempo histórico a sentar las
bases para la superación del marxismo como filosofía política y forjar la nueva doctrina
aprista.

La dialéctica no puede continuar cuando la interacción dialéctica es definida como un


conflicto en vez de una cooperación entre las partes. Inevitablemente el conflicto lleva a la
dictadura en la cual el sector que tiene los medios de dominar y someter al otro trata de
hacerlo. Si aplicamos este ejemplo a la lucha de clases en la cual una clase trata de dominar
a la otra, ya sea la clase empresarial o la laboral, la dialéctica termina. La tiranía comienza
de esta forma y lo hemos visto en la historia de algunos de nuestros países y en toda
Europa. ¿Es el Apra un portavoz que fomenta la tiranía de un sector de la sociedad contra el
otro? Definitivamente no.

He aquí que comienza el programa del Apra. Los principios de este programa pueden ser
encontrados en el libro publicado en Enero del año 1994 por Luis Alberto Sánchez, Sobre
la herencia de Haya de la Torre (con la colaboración de Hugo Vallenas)

Las fuerzas marxistas y capitalistas, las dos fuerzas de la sociedad moderna empecinadas
ambas en una dialéctica marcada por la lucha y la contradicción, se usan unas a otros para
perseguir y descreditar al Apra y a su jefe. En su obsesión por el poder a toda costa estos
dos sectores no dieron tregua con persecuciones, asesinatos, prensa llena de mentiras
siempre fomentando la discordia y la división en la sociedad. Como dice el dicho: "a río
revuelto ganancia de pecadores" y en otro lado: "dividir para conquistar".

No hay mejor respuesta a esta dialéctica equívoca y mal interpretada, que las palabras del
mismo Haya de la Torre en su
discurso de Trujillo del día 8 de diciembre del 1931:

"A Palacio llega cualquiera, porque el camino de Palacio se compra con oro o se conquista
con fusiles. Pero la misión del aprismo era llegar a la conciencia del pueblo antes de llegar
a Palacio. Y a la conciencia del pueblo no se llega ni con oro ni con fusiles. A la conciencia
del pueblo se llega, como hemos llegado nosotros, con la luz de una doctrina, con el
ejemplo glorioso del sacrificio. (OC, t. V, p. 88)"

Llegamos al punto donde debemos pensar cómo aplicar la dialéctica de una manera
constructiva para la sociedad, de una forma
que no divida pero integre a los diferentes participantes de la producción del país de manera
equilibrada y eficaz.
Haya de la Torre propone una solución dialéctica con el concepto del Congreso Económico
Nacional:

"El aprismo preconiza la nacionalización progresiva de las fuentes de riqueza dentro de un


sistema de instituciones económicas estaduales- corporaciones financieras y corporaciones
de fomento- en las que participa el Estado, el Trabajo y el Capital, los que a su vez deben
constituir en cada país un Congreso Económico Nacional, cuarto poder del Estado
democrático funcional […] elegido cualitativamente por todas las fuerzas creadoras de la
producción.[…] La nacionalización que el aprismo preconiza no es la comunista ni la
socialista, sino la funcional, técnica y coordinada dentro de organismos equilibrados
sociales y económicos" (Correspondencia Haya-Sánchez, t. II, p.10).

Esta integración de todas las fuerzas creadoras de la producción es una idea


verdaderamente revolucionaria en el sentido que este concepto no se ha aplicado en forma
explícita en ningún país del mundo hasta la fecha. Si se aplicara el modelo del Congreso
Económico Nacional en el país los poderes vigentes perderían el dominio total de la
producción económica. En los países socialistas, el Estado pierde su poder exclusivo de
acción sobre las fuerzas de producción, cuando sus leyes le permiten al capitalista actuar
como agente con los mismos derechos y fuerza que el Estado. En el sistema capitalista, los
capitalistas pierden su capacidad de implementar decisiones que mayormente los favorecen
a ellos si el Trabajo y el Estado tienen el mismo poder que ellos. Típicamente, el Capital
prefiere hacer decisiones arbitrarias en su favor y lo mismo hace el Estado y el Trabajo. El
Congreso Económico Nacional es un instrumento de dialogo dialéctico que permitiría el
surgimiento de un país en formas que no puede uno imaginar.

