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Universidad Rey Juan Carlos de Madrid

Derecho Administrativo III


Pablo García-Valdecasas Rodríguez de Rivera
pablo.gvaldecasas@urjc.es

Primer cuatrimestre curso 2023-2024


I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

Tema 1. Evolución, regulación y caracteres generales de la institución.

Tema 2. Presupuestos de la responsabilidad.

Tema 3. La indemnización.

Tema 4. Procedimiento administrativo.

Tema 5. Jurisdicción contencioso- administrativa y responsabilidad de la


Administración.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas
TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Figura jurídica en virtud de la cual el ciudadano que haya resultado perjudicado por una actuación de la Administración Pública, pueda exigirle
a esta última los correspondientes daños y perjuicios cuando concurran los requisitos y/o presupuestos legalmente establecidos al efecto.

Es la obligación que tiene el Estado español de reparar o de responder por el daño causado por el funcionamiento de alguna de las
administraciones. Esta responsabilidad patrimonial presupone la existencia de un daño que ha afectado al patrimonio de un sujeto y la
existencia de un derecho o interés protegido.

Tradicionalmente, tanto en el Derecho Romano como en los Estados modernos (incluido el Estado español hasta el siglo XX), la
responsabilidad patrimonial causada por la Administración dependía de la jurisdicción civil, siendo directamente responsables los
funcionarios causantes del daño. En Francia, durante el Antiguo Régimen, debido a la interpretación rígida y literal del principio de separación
de la Administración y los Tribunales, esta responsabilidad de los funcionarios se aplicó a rajatabla, extendiéndose incluso al siglo XX, ya que
en 1904 se dictó una Ley que regulaba esta exigencia de responsabilidad patrimonial de los funcionarios públicos.

En España, con la Constitución republicana de 1931, se mantuvo esta línea de responsabilizar a los funcionarios públicos, si bien se empezó a
aceptar la idea de responsabilidad subsidiaria de la Administración. Sin embargo, la primera Ley que reconoció específicamente el régimen
específico de responsabilidad civil para la Administración local fue la Ley Municipal de 1935. Posteriormente, la Ley de Expropiación
Forzosa de 1954 y el Texto Refundido en materia de Régimen Local de 1955 dieron pasos adelante en la depuración del sistema de
responsabilidad de la Administración (estatal en un caso y local en el otro).
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas
TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Pero no se consigue un régimen jurídico de la responsabilidad patrimonial de la Administración suficientemente garantista hasta 1978. Con la
promulgación de la Constitución vigente, gracias al principio de responsabilidad de los poderes públicos (artículo 9.3) y también al de reserva
exclusiva de la competencia del Estado para la determinación del sistema de responsabilidad extracontractual de todas las Administraciones
Públicas (149.1.18) se ofrece un marco constitucional adecuado para la delimitación de la responsabilidad de la Administración. El artículo 106.2
CE definitivamente, consagra este principio, definiéndolo y remitiéndolo a posterior Ley:

“los particulares, en los términos establecidos por la ley, tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en cualquiera de sus
bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos”

La materia relativa a la responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas, se encuentra regulada de forma completa, principalmente, en
la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, y en la Ley 40/2015, de 1 de
octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público.
Cuando el sujeto que causa el daño es una Administración Pública hablamos de responsabilidad patrimonial de la Administración; surge sin que
exista contrato.

Las diferencias entre responsabilidad extracontractual y responsabilidad patrimonial de la Administración se deben a que, en el Código Civil, cuando
se regulan las relaciones de Derecho privado, la responsabilidad solamente se podrá exigir si media culpa o negligencia, mientras que en la
responsabilidad patrimonial de la Administración se exige un resultado dañoso con independencia de que haya existido o no esa culpa o esa
negligencia.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas
TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Los supuestos por los cuales se origina la responsabilidad patrimonial de la Administración son los siguientes:

1. Por funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, artículo 106 CE: “los administrados tendrán derecho a ser indemnizados”. El daño se origina por el
funcionamiento de un servicio público gestionado por la administración.

2. Por actos legislativos.

3. Por actuaciones judiciales, artículo 121 CE: error judicial, prisión preventiva, funcionamiento anormal de la Administración de Justicia.

Para la responsabilidad patrimonial de la Administración debe existir un daño efectivo, evaluable económicamente e individualizado, imputable a una AP.

Esta imputación puede ser por funcionamiento normal o anormal, o por acto o hecho jurídico, sin referencia alguna a la idea de culpa (siempre que medie entre el daño y el hecho
o acto determinante de éste una relación de causalidad). Según la doctrina del TS (Sentencia de 20 de enero de 1984), para que exista responsabilidad administrativa, sólo hace
falta “una actividad administrativa -por acción u omisión-, un resultado dañoso y una relación de causa a efecto entre aquella y éste, incumbiendo la prueba a quien reclama”.

El ámbito de la responsabilidad de la Administración es amplísimo, ya que cubre daños físicos y morales, perjuicios derivados de actuaciones ilícitas de la Administración y
también perjuicios derivados de actuaciones lícitas. En otras palabras: la Administración debe responder por todos los perjuicios que cause al administrado, siempre que no deban
de ser asumidos por éste.

Con esto da comienzo una tendencia jurisprudencial que apenas pone trabas al reconocimiento de la responsabilidad de la Administración, hasta llegar a extremos no deseables
como el de la STS de 14 de junio de 1991 en la que se condena a la Administración por la muerte de un paciente en un hospital, pese a que se reconoce que los cirujanos actuaron
correctamente. Por eso, en los últimos años la doctrina jurisprudencial no es unánime.
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TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

La responsabilidad patrimonial de la Administración tiene las siguientes características:

 Es unitaria, afecta a todas las AAPP. Deriva de cualquier forma de actuación administrativa, independientemente del régimen jurídico a que se someta.

 Es directa; la responsabilidad patrimonial se exige y se imputa directamente a la Administración, tanto si el daño se ha causado de forma impersonal como si se ha causado por
un agente de la Administración.

La Administración dispone de una acción de regreso, sobre la base de la cual, ejercerá la correspondiente responsabilidad frente al funcionario. La excepción a esto
ocurre cuando el daño causado por el funcionario sea consecuencia de una actividad delictiva; en este caso el perjudicado interpondrá la correspondiente acción penal
y responsabilidad civil, sólo en caso de insolvencia responderá la Administración.

 Es objetiva, de modo que es ajena a los conceptos de culpa o negligencia: atiende solamente al hecho dañoso.

Elementos objetivos de la responsabilidad

Los elementos objetivos de la responsabilidad de la Administración son:

 Funcionamiento (normal o anormal) de las AAPP.

 Producción de un daño.

 Relación de causalidad.
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TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

El funcionamiento de los servicios públicos es cualquier forma de actividad que realiza una AP en el ejercicio de su competencia; este funcionamiento puede ser normal o anormal.
Las actuaciones administrativas susceptibles de provocar daños son las siguientes:

• Producción de actos administrativos y de disposiciones reglamentarias.

• Actividad material de la Administración.

• Inactividad de la AP cuando está obligada a actuar.

Los elementos subjetivos de la responsabilidad patrimonial de la Administración son el perjudicado y el autor del daño.

Si los daños son ocasionados por autoridades, funcionarios y personal al servicio de la Administración, la AP dispone de una acción de regreso contra los agentes públicos que
hayan actuado con culpa o negligencia. Hay una excepción a este principio, que se da cuando la actuación del agente o funcionario sea constitutiva de delito. En este caso, el sujeto
perjudicado puede interponer la acción penal correspondiente y la responsabilidad civil, y sólo en casos de insolvencia responderá la AP de manera subsidiaria. Se excluirá de
responsabilidad administrativa a la Administración cuando los daños procedan de los colaboradores externos (aquellas personas físicas o jurídicas que realizan una determinada
actuación sobre la base de un contrato con la Administración), si el daño se deriva de la ejecución, por parte del contratista, de una orden directa e inmediata de la AP, y si el daño
deriva de vicios del proyecto elaborado por ella.

La responsabilidad concurrente de las AAPP se da en el caso en que el daño causado es imputable a dos o más Administraciones Públicas. Este tipo de responsabilidad se da,
generalmente, en procedimientos administrativos de carácter bifásico:
 Adopción de actos administrativos.
 Adopción de una resolución de un órgano mixto.
 Ejecución de una norma o plan de otra AP.
 Ejercicio de competencias delegadas.
 Ejercicio de facultades de control de una AP sobre otra.
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TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

El administrado tendrá un año de plazo para ejercitar la acción administrativa. Se podrá reclamar por el procedimiento ordinario o por el procedimiento abreviado. Para realizar una
reclamación por vía administrativa, el plazo comienza:

-En la fecha en que se produjo el hecho o acto que motiva la indemnización, en caso de simultaneidad entre la actuación de la Administración y la lesión.

