El proceso de toma de decisiones es en realidad el centro de la planeación. El
primer paso en la toma de decisiones es desarrollar alternativas. Casi siempre hay alternativas para cualquier curso de acción. Si solo podemos pensar en un curso de acción único, es evidente que no lo hemos pensado bien. Para poder escoger la mejor alternativa, es muy importante considerar las metas que se tiene, tanto en lo profesional como en lo personal. Una toma de decisiones se define como la selección de un proyecto entre varias alternativas, se tiene que llevar a cabo una planeación, para poder ver las alternativas que se con presentaran en el trayecto y considerar cual es la mejor o la más factible. Para tomar la mejor decisión, la persona debe actuar o decidir con racionalidad, intentando alcanzar una meta, deben entender o ver cual será la meta de cada una de las alternativas presentadas. También se debe tener el deseo de querer llegar a la mejor solución al seleccionar una de las alternativas. Identificar los factores limitantes de una situación determinada hace posible precisar la búsqueda de alternativas a aquellas que superarán los factores limitantes. Un factor limitante es algo que obstruye el logro de un objetivo deseado. Identificar los factores limitantes de una situación dada permite restringir la búsqueda de alternativas a solo aquellas que si los superarán. El principio del factor limitante establece que al identificar y superar esos factores que se oponen de manera importante a una meta, hace posible seleccionar el mejor curso de acción.
Heurística en la toma de decisiones
Los heurísticos son reglas generales y poco definidas que funcionan como “atajos” mentales para resolver problemas que paso a paso serían en extremo complejos. Son útiles para disminuir la sobrecarga cognitiva y permiten invertir menos recursos mentales en los problemas. Aunque aportan vías para simplificar los problemas nos pueden llevar a cometer errores al tomar decisiones. Los heurísticos más habituales a la hora de tomar decisiones son: El heurístico de la representatividad: Este procedimiento consiste en realizar juicios en la medida en que algunas situaciones se parecen a otras situaciones o categorías. Es decir, se trata de juzgar la probabilidad de que una persona, acción o sujeto pertenezca a un conjunto o categoría fijándose en la semejanza entre el mismo y los miembros del grupo. El juicio, por tanto, se basa en determinar si la persona, acción o suceso es representativo de una clase (juicio de representatividad) y si se decide que lo es, se juzgará que es probable que pertenezca a esa clase (juicio por representatividad). El heurístico de disponibilidad: Este procedimiento consiste en basar las decisiones en la información que primero está disponible en nuestra mente creyendo que lo más disponible es lo más frecuente o probable, cuando a veces lo que recordamos primero es lo reciente, extraño o particular. El heurístico de anclaje y ajuste: Estrategia que consiste en emitir juicios basados en algún valor inicial que posteriormente se va ajustando hasta producir la respuesta final. La respuesta final parece estar sesgada hacia el valor inicial ya que se asume, equivocadamente, que dicho valor inicial siempre es relevante para el problema.