Farmacología Clínica II Universidad Central de Nicaragua La administración de los medicamentos para la prevención y el tratamiento de la malaria en los diferentes países de la región, requiere la consulta de las guías de manejo de autoridades de salud locales antes de prescribir antimaláricos, ya que la sensibilidad de los parásitos a los mismos puede variar según la zona geográfica. En Nicaragua, la malaria es usualmente causada por Plasmodium vivax, y en menor proporción por Plasmodium falciparum. El medicamento de elección es la cloroquina. En otros países se ha reportado resistencia de P. vivax a cloroquina, la que administrada en monoterapia es adecuada para las infecciones por P. malariae, pero en el caso de los otros parásitos, se requiere de una cura radical para destruir las formas hepáticas del parásito y prevenir las recaídas. La primaquina cumple este objetivo terapéutico, administrada después de cloroquina por 5 ó 14 días según la zona geográfica. Indicaciones • Tratamiento y profilaxis del ataque de malaria. Dosificación • Esquema de tratamiento de cura radical. • Esquema de tratamiento masivo. • Esquema de tratamiento colectivo. • Esquema durante el embarazo. • Esquema de urgencias en pacientes graves. Tratamiento masivo Es la administración de cloroquina/primaquina durante 5 días, a toda la población de un lugar determinado (Ver Tabla 1, cura radical). El criterio para utilizar esta medida, es la comprobación de elevada transmisión que pueda constituirse en un brote epidémico. Tratamiento colectivo (quimioprofilaxis, antirecidivante) Este esquema consiste en la administración de una dosis semanal de cloroquina/primaquina, durante 8 semanas a toda la población de un lugar determinado. Se implementa en casos de asentamientos humanos repentinos en áreas de alto riesgo de transmisión (actividad agrícola, reubicación de poblaciones, otros) y en caso de migración de personas procedentes de áreas libres de malaria hacia zonas de alto riesgo de malaria. Mayor riesgo de aborto, nacimiento prematuro, bajo peso, infección congénita y muerte perinatal. La mortalidad neonatal y lactante es mayor en estos casos. Otra complicación importante es la anemia grave, que aumenta el riesgo de muerte materna. Esquema de tratamiento contra P. vivax durante el embarazo: Cloroquina (250 mg): 4 tab/día el 1er y 2do día, 2 tab. el 3er día; luego dar 2 tab. semanal hasta el día del parto; después del parto dar primaquina (15 mg) 2 tab. diarias por 7 días La primaquina está contraindicada durante el embarazo!!! En personas en estado inconsciente o que no toleran la vía oral, calcular cloroquina a 10 mg/kg diluido en SSN y administrar IV en 8 horas, seguida de 15 mg/kg durante las 24 horas siguientes. Cuando sea posible, pasar a la vía oral. Cuando no es posible administrar IV, aplicar la dosis IM o SC a 3.5 mg/kg cada 6 horas para una dosis total de 25 mg/kg. Cloroquina viene en amp: 120 mg/3 ml. Isoniacida Rifampicina Pirazinamida Etambutol Estreptomicina Tiocetazona Isoniacida, pirazinamida, etambutol, rifampicina, estreptomicina. Presentaciones individuales: Isoniacida(H) tab de 100 y 300 mg, pirazinamida (Z) tab. de 400 mg y 500 mg, etambutol (E) tab. de 400 mg, estreptomicina (S) Fam 1 g Presentaciones combinadas: Rifampicina/isoniacida (RH) tab. de 150 /150 mg y 150 /75 mg, Rifampicina/isoniacida/ Pirazinamida/ Etambutol (RHZE), tab. de 150/75/400/275 mg Esquema acortado de 6 meses Esquema de retratamiento de 8 meses En caso de hepatitis medicamentosa suspender los medicamentos inmediatamente. Dado que algunos medicamentos pueden producir trastornos GI es preferible administrarlos con las comidas o después de comer. Considerar el uso de ranitidina u omeprazol para tratar la gastritis medicamentosa. No sobrepasar la dosis y duración de aminoglucósidos (60 días) ya que aumenta el riesgo de trastornos vestibulares y auditivos, principalmente en niños y ancianos. La neuropatía periférica se observa en pacientes desnutridos, mujeres embarazadas, personas con enfermedad hepática