Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
P A RA P A D R E S
El entrenamiento para padres es
actualmente el modelo de intervención más
usado para incidir en la conducta de niños y
adolescentes.
Consiste en aprender una serie de habilidades sociales, para modificar la conducta disruptiva. Se
centra en el control de conductas agresivas, oposicionistas y antisociales de niños y adolescentes.
Se puede usar tanto para la prevención como para las conductas externalizadas previamente
mencionadas (oposicionista, agresiva y antisocial), por lo tanto es de gran apoyo para los padres
que deseen que sus hijos cumplan con conductas que son parte de su rutina diaria, como bañarse,
hacer la tarea, comer con cubiertos, llevarse bien con los hermanos, tender la cama, limpiar su
recamara, etc.
El entrenamiento se realiza a través de una serie de estrategias conductuales, con este
entrenamiento, los padres o cuidadores primarios, aprenderán estrategias que les permitirán
tener mayor control sobre la conducta de sus hijos, y disfrutar de un ambiente familiar sano y
placentero.
PSICOEDUCACIÓN
Conducta disruptiva
Obtener
Información:
Definir conducta
Tiempo Reforzamiento
fuera de positivo
repuesto Conducta
deseable.
Opuesto
positivo
Prestar
Ignorar la
atención a la
mala
buena Tiempo conducta
conducta especial
¿Qué ES UNA CONDUCTA?
UNA CONDUCTA ES CUALQUIER ACCIÓN QUE PUEDE SER VISTA Y ESCUCHADA; POR EJEMPLO,
APLAUDIR, REIR, HABLAR, ETC.
LOS PENSAMIENTOS, EMOCIONES Y ACTITUDES NO SON CONSIDERADAS CONDUCTAS, YA
QUE NO SE PUEDEN VER NI ESCUCHAR.
LOS ELEMENTOS QUE DEFINEN UNA CONDUCTA SON: FRECUENCIA, INTENSIDAD Y
CIRCUNSTANCIAS.
IMPORTANTE: ES IMPORTANTE DEFINIR CON CLARIDAD LA CONDUCTA QUE DESEA MODIFICAR Y
LA QUE SE DESEA LOGRAR (POSITIVO OPUESTO).
¿Por qué los niños se
comportan
inadecuadamente?
Son múltiples los factores que intervienen:
• Las características del niño.
• Los estresores ambientales.
• Las características de los padres.
• Las consecuencias situacionales
No es lo mismo un castigo que un
refuerzo negativo
Castigo Refuerzo negativo
ENOJADO
HACER BERRINCHE
PATEAR NIÑOS
IMPULSIVO
GRITAR
PATEAR LA PUERTA
SEGUNDO PASO: IDENTIFICAR SU POSITIVO OPUESTO.
CONDUCTA POSITIVO OPUESTO
GRITAR CUANDO 10 10 9 5 3 2 1
SE DA UNA
ORDEN
JUGAR EN
CLASE
GOLPEAR
COMPAÑEROS
JUGAR CELULAR
Ir al cine
Salir a pasear
al zócalo y
jugar
brincolines
Comer pizza
TIEMPO FUERA DE
REFUERZO
Consiste en apartar inmediatamente al niño de su atención y de las personas que le rodean,
así como de cualquier actividad u objeto agradable, por un periodo corto de tiempo;
inicialmente 5 minutos, que se extienden hasta 8 minutos como máximo, cuando el niño
muestra algún tipo de resistencia a la técnica, ya sea gimotear, gritar o simplemente
negarse a estar tiempo fuera de refuerzo. Debe de carecer de la presencia de cualquier
estimulo que pueda agradarle al niño, al mismo tiempo debe ser un lugar que, a pesar de
resultar aburrido, sea seguro. Es particularmente eficaz en el manejo de conductas
impulsivas o difíciles de controlar, tales como las rabietas. Es útil en el manejo de
conductas agresivas y hostiles.
Prestare atención a su buena conducta, con alguna de las siguientes estrategias: subraye las
estrategias seleccionadas.
Ponerle atención
Observarle
Hablarle
Hacerle preguntas
Sonreírle
Abrazarlo
Besarlo
Darle una palmada
IGNORAR
ACTIVAMENTE
Consiste en ignorar la mala conducta de forma deliberada, para
disminuirla paulatinamente. Se ignora a una persona cuando no se le
mira, no se le habla, no se le sonríe. Normalmente , los padres y
cuidadores primarios, utilizan como castigos el regañar y pegar; estas
técnicas resultan efectivas en el corto plazo, pero en el largo plazo, no
enseñan la conducta deseada. Es por ello que se sugiere ignorar la mala
conducta, en vez de regañar o pegar.
Ignoraré su conducta, con alguna de las siguientes estrategias: subraye las estrategias
seleccionadas.