-Cuando se pone de manifiesto el efecto lesivo, en caso de no haber simultaneidad.

-Cuando se produzca la curación del daño o se determine el alcance de las secuelas, cuando se trate de daños físicos o psíquicos.

-Cuando se dicta sentencia definitiva, cuando la lesión se debe a la aprobación, por parte de la Administración, de un acto administrativo o un reglamento que luego es declarado
nulo o anulable.

Responsabilidad por actos del poder judicial.

El error judicial, que supone la existencia de la resolución judicial firme que es injusta o equivocada, viciada de un error patente y que incluso ha provocado conclusiones fácticas o
jurídicas que son ilógicas o irracionales. Es siempre imputable al juez o magistrado, que en su actuación ha incurrido en error que se plasma en Sentencia. La petición de
responsabilidad debe ir precedida por la resolución del tribunal, que declare la existencia del error, y para obtener esto es preciso haber agotado todas las vías. Con esa petición ya
se puede plantear una petición de responsabilidad ante el Ministerio de Justicia.

El funcionamiento anormal de la Administración de Justicia: defectos en la actuación de los juzgados y tribunales. El daño puede haber sido causado por todas las personas que
intervienen en la tramitación del procedimiento. No hace falta que se declare nada; la reclamación se planteará directamente ante el Ministerio de Justicia. El último caso de
reclamación de responsabilidad de la Administración es el de prisión preventiva improcedente; en este caso se pueden dar dos supuestos: Cuando se demuestra la inexistencia del
hecho imputado o cuando se demuestra la no participación del sujeto en los hechos delictivos.
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TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (LPC) y Ley 40/2015, de 1 de octubre de Régimen Jurídico del Sector Público
(LRJSP).

Constitución Española: artículo 106.2 CE

Se consagra a nivel constitucional el régimen de responsabilidad patrimonial objetiva de la Administración por el funcionamiento de los servicios públicos, de gran arraigo en nuestro sistema
jurídico a partir de su incorporación al ordenamiento jurídico a través del artículo 121 de la Ley de Expropiación Forzosa de 16 de diciembre de 1954 y, actualmente regulado en la Ley
39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas y en la Ley 40/2015 de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público.

“Artículo 106

(…)

2. Los particulares, en los términos establecidos por la ley, tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de
fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos.”

Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas:

Artículo 65. Especialidades en el inicio de oficio de los procedimientos de responsabilidad patrimonial.

1. Cuando las Administraciones Públicas decidan iniciar de oficio un procedimiento de responsabilidad patrimonial será necesario que no haya prescrito el derecho a la reclamación del
interesado al que se refiere el artículo 67.

2. El acuerdo de iniciación del procedimiento se notificará a los particulares presuntamente lesionados, concediéndoles un plazo de diez días para que aporten cuantas alegaciones,
documentos o información estimen conveniente a su derecho y propongan cuantas pruebas sean pertinentes para el reconocimiento del mismo. El procedimiento iniciado se instruirá, aunque
los particulares presuntamente lesionados no se personen en el plazo establecido.
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TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (LPC) y Ley 40/2015, de 1 de octubre de
Régimen Jurídico del Sector Público (LRJSP).

“Artículo 67. Solicitudes de iniciación en los procedimientos de responsabilidad patrimonial.

1. Los interesados sólo podrán solicitar el inicio de un procedimiento de responsabilidad patrimonial, cuando no haya prescrito su derecho a
reclamar. El derecho a reclamar prescribirá al año de producido el hecho o el acto que motive la indemnización o se manifieste su efecto lesivo. En
caso de daños de carácter físico o psíquico a las personas, el plazo empezará a computarse desde la curación o la determinación del alcance de las
secuelas.

En los casos en que proceda reconocer derecho a indemnización por anulación en vía administrativa o contencioso-administrativa de un acto o
disposición de carácter general, el derecho a reclamar prescribirá al año de haberse notificado la resolución administrativa o la sentencia definitiva.

En los casos de responsabilidad patrimonial a que se refiere el artículo 32, apartados 4 y 5, de la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público, el
derecho a reclamar prescribirá al año de la publicación en el «Boletín Oficial del Estado» o en el «Diario Oficial de la Unión Europea», según el
caso, de la sentencia que declare la inconstitucionalidad de la norma o su carácter contrario al Derecho de la Unión Europea.

2. Además de lo previsto en el artículo 66, en la solicitud que realicen los interesados se deberán especificar las lesiones producidas, la presunta
relación de causalidad entre éstas y el funcionamiento del servicio público, la evaluación económica de la responsabilidad patrimonial, si fuera
posible, y el momento en que la lesión efectivamente se produjo, e irá acompañada de cuantas alegaciones, documentos e informaciones se estimen
oportunos y de la proposición de prueba, concretando los medios de que pretenda valerse el reclamante.”
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TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (LPC).

“Artículo 81. Solicitud de informes y dictámenes en los procedimientos de responsabilidad patrimonial.

1. En el caso de los procedimientos de responsabilidad patrimonial será preceptivo solicitar informe al servicio cuyo funcionamiento
haya ocasionado la presunta lesión indemnizable, no pudiendo exceder de diez días el plazo de su emisión.
2. Cuando las indemnizaciones reclamadas sean de cuantía igual o superior a 50.000 euros o a la que se establezca en la
correspondiente legislación autonómica, así como en aquellos casos que disponga la Ley Orgánica 3/1980, de 22 de abril, del Consejo
de Estado, será preceptivo solicitar dictamen del Consejo de Estado o, en su caso, del órgano consultivo de la Comunidad Autónoma.
A estos efectos, el órgano instructor, en el plazo de diez días a contar desde la finalización del trámite de audiencia, remitirá al órgano
competente para solicitar el dictamen una propuesta de resolución, que se ajustará a lo previsto en el artículo 91, o, en su caso, la
propuesta de acuerdo por el que se podría terminar convencionalmente el procedimiento.
El dictamen se emitirá en el plazo de dos meses y deberá pronunciarse sobre la existencia o no de relación de causalidad entre el
funcionamiento del servicio público y la lesión producida y, en su caso, sobre la valoración del daño causado y la cuantía y modo de la
indemnización de acuerdo con los criterios establecidos en esta Ley.
3. En el caso de reclamaciones en materia de responsabilidad patrimonial del Estado por el funcionamiento anormal de la
Administración de Justicia, será preceptivo el informe del Consejo General del Poder Judicial que será evacuado en el plazo máximo de
dos meses. El plazo para dictar resolución quedará suspendido por el tiempo que medie entre la solicitud, del informe y su recepción, no
pudiendo exceder dicho plazo de los citados dos meses.”
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TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (LPC).

“Artículo 91. Especialidades de la resolución en los procedimientos en materia de responsabilidad patrimonial.

1. Una vez recibido, en su caso, el dictamen al que se refiere el artículo 81.2 o, cuando éste no sea preceptivo, una vez finalizado el trámite de audiencia, el
órgano competente resolverá o someterá la propuesta de acuerdo para su formalización por el interesado y por el órgano administrativo competente para
suscribirlo. Cuando no se estimase procedente formalizar la propuesta de terminación convencional, el órgano competente resolverá en los términos
previstos en el apartado siguiente.
2. Además de lo previsto en el artículo 88, en los casos de procedimientos de responsabilidad patrimonial, será necesario que la resolución se pronuncie
sobre la existencia o no de la relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la lesión producida y, en su caso, sobre la valoración
del daño causado, la cuantía y el modo de la indemnización, cuando proceda, de acuerdo con los criterios que para calcularla y abonarla se establecen en
el artículo 34 de la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público.
3. Transcurridos seis meses desde que se inició el procedimiento sin que haya recaído y se notifique resolución expresa o, en su caso, se haya formalizado
el acuerdo, podrá entenderse que la resolución es contraria a la indemnización del particular.
Artículo 92. Competencia para la resolución de los procedimientos de responsabilidad patrimonial.
En el ámbito de la Administración General del Estado, los procedimientos de responsabilidad patrimonial se resolverán por el Ministro respectivo o por el
Consejo de Ministros en los casos del artículo 32.3 de la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público o cuando una ley así lo disponga.

