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Educación Religiosa

Segundo año

Iniciamos Experiencia de aprendizaje realizando la siguiente


oración
Conocemos de la Devoción a la Virgen del Carmen

Elaborar el proyecto de vida cristiana como un medio para ayudarnos a crecer en el


seguimiento de Jesús y así contribuir a mejorar como persona y sociedad siguiendo el
modelo de María.

Criterio de evaluación Reto

Reconoce la importancia de ¿De qué manera puedo dar


la devoción a la virgen del testimonio de vida para
Carmen conociendo sus instaurar el Reino de Dios y
orígenes y la importancia de contribuir a mejorar nuestro
su fiesta en nuestro país. Perú?
Identificamos:
Observamos las siguientes imágenes y respondemos:

¿ Que observamos en la primera imagen? ¿Quiénes serán los personajes?


¿Qué llevan en la mano?
¿Qué observas en la segunda imagen? ¿sabes que cosa es?
¿Alguna vece haz visto algo aparecido? ¿para que servirá?
Reflexionamos:
Nos informamos:

Observamos un video sobre el origen de la devoción a la Virgen del


Carmen y comentamos.
El escapulario
Actuar:
Monición de Entrada:
Hoy nos reunimos para celebrar la devoción a la Virgen María bajo la advocación del Carmen. A
María la invocamos como Madre y nos sentimos apoyados y protegidos por ella. Su cariño y su
ternura llenan nuestras vidas y por eso ponemos en Ella nuestra confianza. Rogándole por nuestra
Institución Educativa como por nuestra patria el Perú
Acto penitencial:
Es el momento de reconocernos pecadores. No hacen falta muchas palabras, pero Jesús quiere que
lo hagamos ante Dios y los demás. María se alegra, porque una madre se siente feliz si sus hijos
hacen las paces.
Somos interesados, nos olvidamos de nuestro Padre-Dios y de nuestra Madre del Cielo, y nos
preocupamos muy poco de nuestros padres de la tierra: Señor, ten piedad.
Somos poco solidarios, no nos portamos como hijos de Dios, ni tenemos un gesto de amistad para
nuestros hermanos necesitados, ni hacia las personas mayores: Cristo, ten piedad.
Somos egoístas de corazón, porque pensamos que el cariño hacia los padres y hacia los mayores,
es sólo cosa de niños y olvidamos los pequeños detalles que hacen felices a los demás: Señor, ten
piedad.
Dios Misericordioso es nuestro Amigo que tiene piedad de nosotros, perdona nuestros pecados y
nos invita a la vida eterna. Amén.

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