Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PARTE GENERAL
UNIDAD VI
Dra. Maira Alejandra Itatí Chávez
TIPO ACTIVO DOLOSO. ESTRUCTURA
El tipo activo doloso se integra con un aspecto objetivo y
otro subjetivo, siendo necesario para la tipicidad de la
acción que se configuren ambos aspectos y de manera
congruente. En caso contrario, la solución será la
atipicidad de la conducta con relación al tipo penal del
respectivo delito consumado.
ASPECTO OBJETIVO: ANÁLISIS
DE LOS COMPONENTES TÍPICOS
Por objetivo debe entenderse todo aquello que está fuera
de la representación del autor, aunque en si mismo pueda
ser, incluso, un dato subjetivo.
La parte objetiva se refiere al aspecto externo del tipo, es
decir, a la totalidad de los elementos que han de ser
objeto del conocimiento del autor.
Abarca no solo a la acción, sino además, los otros
elementos, como las circunstancias típicas, la calidad del
autor o de la víctima, el resultado y el acontecer causal
que conduce a él, como asimismo, el carácter no
permitido del riesgo creado.
ELEMENTOS DEL ASPECTO OBJETIVO
DEL TIPO ACTIVO DOLOSO
Acción típica: es la descripta por el tipo penal cuya
subsunción dará lugar a la tipicidad del
comportamiento prohibido.
Objeto de la acción u objeto de la agresión. El
resultado: el autor dirige su acción a un determinado
objeto, por ejemplo, en el homicidio el objeto de la
agresión es el cuerpo de un ser humano vivo,
mientras que objeto de la acción es el bien jurídico
protegido, en este caso, vida humana independiente.
El objeto de la agresión cobra importancia para
ciertos tipos penales, denominados de resultado
material, en los que se requiere que el autor alcance
con su conducta a lesionar el objeto de la agresión.
Sujetos: el tipo penal describe a los sujetos activo (autor)
y pasivo (víctima), estas referencias son genéricas por lo
regular, no requiriendo características algunas en especial
en ambos. Pero en los delitos especiales propios el autor
no puede ser cualquier, sino quien reúna las características
requeridas por el tipo penal (ejemplo, en el delito de
prevaricato autor solo puede ser un juez).
Circunstancias típicas: en ocasiones, el tipo penal
describe ciertas circunstancias de tiempo, modo, lugar u
ocasión, para que la conducta sea punible o para agravar
una conducta punible en su forma básica. Ejemplos:
articulo 163, inc. 4 C.P. También es un tipo circunstanciado
el de “omisión de auxilio” del articulo 108 C.P.
ELEMENTOS DESCRIPTIVOS
Los elementos descriptivos son aquellos que pueden ser
identificados mediante las percepciones sensoriales.
Se conocen y comprenden a través de los sentidos. Es un
ejemplo el dado por el articulo 167 inciso 3 del Código
Penal: pared, cerco, techo, piso, puerta, ventana.
ELEMENTOS NORMATIVOS
Los elementos normativos del tipo requieren para su
comprensión de una instancia de apreciación
valorativa que en algunos casos puede ser jurídica,
cultural o científica.
Así, en el delito de hurto, del artículo 162 del Código
Penal, el concepto de lo que debe entenderse por
cosa nos remite a lo dispuesto por el artículo 16 del
Código Civil y Comercial de la Nación.
En cuanto al elemento documento (articulo 168
C.P.), para lo cual es necesario que a un objeto
material se le adicione la captación del valor que ese
objeto tiene como expresión de la voluntad atribuible
a una persona, pudiendo ser apreciado como prueba
de una relación o situación jurídica.
No es necesario que el sujeto conozca un elemento
normativo como lo sabría un experto desde el punto de
vista jurídico.
Basta que, con los conocimientos propios del círculo social
al que pertenece el autor, pueda acceder al significado y
función que dicho elemento cumple en la vida social, es
decir, que pueda saber que ese papel es un documento y
que no puede adulterarlo o destruirlo, porque su
existencia tiene importancia para el derecho.
CAUSALIDAD E IMPUTACIÓN OBJETIVA
Para poder sostener la tipicidad objetiva de un hecho, no
basta constatar la presencia de todos los elementos a que
hemos hecho referencia en su momento como integrantes
del aspecto objetivo de un delito de resultado. Y ello es
así, debido a que el tipo penal no se integra con una mera
yuxtaposición de elementos. Se requiere una cierta
vinculación, una relación entre los mismos.