En el ámbito autonómico y local, los procedimientos de responsabilidad patrimonial se resolverán por los órganos correspondientes de las Comunidades
Autónomas o de las Entidades que integran la Administración Local.
En el caso de las Entidades de Derecho Público, las normas que determinen su régimen jurídico podrán establecer los órganos a quien corresponde la
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TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público:

“Artículo 32. Principios de la responsabilidad.

1. Los particulares tendrán derecho a ser indemnizados por las Administraciones Públicas correspondientes, de toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos,
siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos salvo en los casos de fuerza mayor o de daños que el particular tenga el
deber jurídico de soportar de acuerdo con la Ley.
La anulación en vía administrativa o por el orden jurisdiccional contencioso administrativo de los actos o disposiciones administrativas no presupone, por sí misma, derecho a
la indemnización.

2. En todo caso, el daño alegado habrá de ser efectivo, evaluable económicamente e individualizado con relación a una persona o grupo de personas.

3. Asimismo, los particulares tendrán derecho a ser indemnizados por las Administraciones Públicas de toda lesión que sufran en sus bienes y derechos como consecuencia de la
aplicación de actos legislativos de naturaleza no expropiatoria de derechos que no tengan el deber jurídico de soportar cuando así se establezca en los propios actos legislativos
y en los términos que en ellos se especifiquen.
La responsabilidad del Estado legislador podrá surgir también en los siguientes supuestos, siempre que concurran los requisitos previstos en los apartados anteriores:
a) Cuando los daños deriven de la aplicación de una norma con rango de ley declarada inconstitucional, siempre que concurran los requisitos del apartado 4.
b) Cuando los daños deriven de la aplicación de una norma contraria al Derecho de la Unión Europea, de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 5.

4. Si la lesión es consecuencia de la aplicación de una norma con rango de ley declarada inconstitucional, procederá su indemnización cuando el particular haya obtenido, en
cualquier instancia, sentencia firme desestimatoria de un recurso contra la actuación administrativa que ocasionó el daño, siempre que se hubiera alegado la
inconstitucionalidad posteriormente declarada.”
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TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público:

“5. Si la lesión es consecuencia de la aplicación de una norma declarada contraria al Derecho de la Unión Europea, procederá su indemnización cuando el particular haya
obtenido, en cualquier instancia, sentencia firme desestimatoria de un recurso contra la actuación administrativa que ocasionó el daño, siempre que se hubiera alegado la
infracción del Derecho de la Unión Europea posteriormente declarada. Asimismo, deberán cumplirse todos los requisitos siguientes:
a) La norma ha de tener por objeto conferir derechos a los particulares.
b) El incumplimiento ha de estar suficientemente caracterizado.
c) Ha de existir una relación de causalidad directa entre el incumplimiento de la obligación impuesta a la Administración responsable por el Derecho de la Unión Europea y
el daño sufrido por los particulares.

6. La sentencia que declare la inconstitucionalidad de la norma con rango de ley o declare el carácter de norma contraria al Derecho de la Unión Europea producirá efectos
desde la fecha de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado» o en el «Diario Oficial de la Unión Europea», según el caso, salvo que en ella se establezca otra cosa.

7. La responsabilidad patrimonial del Estado por el funcionamiento de la Administración de Justicia se regirá por la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.

8. El Consejo de Ministros fijará el importe de las indemnizaciones que proceda abonar cuando el Tribunal Constitucional haya declarado, a instancia de parte interesada, la
existencia de un funcionamiento anormal en la tramitación de los recursos de amparo o de las cuestiones de inconstitucionalidad.
El procedimiento para fijar el importe de las indemnizaciones se tramitará por el Ministerio de Justicia, con audiencia al Consejo de Estado.

9. Se seguirá el procedimiento previsto en la Ley de Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas para determinar la responsabilidad de las
Administraciones Públicas por los daños y perjuicios causados a terceros durante la ejecución de contratos cuando sean consecuencia de una orden inmediata y directa de la
Administración o de los vicios del proyecto elaborado por ella misma sin perjuicio de las especialidades que, en su caso establezca el Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de
noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Contratos del Sector Público.”
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TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público:

“Artículo 33. Responsabilidad concurrente de las Administraciones públicas.

1. Cuando de la gestión dimanante de fórmulas conjuntas de actuación entre varias Administraciones públicas se derive responsabilidad en los
términos previstos en la presente Ley, las Administraciones intervinientes responderán frente al particular, en todo caso, de forma solidaria. El
instrumento jurídico regulador de la actuación conjunta podrá determinar la distribución de la responsabilidad entre las diferentes Administraciones
públicas.

2. En otros supuestos de concurrencia de varias Administraciones en la producción del daño, la responsabilidad se fijará para cada Administración
atendiendo a los criterios de competencia, interés público tutelado e intensidad de la intervención. La responsabilidad será solidaria cuando no sea
posible dicha determinación.

3. En los casos previstos en el apartado primero, la Administración competente para incoar, instruir y resolver los procedimientos en los que exista
una responsabilidad concurrente de varias Administraciones Públicas, será la fijada en los Estatutos o reglas de la organización colegiada. En su
defecto, la competencia vendrá atribuida a la Administración Pública con mayor participación en la financiación del servicio.

4. Cuando se trate de procedimientos en materia de responsabilidad patrimonial, la Administración Pública competente a la que se refiere el apartado
anterior, deberá consultar a las restantes Administraciones implicadas para que, en el plazo de quince días, éstas puedan exponer cuanto consideren
procedente.”
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas
TEMA 1. EVOLUCIÓN, REGULACIÓN Y CARACTERES GENERALES DE LA INSTITUCIÓN.

Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público:

“Artículo 34. Indemnización.

1. Sólo serán indemnizables las lesiones producidas al particular provenientes de daños que éste no tenga el deber jurídico de soportar de acuerdo con la Ley. No serán indemnizables los daños que se
deriven de hechos o circunstancias que no se hubiesen podido prever o evitar según el estado de los conocimientos de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de producción de aquéllos, todo
ello sin perjuicio de las prestaciones asistenciales o económicas que las leyes puedan establecer para estos casos.

En los casos de responsabilidad patrimonial a los que se refiere los apartados 4 y 5 del artículo 32, serán indemnizables los daños producidos en el plazo de los cinco años anteriores a la fecha de la
publicación de la sentencia que declare la inconstitucionalidad de la norma con rango de ley o el carácter de norma contraria al Derecho de la Unión Europea, salvo que la sentencia disponga otra
cosa.

2. La indemnización se calculará con arreglo a los criterios de valoración establecidos en la legislación fiscal, de expropiación forzosa y demás normas aplicables, ponderándose, en su caso, las
valoraciones predominantes en el mercado. En los casos de muerte o lesiones corporales se podrá tomar como referencia la valoración incluida en los baremos de la normativa vigente en materia de
Seguros obligatorios y de la Seguridad Social.

3. La cuantía de la indemnización se calculará con referencia al día en que la lesión efectivamente se produjo, sin perjuicio de su actualización a la fecha en que se ponga fin al procedimiento de
responsabilidad con arreglo al Índice de Garantía de la Competitividad, fijado por el Instituto Nacional de Estadística, y de los intereses que procedan por demora en el pago de la indemnización
fijada, los cuales se exigirán con arreglo a lo establecido en la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria, o, en su caso, a las normas presupuestarias de las Comunidades Autónomas.

4. La indemnización procedente podrá sustituirse por una compensación en especie o ser abonada mediante pagos periódicos, cuando resulte más adecuado para lograr la reparación debida y
convenga al interés público, siempre que exista acuerdo con el interesado.

Artículo 35. Responsabilidad de derecho privado.

Cuando las Administraciones Públicas actúen, directamente o a través de una entidad de derecho privado, en relaciones de esta naturaleza, su responsabilidad se exigirá de conformidad con lo previsto
en los artículos 32 y siguientes, incluso cuando concurra con sujetos de derecho privado o la responsabilidad se exija directamente a la entidad de derecho privado a través de la cual actúe la
Administración o a la entidad que cubra su responsabilidad.”
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas
TEMA 2. PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD.

En principio, hay que aclarar que la responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas, resulta ser una Institución de por sí compleja, cuya operatividad pende
del cumplimiento de estrictos requisitos, matices que no pueden ser obviados y límites que hay que conocer y respetar. Así, en lo que respecta propiamente a las
características generales del sistema de responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas, nos encontramos como base constitucional al artículo 106.2 de la
Carta Magna, el cual reconoce el derecho de los particulares a ser indemnizados en los términos establecidos por la ley. En concomitancia, encontramos en el artículo 32
de la LRJSP y en los artículos 121 y 122 de la Ley de Expropiación Forzosa, la delimitación del derecho de las personas a ser indemnizadas por el Estado siempre y
cuando se materialicen las condiciones que la ley establece.

