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Facultad de Historia
HISTORIOGRAFÍA CONTEMPORÁNEA
UNIDAD I
CIENTIFICISMO DETERMINISTA
HISTORIZANTE
1.- Romanticismo
2.- Liberalismo
3.- Cientificismo Determinista
Historizante (Positivo)
Historicista (Narrativo)
Cientificismo Determinista (Historicismo Científico-Determinista)
Este pensamiento sobrevalora las cuestiones científicas; especialmente intenta un determinismo
histórico-geográfico a fin de alcanzar un fin dichoso de la historia humana. El movimiento
Cientista pretende alejarse del moralismo edificante y acercarse a la raza (biologismo), al
medioambiente (natural, humano y geográfico) y al momento (un conjunto de acontecimientos
dados e un determinado tiempo).
El Historicismo concibe el devenir como historia y utiliza más la ciencia del espíritu. Según el
historicismo, la filosofía es un complemento de la historia. Su tarea consiste en llevar a cabo una
teoría de la historia. Esta se propone efectuar una exploración sistemática de los hechos
históricos. Los hechos políticos, científicos, técnicos, artísticos, religiosos, etc., pueden ser
considerados hechos históricos porque tienen importancia para la vida del hombre.
Karl Popper definió al historicismo como: "Una aproximación a las ciencias sociales que asume
que la predicción histórica es su objetivo principal, y que asume que su objetivo es alcanzable
mediante el descubrimiento de los "ritmos", o los "patrones", las "leyes" o las "tendencias" que
subyacen a la evolución de la historia" (Introducción a La miseria del historicismo).
Podemos definir el ‘historicismo’ como toda filosofía que reconozca como objetivo suyo
exclusivo y fundamental, la determinación de la naturaleza y validez de los instrumentos
del ‘saber histórico’. El historicismo se divide debido a su método y forma escrita en dos
géneros en, el Género Metodológico-Científico Referencial Historizante (Positivo) y en un
Género Narrativo- Literario Teorizante Historicista (Negativo).
Prusia:
Leopold Von Ranke
Francia:
Gabriel Monod
Charles Victor Langlois
Charles Seignobos
Austria-Hungría:
Joseph Alois Schumpeter
Auguste Comte, cuyo nombre completo es Isidore Marie Auguste François
Xavier Comte (1798 - 1857). Se le considera creador del positivismo y de la
disciplina de la sociología, aunque hay varios sociólogos que sólo le atribuyen
haberle puesto el nombre.
Junto con Agustín Thierry, fue secretario del conde Henri de Saint-Simon
durante siete años y ambos se separaron de él debido a las muchas
discrepancias que surgieron. Después de esta ruptura, Comte inició una etapa
que calificó de "higiene cerebral" para alejarse de la influencia de las ideas de
Saint-Simon.
Otra versión menciona que Saint-Simon cedió los derechos de su avance (los
Principios de la sociología) a Comte, con la condición de que la mejorara y la
diera a conocer al mundo entero, ya que Saint-Simon había dejado atrás o en
el olvido toda su investigación. Por eso se considera a Comte el padre de la
sociología.
La idea básica de Comte era que todas las ciencias formaban una jerarquía,
de manera que cada eslabón dependía del anterior de acuerdo a la
complejidad de los fenómenos estudiados. En la base estaban las
matemáticas, seguida de la mecánica, la física, la química, la biología y por
último, encabezando la pirámide de las ciencias se encontraba la Ciencia de
la Sociedad; la Sociología.
Comte vio en esta ciencia las respuestas a los problemas del hombre y la
sociedad. La exaltación de la Sociología le llevó a considerarla prácticamente
como una nueva religión laica de la humanidad formándose así el positivismo.
Comte afirmó que “Los problemas sociales y morales han de ser analizados
desde una perspectiva científica positiva que se fundamente en la
observación empírica de los fenómenos y que permita descubrir y explicar el
comportamiento de las cosas en términos de leyes universales susceptibles
de ser utilizadas en provecho de la humanidad”.
Comte afirma que únicamente la ciencia positiva o positivismo podrá hallar las
leyes que gobiernan no sólo la naturaleza, sino nuestra propia historia social,
entendida como la sucesión y el progreso de determinados momentos
históricos llamados estados sociales.
La obra Sobre la libertad, Mill se dirige a la naturaleza y límites del poder que
puede ser ejercido legítimamente por la sociedad sobre el individuo. Uno de los
argumentos que mantenía Mill es el principio del daño o principio del perjuicio
(harm principle). Éste mantiene «que cada individuo tiene el derecho a actuar de
acuerdo a su propia voluntad en tanto que tales acciones no perjudiquen o dañen
a otros». Si la realización de la acción solo abarca la propia persona, esto es, si
solo afecta directamente al individuo ejecutor; la sociedad no tiene derecho
alguno a intervenir, incluso si cree que el ejecutor se está perjudicando a sí
mismo. Mill excluye a aquellos que son "incapaces de autogobierno" de tal
principio, tales como niños en edad temprana o aquellos que viven en "estados
socialmente atrasados" (backward states of society). Para dichos estados
atrasados Mill mantiene que el despotismo puede considerarse una forma de
gobierno aceptable, siempre que el déspota tenga en mente los intereses del
pueblo.
