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d
Intelectual
Es aquella que presenta una serie de
limitaciones en las habilidades diarias
que una persona aprende y le sirven para
responder a distintas situaciones en la
vida.
¿Qué es una Discapacidad
Intelectual?
La discapacidad intelectual es una alteración en el desarrollo del ser humano caracterizada por limitaciones
significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en las conductas adaptativas y que se evidencia antes
de los 18 años de edad. Afecta alrededor del 2% de la población general.
● Comunicación
● Cuidado personal
● Vida en el hogar
● Habilidades sociales
● Utilización de la comunidad
● Autogobierno
● Salud y seguridad
● Habilidades académicas funcionales
● Ocio
● Trabajo
Tipos de Discapacidad
Intelectual
Desde hace varios años se ha clasificado la discapacidad intelectual según “niveles”, según los resultados de
pruebas psicométricas, lo recomendable ahora es utilizar enfoques multidimensionales y más centrados en el
entorno, que el foco de la intervención sea la evaluación y el desarrollo de habilidades no solo cognitivas sino
también, de autocuidado y para la vida práctica. Tradicionalmente, cuando se ha determinado la discapacidad
intelectual por niveles, se explica de esta forma:
El factor común es que algo afecta el crecimiento y el desarrollo del cerebro. Incluso con los últimos avances en
genética, en especial las técnicas de análisis de los cromosomas, a menudo no se puede identificar una causa
específica de la discapacidad intelectual.
Algunas causas que pueden ocurrir antes de la concepción o durante ésta
incluyen:
- Trastornos hereditarios
- Anomalías cromosómicas
Sin embargo, la mayoría no presentan síntomas perceptibles hasta el periodo preescolar. Los síntomas se
manifiestan a edad temprana en los más gravemente afectados. Por lo general, el primer problema que notan los
padres es un retraso en el desarrollo del lenguaje.
Los niños con discapacidad intelectual son lentos para usar palabras, unir palabras y hablar con frases
completas. Su desarrollo social es a veces lento debido al deterioro cognitivo y a las deficiencias del lenguaje.
Los niños con discapacidad intelectual pueden ser lentos para aprender a vestirse y a alimentarse por sí mismos.
Algunos padres no consideran la posibilidad de una deficiencia cognitiva hasta que el niño está en la escuela o
en un centro preescolar y se demuestra una incapacidad para mantener las expectativas normales para su edad.
Los niños con discapacidad intelectual son más
propensos que otros a tener problemas de
comportamiento, como crisis explosivas, rabietas y
comportamiento físicamente agresivo o autolesivo.
Estas conductas se relacionan frecuentemente con
situaciones frustrantes específicas, desencadenadas por
la incapacidad de comunicarse y de controlar los
impulsos. Los niños mayores, que suelen ser ingenuos y
crédulos para su edad, son fácilmente víctimas de otros
que se aprovechan de ellos o se dejan llevar a
comportamientos y conductas improcedentes.
Cuando los médicos sospechan una discapacidad intelectual, los niños son evaluados por equipos de
profesionales, incluyendo personal de intervención temprana o personal escolar, un médico de atención primaria,
un neurólogo pediátrico o un pediatra del desarrollo, un psicólogo, un logopeda, un terapeuta ocupacional o un
fisioterapeuta, un educador especial, un trabajador social o un profesional de la enfermería. Cuando existe
sospecha de discapacidad intelectual, estos profesionales evalúan al niño mediante pruebas de funcionamiento
intelectual y búsqueda de una causa.
Aunque la causa de la deficiencia intelectual del niño sea irreversible, la identificación del trastorno causante
permite predecir la futura evolución del niño, evitar otras pérdidas de habilidades, planificar cualquier
intervención que pueda aumentar el nivel de funcionamiento y asesorar a los padres por si existe riesgo de tener
otro hijo con el mismo trastorno.
Pronóstico
Una persona con discapacidad intelectual leve tiene
una esperanza de vida relativamente normal,
y la atención sanitaria está mejorando los
pronósticos de salud a largo plazo para las
personas con todo tipo de discapacidades
intelectuales. Muchas personas con discapacidad
intelectual atienden a su cuidado personal, hacen vida
independiente y pueden ser empleados con éxito en
trabajos que cuentan con el apoyo adecuado.
Dado que la discapacidad intelectual coexiste en ocasiones con graves problemas orgánicos, la esperanza de vida
de estas personas suele verse disminuida, según el problema de que se trate. Las personas con discapacidad
intelectual más grave suelen necesitar apoyo vitalicio. En general, cuanto más grave es la discapacidad cognitiva
y cuantos más problemas orgánicos tenga la persona, menor es su esperanza de vida.