Para apreciar la existencia de responsabilidad patrimonial es necesario que operen cumulativamente, el siguiente orden de requisitos:

 La efectiva realidad del daño o perjuicio, evaluable económicamente e individualizado con relación a una persona o grupo de personas.
 Que el daño o lesión patrimonial sufrida por el reclamante sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos en una relación directa e
indirecta y exclusiva de causa a efecto, sin intervención de elementos extraños que pudieran influir, alterando, el nexo causal.
 Ausencia de fuerza mayor, lo que no, de caso fortuito.
 Que el reclamante no tenga el deber jurídico de soportar el daño cabalmente por su propia naturaleza.
 Que no haya transcurrido más de un año desde que el daño se produjo o desde que el alcance de éste pudo ser valorado y determinado.

La efectividad del daño.

Se encuentra configurada en el artículo 32.2 de la LRJSP y encuadra tanto los daños materiales, como los personales y morales, excluyéndose los daños hipotéticos que
no puedan probarse. Asimismo, en lo referente a la individualización del daño, esta es concerniente a que el perjuicio proveniente de la Administración recae sobre una
persona o grupo de personas concreto y determinado.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas
TEMA 2. PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD.

Atribución del daño a un servicio público.

A los fines del artículo 106.2 de la Constitución, la Jurisprudencia (STS de 5 de junio de 1989 -RJ 1989,4338- y 22 de marzo de 1995), ha homologado como
servicio público, toda actuación, gestión, actividad o tareas propias de la función administrativa que se ejerce, incluso por omisión o pasividad con resultado
lesivo.

Como ya vimos, la imputación de responsabilidad patrimonial requiere que la lesión que sufra el particular deba provenir del funcionamiento normal o anormal
de los servicios públicos. No obstante, esto no significa necesariamente que todos los daños que puedan llegar a acontecer en el ámbito de actuación de
servicios públicos deban imputarse a la Administración, ya que además necesita que el daño se encuentre conectado causalmente con el funcionamiento del
servicio. Esto es, que la causa desencadenante de la lesión sea consecuencia del funcionamiento -normal o anormal- de los servicios.

Responsabilidad por fuerza mayor.

En este supuesto, la Administración queda exonerada de responder si el daño se produjo por fuerza mayor, es decir, por la existencia de una causa externa al
funcionamiento del servicio público. Son casos en los que el daño proviene de factores externos e imprevisibles que quedan fuera del poder de actuación de la
Administración (el artículo 32.1 de la LRJSP lo plasma como causa de exclusión de la responsabilidad). Asimismo, el artículo 34.1 de la LRJSP estipula que
tampoco serán indemnizables los daños que se deriven de hecho o circunstancias que no se hubiesen podido prever o evitar según el estado de los
conocimientos de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de producción de aquéllos.

No obstante, el caso fortuito no exonera a la Administración de su responsabilidad, por tratarse de casos en que sí puede atribuirse a su funcionamiento, toda vez
que el daño que se genera cabría calificarlo como previsible y evitable. En este caso, habrá que estarse a la casuística concreta para determinar si el hecho era o
no previsible y si la Administración pudo haber desplegado sus potestades para evitarlo (por ejemplo, el desprendimiento de piedras en la carretera).
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas
TEMA 2. PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD.

Antijuridicidad del daño.

El daño o perjuicio sufrido por el particular solo será indemnizable si se trata de una lesión auténtica, esto es, un daño que el particular no tiene el deber jurídico
de soportar conforme a lo dispuesto en el artículo 34.1 de la LRJSP.

Como sabemos, es inusual el caso en que las normas estipulen de forma expresa los perjuicios que las personas tienen el deber jurídico de soportar, por lo que
fuera de los casos en que las leyes permiten imponer una carga u obligación (impuestos, expropiación, etc.) la ausencia de antijuridicidad debe suponerse en
general del ordenamiento legal.

Plazo de actuación.

Conforme a lo dispuesto en el artículo 67 de la LPAC, los interesados sólo podrán solicitar el inicio de un procedimiento de responsabilidad patrimonial, cuando
no haya prescrito su derecho a reclamar.

De tal forma, el derecho a reclamar prescribirá al año de producido el hecho o el acto que motive la indemnización o se manifieste su efecto lesivo, teniendo las
siguientes particularidades:

En caso de daños de carácter físico o psíquico a las personas, el plazo empezará a computarse desde la curación o la determinación del alcance de las secuelas.
En los casos en que proceda reconocer derecho a indemnización por anulación en vía administrativa o contencioso-administrativa de un acto o disposición de
carácter general, el derecho a reclamar prescribirá al año de haberse notificado la resolución administrativa o la sentencia definitiva.
En los casos de responsabilidad patrimonial a que se refiere el artículo 32, apartados 4 y 5, de la LRJSP, el derecho a reclamar prescribirá al año de la
publicación en el “Boletín Oficial del Estado” o en el “Diario Oficial de la Unión Europea”, según el caso, de la sentencia que declare la inconstitucionalidad de
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas
TEMA 2. PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD.

La relación de causalidad.

Existen tres teorías sobre este asunto: en primer lugar, la teoría de la causalidad exclusiva: ésta sostiene que la Administración sólo responde cuando entre la acción o
la omisión administrativa y el perjuicio causado existe una relación directa y exclusiva, de modo que si junto con la actividad de la administración ha habido otra
causa ajena, la administración queda exonerada porque la causa ajena rompe el nexo causal.

En segundo lugar, la teoría de la equivalencia de las condiciones. Esta teoría postula que cuando hay varias causas que han podido producir un resultado dañoso,
todas ellas tienen la misma relevancia y eso supone la obligación de indemnizar a cualquiera de los autores del hecho lesivo: surge un tipo de responsabilidad
solidaria.

En tercer lugar, la teoría de la causalidad adecuada, que es la que se aplica hoy en día: admite la concurrencia de otras causas productoras del daño que no rompen el
nexo causal, de modo que junto con la actuación de la administración puede haber otras causas que desencadenen el hecho lesivo y ello no rompe por sí solo el
mencionado nexo. Según esta teoría, se ha de intentar aislar o identificar la causa próxima, idónea, adecuada o eficiente del daño. Esta causa adecuada no tiene por
qué ser ni una causa exclusiva ni una causa directa. Para determinar la existencia de una causa adecuada, la jurisprudencia se fija en si era de esperar la concurrencia
del daño en el curso normal de los acontecimientos: para que exista una causa adecuada hace falta que el evento lesivo sea la consecuencia natural de un acto o de un
hecho imputable a la Administración. (A este respecto, SSTS de 5 de diciembre de 1995, 28 de octubre de 1998 y 28 de noviembre de 1988).

Cualquier acontecimiento lesivo surge normalmente de un conjunto de hechos, de los que hay que apreciar en cada caso concreto cuáles han tenido relevancia para la
producción del resultado lesivo. En caso de concurso de causas, se genera un problema de prueba, en función del cual se moderará la responsabilidad de las personas
implicadas. La intervención de un tercero o una concurrencia de causas imputables a la Administración y a otra persona ajena e incluso la conducta ilícita del propio
perjudicado no excluyen necesariamente la responsabilidad de la Administración. Sin embargo, ésta no responderá en caso de dolo o negligencia grave por parte de la
víctima. En caso de intervención de un tercero difícilmente identificable, no se excluye la obligación de la Administración de indemnizar totalmente. (Sobre esto,
SSTS de 7 de noviembre de 1994, 24 de septiembre de 2001, 3 de diciembre de 2001 y 3 de mayo de 2004).
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 3. LA INDEMNIZACIÓN.

En relación a la indemnización, el régimen de responsabilidad patrimonial está orientado a reconocer la reparación integral de los daños o principio de capital indemnizado (TS 4-5-
95, EDJ 24359; 5-2-00, EDJ 8517), pero sin que ello suponga para quien la reciba un enriquecimiento torticero o motivo de lucro (TS 23-11-99, EDJ 42916).

Son daños indemnizables siempre que hayan sido suficientemente alegados y probados: el daño emergente, el lucro cesante, los daños físicos, y el daño moral.

No lo son los que se deriven de hechos o circunstancias que no se hubiesen podido prever o evitar según el estado de los conocimientos de la ciencia o de la técnica existentes en el
momento de producirse aquellos (fuerza mayor).