Por ello, en los delitos de resultado, se exige como
elemento configurativo del tipo objetivo, no sólo el
despliegue de la acción individualizada en tipo y la
producción del resultado típico, sino, además, una
vinculación- que en alguna de sus formulaciones es de
carácter físico- entre la acción del sujeto y el resultado
acaecido, de manera tal que pueda afirmarse que éste ha
sido causado por el comportamiento de aquél.
TEORÍA DE LA CONDICTIO SINE QUA NON
–EQUIVALENCIA DE LAS CONDICIONES-
Todas aquellas condiciones que son indispensables para la
producción de un determinado resultado (conditio sine
quanon), son equivalentes entre sí, por lo que resultaría
arbitrario considerar sólo a alguna como causa y a las otras
no (simples condiciones).
Conforme a ello, todas las condiciones necesarias para su
producción serán consideradas causas del resultado típico.
Crítica: desde el punto de vista físico, la causalidad no
tiene límites en sí misma, sino que va al infinito y, en
definitiva, el universo entero no es más que un cúmulo de
causas y efectos que va al infinito.
Para determinar si una acción ha sido o no la causa de un
determinado resultado, se propone utilizar el denominado
“procedimiento de la supresión mental hipotética” el cual
opera del siguiente modo: se debe suprimir mentalmente
aquella acción cuya aptitud causal se está averiguando,
imaginando el suceso como si la acción no se hubiera
realizado, y si se comprueba con ello que el resultado
desaparece- al menos en la forma concreta en que
ocurrió y en el momento en que se produjo- estaría
indicando que tal acción es causa de ese resultado. Por
el contrario, si suprimida mentalmente la acción, el
resultado permanece inalterado, se estaría
evidenciando con ello, que tal conducta no ha incidido
causalmente en la producción del resultado.
Ejemplo: Quiero averiguar si cierta
sustancia que se le suministró a la víctima ha
sido o no la causa de su muerte: Suprimo
mentalmente la conducta de suministrar la
sustancia, y si con ello el resultado
desaparece, es porque tal sustancia ha
causado la muerte de la víctima.
PRECISIONES DE LA TEORÍA DE LA CONDICTIO SINE QUA NON
No cabe tomar en cuenta cursos causales hipotéticos (causalidad
de reemplazo), sino el curso causal que concretamente condujo
al resultado, es decir, no deben agregarse cauces de acción no
acontecidos.
Ejemplo: El sujeto “A” ingresa a un bar y cuelga un bastón con
empuñadura de metal en un perchero. Minutos más tarde hace lo
propio el sujeto “B”. Si luego, durante una discusión que “C”
mantiene con “D”, éste toma el bastón de “A” con el cual golpea
en la cabeza de “C” provocándole lesiones en el cuero cabelludo,
los causantes de las lesiones sufridas por “C” son tanto “D” como
“A”. En efecto, si suprimimos mentalmente la conducta de “A”
de colgar su bastón en el perchero, entonces “D” no hubiera
golpeado a “C” con ese bastón y por lo tanto “C” no hubiera
sufrido lesiones. Se podría sostener que, no obstante ello, “D”
podría haber tomado el bastón de “B”, por lo que el resultado
igualmente se hubiera producido.
Pero tal razonamiento sería incorrecto, al considerar cursos
causales hipotéticos, esto es, cursos de acción-perfectamente
posibles desde el punto de vista lógico-pero que en realidad no
han ocurrido, los que, conforme al criterio de la supresión mental
La única excepción al empleo de cursos causales
hipotéticos lo constituye la constelación de casos
denominados interrupción de cursos causales salvadores.
Ejemplo: A dispara consta la ambulancia que traslada a B,
herido previamente por él, al hospital. La ambulancia no
llega a tiempo para practicar las maniobras de
salvamento, y B, muere. En estos casos, cabe agregar el
curso causal que no se produjo (conducción a término de
la ambulancia al hospital y el tratamiento medico
adecuado) para afirmar que la conducta de A ha sido
causal de la muerte de B.
Falta nexo causal cuando una serie causal ya dispuesta
se viera interrumpida o superada por una segunda de tal
manera que ya no puede continuar, o sea cuando ya no
se encuentra en una relación conforme a las leyes con el
resultado.