crónica, alcohólicos y pacientes de edad avanzada, siendo útil la administración de vitamina B6 (Piridoxina). Los pacientes con VIH/SIDA deben recibir la primera fase del tratamiento acortado de la forma indicada, pero en la segunda fase se debe administrar bajo supervisión directa, rifampicina/isoniacida diariamente por 6 – 7 meses; nunca administrar diatebén (T/H) ya que puede provocarles reacciones alérgicas severas. Isoniacida ,categoría C de la FDA en el embarazo; Estreptomicina, categoría D. Pirazinamida: categoría C; Rifampicina: Categoría C. Los aminoglucósidos pueden atravesar la placenta y ocasionar nefrotoxicidad irreversible en el feto, además pueden provocar sordera. Etambutol atraviesa la placenta, pero no se ha descrito problemas en humanos. El esquema acortado (tablas 9 y 10) puede utilizarse durante el embarazo y la lactancia. La estreptomicina no debería utilizarse durante el embarazo. El uso de la terapia antirretroviral (TAR) ha mejorado de forma espectacular la calidad de vida y las tasas de morbi- mortalidad, y han transformado la percepción que se tenía del VIH/SIDA, hasta el punto de que ya no se considera una plaga, sino una enfermedad crónica tratable. Los medicamentos antirretrovirales suprimen temporalmente la replicación viral, por tanto demoran la progresión de la enfermedad, disminuyen la incidencia de infecciones oportunistas y la mortalidad. El tratamiento debe iniciarse antes que se produzca un daño irreversible al sistema inmunológico y una vez instaurado, se requiere una rigurosa vigilancia y monitoreo del paciente. • Maximizar y mantener la supresión de la replicación viral (monitoreo de la Carga Viral) • Restaurar y/o preservar la función inmunológica. • Reducir la morbilidad y mortalidad relacionada con la infección del VIH. • Mejorar la calidad de vida de los pacientes con VIH. • Limitar la posibilidad de la resistencia viral, para mantener las opciones de tratamiento en el futuro. • Niños VIH infectados que manifiestan síntomas clínicos independientemente de la cuenta de CD4+ y carga viral (CV). • Niños menores de 12 meses, independientemente del estado clínico, inmunológico y virológico. • Niños mayores de 12 meses con las siguientes condiciones:
− Síntomas clínicos asociados con infección por VIH (Categorías clínicas A, B, C).
− Evidencia de inmunosupresión (CD4+ menor del 15%).
• Niños asintomático mayores de 12 meses con estado inmune normal, considerar
las siguientes opciones: − Opción de preferencia: Iniciar tratamiento, independientemente de edad y sintomatología.
− Opción alternativa: Diferir el tratamiento en situaciones en las cuales el riesgo para la
progresión clínica de la enfermedad es bajo y existen factores que impidan la administración adecuada del tratamiento. • Paciente sintomático: Todo paciente con diagnóstico establecido de VIH avanzado o SIDA (categoría B ó C establecidos en la definición de caso de CDC de 1993), debe ser tratado con TAR independientemente de los niveles de CV y conteo de linfocitos CD4+.
• Paciente asintomático (con conteo de linfocitos
totales, CD4+ y CV) El consenso de los expertos sugiere iniciar tratamiento cuando el conteo de linfocitos CD4+ se encuentra entre 200 y 350 y la CV es mayor de 55,000 copias/mL por RT-PCR o bDNA. • Embarazada e infectada: Iniciar tratamiento a las 28 semana de gestación, zidovudina (Monoterapia), En el trabajo de parto continuar con ZDV intravenosa, hasta el momento del parto + NVP (dosis única en el trabajo de parto). • Embarazada con Terapia Antirretroviral (TAR), previo al embarazo: No es recomendable suspenderlo durante el primer trimestre. Se recomienda sustituir EFV por NVP o NFV o SQV/r. Si el esquema no posee ZDV incluirlo, con el cuidado de no usarlo junto con d4T (efecto antagónico). Continuar con igual régimen durante y después del parto. Criterios para inicio de tratamiento en el neonato • Neonato de embarazada infectada: Iniciar tratamiento con ZDV oral durante las primeras 6 semanas de vida + NPV oral dosis única a las 48 – 72 horas de nacido.