Criterios de indemnización.

La LRJSP establece los criterios de indemnización reconociendo la posibilidad de pago en metálico o de reparación en cualquier otra forma, lo que está encaminado a garantizar una
completa y efectiva reparación integral mediante la indemnización o compensación en especie o ser abonada mediante un solo pago o mediante pagos periódicos cuando resulte más
adecuado para lograr la reparación debida y convenga al interés público, siempre que exista acuerdo con el interesado.

Cálculo de la indemnización
Para el cálculo de la misma, deben utilizarse los criterios de valoración establecidos en la legislación de expropiación forzosa (LEF art.24 a 47), fiscal (L 19/1991 art.10 a 25; L
35/2006 art.40 a 43; L 27/2014 art.17) y demás de pertinente aplicación, con ponderación, en su caso, de las valoraciones dominantes en el mercado.

Para la valoración en caso de muerte o lesiones corporales se pueden tomar como referencia los baremos de la normativa vigente en materia de seguros obligatorios y de la Seguridad
Social.

Tratamiento tributario de la indemnización.

Están exentas de tributación en el IRPF las indemnizaciones satisfechas por las Administraciones públicas por daños personales (tanto físicos como morales) como
consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos, cuando vengan establecidas de acuerdo con los procedimientos previstos en la LRJSP y la LPAC (L 35/2006 art.7.q).
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 3. LA INDEMNIZACIÓN.

El artículo 34 de la Ley 40/2015, de 1 de octubre regula la indemnización derivada de la responsabilidad patrimonial de la Administración y establece, entre otras precisiones, que debe
calcularse con arreglo a los criterios de valoración establecidos en la legislación fiscal, de expropiación forzosa y demás normas aplicables, ponderándose, en su caso, las valoraciones
predominantes en el mercado, debiendo actualizarse la cuantía, en fecha que finalice el procedimiento, conforme al Informe de Garantía de la Competitividad fijado por el INE, cantidad a la
que ha de sumarse los intereses que procedan por demora.

Derecho a ser indemnizado por la Administración.

La responsabilidad patrimonial de las Administraciones públicas genera su obligación de indemnizar, conforme al artículo 32 de la LRJSP, por lo que ha sido necesario determinar las pautas
a seguir para el cálculo de las indemnizaciones.

Así, el artículo 34, apartado 1, de la LRJSP establece:

«(...) solo serán indemnizables las lesiones producidas al particular provenientes de daños que este no tenga el deber jurídico de soportar de acuerdo con la Ley. No serán indemnizables los
daños que se deriven de hechos o circunstancias que no se hubiesen podido prever o evitar según el estado de los conocimientos de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de
producción de aquellos, todo ello sin perjuicio de las prestaciones asistenciales o económicas que las leyes puedan establecer para estos casos».

También podrá originarse responsabilidad patrimonial cuando las AAPP declaren la nulidad de un acto o disposición (artículo 106, apartado 4, de la LPAC), si en la resolución que declare la
nulidad se reconoce el derecho a indemnización ya que el acto o disposición en cuestión originó un año efectivo, evaluable económicamente e individualizado, siguiendo los principios que
rigen en el artículo 32 de la LRJSP, subsistiendo, en los casos de las disposiciones, los actos firmes que de ellas deriven.

Generalmente se asocia la indemnización al pago de una cantidad dineraria, no obstante, la ley prevé (artículo 34, apartado 4, LRJSP) la opción de sustituirla por una compensación en
especie o abonada en pagos periódicos, siempre y cuando se dé consentimiento o haya acuerdo por parte del interesado, y por tratarse del modo de reparación más adecuado al daño sufrido.

Así mismo, son susceptibles de ser resarcidos los daños ocasionados por la aplicación de una norma con rango de ley declarada inconstitucional o contraria al derecho de la Unión Europea,
dentro del plazo de los cinco años anteriores a la fecha de la publicación de la sentencia que declare tal inconstitucionalidad o sentido contrario al derecho de la UE, salvo que la sentencia
disponga otra cosa.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 3. LA INDEMNIZACIÓN.

Conforme al artículo 37 de la LRJSP, en aquellos casos en los que concurra también responsabilidad penal del personal al servicio de las AAPP, no se producirá suspensión del proceso de responsabilidad patrimonial, salvo que la
viabilidad y fijación de esta última dependa del proceso penal.

Cálculo de la cuantía indemnizatoria conforme a la Ley 40/2015.

El artículo 34.2 de la LRJSP, establece que la cuantía indemnizatoria se calculará con arreglo a los criterios de valoración establecidos en la legislación fiscal, de expropiación forzosa y demás normas aplicables, ponderándose, en su
caso, las valoraciones predominantes en el mercado.

Para los supuestos de muerte o lesiones corporales se podrá tomar como referencia la valoración incluida en los baremos de la normativa vigente en materia de Seguros obligatorios (Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de
Seguro), y de la Seguridad Social. Cabe resaltar que los baremos en cuestión no tienen carácter vinculante, si no simplemente servirán como criterio orientativo para el cálculo de la indemnización. Así se estima por los tribunales:

Sentencia del Tribunal Supremo n.º 1217/2020, de 28 de septiembre, ECLI:ES:TS:2020:3105

«(...) es necesario comenzar por recordar que el recurso a los baremos fijados para accidentes de circulación a los efectos de calcular las indemnizaciones que resultaren procedentes en el ámbito de la responsabilidad de los
poderes públicos, ciertamente que han sido utilizados a veces por los Tribunales de lo Contencioso-Administrativo, también por este Tribunal Supremo. El mismo Legislador, ya se dijo, se hace eco de esa posibilidad cuando en el
artículo 34.2.º de la vigente Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, acepta esa posibilidad que, por cierto, no estaba en el artículo 141 de la Ley de Procedimiento de 1992, que regulaba también la
indemnización y su cálculo. Sin embargo, es lo cierto que este Tribunal Supremo ha venido también declarando que los mencionados baremos, en el mejor de los supuestos, solo podrían tener un valor orientativo y que, en modo
alguno podrían comportar el automatismo en la determinación de las indemnizaciones, como decía la sentencia de 20 de febrero de 2012 (recurso de casación 527/2010) "no son vinculantes y solo tienen un carácter meramente
orientativo" (en el mismo sentido, sentencia de 3 de mayo de 2012, recurso de casación 2441/2010). Y nada ha cambiado con la nueva regulación que se estable en el actual artículo que regula la indemnización que, como se ha
expuesto en su transcripción, se limita a proponer que la determinación de la indemnización, que la primera que deba aplicar es la Administración, en su caso, "podrá tomar como referencia" dicho baremo, es decir, ni se impone
imperativamente ni, menos aún, de aceptarse ese recurso al baremo, deba ser aplicado en toda su pureza. Porque lo que se propone es "tomarlo como referencia"».

Continúa el apartado 3, artículo 34, de la LRJSP, que para su cálculo deben seguirse las siguientes pautas:

Se tomará como referencia el día en que la lesión efectivamente se produjo.


La cuantía se actualizará a la fecha en que se finalice el procedimiento de responsabilidad con arreglo al índice de garantía de la competitividad, fijado por el INE.
Deben actualizarse en la fecha que finalice el procedimiento de responsabilidad, los intereses que procedan por demora en el pago de la indemnización. Para el cálculo de los intereses se atenderá a la Ley 47/2003 General
Presupuestaria o las normas presupuestarias de las Comunidades Autónomas.

A colación de lo referenciado en los párrafos anteriores, cabe recordar que la Ley 39/2015, de 1 de octubre, establece en su artículo 86 como terminación convencional de los procedimientos administrativos el alcance de un acuerdo,
pacto o convenio y para los casos en materia responsabilidad patrimonial ordena expresamente que los acuerdos han de recoger la cuantía y el modo de indemnización (en especie o en pagos periódicos).
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TEMA 4. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.

El procedimiento administrativo de responsabilidad patrimonial encuentra su regulación, en primer lugar, en el precepto constitucional mencionado, que se desarrolla, por
un lado, en la LPAC relativa a las fases, requisitos y especialidades del procedimiento y, por otro, en la Ley 40/2015, de 1 de octubre (LRJSP) que establece los principios
que van a regir este procedimiento, así como la responsabilidad subjetiva y otras cuestiones a tener en cuenta.

Es un procedimiento complejo que vincula a la Administración pública por sus actos y/o actuaciones.

