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ALESSANDRO BARATTA, CRIMINOLOGÍA CRÍTICA Y CRÍTICA DEL DERECHO PENAL
Criminología Critica (Marx) Visión del desvió y criminación, desde la perspectiva basado
en el pensamiento de Marx. Es una corriente heterogénea.
Prioriza antes el delito que el daño, antes que la justicia penal la social, antes que la
disciplina del control los derechos humanos. Lo económico determina lo que sucede en
las sociedades, con ello podemos comprender por que hay conductas desviadas y otras
no, asi como actúan el Estado y el Derecho
Es un movimiento heterogéneo que derivan de lo que era la criminología individual que
fueron evolucionando porque no quedaron conforme con el porque se produce el
desvío. Visión contraria del positivismo que se apoyaba en las causas del crimen que no
tenía en cuenta la reacción social ni cómo se construye el derecho penal, tiene como
bases fuertes la biología y psico - las causas están en la persona, no en el contexto.
El delito, que es un tipo de desvío , y el conflicto social para la criminología crítica deben
inscribirse en su contexto, en vez de obsesionarse por las causas de esos delitos o desvió,
dice Baratta.
Prioridades para la criminología: Se estudia antes lo que es el daño, que el delito, el
tratamiento antes que el castigo, antes que la justicia penal, la justicia social, el discurso
de los DDHH antes que la disciplina y el control.
¿Qué se debe tomar la cuenta? Las relaciones estructurales de producción y distribución
de la riqueza como contextos determinantes dentro de las cuales se pueden
comprenden porque hay algunas conductas que son desviadas y otras no, y cómo se
comporta el Estado y el derecho ante ellas.
EL ESTADO Y EL DERECHO, EN ESTA TEORÍA VAN A ADMINISTRAR EL DELITO
SELECTIVAMENTE DE ACUERDO CON LOS INTERESES QUE ESTAN EN LA ESTRUCTURA DE
LAS CLASES SOCIALES
Criminalidad : estatus atribuido a través de una doble atribución-
La criminología critica preparada por las corrientes más avanzadas de la sociología criminal
liberal, puede sintetizarse en una doble contraposición a la vieja criminología, que usaba el
enfoque biopsicologico, ésta buscaba la explicación de los comportamientos criminalizados
partiendo de la criminalidad como dato ontológico pre construido a la reacción social y al
derecho penal.
Se han producido desplazamientos desde los años 30 en adelante en las diversas escuelas de
sociología criminal para llegar a la criminología crítica y su enfoque. 1) En primer lugar, el
desplazamiento del enfoque teórico del autor a las condiciones objetivas, estructurales y
funcionales, que se hallan en el origen de los fenómenos de la desviación. 2) En segundo
lugar, el desplazamiento del interés cognoscitivo desde las causas de la desviación criminal
hasta los mecanismos sociales e institucionales mediante los cuales se elabora la realidad
social de dicha desviación, es decir hasta los mecanismos mediante los cuales se crean y
aplican definiciones de desviación y de criminalidad, y se realizan procesos de
criminalización.
Oponiendo al enfoque biopsicológico el enfoque macrosociológico, la criminología crítica historiza la
realidad del comportamiento desviado y pone en evidencia su relación funcional o disfuncional con
las estructuras sociales, con el desarrollo de las relaciones de producción y de distribución.
El salto que separa la nueva de la vieja criminología consiste en la superación del paradigma
etiológico. La superación de este paradigma comporta también la de sus implicaciones ideológicas: la
concepción de la desviación y de la criminalidad como realidad ontológica preexistente a la reacción
social e institucional, y la aceptación acrítica de las definiciones legales como principio de
individualización de aquella realidad ontológica.
A través de la perspectiva de la criminología crítica, la criminalidad ya no es una cualidad ontológica
de determinados comportamientos y determinados individuos, sino que se revela más bien como su
estatus asignado a determinados individuos por medio de una doble selección: 1) en primer lugar, la
selección de los bienes protegidos penalmente y de los comportamientos ofensivos a estos bienes
considerados en las figuras legales. 2) En segundo lugar, la selección de los individuos estigmatizados
entre todos los individuos que cometen infracciones o normas penalmente sancionadas.
3) ¿En qué consiste su crítica al derecho penal, por qué su igualdad
sería un mito en el proceso de criminalización?
Esta crítica no considera el derecho penal solo como sistema estático de normas sino como
sistema dinámico de funciones en el que pueden distinguirse tres mecanismos susceptibles
de analizarse separadamente:
1) mecanismo de la producción de las normas (criminalización primaria);
2) mecanismo de la aplicación de las normas, es decir el proceso penal que comprende la
acción de los organismos de averiguación y que culmina con el juicio (criminalización
secundaria);
3) mecanismo de lo ejecución de la pena o de las medidas de seguridad.