Ejemplo: si A da a B comida envenenada cuyo efecto
mortal iba a producirse al día siguiente, pero B muere el
mismo día en un accidente automovilístico, A no ha sido
causal de la muerte de B; y es que el envenenamiento no
ha tenido ningún efecto en la muerte de B, por lo que A
solamente puede ser imputado por tentativa de homicidio.
Distinta sería la situación si B se dirigía al consultorio
médico para obtener atención por el malestar causado por
el veneno y en el transcurso hubiera sufrido el accidente
que puso fin a su vida.
Cursos causales acumulativos: La fórmula heurística de la
supresión mental hipotética, debe ser complementada con la
siguiente “Si diversas acciones pueden ser suprimidas
mentalmente en forma alternativa sin que el resultado
desaparezca, pero no así acumulativamente, cada una de ellas es
causal del resultado”.
Ejemplo: “A” pone una dosis mortal de veneno en la comida de
“B”. “C” sin saberlo, agrega otra dosis mortal de veneno en la
misma comida. “B” ingiere los alimentos y muere envenenado,
por la conjunción de las dos dosis; una dosis hubiera sido
insuficiente para provocar la muerte.
Análisis : Si se suprime mentalmente la conducta de “A”, el
resultado muerte de “B” no desaparece. Lo mismo ocurre si
suprimimos la conducta de “C”. Sin embargo, ambas acciones
no pueden ser suprimidas acumulativamente sin que el
resultado desaparezca. Esto indica que tanto la acción de “A”
como la acción de “C” son causa del resultado muerte de “B”.
Cursos causales alternativos: cada uno de los cursos
causales, independientemente, son eficientes, per se, para
causar el resultado.
Ejemplo: A y B, colocan ambos sendas dosis de veneno que,
independientemente una de otra, son eficaces para causar la
muerte.
La fórmula de la condictio sine qua non, fracasaría, pues si
suprimimos mentalmente cada uno de los cursos causales, el
resultado no desaparecía, con la absurda conclusión de que
ninguno habría causado el resultado, no obstante, que todos
han puesto una condición eficiente para ello.
Para impedir esta consecuencia contradictoria, se ha
propuesto una fórmula corregida de la teoría “si dos
condiciones pueden ser suprimidas alternativamente, pero
no acumulativamente, sin que desaparezca el resultado,
entonces ambas son causa del resultado”.
Causalidad psíquica: el hecho de que la voluntad,
representada como libre, había participado en los factores
condicionales, no excluye la causalidad.
En la causalidad psíquica, la comprobación del nexo de
condiciones ocurre, en principio, de la misma manera que
siempre, pero esta opinión no puede ser aceptada sin
negar el propio punto de partida del ordenamiento
jurídico, que perfectamente acepta la causalidad psíquica
en ciertos delitos: la estafa requiere que el engaño sea la
causa de la disposición patrimonial: la extorsión requiere
que la entrega del objeto sea producto de la acción sobre
el proceso configurador de la voluntad de la víctima.
También la participación criminal se funda en dicha
causalidad. En particular la instigación que es un aporte
psíquico al hecho del autor; no cabe negar la eficacia causal,
suponiendo causalidad de reemplazo, que el autor de todos
modos se pudo haber inclinado a la comisión del hecho por sí
mismo. Solo si este ya estaba decidido al hecho se excluye la
participación; y ciertamente porque allí se advierte que el
porte no ha sido necesario para la realización del hecho, y
por lo tanto, no tuvo incidencia causal alguna en el resultado.
Si bien no se dispone de leyes causales ciertas, como ocurre
en el ámbito de las ciencias naturales, si es posible
establecer reglas de experiencia general que indican, que la
persona a no hubiese dispuesto de su patrimonio de haber
sabido que era engañada o que la víctima de la extorsión no
hubiese entregado el objeto de no haber sido violentada en
su voluntad por el autor.
TEORÍA DE LA CAUSALIDAD EFICIENTE
De todas las condiciones, solo será causa aquella que sea
más eficiente y eficaz, para lograr la producción del
resultado.
Criticas: en la practica es muy difícil establecer esto, y
además en muchos casos la causa eficiente no coincide
con la que puso el verdadero autor del acto.
Ejemplo: una persona pone a otra, para matarla, en la
jaula de un león. Si aceptamos la teoría, se daría el
absurdo de que, el que encerró al otro, no sería autor,
dado que la causa eficiente para matar, sería el león.
