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2. LA CRIMINOLOGIA Y LA VICTIMOLOGIA.
El derecho penal, como un instrumento de control social, exige que se
investigue no solamente lo que decide proteger, sino cómo lo hace
efectivamente en la realidad. De tal forma que los datos empíricos que
proporciona la criminología -altas cuotas de reincidencia, cifra negra de
criminalidad- ponen en duda la eficacia preventiva, dudando así del Derecho
penal.
Ejemplo: casos en los que a agresores sexuales, se le han aplicado una serie
de programas y reinciden; y también las cifras negras de criminalidad, que será
la criminalidad que no se denuncia (mujeres maltratadas que no denuncian).
2.1 LA CRIMINOLOGÍA.
El papel de la criminología es proporcionar la base empírica de una política
criminal racional, social y garantista, para ello, su objeto de estudio debe ser
necesariamente amplio (delito, delincuente, víctima y control social) y
multidisciplinar (derecho psicología, sociología, biología, medicina legal, etc.)
Veamos los más importantes paradigmas criminológicos, los conocimientos y
métodos proporcionados por las distintas teorías de la criminalidad:
La biología criminal: Para sus seguidores Lombroso y Garófalo, el modelo
explicativo del delito estaba en las características personales del
delincuente (la tesis del delincuente nato). En la actualidad, aunque
apartados definitivamente de estas tesis, el conocimiento de la personalidad
del delincuente sí es necesario (tanto al legislador como al juez) a la hora de
medición de la pena, la aplicación de sustitutivos y medidas de seguridad,
etc. con el fin de individualizar la pena.
Sociología criminal: Ferri, expresó que las causas del delito eran externas al
delincuente, lo que amplió el objeto de estudio -junto al delito y delincuente-, a
los mecanismos de control social, referido tanto a los procesos de
criminalización primaria ( proceso legislativo de definición de las conductas
como delito), como a los de criminalización secundaria (aplicación de las
leyes a las personas que son condenadas). De esta forma, se trata de
demostrar que el fenómeno criminal se encuentra estrechamente ligado a
las propias disfunciones del sistema.
Teoría del Etiquetamiento (Labelling approach):Para esta teoría
predominante en los años 50, la conducta desviada, es producto del
control social, de lo que se etiqueta como delictivo a través de un
procedimiento selectivo de estigmatización y etiquetamiento, de modo que
la conducta desviada es aquella que las personas califican así.
Actualmente, la misión de este Labelling approach, y de los nuevos
enfoques de criminalidad, es la de advertir las posibles desviaciones del
funcionamiento del sistema penal, con el fin de corregirlo y no tanto de
suprimirlo como se pretendía en un primer momento.
Nueva criminología (MARXISTA): en los años sesenta, se sitúa la
criminalidad en la lucha de clases, y como expresión del poder de la
burguesía sobre el proletariado, considerando la criminalidad como una
forma de disidencia política (Taylor-Walton-Young y su obra “La nueva
criminología”1978) así es como surge la criminología crítica, que relaciona
los comportamientos desviados con las conductas sociales, estudiando al
delincuente como un fenómeno político, cuestionando la legitimidad del
propio Derecho Penal, por ser un instrumento en manos de la clase privilegiada
para explotar a las clases subalternas (apareciendo movimientos de
abolicionismo).
Actualmente, se vive una especie de contrarreforma, pues se rechazan las
posiciones que preconizan/sugieren la alternativa de una sociedad donde no
exista la necesidad de criminalizar conductas, y también se acepta que el
Derecho Penal no protege exclusivamente los intereses de las clases
dominantes (delitos de cuello blanco).
Por tanto, la criminología debe cumplir una función legitimadora y crítica, al
cuestionar la realidad de muchos de los mitos sobre los que descansa el
actual derecho penal, con lo que contribuye a la evolución de la ciencia
penal.
Ejemplo de nuestra actualidad, el presidente del TS dijo que nuestro CP
estaba hecho para “roba gallinas”, la verdad es que si que vamos avanzando
en democratizar nuestro derecho penal, lo que estaría bien, es llegar a vivir sin
derecho penal.
2.VICTIMOLOGÍA.
Neutralización de la víctima y distanciamiento de los protagonistas del conflicto
(víctima y delincuente) como tributo del Estado de Derecho, único legitimado
para prevenir y castigar el delito, evitando así la venganza privada.
Con ese fin, se crea un Derecho Penal orientado a la protección de bienes
jurídicos, y un proceso penal como instrumento de custodia de los derechos
del imputado y al mismo tiempo, se dio la aparición de órganos específicos
de acusación penal (Ministerio fiscal) que relevan al ofendido de llevar el
peso del proceso en defensa de sus intereses, sin embargo, a mediados del
siglo XX, hay un renacimiento de la preocupación por el papel de la víctima en
el Derecho y proceso penal.
Von Henting y Mendelshon, son los padres de la victimología, una ciencia
que busca poner el acento en la víctima buscando su reparación y también
busca diseñar programas y medidas eficaces en relación a determinadas
personas o colectivos de riesgo, como podrían ser los ancianos.
Existe un problema: y es que, podría suponer un desplazamiento de la
responsabilidad penal y la pena, hacia el conflicto entre sujetos privados,
lo que otorgaría atribuciones restrictivas de derechos a quien, por definición,
no es imparcial en el conflicto, precisamente porque es quien ha sido
perjudicado en él.
Se justifica cualquier tipo de medida de represión penal con el fin de
atender el sentimiento de las víctimas, tratando de neutralizar las
consecuencias del delito a través de la compensación a las víctimas, y se
les pretende otorgar un papel activo, no sólo en el proceso, sino en la fase
de la ejecución de la pena.
También es preciso hablar de la VICTIMODOGMÁTICA, que se dedica a
analizar las incidencias de la victimología en el ámbito de la teoría del
delito y en los tipos penales; toma como punto de partida que algunas
víctimas contribuyen dolosa o culposamente a su propia victimización, lo
que puede influir en la responsabilidad criminal del agresor, incluso
dejándole impune.
Ejemplo, el caso de Olvido Hormigos