El fenómeno marxista es un importante acontecimiento histórico puesto que da voz a una


corriente de pensamiento que era popular y vigente en la Alemania post-Kant del siglo
XVII y representa una de las reacciones contra el idealismo metafísico desarrollado por
Fichte, Schelling y Hegel. Para entender esta corriente filosófica es necesario usar como
referencia a los autores mismos y no basarse en los comentarios que otros han hecho acerca
de ellos.

La historia de la filosofía demuestra una tendencia a la negación de una postura filosófica


para esbozar la propia. Por ejemplo, un filosofo tenía que declararse platónico e idealista o
aristotélico y realista o bien desarrollar otro sistema filosófico aparte que
representara una nueva posición filosófica. El estudiante de filosofía tenía que "elegir" una
idea sobre la otra porque
generalmente se pensaba que solo una podía ser correcta. Si un sistema filosófico era
correcto el otro tenía que ser incorrecto.
Hasta el día de hoy existe esta tendencia. Esta actitud crea sistemas filosóficos aislados en
los cuales las ideas no pueden coexistir.
Una de las mayores contribuciones de Hegel es haber superado este aspecto. Para Hegel los
conceptos de la realidad representados en diferentes etapas de la historia, aunque singulares
e inadecuados, son absorbidos y preservados en las etapas subsecuentes y por tanto
superiores de la propia historia. Nada se pierde ni es completamente erróneo en sí mismo.
Las ideas filosóficas del pasado pertenecen a su tiempo histórico y contribuyen a las etapas
sucesivas superiores de la historia. La etapa final de la filosofía de un periodo histórico en
particular es el resultado de este desarrollo y constituye la forma más elevada que la auto-
conciencia del Espíritu permite para dicha etapa histórica. La fenomenología del Espíritu o
manifestación del Espíritu absoluto de Dios se manifiesta de una forma particular en su
tiempo-histórico y es un devenir fluido que desemboca en la historia humana. La historia de
la filosofía para Hegel consiste en el desarrollo del auto-conocimiento divino o auto-
conciencia absoluta. Las etapas sucesivas de la historia humana tienden a corresponder con
las fases sucesivas de la Idea lógica.
Para Hegel, la historia del mundo es un proceso donde el Espíritu se hace consciente de sí
mismo como Libertad. Entonces la historia del mundo es el progreso de la conciencia de
Libertad. Esta conciencia absoluta se obtiene a través y gracias a la conciencia finita del
hombre. Y el Espíritu divino, como manifestación en la historia a través de la conciencia
del hombre es Mundo-Espíritu (der Weltgeist).

Hegel se preocupa de resolver el problema de los opuestos o antítesis y más que nada de la
oposición de lo finito con lo infinito. Para Hegel, el Absoluto no es una entidad que el
hombre no pueda definir sino que el Absoluto corresponde al proceso total de su expresión
o manifestación en y a través de lo finito.

Lo dicho representa el principio del sistema hegeliano. El papel del Estado, la religión, la
sociedad y la economía son elaborados por Hegel en detalle.

Algunos autores pensaron que habiendo Hegel descubierto que el devenir histórico es una
acumulación dialéctica de todos los
sistemas filosóficos anteriores y que habiendo la humanidad alcanzado este estado de auto-
conciencia, la conciencia del Mundo-Espíritu (der Weltgeist) del sistema hegeliano
representaba el final de la filosofía, el sistema que termina con todos los sistemas
filosóficos.

El sistema hegeliano produjo tan grande impacto que dos campos surgieron de este. Un
campo derechista y uno izquierdista que finalmente pasó del agnosticismo al ateísmo. Mark
y Engels, desde el campo izquierdista, atacan la noción de "verdades eternas" o del Mundo-
Espíritu (der Weltgeist). Ellos buscan otro uso de la dialéctica hegeliana y se enfocan
solamente en el hombre material y su relación con la naturaleza.

He aquí que empieza el desvío hacia el Materialismo dialéctico. El Materialismo Dialectico


propone que la historia es materialista en el sentido que la realidad fundamental de la
historia es la relación entre el hombre material y la naturaleza. Este establece que mientras
el hombre ejerce su actividad productiva en la naturaleza esta actividad determina directa o
indirectamente su vida política, sus leyes, su moralidad, su arte y su filosofía. La
superestructura cultural depende de la estructura económica. La regla de oro es que el que
tiene el oro hace las reglas. El marxista lucha por soliviantar
a las clases sociales con el fin de determinar la superestructura de la sociedad a su favor
después de poner bajo su control a los medios de producción.