TEORÍA DE LA CAUSALIDAD ADECUADA
No toda condición debe ser considerada causa del
resultado, sino solo aquella condición que es adecuada
para producirlo, es decir, aquellas que, de acuerdo con la
experiencia general, habitualmente producen el resultado.
Una dosis de arsénico es causa del resultado muerte
porque habitualmente y según la experiencia general, tal
dosis causa la muerte.
El juez debe colocarse ex post en la posición de un
observador objetivo que juzgue antes del hecho, con los
conocimientos de un hombre inteligente del
correspondiente sector del tráfico y además con los
saberes especiales que el autor tenía en concreto.
Esto permite excluir los cursos causales anómalos, como
en el caso de quien lesiones a la víctima que, conducida al
hospital para ser tratada, allí fallece por un incendio.
Crítica: La teoría de la causalidad adecuada es criticable
porque, para juzgar sobre la adecuación de la causa, parte
del conocimiento general. Por lo tanto, cuando el
conocimiento del autor es más amplio que el general (un
químico que ha descubierto propiedades de una sustancia
que no son generalmente conocidas) debería negarse la
causalidad.
No puede superar la crítica en el sentido de que según la
experiencia general también los comportamientos
inadecuados producen resultados no habituales.
TEORÍA DE LA IMPUTACIÓN OBJETIVA
Que una acción haya sido causante del resultado típico no
habilita a tener por configurado el tipo objetivo. Y es que,
parece evidente, en el ámbito jurídico penal no resulta
suficiente una mera vinculación de carácter física entre
una conducta y un resultado (nexo de causalidad) para
imputar jurídicamente tal resultado al causante.
Por lo tanto, se trata de establecer bajo qué presupuestos
un determinado resultado puede considerarse
jurídicamente como obra de un autor. Esto es, determinar
en qué casos un resultado típico puede ser puesto
jurídicamente a cargo del sujeto actuante por considerarlo
un producto de su obra.
La respuesta sólo puede obtenerse a partir de parámetros
normativos.
Sólo con criterios normativos -y no puramente naturalísticos-
podrá delimitarse la materia de prohibición y, con ello, el
contenido del aspecto objetivo del tipo penal.
La norma no tiene la pretensión de prohibir cualquier causación
de un resultado lesivo, debido a que en muchas oportunidades
esas causaciones pueden estar en plena consonancia con los
objetivos normativos, esto es, la protección de bienes jurídicos.
Ejemplo: Para el tipo penal del homicidio, la teoría de la
imputación objetiva tratará de precisar bajo qué condiciones la
conducta de “causar” la muerte a otro, debe ser considerada
como la de “matar” a otro. Luego, la cuestión de si el sujeto
quiso o no quiso la muerte, esto es, si obró o no con dolo, será
objeto de averiguación en el aspecto subjetivo del tipo.
Elementos de la imputación objetiva:
I.-Ha creado para el objeto penalmente
protegido, un riesgo jurídicamente
desaprobado (imputación de la acción).
El funcionalismo sistémico de
Jakobs redefine al dolo sobre la
base del elemento cognitivo,
pues (salvo el dolo directo donde
también sigue teniendo
relevancia el elemento volitivo)
lo decisivo será la representación
y no la voluntad.
ELEMENTOS.
En el dolo de consecuencias
necesarias, el autor no dirige su
voluntad a las consecuencias
accesorias de su acción.
La consecuencia es necesaria aunque
no querida. En tanto conocida como
necesaria, sin embargo, es suficiente
para considerar que ha sido
dolosamente producida.
DOLO EVENTUAL.
La determinación de la vencibilidad
o invencibilidad del error (esto es, si
el agente, procediendo con el
debido cuidado, hubiera podido o no
superar su error) se debe
determinar desde una perspectiva
“ex ante” tomando en cuenta las
particularidades de la situación en
que se actuó.
DISTINCIÓN ENTRE ERROR DE TIPO Y
ERROR DE PROHIBICIÓN.
En el error en el objeto o en el
sujeto (in personam) el agente dirige
su conducta hacia un objeto de la
agresión y alcanza al mismo objeto
de la agresión.
El error sobre la identidad es en
principio, irrelevante, porque la
identidad del sujeto no forma parte,
por regla general, del tipo penal.
EJEMPLO.