En primer lugar, para poder hablar de un procedimiento, es necesario que este se inicie, bien de oficio (artículo 65 de la LPAC), o bien a solicitud del interesado (artículo
67 de la LPAC). Sin perjuicio de quién sea el sujeto que inicia el procedimiento, la ley exige que el derecho a reclamar del interesado ante la Administración no haya
prescrito.

La acción de responsabilidad: Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (LPC).

Procedimiento general.

El procedimiento general tiene las siguientes características:

Iniciación de oficio o a instancia de parte.


Instrucción o formación de la voluntad del órgano decisorio. Ésta consta de varios trámites:
Proposición y práctica de la prueba.
Informe que la Administración pide al servicio administrativo o al personal de la Administración que tiene constancia de la actividad que ha ocasionado el daño.
Audiencia al interesado, 15 días antes de la propuesta de resolución.
Dictamen del órgano consultivo.
Terminación normal (cuando hay resolución administrativa expresa que pone fin al procedimiento, y que podrá ser estimatoria, desestimatoria, estimación parcial o
convencional) o anormal (cuando la Administración no se pronuncia).
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TEMA 4. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.

Normalmente, el procedimiento se inicia mediante una solicitud del particular presuntamente afectado, aunque
también se puede iniciar el procedimiento a petición razonada de otros órganos, y de oficio.

En este sentido, el ciudadano, debe hacer valer junto a los hechos, la evaluación del daño, cuantificándolo, y
exponiendo la concurrencia de los presupuestos de la responsabilidad patrimonial de la Administración pública.

Acción de reclamación.
Ha de formularse en el plazo de un año de producido el hecho o acto que motive la indemnización o de
manifestarse su efecto lesivo. Se debe acompañar de cuantas alegaciones, documentos e informaciones se
estimen oportunos y de la proposición de prueba, concretando los medios de que pretenda valerse el reclamante.

Instrucción.
Para la instrucción del procedimiento de responsabilidad patrimonial es preceptivo solicitar un informe al
servicio cuyo funcionamiento haya ocasionado la presunta lesión indemnizable, no pudiendo exceder de 10 días
el plazo de su emisión.
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TEMA 4. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.

Plazo para resolver y silencio negativo.

Con respecto al plazo de que dispone la Administración para resolver, una vez transcurridos 6 meses establecidos legalmente,
rige la regla del silencio administrativo negativo, poniendo fin a la vía administrativa. En este caso, el particular podrá acudir a
la vía contencioso-administrativa para resarcirse del daño causado.

En la práctica, es frecuente que durante esos 6 meses a la Administración no le dé tiempo a tramitar todo el expediente, pues en
ocasiones se requieren dictámenes de órganos consultivos, del Consejo de Estado u órgano autonómico equivalente.

¿Qué sucede cuando opera el silencio negativo?

Cuando la Administración no resuelve la reclamación por responsabilidad patrimonial, el particular afectado puede interponer
un recurso contencioso-administrativo contra el acto presunto denegatorio, y si durante el contencioso se dicta un acto expreso,
aquel debe ampliar el recurso inicialmente interpuesto contra el acto presunto, al acto expreso posterior, pues, de lo contrario,
puede derivar en la inadmisión del recurso.

Ello no sería necesario, conforme a la jurisprudencia, cuando el segundo acto, el acto expreso, no introduce contenidos nuevos
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TEMA 4. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.

Procedimiento abreviado.

En el caso de procedimientos en materia de responsabilidad patrimonial de las Administraciones públicas, se


puede acordar, de oficio, la suspensión del procedimiento general y la iniciación de un procedimiento
simplificado, si una vez iniciado el procedimiento administrativo el órgano competente para su tramitación
considera:

- inequívoca la relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la lesión; así como

- la valoración del daño y el cálculo de la cuantía de la indemnización.

Los procedimientos administrativos tramitados de manera simplificada deben ser resueltos en el plazo
máximo de 30 días, a contar desde el siguiente al que se notifique al interesado el acuerdo de este tipo de
tramitación (salvo que reste menos para su tramitación ordinaria).
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TEMA 4. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.

Procedimiento abreviado.

El procedimiento abreviado supone una simplificación de los trámites.

Se utiliza en los supuestos en los que hay una clara relación de causalidad entre la lesión y el daño
causado, y también está clara la valoración del daño y el cálculo de la cuantía de la indemnización.

Comienza como el procedimiento ordinario y es necesaria la audiencia y el dictamen del órgano


consultivo.
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TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y


RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN.

El orden jurisdiccional competente para conocer de las reclamaciones de responsabilidad patrimonial


que se deduzcan contra la Administración, una vez agotada la vía administrativa, será siempre el
orden contencioso-administrativo, y ello con independencia de que la Administración haya actuado
con sometimiento al Derecho Administrativo o al Derecho ligado.

Ello comporta la unificación del régimen jurídico de responsabilidad patrimonial de las AAPP bajo
las reglas del Derecho Administrativo.
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TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN.

La STS (Sala 3.ª) de 8 de julio de 2021 (rec. 693/2020) aborda el problema del alcance de la jurisdicción de los órganos contencioso-administrativos en las
reclamaciones de responsabilidad patrimonial de la Administración.

Este litigio tiene su origen en una reclamación de responsabilidad patrimonial planteada por unos particulares por los daños sufridos por su hijo recién nacido
durante las horas inmediatamente posteriores al parto. La Administración autonómica desestimó la reclamación sin recabar el informe preceptivo del órgano
consultivo autonómico, al considerar que la acción había prescrito. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo desestimó el recurso planteado por el reclamante
contra la resolución de la Administración autonómica. Sin embargo, el TSJ estimó el recurso de apelación que formuló posteriormente contra la sentencia de
primera instancia. En su sentencia, el TSJ resolvió el fondo del asunto, concediéndoles una indemnización de más de un millón de euros.

El TS admitió el recurso de casación planteado contra dicha sentencia por la Administración autonómica, declarando como cuestión de interés casacional la de
dirimir si en este tipo de reclamaciones el órgano jurisdiccional debe acordar la retroacción de actuaciones para que se emita el dictamen preceptivo del órgano
consultivo correspondiente o si, por el contrario, puede decidir el fondo del asunto.

En su sentencia, el TS recuerda que el orden contencioso-administrativo goza de «plena jurisdicción» y que esto implica que está facultado para decidir «todas las
pretensiones vinculadas a los derechos e intereses afectados». Así, la superación del dogma del carácter meramente revisor de la jurisdicción contencioso-
administrativa le lleva a concluir que «en aquellos supuestos en que, efectuada una petición en vía administrativa sobre reclamación de daños y perjuicios con
fundamento en la responsabilidad patrimonial de las Administraciones públicas, si la Administración se limita, sin trámite alguno, a declarar la extemporaneidad
de la reclamación; accionada la pretensión en vía contencioso-administrativa, mediante la impugnación de tal resolución que así decidiera, el Tribunal de lo
contencioso está obligado al examen de la pretensión indemnizatoria que se suplique por el perjudicado en su demanda, sin que le sea dable ordenar la retroacción
de actuaciones a la fase administrativa para que, entre otros trámites, se emita el informe preceptivo pero no vinculante del Consejo de Estado o del órgano
equivalente autonómico».
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE LA


ADMINISTRACIÓN.

Ante una resolución que pone fin a la vía administrativa, en el procedimiento de reclamación de responsabilidad
patrimonial frente a las Administraciones Públicas, al interesado le queda expedita la opción de recurrir en vía judicial.

La competencia para conocer recursos que tengan por objeto resoluciones administrativas dictadas en esta materia
corresponde en nuestro ordenamiento jurídico a la jurisdicción contencioso-administrativa.

El artículo 2 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa 29/1998, de 13 dejulio (en adelante LJCA), ya lo


dice en su letra e):

“El orden jurisdiccional contencioso-administrativo conocerá de las cuestiones que se susciten en relación con: [...] e)
La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas, cualquiera que sea la naturaleza dela actividad o el
tipo de relación de que derive, no pudiendo ser demandadas aquéllas por este motivo ante los órdenes jurisdiccionales
civil o social, aun cuando en la producción del daño concurran con particulares o cuenten con un seguro de
responsabilidad”.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN.

La determinación de la competencia, en materia de responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas, ha quedado, por tanto, claramente atribuida al orden
jurisdiccional contencioso-administrativo.

