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Maternidad
Este concepto surge a partir del momento que se entiende que una mujer, por quedar
embarazada y empezar el proceso de gestación de un hijo, no debería ser apartada ni
perder su puesto laboral. Así, con el avance del siglo XX y de los reclamos de los diferentes
movimientos feministas, la licencia por maternidad se vuelve en un derecho necesario para
que la mujer pueda planificar su vida personal y familiar sin que esto afecte a su condición
laboral.
Las licencias suelen entonces establecerse como algo indiscutible que suponen darle a la
madre un tiempo adecuado para que pueda pasar junto al bebé los primeros meses de
vida, cuidarlo, protegerlo y brindarle toda la atención posible. Comprende, sin embargo, un
tema importante a discutir y tratar ya que aún hoy hay lugares y espacios laborales en los
que se suele tomar a hombres en lugar de mujeres debido a que la mujer es la que carga
con el embarazo y, por lo tanto, con las posibles ausencias.
Cuando la licencia por maternidad no es suficiente y debemos hablar de
licencias por paternidad En los últimos años, con la consolidación de los reclamos
feministas ante diferentes realidades sociales y económicas
que sufren las mujeres, comenzó a plantearse la necesidad de
que las licencias por embarazo no se agoten en la figura de la
madre (que es quien suele recibir mayor cantidad de tiempo
ante embarazo) sino que incluyan de igual modo a la figura del
padre. Mientras la mujer puede recibir meses de licencia, al
hombre se le suelen dar sólo un par de días luego de nacido el
bebé.
Esto impide que la crianza del niño sea una responsabilidad
compartida y llevada a cabo por igual por ambas partes,
estimulando a que el hombre vuelva rápidamente al ámbito
laboral y la mujer quede relegada al espacio doméstico,
encargándose casi sola del cuidado del bebé. Por otro lado, la
equiparación de licencias por maternidad y paternidad sería lo
que permitiría que las oportunidades laborales no sean
diferenciadas para unos u otros ya que no representaría una
preferencia en contratar a hombres sobre mujeres.
¿De cuántos días es la licencia de paternidad?
Lo bueno y lo malo de ampliar la licencia de maternidad
Si un bebé está más tiempo con su mamá, es obvio que los lazos
que entablarán serán distintos a si desde pequeño queda al
cuidado de alguien más. No quiere decir que las mujeres deban
ejercer solas el papel, pero es cierto que su vínculo especial es
algo que no se puede reemplazar.
- La "hora de lactancia":
Este ítem podría ser bueno y malo. A diario vemos como las madres no
sólo sufren por alejarse de sus pequeños sólo tres meses después del
parto, sino que además la carga laboral les impide tener lo que debería
tenerse: un equilibrio entre su faceta de madre y su faceta profesional.
Los horarios de oficina suelen ser mortales para las mujeres que, por
ejemplo, deben desplazarse mucho para da de lactar a sus hijos. A eso, hay
que sumarle que un alto porcentaje de las empresas en Colombia no
cuenta aún con las salas especiales para mujeres lactantes, con lo que
las horas que deberían dedicarse a la extracción de leche, en realidad se
vuelven horas "para adelantar trabajo".
Por salud, una mujer debería extraer la leche cada horas. Es decir que si
trabaja 8 horas al día, debería hacer dos pausas, pero en la legislación actual sólo se
contempla una hora. Una hora que no significa necesariamente que detenga sus
actividades sino que puede llegar más tarde o irse más temprano