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VIVIR ENTRE ESCUELAS

RELATOS Y PRESENCIAS
ELSIE ROCKWELL

Bardas, cercos y llaves


El encierro de escuelas indígenas rurales *
el punto de partida contemporáneo
En Malitzi Tlaxcala se contaba con poco terreno agrícola para sin
utilizar.
En poblados grandes las escuelas se habían fundado años atrás
contando con grandes edificios, muros de piedra y as escuelas que
habían sido reubicadas en terrenos cercanos, con edificios modernos y
con múltiples aulas, las escuelas modelo habían sido construidas por
(CAPFCE) equipadas por autoridades educativas.
las bardas eran una cuestión diferente. Generalmente eran prioridad
para el director. Un terreno escolar cercado tenía muchas ventajas: el
control más estricto de los niños era el más evidente.
Mientras que los muros y las bardas eran evidencia visible del cercado,
las llaves de las escuelas
eran otro elemento controversial que involucraba
los usos del espacio
Vuelta al pasado
En 1921, la facción victoriosa de las luchas posrevolucionarias
fundó la Secretaría de Educación Pública como el primer
ministerio de educación con autoridad a nivel nacional.
-Su acción inicial más prominente fue la creación de la “Escuela
rural mexicana”.
-La Escuela rural mexicana se convirtió en el mito fundacional de
la educación mexicana posrevolucionaria, opacando todas las
experiencias indígenas previas con la escuela y la cultura escrita.
-Las nuevas escuelas federales se llamaron inicialmente “Casas del
Pueblo”. Se fundaron en lo que, para la capital de la nación, era el
interior.
-las escuelas rurales a veces eran “el mejor edificio del pueblo,
construido con sacrificio por sus habitantes”
-El significado de “escuela” se “materializó” progresivamente y se
utilizó para hacer referencia a las aulas y los terrenos escolares
El registro material
-los inspectores estaban obligados a acceder a algunas de las peticiones de las
comunidades locales, tales como separar niñas de niños en diferentes “escuelas”
-Por otra parte, las autoridades estatales finalmente insistieron en el cumplimiento
local de la construcción de una escuela apropiada y, más aun, la provisión de un
huerto escolar y de un campo de cultivo.
-Los inspectores consideraban que muchas de las construcciones existentes eran
“anormales”.
-En 1929, las autoridades estatales en materia de educación, bajo la presión federal,
promulgaron un reglamento sobre la construcción de escuelas que determinaba que
todos los planos debían ser aprobados por autoridades de educación.
-la mayoría de las escuelas federales habían cumplido con el reglamento oficial
mediante la construcción de una serie de
aulas separadas, cada una con su propia puerta, así como algunos anexos
requeridos.
-Muchas de las escuelas nuevas se construían no en la parte antigua de los pueblos
y barrios, sino en los nuevos asentamientos formados por los beneficiarios de
concesiones de tierras federales, con tierras destinadas
especialmente para la escuela.
Conflictos respecto de la posesión y el uso del terreno de las escuelas

-En los inicios del proceso comenzaron a emerger conflictos respecto del
uso y la posesión de estas tierras comunales.
-Reclamaban las parcelas, apelando a las leyes de las reformas liberales o a
la demanda revolucionaria por la tierra.
-las tierras comunales se convirtieron en tierras privadas por decreto, en el
nombre de las primeras reformas agrarias del movimiento revolucionario
-Gradualmente, los directores de escuela y los inspectores decidieron cercar
las tierras “pertenecientes a la escuela” con el objetivo de establecer límites
entre su jurisdicción y los reclamos de cualquier otra parte interesada,
incluidos los derechos colectivos de las comunidades.
-Si bien algunas escuelas dieron cuenta de que estaban enseñando a los
niños nuevas técnicas agrícolas mediante el cultivo de estos campos de
mayor tamaño, la tradición de alquilar la parcela escolar continuó durante
años, incluso en escuelas ejidales.
La cuestión de las llaves

-Las llaves se encontraban entre los puntos que aparecían de manera


creciente en los inventarios de las escuelas durante esos Años.
-Parece más bien que las llaves permanecían tradicionalmente bajo control
de la Junta de Instrucción Pública o autoridad equivalente en cada pueblo, y
que este organismo estaba a cargo de abrir el aula para los maestros y los
estudiantes diariamente, así como de vigilar la escuela durante las
vacaciones.
-Los habitantes locales consideraban las escuelas como espacios públicos
para múltiples usos, especialmente en pueblos pequeños sin otros edificios
cívicos de un tamaño equivalente. El uso más habitual y legítimo era, sin
duda, para las asambleas.
-La transferencia completa de las escuelas a las autoridades educativas se
logró de forma gradual, al cabo de un siglo, en la medida en que
generaciones sucesivas de maestros y directores negociaban parte por parte
el cercado de los terrenos de la escuela. Aun así, las comunidades continúan
defendiendo su derecho a tener cierto control sobre las escuelas.
Observaciones finales: el cercado y la educación rural

-El hecho de definir, delimitar y eventualmente cercar los terrenos


escolares entró en directa contradicción con la retórica posrevolucionaria
de la Escuela rural mexicana.
-el proceso del cercado y la redefinición de lo que previamente era
considerado tierra comunal o espacio público entró en conflicto con los
esfuerzos de las comunidades indígenas de establecer gobiernos
autónomos.
-El conflicto entre derechos colectivos locales sobre el uso público de los
recursos locales, frente al creciente uso privado de dichos recursos, aún
constituye una cuestión central de nuestros tiempos.

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