Por su parte, el artículo 9.4 LOPJ también dispone que:“ Los del orden contencioso-administrativo [...] Conocerán, asimismo, de las pretensiones que se deduzcan en
relación con la responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas y del personal a su servicio, cualquiera que sea la naturaleza de la actividad o el tipo de
relación de que se derive. Si a la producción del daño hubieran concurrido sujetos privados, el demandante deducirá también frente a ellos su pretensión ante este
orden jurisdiccional. Igualmente conocerán de las reclamaciones de responsabilidad cuando el interesado accione directamente contra la aseguradora de la
Administración, junto a la Administración respectiva. También será competente este orden jurisdiccional si las demandas de responsabilidad patrimonial se dirigen,
además, contra las personas o entidades públicas o privadas indirectamente responsables de aquéllas”.

La cuestión de la competencia cuando se reclama no sólo frente a las Administraciones Públicas, sino también frente a las aseguradoras, no estuvo tan clara desde un
primer momento (ver Auto de 27 de diciembre de 2001 de la Sala Especial de Conflictos de Competencia del Tribunal Supremo). Sin embargo, la modificación del
artículo de la LOPJ por Ley Orgánica 19/2003, ha clarificado esta cuestión en favor de la competencia del orden jurisdiccional contencioso-administrativo.

Competencia objetiva.

Una vez concretado el orden jurisdiccional competente, lo siguiente que resulta necesario es determinar qué órgano podrá conocer de la reclamación en materia de
responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas. La LJCA establece en su artículo 8.2.c)que “(Los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo)
conocerán, asimismo, en única o primera instancia de los recursos que se deduzcan frente a los actos administrativos de la Administración de las Comunidades
Autónomas, salvo cuando procedan del respectivo Consejo de Gobierno, cuando tengan por objeto: c) Las reclamaciones por responsabilidad patrimonial cuya
cuantía no exceda de 30.050 euros”.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN.

Cuando, procediendo de las Administraciones Públicas, no esté atribuida la competencia a los Juzgados de lo contencioso-administrativo, ésta corresponderá en
virtud del artículo 10.1.a)LJCA a los Tribunales Superiores de Justicia.

Por su parte, serán competentes los Juzgados Centrales de lo contencioso-administrativo, en relación con la responsabilidad patrimonial de las Administraciones
Públicas, cuando el acto impugnado sobre dicha materia proceda de Ministros o Secretarios de Estado, y no exceda de 30.050 euros.

Competencia territorial.

Finalmente, será preciso concretar los criterios de atribución de competencias en el ámbito territorial. En este ámbito, el artículo 14.1 regla Segunda LJCA
establece que:

“Segunda. Cuando el recurso tenga por objeto actos de las Administraciones Públicas en materia de responsabilidad patrimonial, personal, propiedades
especiales y sanciones será competente, a elección del demandante, el juzgado o el tribunal en cuya circunscripción tenga aquél su domicilio o se halle la sede
del órgano autor del acto originario impugnado. Cuando el recurso tenga por objeto actos de las Administraciones de las Comunidades Autónomas o de las
entidades de la Administración Local, la elección a que se refiere esta regla segunda se entenderá limitada a la circunscripción del Tribunal Superior de Justicia
en que tenga su sede el órgano que hubiere dictado el acto originario impugnado”.

Es decir, el interesado podrá interponer el recurso ante el órgano de la jurisdicción contencioso-administrativa que sea competente por la materia, pudiendo optar
entre aquel en cuyo territorio tenga su domicilio el propio actor, o su sede el órgano autor del acto. La limitación contenida en el párrafo segundo, introducida
por la Ley 37/2011, acogiendo una reiterada Jurisprudencia anterior, supone que la opción por el domicilio del recurrente es admisible en tanto se encuentre
dentro de la Comunidad Autónoma donde tenga su sede el órgano autor del acto recurrido.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN.

INTERPOSICIÓN DEL RECURSO.

LEGITIMACIÓN.

Determinado el órgano competente para conocer del recurso, se da inicio al procedimiento contencioso-administrativo con la interposición del recurso. El artículo 45 LJCA limita su contenido a “un escrito
reducido a citar la disposición, acto, inactividad o actuación constitutiva de vía de hecho que se impugne y a solicitar que se tenga por interpuesto el recurso, salvo cuando esta Ley disponga otra cosa”.

Dicho escrito habrá de ir acompañado de los documentos recogidos en el apartado 2 del citado artículo, sin que contenga ninguna particularidad cuando tiene por objeto resoluciones en materia de
responsabilidad patrimonial. Siendo ésta la regla general para el procedimiento ordinario, cuando el recurso contencioso-administrativo tenga que seguir el procedimiento abreviado, por ser la cuantía de lo
reclamado inferior a 30.000 euros (artículo 78.1 LJCA), “El recurso se iniciará por demanda, a la que se acompañará el documento o documentos en que el actor funde su derecho y aquellos previstos en el
artículo 45.2 LJCA”.

El plazo para la presentación del escrito de interposición, o de la demanda en el caso del procedimiento abreviado, “será de dos meses contados desde el día siguiente al de la publicación de la disposición
impugnada o al de la notificación o publicación del acto que ponga fin a la vía administrativa, si fuera expreso. Si no lo fuera, el plazo será de seis meses y se contará, para el solicitante y otros posibles
interesados, a partir del día siguiente a aquel en que, de acuerdo con su normativa específica, se produzca el acto presunto”.

En relación con el plazo de seis meses para formular el recurso en caso de no haber resolución expresa, no podemos sino hacer mención a la reiterada doctrina constitucional en la materia, citando como
ejemplo la STS 52/2014, de 10 de abril (RTC 2014/52), dictada en Recurso de Inconstitucionalidad 2918/2005:“En suma, con arreglo a la nueva ordenación del silencio administrativo introducida por la
Ley 4/1999 ya no tienen encaje en el concepto legal de «acto presunto» los supuestos en los que el ordenamiento jurídico determina el efecto desestimatorio de la solicitud formulada, pues en tales
supuestos el ordenamiento excluye expresamente la constitución ipso iure de un acto administrativo de contenido denegatorio.

Los artículos 42 a 44 LPC fueron modificados por la Ley 4/1999 teniendo a la vista el régimen legal de impugnación de los «actos presuntos» establecido en el artículo 46.1LJCA (RCL 1998, 1741),
precepto que no fue derogado ni modificado con ocasión oc omo consecuencia de dicha reforma. Por tanto, habida cuenta de que, primero, el inciso segundo del artículo 46.1 LJCA que regula el plazo de
impugnación del «acto presunto» subsiste inalterado; segundo, que tras la reforma de 1999 de la Ley 30/1992 en los supuestos de silencio negativo ya no existe acto administrativo alguno finalizador del
procedimiento (artículo 43.2 LPC), ni un acto administrativo denominado «presunto» basado en una ficción legal como se desprendía de la redacción originaria de la Ley 30/1992, y tercero, que la
Administración sigue estando obligada a resolver expresamente, sin vinculación al sentido negativo del silencio [artículos 42.1 y 43.3.b)LPC], el inciso segundo del artículo 46.1 LJCA ha dejado de ser
aplicable a dicho supuesto. En otras palabras, se puede entender que, a la luz de la reforma de 1999 de la Ley 30/1992, la impugnación jurisdiccional de las desestimaciones por silencio no está sujeta al
plazo de caducidad previsto en el artículo 46.1 LJCA”.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE LA


ADMINISTRACIÓN.

Pese a la mayor amplitud del interés legitimo frente al directo, ha de referirse en todo caso a un interés en sentido propio,
cualificado o específico y distinto del mero interés por la legalidad. Por ello se insiste en la relación unívoca entre el sujeto
y el objeto de la pretensión, de tal manera que la legitimación activa, comporta que la anulación del acto o disposición
impugnada, produzca un efecto positivo (beneficio) o evitar uno negativo (perjuicio),actual o futuro pero cierto.

Se exige que la resolución o disposición administrativa pueda repercutir directa o indirectamente, o en el futuro, pero de un
modo efectivo y acreditado, no meramente hipotético, en la esfera jurídica de quien la impugna, sin que baste la mera
invocación abstracta y general o la mera posibilidad de su acaecimiento; entre otras, la STS de 16 de noviembre de 2011
(casación 210/2010, FJ 4.º)”.De este modo, en caso de daños físicos, el propio perjudicado tiene una evidente legitimación,
como también ocurre en caso de daños patrimoniales, siempre y cuando se acredite la titularidad del bien objeto de daños.

En caso de daños personales con resultado de fallecimiento, tendrán legitimación los causahabientes. En este último caso,
debemos advertir la distinción que se contiene en diversas sentencias del Tribunal Supremo, entre los perjuicios
patrimoniales propiamente dichos y los daños morales, partiendo del carácter personalísimo de estos últimos, lo que limita
la legitimación activa para reclamar por éstos.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE


LA ADMINISTRACIÓN.