Ignorarlo
No mirarlo
No hablarle
No sonreírle
Retirarse de la habitación
Hablar con alguien más
Prestar atención a otro niño
TIEMPO ESPECIAL
“Tiempo especial”
• Seleccione un momento de cada día en el cual se dedicara exclusivamente a Jugar
con su hij@.
•
Puede ser de 10 a 20 minutos, solo con el.
•
El debe elegir la actividad, pero es preferible que sea algo que ambos disfruten.
•
No tome el control, no critique, no juzgue.
•
DISFRUTE de su hijo.
•
Apruebelo, elógielo ¡Que bien te salen los perritos de plastilina!
•
Si comienza a portarse mal ignórelo por unos minutos.
•
Si continua dígale que el tiempo de juego ha terminado y retirese.
•
Trate de hacerlo por lo menos 5 veces por semana, posteriormente puede disminuir la
frecuencia.
•
Se recomienda continuar ese tiempo indefinidamente.
En la escuela:
Muchos de los niños que presentan conductas
desafiantes en el ámbito del hogar, también
suelen tener dificultades conductuales en la
escuela. De hecho, gran cantidad de consultas son
promovidas por los reclamos y preocupaciones de
los docentes y autoridades de la institución
escolar.
¿Por qué es mas complejo el trabajo en la
escuela?
• Es mas complejo administrar disciplina en el aula, ya que son muchos niños.
• Los padres tienen menor incidencia en ese ámbito ya que no están presentes cuando se despliegan
las conductas de los niños.
• En ocasiones se enteran luego de que el niño ha tenido gran cantidad de problemas y son citados o
reciben notas en el cuaderno de comunicaciones, “cuando la nota rebasa el vaso”.
• Por lo general los niños no suelen comentar demasiados detalles de su comportamiento en la escuela.
• Diálogos como los siguientes son muy frecuentes:
Madre: ¿Cómo te fue hoy en la escuela?
Hijo: Bien
Madre: Bueno, cuéntame que hiciste.
Hijo: No se, no me acuerdo.
• Incluso cuando los padres tienen la posibilidad de comunicarse con los docentes, suelen llevarse
una impresión global de conducta del niño. “Se porta bien o se porta mal” esta información
no tiene demasiada utilidad, ya que si nos informan que se porta mal, no especifican cuales
son las conductas inadecuadas, ni cuales son las conductas positivas que también están presentes.
V I D E O
FABULA EL EXTRAÑO CASO DE CANGURITO
Cangurito se asomó al exterior desde el bolsillo de mamá Cangura. “Huumm ¡Qué grande es el mundo!
¿Cuándo me dejarás salir a recorrerlo?”
“Yo te lo enseñaré sin necesidad de que salgas de mi bolsillo. No quiero que conozcas malas
compañías, ni que te expongas a los peligros del bosque. Yo soy una cangura responsable y decente”.
Cangurito lanzó un suspiro y permaneció en su escondrijo sin protestar.
Ocurrió que Cangurito empezó a crecer y lo hizo de tal manera que el bolsillo de mamá cangura se
rompió por todos lados. ¡Te prohíbo que sigas creciendo! Y Cangurito obediente, dejó de crecer en
aquel instante.
Dentro del bolsillo de mamá Cangura, comenzó Cangurito a hacer preguntas acerca de todo lo que
veía. Era un animalito muy inteligente y mostraba una clara vocación de científico.
Pero a mamá Cangura le molestaba no encontrar a mano las respuestas necesarias para satisfacer la
afanosa curiosidad de su pequeño hijo. ¡Te prohíbo que vuelvas a hacer más
preguntas! Y Cangurito que cumplía a la perfección el cuarto mandamiento, dejó de preguntar y con
cara de cretino aceptó la orden de su madre.
Un día, las cosas estuvieron a punto de volver a su normalidad. Ocurrió que Cangurito vio cruzar ante
sus ojos una cangurita de su misma edad. Era el ejemplar más hermoso de la especie. «Mamá quiero
casarme con esa cangurita». ¡Oh! ¿Quieres abandonarme por una cangura cualquiera? Este es el pago
que das a mis desvelos. ¡Te prohíbo que te cases! Y Cangurito no se casó.
Cuando mamá cangura murió, vinieron a sacar a Cangurito del bolsillo de la difunta. Era un animal
extrañísimo. Su cuerpo era pequeño como el de un recién nacido, pero su cara comenzaba a arrugarse
como la de un viejo animal. Apenas tocó la tierra, su cuerpo se bañó en un sudor frío.
Tengo… tengo miedo ala tierra, parece que baila a mi alrededor. Y pidió que le metiesen en el tronco
de un árbol. Cangurito pasó el resto de sus días asomando el hocico por el hueco del tronco. De
cuando en cuando se le oía repetir en voz baja: «¡Verdaderamente, qué grande es el mundo…!»
• Moraleja de la fábula.
3. ¿Qué aprendí?