En Sobre la libertad Mill lleva a cabo una apasionada defensa de la libertad
de expresión pues el discurso libre es una condición necesaria para el
progreso social e intelectual porque «No podemos determinar con claridad
que una opinión silenciada no contenga algún elemento de verdad» Además
sostiene que el permitir divulgar opiniones falsas puede ser productivo por
dos razones: En primer lugar, los individuos tenderán a abandonar creencias
erróneas si están involucrados en un fecundo intercambio de ideas. Y en
segundo lugar, forzando a otros individuos a reexaminar y reafirmar sus
creencias en el proceso de debate, estas creencias se abstienen de
desvirtuarse volviéndose meros dogmas.
Mill creía que "la lucha entre Libertad y Autoridad es el rasgo más destacable
de las etapas de la historia". Para él, la libertad en la antigüedad era "un
concurso... entre sujetos, o ciertas clases de sujetos, y el gobierno".
Mill definió "libertad social" como protección de "la tiranía del gobernante
político« y presenta en su obra varias tiranías, entre las cuales están la
tiranía social y también la tiranía de la mayoría.
La libertad social según Mill consistía en poner límites al poder del gobernante,
de tal forma que no fuese capaz de utilizar su poder en beneficio de sus
propios intereses y tomar decisiones que pudieran conllevar perjuicio o daño
para la sociedad; en otras palabras, la población debe ostentar el poder de
tomar parte en las decisiones del gobierno.
Mantuvo que la libertad social es "la naturaleza y límite del poder que puede
ser legítimamente ejercitado por la sociedad sobre el individuo". Ésta se
intenta lograr de dos maneras: la primera es la que recurre a la vía del
reconocimiento de unas determinadas inmunidades, llamadas libertades
políticas o derechos; la segunda recurre al establecimiento de un sistema de
"comprobaciones constitucionales".
Ranke nació en Wiehe, en aquel entonces del reino de Prusia, hoy Unstrut, del
estado de Thuringia, Alemania. Fue educado en casa y en el Instituto de
Schulpforta, mientras era niño demostró un acercamiento a las culturas clásicas,
al Griego, al Latín, pero además también a la Iglesia Luterana. Ranke durante
toda su vida apreció estos conocimientos.
Para Ranke no debe existir una teoría histórica con esquemas previos que
imponga sobre el pasado, como se hacía anteriormente. Ranke dice que sea el
pasado el que hable, el historiador no tiene boca. Pone de manifiesto un
método: el filológico, que consiste en el recurso de presentación de los
documentos.
Tal como la religión donde solo la Biblia debía ser escuchada e interpretada
filológicamente, Ranke posee un alto componente religioso en la forma que tiene
de ver la historia.
Ranke fue un hombre al que le interesaba la historia porque creía que era un
vehículo para encontrar a Dios (consideraba que tenía una presencia en la
historia a la manera cristiana, que diera sentido a ésta). Ranke cree que Dios está
en los propios hechos de la historia siempre y cuando se deja hablar a la propia
historia, la historia es una especie de jeroglífico divino que si se reconstruye se
puede ver la presencia divina en la historia.
Entre 1834-36 publica Historia de los Papas, un valioso estudio del Papado y sus
representantes en la Edad Moderna, desde el siglo XV a la primera mitad del XIX.
Considerada en extremo crítica y sustancialmente escéptica, fue contestada
ampliamente desde la historiografía católica del momento, en especial por el
historiador Ludwig von Pastor y su monumental "Historia de los Papas desde
fines de la edad media".
Sobre la posibilidad de leyes que dirigieran la historia, dijo no saber de ellas y que
prefería quedarse con un “empirismo de tonto”.
Gabriel Monod (1844 - 1912) fue un historiador francés educado en El Havre y
enviado a París para completar su educación, alojándose con la familia
Pressensé. La influencia de Edmond de Pressensé, pastor protestante y de su
esposa Madame de Pressensé, mujer refinada que dedicó su vida a las tareas de
caridad, le causó una gran impresión. En 1865 abandonó la escuela superior y se
trasladó a Alemania donde estudió en la Universidad de Göttingen y en la
Universidad Humboldt de Berlín. Las enseñanzas de Georg Waitz influyeron en la
elección de los estudios de historia de la Edad Media. De regresó a Francia en
1868 fue elegido por Victor Duruy para dar lecturas de historia en la École
pratique des hautes études.
Escribió una Historia de Europa en el siglo XIX (1897), Historia de fin del II
Imperio y de la III República (1921); con Miliukov y Eisenman, escribió la
Historia de Rusia (1921) y fue director de la obra monumental Historia de
Francia contemporánea de la Revolución a la paz de 1919 en nueve volúmenes.