Para cada uno de estos mecanismos en particular, y para el proceso de criminalización
tomada en su conjunto, han llevado la crítica del derecho penal a resultados que pueden
considerarse en tres posiciones, las cuales constituyen la negación radical del mito que está
en la base de la ideología penal de la defensa social. El mito de la igualdad puede resumirse
en las siguientes preposiciones:
A. El derecho penal protege igualmente a todos los ciudadanos contra
las ofensas a los bienes esenciales (principio de interés social y del
delito natural).
B. La ley penal es igual para todos, todas las personas con un
comportamiento antisocial y violador de normas penalmente
sancionadas tienen igual chance de ser sujetos del proceso de
criminalización (principio de igualdad)
Posiciones opuestas a la crítica:
A. El derecho penal no defiende a todos y solo los bienes esenciales en los cuales están interesados por igual
todos los ciudadanos, y cuando castiga las ofensas a los bienes esenciales, lo hace con intensidad desigual y
de modo parcial.
B. La ley penal no es igual para todos, los estatus criminales se distribuyen de modo desigual entre los
individuos.
C. El grado efectivo de tutela y la distribución del estatus criminal es independiente de la dañosidad social
de las acciones y de la gravedad de las infracciones a la ley, en el sentido de que estas no constituyen las
variables principales de la reacción criminalizadora y de su intensidad.
La crítica se distingue al mito del derecho penal como igual por excelencia. El derecho penal no es menos
desigual que otras ramas del derecho burgués, y que es el derecho desigual por excelencia. La crítica de la
ideología del derecho privado consiste en reconstruir la unidad de los dos momentos, desenmascarando la
relación desigual que subyace a la forma jurídica del contrato entre iguales, mostrando como el derecho
igual se transforma en el derecho desigual. El primer aspecto de la crítica marxiana del derecho es el
atinente al contrato, el segundo es el tocante a la distribución, la desigualdad sustancial es vista como el
acceso desigual a los medios de satisfacción de las necesidades.
En la sociedad capitalista el principio de la distribución se deriva inmediatamente de la ley de valor, que
preside el intercambio entre fuerza de trabajo y salario. La desigualdad real en la distribución subsiste
también en la primera fase de la sociedad socialista.
4) ¿Qué sucede en el ámbito del derecho privado y en el ámbito de la
justicia penal?
El progreso en el análisis del sistema penal como sistema de derecho desigual está
constituido por el tránsito de la descripción de la fenomenología de la desigualdad a la
interpretación de ella, a la profundización de la lógica de esta desigualdad. Esta
profundización evidencia el nexo funcional entre los mecanismos selectivos del proceso
de criminalización y la ley de desarrollo de la formación económica en que vivimos.
Las justificaciones que pierde el carácter fragmentado del derecho penal son una
ideología que cubre el hecho de que el derecho penal tiende a privilegiar los intereses
de las clases dominantes y a inmunizar del proceso de criminalización pertenecientes a
ellas, y ligadas funcionalmente a la existencia de la acumulación capitalista, y tiende a
orientar el proceso de criminalización sobre todo hacia formas de desviación típicos de
las clases subalternas. Esto acontece con la elección de los tipos de comportamientos
de una figura legal delictiva, con la intensidad de la amenaza penal y con la formación
técnica misma de las figuras delictivas.
5) ¿Qué se refuerza en la criminalización secundaria?
No solo las normas del derecho penal se forman y aplican selectivamente, reflejando las
relaciones de desigualdad existentes, sino que el derecho penal ejerce también una
función activa, de reproducción y de producción, respecto a las relaciones de desigualdad.
En primer lugar, la aplicación selectiva de las sanciones penales estigmatizantes, y
especialmente de la cárcel, es un momento supraestructural esencial para el
mantenimiento de la escala vertical de la sociedad.
Influyendo negativamente sobre todo en el status social de los individuos pertenecientes a
los estratos sociales más bajos. Dicha aplicación selectiva actúa en el modo de obstaculizar
su ascenso social.
En segundo lugar, el hecho de castigar ciertos comportamientos ilegales sirve para cubrir
un número más amplio de comportamientos ilegales que permanecen inmunes al proceso
de civilización.
La legislación más reciente atribuye al tratamiento la finalidad de reeducar o reintegrar
al delincuente en la sociedad.
Esto deja ver dos elementos de preocupación que limitan el optimismo del legislador:
1) el primero es el elemento escéptico: el legislador sabe que las innovaciones
aportados al sistema carcelario no pueden hacer desaparecer de un golpe los
efectos negativos de la cárcel en la vida futura del condenado y, que se oponen a su
reinserción.
2) el segundo es el elemento realista: está dado por la conciencia de que, en la mayor
parte de los casos, el problema que se plantea respecto del detenido no es
propiamente el de una resocialización o una reeducación.
La representación realista de que la población carcelaria proviene de zonas de
marginación social, caracterizados por defectos de la socialización primaria.