En materia de legitimación pasiva, habrá de estarse a lo dispuesto en el artículo 21 LJCA, que atribuye
esta legitimación a la Administración autora de la resolución impugnada, a quien habrá de sumarse, en
su caso, las personas titulares de derechos o intereses legítimos que pudieran verse afectados (como los
contratistas en aquellos casos en que los perjuicios pueden traer causa de su actuación u omisión), así
como las aseguradoras de las Administraciones Públicas, que deberán siempre ser codemandadas junto
con la Administración asegurada.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN.

REMISIÓN DEL EXPEDIENTE Y EMPLAZAMIENTO A TERCEROS INTERESADOS

Presentados los escritos anteriores, serán examinados por el secretario judicial quien, tras comprobar que cumplen todos los requisitos legales, admitirá a trámite el
recurso y requerirá a la Administración para que remita el expediente administrativo, al tiempo que le ordenará que practique los emplazamientos pertinentes.

El artículo 48.1 LJCA así lo establece: “El Secretario judicial, al acordar lo previsto en el apartado 1 del artículo anterior, o mediante diligencia si la publicación no
fuere necesaria, requerirá a la Administración que le remita el expediente administrativo, ordenándole que practique los emplazamientos previstos en el artículo 49.
El expediente se reclamará al órgano autor de la disposición o acto impugnado o a aquél al que se impute la inactividad o vía de hecho. Se hará siempre una copia
autentificada de los expedientes tramitados en grados o fases anteriores, antes de devolverlos a su oficina de procedencia”.

El expediente administrativo tiene una importancia radical en el procedimiento contencioso-administrativo, puesto que debe plasmar todo lo actuado en vía
administrativa, y que constituye el objeto de la revisión en vía judicial, que supone el procedimiento contencioso-administrativo. Duro Ventura lo expresa de este
modo: “No cabe duda de que el expediente es en gran parte consustancial al proceso contencioso-administrativo, pues es la previa actuación de la Administración, o
su inactividad o vía de hecho, la que dará lugar a la reacción del demandante en ejercicio de su derecho a la tutela judicial efectiva, siendo así que por ello existirán
documentadas todas aquellas actuaciones que sustentan el recurso y al tiempo permiten su adecuada fundamentación”.

La LJCA establece un plazo de veinte días para la remisión del expediente desde que el órgano recibe el requerimiento por parte del Juzgado. Asimismo, recoge
previsiones para el caso de no cumplirse con dicho requerimiento, que se desarrollan en dos planos distintos: de un lado, prevé la imposición de sanciones para el
funcionario o autoridad responsable del incumplimiento de la obligación de remitir el expediente (artículo 48, apartados 7 al 10LJCA); de otro, en el artículo 53.1
LJCA se faculta al recurrente para, ante la no remisión del expediente, solicitar plazo para formalizar demanda. En este último caso, de recibirse en el Juzgado el
expediente con posterioridad a que se hubiera presentado demanda, se pondrá de manifiesto a las partes para que realicen alegaciones complementarias en plazo de
diez días; por último, de realizarse la demanda sin expediente administrativo, al dar traslado de contestación se apercibirá a la Administración demandada que no se
admitirá aquella si no va acompañada del expediente administrativo (artículo 54.1 LJCA).
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN.

En cuanto al contenido del expediente, el artículo 48.4 LJCA señala que “se enviará completo, foliado y, en su caso, autentificado,
acompañado de un índice, asimismo autentificado, de los documentos que contenga. La Administración conservará siempre el
original o una copia autentificada de los expedientes que envíe”.

Asimismo, en el apartado 6 del artículo se advierte que “Se excluirán del expediente, mediante resolución motivada, los documentos
clasificados como secreto oficial, haciéndolo constar así en el índice de documentos y en el lugar del expediente donde se
encontraran los documentos excluidos”.

Sobre esta materia habrá de tenerse en cuenta lo dispuesto en la Ley 39/2015, donde se opta por un formato electrónico del
expediente, y donde se advierte, en su artículo 70, que “cuando en virtud de una norma sea preciso remitir el expediente electrónico,
se hará de acuerdo con lo previsto en el Esquema Nacional de Interoperabilidad y en las correspondientes Normas Técnicas de
Interoperabilidad, y se enviará completo, foliado, autentificado y acompañado de un índice, asimismo autentificado, de los
documentos que contenga”.

Sobre la importancia de la adecuada remisión del expediente, dan fe diversas sentencias que extraen consecuencias desfavorables a la
Administración Pública en caso de no haberse cumplido con estos requisitos. Como ejemplo valga la Sentencia de la Audiencia
Nacional, Sala de lo Contencioso-Administrativo, de 8 de febrero de 2007 (JT 2007/417):
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE LA


ADMINISTRACIÓN.

DEMANDA Y CONTESTACIÓN.

PRUEBA Y CONCLUSIONES.

Demanda y contestación.

Como ya hemos expuesto, el procedimiento abreviado se inicia por demanda, que irá acompañada de la documentación
pertinente, y ello sin perjuicio de las alegaciones complementarias que se realicen en el acto de la vista, conforme al
artículo 78 LJCA. Por el contrario, en el ordinario, la demanda se formalizará en el plazo de veinte días otorgado por el
Juzgado, quien remitirá el expediente administrativo, y ello sin perjuicio de la antes mencionada posibilidad de formalizarla
sin expediente.

En la demanda, el actor habrá de indicar con separación hechos y fundamentos jurídicos, así como la concreta pretensión
formulada, que en el caso de responsabilidad patrimonial deberá incluir la concreta cuantía de la indemnización solicitada.
De dicha demanda se dará traslado al demandado para evacuar contestación en plazo de veinte días.
I.- La responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas

TEMA 5. JURISDICCIÓN CONTENCIOSO- ADMINISTRATIVA Y RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN.

Prueba y conclusiones.

Actualmente, el artículo 60 LJCA advierte que en el procedimiento ordinario únicamente podrá solicitarse el recibimiento del pleito a prueba por medio de otrosí en la demanda y en la
contestación, así como en el de alegaciones complementarias. En el abreviado se realizará la proposición tras la contestación a la demanda, y conforme a lo dispuesto en el artículo 78
LJCA. La prueba habrá de versar sobre elementos de hecho en los que exista discrepancia, y fueran de trascendencia para resolver el pleito.

A tal objeto, al proponer la prueba, el interesado habrá de señalar los concretos puntos de hecho sobre los que se quiere que verse, así como proponer los medios que estime idóneos. Para
el desarrollo de las pruebas, serán de aplicación las normas generales establecidas en el proceso civil. Por lo que se refiere a los procedimientos relacionados con la responsabilidad
patrimonial de las Administraciones Públicas, la prueba a practicar suele tener por objeto determinarlos hechos, la relación de causalidad entre la actuación Administrativa y el daño
sufrido. Lógicamente también debe estar acreditado dicho daño, así como se deben incorporar como medios de prueba los necesarios para la concreción del importe de la indemnización
solicitada.

Especial relevancia tienen en este ámbito los dictámenes periciales que tengan por objeto concretar el importe de la indemnización, que serán valorados por el Tribunal con arreglo a las
normas en materia de prueba. En ese sentido, un completo expediente administrativo, como prueba de la Administración, resulta vital para facilitar la defensa enjuicio del acto impugnado,
a fin de otorgar al Tribunal la posibilidad de ponderar informes aportados en aquel, en relación con los dictámenes periciales que puedan presentarse a instancias del recurrente.

SENTENCIA.

A través de esta resolución se deberán decidir todas las cuestiones controvertidas. En el caso de los procedimientos de responsabilidad patrimonial de la Administración, cuando la
sentencia sea estimatoria, será de aplicación el artículo 71.1.d)LJCA, que establece:“ Si fuera estimada una pretensión de resarcir daños y perjuicios, se declarará entodo caso el derecho
a la reparación, señalando asimismo quién viene obligado a indemnizar. La sentencia fijará también la cuantía de la indemnización cuando lo pida expresamente el demandante y
consten probados en autos elementos suficientes para ello. En otro caso, se establecerán las bases para la determinación de la cuantía, cuya definitiva concreción quedará diferida al
período de ejecución de sentencia”.

En definitiva, el artículo citado no hace sino determinar el contenido de la sentencia atendiendo a la necesaria congruencia de la resolución judicial, con las pretensiones hechas valer por
las partes

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