Para Mark y Engels la estructura económica se funda en dos elementos distintos: las fuerzas
materiales de producción y las relaciones productivas. De estos dos elementos el segundo
depende del primero. Engels percibe muy acertadamente que la doctrina calvinista de la
predestinación, aplicada al éxito o fracaso económico de cada individuo depende de fuerzas
que están fuera del control del ser humano. De acuerdo a la doctrina calvinista el éxito
económico equivale a una bendición divina y la pobreza y el fracaso económico a una
maldición. Esta idiosincrasia del capitalista y del protestante no ha variado mucho en
términos generales hasta el día de hoy. Esta creencia es la que hace al capitalismo tan
agresivo en su trato con los países latinoamericanos. El protestante considera a los países
latinoamericanos pecadores y abandonados de la mano de Dios y que por lo tanto no
merecen un trato igualitario. El signo de su maldición es la pobreza y el atraso que
demuestran. Engels suplanta
esta "mediación divina" por otro concepto más realista. El capitalista es exitoso porque es
dueño de los medios de producción y
establece las leyes y condiciones de empleo según su conveniencia. Si el Estado pudiera
controlar los medios de producción y la distribución de los bienes y servicios, cada cual
obtendría lo que necesita sin necesidad de ser "bendecido" o no por Dios. De este tipo de
antagonismo nace la lucha por el control de los medios de producción y distribución de las
riquezas. Esta luucha inevitablemente llega o bien a una dictadura del proletariado o bien a
una tiranía capitalista en reacción a la amenaza representada por el marxismo. Este último
fenómeno ha sido lo que nuestros países han vivido en los últimos decenios. Es importante
anotar que la dictadura marxista y la tiranía capitalista usan métodos similares. Por
ejemplo, unas de las primeras cosas que Pinochet, un tirano de las fuerzas capitalistas de
Chile, hizo cuando subió al poder en 1973 fue cerrar la Facultad de Filosofía y Ciencias
Sociales de todas las universidades. Los dos tipos de dictadura no quieren personas que
piensen y razonen porque el conocimiento es la base del cambio social.

Lo interesante es ver como la dialéctica marxista llega a un callejón sin salida cuando
simplifica todo el devenir histórico a la relación económica del hombre consigo mismo. En
otras palabras para Marx la economía es el centro de la actividad humana y todo lo demás
es superestructura. Karl Marx organiza verticalmente a la cultura, la política, la religión, las
ciencias y las artes y pone como base de todo fenómeno social la relación del hombre con
los medios de producción. En otras palabras: la economía. ¿No es esto lo mismo que dice el
capitalista? ¿No es el capitalista el que utiliza al hombre como a un medio dentro de la
cadena de producción y le asigna al trabajador un valor monetario (K)? Ambos subordinan
el hombre a la economía.

Por esto se puede considerar al marxismo como otra cara del capitalismo, porque ambos
someten al hombre y lo transforman en un ser subordinado a esa misma actividad de
producción.

Si comparamos el sistema marxista y capitalista con la solución de Víctor Raúl Haya de la


Torre, veremos que Haya de la Torre crea una solución verdaderamente dialéctica en la
cual el fluir de la historia económica y cultural es participativo y no se congela dentro de
ningún tipo de tiranía. En otras palabras en la economía debe existir un juego equitativo
entre "-corporaciones financieras y corporaciones de fomento- en las que participa el
Estado, el Trabajo y el Capital, los que a su vez deben constituir en cada país un Congreso
Económico Nacional, cuarto poder del Estado democrático funcional […] elegido
cualitativamente por todas las fuerzas creadoras de la producción." (Correspondencia Haya-
Sánchez, t. II, p.10).

Este principio es el principio subyacente de la inolvidable frase de Haya: Pan con


Libertad.

Fuentes Bibliográficas
MARX, Karl. El Capital. Vol. 1. Ed. 1987. Nueva York.
HEGEL, George. Fenomenología del Espíritu. Ed. 1952. Hamburgo.
HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Espacio-Tiempo histórico. Ed.1948.
Lima.
SANCHEZ, Luisa Alberto. Sobre la herencia de Haya de la Torre, 1994.
Lima.
SANCHEZ, Luis Alberto. Haya de la Torre o el Político, 1979. Lima.

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